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PHONETICS & PHONOLOGY III

STUDENTS: ALESSANDRO, Rocío Agostina; VARGAS, Braian; CASTRO, Jotsuha


La Flor del Cardón

Según se cuenta hace muchísimos años, hubo un nativo que se enamoró


de la bella hija de un cacique, pero el padre se oponía a tal pretendiente,
con lo cual el joven, en una noche de luna rapto a la indiecita, ante la
negativa fuerte del jefe de la tribu.

Al conocerse la novedad fueron perseguidos por las huestes guerreras


corriendo toda la noche hasta aclarar el día. Fue en esa ocasión que al
llegar al lugar de cardones, el camino se estrechó, y las espinas
lastimaron a los enamorados, cuya sangre quedó en los cuerpos
gigantescos de los punzantes vegetales. Por suerte lograron salvar la
situación, la pareja se alejó para siempre.

De esta historia se cuenta que la sangre de la cabalgadura y jinetes se


prendió aquel día de las espinas y al amanecer, se encontraron las flores
blancas que anunciarían por siempre la proximidad de lluvias y tiempos de
cosecha.

It comes with another story:

Cactus gigante, espinudo, que abunda en toda la región andina. Crece en los
cascajales más desprovistos de agua, no obstante, los retoños tiernos son en sí un
depósito abundante de agua fresca, a los que no hay más que cortar y pelar para con
ellos aplacar la sed de hombres y animales.

A los cardones se los ve alzarse erguidos y altos en todas las laderas de los cerros,
donde más parecen fantasmas que plantas. Con razón cuenta él Padre Lozano el
terrible miedo que le causaron los cardones al padre Juan de León creyendo que eran
indios del valle Calchaquí. Dice una carta que le enviara el compañero de dicho cura,
el padre Eugenìo de Sancho, en la que decía (refiriéndose al padre León) no se
cansaba de consolarlo y sacarlo del error "Recreciendo de noche el trabajo y el
sobresalto, porque siendo el padre Juan de León de genio medroso y por otra parte
corto de vista, a cada paso se tragaba la muerte, porque es de saber que hay por
aquél país unos árboles muy derechos, llamados cardones esparcidos y divididos en
trecho, los cuales le parecíán indios que venían siguiéndoles y avisaba al compañero
que ya llegaban a matarlos. Con el padre Eugenio, sobre la fatiga del camino y
congoja de su fuga, se le añadía el trabajo de desengañarle con la verdad y alentarle".

El cardón es árbol de la sequedad; ¿Será para ayudar al hombre, que todo su interior
es un depósito de agua? Hasta sus agudas espínas sirven de condensadores y
vuelcan gotas nocturnas en torno que las raicillas superficiales absorben.

Én las tierras secas del noroeste argentino, donde el sol se oculta en fragua de
herrero, anunciando para el otro día viento y calor de incendio, el cardón se yergue
verde, brillante en sus espínas, como un armado caballero.

Cuentan los viejos pobladores de las regiones puneñas (ellos están convencidos) que
los cardones son indios convertidos en plantas que aún vigilan los valles y los cerros
para que sus moradores vivan felices y no sean perturbadas por extraños.

Esta planta tan característica de las tierras montañosas y áridas da una flor blanca que
se abre en sus espinudos brazos y, según la creencia de aquellas gentes, anuncia la
lluvia cercana en las grandes sequías. Según dicen algunos, no tiene fragancia; pero
no, lo que pasa es que se confunde con el olor de la tierra impregnada de sol que,
cuando llueve, se levanta con el aliento de la menta, de la yerbabuena y de todos los
yuyos del campo.

La leyenda cuenta que la flor es la transformación de la hija de un cacique que se


había enamorado de un humilde indio. El padre se opuso tenazmente a que se vieran
y que se unieran en matrimonio. Los enamorados resolvieron fugarse. Y una mañana,
antes que el sol iluminara los cerros, emprendieron camino para esconderse en los
más intrincado de la montaña:

Cuando el cacique advirtió la ausencia de la hija y se dio cuenta que huía del hogar
con aquel indìo plebeyo que él aborrecía, salió en su persecución. Muchas horas de
delantera le llevaban los fugitivos, pero él estaba empeñado en darle una buena
lección a su hija y al indio. . . no sabía todavía el castigo feroz que le iba a aplicar.

Cuando ya los tenía a la vista y los iba alcanzando, los enamorados pidieron ayuda a
la Pachamama, quien les abrió el pliegue de su manto y los recogió en su regazo.

El cacique al verse soprendido por la desaparición de los enamorados quedó allí a la


espera, sin saber qué hacer, pero obstinado, no dejaría que se burlaran de él, siguió
vigilando noche y día, mientras que ellos, con el tiempo, se convirtieron en cardón.

Cuando las nubes se tornan oscuras y los cerros retumban en cada trueno, la india
enamorada, convertida en una blanca flor se abre sobre el pecho verde de su amado y
asoma la cara para ver la tarde sin sol y la lluvia que comienza, mientras Pachamama
sonríe en lo alto del cerro, observándolo al cacique burlado en su orgullo.

Sources:
El cardón. (n.d.). Retrieved November 12, 2019, from
http://www.portaldesalta.gov.ar/cardon.htm

Catamarca Web – El portal de la provincial de Catamarca. (n.d.). Retrieved November 12, 2019,
from http://www.catamarcaweb.com.ar/mitos-y-leyendas.html

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