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EL PARAÍSO: PROEMIO DEL PARAÍSO: ASCENSIÓN

CANTO PRIMERO, INVOCACIÓN; ASCENSIÓN DE UNIVERSO


CIELO I, DE LA LUNA: ESPÍRITUS QUE QUEBRANTARON EL VOTO DE
CASTIDAD
En su visita a la Luna, Beatriz explica a Dante el porqué de las marcas en su superficie,
describiendo un sencillo experimento de visión. También expresa su estima por el método
experimental en general. Beatriz fija entonces su mirada en el sol como un águila imperial,
y Dante hace otro tanto y lo hace literalmente, pues en el Paraíso terrestre, hecho para el ser
humano en su perfección originaria, son lícitas muchas cosas que no lo son en la tierra. Las
fases de la Luna se asocian con la inconstancia. Su esfera es por ende la de las almas que
abandonaron los votos monásticos, y por ende presentaron deficiencias en su virtud de
coraje El poeta siente que la luz diurna se duplica, y se siente que es "ir más allá de lo
humano”. Se trata del ascenso a través de la esfera del fuego (que separa el cielo de la
tierra), gracias a la cual Dante y Beatriz ascienden al Paraíso, Beatriz acompaña al poeta en
esta parte de su recorrido, en donde se ocupa de prepararlo para ascender por las esferas
siguientes, La novedad del sonido, que se debe a la rotación de las esferas celestes y a la
gran cantidad de luz hacen que Dante tenga varias dudas, en primer lugar conocer la razón
de su ascenso, a lo que Beatriz responde, sin mediar pregunta alguna por parte del poeta,
explicando que como no se encuentran en la tierra, están sometidos a las leyes del cielo.
Cuando en Dante surge la duda sobre cómo es posible que su cuerpo pesado pueda superar
a los "leves" como el aire y el fuego, su guía celestial inicia una explicación más amplia y
compleja en la cual le explica que le está prestando sus alas.

CANTO SEGUNDOS: ASCENSIÓN, MANCHAS DE LA LUNA; INFLUENCIAS


CELESTES.
Beatriz y Dante tienen un encuentro con Piccarda Donati, quien es la hermana de Forese
Donati, un buen amigo de Dante, este murió un poco después de ser obligada a abandonar
el monasterio. Así mismo conocen a Constanza I de Sicilia, ella fue arrancada por la fuerza
de un monasterio para contraer nupcias con Enrique VI Llevados por el deseo del Empíreo,
con la velocidad a la que se ve rodar el cielo estrellado, Beatriz conduce la mirada hacia el
cielo, y Dante la admira al parecer ella puede leer sus ideas entonces lo invita a dirigirlas a
Dios en señal de gratitud por haber logrado como una flecha el cielo de la luna. Describe
sus sensaciones, indicando que se siente envuelto por una nube resplandeciente similar a
un diamante iluminado por el sol. La luna acoge a ambos en su seno, sin abrirse, como la
superficie del agua es atravesada por un rayo de luz. En la tierra, no obstante, no es
realmente posible comprender cómo un sólido puede penetrar, sin sufrir modificaciones,
otro con las mismas características. Esa imposibilidad es la que subyace al deseo del cielo,
para ver en Cristo al hombre y a Dios. En el Cielo, por el contrario, el dogma es irrefutable
como un axioma, pues la mente humana percibe su verdad sin que medie ningún tipo de
demostración.
CANTO TERCERO: ALMAS BEATAS; GRADOS DE BEATITUD.
Tras escuchar la explicación sobre la naturaleza de las manchas lunares da parte de Beatriz,
Dante queda muy sorprendido tras ver el primer grupo de almas de beatos. Beatriz habla
sobre la libertad de la voluntad, el carácter sacro de los votos, y la importancia de resistir a
las presiones, en un principio la toma por figuras reflejadas, equivocándose de manera
inversa al de Narciso, quien viendo su propio reflejo en las aguas las creyó figuras reales.
Al acercarse, sin embargo, descubre su verdadera naturaleza, y les pregunta quiénes son y
por qué están en el Paraíso. Una le responde que se encuentra en el cielo de la Luna, donde
se encuentran quienes no han respetado los votos debido a una constricción. Quien habla es
Piccarda Donnati, monja del convento de Santa clara da por sus hermanos para obligarla a
casarse, haciéndola así renunciar a su matrimonio con Dios. Dante se pregunta si las almas
del cielo de la Luna sienten envidia de las que se encuentran más cerca de Dios, pero
Piccarda le explica que ninguna alma beata puede ser infeliz, pues su voluntad se identifica
con la de dios, y tienden libremente hacia este. Las almas del Paraíso son por ende
igualmente felices. El canto se cierra con el encuentro con Constanza y de silicia quien
también fue monja y obligada a renunciar a los votos para contraer nupcias con Enrique Vl,
segundo emperador de Svevia, y dar a luz al futuro Federco ll.

CANTO CUARTO: SEDE DE LOS BEATOS, LIBRE ALBEDRIO; VOTOS


BURLADOS Y SU REPARACIÓN.
Beatriz explica que un voto es un pacto firmado entre el hombre y Dios en el cual una
persona ofrece su libertad a Dios. Estas decisiones no deben tomarse a la ligera, y deben
mantenerse una vez realizados, a menos que mantenerlo acarree un mal demasiado grande,
como el sacrificio de las hijas de Jefté y de Agamenón. Beatriz comienza a solucionar las
dudas que Dante tiene, refutando la opinión de la teoría de Platón. Ratifica que todos los
beatos se encuentran en el Empíreo, y el hecho de que aparezcan en las esferas es para
mostrar diferentes expresiones de la beatitud. Respecto a la duda sobre el incumplimiento
de los votos por la violencia ejercida por otros, Beatriz argumenta que Piccarda y Costanza
no se opusieron a ella con toda la energía que su voluntad les habría permitido, lo cual se
prueba por el hecho de que no regresaron al claustro ulteriormente, cuando habrían podido
hacerlo. De hecho, les faltó una fuerza de voluntad similar a la de San Lorenzo, que fue
impasible cuenta la leyenda que resistió el martirio de ser quemado vivo, o la de Escevola,
quien asimismo dejó que su mano se quemase sin emitir queja alguna.
Dante expresa su opinión, señalando que ninguna fuerza externa puede doblar un alma que,
con firmeza, se resista a hacer lo que no quiere.
QUINTO CANTO: SANTIDAD DEL VOTO; SU PERMUTACIÓN
En este canto encontramos a mercurio pero como está muy cerca el sol, es difícil verlo.
Desde un punto de vista alegórico, el planeta representa a los que hicieron el bien por el
deseo de conseguir fama, pero quienes por su ambición fallaron en la virtud de la justicia.
Su gloria terrenal palidece en junto a la de Dios. De la suprema importancia del sacrificio
que significan los votos se deduce que los cristianos no deban tomar con ligereza aquellos
que no puedan mantener, lo mismo que aquellas que implican ofertas desmedidas e
imponderables, como la de Jefte, quien en la antigüedad ofreció en sacrificio la primera
persona que apareciese ante la puerta de su hogar, y la desafortunada fue su hija.

CIELO II DE MERCURIO: ESPÍRITUS ACTIVOS Y BENÉFICOS


CANTO QUINTO: EMPERADOR JUSTINIANO
Dante conoce en esta esfera el emperador Justiniano, quien se presenta con las siguientes
palabras: "Cesar fui y soy Justiniano," indicando que su personalidad permanece, pero que
su cargo terrenal ya no tiene validez, El paso al cielo di Mercurio se manifiesta con el
trasmutar semblante de Beatriz En su rostro cada vez más radiante
CANTO SEXTO: EL ÁGUILA ROMANA, INVECTIVAS CONTRA GIBELINOS Y
GÜELFOS.
Hay una digresión de Justiniano sobre la historia del Imperio. Durante más de trescientos
años el águila imperial permaneció en Alba Longa, pasando luego a los romanos, que la
conservaron tanto durante el periodo monárquico como republicano, para luego alcanzar la
era imperial propiamente dicha con César, quien conquistó nuevas tierras. Agrega que la
estrella de Mercurio está habitada por los que hicieron grandes cosas por el pensamiento y
por la acción, dejando renombre y Progenie. Para vengar la memoria de Romeo, primer
ministro del conde de Provenza, Raimundo Berenger, mal pagado por éste, hace el elogio
de aquél.

CANTO SÉPTIMO: LA MUERTE DE CRISTO; REDENCIÓN E INMORTALIDAD


DEL ALMA
Por la relaciones, Beatriz habla sobre la Encarnación y la Crucifixión de Jesús, que sucedió
en tiempos del Imperio romano, Las palabras de Justiniano generan nuevas dudas en el
ánimo del poeta. Le parece raro que Jesucristo haya merecido ser crucificado, y que los
judíos que son los culpables del crimen, hayan sido castigados con justicia. La criatura
humana disfruta la ventaja de todos estos dones, pero si le falta uno solo, es preciso que
decaiga su nobleza, la nobleza con la que rechaza de si todo resentimiento, ardiendo en si
misma centellea de tal modo, que hace brotar las bellezas eternas. Lo que deriva
rápidamente de ella sin otra ayuda que no tiene terminará nunca.
CIELO III DE RENUS: ESPÍRITUS AMANTES
CANTO OCTAVO: EL PLANETA; ESPÍRITUS AMANTES; VARIAS ÍNDOLES
PERSONALES.

Dante encuentra a Carlos Martel de Anjou-Sicilia, a quien ya conocía, y quien expresa que
para funcionar correctamente cualquier sociedad necesita gente de diferentes tipos. Esas
diferencias se ilustran con Cunizza da Romano, quien se encuentra en el Cielo, mientras
que su hermano Ezzelino III da Romano en el Infierno, entre los violentos del séptimo
círculo.
El trovador Fulco de Marsella habla de la tentación del amor, y recuerda que el cono de la
sombra de la Tierra toca la esfera de Venus. Condena la ciudad de Florencia por producir
la "flor maldita" responsable de la corrupción eclesiástica, y critica la clerecía por dedicarse
al dinero, en vez de consagrarse a las Escrituras y en los textos de los Padres de la Iglesia

CANTO NOVENO: TERCER CIELO O DE VENUS ESPÍRITUS AMANTES


VATICINIO INDETERMINADO; CUNICIA DA ROMANO MARCA TREVIGIANA;
FOLCO DA MARSIGLIA; LA MERETRIZ ROAB; AVARICIA DE LOS
ECLESIÁSTICOS

La tercera de las almas encontradas por Dante en este canto es la del trovador y religioso
provenzal Fulco de Marsella, quien se convirtió tras la muerte de su amada, se hizo monje
cisterciense y en los últimos años obispo de Toulouse. En esa posición, se distinguió por su
activa participación en la persecución de los cátaros, el trovador Fulco de Marsella habla de
la tentación del amor, y recuerda que el cono de la sombra de la Tierra toca la esfera de
Venus. Condena la ciudad de Florencia por producir la "flor maldita" responsable de la
corrupción eclesiástica, y critica la clerecía por dedicarse al dinero, en vez de consagrarse a
las Escrituras y en los textos de los Padres de la Iglesia

CIELO IV, DEL SOL: DOCTORES EN FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA


CANTO DECIMO: EL SUMO PONTÍFICE; ORDEN DE LA CREACIÓN; ESPÍRITUS
SAPIENTES; TEÓLOGOS Y FILÓSOFOS ESCOLÁSTICOS Y ANTIGUOS.

El poeta celebra el orden perfecto con que Dios creo el Universo. El poeta Beatriz asciende
al cuarto cielo, que es el del sol. Allí se encuentran rodeados por las almas resplandecientes
de los doctores de la ciencia divina. Doce de los espíritus más brillantes del planeta, forman
en torno del poeta una corona. Uno de ellos, que se manifiesta ser santo Tomas de Aquino,
le revela el nombre del otro bienaventurado. Que admiran la belleza de la mujer que va a
conducir al cielo, Más allá de la sombra de la tierra, Dante encuentra ejemplos positivos de
prudencia, justicia, templanza, y coraje. En el sol, que es la fuente de luz de la tierra, Dante
encuentra los máximos ejemplos de prudencia, las almas de los sabios quienes ayudaron a
iluminar el mundo intelectualmente.

CANTO UNDÉCIMO
CUARTO CIELO O DEL SOL DOCTORES EN FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA
VANIDAD DE LAS PREOCUPACIONES TERRESTRES; DOS DUDAS; VIDA DE
SAN FRANCISCO; INCREPACIÓN A LOS DOMINICANOS
Insensatez de la actividad de los mortales. Dudas del poeta que resuelve Tomas de Aquino.
El santo relata al poeta la vida ejemplar de san Francisco de Asís. Elogio de santo
Domingo. Consejos de santo Tomas al poeta
Al principio un círculo de doce luces brillantes baila alrededor de Dante y Beatriz. Se trata
de las almas de Tomás de Aquino, Alberto Magno, Graciano, Pedro Lombardo, el rey
Salomón, Dionisio Areopagita, confundido con Pseudo Dionisio, Paulo Orosio, Boecio,
Isidoro de Sevilla, Bede, Ricardo de San Víctor y Siger de Brabant. Tomás de Aquino
cuenta la vida de San Francisco de Asís en el Canto

CANTO DUODÉCIMO: SANTO DOMINGO; REPROCHE A LOS FRANCISCANOS


SEGUNDA CORONA DE VIVOS ESPLENDORES; VIDA DE SANTO DOMINGO;
REPROCHE A LOS FRANCISCANOS; BUENAVENTURA Y SUS COMPAÑEROS
Al terminar su discurso santo Tomas de Aquino otra corona de espíritus ronda a la primera,
a la manera de dos arcos de Iris. Uno de los espíritus del nuevo círculo luminoso, que es el
franciscano san Buenaventura, nace el elogio de santo Domingo, en agradecimiento del de
san Francisco, hecho por santo Tomas. San Buenaventura explica al poeta quiénes son las
animas de su orden que gozan de la bienaventuranza en la mansión del so
En una segunda etapa doce nuevas luces aparecen, una de las cuales es San Buenaventura,
un franciscano, que cuenta la vida de santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden a la
que Santo Tomás pertenece. Como las dos órdenes no siempre fueron amigas en el mundo
terreno, tener miembros de una homenajeando al fundador de la otra muestra que el amor
reina en el cielo
CANTO DECIMO TERCERO: SABER DE SALOMÓN DE ADÁN A CRISTO;
LIGEREZA HUMANA
El poeta describe la doble danza de los espíritus bienaventurados de las dos guirnaldas
luminosas, que compara con las veinticuatro estrellas más brillantes del cielo. Santo Tomás
desvanece otra duda de Dante, y le explica que al decir que Salomón no tendría segundo en
sabiduría, tan proposición no comprendía ni a nuestro padre Adán ni a Jesucristo. Se
explica, como la escritura enseña, que la naturaleza de Adán fue la sabiduría encarnada con
todas las perfecciones, y la de Jesucristo creada, y perfectísima en sí. Lo exhorta a no
precipitarse en sus juicios dejándose llevar por vanas apariencias Las veinticuatro luces
giran en torno a Dante y Beatriz, cantando la Trinidad. Santo Tomás explica la
sorprendente presencia de Salomón, quien se encuentra en el lugar por sabiduría real, más
que filosófica o matemática

CIELO V, DE MARTE, MÁRTIRES DE LA RELIGIÓN


CANTO DECIMOCUARTO: CRUZ DE MARTE; ARMONÍA DE LOS CANTOS;
ÉXTASIS DE DANTE
Tercera corona de los bienaventurados Beatriz les pide que revelen al poeta el misterio de
la resurrección de la carne uno de los espíritus accede al pedido de Beatriz y le explica la
gloria de que gozan. Sube el poeta al quinto cielo que es marte. Sobre dos rayos dispuestos
en forma de cruz vuelan en todo sentido haciendo oír himnos melodiosos, las almas
radiosas de los cruzados que sufrieron el martirio por la fe de cristo y por su iglesia.
La voz gloriosa de tomas en este paso previniendo a Beatriz de la actitud de quebranto que
aunque no lo dice por pensar en otra verdad le aconseja que le muestre la luz y ella
eternamente brillara cual ora y en el día final resucitara. Así al oír esta oración las almas se
alegraran al son de la melodiosa nota estando en esa alegría nadie se lamenta de morir en la
tierra para vivir gozando arriba al lado del uno dos o tres como siempre vive y reina, se
ensalza cada ser con tanta melodía y se escuchó del circulo menor una voz modesta del
ángel de maría
Se pregunta cuánto dura la gran fiesta del paraíso pues su luz sobrevista pues es tanta la
gracia que completa la gloria pues al crecer a la razón viviente que de ella viene lanza viva
la llama del fulgor que envuelve nuestra esencia nuestra carne hoy en tierra ya sepultada
Escucho un amen en los célicos conciertos y estos anhelaban revestir a sus cuerpos
muertos y no por ellos se atrevían a suplicar sino por padre y madre para que se abrigasen
en la llama eterna vio la luz subir hacia el horizonte aún más clara en el día al cielo
presentar otra apariencia se dudaba si era falsa o verdadera así aparecieron otras almas
girando centelleante.
CANTO DECIMOQUINTO: CACCIAGUIDA; LA ANTIGUA FLORENCIA
Del brazo de la cruz formado por los espíritus resplandecientes del quinto cielo se
desprende una luz que dirige al poeta palabras paternales y le declara que es su antepasado
Cacciaguida. Le habla de la genealogía de su familia de las antiguas costumbre patriarcal
de Florencia en contraste con los vicios y discordias de los modernos. El espíritu al relatar
sus servicios dice que formo parte de la segunda cruzada predicada por san Bernardo y que
gano el martillo combatiendo por la fe de Jesucristo.
Habla de la genealogía de su familia en las antiguas costumbres de Florencia en contraste
con los vicios y discordias con los modernos. El predica por san Bernardo y que los
combates como el MARTIRIO los gano por la fe en cristo.
Agitando la vista antes segura que una estrella creyerase viajera, así del brazo que a la
diestra extiende hasta el pie de la cruz con un astro de la constelación que en ella esplende.
Tal era la sombra de Anquises bien amada corrió hacia el hijo en Eliseal morada así la
lumbre hablo y ella volvió y luego hacia Beatriz quede estupefacto tenía una sonrisa tan
radiante en sus ojos la gracia en el cielo era confinante el alma siguió encantada su oración
de tal manera que no pudo entender lo que le hablaba no por mal lenguaje sino por el
concepto sublime que no se alcanza en lo mortal tal esfera. Entendió que decía emocionada
“bendito seas tú trino y uno que has protegido a mi amada “y siguió en cuan largo y grato
ayuno desde que leo en este libro magno gracias a la mujer que te subió en sus alas al cielo
soberano.
CANTO DECIMOSEXTO: MÁRTIRES DE LA RELIGIÓN
JACTANCIA DE NOBLEZA; CACCIAGUIDA Y SUS MAYORES; LA ANTIGUA Y
LA NUEVA POBLACIÓN DE FLORENCIA
Experimenta en el cielo la nobleza de la sangre interroga a su antepasado y sobre la
condición de Florencia y sus habitantes introduciendo en ella la discordia el poeta pone en
boca de su antepasado palabras severas contra sus enemigos que lo desterraron de su patria
Oh nobleza de sangre con pobreza sabe que es capa pasajera que al no remendarse acerca a
tiempo la tijera como primicia aunque no siempre fuera acostumbrado con su palabra y
Beatriz estando a su costado reía al galán enamorado. Pregunta vos sos mi padre háblame
cara primicia de vuestros padres y de los años que se señalaron las primeras puericias ,
dime entonces cuales eran los rebaños de san juan y entre la gente la digna a ocupar estos
escaños a mis ojos mostrándose más bella me hablo con la voz dulce y suave desde aquel
día en que se dijo ave al parto en que mi madre mujer santa se alivió con mi ser, de la
familia el que naciera en Florencia precede al portal sexto, meta de la fiesta anual de la
carrera los que entonces llevar armas pudieran entre el puente de marte y bautista un quinto
de los de hoy quedó afuera más la cuidad que ora es mixta es mejor que sufrir los olores
repugnantes de los villanos de aguilón y signa en materia de estafa penetrantes florentinos
que mercan en subasta hubieron retomando a semifontes mendigo el abuelo de su casta.
CANTO DECIMOSÉPTIMO
Mártires de la religión LOS DOLORES DEL DESTIERRO DESVENTURAS Y
ESPERANZAS DE DANTE EL VALOR DE LA VERDAD
El poeta interroga a sus antepasados sobre las predicciones que acerca de él, fueran hechas
en el infierno y el purgatorio con palabras veladas. Cacciaguida las confirma anunciándole
su destierro y los pesares que le esperan por las asechanzas de sus enemigos el poeta
manifiesta su anhelo de proclama ante el mundo las verdaderas que le han sido relevadas
Cacciaguida lo exhorta a perseverar en este propósito diciéndole que después de amargo
sabor la nutrición de su palabra será sana. Como acudió a crimen a cerciorarse faetón de lo
que en contra había oído se encontró con Beatriz y por la eterna lumbre que para hablarme
había movido mientras estuvo con Virgilio en el monte en que el ánima se cura y al
descender al ámbito difunto me anunciaron en mal suerte a golpes de ventura
Lo que se busca y quiere claro veo y pronto ha e lograrlo quien lo piensa donde cristo se
merca de regateo la culpa seguirá la parte ofensa a gritos más del cielo la venganza testigo
de verdad será en defensa podaras el ajeno pan salado y el subir y ajar es penoso ajenas
escaleras desterrado será la imbécil la malvada gente que te caiga en el valle doloroso
prueba y sentencia un partido por ti mismo con el veras a un príncipe nacido bajo el influjo
de Marcia Lestrella, que será por sus hechos aplaudido su nombre entre las gentes no
descuella pues nueve años no cuenta todavía. Gran manifestación y decoró él te dispensara
sus beneficios por el los ricos y la hoy pobre gente cambiaran condición por sus auspicios
deja a tus compatriotas sus envidias que será tu existencia prolongada hasta ver castigada
sus pérdidas.

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