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Facultad de Derecho
“la legislación chilena debe dar igual protección a ambos géneros, no un régimen
inferior o de distinta calidad del que se le otorga al hombre. Sin embargo, esto no
implica que jurídica ni institucionalmente deba tratarse de la misma forma a ambos
géneros” (Norambuena, 2018, p. 21). En principio, el constituyente no hace una
distinción entre hombre y mujer, debido a que estos quedan incorporados en la
categoría de persona humana, por lo tanto, poseen los mismos derechos
fundamentales solo por el hecho de ser personas y esto en relación con el acceso
a la justicia, la cual la ley asegura la igual protección en el ejercicio de sus
derechos, establecido en el articulo 19 numeral 3º de la Constitución Política de la
Republica de Chile. Por el cual la mujer tiene por efecto, la protección por parte del
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Estado y la ley, con las medidas precautorias mientras se establece un proceso
judicial.
“Las medidas cautelares son uno de los pilares más importantes en la legislación
sobre sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres de acuerdo a los
estudios internacionales. Las medidas cautelares pueden ser decretadas tanto por
el juez de familia como por el juez de garantía, consistiendo, generalmente, en
ordenar la salida del ofensor del hogar común y la prohibición de acercarse a la
víctima.” (Casas, 2007, p. 5).
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El recurso de protección y la garantía Constitucional a la vida de la mujer
“El recurso de protección es una acción cautelar que tiene por objeto proteger
derechos fundamentales frente a posibles privaciones, perturbaciones o amenazas
de los mismos” (Leturia, 2018, p. 2). Esta acción que se encuentra consagrada en
el articulo 20 de la Constitución Política de la Republica garantiza la protección de
la vida y la integridad física y psíquica de la mujer, consagrado en el articulo 19
numero 1º para el caso respectivo.
Este recurso, sirve de manera subsidiaria a las otras medidas cautelares
ordinarias para la protección de la mujer, que en este caso protege el derecho que
tiene la mujer a la vida y su integridad física y psicológica en la cual el juez debe
adoptar una medida anticipada y las debidas diligencias para efectivamente
proteger a la persona frente al peligro de un tercero, en este caso, de la mujer
frente a su agresor.
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inconvenientes. Con ello se busca una respuesta inmediata por parte de los
órganos judiciales (p. 207).
Por lo cual la mujer, al sentir un inminente peligro o perturbación de un derecho
fundamental como es el de la vida o el de su salud, puede recurrir a la Corte de
Apelaciones respectiva, sin perjuicio de iniciar una denuncia o querella en otro
órgano correspondiente.
Conclusiones
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Bibliografía