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Natalia Alejandra Vidaurre Silva, chilena, casada, trabajadora social, Cédula Nacional de
Identidad N° 14.482.095-9, con domicilio en Calle Santa María 581, comuna de El Bosque., a
S.S. respetuosamente digo:
Que en tiempo y forma y de conformidad a lo dispuesto en los artículos 425, 446, 485, 489 y
demás pertinentes del Código del Trabajo, vengo en interponer denuncia de tutela
laboral por vulneración de derechos fundamentales por actos ocurridos con ocasión de
despido conjuntamente con cobro de prestaciones adeudadas en contra de mi ex empleador
Fundación de las Familias, fundación de derecho privado sin fines de lucro, RUT N°
71.689.100-3, representada por Bernardita María Prado Acevedo, cedula de identidad
9.239.7688, representante legal o quien al momento de practicarse las notificaciones tenga la
representación legal conforme al artículo 4 del código del trabajo, ambos con domicilio en
Ahumada 341, piso 7, Santiago, en adelante e indistintamente también nombrado como “mi
ex empleador” a fin de que sea admitida a tramitación, se declare que mis derechos
fundamentales fueron vulnerados por mi ex empleador y se condene a éste al pago de las
indemnizaciones, recargos legales y prestaciones que se detallarán, en virtud de los siguientes
argumentos de hecho y derecho, que a continuación paso a exponer:
1) Que, con fecha 1 de septiembre de 2008, ingresé a prestar servicios, bajo vinculo de
subordinación y dependencia en los términos del artículo 7 del código del trabajo, en virtud de
un contrato de trabajo a plazo fijo para Fundación de las familias, ya individualizada,
representada a la fecha actual por Bernardita María Prado Acevedo, ya individualizada. Dicho
contrato se modificó pasando a ser de carácter indefinido, con fecha 1 de Diciembre de 2008.
1
http://www.fundaciondelasfamilias.cl/centros-familiares/
2
http://www.fundaciondelasfamilias.cl/telecentros
dispuesto en el artículo 22 N°2 del Código del trabajo, esto es, me encontraba excluida de la
limitación horaria, mi jornada habitual era de 40 horas semanales, distribuida de lunes a
viernes de 9 a 18 horas, con una hora de colación, más un día sábado al mes, según se
requería.
5) Bono de desempeño: En los meses de octubre de cada año, percibía el pago de un bono
por buen desempeño, según lo dispuesto en el punto 2.10 del reglamento interno “Sistema de
evaluación de desempeño”, este bono, se otorga a los trabajadores de la fundación según una
evaluación que contiene una parte cuantitativa y cualitativa y que se congregan en pautas
específicas para cada cargo, se señalan en el manual ya referido las etapas de este proceso,
así como requisitos para obtenerlo, cuales son los siguientes: “tener al 30 de septiembre de
cada
año una antigüedad superior a 180 días en la fundación y los trabajadores con licencias
médicas deben registrar en dicho período a lo menos igual cantidad de días trabajados,
sean estos continuos o no” .En cuanto al monto del bono, este se calcula “en base a la
remuneración imponible mensual, con un tope del 80% de bonificación que equivale al
100% del desempeño y se pagará proporcionalmente a los meses trabajados dentro del
período que corre entre el 01 de octubre y el 30 de septiembre del año siguiente, no siendo
considerados para dicho cálculo los días en que el trabajador se encuentre con licencia
médica”
Luego se señala, que en el caso de ser desvinculado un trabajador de la institución “y entre el
01 de Octubre del periodo en curso a la fecha de término del contrato medie una antigüedad
superior de 180 días, tendrá derecho al pago proporcional del beneficio, para lo cual se
deberá considerar el tiempo transcurrido y el porcentaje cuyo resultado sea la aplicación
de la pauta por el último periodo trabajado o en su efecto, el porcentaje obtenido en
la evaluación del periodo anterior.”
En razón de lo anterior es que, cumpliendo con los requisitos para el pago de dicho bono, me
corresponde el pago del mismo por parte de mi ex – empleador, debiendo tomarse en cuenta
para su cálculo el porcentaje obtenido en la última evaluación de desempeño, la cual en mi
caso fue del 73%.
Se debe tener presente que durante todo el tiempo que trabajé para Fundación de las
Familias, siempre registre un buen desempeño, cumpliendo eficientemente y de manera
responsable todas las obligaciones laborales para las que fui contratada, sin que jamás haya
existido ninguna amonestación, pues siempre fui diligente en la realización de mi trabajo,
prueba de ello son las evaluaciones que se me hacían cada año, las que siempre fueron bien
calificadas por mi ex empleador.
-Debo señalar además que sin perjuicio de la excelente evaluación que hacían de mí , mis
superiores jerárquicos, demostrado en las evaluaciones de desempeño que ellos realizaban a
mi respecto anualmente, siempre mantuve una trato casi de horizontalidad con las trabajadoras
a mi cargo, esto, tanto con las personas que conformaban mi equipo de planta, con las cuales
trabajaba a diario (programa SERNAMEG), así como con las operadoras y gestora del programa
Telecentros, vínculos que muchas veces iban más allá de la buena relación netamente laboral
con ellas, las que iban desde compartir contenido divertido o gracioso por redes sociales, hasta
el hecho de compartir con sus familias, realizar asados, ayudarnos mutuamente en situaciones
de graves problemas familiares o inclusive en problemas domésticos, de menor relevancia. Tan
es así, que tal como se muestra en las declaraciones que mi ex - empleador arguyo en mi
contra en la carta de despido, (declaraciones de las que no me consta su veracidad, integridad
y /o que no hayan sido sacadas de contexto y que solo utilizaré para reflejar ciertas
situaciones), aparece literalmente que siempre que las trabajadoras se referían a mí, lo
hacían usando apelativos y expresiones de cercanía tales como “Naty” o “
Natalita”, lo cual no concuerda con la imagen lejana y de autoridad hostil que ha querido dar
la demandada para justificar el despido indebido del cual he sido víctima.
Con fecha 26 de marzo del año en curso doña Constanza Irarrázaval Piñera,
encargada de recursos humanos de la Fundación de las Familias, me envió correo electrónico
informando del inicio de un proceso de investigación que se iniciaría a raíz de una supuesta
denuncia de acoso laboral interpuesta en mi contra por la operadora Soraya Landeros López,
quien era mi subordinada en el programa Telecentros.
a) Como antes relaté, con fecha 26 de marzo del año en curso doña Constanza Irarrázaval
Piñera, Encargada de Recursos Humanos de la Fundación de las Familias, me envió un correo
electrónico informando del inicio de un proceso de investigación que se iniciaría a raíz de una
denuncia interpuesta en mi contra por la trabajadora Soraya Landeros López por un supuesto
hecho de acoso laboral.
Lo primero que me llamó la atención en esa oportunidad fué que, fuera de lo señalado
escuetamente por doña Constanza en su correo, no tuve acceso al contenido de la denuncia,
ni en el momento de esa comunicación ni durante todo el procedimiento de investigación, esto
es, mi ex empleador nunca me informó los o el supuesto hecho que motivó la denuncia y que
se iba a investigar, además de lo anterior, y según lo descrito en el reglamento interno en el
punto d) de el “ PROCEDIMIENTO DE DENUNCIA E INVESTIGACIÓN” (pagina. 26)
correspondía que se me notificara personalmente o por carta certificada a mi
domicilio copia íntegra de la resolución que acogió la denuncia, lo cual no se realizó
por parte de mi ex empleador, ni por esos medios ni por ningún otro.
b) El día 4 de abril de 2019 comparecí a entrevista con doña Mariel Becker Andía, en el
contexto de la investigación. Esta, sería la única oportunidad en que se me escuchó, en la cual
me llamó la atención que tampoco me señalara los o el hecho que supuestamente motivó la
denuncia, reiterándome que ésta era confidencial y que le extrañaba que yo estuviera al tanto
de quien era la denunciante. Además sentí que sus preguntas estaban enfocadas en llevarme
a aceptar una supuesta personalidad y conducta maltratadora por mi parte hacia las
trabajadoras.
En cuanto a la investigadora, doña Mariel Becker, debo señalar, que ésta mantenía con mi
ex empleador, un contrato de trabajo a plazo fijo y sujeto a renovación, por lo cual a mi
parecer, carecía de idoneidad suficiente para realizar dicha labor, atendido que dicha situación
claramente pudo haber afectado o influido en su toma de decisiones y/o apreciaciones al
respecto, es decir, en la debida imparcialidad con que se debe proceder en estos casos. Debo
señalar además que esta persona había sido despedida en diciembre del año 2018 y
posteriormente recontratada en enero de 2019 hasta el 31 de Marzo del mismo año y que
posterior a ello su contrato no fue renovado.
Para retratar lo antes dicho, señalaré que cada vez que solicité a mi superior o a la
investigadora, que me informaran sobre el curso y desarrollo de la investigación, estas se
limitaban a señalarme “ lee el reglamento interno, ahí está todo”.
d) El menoscabo que sentí se acrecentaba con rumores que me llegaban de distintos lugares,
inclusive desde fuera de la fundación, asegurando que yo sería despedida, lo anterior,
pese a que aún no finalizaba la investigación ni menos se había resuelto al respecto.
Es así como a principios del mes de mayo, consulté por esta situación a doña Mariel
Becker, la cual me señaló que no podía hacerse cargo de esto “mas aún cuando la
resolución del caso aún no se efectúa”.
Habiéndose concretado con posterioridad mi despido, esto es, con fecha 6 de junio (casi un
mes después), el haber conocido de manera tan anticipada y por fuentes externas
que se había decidido despedirme, al menos hace presumir fundadamente que mi
ex empleador estaba resuelto a despedirme aún antes de haber tomado
formalmente dicha decisión, motivo por el cual también puedo presumir que la decisión de
despedirme se basó en hechos diversos a la causal formalmente por éste expresada.
e) Con fecha 24 de mayo, fui citada y comparecí a una reunión con la Encargada de Recursos
humanos doña Constanza Irarrázaval y con la Directora ejecutiva de la fundación, doña
Bernardita Prado, en dicha oportunidad me exhibieron una carta que sería remitida a la
inspección del trabajo con el objeto de que se pronunciaran sobre la procedencia de la medida
de despido en mi contra, la cual sería enviada conjuntamente con el informe emitido por la
investigadora Mariel Becker y en el cual se concluía que yo supuestamente habría incurrido en
maltrato sostenido en el tiempo en contra de operadoras y de la gestora de los Telecentros
que dependen del Centro Familiar de San Bernardo.
En dicha oportunidad me entregaron el informe de la investigadora designada y me
hicieron leerlo rápidamente enfrente de ellas, no entregándome copia de este, ni en esa
oportunidad ni en lo sucesivo, por lo cual no cuento con copia fidedigna de lo que leí
ese día.
En relación al contenido del informe y que me llamó mucho la atención, fue la poca
objetividad y rigor técnico de éste, ya que en éste pese a concluirse mi supuesta
responsabilidad como acosadora, no se señalaba ni el hecho o hechos que se habrían
comprobado, la fecha, lugar o circunstancias de su ocurrencia y a través de que medios se
habría/n llegado a acreditar el o los hechos y/o las circunstancias en que habrían ocurrido, más
bien este informe era una especie de informe psicológico, propio de la profesión de la persona
que investigaba, el que a la vez era bastante subjetivo, ya que por ejemplo si los entrevistados
hablaban bien de mi esto era cuestionado por la psicóloga, haciendo juicios de valor, para
nada imparciales, como por ejemplo presumir o sugerir que dichas declaraciones eran
realizadas por amedrentamiento de mi parte y no porque en realidad pensaran bien de mi
desempeño o de mi trato hacia ellas.
f) En razón de todos los hechos anteriormente descritos, esto es, una investigación y forma
de proceder por parte de mis superiores que considere poco clara desde un principio y de la
cual sospechaba no se estaba realizando de forma imparcial, ni con respeto a mi derecho de
defensa, ni conforme a lo establecido en el reglamento interno, en el sentido de que por
ejemplo no se me entregaba información relevante como el texto de la denuncia o evadían
entregarme información ante mis requerimientos durante la investigación, o los 60 días que
según ellos podía demorarse la inspección en evacuar informe, sumado al hecho de que cada
vez que pregunté a que inspección habían sido enviados mis antecedentes, nunca
se me dio una respuesta, entre otros hechos, todo lo cual me causó desconfianza, temor
e incertidumbre de lo que acontecería, es que, concurrí con fecha 27 de mayo de 2019 a la
Inspección del trabajo Maipo (San Bernardo), donde dejé constancia de lo acaecido el día
24 de mayo, conforme a lo que sucedió ese día y señale precedentemente.
g) Después de esto seguí cumpliendo mis funciones normales, inclusive tuvimos la visita del
encargado del Departamento de Estudios Gestión y Programas, quien conversó con el equipo
completo del Centro Familiar, sobre la nueva persona que ocuparía mi puesto, sin
importar que yo me encontraba presente, y a que supuestamente aún no se había
tomado una decisión respecto a mi desvinculación ya que se esperaba el pronunciamiento de
la inspección del trabajo, lo que me pareció bastante cruel y vino a empeorar mi estado
emocional, como se verá.
i) El día 5 de junio del año en curso, con el objeto de obtener mayor información del
proceso de investigación y como no me habían querido mostrar la denuncia ni entregar copia
del informe por ningún medio, incluso habiéndolo solicitado en casa central, le envié email a
Constanza Irarrazabal preguntando en que oficina de la inspección estaban los antecedentes
de la investigación, ante lo cual ella me responde, “juntémonos mañana a las 12 a conversar,
te espero en mi oficina”.
j) El día 6 de junio del año en curso, asistí a la oficina de Constanza Irarrázaval Piñera,
ubicada en la casa central de la Fundación, tal como habíamos acordado, estando además
presente en dicha reunión Claudia Bustos, Encargada de Administración y Finanzas, en esa
reunión fui despedida de manera verbal supuestamente por conducta de acoso laboral en
contra de operadoras, solicitándome la devolución del celular institucional y el notebook, los
cuales yo no utilizaba y se encontraban en el Centro Familiar. Esto fue retirado personalmente
por Constanza Irarrázaval alrededor de las 14 horas. Desde el momento en que fui despedida
me bloquearon el acceso a mi correo electrónico e intervinieron remotamente el computador
de mi oficina, por el departamento de informática de la Fundación de las Familias, lo anterior,
sin darme tiempo de sacar documentos o información de carácter personal privada, ni menos
pedirme autorización para ello, por lo que fue vulnerada mi privacidad e intimidad. Lo
anterior me fue informado minutos después de haber sido despedida, vía telefónica por mis
colegas del Centro Familiar.
k) El día 7 de junio de 2019 concurrí a la Inspección del trabajo Maipo San Bernardo,
donde dejé constancia del despido verbal del que fui objeto, lo anterior porque atendido todo
el mal proceder antes referido por parte de mi ex empleador, sentía desconfianza total de su
actuar, por lo que temía que pudieran acusarme de abandonar mi trabajo.
En la misma oportunidad ingrese reclamo ante la inspección del trabajo, en relación a los
mismos hechos, citándose a las partes a comparendo para el día 9 de julio del año en curso,
en el centro de Conciliación y mediación, región metropolitana poniente.
l) Al transcurrir los días desde el despido, esperé pacientemente que llegara a mi domicilio
la carta de despido correspondiente, la cual, a la fecha de hoy no ha llegado, tomando en
consideración que desde que suscribí el primer contrato en el año 2008 con la fundación,
siempre he mantenido el mismo domicilio. Es menester hacer presente que más adelante, en
la celebración del comparendo ante la inspección del trabajo, se pudo verificar que la carta fue
remitida a la inspección de manera tardía, esto es, se remitió por mi ex empleador con
fecha 13 de junio de 2019, vía internet, motivo por el que se le cursó la respectiva multa,
como consta del acta que acompaño en un otrosí de esta presentación.
m) Debo señalar S.S., que de manera objetiva, se puede dejar por establecido que el
procedimiento de investigación del que fui objeto no cumplió con lo señalado en el reglamento
interno para dichos efectos, por lo cual al aplicarse de manera antojadiza, casi que a la libre
interpretación de mi empleador, como se verá, resta credibilidad tanto al procedimiento
aplicado como a sus conclusiones y las decisiones que con ello se tomaron en mi desmedro.
a) principio de confidencialidad, por cuanto se ventilo más allá de las partes involucradas
o supuestamente involucradas las conclusiones y decisiones tomadas por mi ex empleador, tal
como se ha relatado anteriormente, dañando mi honra y mi integridad psíquica con este
actuar, como antes detalle.
“De la resolución que decida acoger o rechazar la denuncia y de las medidas preventivas
estipuladas, se deberá dejar constancia por escrito, debiéndose enviar a las partes
copia íntegra de la resolución, cuya notificación podrá ser personalmente o mediante
carta certificada a sus respectivos domicilios.” (página 27 reglamento del reglamento
interno de Fundación de las Familias)
“De las resoluciones se deberá notificar a las partes personalmente o mediante carta
certificada a sus domicilios” (Página 28 del reglamento interno de Fundación de las
Familias)
c2) Lo anteriormente expuesto, esto es, la falta de comunicaciones que se me debían hacer
en tiempo y forma durante el proceso de investigación y la falta de información al respecto, al
no entregárseme las copias correspondientes, no solo me impidió poder ejercer mis derechos
como correspondía, sino que hacen patente que tampoco se procedió conforme la
presunción de inocencia, en el sentido que esta falta de información yo la percibía y podría
perfectamente entenderse como un castigo anticipado hacia mi persona, sin antes haber
comprobado los hechos por lo cuales se me denunció.
n) Finalmente, Con fecha 9 de Julio a las 12:000 se llevó a efecto comparendo ante el
conciliador del centro de Conciliación y mediación región metropolitana poniente, don Eduardo
Patricio Tarifeño Salazar, entre la suscrita y en representación de Fundación de las Familias
doña Constanza Irarrázaval Piñera. En dicha oportunidad, no hubo conciliación entre las partes
en virtud de que la parte reclamada ratificó la causal esgrimida en su carta de aviso de despido,
únicamente ofreció cambiar la causal de despido a la de renuncia voluntaria, a lo cual yo me
rehusé. En razón de la causal esgrimida por la demandada para justificar mi despido, se me
pagó ante el conciliador únicamente lo adeudado por concepto de vacaciones proporcionales,
así como los días trabajados en junio.
EN EL DERECHO
Conforme a lo establecido en el artículo 489 del Código del Trabajo, el cual no exhibe un
bien definido catálogo de los derechos y garantías constitucionales, susceptibles de tutela
laboral, contextualizando de esta manera, la vulneración de los derechos con fuentes
constitucional respecto a hechos generados en el marco de una relación laboral.
Conforme lo anterior, el artículo 489 del referido cuerpo legal, señala: “Si la vulneración de los
derechos fundamentales a que se refieren los incisos primero y segundo del artículo 485, se
hubiere producido con ocasión del despido, la legitimación activa para recabar su tutela por la
vía del procedimiento regulado en este párrafo, corresponderá exclusivamente al trabajador
afectado”.
La aplicación en nuestro ordenamiento jurídico de los derechos fundamentales,
inespecíficos del trabajador, tiene una eficacia directa y horizontal. Directa porque produce sus
efectos en forma inmediata, sin necesidad de mediación legal, y además horizontal porque
tiene plena vigencia en la relación entre particulares, eficacia que está consagrada en el artículo
6° inciso 2° de la Constitución política de la república, al señalar “Los preceptos de esta
constitución obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos órganos, como a toda
persona, institución o grupo”
A nivel legal, se encuentra prescrito en el artículo 5° inciso 1° del Código del trabajo el
que señala: “ El ejercicio de las facultades que la ley reconoce al empleador, tiene como
límite el respeto a
las garantías constitucionales de los trabajadores, en especial cuando pudieran afectar a la
intimidad, vida privada, u honra de éstos”
Actualmente dicho reconocimiento, de estos derechos como garantías, plenamente
exigibles al interior de la relación laboral, nos hace entrega de una herramienta procesal
específica para resguardar su tutela, contenida en el artículo 485 del Código del Trabajo.
B) Sistema de prueba indiciaria en procedimientos de tutela laboral
El artículo 493 del Código del trabajo, consagra un sistema de prueba indiciaria, mediante
el cual se aliviana la posición probatoria del trabajador, especialmente en lo referente a la
carga de la prueba material. Desde esta perspectiva, el trabajador deberá acreditar indicios de
que se han producido vulneración de los derechos fundamentales, con ocasión del despido,
que permitan generar al juez una duda razonable en torno a la existencia de la lesión de
derechos fundamentales.
En este sentido es preciso mencionar que la ley no exige una pluralidad de indicios. Lo
determinante será la calidad y precisión del indicio.
La doctrina señala que por “suficiente debe entenderse”, más que un número determinado de
indicios, la exigencia de una cierta calidad de los mismos: deben permitir la sospecha razonable
para el juez de que la vulneración se ha producido (Ugarte José Luis. “Tutela de derechos
fundamentales del trabajador”),
Es así el artículo 493 del Código del trabajo dispone expresamente que:
“Se entenderá que los derechos y garantías a que se refieren los incisos anteriores
resultan lesionados cuando el ejercicio de las facultades que la ley le reconoce al empleador
limita el pleno ejercicio de aquellas sin justificación suficiente, en forma arbitraria
o desproporcionada, o sin respeto a su contenido esencial .(…)”
Por su parte, el empleador, frente a los indicios aportados por el denunciante a que se
refiere el artículo 493, sumado a la presunción del artículo 485, ambos del código del trabajo,
tiene la carga de explicar los fundamentos de la o las medidas adoptadas y su
proporcionalidad, por tanto, en el caso particular que nos convoca, mi empleador deberá
explicar los fundamentos y la proporcionalidad tanto de las medidas vulneratorias o limitativas
de derechos fundamentales que tomó durante la relación laboral y previo a despedirme, como
de la medida de despido que adopto a mi respecto, con todas las vulneraciones o limitaciones
a mi derechos fundamentales que eso conllevo y conlleva, como se relatará mas adelante.
4.-La libertad de trabajo y su protección. Toda persona tiene derecho a la libre contratación y
a la libre elección del trabajo con una justa retribución. (Artículo 19 N° 16 de la C.P.R.) Esta
garantía únicamente fue vulnerada y/o limitada con ocasión del despido.
Paso a exponer los hechos y circunstancias, que en mi caso constituyen indicios de haber
existido una efectiva vulneración de mis derechos fundamentales durante la relación laboral y
con ocasión del despido, por parte de mi ex empleador, esto es, de haber vulnerado mi derecho
a la integridad psíquica , así como de mi derecho al respeto y protección de la vida privada y
publica y a la honra de la persona y su familia, así como mi derecho a la inviolabilidad de toda
forma de comunicación privada y mi derecho a La libertad de trabajo y su protección.
1.- Esta dado por el hecho de haber dejado constancia en la Inspección del trabajo a mi
empleador, con fecha 27 de mayo de 2019, por ordenarme un cambio ilegitimo de funciones
según lo dispuesto en el artículo 12 del Código del trabajo, a trabajos menores que no tenían
relación directa con mis actividades causándome menoscabo.
2.- Esta dado por el hecho que la demandada, no me entregó copia del informe resultado
de la investigación por supuesto acoso laboral, tampoco me notificó resoluciones en tiempo y
forma y en general no me dio información alguna durante el proceso de investigación en el
que era parte, debiendo haberlo hecho, lo que no solo mermó mi derecho a defensa dentro de
ese procedimiento sino que afecto mi integridad psíquica al mantenerme intencionalmente
desinformada durante éste.
3.- Esta dado por la carta de aviso de término de contrato, la que a la fecha no ha llegado a
mi domicilio y que la demandada deberá demostrar envió en tiempo y forma, coetáneamente
con el hecho de que su respectiva copia fue enviada a la Inspección del trabajo de manera
extemporánea con fecha 13 de junio, vía internet, debiendo esta haber sido enviada a la
inspección a más tardar con fecha 10 de junio.
4.- Esta dado por el diagnóstico médico “Trastornos de adaptación” contenido en “informe
médico de atención” emitido por la Mutual de Seguridad, suscrito por la doctora Marion Morales
con fecha 26 de junio de 2019, originado en atención de fecha 30 de mayo del mismo año,
esto es, durante la vigencia de la relación laboral con mi ex empleador y en circunstancias de
que atravesaba por graves vulneraciones, que precedieron y sucedieron con ocasión de mi
despido, algunas de aquellas, las que deje registro en constancia de 27 de mayo de 2019 en
la oficina de la Inspección del Trabajo de San Bernardo.
5.- Esta dado por la insistencia de la demandada el día 24 de mayo de 2019, luego de haberme
exhibido el informe de manera que no pude leerlo con la tranquilidad debida ( ya que tampoco
se me entregó copia del mismo) de que yo debería esperar 60 días desde el envío del informe
a la Inspección del Trabajo para que esta se pronunciara si procedía mi despido, teniendo
plena conciencia mi ex empleador o no debiendo menos que saber, que el plazo del cual
dispone un trabajador para denunciar ante los tribunales de justicia actos vulneratorios, es de
60 días desde que se produjo la vulneración, por lo cual, estas sugerencias, claramente
pudieron haberse hecho con la intención de enervar el ejercicio de acciones de tutela u otras
como la interposición de constancia o denuncia ante la inspección del trabajo, en pocas
palabras, con la intención de mantenerme en inactividad, mientras se concretaba de manera
irregular el procedimiento a través del cual se pretendía despedirme, poniendo en riesgo con
ello la oportunidad de ejercer mi derechos ante la justicia.
6.- Esta dado por mi antigüedad laboral de casi 11 años, trabajando para dicha institución,
gestión que fue evaluada por mis superiores de la mejor manera. La posibilidad certera de
tener que indemnizarme por tantos años de trabajo, permiten presumir que mi despido puede
en conjunto con otras motivaciones o inclusive únicamente tener una motivación de carácter
económico por parte de la Fundación, la cual con motivo de mi despido por la causal aludida
en su carta de despido, obtendría el beneficio de poder exonerarse del pago de la
indemnización correspondiente.
7.- Esta dado por la forma irregular en que se desarrolló el proceso e informe de investigación
por la Psicóloga Mariel Becker, por los motivos citados en el punto 2, así como en los hechos
de esta demanda, quien fue despedida en diciembre del año 2018 y recontratada a plazo fijo
desde el 1 de enero de 2019 hasta el 31 de marzo del mismo año, sin volver a ser contratada
( como consta en las páginas de transparencia activa de la fundación de enero a marzo de
2019) y cuya investigación finalizó según lo expresado por la demandada en su carta
de despido con posterioridad a ello, esto es, 3 de mayo de 2019, resultando del todo
irregular y fuera del procedimiento regulado en el mismo reglamento interno de la
Fundación de las Familias, que evacúe informe una persona que ya se encuentra
desvinculada de la institución.
8.- Esta dado por la carta de despido enviada por mi ex empleador a la Inspección del trabajo
con fecha 13 de Junio de 2019, vía internet, en la cual primero habla de los supuestos “hechos
en que se funda la causal invocada consisten en los siguientes”, “(…) fue recibida una
denuncia de acoso laboral interpuesta por la trabajadora de la fundación señora Soraya
Landero López, por una situación ocurrida el viernes 15 de marzo del año en curso” para
más adelante señalar (página 2 de la carta)
“que en el episodio denunciado constituye un hecho de maltrato de parte de la Directora
del Centro Familiar, hacia la operadora denunciante toda vez que la insta a obedecer una
instrucción que pone en riesgo su integridad física al pretender que cargue materiales
cuando se encuentra eximida por una orden medica de abstenerse de esfuerzos físicos”.
Toda vez que, sin perjuicio de que no se señalaron mayormente circunstancias ni de cómo se
habrían comprobado los supuestos hechos, se hace alusión a un solo hecho en específico,
siendo manifiestamente un despido vulneratorio según lo dispuesto en el artículo 485 inciso
3°, ya que se limitó el pleno ejercicio de mi derecho a la integridad psíquica, a la honra y a la
inviolabilidad de las comunicaciones privadas, durante la relación laboral previo y con ocasión
del despido (como se detalló en los hechos de la demanda) sin justificación suficiente, en
forma arbitraria y desproporcionada.
9.- Esta dado por el hecho de que el día de mi despido verbal, con fecha 6 de junio de 2019,
fue interceptado por el departamento de informática de la Fundación, el computador con el
que trabajaba en mi oficina, así como mi correo institucional, impidiéndome con ello el acceso
para fines de respaldo, para borrar o para cualquier otro uso que yo quisiese haber dado a mi
información o a mis comunicaciones privadas, antes de que me fuera vedado el acceso al
computador y a la cuenta de correo, lo anterior, fue realizado por mi ex empleador sin previo
aviso o autorización de mi parte, vulnerando con ello mi privacidad e intimidad y mi
derecho de inviolabilidad de las comunicaciones privadas.
10.-Esta dado por la imputación de la causal de despido a mi persona, con la gravedad que
conlleva el atribuirme conductas tan graves como la de acoso laboral, lo que no solo afecta
mi honra frente a colegas, atendida mi profesión, si no también a la hora de buscar empleo
dicha causal constará en mis antecedentes laborales (finiquito) o por ejemplo en el caso
de que me soliciten referencias de mi empleo anterior, las que atendido la causal antes
señalada y la actitud que adoptó mi ex empleador en mi contra, no podrá contener mi
currículo, creándome una mala fama que afectará ineludiblemente mis opciones y
oportunidades laborales, restringiéndolas, limitándolas, afectando con ello también la
garantía del artículo 19 N°16 de la CPR, esto es la garantía de la libre elección del
trabajo.
E) De la afectación a la integridad psíquica, el honor de la persona, la libertad de
trabajo y la inviolabilidad de toda comunicación privada.
Es necesario señalar a S.S.,. Que a raíz de todos estos tratos y del despido arbitrario,
vulneratorio e injustificado del que fui victima me mantengo aún desde de mi separación del
trabajo en un constante estado de angustia, derivado de la circunstancia de haber
perdido mi fuente laboral en la cual llevaba tantos años y en la que tenía cifradas mis
esperanzas laborales, lo que me otorgaba tranquilidad y estabilidad económica y psíquica, lo
que perdí con ocasión del despido por parte de mi ex empleador configurándose la
vulneración de mis garantías constitucionales-laborales no solo durante la relación
laboral con ocasión del proceder irregular durante la etapa de investigación previa en la que
me ví envuelta, sino también con ocasión del despido arbitrario, injusto y
desproporcionado y producto de este mismo.
Por su parte la Dirección del Trabajo en 2002, estableció bases generales sobre la utilización y
control de los correos electrónicos dentro de la empresa. En síntesis plantea que, de acuerdo
a las facultades con que cuenta el empleador para administrar su empresa, puede regular “las
condiciones, frecuencia y oportunidad de uso de los correos electrónicos”, pero en ningún
caso podrá tener acceso a la correspondencia electrónica privada recibida por los
trabajadores3.
Así, puede apreciarse que se les asimila en su tratamiento a llamadas telefónicas privadas o a
la existencia de espacios que se consideran privados dentro de la empresa, como cajones o
casilleros personales de los trabajadores.
DESPIDO VULNERATORIO.
Tanto la doctrina como la Jurisprudencia han detallado expresamente cuando nos
encontramos frente a una situación vulneratoria de derechos fundamentales con ocasión de
un despido arbitrario, ya sea mediante Dictámenes ,a vía de ejemplo dictamen N° 2210/035,
de 10 de junio de 20094 en que se desarrolla adecuadamente la tesis doctrinaria en cuanto a
que la noción del respeto a las personas, plasmado en el artículo 1° de la C.P.E. , en su inciso
primero dispone: 'todas las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos; y el articulo
19 N°2 que: "La constitución asegura a todas las personas: N°2 La igualdad ante la ley". Es
allí donde reside el pilar de las relaciones laborales actuales entre empleador y empleado y no
en el abuso del patrón contra el obrero de antaño.-
Así se ha sostenido que el despedido vulneratorio es un tratamiento desigual
injustificado, que carece de Fundamentación objetiva y razonable que permita
entender por qué y la finalidad de la Acción desproporcionada.
Determinación de indemnizaciones
3
https://www.dt.gob.cl/legislacion/1624/w3-article-63171.html
4
https://www.dt.gob.cl/legislacion/1624/w3-article-96717.html
POR TANTO; y de conformidad a lo recién expuesto y lo que disponen los artículos 483, 485
y siguientes del código del trabajo, artículos 4, 7, 41,159, 160, 161, 162, 163, 168, 172,173,
176, 415, 454 regla primera, 423 y siguientes del Código del Trabajo, y demás normas legales
vigentes que resulten aplicables.
RUEGO A US: Se sirva tener por interpuesta demanda laboral por vulneración de garantías
fundamentales durante la vigencia de la relación laboral y con ocasión del despido y cobro de
prestaciones, en contra de Fundación de las Familias, fundación de derecho privado sin
fines de lucro, RUT N° 71.689.100-3, representada por Bernardita María Prado Acevedo,
cedula de identidad 9.239.768-8, representante legal o quien al momento de practicarse las
notificaciones tenga la representación legal conforme al artículo 4 del código del trabajo, ambos
con domicilio en Ahumada 341, piso 7, Santiago, acogerla a tramitación y en definitiva
declarar que se vulneraron mis derechos fundamentales durante la relación laboral con mi ex
empleador y con ocasión del despido del que fui objeto por parte de éste y se le condene al
pago de las siguientes sumas con reajustes e intereses, con los recargos dispuestos en el
artículo 489 del Código del trabajo, o lo que S.S. Se sirva fijar conforme a derecho, todo con
expresa condenación en costas:
1.-Bono de desempeño: Conforme a lo expuesto en el título i) número 5 de los hechos de la
demanda, corresponde que se me pague $ 1.069.140 en proporción a 9 meses
trabajados, esto es un total de $ 801.855
2.- Indemnización por sustitutiva del aviso previo por $ 1.464.576.
3.-Indemnización por años de servicio (11 remuneraciones por 10 años y 9 meses contados
desde 1 de septiembre de 2008 al 6 de junio de 2019), por un total de $16.110.336.
Que mi ex empleador, ha invocado la causal del artículo 160 N°1 letra f, para haber procedido
a desvincularme verbalmente con fecha 6 de junio de 2019.
En relación a lo anterior, el artículo 162 inciso primero del Código del trabajo dispone:
“Si el contrato de trabajo termina de acuerdo con los números 4, 5 ó 6 del artículo 159, o si el
empleador le pusiere término por aplicación de una o más de las causales señaladas en el artículo
160, deberá comunicarlo por escrito al trabajador, personalmente o por carta certificada enviada al
domicilio señalado en el contrato, expresando la o las causales invocadas y los hechos en
que se funda.“
Al respecto, nuestra Excelentísima Corte Suprema ha señalado que “(…) se debe colegir
que si el empleador pretende desvincular a un trabajador tiene que indicar en la carta de
despido tanto la causal legal como los derechos en los que se funda, los que han de ser
específicos y no genéricos (..)(Rol 20043-2016 Corte Suprema, unificación de
jurisprudencia )
La motivación que ha tenido el legislador, para imponer todas estas exigencias al empleador,
más allá de la natural protección legal del trabajador por cuanto se entiende que la relación
laboral es una relación de poder desigual, es precisamente evitar el abuso del empleador en
el ejercicio de su poder, evitando que este pueda ser despedido de forma antojadiza, arbitraria
y sin fundamento plausible, toda vez que uno de los principios que protege la relación
contractual laboral, es el principio de la estabilidad en el empleo, el cual doctrinariamente
se ha definido como el derecho de un trabajador a “permanecer en el cargo
asalariado en que se desempeña, a no ser despedido sin causa justificada calificada por la
autoridad competente y, en caso de despido inmotivado, a ser reintegrado en el empleo o, en
subsidio, a ser indemnizado adecuadamente “[LIZAMA PORTAL, Luis, Derecho del
trabajo(Santiago, 2003), p. 160].
“Que el orden jurídico vigente protege los derechos fundamentales entre los que se
encuentran los derechos laborales cuyo objetivo es garantizar entre los bienes jurídicos
reconocidos el derecho a la estabilidad del empleo, por cuanto de dicha estabilidad
dependen intereses sociales que hacen al orden público económico. De ahí que el Código
del Trabajo dedique el Título V del Libro I al tema del contrato de trabajo, sujetándola a
especiales resguardos y formalidades que buscan impedir que la permanencia del vínculo
de dependencia quede entregada al azar o al simple juego de los intereses
particulares y el por cuanto la legislación laboral ha tenido como inspiración el respeto de
los derechos reconocidos en la legislación bajo el presupuesto de proteger al más débil,
entregándole al Estado el deber de fiscalizar que ello se cumpla”
En relación al despido del que he sido objeto debo señalar, que no solo se incurrió en un
procedimiento de investigación mal realizado que vulneró mis derechos fundamentales, sino
que además en razón de como se desarrollaron los hechos antes descritos, anteriores y
posteriores a mi despido, me hacen tener fundadas sospechas de que este despido carente de
causa legal fue motivado por una razón diversa a la por ellos expresada, o inclusive no descarto
que mi despido haya sido concertado previamente con el fin de desvincularme de la institución
sin derecho a indemnización por mis 11 años de excelente labor profesional, de la cual
nunca tuve reproche, si no todo lo contrario, siendo por lo demás, ilógico que tan grave
comportamiento que se me ha imputado no se hubiera manifestado con anterioridad a los
hechos constitutivos de mi despido, sino que aparecieran supuestamente de manera repentina
y además de manera tan conveniente para mi empleador y con ello permitirle evadir la
obligación en el pago de todas las indemnizaciones que me corresponden atendido el tiempo
que llevaba desempeñándome en el cargo, cargo en el que tenía una legítima expectativa de
mantenerme, atendido el carácter de indefinido de mi relación laboral y los años que llevaba
desempeñándome sin problemas en este, el que me otorgaba sustento y que perdí de un día
para otro, encontrándome ahora en la situación de estar desempleada, con la carga emocional
y económica que esto conlleva.
A mayor abundamiento, también me he cuestionado y me ha hecho presumir que existió una
motivación diferente, fuera del marco legal, que la por ellos expresada para mi despido, el
hecho de por qué y en el caso de que efectivamente mi empleador estuviera disconforme con
mi desempeño, alguna actitud mía, o que hubiese estimado a través de una investigación
imparcial mi responsabilidad en algún hecho constitutivo de maltrato, éste no consideró,
atendido los años que llevaba en el cargo y mi buen desempeño en todos aquellos, optar por
alguna de las sanciones de menor entidad expresadas en el artículo 154 N°10 del Código del
trabajo, las que por lo demás están dentro de sus facultades y dentro del reglamento interno
de la fundación, esto es, amonestación verbal o escrita y multa de hasta el 25% de la
remuneración diaria, no dándome en definitiva, posibilidad o alternativa alguna de
resolución de diferencias o reparos que tuviera la jefatura conmigo, que la
desvinculación de la cual fui objeto, la cual no solo en este caso me parece que fue
arbitraria y desproporcionada sino que por lo que he señalado anteriormente y lo que expresare
más adelante, carece de causa legal que lo justifique por lo que se me aplicó de
manera indebida.
El artículo 168 inciso 1° regla c) del Código del Trabajo dispone lo siguiente:
“ El trabajador cuyo contrato termine por aplicación de una o más de las causales
establecidas en los artículos 159, 160 y 161, y que considere que dicha aplicación es
injustificada, indebida o improcedente, o que no se haya invocado ninguna causal legal,
podrá recurrir al juzgado competente, dentro del plazo de sesenta días hábiles, contado
desde la separación, a fin de que éste así lo declare. En este caso, el juez ordenará el pago
de la indemnización a que se refiere el inciso cuarto del artículo 162 y la de los incisos
primero o segundo del artículo 163, según correspondiere, aumentada esta última de
acuerdo a las siguientes reglas:
(…)
c) En un ochenta por ciento, si se hubiere dado término por aplicación indebida de las
causales del artículo 160 (..)”
(…)Si el juez estableciere que la aplicación de una o más de las causales de terminación
del contrato establecidas en los artículos 159 y 160 no ha sido acreditada, de conformidad
a lo dispuesto en este artículo, se entenderá que el término del contrato se ha producido
por alguna de las causales señaladas en el artículo 161, en la fecha en que se invocó la
causal, y habrá derecho a los incrementos legales que
corresponda en conformidad a lo dispuesto en los incisos anteriores.(…)
3.-Indemnización por años de servicio (11 remuneraciones por 10 años y 9 meses contados
desde 1 de septiembre de 2008 al 6 de junio de 2019), por un total de $16.110.336.
4.- Recargo del 80 % sobre los años de servicio, equivalente a $12.888.268
1. Constancia Realizada ante la inspección del trabajo de San Bernardo de fecha 27 de mayo
de 2019.
2. Constancia Realizada ante la inspección del trabajo de San Bernardo de fecha 7 de junio
de 2019.
3. Reclamo Realizada ante la inspección del trabajo de San Bernardo de fecha 7 de junio de
2019.
4. Carta de aviso de despido firmada por doña Bernardita Prado Directora ejecutiva de
Fundación de las Familias
5. Reglamento Interno de Fundación de las Familias
6. Acta de comparendo de conciliación de fecha 9 de julio de 2019, realizada ante el
conciliador del Centro de Conciliación Individual y mediación Santiago Poniente de la Dirección
del trabajo, don Eduardo Patricio Tarifeño Salazar.
POR TANTO, Ruego a S.S., tener por acompañados los documentos antes referidos.
TERCER OTROSÍ: Ruego se tenga presente que fijo como medio de notificación, el correo
electrónico abogadaleivac@gmail.com y pg6133@gmail.com.
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