Está en la página 1de 3

DIFERENCIA DE GENEROS

Antes de entrar a referirnos a la diferencia de géneros, se hace necesario aclarar

que sexo y género no es lo mismo. El término sexo se usa para referirse a lo que

es anatómica y biológicamente una persona. Al conjunto de factores que diferencian

científicamente a hombres y mujeres, y por lo tanto determinar su sexo. El sexo

pues, viene dado por la naturaleza.

El género, por su parte, es el papel, rol o diferenciación creada por la sociedad. Los

roles son construcciones sociales que establecen los comportamientos, actividades

y atributos que cada sociedad considera que debe tener una persona dependiendo

de su sexo. El género varía dependiendo del país, región, cultura y religión. Se

clasifica en dos tipos: masculino y femenino.

El término ‘género’ hace referencia a esas costumbres aprendidas

culturalmente por las personas de cada sexo y que no son algo con lo que nacen.

Incluye todas las normas que establece una sociedad con el fin de separar lo que

es macho de lo que es hembra. Por ejemplo, de las mujeres se espera que aprendan

a cocinar, lavar, planchar y criar a los hijos; mientras que de los hombres se espera

que trabajen, que sean los jefes del hogar, y entre otras cosas, que sostengan

económicamente a sus hogares.

Mientras que el sexo es algo que una persona no puede cambiar (aunque

exteriormente sí lo haga, interiormente no), el género y roles de género van


cambiando en cada sociedad. En Las sociedades avanzadas o desarrolladas

tienden a disminuir las diferencias de géneros debido a que prima la tendencia hacia

la consideración de la igualdad de ellos, brindando a hombres y mujeres el mismo

rol de importancia dentro de dichas sociedades; caso contrario ocurre en las

sociedades subdesarrolladas o en vías de desarrollo donde se arraigan más hacia

las costumbres tradiciones hereditarias de generaciones anteriores hacia el papel

diferencial que debe cumplir hombres y mujeres en la sociedad.

Una de las principales consecuencias de la diferencia de géneros es la traba que

ello implica para el avance social, económico, político y cultural, entre otros, que

sufren las sociedades respectivas. Tal es el caso de Colombia en donde por cada

ocho mujeres con estudios superiores hay siete hombres que han alcanzado el

mismo nivel educativo. Sin embargo, “sorprende que un país en el cual las mujeres

son más educadas, estas sean sub-representadas en el sector laboral”, según lo

señala Fabrizio Hochschild, coordinador residente y humanitario en Colombia del

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Su valoración se

desprende del Informe sobre desarrollo humano 2015 presentado en Bogotá. En el

documento, destaca que la desigualdad de género es un obstáculo que limita el

potencial de Colombia.

El análisis advierte que la tasa de desempleo entre las mujeres es de 11,6 %, casi

el doble que entre los hombres, con 6,6 %. “Colombia está desaprovechando

personal capacitado de muy alta calidad”, señala Hochschild. Además, el PNUD


reseña que la participación femenina en el mercado laboral es del 55,8 % con

respecto al 79,7 % correspondiente a la masculina.

Según el informe, Colombia tiene un valor del Índice de Desigualdad de Género de

0,429, lo que lo sitúa en el puesto 92 de un total de 155 países valorados en el año

2014. Como ejemplo de esta brecha señala que en este país, solo el 20,9 % de los

escaños parlamentarios están ocupados por mujeres a pesar de que el 56,9 % han

accedido a por lo menos un año más de educación secundaria frente al de sus

homólogos varones.

También podría gustarte