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Amo los insectos, los he visto volar, arrastrarse, nadar, esconderse, atacar, pulular, escapar,

cazar, devorar sus presas, polinizar, aparearse, transformarse y morir

PERCEBE

Piensa en el percebe común de las rocas. Dentro de cada uno de esos millones de conos duros
y blancos hay una criatura tan viva como tú y como yo. Su cometido en la vida es el siguiente:
cuando una ola lo baña, extiende doce apéndices alimentarios plumosos y filtra el plancton.
Cuando crece, se despoja de su piel como una langosta, agranda su caparazón y se reproduce
sin fin. Las larvas salen de los huevos formando nubes blanquecinas en el mar. Los percebes
que habitan a lo largo de un solo kilómetro de costa arrojan al agua un billón de larvas.
¿Cuánto es eso en proporciones humanas? Crecen en el agua del mar, mudan la piel, cambian
de forma vertiginosamente y, después de varios meses, se pegan a las rocas, se transforman
en adultos y construyen sus cubiertas. Dentro de ellas mudan la piel. En total, los percebes de
las rocas pueden vivir cuatro años.

Lo que me interesa de los percebes es ese billón de larvas que forman nubes blanquecinas y
todos esos restos de piel. El agua del mar de pronto parece ser una sopa de trozos de percebe.
¿Puedo pensar que un billón de niños humanos es más real que eso?

¿Y si dios siente la misma indiferencia afectuosa hacia nosotros que nosotros hacia los
percebes? No sé si cada larva de percebe es, en sì misma, única y especial o si las personas
somos en esencia tan intercambiables como ladrillos. Mi cerebro está lleno de números que se
hinchan y podrían partirme el cráneo como si de un caparazón se tratara. Examino los
trapecios de piel que me cubren el dorso de la mano como si fueran partículas de polvo
arrastradas por el viento que al humedecerse se convierten en barro. Yo también he salido de
un huevo, junto a millones de mis congéneres, en una vía láctea que se extiende desde una
orilla ignota.

BICHOS VARIOS

He visto el abdomen de la mantis escupir burbujas húmedas de huevos que eran como flan de
tapioca pegado a un espino. He visto una película donde una termita reina tan grande como
mi cara, lívida y amorfa, bañada en baba brillante, expulsaba ríos palpitantes de huevos
redondos. Las termitas obreras lamían cada uno de los huevos tan rápido como iban saliendo
para evitar que se pudrieran. El mundo entero es una incubadora para un número incalculable
de huevos minuciosamente codificados y listos para eclosionar.

EL huevo de una avispa común pequeña, se multiplica dando lugar a más huevos idénticos. La
hembra deja un único huevo fertilizado en el tejido flácido de su presa viva y ese huevo se
divide una y otra vez. Cerca de dos mil nuevas avispas parásitas eclosionarán para alimentarse
del cuerpo de su huésped con la misma avidez.

Un único pulgón, sin pareja, reproduciéndose durante un año sin que lo molesten puede
producir tantos pulgones vivos que, a pesar de no medir más de dos milímetros y medio cada
uno, si se pusieran en fila alcanzarían una longitud de dos mil quinientos años luz en el espacio.
Incluso la carpa dorada pone un promedio de cinco mil huevos que, si tiene ocasión, devorará
tras expulsarlos.

La fuerza del crecimiento entre los animales es una especie de ansia terrible. Estos miles de
millones de criaturas deben comer para alcanzar la madurez sexual y expulsar otras tantos
miles de millones de huevos. ¿Y qué van a comer los peces o las mantis religiosas recién
nacidas en el bote de cristal si no se comen entre ellos? Existe una terrible inocencia en el
entumecido mundo de los animales inferiores que reduce la vida a un banquete universal.

ALIMENTACIÓN COMPULSIVA

La ninfa de libélula que acecha en el fondo del arroyo y de la charca buscando presas vivas
para atraparlas con su labio ganchudo y retráctil. Las ninfas de libélula son insaciables y
poderosas. Agarran y devoran pececillos enteros y renacuajos gordos.

Este hambre voraz alcanza sus matices más macabros cuando sucede entre las madres y su
prole. Las crisopas son unos insectos frágiles de color verde con grandes alas redondeadas y
transparentes. Las larvas comen grandes cantidades de pulgones, los adultos se aparean en un
arrebato del instinto, ponen huevos y mueren a millones con el primer golpe de frío del otoño.
A veces cuando una hembra pone sus huevos fértiles sobre una hoja verde que está situada
sobre un tallo delgado, le entra hambre. Deja de poner huevos, se da la vuelta, se come los
huevos uno a uno, y vuelve a poner más, que también se comerá.

Durante el apareamiento, los gusanos se vuelven caníbales y devoran todo ser vivo que se les
ponga por delante, incluyendo su cola, de la que se habían despojado previamente y de la que
empezaba a crecer una nueva cabeza. Incluso algunos mamíferos sofisticados como los
grandes felinos en ocasiones se comen a sus cachorros. Se ha referenciado a una madre felina
lamiendo el área que rodea el cordón umbilical del indefenso recién nacido. Después de
lamer y lamer, se le cruzó un cable y empezó a comerse a su cría, comenzando por el
vulnerable ombligo.

CRIAS SE COMEN A SUS PROGENITORES

Las moscas de las agallas, son moscas pequeñas y comunes. A veces, una larva de estas
moscas, que no se parece en nada a las adultas y que jamás se ha apareado, produce huevos
dentro de su cuerpo, huevos vivos, que eclosionan dentro de sus tejidos blandos. En ocasiones,
los huevos eclosionan dentro del cuerpo quiescente (inmóvil) de la pupa (estadio en
metamorfosis del insecto-REVISAR).
En la mosca del género Miastor, los huevos eclosionan dentro de sus cuerpos y las voraces
larvas, nada más salir, comienzan a devorar a su madre

La invisible prominencia de los huevos maduros dentro de la pupa. Esos huevos se abren, le
destrozan el abdomen y emergen larvas vivas, despiertas y hambrientas de una cápsula
momificada por la que se arrastran gusanos y de la que se alimentan hasta que no queda nada
de ella. Y luego salen al mundo.

Con el fin de evitar semejante destino, algunas moscas del género Ichneumon, una especie de
avispas parásitas que depositan los huevos en los tejidos de las orugas, tienen que esparcir los
huevos durante el vuelo, cuando no encuentran una presa disponible, para que no eclosionen
dentro de ellas

Eres una mosca Icneumon. Te has apareado y tus huevos están fecundados. Si no encuentras
una oruga donde depositarlos, tus pequeños van a pasar hambre. Cuando eclosionen los
huevos, se van a comer el cuerpo en el que se encuentren, así que o los matas diseminándolos
por el ambiente o te comerán viva. Si los dejas caer sobre los campos, es probable que mueras
tu también, que mueras de vieja, antes incluso de que salgan del huevo y mueran de hambre, y
el espectáculo habrá terminado. Un espectáculo espantoso. Sientes que ya están ahí, ya
llegan…y te esfuerzas por elevarte.

GUSANO PELO DE CABALLO (nematomorfos)

El gusano pelo de caballo de la charca de los patos que serpentea cerca de la superficie tan
tranquilo, es el superviviente de toda una serie imposible de fugas milagrosas. Todo empieza
con unas largas hebras de huevos enredadas entre la vegetación de la charca de los patos. Los
huevos eclosionan, emergen las larvas y cada una de ellas busca un huésped acuático, una
ninfa de libélula, por ejemplo. La larva penetra en el cuerpo de la ninfa y allí se alimenta y
crece antes de escapar de un modo que desconozco (VER VIDEO MANTIS RELIGIOSA) Entonces
si nadie se la come, nada hacia la orilla y se enquista en las plantas sumergidas. Y ahora
empiezan las casualidades. Primero, se supone que el nivel del agua de la charca debe
descender. Eso deja al descubierto la vegetación para que el huésped terrestre llegue hasta la
planta sin ahogarse. El gusano pelo de caballo tiene varios huéspedes terrestres posibles,
como los grillos, los escarabajos y los saltamontes. Pongamos que el nuestro solo puede salir
adelante si aparece por allí un saltamontes. De acuerdo. Pero el saltamontes debería darse
prisa en llegar, porque el gusano enquistado tiene poca grasa almacenada y podría morir de
hambre. Bueno, pues se presenta un saltamontes de la especie adecuada y empieza a comerse
con diligencia la vegetación de la orilla. ¡Estupendo! El saltamontes acaba de comerse el
gusano enquistado.

El quiste revienta. El gusano emerge con su espantosa longitud de 90cms dentro del cuerpo del
saltamontes, del cual se alimenta. Supongo que el gusano debe de comerse una gran parte de
su huésped para vivir, pero no tanto como para que al saltamontes le de un síncope y muera
lejos del agua. Los entomólogos han encontrado escarabajos tigre muertos y moribundos cuyo
interior estaba casi vacío, si no fuera por el cuerpo blanco y enrollado del gusano pelo de
caballo. En todo caso, el gusano ya es casi adulto y está preparado para reproducirse. Pero
primero ha de salir del saltamontes.

Los biólogos no saben qué sucede a continuación. Si en esta fase crítica el saltamontes está
saltando por una pradera soleada lejos de una charca o de una acequia, lo cual es muy
probable, la historia se acaba. Pero pongamos que está alimentándose cerca de la charca de
los patos. El gusano tan vez se abre paso por el cuerpo del saltamontes o quizás este lo
excrete. Sea como fuere, ahí está, secándose sobre la hierba. Ahora los biólogos se ven
obligados a invocar una “fuerte lluvia” que cae de los cielos en ese preciso momento, para
conseguir que el gusano pelo de caballo regrese al agua, donde se apareará y pondrá más
huevos aparentemente desventurados.

https://es.gizmodo.com/este-aterrador-parasito-es-lo-ultimo-que-quieres-ver-de-1788651184

(GUSANO DE PELO DE CABALLO Y MANTIS RELIGIOSA)

https://es.gizmodo.com/esto-es-lo-que-pasa-cuando-un-enjambre-de-hormigas-de-f-
1787075602

(HORMIGAS Y CUCARACHA)

ESQUISTOSOMA

El esquistosoma comienza siendo un huevo en las heces humanas. Vivirá si tiene la suerte de
caer en agua fresca, pero solo si se encuentra con cierto tipo de caracol. Dentro del caracol
sufre una transformación, sale nadando y, a continuación, ha de encontrar un ser humano en
el agua para perforarle la piel. Viaja a través de la sangre del hombre o la mujer, se establece
en los vasos sanguíneos de su intestino y se convierte en individuo maduro, ya sea macho o
hembra. Entonces tiene que encontrar a otro esquistosoma del sexo opuesto que haya viajado
por el mismo circuito y que haya aterrizado en los vasos sanguíneos del mismo desgraciado
humano.

https://www.dailymotion.com/video/xioy49

(CASO DE PARASITO EN EL CEREBRO)

Tengo que reconocer que el mar es un cáliz de muerte y la tierra es un altar de piedra sucio.
Los vivos somos supervivientes apiñados sobre los restos de los naufragio y vivimos a la deriva.
Somos fugitivos. Nos despertamos aterrorizados, comemos con voracidad y dormimos con la
boca llena de sangre.

O este mundo –mi madre- es un monstruo, o el engendro soy yo.

En vez de una carpa dorada nadando en su compleja pecera, lo que veo son toneladas de
carpas poniendo billones de huevos y comiéndoselos
ASCIDIAS (SEA SQUIRT)

https://microbioun.blogspot.com/2016/10/somos-ascidias.html

https://menteanimal.wixsite.com/menteanimal/single-post/2017/02/04/Las-ascidias-reciclan-
su-cerebro

Las ascidias reciclan su cerebro


February 3, 2017

Los tunicados (Ciona intestinalis) comienzan su vida como larvas


nadadoras parecidas a renacuajos, pero luego se adhieren a una roca
u otra superficie y no se vuelven a mover nunca más. "El cuerpo de la
larva tiene un cordón nervioso que recorre su parte posterior, parecido
a la columna vertebral de animales más complejos", dice John Bishop,
de la Asociación de Biología Marina de Reino Unido. "Al frente de este
cordón nervioso se encuentra un ganglio o 'vesícula cerebral' y unos
órganos para percibir la luz y la gravedad, que la ayudan a encontrar
un sitio que le sirva de hogar". Al llegar a la madurez, "ya no necesita
los órganos de los sentidos, el cordón nervioso o ni siquiera su cola,
así que los reabsorbe". Los tunicados son el ejemplo más notable de
la estrecha relación entre la motricidad y capacidad de sentir.

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