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Facultad de Economía

Lázaro López Luis Antonio

LA UTILIDAD DE LA HISTORIA

 Capacidad para producir resultados que operen como guía para la acción.
 La historia ayuda a generar una conciencia colectiva que permite el proceso
humano.
 Como clave para la comprensión del presente.
 La historia es una necesidad de la humanidad -la necesidad que experimenta
cada grupo humano, en cada momento de su evolución, de buscar y dar valor
en el pasado a los hechos, los acontecimientos, las tendencias que preparan
el tiempo presente, que permiten comprenderlo y que ayudan a vivirlo.
 La historia se emplea de manera sistemática como uno de los instrumentos
de mayor eficacia para crear las condiciones ideológico-culturales que
facilitan el mantenimiento de las relaciones de dominación.
 la historia es una dialéctica de la duración; por ella, gracias a ella, es el
estudio de lo social, de todo lo social, y por tanto del pasado; y también, por
tanto, del presente, ambos inseparables.
 La historia no es juzgar; es comprender -y hacer comprender
 la historia consiste, precisamente, en vigilar que la preocupación por la
utilidad (político-ideológica) del discurso histórico no resulte en detrimento de
su legitimidad (teórica).
 la historia obedece a un interés general en el conocimiento.
 la historia cumple una función: la de comprender el presente.
 La historia intenta dar razón de nuestro presente concreto; ante él no
podemos menos que tener ciertas actitudes y albergar ciertos propósitos; por
ello la historia responde a requerimientos de la vida presente.
 Las historias nacionales "oficiales" suelen colaborar a mantener el sistema
de poder establecido y manejarse como instrumentos ideológicos que
justifican la estructura de dominación imperante.
 La historia crítica podría llamarse con toda justicia conocimiento activo del
pasado, saber que se traduce muy fácilmente en acción destructora.
Facultad de Economía
Lázaro López Luis Antonio

La historia, cuyo objeto privilegiado es la descripción y el conocimiento de


esas relaciones y de sus transformaciones, puede adoptar frente a ellas dos
actitudes que no les son permitidas a las ciencias naturales frente a su objeto:
justificarlas explicándolas como inmutables y naturales, o criticarlas
explicándolas como cambiantes y transitorias.

La historia comienza donde termina la memoria de las generaciones vivas:


en los abuelos. Más acá, es crónica, relato, narración de testigos
presenciales.

Bibliografía
Pereyra, Villoro, González, Blanco, Florescano, et ál. (1985), Historia ¿Para
qué?, SXXI. “Historia, ¿para qué?”; “El sentido de la historia”; “De la múltiple
utilización de la historia” e “Historia como crítica o como discurso del poder”,
(págs. 9-75 y 195-225).

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