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ESTO SIGNIFICA ESTO. ESTO SIGNIFICA AQUELLO.

Semiótica: guía de los signos y su significado

Cap. 1 Signos y significación

Los signos se producen y se consumen en el contexto de una sociedad dad. En el mundo


occidental, la sociedad presenta una actitud en gran parte mecanicista y consumista. Así
pues, no es de extrañar que cuando se trata de discutir sobre todo tipo de cuestiones se
usen a menudo las metáforas mecanicistas y consumistas que reflejan las visiones
dominantes de nuestra sociedad. Si se aborda un tema bastante concreto, como el de la
salud, se comprobará que se habla en términos mecanicistas sobre, por ejemplo, la
guerra contra el SIDA o la lucha contra el cáncer.
Lo mismo se aplica a asuntos más abstractos como el tiempo, ya que en este caso se
habla en términos en gran parte consumistas: se usan expresiones como gastar tiempo,
invertir tiempo, derrochar tiempo o ahorrar tiempo como si se tratara de una mercancía
o un medio de cambio como el dinero, en lugar de un proceso. En definitiva, los signos
se conforman de distintas maneras en cada sociedad.

Las sociedades disponen de dos fuentes básicas de significación, una natural y la otra
convencional. Así, por ejemplo, sabemos que es natural que los humanos lleven ropa en
los climas fríos, pero el tipo de ropa que se lleva, y cómo se lleva, depende de las
convenciones al uso (esto es, de las “reglas” de una sociedad concreta de la que somos
parte). Si se considera, por ejemplo, los zapatos, éstos pueden ser prácticos y ofrecer
protección en un terreno escarpado y difícil, pero también pueden adoptar significados
que tienen poco o nada que ver con lo práctico.

El recorrido de un mensaje Concepto semiótico clave


Un diseñador Emisor (quién)
Desea diseñar una aspiradora Intención (con qué propósito)
Diseña una aspiradora muy eficaz Mensaje (qué dice)
El diseño se fabrica con plástico y metal Transmisión (con qué medios)
Se vende en una tienda con instrucciones Ruido (con qué interferencias)
complejas
Un comprador lo adquiere Receptor (a quién)
El comprador emplea el producto Destino (con qué resultado)
siguiendo las instrucciones

Significado y Significante.

La pintura es de Lucas Cranach (1472-1553) representa a Adán y Eva en el Jardín del


Edén. La manzana simboliza el fruto del árbol de la sabiduría. Satán, que adopta la
forma de una serpiente, se vale de la manzana para tentar a Eva, que recoge la fruta y la
entrega a Adán. Con este acto, Adán y Eva caen en desgracia a los ojos de Dios.

Es posible suponer que la imagen de Eva tentada por la manzana refleja con precisión la
historia de la Biblia. Sin embargo, en la Biblia no se menciona la manzana; se
mencionan frutos, pero no manzanas. Así pues, quizás fue una naranja lo que tentó a
Eva, tal vez un higo.

Lo que parece importante en la pintura de Cranach es que la manzana es el


“significante”, es el fruto empleado para significar la tentación (lo que se conoce como
el “significado”). Sin embargo, aún cuando la manzana significa tentación, se podría
haber escogido otro fruto para representar la misma idea.

Un mismo significante puede tener diferentes significados. Y a su vez puede haber


distintos significantes que tengan el mismo significado.

Por ejemplo la manzana puede significar tentación, saludable, fruto. Y los significantes
manzana, pomme, apple significa el fruto manzana.

Signo

Estos símbolos están escritos en braille. Para descifrarlos tiene que saber que cada serie
de puntos representa una letra, la cual, a su vez, forma parte de una palabra. En este
caso, la palabra es “ciego”. Este término es el portador del significado, es decir, el
significante. El significado de la palabra, por otra parte, es lo que ésta significa (en este
caso, que alguien carece del sentido de la vista)

Los signos están compuestos por dos elementos inseparables: el significante y


significado. Dicha relación puede ser arbitraria. Así, por ejemplo, cuando uso la
palabra “perro” para hablar de cierto animal doméstico, con pelo y cuatro patas, estoy
empleando un significante que es arbitrario. El sonido que hace la palabra “perro”
cuando uno la profiere no es intrínsecamente mejor que los sonidos inventados “lerro”,
“serro” o “merro” para hablar sobre este animal. Cualquiera de estas palabras podría
haberse usado para comunicar el significado de “animal doméstico de cuatro patas que
puede emitir el sonido guau”. Y así como en castellano se utiliza la palabra “perro”, en
inglés se han elegido dog, en alemán hund y en francés chien.

A menudo se considera natural lo que tan solo es el producto de una serie de hábitos y
prejuicios culturales que al haber quedado tan integrados en la mente, ya no se advierten
como tales.

Icono.

Se trata de un mapa de los inuit y está hecho de madera. En vez de ser visual, es táctil.
Los inuit sostienen este mapa bajo sus manoplas y sienten los contornos con los dedos
para discernir los accidentes geográficos de la línea de la costa. La ventaja de este mapa
es que puede usarse en la oscuridad, es impermeable, flota si se cae al agua y sirve sea
cual sea la temperatura. También dura más tiempo que un mapa impreso.

Aunque el mapa inuit es muy abstracto, todavía guarda cierto parecido con la forma de
la línea de costa. Al igual que algunos mapas siguen la geografía del lugar que
representan con una apreciable exactitud, otros son menos precisos. Cuando la
información sobre el entorno se representa de una manera abstracta, tendemos a decir
que el plano es esquemático, mientras que cuando un mapa se parece al mundo de un
modo más concreto y exacto, decimos que es topográfico.
En todo icono existe cierto grado de similitud entre el significante y el significado, que
puede ser elevado o escaso, como acaba de verse en el caso de los mapas o en otros
ejemplos. Así, un retrato, puede ser muy similar a la persona real o puede parecérsele
un poco, lo suficiente para ser reconocible. Algunos ejemplos:

Significante Significado
Un dibujo lineal se parece a lugar representado
Un retrato esculpido a barro la persona retratada
Una fotografía en color objeto fotografiado
Un efecto de sonido (de unos pasos) unos pasos
Un compuesto orgánico olor de las rosas
Una mezcla química sabor del queso con cebolla

Símbolo

Aunque el símbolo parece una esvástica nazi es, en realidad, una esvástica india. En el
hinduismo y el budismo, la esvástica significa buena suerte. En la india, la forma de “L”
está invertida, a diferencia de la nazi.

Se dice a menudo que la esvástica nazi es un símbolo poderoso e inquietante. La palabra


símbolo significa en griego clásico “juntar” o “unir”. En semiótica, puede “lanzarse
conjuntamente” una cosa con otra de tal manera que se cree una relación mediante la
cual la primera simboliza a la segunda. Algunos ejemplos visuales obvios:

Símbolo Significado
Balanza justicia
Paloma paz
Rosa belleza
León fuerza

Con estos símbolos, el significado que se creó está relacionado con la naturaleza del
objeto: el equilibrio es importante para la justicia; las palomas son animales pacíficos,
etc. Sin embargo, existen algunos casos en los que la relación entre el símbolo y su
significado es menos evidente:

Símbolo Significado
Espada verdad
Azucena pureza
Cabra lujuria
Orbe y cetro1 monarquía y reinado

Con estos ejemplos, es preciso saber por anticipado lo que significan los símbolos para
poder comprenderlos. Para deducir su significado, no basta con mirarlos. En semiótica,
el término “símbolo” se utiliza de forma especial para designar literalmente cualquier
signo que plantee una relación arbitraria entre el significante y el significado. También
se emplea de un modo más amplio por ejemplo:

Símbolo relación arbitraria Significado


1
la pieza de joyería utilizada por un monarca, que representa el mundo cristiano
Dar la mano un saludo
Corbata negra una ocasión formal
Bip bip hay que contestar el teléfono
Una bandera negra peligro
Postre el final de una comida
La palabra gato un gato

Maneras de significar

Supongamos que miro intensamente una pintura y que a continuación comento “los
colores son muy vivos”. Es posible que lo que haya dicho sea literalmente verdad.
Puede que haya hecho este comentario porque los colores son en verdad muy vivos.
Pero lo que digo no siempre es lo que realmente estoy dando a entender. Por ejemplo,
cuando digo “los colores son muy vivos”, podría estar diciéndolo de un modo
sarcástico, lo que habría modificado el sentido de lo que he dicho. El tono sarcástico de
mi voz indicaría que lo que doy a entender es que los colores son apagados. En este
caso, puede que con ello quedara implícito que no apruebo o que no me gustan las
pinturas como ésta. Cuando se dice algo con sarcasmo, se está diciendo literalmente una
cosa mientras se da a entender otra.

Para transmitir significados de una manera no literal pueden usarse numerosos recursos.
Los más importantes son: símil, metáfora, metonimia, sinécdoque, ironía, entre otras.
Todos estos recursos estilísticos y retóricos pueden ayudar a comprender mejor el
significado de los objetos, las imágenes y los textos. Si se usan con criterio, además
pueden ser útiles para crear significados más resonantes en disciplinas tales como la
pintura, el diseño, la publicidad, la ilustración, la cinematografía, la moda y el
periodismo.

Metáfora

Implica una comparación entre dos cosas similares o dispares que comparten una
cualidad dada. Con una metáfora se expresa que X es Y.

Funcionan mediante un proceso de transferencia. Este proceso muestra que aun cuando
X no posee literalmente ciertas propiedades, sí puede tenerlas de un modo metafórico.

Cuando una metáfora funciona puede ser muy persuasiva. (El esquema siguiente
muestra cómo la metáfora más arriba puede persuadir sobre las cualidades del producto)

Significante Noción de enlace o conexión Significado


Persona (por ejemplo conceptos abstractos (por Ej. Objeto (por ejemplo,
Carole Bouquet) belleza y elegancia) perfume)

Metonimia

(Ej. Un gorro que usan en Turquía, llamado Fez)


Cuando una cosa está estrechamente asociada con otra, puede sustituirse por ésta para
crear así un significado. Una corona puede emplearse para significar una reina; una
sombra en una película puede indicar la presencia de un asesino, y un signo con la
imagen de una explosión puede representar la presencia de una sustancia química
peligrosa. Lo que tienen de curioso estos ejemplos es que la cosa realmente
representada de forma icónica (una corona, una sombra o una explosión) sirve para
significar algo que no está representado de forma icónica (una reina, un asesino, una
sustancia química). Entonces, aunque las cosas a las que se refieren estos ejemplos
están ausentes, su presencia no deja de estar implicada.

Imágenes Significado
El dibujo animado de un pulgar aplastado indica La presencia de un martillo (causa)
Una foto de la Casa Blanca (lugar) El presidente de EEUU (persona)
La fotografía de un gabán (objeto) una tienda de ropa (lugar)

Sinécdoque

Utilizar una parte para significar el todo o, a la inversa, emplear el todo para designar
una parte, es lo que se llama sinécdoque. Otro ejemplo podría ser este: valerse de un
italiano para representar a las gentes de Italia (acá la parte designa el todo) o emplear un
mapa de Italia para representar a un italiano (acá el todo designa una parte)

La relación entre la parte y el todo es uno de los tipos existentes de sinécdoque. Otros
tipos son las relaciones entre miembro y clase, entre una especie y su género o entre un
individuo y un grupo. Un ejemplo de este último tipo: en los periódicos y los
programas de televisión se hace servir a menudo una única persona para designar una
categoría de personas que estos medios intentan retratar como un grupo concreto. De
este modo, estos medios informan sobre la historia de un criminal concreto con la
intención de aludir a los criminales como grupo. Esto funciona como medio de
persuasión, ya que es fácil que los seres humanos pasen de pensar en un caso específico
a tener pensamientos de un tipo más general que también son negativos. En este
ejemplo, las actividades de un criminal específico servirán para recordarnos que no nos
gustan los criminales como grupo.

Supongamos que se nos asigna la tarea de obtener dinero para una asociación benéfica.
Qué es mejor: ¿proporcionar unas estadísticas abstractas sobre la malnutrición del grupo
objeto de la beneficencia —el de los pobres—o presentar una historia sobre una persona
concreta del grupo que esté subalimentada (y de este modo la utilizamos para
representar el grupo al que intentamos ayudar)? Los creadores publicitarios que gustan
de usar la sinécdoque en sus trabajos optarán, probablemente, por éste último tipo, ya
que el caso personal tiende a despertar más simpatías que una serie de estadísticas
bastante impersonales.

Estructuras conceptuales

A menudo se emplea el término <concepto> cuando se desea un equivalente más exacto


de la palabra <idea>. Algunos ejemplos de conceptos: ser humano, gato, casa, mesa,
silla, computadora, árbol, pintura, etc. Como puede verse en esta lista, hay conceptos de
todas las formas y de todos los tamaños. Pueden ser generales o específicos, concretos
o abstractos, naturales o artificiales, artísticos o científicos.

Los pares de conceptos opuestos proporcionan una estructura especialmente útil para el
estudio de la semiótica, ya que ayudan a interpretar y exponer las características que
subyacen a las diferentes actividades humanas. Así, cuando se habla de comida o se
piensa en ella, suele ser importante reconocer la diferencia conceptual entre lo crudo y
su opuesto, lo cocido, lo comestible, y su opuesto, lo incomestible, o lo nativo y su
opuesto, lo foráneo. A través de estos pares de conceptos opuestos (crudo/cocido,
comestible/incomestible, nativo/foráneo) llegamos a apreciar las estructuras que a
menudo vienen impuestas en la manera de comer.
Las discusiones sobre los distintos pares de conceptos que encontramos en las
cuestiones de la comida, la religión y la moda son innumerables en el ámbito de la
semiótica. Sin embargo, hay pares de conceptos filosóficos más abstractos que se
aplican a todo tipo de disciplinas, temas y culturas sobre los que se discute menos.
Entre estos conceptos figuran: verdad y falsedad, igualdad y diferencia, el todo y las
partes, subjetividad y objetividad, apariencia y realidad, sentido y referencia, con
sentido y sin sentido, y problema y solución.

El todo y las partes

¿Qué pasa cuando miramos una imagen? Podría suponerse que un retrato sólo puede
tener un parecido real si las distintas partes de la cada están en el lugar que les
corresponde con respecto al todo. Pero algunos retratos de Picasso muestran que
incluso si se revuelven y se distorsionan los detalles de la cara, ésta puede seguir
conservando un buen parecido con el modelo. Así pues, es posible que l aspecto general
del rostro en un retrato sea más importante que la disposición exacta de sus partes.

Subyacente a estas cuestiones sobre e el todo y sus partes existe un tema más general
que concierne a la cuestión más filosófica de cuándo se considera algo una parte y
cuándo se toma como un todo. El iris es parte de un todo que es el ojo; un ojo es parte
de un todo que es la cabeza; una cabeza es parte de un todo que es una persona, y una
persona es parte de un todo que es la sociedad. Así pues, los ojos, las cabezas y las
personas son todo y partes al mismo tiempo. Lo que se ve como un todo y lo que se
considera una parte de pende, por tanto, de lo que se intente explicar. Si queremos saber
cómo funciona el ojo, nos perderemos una parte de la cuestión si sólo miramos el iris.
Análogamente, olvidaríamos sin duda varios aspectos si sólo intentáramos comprender
el ojo en relación con la cabeza. Lo importante es que para abordar lo que pretendemos
explicar nos situemos en el nivel correcto. Aun así, este enfoque no debería hacer peder
de vista que las complejidades del mundo resultan del hecho de que siempre es posible
dividir una cosa en sus partes constitutivas, o a la inversa, buscar otras cosas
relacionadas con ella para formar un todo más amplio.

Subjetividad y objetividad

Algunas cosas parecen tener una cualidad que no se parece a ninguna otra:

El sabor del café.


El olor de una rosa.
El tacto de la arena de grano fino.
El sonido de un pájaro que canta.
El aspecto del color rojo.

Las cualidades de la propia experiencia parecen indefinibles en varios sentidos. Así, por
ejemplo, por muchas cosas que se expliquen sobre la ciencia del color (a saber, la
longitud de onda, la pureza y la intensidad, las partes del cerebro que procesan el color,
las distintas técnicas de estimulación y los problemas como la imposibilidad de ver
ciertos o todos los colores), no es posible describir la experiencia de percibir dicho
color. Solo si tenemos la experiencia, podremos decir cómo es ésta. En este sentido, la
experiencia del color resulta ser subjetiva (y personal) en lugar de objetiva (y científica)

Continuidad y discontinuidad

La diferencia básica entre las dos formas de representación es que la analógica (es decir,
el reloj pulsera) transmite una sensación de continuidad, ya que el presente se representa
en relación con el pasado y el futuro. La forma digital, por el contrario, da una
representación exacta del tiempo en el momento presente, pero al producirse un salto
cada vez que cambian los números, el tiempo parece estar compuesto de unidades
discontinuas.

Por lo general, los signos analógicos crean relaciones que se escalonan en una secuencia
continua. Ejemplos de ello es todo lo que tiene una cualidad más/menos tal como
imágenes visuales, gestos físicos, expresiones faciales, movimientos corporales,
texturas, sabores y olores. Estos signos tienen una riqueza, una complejidad y una
continuidad que no pueden expresarse fácilmente en otros medios. Los signos digitales,
por su parte, tienen una cualidad <o esto/o lo otro> que puede parecer discontinua
porque las categorías que se utilizan están unificadas. Ejemplos de signos digitales son
las siguientes oposiciones conceptuales: cero o uno; encendido y apagado; esto o
aquello; blanco y negro; claro y oscuro; vivo o muerto. Tenga en cuenta, no obstante,
que los códigos analógicos que tienen un discurrir o flujo temporal, como es el caso de
la música, pueden representarse a veces de forma digital (por ejemplo, en un disco
compacto)

Estructuras Visuales

Los objetos, las imágenes y los textos adquieren estructura gracias a la composición,
que presenta dos dimensiones: espacio y tiempo.

El espacio tiene dos factores: colocación y presencia. Tómese como ejemplo de


colocación la disposición de los diferentes elementos en la ejecución de un cuadro. Al
situar un elemento en la parte superior de la pintura se tiende a idealizarlo, mientras que
en la parte inferior tiene a parecer más terrenal, más inmerso en la realidad que si
estuviera en lo alto del cuadro. Ésta es la razón por la cual Dios suele estar situado en
los cuadros por encima de los seres humanos (y estos últimos por debajo de Dios). Los
elementos que se representan a la izquierda el cuadro, por otra parte, acostumbran a
indicar lo que se da por sentado, mientras los de la derecha tienden a sugerir lo nuevo.
Los libres sobre dietas muestran esta dicotomía al colocar una imagen <antes>—la de
alguien que quiere perder peso—en el lado izquierdo de la página y una imagen
<después> la de esta misma persona que ya ha perdido todo el peso deseado—en el lado
derecho. Al disponer un elemento en la parte central de la pintura se pretende que cobre
más importancia que los de los márgenes. Los mapas, por ejemplo, permiten colocar en
el centro los países concretos y hacer que parezcan dominantes frente a las naciones que
quedan en la periferia. De forma análoga, si se pone el elemento en un primer plano de
un cuadro se le concede una importancia que no habría tenido de haberlo colocado en el
fondo. Un ejemplo de esto es el autorretrato, en el que el modelo suele dominar sobre
su entorno.
La presencia, por su parte, se crea mediante el uso de las siguientes características al
crear un cuadro: proximidad (junto/separado), equilibro (simetría/asimetría), número
(muchos, pocos), tamaño (grande/pequeño), color (vivo/apagado), contraste
(elevado/escaso), detalle (fino/tosco), tono (claro/oscuro), forma (regular/irregular),
textura (áspera/lisa), tiempo (estático/en movimiento) y disposición
(organizada/desorganizada). Según el contexto en el que se empleen, estas
características contribuirán a llamar la atención—o la inversa, a desviarla—hacia
distintas partes de la composición al enfatizarlas de varias maneras.

El tiempo o aspecto temporal de la composición presenta dos factores en común con la


dimensión espacial: la colocación y la presencia. La colocación temporal alude a si
alguna característica se dispone antes o despues de otra en una secuencia. Las nociones
de <antes> y <después> se usan sobre todo en creaciones tales como las tiras cómicas,
los diagramas secuenciales y las pinturas de momentos cambiantes. La presencia
temporal, por su parte, destaca si los elementos se muestran como situados en el pasado,
en el presente o en el futuro. Así, por ejemplo, las conferencias sobre arte pueden
revelar las actitudes de las culturas del pasado; los libros sobre diseño contemporáneo
pueden dar información sobre las tendencias estilísticas del presente y las exposiciones
sobre innovaciones tecnológicas pueden ser una especulación sobre el futuro. Los
libros, las conferencias, las exposiciones y otros eventos ayudan, en efecto, a dar a los
objetos, imágenes y textos las cualidades de anclaje en el pasado, de actualidad o
proyección hacia el futuro según el modo en que éstos se muestran. Por lo manifiestas,
pueden considerarse como formas de presencia temporal. El paso del tiempo puede
indicarse mediante artificios tales como la pátina de un objeto, la escena borrosa de una
fotografía o la cristalización de un momento fugaz en una pintura.

Espectador e imagen

Si se parte de la base de que se trata de una imagen muy simple, hay varias
posibilidades. Dicha imagen podría ser:

1. Un agujero en una pared


2. Un círculo dibujado en una pared
3. Un trozo circular de tubo fijado a una pared

Lo que se modifica es el modo en que interpreta lo que ve. Ahora imagine que no está
contemplando una pared, sino una mesa. Imagine ahora que está mirando el techo de
una habitación.

Lo que muestran estas interpretaciones es que las posiciones de la imagen y del


espectador pueden cambiar cuando se dan nuevas descripciones. Así pues, es esta
constante transformación y negociación entre el espectador y la imagen l oque resulta
vital para entender estos tipos de estructuras visuales y las interpretaciones (o
reinterpretaciones) que de ellas se hacen.

Ideal y real

Los cuadros pueden dividirse de distintas maneras. Una de ellas consiste en colocar los
elementos idealizados en la parte superior de la pintura y los más terrenales o realista en
la parte inferior. El cuado El 28 de Julio: la libertad guiando al pueblo (1830), de
Eugẻne Delacroix, ilustra esta cuestión. La libertad, que en este ejemplo simboliza la
mujer que lleva la bandera, se ha dispuesto en la parte más alta y en el centro para que la
atención del espectador se centre en su importancia. Debajo de ella hay varias figuras
que se percibe de inmediato que simbolizan el pueblo considerado como un todo, pero
que al mismo tiempo son algo más realista en cuanto a su presentación. De esta manera
se muestra cómo <el pueblo> aspira al ideal de libertad que está situado literalmente por
encima de él. Así, aunque tanto la propia Libertad como el pueblo situado a sus pies
están idealizados, para que la intención del pintor fue hace que el último grupo
pareciese más real con la aparición de la muerte—que es consecuencia de la supresión
del ideal de libertad—en la parte inferior de la imagen.

Esta misma estructura visual puede observarse en la publicidad de las revistas. En el


anuncio de un cierto tipo de comida suele encontrarse una imagen idealizada en la parte
superior de la página y una indicación de la realidad del producto que se vende en la
parte inferior. Por ejemplo, puede haber una fotografía de un reluciente racimo de uvas
de aspecto suculento en la parte superior de la imagen y más abajo se indica que lo que
se anuncia son uvas pasas. En este tipo de publicidad, al espectador se le recuerda la
diferencia entre el ideal (la fruta reluciente) y la realidad correspondiente (su homóloga
seca); sin embargo, al relacionar uno y otra, se espera que el consumidor vea cómo el
ideal puede haber quedado condensado dentro de la realidad. Dicho en otras palabras,
el anuncio, al vincular lo real con lo ideal, expresa la naturaleza de nuestras
aspiraciones, que se desplazan constantemente entre lo que es el caso (el producto real)
y lo que podría ser el caso (el producto ideal).

Antes y después

En esta pintura, El Tributo (1426-1428), Masaccio creó una narrativa con tres escenas.
La composición es curiosa porque los tres eventos bien diferenciados están dispuestos
en el cuadro unos cerca de otros, de tal manera que a menudo no se aprecia de
inmediato que están separados.

Lo que tiene de extraño este cuadro es que el espectador puede captar el orden de las
escenas, aunque éstas no se ajustan a la estructura pictórica que pudiera esperarse. Esto
se debe a que hay un conflicto entre dos requisitos que ya hemos tratado en este
capítulo. La primera es que normalmente la figura más importante debería situarse más
o menos en el centro de la imagen, y la segunda es que tendemos a leer las imágenes
visuales de izquierda a derecha. Lo que esta imagen muestra, por tanto, es que si bien
existe una manera estándar de representar visualmente las secuencias <antes y
después>, también es posible desviarse de ella. Sin embargo, cuando uno se desvía de
las convenciones al uso, tiene que asegurarse de que quienes intenten leerlas aprecien
cómo se han modificado. De lo contrario, el resultado de un cambio en las
convenciones podría ser una deriva hacia la incomprensión.
Cuestiones de interpretación

Tan sólo cuando un mensaje es difícil de interpretar, se empieza a mirar debajo de la


superficie en busca de estructuras profundas, fundamentos inconscientes, símbolos
ocultos o pautas subyacentes que lo respalden. Si un mensaje es transparente, no se
suele buscar este tipo de elementos. Parte del trabajo del semiótico consiste en revelar
estos factores que sustentan y proporcionan el fondo o segundo plano de las distintas
formas de comunicación y que a menudo se dan por sentados. De hecho, resulta
sorprendente la cantidad de información de fondo que se necesita para comprender los
mensajes más ordinarios, incluso los que en su superficie aparecen como totalmente
transparentes.

Cuando se trata de interpretar los signos, la comprensión viene mediada por los distintos
conceptos y concepciones de los diferentes tipos de temas; por las distintas
connotaciones y denotaciones que los objetos, las imágenes y los textos pueden tener;
por las disposiciones y las leyes que permiten construir fenómenos culturales (langue o
lengua), así como por los casos particulares que dichas disposiciones y leyes construyen
(parole o habla); por los códigos de que se dispone para combinar varios elementos y
crear así una secuencia ordenada de signos (sintagma) y para realizar sustituciones
apropiadas en esta secuencia (paradigma); por la distinción entre ocurrencias
individuales y tipos genéricos de cosas; por las reglas que se siguen para utilizar
satisfactoriamente los objetos, las imágenes y los textos; por las clasificaciones que
permiten categorizar y organizar cosas; por las convenciones que recurren a formas
comunes del conocimiento, y por los modos que se han ideado para comprender (o
malinterpretar) lo que se cree que uno sabe.

Normas

En el nacimiento de Venus, de Sandro Botticeli (h. 1485-1486), se muestra una mujer


que se dispone a pisar la orilla desde una vieira gigante. Hay algo extraño en esta
figura. El alargamiento del cuello, la curiosa inclinación de los hombros, la desmañada
delicadeza de sus brazos y piernas y la exagerada longitud de su cuerpo contribuyen a
hacerla parecer, de alguna manera, poco natural.

Existe, de hecho, una explicación para estas peculiaridades anatómicas: no se trata de


una mujer real, sino de Venus, la diosa del amor y de la belleza. Así pues, lo que aquí se
representa simbólicamente es un ideal d belleza: ésta es la razón por la cual Botticelli
alarga y distorsiona la imagen. La única dificultad estriba en que para interpretar este
mensaje es preciso conocer las normas que se utilizaron al realizarlo. Las convenciones
son sistemas de comprensión acordados por todos que permiten interpretar los hechos.

En este ejemplo, es preciso saber que con el alargamiento del cuerpo humano—una
norma que todavía impera en los bocetos de moda contemporáneos—, Boticelli idealiza
la forma femenina para hacerla más hermosa.

Las normas están a menudo tan inscritas dentro de una cultura dada que impiden que la
gente se dé cuenta de que los códigos utilizados por ésta no siempre son transparentes
para otras culturas. Hasta qué punto se asume la transparencia de ciertos códigos
comunes puede verse en la placa que se puso a bordo de la nave espacial Pioneer F, una
sonda que fue enviada al espacio en la década de 1970. La placa tenía un dibujo
esquemático de dos seres humanos, un hombre y una mujer, y su propósito era
comunicar la presencia de vida humana en la Tierra de una manera tan simple que
cualquier forma de vida inteligente fuera capaz de interpretarla de inmediato si se
encontraba casualmente con ella en el espacio. Ahora bien, para poder leer el mensaje
que se deseaba transmitir, cualquier forma de vida extraterrestre tenía que comprender
que las líneas representan contornos, que las figuras están en perspectiva y que la mano
derecha del hombre (que permanece levantada) significa, supuestamente, un saludo. Sin
embargo, y aún suponiendo que los extraterrestres a los que iba dirigid la placa tuvieran
ojos, lo que no dejaba de ser una hipótesis, tampoco era nada evidente que el mensaje
pudiera entenderse sin conocer las normas de representación pictórica, normas que los
dibujantes de la placa supusieron, sin ser conscientes de ello, que serían completamente
claras para otros seres.

Enmarcar el sentido

El objetivo de este capítulo será el de construir un marco que permita comprender la


comunicación dentro del contexto más amplio de la sociedad y la cultura. Las nociones
que se examinarán son las siguientes:

Unidad semántica = lo que expresa sentido


Género = la categoría de expresión
Estilo = la manera de expresarse
Estereotipo = los clichés o normas de expresión
Institución = el lugar o emplazamiento de la expresión
Ideología = las ideas y valores que se emplean para justificar, respaldar o guiar la
expresión
Discurso = los usos de la expresión que crean o reflejan diferentes aspectos del orden
social
Mito = las historias que representan y conforman la expresión individual o colectiva
Paradigma = las teorías que configuran la expresión

Para poder comprender cómo los objetos, las imágenes y los textos encajan dentro de
los grupos que se acaban de definir, a continuación doy algunos ejemplos de su
aplicación:

Silla (unidad semántica)


Muebles (género)
Funcional (estilo)
Un objeto con un aspecto bastante anodino (estereotipo)
Tienda (institución)
Consumismo (ideología)
Necesidad (discurso)
Utilidad práctica (mito)
Movimiento moderno (paradigma)
Puede explicarse este ejemplo de una manera bastante sencilla. Una silla (unidad
semántica) puede ser un mueble de oficina (género) que es práctico y tiene un aspecto
funcional (estilo). Debido al énfasis exclusivo en su función, este tipo de mueble puede
ser bastante insulso (estereotipo). Este mueble que se compra en una tienda
(institución) puede contemplarse en el contexto más amplio de la sociedad de consumo,
a saber, en una sociedad donde el valor de comprar y vender mercancías le parece obvio
a todo el mundo (ideología). Para justificar esta compra podríamos hablar de la
necesidad de evitar el dolor de espalda (discurso), dado el tiempo que uno permanece
sentado frente a la mesa de trabajo. Aquí también podría invocarse el lenguaje de la
utilidad práctica (mito). Y finalmente, la comprensión del mueble en cuestión puede
estar enmarcada por la época que más contribuyó a la funcionalidad y la utilidad
práctica del diseño, que fue la del movimiento moderno.

Los conceptos que articularon se aplican, también, a las imágenes y los textos. Acá dos
ejemplos más:

Pintura (unidad semántica)


Retrato (género)
Académico (estilo)
Una descripción verosímil de un modelo (estereotipo)
Galería (institución)
Naturalismo (ideología)
Objetividad (discurso)
Genio (mito)
Realismo (paradigma)

Un cuadro o pintura (unidad semántica) puede ser un retrato (género) realizado a la


manera académica (estilo) y con el correspondiente intento de ser verosímil en su
realización (estereotipo). La pintura, que se expone en una galería (institución), puede
presentarse a sí misma como una visión naturalista y objetiva del modelo (ideología).
La descripción que acompaña al cuadro puede aludir a la objetividad de la visión
(discurso), al talento y la destreza poco comunes del artista que lo pintó (mito) y a la
tradición de realismo en la que deberá considerarse (paradigma).

Estereotipos

¿Qué hace que esta obra de arte no sea un estereotipo?

Un estereotipo es una idea generalizada sobre algo y puede haber estereotipos de


distintas clases de objetos, imágenes, textos, animales, plantas, personas o grupos de
personas. Estos estereotipos derivan, a menudo, de ciertas observaciones, pensamientos
o prejuicios que pueden estar o no basados en hechos. Así, por ejemplo, el estereotipo
de una mujer conductora es el de alguien que carece de algunas habilidades para esta
actividad.

Algunos estereotipos pueden ser de ayuda porque son medios fáciles y rápidos para la
comprensión de ciertas situaciones. Sin embargo, al mismo tiempo tienden a resultar
poco flexibles y simplistas. Así, por ejemplo, podríamos considerar una obra de arte en
términos de ciertos materiales típicos. Las esculturas, por ejemplo, suelen crearse
tradicionalmente con piedra, bronce o madera; sin embargo, los escultores del siglo XX
rompieron con estos materiales y empezaron a utilizar otros tales como vidrio, plástico,
cemento e incluso residuos.
Equivalent VIII, de Carl Andre, es un ejemplo de escultura minimalista. Está formada
por dos montones de ladrillos ordinarios dispuestos en un prisma rectangular. Podría
decirse que esta obra no sólo desafía el estereotipo de lo que es la escultura, sino
también la noción de cómo se valora el arte (entre otras cosas, porque la Tate Gallery de
Londres pagó por ella 12.000 dólares en 1972). Otra respuesta es que esta obra no es un
estereotipo porque está hecha con materiales cotidianos. (Sin embargo, mientras
registramos estas respuestas, también es posible preguntarse si la suposición que la
pregunta lleva implícita, esto es, si se trata de una obra de arte genuina, es realmente
cierta)

Ideologías

En este mapa del mundo puesto al revés, es África el continente que ocupa un lugar
central, y no Europa. Esto hace que parezca incorrecto, aunque en realidad no lo es,
sino que simplemente presenta una visión alternativa, o ideología, que de hecho puede
ayudar a ver el mundo de una manera diferente.

Las ideologías tratan de las ideas, de lo que éstas son y de cómo están formadas. Las
ideas no son naturales. Por el contrario, se originan en formas concretas de sociedad y
cultura, y pueden explicarse en términos de éstas. La pregunta clave para quienes se
interesan por la relación entre ideología y semiótica es cómo las ideas encajan dentro de
sistemas y estructuras de significados más amplios, a los que las sociedades y culturas
crean y refuerzan. Para responder a esta cuestión, sin embargo, tenemos que
comprender las distintas formas que la ideología puede adoptar. La ideología puede
entenderse como:

1. Un sistema de creencias y deseos que son característicos del sistema de valores


de un grupo, una clase o una cultura concretos. Las creencias políticas suelen
adoptar los siguientes modelos; la ideología de derechas suele valorar la
tradición, la autoridad y la jerarquía, mientras que la de izquierdas tiende a
valorar la igualdad, la libertad y la comunidad.
2. O bien como un sistema de creencias o deseos ilusorios que pueden contrastarse
con creencias y deseos verdaderos. Los marxistas consideran de esta manera la
ideología y argumentan que mediante la propagación de ciertas ideas se engaña
a la clase trabajadora para que acepte un orden económico y social al frente del
cual se sitúa la clase alta.
3. O bien aún como el proceso general por el cual se producen y consumen los
sistemas de creencias y deseos. Según esta visión, varias partes de una sociedad
y cultura actúan para producir (y también hacen disponibles para el consumo)
ciertos estilos de pensamiento o maneras de pensar. Así, por ejemplo, la prensa
amarilla tiende a promover la ideología de las personas que son valoradas por la
sociedad tan sólo porque son ricas o famosas.

Paradigmas

Sigmund Freud hizo estos garabatos. Una vez que se conoce este dato, ¿no los ve de
una manera más freudiana? Se sabe que Freud puso el énfasis en la importancia de los
deseos ocultos. Así pues, puede que estuviera expresando sus propios deseos ocultos
cuando hizo estos garabatos.
Por lo general, nuestra lectura de los objetos, las imágenes y los textos viene enmarcada
por lo que se denominan paradigmas, esto es, la manera de ver el mundo a través de un
marco muy estructurado de conceptos, procedimientos y resultados. Y así, dado que
Freud hizo estos garabatos, lo que se ve en ellos podría estar estructurado por conceptos
(el inconsciente, la psique), procedimientos (el proceso de análisis) y resultados
freudianos concretos (la identificación de un complejo o fobia). En particular, estos
dibujos parecen mostrar espirales descendentes, por lo que podrían representar un viaje
a las profundidades de la propia mente, o podrían decir algo sobre el propio miedo
subconsciente de Freud de caer en un hueco o agujero. Quizás indican un miedo que es
de un modo u otro sexual.

Supongamos ahora que estos dibujos no los realizó Freud, sino Albert Einstein. ¿Cómo
cambiaría esto la manera en que los lee? Si cree que sí, esto se debe a que entonces
empezaría a aplicarles una serie diferente de conceptos, procedimientos y resultados (los
que asocia con la obra de Einstein). Esta alteración radical en la percepción se conoce
como cambio de paradigma y se produce cuando una nueva serie de conceptos,
procedimientos y resultados proporciona una manera alternativa de pensar. El cambio
de percepción tiene lugar debido al nuevo marco o teoría que utiliza ahora para
interpretar su experiencia. En este ejemplo, se produciría un cambio de paradigma si
usted cambiase su interpretación freudiana por una más propia de Einstein.

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