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Manual Psicol
Manual Psicol
MANUAL DE CÀTEDRA
2019
INTRODUCCIÓN
La voz “psicología” proviene de las raíces griegas Psiquis y Logos, las cuales se
traducen de modo literal como “el estudio del alma” (logos no tiene traducción única:
también significa “entendimiento” o “palabra”).
El empleo del término “psicología” comienza a utilizarse en el siglo XVI. La
sicología aún se consideraba ligada a su raíz etimológica, como Psiqué o alma.
Junto a los aportes que los mencionados filósofos realizaron a la psicología de modo
directo, existen otros –quizá tanto o más importantes que los anteriores- que realizaron
de modo indirecto: Sócrates descubrió el valor de la definición al introducir el Método
Mayéutico, método que se basa en un preguntar de modo sistemático buscando
conformar definiciones cada vez más precisas.
Aristóteles, discípulo de Platón, enuncia por vez primera las reglas a las que debe
atenerse un pensamiento para ser correcto o lógico, e inicia un nuevo campo de estudio
que tuvo gran gravitación en toda la humanidad: la lógica. La lógica nos permite
distinguir un razonamiento correcto de otro falaz.
La importancia del pensamiento griego afectó a todo saber, y por ello
indirectamente a la psicología: en Grecia se encuentran muchos de los fundamentos del
pensamiento que hoy denominamos “científico”, constituyéndose en uno de los tres
pilares de lo que se dio en llamar la “cultura occidental”; nuestra herencia cultural más
fuerte, en parte proviene de la influencia judeocristiana, que afectó a la ética; en parte
del Imperio Romano, que legó el Derecho perfeccionado, y en parte del Pensamiento
Griego, que nos legó el modo de razonar y plantear los problemas.
El objeto material de estudio alude al aspecto concreto que una ciencia trata de
explicar, y en el caso específico de la psicología es el comportamiento de seres
humanos y de los animales.
El objeto formal de estudio alude al punto de vista adoptado para estudiar el objeto
material. No es el comportamiento mismo, sino aquello que lo explica, y no es
susceptible de observación directa, sino sólo indirecta. Mientras el objeto material
correspondería a una descripción, el formal corresponde a una teorización.
MADURACIÓN Y DESARROLLO
1.1 Crecimiento
1.3 Aprendizaje
Aunque son muchas las definiciones formuladas por los psicólogos sobre el
aprendizaje, la más común es la de un cambio permanente de conducta producido
como consecuencia de la práctica. Es evidente que la maduración es indispensable
para que se produzca el desarrollo, pero también es verdad que la maduración no es
suficiente.
1
J. L Pinillos: “Principios de sicología. Alianza, Madrid, 1975.
- La insistencia en el ejercicio o la enseñanza precoz puede perturbar el
desarrollo normal, enfrentando al sujeto con metas inalcanzables para el
momento evolutivo en que se encuentra.
1.4 Desarrollo
Es el término más amplio de todos los utilizados. En este sentido viene a abarcar
comprensivamente al crecimiento, a la maduración y al aprendizaje. El desarrollo
hace referencia a cambios en la naturaleza y organización de la estructura y la
conducta de un organismo sistemáticamente relacionados con la edad, es decir,
cambios evolutivos y, por tanto, acumulativos e irreversibles.
Diferenciación.
En primer lugar, el desarrollo es un proceso de diferenciación.
Las respuestas del niño de un año, son al principio globales y luego locales.
Poco a poco las respuestas generalizadas se van haciendo más precisas.
Las reacciones emocionales del niño son globales e indefinidas, una especie de
respuesta de excitación general, que luego va dando paso a las emociones
diferenciadas de alegría, miedo, cólera.
La inteligencia es, al comienzo, también una habilidad general que va
diferenciándose con el tiempo en habilidades especiales: inteligencia espacial,
numérica, verbal, etc.
Integración.
Estadios sucesivos.
Plasticidad
En los animales existen unos períodos llamados críticos que hacen referencia a
unos intervalos de tiempo en los que el organismo está especialmente preparado
para adquirir determinadas habilidades o pautas de comportamiento. En estos
períodos de tiempo se aprende más, mejor y más rápidamente.
Ahora bien, cuando transcurren esos intervalos de tiempo, la capacidad
adaptativa, de aprendizaje, disminuye y las adquisiciones se hacen más difíciles
y lentas. En los animales, esos períodos críticos son muy breves, quizá de horas,
mientras que en los seres humanos son muchos más prolongados.
Teorías sobre el desarrollo
En un sentido amplio, las teorías sobre el desarrollo del niño hace referencia al
conjunto de ideas y procedimientos utilizados en la práctica educativa.
En el sentido estricto, una teoría se refiere al sistema orgánico de conocimientos,
elaborados científicamente a través de una metodología adecuada y con una pretensión
principalmente teórica.
- La teoría psicoanalítica.
- La teoría Conductista y del Aprendizaje Social
- El Modelo General del Procesamiento de la Información.
- La teoría cognitivo evolutiva de Piaget.
- La perspectiva del aprendizaje significativo, de Aussubel.
- La teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner.
- La teoría de las necesidades de Maslow
- La perspectiva sociohistórica.
TEORÍA PSICOANALÍTICA
Estructura de personalidad
El ello. El ello, como instancia más primitiva, es lo que el ser humano tiene
desde el nacimiento: impulsos y deseos que no son aceptados por la vida
conciente; representa la parte más oscura de la personalidad. El niño cuando
nace es sencillamente ello, carente de instancias rectoras que controlen su
conducta. Tan sólo está regulado por el principio del placer, que no conoce la
moral ni los juicios de valor.
El yo. El yo no existe desde el principio. Nace del ello bajo la influencia del
mundo exterior y representa la actividad intelectual y voluntaria del ser humano.
Sin el yo, el individuo acabaría estrellándose contra la realidad exterior,
empujado por las exigencias del ello. El yo se convierte así en una instancia
mediadora entre el ello y la realidad exterior, de necesidad vital para la
conservación del individuo. Mientras el ello está regido por el principio del
placer, el yo está regido por el principio de la realidad. El yo también tiene que
hacer frente a las exigencias del super-yo que levanta su voz contra los deseos
del ello. De esta forma, el se encuentra apresado entre los requerimientos del
ello, que busca satisfacer sus deseos, del super-yo, que se ha convertido en una
instancia punitiva en caso de quebrantar una norma; del mundo exterior, que
impone el principio de la realidad; y de sí mismo, que trata de encontrar
fórmulas de compromiso para reducir la tensión provocada por las diversas
situaciones conflictivas.
El super-yo. El super-yo, la tercera instancia psíquica, nace del yo. El yo asimila
las normas vigentes en la sociedad y en la cultura a través del aprendizaje
realizado en contacto con los padres. Estas normas constituyen la voz
internalizada de los padres y de la sociedad. El yo se forma mediante la acción
de dos mecanismos: la identificación y la introyección. El niño se identifica con
los padres e introyecta dentro de sí la imagen que ellos le ofrecen. El super-yo,
instalado dentro del sujeto, se convierte de esta forma en la instancia crítica –
conciencia personal- que censura las actividades opuestas a las normas de
conducta de tipo convencional. Además de la función crítica, el super-yo
representa también las aspiraciones que el sujeto tiene acerca de sí mismo;
incluso los arquetipos absolutos, lo más alto y noble que la vida ha ido
elaborando a lo largo de los siglos, forman parte del ideal del yo.
El ello, que no tiene contacto con la realidad y que influye en la personalidad de
forma inconsciente, busca la gratificación inmediata de las necesidades . El niño
y el adulto inmaduro están gobernados más por las demandas del ello que por el
yo realista o el super-yo censurante. El yo es capaz de demorar una acción que
aliviaría las tensiones, si esa demora tiene interés, a largo plazo, para el sujeto.
El super-yo es la autoridad internalizada que castiga a través de los sentimientos
de culpa, e incluso ante la mera proposición de una conducta reprobable.
Desarrollo psico-sexual.
La persona humana, según Freud, está motivada por impulsos que buscan
satisfacción a través de la expresión en el mundo exterior. En el hombre hay,
desde el nacimiento, una doble realidad pulsional: el impulso de vida (eros o
libido: impulso a conservar la propia vida y propagar la especie humana) y el
impulso de muerte (tánatos, impulso agresivo contra uno mismo o contra los
demás). Ahora bien, todas las funciones corporales como la respiración,
excreción, comida, etc., pueden expresarse directamente desde el nacimiento,
excepto el impulso sexual, que sólo alcanza la actividad consumatoria en la
madurez; por eso busca expresarse a través de otros impulsos, de su
funcionamiento y de otras localizaciones corporales.
La libido es, para Freud, una entidad cuántica; una energía que puede aumentar
y disminuir, y tiene un marcado carácter biológico. Freud ha dejado claramente
dibujada la secuencia del desarrollo psico-sexual, que ha dividido en estadios y
va estrechamente ligada a la teoría de la libido. Los estadios significan tanto
momentos evolutivos como órganos corporales en torno a los cuales está fijada
la libido. Los estadios siguen una línea secuencial ascendente, pero el individuo
puede quedarse fijado en alguna de sus etapas o incluso regresar a etapas
anteriores de su evolución.
El centro de interés del niño está en la boca, a través de la cual tiene la sensación
de placer. La boca le proporciona el contacto con el pecho de la madre y le
permite satisfacer sus necesidades de alimento. La fase oral se revela
abiertamente por la tendencia del niño a llevarse cualquier cosa a la boca o
chuparse el dedo. El estadio oral se divide en dos sub-estadios: el oral
dependiente y el agresivo. Este segundo se produce en el momento del destete.
El niño se muestra agresivo a causa de la frustración que le produce el destete y
también, por las sensaciones que acompañan al crecimiento de los dientes.
El complejo edípico suele estar resuelto en torno a los seis años y entonces
comienza el período de latencia. Con este nombre se hace referencia a un cierto
período de calma respecto a los impulsos sexuales, que tiene indudablemente un
carácter biológico, pero también cultural. De hecho, este período coincide con la
entrada formal en la escuela y el ingreso en el grupo de iguales. Como la escuela
y los amigos absorben por completo el interés y la capacidad de atención del
niño, desaparece la preocupación sexual, que suele ser una fuente de conflicto
con los padres, a quienes molesta la simple demanda de información sobre el
tema.
Para Freud, estos dos últimos estadios, el de latencia y el genital, tienen menos
importancia que los estadios anteriores, ya que la personalidad está ya
establecida desde los primeros años.
También hay que señalar algunas críticas, entre otras, el carácter mecanicista de
su sistema interpretativo de la conducta humana, el origen del carácter social y
moral entendidos como elaboraciones de la libido o formas de reacción ante el
impulso, la reducción de la conciencia a meras introyecciones de pautas
parentales o socioculturales y, sobre todo, desde el punto de vista metodológico,
la reducción de sus investigaciones a la verbalización de ideas y sentimientos al
margen de la conducta observable.
Los orígenes de la teoría conductista del aprendizaje se encuentran en los estudios de Pavlov
(1927) con animales. Durante los años 30, él y otros psicólogos estudiaron y experimentaron
la forma en que distintos estímulos se podían usar para obtener respuestas de los animales.
Estos experimentos permitieron descubrir muchos principios del aprendizaje, principios de
la relación entre estímulos y respuestas, que más tarde fueron útiles para modificar el
comportamiento humano. Luego, esta terminología fue adoptada por Watson, Guthrie y
Skinner -en los EEUU-, como base para su trabajo en modificación conductual, el cual dio
origen a la corriente que en psicología se conoce como “conductismo”.
Conceptos Básicos.
El enfoque conductista estudia los mecanismos básicos del aprendizaje.
Se interesa en la forma en que la experiencia modifica el comportamiento.
En general, el aprendizaje dentro de la teoría conductual se define como un cambio
relativamente permanente en el comportamiento, que refleja una adquisición de
conocimientos o habilidades a través de la experiencia. Es decir, se excluye cualquier cambio
obtenido por simple maduración. Estos cambios en el comportamiento deben ser
razonablemente objetivos y, por lo tanto, deben poder ser medidos (Papalia y Wendkos,
1987).
Dentro de la teoría conductual, existen cuatro procesos que pueden explicar este
aprendizaje: condicionamiento clásico, asociación por contigüidad, condicionamiento
operante y observación e imitación.
Condicionamiento Clásico
El condicionamiento clásico es el proceso a través del cual se logra que un comportamiento
-respuesta- que antes ocurría tras un evento determinado -estímulo- ocurra tras otro evento
distinto. El condicionamiento clásico fue descrito por el fisiólogo ruso Ivan Pavlov (1849-
1936) a partir de sus estudios con animales; en sus investigaciones, asoció el ruido de una
campanilla (estímulo neutro) a la comida (estímulo incondicionado) de un perro, y logró que
el perro salivara al escuchar la campanilla (que se transformó en un estímulo condicionado).
El condicionamiento clásico describe, de esta forma, el aprendizaje por asociación entre dos
estímulos: se condiciona a las personas o los animales a responder de una forma nueva a
estímulos que antes no evocaban tales respuestas. Este proceso es típicamente inconsciente,
ya que el que aprende no requiere estar consciente de la relación entre el estímulo
condicionado y el incondicionado, para responder al primero (Lefrancoise, 1988).
El condicionamiento clásico ocurre en todas las situaciones de aprendizaje, en casi todo
momento, independientemente de cualquier otro tipo de aprendizaje que está ocurriendo al
mismo tiempo”.
El Conexionismo
Fue propuesto por Edward Thorndike (1874-1949), quien plantea que la forma más
característica de aprendizaje, tanto en animales inferiores, como en hombres, se produce
por ensayo y error, o por selección y conexión, como lo llamó más tarde.
Ley de Asociación: demostró que el grado de transferencia entre dos experiencias de
aprendizaje dependería de la similaridad de las dos situaciones.
Ley de Ejercicio: plantea que toda conexión es proporcional a la cantidad de tiempo en que
tarda en realizarse la conexión y al vigor y duración de esta conexión, lo cual puede
mejorarse mediante la ejercitación.
Ley de Efecto: postula que la respuesta que se acompaña de satisfacción se transforma en la
más firmemente conectada con la situación de aprender y a la inversa, aquellas respuestas
acompañadas de displacer generan conexiones débiles.
Condicionamiento Operante:
Descrito por Thorndike y Skinner (1904-1990), es el proceso a través del cual se fortalece un
comportamiento que es seguido de un resultado favorable (refuerzo), con lo cuál aumentan
las probabilidades de que ese comportamiento vuelva a ocurrir. Sostiene, de esta forma, que
se aprende aquello que es reforzado. Esta postura, como puede verse, se basa en la idea de
que el comportamiento está determinado por el ambiente, y que son las condiciones
externas –el ambiente y la historia de vida- las que explican la conducta del ser humano.
Mientras en el condicionamiento clásico la atención se centra en el estímulo que causa la
respuesta, en el condicionamiento operante, la atención está puesta en la consecuencia que
sigue a una respuesta determinada y en el efecto que esta tiene sobre la probabilidad de
emisión de la respuesta en el futuro.
El Aprendizaje Social.
Conocido, sobre todo, por la obra de Albert Bandura (1969), si bien valida los mecanismos
de aprendizaje anteriormente planteados, sugiere que existe además otro tipo de
aprendizaje: el aprendizaje por observación o vicario.
Los supuestos que forman parte de esta teoría son:
La mayoría de la conducta humana es aprendida en vez de innata.
La mayoría de la conducta es controlada por influencias ambientales, más que
fuerzas internas, por lo tanto el refuerzo positivo, es decir, la modificación de la
conducta mediante la alteración de sus consecuencias recompensatorias, constituye
un procedimiento importante en el aprendizaje conductual.
La manera más eficiente de aprender se realiza mediante la observación. Este tipo
de aprendizaje es llamado también condicionamiento vicario o “modeling”, ya que
quien aprende lo está haciendo a través de la experiencia de otros.
DEBILIDADES
⇒ Sus implicancias éticas debido a que sus planteamientos pueden conllevar a un
control o manejo del comportamiento de los individuos, coartando su libertad o autonomía.
⇒ Sus efectos suelen tener un mayor impacto más a corto que a largo plazo.
⇒ Sus planteamientos teóricos no permiten explicar fenómenos psicológicos más
complejos, que involucran tanto aspectos afectivos y/o cognitivos.
⇒ Visualiza al aprendiz como un ser pasivo, no haciéndolo responsable por el proceso
de su aprendizaje. Es así como pone la responsabilidad del aprendizaje en el profesor en vez
del alumno.
FORTALEZAS
⇒ Estas teorías llaman la atención sobre la importancia de considerar las variables
ambientales en el aprendizaje.
⇒ Realizan un aporte al manejo de los niños en la sala de clases.
⇒ Permiten conocer el mecanismo por el cual se pueden modificar conductas
indeseadas en la sala de clases e instaurar conductas más adaptativas.
⇒ La teoría del aprendizaje social resalta la importancia del rol del profesor como un
modelo de aprendizaje.
EL ENFOQUE COGNITIVO.
En punto central de la teoría del PI es dar cuenta de cómo la información pasa del ambiente a
ser almacenada en la memoria. El modelo más influyente de este proceso de almacenaje fue
propuesto originalmente por Atkinson y Shiffrin en 1968. En este modelo, la memoria
humana se concibe como el conjunto de tres de almacenes. La Información (es decir, la
estimulación que recibimos del ambiente a través de los receptores sensoriales) pasa primero
al almacén sensorial a corto plazo (ASCP), luego al almacén de memoria a corto plazo
(MCP), y finalmente acaba en el almacén de la memoria a largo plazo (MLP). Estos
almacenes estructuralmente se caracterizan por la cantidad de información que pueden
retener (capacidad) y el tiempo que permanece en ellos la información (Siegler, 1991).
La idea fundamental es que todos los seres humanos están equipados básicamente con el
mismo sistema de procesamiento de información (SPI)
Almacén sensorial a corto plazo (ASCP): La información procedente del exterior afecta a
nuestros receptores sensoriales y se retiene en un ASCP. En este almacén la información se
mantiene en la misma modalidad física bruta en la que se presenta. Puede retener cualquier
información presentada (capacidad limitada), pero la información se pierde muy rápidamente
(desvanecimiento temporal rápido). Puede que exista un ASCP diferente para cada modalidad
sensorial.
La atención proporciona la información en el almacén sensorial y es la causante que ésta
pase a MCP.
Memoria a corto plazo (MCP): Si se presta atención a la información del ASCP antes de
que desaparezca, una parte de esa información puede transferirse a la MCP. En este almacén
la información sensorial bruta puede convertirse y adoptar otra modalidad; por ejemplo,
cambiar las letras vistas por sus sonidos. La capacidad de almacenamiento de la MCP está
limitada a unos 7 elementos (capacidad limitada), aunque mediante técnicas de agrupamiento
(conocidas como “chunking”) se puede aumentar el poder de la MCP. Los elementos
desaparecen de la MCP cuando otros elementos nuevos los desplazan o cuando no se repasan
activamente. Podría decirse que la MCP es la memoria consciente, porque retiene todo
aquello a lo que una persona puede atender al mismo tiempo.
A medida que se introduce la información en la MCP, debe mantenerse allí
momentáneamente mientras se llevan a cabo los procesos de descodificación y otros procesos
de comprensión. Si la capacidad de retención en la MCP es pequeña, el proceso de
compresión requerirá un esfuerzo mayor y estará sujeto a más errores.
El tamaño medio de la MCP de una persona tiene una capacidad equivalente a siete
elementos de información. Así, cuando se presentan siete o menos elementos de información
(p.ej., siete artículos de compra, un número de teléfono, etc.), la gente es capaz de retener
todos los artículos. Si son más de siete los artículos se ponen de manifiesto, algunos no
entrarán en la MCP y, por lo tanto, se olvidarán.
El término chunk (golpe de conjunto) no se refiere a un elemento de información. Más bien,
se refiere a una agrupación significativa de elementos. Así, si consideramos la lista de estos
ocho de números - 7 9 4 2 8 6 5 0- necesitaremos ocho elementos de información para
poderlos retener, pues aparentemente carecen de relación entre sí. Sin embargo, si
consideramos la siguiente lista de ocho de cartas - A C O L I T O S - tal vez no requiera más
que un sólo elemento en la medida en que seamos capaces de identificar la relación de letras
juntas con la palabra acólitos la cual tiene para nosotros una unidad de significado. En
resumen, agrupando los elementos de cualquier lista larga en conjuntos más pequeños y
significativos, reducimos el número de elementos de información susceptibles de ser
retenidos en la MCP.
Si no hacemos nada con la información en MCP el tiempo de permanencia será breve y tras
15 ó 30 segundos, se perderá u olvidará (Siegler, 1991).
Memoria en funcionamiento (MF): Muchos teóricos añaden un apéndice a la MCP que
llaman memoria en funcionamiento, memoria de trabajo, memoria operativa o memoria a
medio plazo. Como la MCP , esta memoria tiene capacidad limitada, almacena la
información en una forma diferente a la mera sensación y la pierde debido a la sobrecarga o a
un fallo en su repaso.
. La orden por la que la información pasa de MCP a MLP requiere el uso de una estrategia de
memoria
Memoria a largo plazo (MLP): Una vez retenida la información en la MCP, hay procesos de
codificación que permiten transferirla a la memoria a largo plazo. La capacidad de la MLP es
ilimitada (como el ASCP), por lo que puede almacenar una enorme cantidad de información.
Pero, a diferencia del ASCP la memoria a largo plazo no se desvanece rápidamente con el
paso del tiempo; no obstante, se pierden elementos al introducir información nueva que
bloquea las rutas de recuperación. La MLP es algo así como un depósito organizado de
información en el que se puede encontrar cada elemento siguiendo una línea de búsqueda.
. La MLP, en cambio, es como el disco duro del ordenador. Toda la información que se
escribe y guarda en ella queda permanentemente archivada.
Al contrario de como ocurre con la MCP, la capacidad de la MLP es ilimitada
Así, el aprendizaje para los teóricos del PI es todo lo relativo a cómo atendemos la
información que recibimos del ambiente y las estrategias que utilizamos para transferir la
información de la MCP a la MLP.
Implicaciones Educativas
La teoría del PI tiene dos implicaciones principales para la práctica educativa:
1. Los profesores necesitan conocer que los estudiantes están limitados naturalmente
por la cantidad de información que pueden procesar y recordar. Una de manera de
sobrepasar esta limitación de capacidad consiste en dividir la información en
fragmentos más pequeños y dar más tiempo para aprender cada uno de ellos. Una
segunda forma concierne a la instrucción explícita de estrategias (ver cap. 3). Una
tercera forma se refiere a organizar la información en trozos individuales a fin de que
se establezcan relaciones entre los distintos grupos de información.
Conceptos básicos
a) Epistemología genética
Con ella pretende Piaget investigar el conocimiento que el niño tiene sobre
el mundo exterior, mejor aún, cómo llega a ese conocimiento. De otra
forma, estudia los mecanismos del desarrollo de los conocimientos, así
como los cambios evolutivos que se producen al pasar de estados de menor
conocimiento a estados de conocimiento más avanzado.
En la explicación, Piaget utiliza términos y procesos prestados de la
biología, como adaptación, asimilación o acomodación.
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Siguiendo la analogía anterior, Piaget interpreta el funcionamiento
intelectual como un proceso de adaptación entre el individuo y el ambiente
en el que se distinguen también esos mismos dos componentes. La
asimilación intelectual significa amoldar un hecho de la realidad a las
estructuras intelectuales del sujeto, y la acomodación intelectual supone el
ajuste de los órganos receptores del organismo a los hechos de la realidad.
Por la asimilación, el niño introduce alguna nueva acción o pensamiento en
su estructura mental, y por la acomodación ajusta su estructura mental para
aceptar esa nueva acción o proceso de pensamiento, La asimilación describe
pues la capacidad del organismo para manejar nuevas situaciones mediante
el repertorio almacenado de mecanismos; la acomodación describe los
procesos de cambio mediante los cuales el organismo puede manejar
situaciones que resultan, al principio, demasiado complejas.
El equilibrio entre estos dos procesos puede variar a lo largo de las distintas
etapas evolutivas, e incluso dentro de la misma etapa. Algunos actos
cognitivos muestran una relativa preponderancia del componente
asimilativo y otros están más inclinados hacia la acomodación. La tesis
fundamental de la epistemología de Piaget es pues que el ser humano
construye su ambiente asimilándolo a sus esquemas, al mismo tiempo que
acomoda estos esquemas a las exigencias del ambiente.
b) Esquema
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c) Desarrollo.
Estadios Evolutivos
Este estadio abarca desde los 2 años hasta los 7 y se divide en dos
subestadios.
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Otra característica fundamental de esta etapa es que la imitación se torna
menos abierta y se internaliza cada vez más. Se evidencia la imaginación en
el juego; el niño desarrolla la capacidad de tratar a los objetos como
símbolos de cosas que no son (puede emplear una escoba como un caballo).
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Los cambios principales que se producen a esta edad están relacionados con
vocabulario, memoria e imaginación, que revelan nuevas estructuras y
habilidades cognoscitivas.
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Puede ser que los niños de la segunda etapa (intuitiva) del período
preoperacional no puedan conservar porque su capacidad de definir
conceptos abstractos, tales como cantidad de monto, también está
restringida por los atributos preceptúales del problema. Ese niño puede
equiparar intuitivamente “altura” con su concepto de cantidad (“más”). Así,
el nivel del líquido en los dos recipientes determina nuevamente el concepto
de cantidad del niño. En ambos casos, el pensamiento está marcado por su
irreversibilidad. El niño preoperacional no se da cuenta de que existe una
operación que restablece una situación original. Ese niño no sabe que, si el
agua del recipiente más alto y estrecho se vuelve a verter al primero de los
recipientes idénticos, volverá a alcanzar su altura original.
Se entiende que esos procesos mentales únicos, como la centración y la
irreversibilidad, están altamente interrelacionados. Por ejemplo, un niño en
período preoperacional podrá ver que, si el agua se devuelve al recipiente
original (operación inversa) llega nuevamente a una altura igual a la del otro
recipiente idéntico. Entonces podrá admitir que la cantidad de agua en
ambos recipientes es la misma, pero, ante una nueva transformación (es
decir, cuando el agua se vierte en el vaso alto y estrecho), por una razón y
otra, el niño preoperacional pierde de vista esa operación inversa, no la toma
en consideración y sigue dependiendo de destacadas características
preceptúales del conjunto de estímulos.
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Inicialmente se tienen dos recipientes con igual cantidad
b) Experimento para detectar la conservación de la masa
c) Experimento para detectar la conservación de la cantidad numérica
Las operaciones concretas que el niño puede realizar a partir de los 7 años
tienen una característica muy importante para el desarrollo, y es que son
reversibles, de manera que el niño puede, por ejemplo, sumar mentalmente
los miembros de la clase, por pupitres, y luego sustraer los niños que están
ausentes. Sin embargo, el niño de esta etapa sólo puede hacer estas
operaciones con objetos tangibles. No es capaz todavía de manejar
situaciones hipotéticas. Esta capacidad sólo la alcanza en el siguiente
estadio.
Hay muchas diferencias entre el niño del período anterior y el del período de
las operaciones concretas. Enfrentados con el mismo problema de
conservación que el niño preoperacional, los niños del período operacional
concreto aprehenden la idea de que la cantidad permanece invariable a pesar
de las transformaciones perceptivas. El pensamiento del niño de esa etapa se
caracteriza por el despliegue de operaciones inversas. De modo que el niño
podrá responder ahora correctamente a preguntas sobre la conservación de
líquidos declarando “la cantidad de agua (después de la transformación)
sigue siendo la misma, porque podemos verter el agua del vaso alto y
estrecho nuevamente al recipiente original, y el nivel de agua en los dos
vasos será el mismo”.
2) Seriación
El niño en este período posee la aptitud de distribuir objetos en función de
dimensiones cuantitativas tales como peso, tamaño o escala ordinal. Piaget
denomina seriación a esta habilidad conceptual. La seriación es decisiva
31
para comprender las relaciones entre un número y otro y es un requisito
necesario para el pensamiento matemático preliminar.
3) Representación mental
El niño en el período de las operaciones concretas también es capaz de
utilizar una representación mental de una serie de acciones. El niño de la
etapa anterior puede ser capaz de caminar un corto trecho hasta la escuela
conociendo puntos exactos donde debe doblar hacia la derecha o la
izquierda, pero no tiene ningún concepto del camino general que sigue
cuando va a la escuela. El niño operacional concreto es muy capaz de trazar
toda la serie de acciones efectuadas mientras fue a la escuela, es capaz de
concebir el camino de antemano.
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pensamiento formal que le permite pensar lógicamente problemas
abstractos.
33
El adolescente posee además la capacidad de aplicar reglas simplificadoras
como una operación de orden superior para llegar a la solución de un
problema. Por ejemplo, supongamos que a un individuo se le da una tina
con agua y una gran variedad de distintos objetos y se le pide que elija sólo
aquellos que flotan. En el período de las operaciones formales, el individuo
ya no está sometido a lo concreto; no tiene que meter cada uno de los
objetos en el agua para determinar si flotará o no. En lugar de esto, aplicará
una regla simplificadora. Sabe que los objetos de madera suelen flotar;
entonces podrá determinar experimentalmente cuáles son de madera,
empleando alguna prueba empírica. Así queda eliminada la necesidad de
meter cada uno de los objetos en el agua. La capacidad de emplear análisis
combinatorios y reglas simplificadoras constituye la infraestructura del
pensamiento algebraico y es un prerrequisito absoluto de la comprensión de
un razonamiento matemático superior.
La dominación de la realidad por la posibilidad caracteriza también las
relaciones del individuo con el futuro. El pensamiento acerca de
acontecimientos futuros queda bien articulado. El suceso remoto o distante
puede verse en función de un conjunto de posibilidades hipotéticas; los
procesos mentales del individuo ya no tienen que restringirse al presente
actual o cercano. La consideración seria de sucesos futuros se alcanza
únicamente durante el período de las operaciones formales.
Una última característica del pensamiento formal se resume en la siguiente
observación del adolescente, a menudo citado: “Me encontré pensando en
mi futuro, y después empecé a pensar acerca del porqué de estar pensando
por qué estaba pensando en mi futuro”. La preocupación por los
mecanismos del pensar parece ser una característica primordial del
funcionamiento cognoscitivo durante el período de las operaciones
formales.
Pensar, en cada nivel de desarrollo, presenta aspectos únicos que deben ser
tenidos en consideración cuando se diseñan programas educativos.
El pensamiento preoperacional es unidimensional (o centrado), irreversible
y basado en una mezcla de fantasía y realidad concreta. El pensamiento
operacional concreto es bidimensional, reversible y exclusivamente basado
en la realidad concreta. El pensamiento formal es multidimensional,
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reversible, y puede funcionar tanto con las posibilidades de la realidad
concreta como con las posibilidades hipotéticas.
Introducción.
Ideas Claves
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El interés debe entenderse como algo que hay que crear no simplemente como
algo que “tiene” el alumno. Se despierta interés como resultado de la dinámica
que se establece en la clase y no tanto porque los niños estén interesados, en
principio por el tema.
Ante esta situación, la pregunta clave es ¿cuáles son las condiciones que tienen
que tener los procesos de enseñanza y de aprendizaje para que todos los
contendidos que se transmiten supongan aprendizajes significativos para el
alumno?.
“La esencia del proceso de aprendizaje significativo reside en que las ideas
expresadas simbólicamente son relacionadas, de modo no arbitrario y sustancial
(no al pie de la letra), con lo que el alumno ya sabe. Por relación sustancial y no
arbitraria queremos decir que las ideas se relacionan con algún aspecto
existente, específicamente relevante de la estructura cognoscitiva del alumno” .
( Ausubel y otros. 1983).
37
Que el aprendizaje tenga sentido para el alumno generando una actitud
positiva hacia él.
Que la información que se presenta a los alumnos esté estructurada con
cierta coherencia interna, es decir que respete la significatividad lógica
de contenidos.
Que los contenidos se relacionen con lo que el alumno ya sabe, es decir
que presenten significatividad psicológica.
La imagen que se tiene del docente y la confianza que inspira es una variable
fundamental para que el alumno encuentre sentido al aprendizaje. Tener
confianza en el profesor supone recibir la información con una actitud positiva,
plantear claramente los conocimientos que se tienen sobre el tema, vivir los
errores de manera constructiva, saber que se va a disponer de ayuda, en
definitiva, sentir que se debe y se puede aprender.
El ambiente del grupo de pares es, también, una variable importante. Las
buenas relaciones entre compañeros, las normas claras y consensuadas, el
respeto a las opiniones ajenas y la familiaridad con situaciones de comunicación
en grupo, son algunos aspectos que favorecen la integración y la buena
disposición de los alumnos ante las tareas que se realizan en ese contexto.
Procurar que el alumno quiera aprender requiere tanto del esfuerzo por
hacer los contenidos interesantes como de procurar un clima escolar donde
tenga sentido el aprendizaje. Además de que quiera es también
imprescindible que el alumno pueda hacerlo. Esto lleva a considerar que los
contenidos deben tener otras dos condiciones que les permitan ser
significativos.
40
y que el docente respete y destaque esta estructura, presentando la información
a los alumnos de una manera clara y organizada.
Enfoque globalizado
Aprendizaje Aprendizaje
superficial significativo
Los significados construidos por los alumnos son siempre incompletos o, mejor
dicho, perfectibles, se enriquecen y reorganizan progresivamente aumentando
su comprensión y funcionalidad. No tiene sentido, por lo tanto, una
programación lineal donde los contenidos se agoten en cada tema. Se trata más
bien de plantear una secuencia espiralada de contenidos donde se retomen las
ideas desde distintos temas procurando así sucesivas oportunidades de
elaboración y nuevas posibilidades de relación.
43
El concepto de aprendizaje significativo, y la adquisición progresiva de
significado que supone, remite entonces a una programación espiralada de los
contenidos.
Aprendizaje significativo
La memorización comprensiva supone que las ideas forman parte de una red
de relaciones y , por lo tanto, difícilmente expuestas al olvido; esto no ocurre en
un aprendizaje memorístico.
Hay que entender que cuando se aplican las ideas significativas en otros
contextos adquieren nuevas relaciones, se reestructuran y, por lo tanto, se
enriquecen.
La aplicación no es sólo la utilización de lo aprendido, también supone el
enriquecimiento de lo que se sabe.
45
Existe una visión pluralista de la mente, que reconoce muchas facetas
distintas de la cognición, que tiene en cuenta que las personas tienen diferentes
potenciales cognitivos y que contrasta diversos estilos cognitivos.
47
sistema simbólico, su tendencia a una formalización de este tipo constituye una de sus
características primarias.
Inteligencia musical
Yehudi Menuhin, con tres años, acompañaba a sus padres cuando éstos asistían a los
conciertos de la Orquesta de San Francisco. El sonido del violín de Louis Persinger encantó tanto al
pequeño que insistió en tener un violín para su cumpleaños y que Louis Persinger fuera su profesor.
Obtuvo ambas cosas. A la edad de diez años, Menuhin ya era un intérprete de fama internacional
(Menuhin, 1977).
48
Una breve consideración de los hechos sugiere que la capacidad musical
pasa las otras pruebas necesarias para ser considerada una inteligencia. Por ejemplo,
ciertas partes del cerebro desempeñan papeles importantes en la percepción y la
producción musical. Estas áreas se sitúan generalmente en el hemisferio derecho,
aunque la capacidad musical no está “localizada” con claridad, o situada en un área
específica como el lenguaje. A pesar de que la susceptibilidad concreta de la
habilidad musical a las lesiones cerebrales depende del grado de formación y de otras
diferencias individuales, existe evidencia clara de “amusia” o pérdida de habilidad
musical.
Parece que la música desempeñaba un papel unificador muy importante en
las sociedades de la Edad de Piedra (Paleolítico).El canto de los pájaros proporciona
un vínculo con otras especies. Los datos procedentes de otras culturas apoyan la
noción de que la música constituye una facultad universal. Los estudios sobre
desarrollo infantil sugieren que existe una habilidad musical “en bruto” en la primera
infancia. Finalmente, la notación musical proporciona un sistema simbólico lúcido y
accesible.
En resumen, los datos que apoyan la interpretación de la habilidad musical
como una “inteligencia” proceden de fuentes muy diversas. A pesar de que la
capacidad musical no se considera generalmente una capacidad intelectual, como las
matemáticas, siguiendo nuestros criterios debería ser así. Por definición, merece
consideración; y, en vista de los datos, su inclusión queda empíricamente justificada.
Inteligencia cinético-corporal
Babe Ruth, con quince años, jugaba de tercera base. Durante un partido, el lanzador de su
equipo lo estaba haciendo muy mal y Babe Ruth lo criticó en voz alta desde su tercera base. Mathias,
el entrenador, gritó: “Ruth, si sabes tanto, lanza TÚ!”. Babe quedó sorprendido y desconcertado porque
nunca había lanzado antes, pero Mathias insistió. Ruth dijo después que en el mismo momento en que
subió al montículo del lanzador, SUPO que estaba destinado a ser un lanzador y que resultaba
“natural” para él conseguir el strike-out. Efectivamente, llegó a ser un gran lanzador en la liga nacional
(y, por supuesto, consiguió una fama legendariacomo bateador) (Connor, 1982).
49
opuesto. En los diestros, el dominio de este movimiento se suele situar en el
hemisferio izquierdo. La habilidad para realizar movimientos voluntarios puede
resultar dañada, incluso en individuos que pueden ejecutar los mismos movimientos
de forma refleja o involuntaria. La existencia de la apraxia específica constituye una
línea de evidencia en favor de una inteligencia cinético-corporal.
La evolución de los movimientos corporales especializados es de
importancia obvia para la especie, y en los humanos esta adaptación se extiende al
uso de herramientas. El movimiento del cuerpo sigue un desarrollo claramente
definido en los niños. Y no hay duda de su universalidad a través de las culturas. Así
parece que el “conocimiento” cinético-corporal satisface muchos de los criterios
requeridos por una inteligencia.
La consideración del conocimiento cinético-corporal como “apto para la
solución de problemas” puede resultar menos intuitiva. Es cierto que efectuar una
secuencia mímica o golpear una pelota de tenis no es como resolver una ecuación
matemática. Y, sin embargo, la habilidad para utilizar el propio cuerpo para expresar
una emoción (como en la danza), para competir en un juego (como en el deporte) o
para crear un nuevo producto (como en el diseño de una invención) constituye la
evidencia de las características cognitivas de uso corporal. Los cálculos específicos
requeridos para resolver un problema cinético-corporal concreto han sido resumidos
por Tim Gallwey:
En el momento en que la pelota abandona la raqueta del tenista que ha efectuado el saque, el
cerebro calcula aproximadamente dónde aterrizará y dónde la interceptará la raqueta. Este cálculo
incluye la velocidad inicial de la pelota, combinado con los datos de la disminución progresiva de
velocidad y del efecto del viento y, después, el rebote de la pelota. Simultáneamente, se dan órdenes a
la musculatura: no todas de una vez, sino constantemente, con información refinada y actualizada. Los
músculos tienen que cooperar. Los pies se mueven, la raqueta se sitúa detrás, manteniendo un ángulo
constante. El contacto tiene lugar en el momento preciso que depende de si la orden consistía en tocar
la raya o cruzar la pista, orden que nose emite hasta después de un análisis casi instantáneo del
movimientos y de la postura del oponente.
Para devolver un saque normal se dispone de un segundo para hacer todo esto. Tocar la
pelota ya resulta notable en sí, y sin embargo no es infrecuente. La verdad es que todo el que habita en
un cuerpo humano es dueño de una creación extraordinaria (Gallwey, 1976).
Inteligencia lógico-matemática
50
En 1983 Bárbara McClintock ganó el premio Nobel de Medicina y fisiología
por su trabajo en microbiología. Sus capacidades intelectuales de deducción y
observación ilustran una forma de inteligencia lógico-matemática que a menudo
recibe el nombre de “pensamiento científico”. Un episodio resulta particularmente
ilustrativo. Cuando trabajaba en Cornell como investigadora, allá por los años 20.
McClintock se enfrentó un día a un problema: aunque la teoría predecía un 50% del
polen estéril en el maíz, su ayudante en la investigación (haciendo trabajo “de
campo”) estaba encontrando plantas que sólo eran estériles en un 25 o 30%.
Preocupada por esta discrepancia, McClintock dejó el campo de maíz y volvió a su
despacho, donde reflexionó durante una media hora:
De repente salté de mi silla y volví corriendo al campo (de maíz). Desde un extremo del
campo grité: “¡Eureka, lo tengo! ¡Ya se que significa el 30% de esterilidad”. …Me pidieron que lo
explicara. Me senté con una bolsa de papel y un lápiz y empecé desde el principio, cosa que no había
hecho todavía en mi laboratorio. Todo había ocurrido tan rápido: apareció la respuesta y yo salí
corriendo. Ahora lo elaboré paso a paso –se trataba de una serie compleja de pasos- y llegué al mismo
resultado. Miraron el material y vieron que era exactamente como yo decía: funcionaba exactamente
como yo lo había esbozado. Pero, ¿Cómo lo supe, sin haberlo hecho antes previamente sobre el papel?
¿Por qué estaba tan segura? (Keller, 1983).
Inteligencia Lingüística
A la edad de diez años T. S. Elliot creó una revista llamada Fireside a la que sólo él aportaba
artículos. En un período de tres días, durante sus vacaciones de invierno, creó ocho números
completos. Cada una incluía poemas, historias de aventuras, una columna de chismorreos y una
sección de humor. Parte de este material ha sobrevivido y muestra el talento del poeta. (Solodo, 1982).
Inteligencia espacial
La navegación en las Islas Carolinas de los Mares del Sur se consigue sin instrumentos. La
posición de las estrellas, tal y como se ven desde las diferentes islas, los esquemas climáticos y el color
de las aguas son las únicas señalizaciones. Cada trayecto se descompone en una serie de segmentos, y
el navegante toma nota de la posición de las estrellas dentro de cada uno de estos segmentos. Durante
el viaje real, el navegante debe visionar mentalmente una isla de referencia cuando pasa bajo una
52
determinada estrella y a partir de aquí calcula el número de segmentos completados, la proporción del
viaje restante y cualquier tipo de corrección de rumbo que haya que tomar. El navegante no puede ver
las islas mientras navega; en vez de eso proyecta sus posiciones en su “mapa” mental del trayecto
(Gardner, 1983).
Inteligencia interpersonal
53
por la lucha emocional que sostenía la niña con el mundo que la rodeaba. En su
primera comida juntas, tuvo lugar la siguiente escena:
Annie no permitió a Helen poner la mano en su plato y tomar lo que quería como se había
acostumbrado a hacer con su familia. Se convirtió en una pugna de voluntades: la mano se metía en el
plato, la mano era apartada con firmeza. La familia, muy trastornada, salió del comedor. Annie echó la
llave a la puerta y empezó a comer mientras Helen se tiraba por el suelo pataleando y chillando,
empujando y tirando la silla de Annie. (Después de media hora) Helen fue recorriendo la mesa
buscando a su familia. Descubrió que no había nadie más y esto la sacó de sus casillas. Finalmente, se
sentó y empezó a comerse el desayuno, pero con las manos. Annie le dio una cuchara. Fue a parar
inmediatamente al suelo, y la lucha comenzó de nuevo (Lash, 1980).
Inteligencia Intrapersonal
58
Las inteligencias se perciben a través de diferentes ópticas en las sucesivas
etapas del desarrollo. En la siguiente etapa, se llega a la inteligencia a través de un
sistema simbólico: se llega al lenguaje por medio de frases e historias, a la música a
través de canciones, a la comprensión espacial a través de dibujos, al conocimiento
cinético-corporal a través de la expresión gestual o de la danza, etc. En esta fase, los
niños demuestran sus habilidades en las diversas inteligencias a través de la
adquisición que hacen de los diversos sistemas simbólicos. La respuesta de Yehudi
Menuhin al sonido del violín ilustra la inteligencia musical de un individuo
superdotado en el momento en que entra en contacto con un aspecto concreto del
sistema simbólico.
A medida que avanza el desarrollo, se representa cada inteligencia,
acompañada de su sistema simbólico, mediante un sistema notacional. Las
matemáticas, los mapas, la lectura, la notación musical, etc., son sistemas simbólicos
de segundo orden, en los cuales las marcas sobre papel representan símbolos. En
nuestra cultura, estos sistemas notacionales tradicionalmente llegan a dominarse en el
contexto de una estructura formal.
Finalmente, durante la adolescencia y la edad adulta, las inteligencias se
expresan a través de carreras vocacionales o aficiones. Por ejemplo, la inteligencia
lógico-matemática, que empezó siendo una habilidad puramente modeladora en la
primera infancia y se desarrolló con el aprendizaje simbólico de las primeros años y
con las notaciones durante los años escolares, alcanza su expresión madura en
profesiones tales como matemático, contable o científico. De forma similar, la
inteligencia espacial pasa de los mapas mentales del niño pequeño a las operaciones
simbólicas necesarias para hacer dibujos y a los sistemas notacionales de los mapas,
para llegar finalmente a las profesiones adultas de navegante, jugador de ajedrez o
topógrafo.
Aunque todos los humanos participan de cada inteligencia en cierta medida,
de algunos individuos se dice que son una “promesa”. Están altamente dotados de las
habilidades nucleares y de las capacidades propias de una inteligencia en especial.
Este hecho resulta importante para la cultura como un todo, ya que, en general, estos
individuos excepcionalmente dotados producirán avances notables en las
manifestaciones culturales de esta inteligencia. No es importante que todos los
miembros de la tribu Puluwat demuestren precocidad en las habilidades espaciales
necesarias para la navegación siguiendo las estrellas, como tampoco es necesario que
todos los occidentales dominen las matemáticas en el grado preciso para realizar una
contribución significativa a la física teórica. Mientras los individuos que son
59
“promesas” en determinados ámbitos se localicen de forma eficaz, el conocimiento
general del grupo avanzará en todos los terrenos.
Al tiempo que ciertos individuos son “promesas” en una inteligencia, otros
están en situación “de riesgo”. En ausencia de ayudas especiales, es probable que los
que están en situación de riesgo respecto de una inteligencia fracasen en las tareas
que implican dicha inteligencia. Inversamente, es probable que los que constituyen
una promesa triunfen en dichas tareas. Es posible que una intervención intensiva a
una edad temprana haga llegar a un número mayor de niños a un nivel de “promesa”.
La especial trayectoria evolutiva de un individuo que promete en un campo
varía según la inteligencia. Así, las matemáticas y la música se caracterizan por la
temprana aparición de niños dotados que rinden relativamente pronto en un nivel casi
adulto. En cambio, las inteligencias personales parecen surgir mucho más
gradualmente; los niños prodigio, aquí, serían raros. Además, el comportamiento
maduro en un área no implica comportamiento maduro en otras áreas, de la misma
manera que el talento en una inteligencia no implica talento en las demás.
Teoría de Maslow
La Pirámide de Maslow es una teoría psicológica propuesta por Abraham Maslow
en su obra: Una teoría sobre la motivación humana (en inglés, A Theory of Human
Motivation) de 1943, que posteriormente amplió. Maslow formula en su teoría una
jerarquía de motivación de necesidades humanas y defiende que conforme se
satisfacen las necesidades más básicas, como las necesidades de los seres humanos
62
desarrollan necesidades humanas y deseos más elevados en la naturaleza humana al
llamado de las necesidades fisiológicas y mental.
64
La estima alta concierne a la necesidad del respeto a uno mismo, e incluye
sentimientos tales como confianza, competencia, maestría, logros,
independencia y libertad.
La estima baja concierne al respeto de las demás personas: la necesidad de
atención, aprecio, reconocimiento, reputación, estatus, dignidad, fama, gloria,
e incluso dominio.
La merma de estas necesidades se refleja en una baja autoestima y el complejo de
inferioridad.
Auto-realización o auto-actualización
Este último nivel es algo diferente y Maslow utilizó varios términos para
denominarlo: «motivación de crecimiento», «necesidad de ser» y «auto-realización».
Son las necesidades más elevadas, se hallan en la cima de la jerarquía, y a través de
su satisfacción, se encuentra un sentido a la vida mediante el desarrollo potencial de
una actividad. Se llega a ésta cuando todos los niveles anteriores han sido alcanzados
y completados, al menos, hasta cierto punto.
Personas auto-realizadas
Maslow consideró auto-realizados a un grupo de personajes históricos que estimaba
cumplían dichos criterios: Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Mahatma Gandhi,
Albert Einstein, Eleanor Roosevelt, William James, entre otros.
Maslow dedujo de sus biografías, escritos y actividades, una serie de cualidades
similares; estimaba que eran personas:
centradas en la realidad, que sabían diferenciar lo falso o ficticio de lo real y
genuino;
centradas en los problemas, que enfrentan los problemas en virtud de sus
soluciones;
con una percepción diferente de los significados y los fines.
En sus relaciones con los demás, eran personas:
65
con necesidad de privacidad, sintiéndose cómodos en esta situación;
independientes de la cultura y el entorno dominante, basándose más en
experiencias y juicios propios;
resistentes a la enculturación, pues no eran susceptibles a la presión social;
eran inconformistas;
con sentido del humor no hostil, prefiriendo bromas de sí mismos o de la
condición humana;
buena aceptación de sí mismo y de los demás, tal como eran, no pretenciosos
ni artificiales;
frescura en la apreciación, creativos, inventivos y originales;
con tendencia a vivir con más intensidad las experiencias que el resto de la
humanidad.
Metanecesidades y metapatologías
Maslow también aborda de otra forma la problemática de lo que es auto-realización,
hablando de las necesidades impulsivas, y comenta lo que se necesitaba para ser feliz:
verdad, bondad, belleza, unidad, integridad y trascendencia de los opuestos, vitalidad,
singularidad, perfección y necesidad, realización, justicia y orden, simplicidad,
riqueza ambiental, fortaleza, sentido lúdico, autosuficiencia, y búsqueda de lo
significativo.
Cuando no se colman las necesidades de auto-realización, surgen las meta-patologías,
cuya lista es complementaria y tan extensa como la de meta-necesidades. Aflora
entonces cierto grado de cinismo, los disgustos, la depresión, la invalidez emocional y
la alienación.
Características generales de la teoría de Maslow
Sólo las necesidades no satisfechas influyen en el comportamiento de las
personas, pero la necesidad satisfecha no genera comportamiento alguno.
66
Las necesidades fisiológicas nacen con la persona, el resto de las necesidades
surgen con el transcurso del tiempo.
A medida que la persona logra controlar sus necesidades básicas aparecen
gradualmente necesidades de orden superior; no todos los individuos sienten
necesidades de auto-realización, debido a que es una conquista individual.
Las necesidades más elevadas no surgen en la medida en que las más bajas
van siendo satisfechas. Pueden ser concomitantes pero las básicas
predominarán sobre las superiores.
Las necesidades básicas requieren para su satisfacción un ciclo motivador
relativamente corto, en contraposición, las necesidades superiores requieren
de un ciclo más largo.
Ciclo de proceso]
Maslow definió en su pirámide las necesidades básicas del individuo de una manera
jerárquica, colocando las necesidades más básicas o simples en la base de la pirámide
y las más relevantes o fundamentales en la cima de la pirámide, a medida que las
necesidades van siendo satisfechas o logradas surgen otras de un nivel superior o
mejor. En la última fase se encuentra con la «auto-realización» que no es más que un
nivel de plena felicidad o armonía.
Críticas a su teoría]
Acorde con Manfred Max-Neef en el libro Desarrollo a escala humana, y también
con Paul Ekins en Riquezas sin límites, Atlas Gaia de la economía verde, a esta
concepción de Maslow se le atribuye la legitimación de la "piramidalidad" social. Si
las necesidades están jerarquizadas y son infinitas, la sociedad se configurará también
"naturalmente" como una pirámide donde sólo la cúspide accede a más y a más a
costa de mantener abajo a una base cuanto más amplia y desposeída más conveniente.
Esto es contrapuesto a la visión de Max-Neef de las necesidades como una matriz de
componentes finitos (9 en cuatro formas de realización: Subsistencia, Protección,
Afecto, Comprensión, Participación, Creación, Recreo, Identidad y Libertad,
mediante el Ser, el Tener, el Hacer y el Relacionarse).
67
La crítica más común, es la que concierne a su metodología, por el hecho de haber
escogido a un reducido número de personajes, que él consideraba auto-realizados, y
llegar a conclusiones de lo que es la auto-realización después de leer sus biografías o
hablar con ellos.
A pesar de que la teoría de Maslow ha sido vista como una mejora en las teorías
previas sobre la personalidad y la motivación, conceptos como la «autorrealización»
resultan algo vagos. Como consecuencia, la operatividad de la teoría de Maslow es
complicada.
No hay ninguna prueba de que cada persona tenga la capacidad de convertirse en un
ser «autorrealizado». Más aún, Wabha y Bridwell (1976), en una revisión extensa
utilizando la teoría de Maslow, encontraron escasas evidencias de que este orden de
necesidades de Maslow fuese así o de que existiera jerarquía alguna.
Hay ejemplos de personas que poseen rasgos de auto-realización y no han tenido sus
necesidades básicas satisfechas. Muchos de los mejores artistas sufrieron pobreza,
deficiente crianza, neurosis y depresión. Sin embargo, algunos estudios científicos
muestran el pleno interés del ser humano por auto-realizarse y tender a un nivel más
alto de satisfacción.
Una última crítica sería el hecho de considerar la seguridad de propiedad privada más
importante que tener una familia o una moralidad, ej. La mayor parte de los nativos
de Sudamérica, África o Asia no tienen propiedades y pueden suplir el resto de sus
necesidades.
68
LA PERSPECTIVA SOCIOHISTÓRICA
Ideas clave
69
Se denomina ayuda ajustada a los apoyos o instrumentos que brinda el
docente que, en conjunción con las posibilidades del alumno, le permiten
abordar determinados retos.
El concepto de andamiaje se describe como una situación de interacción entre
un sujeto experto o más experimentado y otro más novato o menos experto,
en la que el formato de la interacción tiene como objetivo que el sujeto
menos experto se apropie gradualmente del saber.
Los procesos sociales por los cuales las personas acceden al mundo cultural a
través de diversos canales de comunicación se denominan mediación
cultural.
70
La construcción de los PPS requiere la existencia de mecanismos y procesos
que produzcan la incorporación progresiva de instrumentos culturales y la
regulación del propio comportamiento.
Estos procesos son descriptos por Vigotsky a través de la “ley de doble
formación” o “ley genética general del desarrollo cultural” y los conceptualiza
del siguiente modo:
“En el desarrollo cultural del niño, toda función aparece dos veces. Primero a
nivel social y más tarde a nivel individual. Primero entre personas
(inerpsicológica) y después en el interior del propio niño (intrapsicológica).
Esto puede aplicarse igualmente a la atención voluntaria, a la memoria lógica y
a la formación de conceptos. Todas las funciones psicológicas se originan como
relaciones entre seres humanos”.
Los procesos de interiorización son los creadores del espacio interno. Dicho en
otros términos, la internalización es el mecanismo por el cuál se crea la
conciencia.
2. Desarrollo y Educación.
Para esta teoría existe una relación entre aprendizaje y desarrollo. Los procesos
de aprendizaje ponen en marcha los procesos de desarrollo marcando una
diferenciación con otros planteos teóricos, donde el desarrollo antecede el
aprendizaje.
Por otro, el límite de lo que puede hacer, con ayuda, el nivel de desarrollo
potencial.
Este análisis es, en principio, válido para definir con precisión las posibilidades
de un alumno y especialmente porque permite delimitar en qué espacio o zona
debe realizarse una acción de enseñanza y qué papel tiene en el desarrollo de las
capacidades humanas.
En palabras de Vigotsky:
73
En cada alumno y para cada contenido de aprendizaje existe una zona que está
próxima a desarrollarse y otra que en ese momento está fuera de su alcance. En
la ZDP es donde deben situarse los procesos de enseñanza y de aprendizaje. En
ella, gracias a la ayuda de otro, hacen su aparición nuevas maneras de entender
y resolver los desafíos del conocimiento. En la ZDP es donde se desencadena el
proceso de construcción de conocimiento del alumno y se avanza en el
desarrollo.
Esta explicación indica que los procesos de enseñanza y de aprendizaje son
necesarios para el desarrollo efectivo del alumno. No tendría sentido intervenir
en lo que los alumnos pueden hacer solos.
El profesor toma como punto de partida los conocimientos del alumno y
basándose en éstos presta la ayuda necesaria para realizar la actividad. Cuando
el punto de partida está demasiado alejado de lo que se pretende enseñar, al
alumno le cuesta intervenir conjuntamente con el profesor, no está en
disposición de participar, y por lo tanto, no lo puede aprender.
2.2 Andamiaje
75
1. Ajustable: debe adaptarse al nivel de competencia del sujeto menos
experto y a los progresos que se produzcan.
2. Temporal: no puede rutinizarse, ni transformarse en crónico porque
obstaculizaría la autonomía esperada del alumno.
Cazden señala que el andamiaje debe ser “audible y visible” con el fin de que el
sujeto menos experto asuma el control de las actividades, que sea conciente de
que es asistido en su aprendizaje, de modo que los logros obtenidos sean el
resultado de una actividad intersubjetiva.
El andamiaje, entonces, debe ser explícito para facilitar en el sujeto que aprende
un progresivo avance hacia la autonomía. Dicha autonomía supone un proceso
de internalizaciòn, en el cuál no sólo se pone en juego un contenido de
aprendizaje sino que, además, el sujeto menos experto tiene cierto control sobre
sus procesos psicológicos superiores, aunque aún no pueda hacer suyas las
capacidades en juego.
3. Mediación cultural
La mediación cultural refiere a todos los procesos sociales por los cuales las
personas acceden al mundo cultural a través de diversos canales de
comunicación: las explicaciones, las demostraciones, los modelos, las
situaciones de participación, un ambiente organizado culturalmente, etc.
La interacción docente-alumno
Para que sea posible crear ZDP e intervenir en ella no basta con cuidar los
aspectos más estrictamente cognoscitivos e intelectuales de la interacción,
sino también los de carácter relacional, afectivo y emocional. En este
sentido es interesante hacer una referencia a los contenidos a trabajar.
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4. Flexibilizar el ritmo de trabajo de manera que se puedan introducir
modificaciones a las secuencias diseñadas de acuerdo a las actuaciones
y productos parciales que se van construyendo.
Un rasgo esencial del soporte y la asistencia en la ZDP es el seguimiento,
dado que permite variar el tipo de intervención. Esto hace referencia a
ciertas características propia de la ayuda, que deberá ser dinámica,
cambiante, móvil y variable. La variabilidad no es azarosa ya que depende
de las actuaciones del que aprende. Desde el punto de vista del docente
dicha variación puede introducirse de distintas formas. Algunas de ellas
pueden ser:
Las situaciones de aula en la que los alumnos realizan junto una tarea o se
ayudan entre sí son beneficiosas tanto para el más competente como para el
que precisa apoyo.
Las interacciones de trabajo con los compañeros son muy valiosas, ya que
además de ser una oportunidad para dar o solicitar ayuda son oportunidades
para la comunicación y la integración en el grupo, lo cual tiene valor en sí
mismo y favorece que el alumno encuentre sentido a realizar el esfuerzo por
aprender.
80
ADOLESCENCIA
La dinámica de este proceso es generada por las interacciones entre los factores
biológicos, psicológicos y sociales de los sujetos, las características del entorno socio-
cultural, y el tiempo o la situación histórica de cada generación. En otras palabras, la
adolescencia es un fenómeno individual que se realiza dentro del marco establecido
por el contexto socio-cultural en que se desempeñan los jóvenes.
Si embargo, los cambios no van en paralelo sino que ocurren a distintos ritmos.
Al comienzo de la adolescencia los cambios físicos ocupan un lugar clave en la crisis
adolescente; por el contrario, hacia el final de la adolescencia el conflicto se relaciona
con la inserción social, la elección de roles, etc. A lo largo de todo el proceso
adolescente, sea cuales sean los factores de cambio dominantes, el sujeto debe
efectuar un intenso trabajo psicológico para poder interpretar los procesos de cambio
que le ocurren. La dimensión psicológica es la que le permite al joven percibir,
afrontar y resolver las transformaciones que experimentan en la transición
adolescente. Por esa razón, las características psicológicas y de personalidad de los
adolescentes tienen un papel fundamental en tanto actúan como filtros que le
permiten interpretar las demandas contextuales y utilizar los recursos sociales y
psicológicos que disponen para resolver los conflictos que se le presentan.
83
1. La adolescencia puberal (11-14 años): Coincidente con el conjunto de
cambios físicos producidos por la pubertad y que marcan la completa
maduración (biológica) de los órganos de reproducción masculinos y
femeninos. En esta fase el eje de los procesos de cambio psicológico se
relacionan con la resolución de los conflictos generados por los cambios
físicos y la toma de conciencia de la madurez sexual. El duelo principal
que el adolescente enfrenta en esta fase es la pérdida del cuerpo de niño.
En tanto estadio, la adolescencia dentro del Ciclo Vital es interpretada como una
crisis de desarrollo. Es decir, se trata de un período en el que el sujeto experimenta
una conjunto de transformaciones que le producen desequilibrios y que conllevan
riesgos para su sentido de integridad, y también oportunidades para alcanzar un nuevo
equilibrio.
La caracterización de la adolescencia como una crisis se relaciona con el
significado etimológico de este concepto que en su raíz etimológica significa elección
o decisión.
84
Durante la adolescencia se producen transiciones relacionadas con la edad
biológica (vinculada a la edad cronológica) y la edad social, además de otras
transiciones psicoafectivas y cognitivas. En cuanto a la primera se destacan los
procesos de crecimiento y maduración orgánica. Las segundas se relacionan con el
conjunto de expectativas sociales que recaen sobre los sujetos cuando alcanzan
determinadas edades, pautando las conductas esperadas y esperables para cada una de
ellas. La adolescencia como fenómeno es, por todo lo dicho, un proceso individual,
que requiere del sujeto un trabajo psicológico de resolución de conflictos de diversa
naturaleza y produce fuertes marcas en la subjetividad.
Por otra parte, los adolescentes como grupo social poseen una serie de normas,
códigos, rituales, prácticas, etc. fenómenos que permiten delimitar un territorio
propio. Los adolescentes poseen un subcultura particular. En otras palabras, puede
hablarse de una cultura adolescente, cuya matriz es la cultura más amplia de la que
forma parte, pero que reconoce sus propios rasgos y características.
86
Durante la pubertad también se produce un conjunto de cambios corporales,
principalmente modificaciones en la talla, el peso y la distribución de las masas
musculares. Es la fase en la cual los sujetos alcanzan la madurez de su sistema
reproductor, hecho que se produce alrededor del período comprendido entre los 11 y
los 15 años.
Cuando ocurre el “estirón puberal” se puede llegar a crecer entre siete y diez
centímetros en un año. El cambio físico más evidente se refiere al tamaño y a la
forma del cuerpo, como así también al desarrollo de los órganos genitales. En la cara
lo que más crece es la naríz, dando origen a un cambio de aspecto fisonómico. Ese
cambio puede ser vivenciado por el niño/a como una desarmonía corporal, que genera
-en algunos casos- disconformidad con la nueva imagen.
87
El desarrollo físico, que hasta este período había sido semejante en varones y
mujeres, acusa marcadas diferencias entre ellos. En las mujeres el desarrollo físico se
produce con dos años de adelante con respecto a los varones. Durante los inicios de la
pubertad el desarrollo corporal y la fuerza muscular son mayores en las mujeres que
en los varones de la misma edad. Posteriormente, en los varones se produce un
crecimiento de la masa muscular superior al que se observa en las mujeres, siendo
esto la causa de la mayor amplitud de hombros. En los varones se produce un mayor
desarrollo del corazón y de los pulmones, lo que se traduce en una mayor capacidad
para transportar oxígeno en la sangre, aumentando la resistencia al ejercicio físico.
Las diferencias de tamaño y forma del cuerpo están determinadas por factores
genéticos y ambientales. La forma del cuerpo está condicionada por factores de tipo
genético, los cuales se heredan; mientras que el tamaño depende más de la
alimentación, el ejercicio físico y de otros factores externos. Las diferencias
individuales respecto al crecimiento no son significativas en lo referente al resultado
final de maduración; pero sí pueden tener consecuencias significativas en el plano
psicológico.
88
El rol de los otros significativos juega un papel muy importante en la
interpretación que el adolescente-púber hace de estos cambios corporales. A través de
bromas, sobrenombres, apelaciones despectivas sobre el nuevo aspecto físico, entre
otras conductas típicas de muchos adultos y de los adolescentes de mayor edad, el
entorno acentúa las sensaciones de incomodidad con el propio cuerpo.
Sin embargo, el signo que preanuncia los cambios en los órganos reproductores
son las manifestaciones de los caracteres sexuales secundarios. Estos caracteres están
regulados por la producción de testosterona y son los responsables de una serie de
características que especifican la diferenciación sexual masculina. El primer cambio
observable en un niño es la aparición del vello púbico alrededor de la base del pene.
Posteriormente, aparecen otras características sexuales masculinas como la aparición
del vello en la cara (barba) y en el cuerpo; acompañado de cambios en las glándulas
de la piel que, en las axilas y en las regiones anales y genitales, dan origen a un olor
característico, más marcado en los varones que en las mujeres.
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Durante la pubertad los órganos reproductores femeninos alcanzan su madurez.
Tanto los órganos sexuales internos (los ovarios, las trompas de Falopio, el útero y la
vagina) como los órganos sexuales externos (dominados en su conjunto vulva)
experimentan cambios en su tamaño y funcionamiento fisiológico. Estas
modificaciones funcionales, anatómicas y orgánicas se deben a la acción de un grupo
de hormonas conocidas como estrógenos, y de la hormona progesterona que cumple
una función importante en algunas características del ciclo menstrual. Una
característica del sistema hormonal femenino es que la secreción de estrógenos y de
progesterona es cíclico y por lo tanto su nivel en la sangre no es constante. En los
varones, en cambio, el nivel de testosterona es bastante constante.
ADOLESCENCIA E IDENTIDAD
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El ser humano transcurre su ciclo vital en una secuencia de fases o etapas de
crecimiento caracterizadas por períodos de “relativa” estabilidad y períodos de
grandes cambios, los cuales están acompañados de crisis. Crisis es “aquel momento
de cambio que implica la alteración de un modo habitual de funcionamiento y supone
un desequilibrio que produce inestabilidad psicológica, lo que impulsa al sujeto a la
búsqueda del restablecimiento de un estado armónico de funcionamiento y a la
adquisición de una nueva organización interna”.
93
Identidad personal, autoconcepto y autoestima.
Alrededor de los 10 u 11 años se producen una serie de cambios a nivel físico. Los
cambios físicos de esta etapa llamada “adolescencia puberal” comienzan siendo
imperceptibles y los cambios psicológicos se manifiestan de una manera sutil.
Cuando los cambios físicos ocasionan el estirón adolescente, se desencadena un
profundo conflicto psicológico; el que a su vez se encuentra condicionado por las
características que se le atribuye a esta etapa dentro del contexto sociocultural.
Todas estas conductas y reacciones por parte del adolescente no son producto de
“caprichos”, sino que son las maneras que tiene de enfrentarse a esta invasión de
sensaciones nuevas, las cuales no puede verbalizar. El mismo no sabe qué le pasa, no
se entiende a sí mismo. Su modo de funcionamiento infantil no le sirve para enfrentar
estos cambios.
La autoestima
Adquieren mucha importancia en esta fase los modelos sociales respecto del cuerpo y
los valores provistos por la cultura inmediata acerca de lo qué es ser exitoso/a, y
sobre las imágenes masculinas o femeninas del cuerpo. “Esta autoevaluación crítica
se acompaña de un sentimiento de vergüenza que hace al adolescente vulnerable al
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ridículo” (Rice, F., 2000). Es por esta razón, que el sujeto se esfuerza en hacer
coincidir los aspectos de sí mismo que siente que tienen valor, con aquellos aspectos
anhelados por él mismo y con los valorados por el entorno.
99
Por ello es importante, que el adolescente elabore un autoconcepto realista de sí
mismo, es decir, que le permita reconocer las capacidades con que cuenta y aspirar al
logro de atributos alcanzables. La contradicción entre lo que se aspira, lo que se cree
que es, y lo que efectivamente se puede lograr, puede llevar a sentimientos de
frustración, de poca estima y sensaciones de inutilidad y desvalorización personal.
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Hay investigaciones que sostienen que el adolescente que no puede reconocer sus
capacidades y habilidades, o que las reconoce en forma negativa, intenta agradar al
entorno y desarrolla conductas que tienden a inhibir lo que realmente desea y piensa.
Se constituye así en un sujeto con mayores posibilidades de ser influido y conducido
por otros ya que no puede generar dentro de sí sensaciones de aceptación y estima.
La identidad adolescente se caracteriza por el cambio de relación del sujeto con sus
padres internos y fantaseados. La presencia externa de los padres deja de tener el
carácter de imprescindible, pues las figuras parentales ya han sido incorporadas a la
personalidad del sujeto, encontrándose el adolescente habilitado para realizar su
proceso de individuación. La adolescencia constituye en este sentido “la segunda fase
de separación” de las figuras parentales y por ello algunos autores hablan de la
adolescencia como de un segundo nacimiento. La primera fase de separación es la
que corresponde al proceso de individuación y separación que el niño menor de tres
años tiene que hacer del estado simbiótico en que se halla con sus figuras parentales,
para poder reconocerse como “semejante y distinto a otro”. La transición de la
adolescencia apunta al logro de un nuevo reconocimiento de sí mismo, como un
sujeto habilitado para desempeñarse en la vida de manera autónoma, independiente
de su familia.
101
El duelo por la pérdida de los padres infantiles se articula con los cambios
experimentados por el adolescente en la fase puberal. Acompañando a los cambios
físicos acontecen cambios de orden psicológico. La irrupción de nuevas sensaciones
en lo físico le exige al adolescente púber replantearse el concepto de sí mismo en
relación al cuerpo. El cuerpo adquiere otro significado, es un cuerpo en donde se
conjuga el placer con la culpa. El cuerpo se desmitifica de sus aspectos omnipotentes
e inmortales. Por primera vez el sujeto se plantea la idea de la muerte, de la muerte
propia y la de sus progenitores. Esto lo lleva a “humanizar” a sus padres, los cuales
lejos de ser perfectos y omnipotentes como son representados en la infancia, ingresan
en la categoría de imperfectos, de mortales y de seres que son capaces de envejecer.
Esto le produce mucha angustia, inseguridad y desprotección, lo que lo lleva a actuar
una variada gama de conductas.
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En todas estas conductas el adolescente desafía las normas de convivencia familiar,
los modos de interacción y diálogo y las formas que hasta entonces eran habituales de
ser, estar y conducirse en el seno de la familia. El adolescente se ve enfrentado a
transformar su cuerpo infantil en un cuerpo adulto; lo mismo sucede en el plano del
pensamiento.
103
la adultez, con el consiguiente fortalecimiento de su mundo interno y la adquisición
de un nuevo concepto de “sí mismo”.
Otro de los duelos del proceso adolescente es el que produce la pérdida del rol de
niño y la adquisición de un nuevo rol como adulto. Se considera que este duelo se
presenta en toda su intensidad en la fase de la adolescencia juvenil, período que
justamente marca la transición desde la adolescencia a la adultez joven. Cuando
hablamos de rol hacemos referencia al ejercicio de una función y a la ocupación de
una posición dentro de la estructura social. A partir de los cambios físicos y
psicológicos que se operan en las fases previas, el adolescente pierde su condición y
su posición de niño para adquirir el rol adolescente.
104
En un primer momento no existe diferenciación entre lo que significa representar un
rol (ejercer una función) y lo que significa definirse a sí mismo en su modo de ser (en
aquello que le da sentido). En la búsqueda de encontrar su lugar social el adolescente
se .encuentra determinado por la acción más que por la reflexión. Es por esto que
explora diferentes modos de manifestarse en el exterior atravesando lo que Erikson
(1960) denomina “moratoria psicosocial”. Esta consiste en un período admitido
socialmente en donde el sujeto puede experimentar diferentes roles y funciones, sin
la responsabilidad de asumir ninguno de ellos.
La adolescencia se convertiría en la antesala de ensayo de diferentes modos de ser, en
un laboratorio en el que el adolescente aprende roles, los pone en juego y evalúa su
utilidad y el sentido que le aportan a su proyecto vital. Por eso, Aberastury (1959)
sostiene que en adolescente conviven “identidades transitorias”, que son
circunstanciales y que tienen por objetivo el lograr la propia individuación y la
separación con las figuras parentales. El ejercicio de éstas “identidades transitorias”
le permiten al sujeto desempeñar y experimentar diferentes funciones, que le proveen
diferentes conceptos de sí mismo. Se plantea contradicciones consigo mismo y con el
mundo que lo rodea.
Comienza a exigir reconocimiento como adulto joven. Siente que las “normas”
constituyen un acuerdo pactado y que no son reglas, impuestas, que hay que cumplir
porque sí. En la medida que él considere razonables al conjunto de normativas
sociales, se compromete a ejecutarlas. El establecimiento de normas es más un pacto
afectivo que una legislación razonada, razón por la que “el sentimiento de justicia” es
el producto afectivo de interacciones basadas en el respeto mutuo. La idea de justicia
se basa en la igualdad distributiva y retributiva (reciprocidad de derechos y
obligaciones) que tenga en cuenta las intenciones y las circunstancias de cada sujeto.
El respeto mutuo conduce a una organización nueva de los valores morales basados
en un pacto intencional, cooperativo y razonable entre los individuos y no en el
acatamiento sumiso de un orden establecido. De esta manera, la reciprocidad y el
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respeto mutuo desembocan en el sentimiento de justicia, el cual se antepone a la
obediencia.
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a las normas de las instituciones en las que participa; todas manifestaciones de
agresividad hacia un orden establecido.
EL GRUPO EN LA ADOLESCENCIA.
Una de las características del proceso adolescente se asocia con el papel del grupo
como un espacio nuevo de referencia, que le permite al sujeto poner en escena y
ensayar los aprendizajes sociales que va realizando. La pérdida de la familia como
espacio de referencia interno y externo; y el abandono de las figuras que brindan
seguridad y confianza, proyectan al adolescente al espacio social, adquiriendo
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particular importancia los grupos; que se convierten en verdaderos laboratorios de
aprendizaje de conductas sociales.
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Diversos estudios antropológicos coinciden en que los ritos de iniciación a la
adolescencia en distintas culturas tienen en común “la rivalidad que los padres del
mismo sexo sienten al tener que aceptar como a sus iguales- y admitir la posibilidad
de ser reemplazados por los mismos-a sus hijos. (Muestenberger, 1961). Esta
rivalidad es sentida, en mayor o menor medida, según hayan sido los procesos
identificatorios de los padres respecto de sus progenitores y se evidencia en dos
conductas manifiestas:
Los cambios físicos y psicológicos que se producen en esta etapa no sólo afectan al
adolescente sino también a sus padres, los que perciben el crecimiento de sus hijos
con ansiedad, temor y angustia frente a las actitudes de crítica, y a las
manifestaciones de independencia por parte del mismo.
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Stone y Church (1959) sostienen que entre los adolescentes y sus padres se produce
“una situación de ambivalencia dual, ya que la misma situación ambivalente que
presentan los hijos separándose de los padres, la presentan éstos al ver que aquéllos
se alejan”.
Bibliografía
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JUSTICIA-JUSTICIA: Curso sobre teorías del aprendizaje. UNCA.
MAYER RICHARD E. “EL futuro de la psicología cognitiva”. Alianza
Editorial
NOVAK JOSEPH “Teoría y práctica de la educación” . Alianza Editorial.
WOLKOF ANITA “Psicología Educativa” . Ed. Pearson.
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