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Nacional
Escuela Superior de Ingeniería Química e
Industrias Extractivas
Academia de Química Orgánica
Grupo: 2IM43
Equipo: 3
Líquido
Por
Glicerina transparente 290°C
inhalación
aceitoso
Corrosivo
Solido blanco 1320 °C
NaOH
por contacto
Resumen
En la práctica, el jabón se fabrica por hidrólisis básica, con hidróxido de sodio o potasio, de
grasas animales o aceites vegetales, que son ésteres de ácidos carboxílicos de cadena larga
con glicerol. En esta práctica se puede utilizar un aceite vegetal o animal según sea el caso
y se le agregan aditivos para que mejore su aspecto, sus características físicas en general.
Los jabones han sido sintetizados durante muchos años en la industria por lo que
representan un punto importante a conocer en la ingeniería química.
Introducción teórica
Jabón
La misma ocurre con desprendimiento de calor, elemento muy necesario para lograr
un producto de calidad, por ello mientras mayor sea el calor producido por la
reacción mayor calidad tendrán los jabones producidos (transparencia y limpieza),
aunque esta reacción rara vez produce el calor necesario por lo que se hace muy
conveniente suministrárselo para que la neutralización de los ácidos grasos ocurra
completamente lográndose así una mayor calidad en el producto.
Los lípidos que pueden intervenir en la reacción son los saponificables que serían
aquellos que estén compuestos por un alcohol unido a uno o varios ácidos grasos
(iguales o distintos). Esta unión se realiza mediante un enlace éster, muy difícil de
hidrolizar. Pero puede romperse fácilmente si el lípido se encuentra en un medio
básico. En este caso se produce la saponificación alcalina.
Jabón base de KOH y NAOH
Según el tipo de álcali que utilicemos, nuestro jabón tendrá unas características u
otras:
Jabones con sosa cáustica (también llamada sosa o hidróxido de sodio y cuya
fórmula es NaOH): son sólidos, opacos (típicas pastillas o barras de jabón)
Jabones con potasa cáustica (también llamada potasa o hidróxido de potasio y cuya
fórmula es KOH), son líquidos y más bien transparentes. Se disuelven antes que los
jabones con sosa cáustica y generan mayor cantidad de espuma. Se usan para
hacer jabones líquidos, cremas de jabón o un jabón suave de potasa, que diluido es
usado para combatir de forma ecológica las plagas de pulgones de jardines y
huertos.
Químicamente el hidróxido de potasio es mucho más reactivo que el hidróxido de
sodio y se necesita más cantidad para saponificar grasas (1,4 veces más).
Índice de saponificación
El índice de saponificación es la cantidad en miligramos de un alcali,
específicamente de hidróxido de potasio, que se necesita para saponificar un gramo
de determinado aceite o grasa. Este varía para cada grasa o aceite en particular.
Este dato se obtiene a partir de complejos cálculos, que se simplifican con el uso de
tablas existentes.
En estas tablas se registran los índices de saponificación de las sustancias, es decir
la cantidad en miligramos de hidróxido de sodio o potasio, que necesitan para
saponificar cada una de ellas, según la sustancia utilizada en la obtención del jabón.ii
Índice de Índice de
Sustancia Sustancia
saponificación saponificación
Aceite de oliva 0,134 Aceite de coco 0,190
Aceite de palma 0,141 Aceite de girasol 0,134
Aceite de
Aceite de ricino 0,128 Almendras 0,136
Dulces
Aceite de
0,133 Aceite de soja 0,135
aguacate
Aceite de
Aceite de maíz 0,136 0,133
sésamo
Aceite de
Aceite de jojoba 0,069 0,156
palmiste
Aceite de
0,132 Cera de abeja 0,069
germen de trigo
Manteca de
0,137 Aceite de Karité 0,128
cacao
Aceite de coco
Aceito de oliva
El aceite de oliva, que es ácido oleico en un 85%, ha sido durante siglos el favorito
de los fabricantes de jabón. Penetra en la piel mejor que la mayoría de aceites
vegetales, excepto el de ricino. Los jabones resultantes son hidratantes y suaves,
por lo que el aceite de oliva es una base excelente para el champú de bebés.
Aceite de ricino
El aceite de ricino constituye una categoría por sí sólo. Es en parte aceite y en parte
alcohol, una peculiaridad derivada de la estructura molecular del ácido ricinoleico,
el ácido graso que forma casi el 90% del contenido del aceite de ricino. Los
alcoholes actúan como disolventes, y la solubilidad del aceite de ricino se aprecia
muy pronto al fabricar jabón; acelera la saponificación c intensifica de forma
excepcional la claridad tanto de los jabones líquidos como de los transparentes. Es-
to explica por qué el aceite de ricino es el único aceite líquido que podrá ver en las
fórmulas de pastillas transparentes. Además de su cualidad de hacer transparente
el producto, el aceite de ricino es muy suave y se absorbe Fácilmente por la piel,
cosa que lo convierte en un excelente emoliente e hidratante.
Aceite de ricino sulfonado
Conservantes
El método conservante más eficaz para el jabón líquido es la saponificaci6n
completa. Las grasas oxigenadas causan el enranciamiento debido a que del
oxígeno se combina más fácilmente con los ácidos grasos libres, se deduce que el
jabón intensamente neutralizado no tiene puntos vulnerables a la oxidación. Los
aceites líquidos frescos y de olor limpio también son muy importantes ya que por
su propia naturaleza son insaturados y están más expuestos al oxígeno que las
grasas saturadas como los aceites de palma o de coco. Un aceite rancio
completamente saponificado nos dará un jabón que olerá a rancio. Por mucho
que se prolongue la cocción, la ranciedad preexistente es irreversible.
Disolventes
Los disolventes como el alcohol, la glicerina y el azúcar son los que permiten al
fabricante de jabón convertir en transparente una pastilla de jabón opaca. Los
disolventes diluyen literalmente los cristales de jabón y luego los mantienen en
suspensión, permitiendo que los atraviese la luz.
Los disolventes son muy útiles en la fabricación del jabón líquido. El jabón se
puede disolver y cocer en alcohol y si le: añade pequeñas cantidades de
alcohol, glicerina, mejorará el brillo y claridad del líquido final
Alcohol
Los alcoholes son disolventes. En la fabricación de jabón líquido, los disolventes
pueden acelerar la saponificación, así como reducir el punto de enturbiamiento de
un líquido, es decir, el punto en el que las sustancias insolubles precipitan fuera de
la solución. Cuando los jabones líquidos están ligeramente turbios por el exceso de
ácidos grasos o minerales, añadir un poco de alcohol sirve para aclarar la solución.
El exceso de alcohol, sin embargo, reduce la cantidad de espuma del jabón.
Quienes fabrican jabón líquido pueden elegir entre dos tipos de alcohol: alcohol
etílico e isopropanol.
Espesantes
Como consumidores estamos acostumbrados a los jabones espesos y de mucho
cuerpo. Esta densidad no es natural del jabón sino que se obtiene con agentes
tensioactivos, derivados de la celulosa, como el carragén (especie de musgo de
Irlanda) y otros aditivos. Los jabones comerciales son de un 20% de jabón y un 80%
de agua. En esa concentración, el jabón es bastante acuoso a no ser que se formule
con potenciadores de la viscosidad. Aunque el jabón claro limpia igual que el espeso
muchos preferimos los jabones con cuerpo.
El bórax también es un modificador de la viscosidad, o agente densificante.
Químicamente, el borato de sodio se liga con las moléculas de hidróxido formando
un jabón más espeso. Esta tendencia se intensifica mucho cuando se añade bórax
a un jabón con alto contenido de aceites líquidos, lo que convierte al bórax en un
aditivo ideal para hacer geles.iii
Efectos ambientales
Debe tenerse presente que la contaminación por detergentes y jabones es generada
por todos y cada uno de los ciudadanos del país incluyendo los propios, foráneos y
en tránsito por nuestro territorio, dado que todos hacemos uso de una forma directa
o indirecta de estos productos químicos, en la limpieza personal, doméstica e
industrial, los cuales actúan como contaminantes del agua al ser arrojados en las
aguas residuales. Para lograr un estimado del impacto sobre el entorno de este tipo
de contaminantes, vertido en las aguas residuales, podemos en primer término
considerar una población de 4.5 millones de habitantes, Si usamos un factor de 4.5
como el número de miembros por núcleo familiar tendríamos alrededor de 1 millón
de familias en el país. Puede considerarse con bastante acierto que en el consumo
de la canasta básica del costarricense figuran entre 2 hasta 5 kilos de detergentes
mensuales. Si usamos un valor de 2.5 kilos por familia tendríamos un gasto mensual
de 2500 toneladas de detergentes. De acuerdo a la mecánica de lavado estos
productos no quedan en el cuerpo de las personas ni en la ropa limpia y planchada,
sino que se convierten en un contaminante de los ecosistemas acuáticos
arrastrados por el agua en el proceso de lavado tanto en los hogares, industrias y
lavanderías.iv
Procedimiento experimental
Referencias
i
F. Catherine. Jabones líquidos. 2001. Disfruto y Hago. 144 págs.
ii
A. Angionali. Introducción a la química industrial: fundamentos químicos y tecnológicos. Andres Bello.
1960. 708 págs.
iii
F. A. Carey y Richard J. Sundberg. Advanced Organic Chemistry Part B: Reactions and Synthesis. Plenum
Press, 3ra. Edición. Estados Unidos, 1990.
iv iv
F. Catherine. Jabones líquidos. 2001. Disfruto y Hago. 144 págs.