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Historia
La enfermedad fue descrita por el médico francés Jean Landry en 1859, de allí uno de sus
nombres. En 1916, Georges Guillain, Jean Alexandre Barré y André Stohl descubrieron que
en estos pacientes había un aumento de la producción de proteínas en el líquido
cefalorraquídeo, pero el recuento celular era normal.
Epidemiología
No es de común aparición, ataca a una persona de cada 100,000. No discrimina sexo, edad
o condición social, pero como en la mayoría de las enfermedades ésta última condición
puede tener una influencia positiva o negativa en el pronóstico de la enfermedad.
El trastorno puede aparecer en el curso de varias horas, o varios días o puede requerir hasta
3 ó 4 semanas. Está comúnmente asociado a procesos infecciosos aunque hay pocos
trabajos concluyentes de esta hipótesis.
La mayoría de las personas llegan a la etapa de mayor debilidad dentro de las 2 primeras
semanas de la aparición de los síntomas y, para la tercera semana de la enfermedad, un 90%
de los pacientes está en su punto de mayor debilidad. La recurrencia es en extremo rara y la
muerte puede ocurrir en alrededor del 4% de los pacientes.
Etiología
Hay pocas ideas claras respecto a la etiología de esta enfermedad. Lo que se conoce hasta
ahora es que el sistema inmunitario del organismo ataca a sus propios tejidos destruyendo
la cobertura de mielina que rodea a los axones de los nervios periféricos, e inclusive a los
propios axones. Cuando esto ocurre, los nervios son incapaces de transmitir señales con
eficiencia. Por ello los músculos comienzan a perder su capacidad de responder a las
señales nerviosas, las cuales deberían transportarse a través de la red nerviosa.
El cerebro también recibe menos señales sensoriales del resto del cuerpo, produciendo una
incapacidad de sentir las texturas, el calor, el dolor y otras sensaciones que trae como
consecuencia la recepción de señales inapropiadas que producen cosquilleo de la piel o
sensaciones dolorosas. Debido a que las señales que van y vienen desde y hacia los brazos
y las piernas han de recorrer largas distancias, son las más vulnerables a la interrupción. Por
tanto, la debilidad muscular y la sensación de cosquilleo aparecen inicialmente en las
manos y en los pies y progresan en sentido cefálico.
Hay estadísticas que señalan que aproximadamente el 75% de los pacientes sufrieron de
una infección aguda (usualmente respiratoria o gastrointestinal) previa a la aparición del
síndrome. Otro 20 a 30% de estos casos podría deberse a infecciones por Campylobacter
jejuni y una proporción similar a Citomegalovirus o al virus de Epstein Barr. Hay reportes
que señalan a su vez ciertas posibles asociaciones, en menor grado a Mycoplasma
pneumoniae, VIH y Virus del Herpes Simple.
Patogenia
Se cree que el síndrome de Guillain-Barré se origina por una respuesta autoinmune a
antígenos extraños (agentes infecciosos, vacunas) que son mal dirigidos al tejido nervioso
del individuo. El sitio donde causan daño son los gangliósidos (complejo de
glucoesfingolípidos que están presentes en grandes cantidades en el tejido nervioso
humano, especialmente en los nodos de Ranvier). Un ejemplo es el gangliósido GM1, que
puede estar afectado en el 20 a 50% de los casos, especialmente en aquellos casos que han
tenido una infección anterior por Campylobacter jejuni.
En la actualidad existen opiniones que vinculan este síndrome con el uso de nuevos
coadyuvantes en vacunas de gripe ( polisorbitol, escualeno)[cita requerida].
Cuadro clínico
La inflamación de la mielina en el sistema nervioso periférico lleva rápidamente a la
parálisis flácida, con o sin compromiso del sensorio o del sistema autonómico. La
distribución es comúnmente ascendente, afectando primero a los miembros inferiores. Los
pacientes sienten debilidad en las piernas (piernas de hule) con o sin disestesias
(adormecimiento/hormigueo). La enfermedad progresa a brazos o a los músculos de la cara
en horas o días.
Frecuentemente los pares craneales inferiores serán afectados, esto origina la debilidad
bulbar (dificultad en el movimiento de los ojos, visión doble), disfagia orofaríngea
(dificultad al tragar). La gran mayoría de pacientes requiere hospitalización y
aproximadamente el 30% requiere ventilación asistida.
Se debe observar si los síntomas son simétricos, la velocidad con la que aparecen los
síntomas (en otros trastornos, la debilidad muscular puede progresar a lo largo de meses en
vez de días o semanas), los reflejos (especialmente el reflejo rotuliano) usualmente
desaparecen. Debido a que las señales que viajan a través del nervio son más lentas, la
prueba de velocidad de la conducción nerviosa (NCV) puede ayudar al médico en el
diagnóstico. Se debe analizar el líquido cefalorraquídeo puesto que éste va a poseer un
contenido proteico muy superior al normal.
Criterios diagnósticos.
• Requeridos
• Sugestivos
Diagnóstico diferencial
• Mielopatías agudas que cursan con dolor de espalda crónico.
• Botulismo, con pérdida temprana de reactividad pupilar.
• Difteria, con disfunción orofaringotraqueal.
• Enfermedad de Lyme.
• Porfiria con dolor abdominal, convulsiones y psicosis.
• Neuropatía vascular.
• Poliomielitis con fiebre y síntomas meníngeos.
• Poliradiculitis por Citomegalovirus en pacientes inmunocomprometidos.
• Miastenia gravis
• Envenenamientos por organofosforados, talio o arsénico.
• Toxicidad por metales (plomo)
• Fiebre Tifoidea
Tratamiento
No hay una cura específica, sin embargo, hay tratamientos que reducen la gravedad de los
síntomas y aceleran la recuperación en la mayoría de los pacientes.
La parte más crítica del tratamiento consiste en mantener el cuerpo del paciente
funcionando durante la recuperación del sistema nervioso. Esto puede requerir a veces
colocar al paciente en un ventilador mecánico, un monitor del ritmo cardíaco u otras
máquinas que ayudan a la función corporal. La necesidad de esta maquinaria compleja es
una de las razones por la que los pacientes con síndrome de Guillain-Barré son tratados
usualmente en los hospitales, a menudo en la sala de cuidados intensivos. En el hospital, los
médicos también pueden detectar y tratar muchos problemas que pueden surgir en cualquier
paciente paralizado.
A menudo, incluso antes de que comience la recuperación, se les dan instrucciones a las
personas que cuidan a estos pacientes para que muevan manualmente las extremidades de
los pacientes para ayudar a mantener flexibles y fuertes los músculos. Posteriormente, a
medida que el paciente comienza a recuperar el control de las extremidades, comienza la
terapia física. Ensayos clínicos cuidadosamente planificados de terapias nuevas y
experimentales son la clave para mejorar el tratamiento de los pacientes afectados. Dichos
ensayos clínicos comienzan con la investigación básica y clínica, durante la cual los
científicos trabajan en colaboración con profesionales clínicos, identificando nuevos
enfoques para tratar a los pacientes con esta condición.
Pronóstico
• Aproximadamente el 80% de pacientes se recupera completamente en un período de
unos pocos meses a un año (aunque la arreflexia puede persistir).
• El 5 al 10% se recuperan con invalidez severa (la mayoría de estos casos incluye
daño proximal motor).
• La muerte sobreviene aproximadamente en el 4% de los pacientes.
Profilaxis
Se desconoce la prevención para este síndrome.
Variantes
• Síndrome de Miller-Fisher: el Síndrome de Miller-Fisher (SMF) se considera la
variante más común del síndrome de Guillain-Barré, se caracteriza por la
presentación aguda de una polineuropatía con arreflexia, ataxia y oftalmoplejía. La
ataxia es producto de la disfunción del nervio sensitivo periférico, y no por lesión en
el cerebelo. También puede ocurrir debilidad facial y pérdida sensorial. El SMF es
precedido frecuentemente por un episodio de sintomatología inflamatoria aguda de
algún sitio del organismo, en la mayoría de los casos los síntomas neurológicos se
recuperan después de al menos seis meses. El proceso es mediado por
autoanticuerpos dirigidos contra un componente de la mielina que se encuentran en
los nervios periféricos. La plasmaféresis ha demostrado ser un buen instrumento
terapéutico para acortar el tiempo de curación del SMF, aunque también se puede
utilzar Inmunoglobina intravenosa (IVIg). Según cifras de Ophanet, el SMF afecta a
1 de entre 2000 personas, lo que lo clasifica como una enfermedad rara.
Miastenia gravis
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Miastenia gravis
1. axón
2. Motor end-plate
3. fibra muscular
4. miofibrilla
CIE-10 G70.
CIE-9 358.0
OMIM 254200
Diseases 8460
DB
MedlineP 000712
lus
eMedicin neuro/{{{eMedicineTopic}}}
e emerg 325, med 3260, embarazo
oph 263
MeSH D009157
Aviso médico
Debuta con un cuadro insidioso de pérdida de fuerzas, que rápidamente se recuperan con el
descanso pero que reaparece al reiniciar el ejercicio. Suele iniciarse en los músculos
perioculares. En pocas ocasiones el inicio es agudo.
El nombre es ya inadecuado, de cuando no existía tratamiento pues con las terapias actuales
la mayoría de los casos de miastenia gravis no son, para nada, graves como su nombre
indica. De hecho, para la mayoría de pacientes con miastenia gravis, la esperanza de vida
no disminuye a causa de su trastorno.
Etiología y fisiopatología
La miastenia gravis es causada por un defecto en la transmisión de los impulsos nerviosos a
los músculos. Ocurre cuando la comunicación normal entre el nervio y el músculo se
interrumpe en la unión neuromuscular, el lugar en donde las células nerviosas se conectan
con los músculos que controlan.
Normalmente, cuando los impulsos recorren el nervio, las terminaciones nerviosas secretan
una sustancia neurotransmisora llamada acetilcolina. La acetilcolina se desplaza a través de
la sinapsis neuromuscular, y se adhiere a los receptores de acetilcolina, en la membrana
post-sináptica. Los receptores se activan y generan una contracción del músculo.
Los mecanismos por los cuales los anticuerpos disminuyen el número de receptores son
tres:
Los anticuerpos son del tipo IgG dependientes de linfocitos T, por lo que el tratamiento
inmunosupresor constituye una diana terapéutica.
Por otro lado, la actividad repetida acaba disminuyendo la cantidad de acetilcolina liberada
(lo que se conoce como agotamiento presináptico). También conlleva una activación cada
vez menor de fibras musculares por impulso sucesivo (fatiga miasténica). Estos
mecanismos explican el aumento de la fatiga tras el ejercicio, y la estimulación decreciente
en el electromiograma.
El timo, es un órgano situado en el área superior del pecho debajo del esternón (hueso en el
centro del pecho)exactamente en el mediastino anterior, desempeña un papel importante en
el desarrollo del sistema inmunitario durante la etapa fetal. Sus células forman una parte del
sistema inmunitario normal del cuerpo. La glándula es bastante grande en los niños, crece
gradualmente hasta la pubertad y luego se reduce en tamaño hasta ser reemplazada por
tejido graso con la edad. En los adultos que padecen de miastenia gravis, la glándula del
timo es anormal. Contiene ciertos racimos de células inmunológicas características de una
hiperplasia linfoide, una condición que generalmente se presenta solamente en el bazo y los
ganglios linfáticos durante una respuesta inmunológica activa. Un 10% de los pacientes que
padecen de miastenia gravis desarrollan timomas. Los timomas generalmente son benignos,
pero pueden llegar a ser malignos. Suelen ser por la aparición de células mioides (similares
a miocitos), que también pueden actuar como productoras del autoantígeno, y generar una
reacción autoinmune contra el timo.ccc
Diagnóstico
Clínica: con base a los Signos y Síntomas, y según la gravedad encontramos:
Tratamiento
Hoy día, casi todos los pacientes pueden reanudar una vida normal con un tratamiento
adecuado.Los más importantes son los siguientes:
Fármacos anticolinesterásicos
Son aquellos que inhiben la colinesterasa, enzima que degrada la acetilcolina. La mayoría
de los pacientes experimenta al menos una mejoría parcial, aunque muy pocos una mejoría
completa. La eficacia de todos los fármacos del grupo es similar.
El más utilizado en España y EEUU es la piridostigmina vía oral, con efectos que aparecen
al cabo de 15 a 30 minutos del inicio y una duración de 3 a 4 horas. La dosis inicial es de
60 miligramos entre tres y cinco veces diarias, para después ajustar la dosis a las
necesidades individuales del paciente. Los pacientes con debilidad para la masticación y la
deglución pueden tomar el medicamento antes de las comidas. Existen fórmulas de acción
prolongada, especialmente útiles para la noche, pero no se recomiendan durante el día
porque su absorción es variable.La dosis útil máxima suele ser de 120 mg cada 3 a 6 h. Los
pacientes deben conocer que la dosis de este fármaco debe modificarse con particular
precaución, siempre bajo supervisión médica debido a la posibilidad de agravamientos
importantes de la enfermedad tanto por aumentos como por reducción de su dosis. Esta
recomendación es aplicable al resto de fármacos utilizados en esta enfermedad.
La sobredosis de anticolinesterásicos puede producir un aumento de la debilidad y otros
efectos secundarios muscarínicos, como diarrea, espasmos abdominales, sialorrea
(hipersalivación) o náuseas. Para evitar estos síntomas digestivos son útiles la atropina-
difenoxilato y la loperamida.
Timectomía
La timectomía o extirpación quirúrgica del timo está ganando aceptación en el tratamiento
de la miastenia gravis, debido a los resultados, eficacia y consecuencias observados en su
utilidad para el tratamiento de los timomas. Está indicada en todos los pacientes con
miastenia generalizada entre la pubertad y los 55 años como mínimo, y aún no hay
consenso en su uso para otros grupos de edad, o en pacientes con debilidad limitada a la
musculatura ocular. Debe llevarse a cabo en un hospital con experiencia en esta técnica
quirúrgica.
Fármacos inmunosupresores
El uso de fármacos inmunosupresores (sobre todo glucocorticoides y azatioprina) se ha
demostrado eficaz en el tratamiento de la miastenia gravis. La elección del tipo de fármaco
debe estar basada en el balance riesgo-beneficio, así como en la urgencia del tratamiento.
Es útil establecer un planteamiento a corto, medio y largo plazo.
Corticoterapia
El micofelonato mofetil (MMF) es útil en dosis de 1000 a 1500 miligramos dos veces al
día. Actúa inhibiendo la síntesis de purinas de novo (única vía en los linfocitos), por lo que
inhibe exclusivamente la proliferación de estas células. Al no atacar a los linfocitos
preexistentes, la mejoría clínica tarda varios meses (hasta 12) en notarse. Su ventaja
consiste en la práctica ausencia de efectos adversos, salvo diarrea o leucopenia ocasionales.
Una de sus mayores desventajas es su elevado coste económico.
Plasmaféresis
Es una de las opciones terapéuticas, y consiste en separar mecánicamente los anticuerpos
patógenos del plasma sanguíneo del paciente. Se realiza en un ciclo de 4 o 5 intercambios,
con 3 a 4 litros por intercambio, en periodos de 2 semanas. Este tratamiento consigue
disminuir por un corto plazo de tiempo la concentración de anticuerpos anticolinesterasa,
con mejoría clínica en muchos pacientes. Por tanto, es útil como medida temporal en
pacientes graves o con utilidad prequirúrgica (por ejemplo, para la timectomía). Sin
embargo no se ha demostrado utilidad de su uso a largo plazo aja
Inmunoglobulina intravenosa
Miastenia Gravis ( MG ) es el prototipo de una enfermedad autoinmune. El curso de la
enfermedad es irregular. Puede limitarse a los músculos del ojo, pero en la gran mayoría de
los pacientes se generaliza.
Hace algunos años, clínicos Franceses compararon la eficacia y seguridad del intercambio
de plasma e IvIg en un estudio extenso y aleatorio, en 87 pacientes con Miastenia Gravis.
43 pacientes recibieron la plasmaferesis, y los otros .04 g de Sandoglobulina, por peso
corporal durante 3-5- días. Después de una calificación clínica, fue la mejoría de la fuerza
muscular.
La terapia con IvIg puede ser útil en pacientes con Miastenia Gravis crónica, en quienes
han fallado otros tipos de tratamientos.
Se debe excluir la posibilidad de que la crisis sea causada por un tratamiento excesivo de la
medicación anticolinérgica (crisis colinérgica), suprimiendo el tratamiento temporalmente.
Sin embargo, la causa más frecuente de la crisis es la infección recurrente, que altera la
inmunidad del paciente. El enfermo miasténico con fiebre e infección debe ser tratado
como cualquier paciente inmunodeprimido. Las bases del tratamiento consisten en la
antibioterapia rápida y eficaz, la ventilación asistida y la fisioterapia respiratoria. La
plasmaféresis y la IVIg suelen ser útiles para acelerar la recuperación del paciente.
Aspectos importantes
Si bien es cierto la miastenia gravis es una enfermedad autoinmune que disminuye la fuerza
física del paciente, es importante revisar la debilidad - fragilidad emocional provocada por
esta enfermedad. Es muy importante que los familiares del paciente entiendan lo difícil que
es vivir con una enfermedad que "lleva de la euforia a la ira en un instante", con una
enfermedad que "no permite realizar las actividades diarias de manera común".
Además del tratamiento médico, es imprescindible brindar al paciente con miastenia gravis
apoyo psicológico para que le oriente y ayude a entender estos cambios violentos en su
conducta, entender los mecanismos de la enfermedad y la aceptación de la misma.
Básicamente es poder disponer de un espacio de contención y de ayuda que aporten a la
mejoría. (MBHP, paciente con Miastenia Gravis)
El aspecto emocional está íntimamente ligado a la enfermedad, tanto es así, que hay
fuertes evidencias para presumir que el desencadenante de este síndrome es justamente un
evento emocional y/o estresante que ha vivido la persona y que actúa como disparador de la
enfermedad sobre la base de una predisposición genética.
El paciente miasténico no sólo debe realizar terapia psicológica sino que además debe
evitar situaciones estresantes que puedan empeorar su miastenia. Por ejemplo: discusiones,
peleas, disgustos, situaciones límites, etc
Es importante también, que la persona con Miastenia se mantenga lo más activa posible.
Que ocupe su tiempo en actividades como por ejemplo el estudio y el trabajo siempre y
cuando se encuentre anímicamente y físicamente estable o lo mejor posible. También es
importante hacer notar que el rendimiento en el trabajo o en los estudios se puede ver
disminuido considerablemente , y que laboralmente requiere apoyo y evitar cargas de
trabajo y/o estrés, pues de lo contrario seria un motivo para crear crisis miastenicas en el
enfermo. Es recomendable realizar ejercicio físico.Caminar de acuerdo a la capacidad del
enfermo y evitar fatigar demasiado los musculos. Si la enfermedad es más avanzada y no
pueda hacer ejercicios de la manera convencional puede recurrir a la asistencia de un
profesional (Kinesioterapeuta o fisioterapeuta) quien lo ayudará a realizar ejercicios que
estén a su alcance para no perder el tono muscular incluso visintandolo en su hogar o en
una eventual hospitalización. Los médicos por lo regular NO recomiendan más de 30
minutos de ejercicio físico. La enfermedad genera debilidad y si a eso se le suma
sedentarismo e inactividad el cuadro empeora notablemente, pero cabe mencionar que si
se siente muy fatigado el paciente puede tener una recaída, por lo que los ejercicios hay que
hacerlos de manera moderada. Por eso es importante incorporar todos los recursos
mencionados en este apartado para lograr una mejoría constante y una mejor calidad de
vida.