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Sgrazzutti Uría El Proceso de Inversión
Sgrazzutti Uría El Proceso de Inversión
El presente material fue preparado por los Profs. Oscar Sgrazzutti y María Candelaria Uria para
su uso en la Cátedra de Economía II de las Carreras de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la
Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario. En sí
mismo, este material constituye un producto inédito, derivado de una investigación, en curso, sobre los
mecanismos de valorización en la economía argentina. Se solicita que su utilización se realice citando el
material de origen.
Y = f (L, K),
donde K es alguna medida del stock de capital, L alguna medida del empleo de
trabajadores, e Y el producto, puede interpretarse tanto en un sentido ex ante como ex
post.
2
sustituibilidad. En las técnicas concretas no es posible la divisibilidad y una parte, al
menos, de los equipos se caracteriza por su especificidad.
La concepción que se tenga acerca de la naturaleza del capital afecta la discusión acerca
de los determinantes del gasto de inversión. Donde el capital puede variar fácilmente,
tanto en términos de tipo como de cantidad, una firma no tiene la necesidad de prestar
demasiada atención a las expectativas sobre el futuro. En cambio, las expectativas y la
confianza sobre el futuro se vuelven importantes en la determinación del nivel de capital
cuando éste sólo puede ser modificado con dificultad.
La visión neoclásica del equipo de capital suele ser descripta como “capital plastilina”
haciendo referencia a la idea de que éste es divisible, maleable, no específico y puede
ser utilizado en cualquier combinación con trabajo y otros inputs.
Esta manera de pensar al capital permite construir una representación del especio de
producción que le da, aproximadamente, una forma de sombrero o de colina. Si
representamos en los dos ejes horizontales cantidades de trabajo y de capital, el eje
vertical reflejará el máximo nivel de producción posible 1 (ver Gráfico N° 1).
Gráfico N° 1
1
Esta claro que cualquier punto interno al volumen representado es una producción alcanzable.
Sin embargo, bajo los supuestos del modelo, que incluyen la perfecta flexibilidad de precios, siempre se
estará trabajando en el límite superior, esto es, alcanzando la máxima producción posible. Vale decir,
siempre estaremos operando sobre el borde externo del volumen representado.
3
Si se hace un corte al nivel de un cierto valor de capital y paralelo al eje que mide
cantidades de trabajo, el perfil que resulta se llama Función de producción e indica, en
este caso, los niveles máximos de producción alcanzables con diferentes cantidades de
trabajo, dada una cantidad de capital2 (ver Gráfico N° 2).
Gráfico N° 2
Aquí se ve porqué resultan necesarios los supuestos indicados más arriba (divisibilidad,
maleabilidad, no especificidad y sustituibilidad). Sin ellos no sería posible construir una
isocuanta y no sería, en consecuencia, posible pensar a la producción como el volumen
de la Fig. 1. De hecho, implica una concepción de la técnica muy anti – intuitiva. En
rigor, parece más atinado representar a cada técnica como una recta por el origen,
2
La tangente de cualquier punto de la curva mide la productividad marginal del trabajo, esto es,
el valor adicional de producción obtenido con la incorporación de una unidad de mano de obra. En el
equilibrio empresarial, indica el valor máximo del salario real consistente con las condiciones de óptimo
de la empresa, puesto que la empresa no abonaría más que esa cantidad de producto para agregar una
unidad de mano de obra.
4
puesto que en el mundo real parecen predominar las relaciones fijas de factores o
técnicas con variabilidad de composición muy limitada. En la práctica, la concepció n
neoclásica de la técnica concede poco lugar a la inversión, puesto que siempre es
posible pensar en una relación de precio de los factores que haga rentable una
transformación del capital – plastilina para alcanzar el nivel de producción deseado, sin
incrementar la cantidad de la misma.
Gráfico N° 3
5
mismo es reemplazado3. De modo que la inversión neta es la que presenta aristas
problemáticas.
3
Se supone que se realizan reparaciones que alargan la vida útil del equipo. Pero, en general, el
proceso de reposición, no está sujeto a la decisión del propietario sino a la necesidad de mantener el
stock. Este supuesto, obviamente, es muy poco sostenible. Probablemente el período de reposición (y,
por tanto, la proporción respecto del valor del capital) sea una función decreciente del tamaño de la
empresa. Por otro lado, en períodos de rápido cambio técnico, es probable que el equipo más antiguo
no llegue a la plena destrucción antes de ser reemplazado, en particular en situaciones de competencia
aguda.
4
VAN significa Valor Actual Neto.
6
Keynes utilizó una variante del coeficiente r como indicador de la rentabilidad esperada,
a la que llamó “eficacia marginal del capital”, aunque destacando su contenido
fuertemente subjetivo5. Esta elección habilitó que, poco después, Hicks construyera la
primera versión del diagrama IS – LM, en el que la inversión es función de la tasa de
interés, bajo la condición de que estén dados todos sus determinantes6.
La cuestión en juego es conocer cómo asignan los empresarios valor a las variables B i.
En principio, parece aceptable esperar que la ganancia del primer año se aproxime a la
que se obtendría actualmente si el equipo ya estuviera en uso. Resulta más difícil
confiar en la estimación del beneficio de los años siguientes, porque entran dos
estimaciones opuestas: la ganancia obtenible y el ritmo de desgaste del equipo. Quizás,
frente a un gran aumento de la demanda, el equipo se utiliza por encima del nivel
normal y se obtienen beneficios mayores que los esperados, pero el desgaste del equipo
resulta mucho mayor que el previsto. En tal caso, el beneficio del primer año sería
mayor que B1, pero en el segundo año debieran ya contarse gastos de mantenimiento
que reducirían B2 e, incluso, la vida útil del equipo podría ser inferior a los cinco años
previstos.
Este ejemplo nos lleva a una tercera estimación que debe hacerse: el comportamiento
esperado del sistema en su conjunto, esto es, la evolución de su demanda y oferta
global. También aquí, la estimación de los primeros años es más fiable que la de los
siguientes. Pero, aunque el sistema global crezca según las previsiones, puede suceder
que algunos sectores funcionen a ritmos diferentes, de modo que esa estimación se
parece más bien a una conjetura o a una expresión de deseos.
Se agrega a esta inseguridad “de ámbito” una cuestión aun menos predecible: la
posibilidad de un cambio técnico. Si bien, probablemente, el cambio técnico sea un
5
Keynes 1936: 142.
6
Hicks 1937.
7
factor dependiente del grado de eficiencia de los modos productivos dominantes, no
existe ninguna regla definida que indique cuándo una alteración técnica se va a hacer
accesible y rentable para su utilización en la producción. Sin embargo, sin importar su
impredicibilidad, una vez que una empresa adoptó un nuevo proceso técnico se impone
a las otras empresas una presión que puede volverse inmanejable. En tal caso, aunque
hayan hecho recientemente una inversión, pueden verse obligadas a cambiar de equipo,
incluyendo a la inversión realizada como un costo caído, es decir, como un costo
irrecuperable.
En esta perspectiva, la inversión es una apuesta. Como tal, puede postergarse para
incrementar la confianza en los resultados, a costa de perder ganancias. Sin embargo, no
puede postergarse eternamente, puesto que los equipos deben reponerse o porque hay
una relación adecuada entre cantidad de capital y cantidad de producto.
v . Y = K*
8
ciclo en que se encuentre la economía, la posibilidad de financiamiento. De ser así, la
inversión neta, en cada período, será una porción de la brecha, implicando que la
empresa se dispone a cerrarla en un período de años.
Esta perspectiva se conoce como “Principio de aceleración” porque, bajo sus supuestos,
un aumento autónomo del producto iniciará, inmediatamente o al cabo de un tiempo, un
proceso de inversión en capital. El principio de aceleración convierte a la inversión en
una función de la variación del producto, un mecanismo automático en el que las
perspectivas subjetivas de los empresarios influyen en los rezagos de reacción, pero no
pueden postergar la inversión efectiva hasta más allá de un momento en el tiempo en
que la misma debe realizarse, a costa de no poder sostener el proceso productivo.
Dado que, una vez que se inició la inversión, K crece más rápido que K*, la secuencia
de expansiones llega a un punto de reversión, en el que K* < K y, entonces, se inicia el
proceso contrario, en el que, a partir de algún momento K comienza a decrecer más
rápido que K*, hasta una nueva reversión, y así sucesivamente 7.
7
Estos ciclos resultan amplificados cuando se incorpora el efecto del multiplicador del gasto
autónomo en la operación del esquema. Si ΔI => ΔY => ΔC y este crecimiento del consumo genera un
nuevo aumento del producto, acentuando el distanciamiento entre K* y K. El proceso resulta simétrico
en las reducciones de la inversión.
9
La teoría (incremental) del acelerador establece que la demanda de inversión se deriva
del incremento en el producto demandado. Esta relación se basa en una tecnología que
permanece sin cambios, por lo cual la única forma de satisfacer un aumento de la
demanda, es ampliando la inversión en capital fijo. De aquí se deduce el coeficiente
(incremental) del acelerador, que es la relación entre la nueva inversión y el cambio en
el producto8.
A corto plazo, puede suponerse que, al comienzo del periodo considerado, las empresas
se encuentran en el límite de planes de inversión que resultan redituables. En este caso,
se tomarán nuevas decisiones de inversión sólo si se revierte al menos una de las
siguientes condiciones: reducido mercado de los productos de la empresa o “riesgo
8
Se designará a la relación indicada en el texto como v’, para diferenciarla de v. Como se indicó,
el valor de v = K/Y, mientras que el de v’ = ΔK/ΔY = I/ ΔY. Se suele denominar a v’ como “relación
incremental capital – producto”. Salvo el caso de alguna innovación técnica importante, es de esperar
que los valores v y v’ sean muy cercanos. Independientemente de los valores específicos que alcancen
las relaciones, las conclusiones del acelerador son similares, tanto usemos la versión total como la
versión incremental.
9
De modo congruente con su formación marxista, el análisis kaleckiano es el encadenamiento
de una serie de pasos objetivamente necesarios, a partir de un requerimiento del sistema. Todo lo más
que concede a la subjetividad, como se verá, es la resistencia a acrecentar el riesgo, en los casos de que
el monto de la inversión a realizar sea una porción importante del capital existente. Sin entrar en
consideraciones más profundas, este límite se acerca a los riesgos de tipo cuantificable, lo que implica
algún grado limitado de incertidumbre y, por tanto, decisiones no sometidas al puro arbitrio
empresarial. Por su parte, el efecto de la subjetividad en Keynes parece exceder los límites habituales
del pensamiento neoclásico, acercándose a situaciones de juego puro, en que las decisiones se toman
sin ninguna posibilidad de mensurar las probabilidades de ocurrencia de los sucesos. Así, mientras en
Kalecki la inversión “hace daño porque es necesaria”, en Keynes lo peligroso es la excesiva cercanía del
comportamiento inversor a las prácticas especulativas, por lo que no se desprecia algún tipo de
orientación extra – empresarial. La experiencia, en los países emergentes, parece volcarse hacia el
automatismo en períodos de rápido crecimiento o de fuerte retraso técnico y hacia una fuerte reticencia
en condiciones políticas no deseadas por el colectivo empresarial o en casos de acentuada inestabilidad
social. Tales condiciones implican políticas de orientación de la inversión sumamente costosas para la
sociedad.
10
creciente”10 y la limitación del mercado de capital, limitantes todas del tamaño de la
empresa capitalista. Estos cambios en las decisiones de inversión pueden derivar de la
acumulación de capital a partir del ahorro bruto corriente, o bien de variaciones de la
tasa de ganancia.
En el primer caso, no sólo puede destinarse una parte de las ganancias corrientes, en
forma de ahorro, a inversión directa en el negocio, sino que el incremento del capital de
la empresa le permitirá obtener nuevos préstamos, permitiendo saltear los mencionados
obstáculos (limitación del mercado de capitales y “riesgo creciente”).
Ahora bien, está claro que la cantidad de ahorro se asocia con el nivel de actividad
económica, mientras que la tasa de aumento de las ganancias, se relaciona con la tasa de
variación de ese nivel. Por lo tanto, el principio del acelerador, que se basa sólo en la
tasa de variación, es insuficiente, desde el punto de vista financiero de la empresa, para
explicar la inversión en capital fijo.
Por otra parte, para Kalecki existen factores adicionales que afectan el gasto de
inversión. Uno de ellos es el incremento neto de equipo de capital por unidad de tiempo.
Cuanto más rápido sea ese incremento, menor será la tasa de decisiones de invertir. Este
factor se asocia con la noción de riesgo creciente derivado del exceso de exposición de
recursos por la empresa, frente a la posibilidad de fracasar.
Otro factor lo constituyen las innovaciones. Aquí cabe distinguir entre las innovaciones
que, propiamente, pueden considerarse cambio técnico 11, por un lado, y los ajustes
paulatinos del equipo de capital de una empresa al estado actual de la tecnología que
10
Cuando explica los límites a la magnitud de la empresa, Kalecki plantea que muchas empresas
no recurren al potencial pleno del mercado de capitales debido al “riesgo creciente” que supone la
ampliación. Afirma que cuanto mayor sea la inversión en relación al capital, mayor será la reducción de
los ingresos si el negocio fracasa.
11
En el sentido de que introducen una alteración sustancial en la proporción de los recursos
productivos utilizados. Estas inversiones están sujetas de manera directa a los límites planteados por
Kalecki, según se indican más arriba.
11
aspira a alcanzar la misma. Estos ajustes incrementales son, en rigor, parte integral del
proceso ordinario de inversión.
Malcolm Sawyer 12 analiza los factores que, según la opinión general, determinan la
demanda de bienes de inversión de una firma, bajo el supuesto de que la empresa sea
maximizadora de beneficios. Otras inversiones (por ejemplo, las públicas), aclara,
pueden realizarse por motivos diferentes.
12
Sawyer, economista radical norteamericano, define a la economía política radical
como un multiparadigma de estudio de la economía que enfatiza cuestiones tales como la
distribución del ingreso, la naturaleza dinámica de la economía capitalista y la acumulación del
capital, entre otras. Cfr. Sawyer (1989).
12
fondos y conservar, de tal modo, capital disponible en reserva. La emisión de
acciones es un mecanismo utilizable, pero puede diluir el valor anterior de la
empresa y debilitar la capacidad del control accionario de la empresa. Por lo
tanto, la existencia de crédito accesible es un factor importante para la decisión
de invertir. Aquí es cuando la tasa de interés adquiere su verdadera importancia
en el proceso de decisión de las inversiones. De hecho, aun disponiendo de
fondos propios, las empresas pueden recurrir al apalancamiento13 de sus
inversiones, puesto que éste libera fondos propios y permite, si la decisión es
acertada, lograr un retorno de la inversión superior al estimado originalmente.
13
Apalancar una inversión consiste en realizarla en parte con fondos prestados. Si se realiza una
inversión que termina dando una ganancia del 10% y el gasto se solventó, en un 50%, con préstamos al
5% de interés, la empresa obtendrá una ganancia del 15% sobre los fondos propios. El apalancamiento
(leverage) es, también, un instrumento para la adquisición o el control de empresas. Una empresa
puede alcanzar el control de otra (poseer más del 50% de las acciones), apalancando la compra. Con
fondos apalancados de la nueva empresa, a su vez, adquirir otra. Estos mecanismos en cascada se
practican a veces por especuladores arriesgados. Si en algún punto del esquema resulta imposible pagar
los intereses, la cascada se derrumba y varias empresas caen en bancarrota. La palanca acrecienta las
pérdidas tanto como las ganancias, si la situación se torna adversa.
14
Este fenómeno se conoce como “profecía auto – cumplida”.
13
D. Ritmo de cambio técnico. Este determinante se basa en dos aspectos a
considerar. Por un lado, las exigencias de la competitividad dentro del propio
mercado. Un período de rápido cambio técnico respecto de un producto impone
a las empresas a ajustarse a la media del mercado, a riesgo de sucumbir bajo las
presiones de la competencia. Por otro lado, importan las perspectivas derivadas
de las ideas de Schumpeter, orientadas a identificar al empresario innovador
como agente transformador del capitalismo. Los seguidores de este autor han
desarrollado la perspectiva, poniendo en evidencia la importancia de los
sistemas nacionales de innovación para una acumulación del capital que
progrese hacia la frontera del avance tecnológico. Según Astarita 15,
15
Astarita, 2011.
16
Cfr. Sawyer, 1989: 380.
14
comportamientos y actitudes mucho más complejos, sobre todo en los países de
desarrollo medio. Sin ánimo taxativo, es posible agregar varias tendencias que operan
en favor o en contra de los procesos de inversión.
En primer lugar, tanto los propietarios de capital nacionales como los extranjeros
tienden a preferir invertir en países cuyos gobiernos cuenten con la anuencia manifiesta
de los organismos financieros multilaterales o de los gobiernos de los países
desarrollados. Se presume que un mejor ambiente de relación inter - gubernamental
refleja un ajuste más adecuado a las tendencias de la economía mundial y que, del
mismo, se derivarán resultados macro o micro – económicos superiores. Este fenómeno,
que emergió con fuerza en la década de 1980, en razón de la llamada “Crisis de la
deuda”, registra matices perversos: países con serias debilidades y colonización del
Estado por elementos asociados a la delincuencia (Italia notoriamente, pero también
México donde se registraron fraudes electorales e, incluso, el asesinato de un candidato
presidencial), con altos niveles de explotación laboral (sobre todo infantil, como
Tailandia o Indonesia) o con políticas muy agresivas hacia el medio ambiente (China,
donde también se registran elevados niveles de corrupción y una distribución del
ingreso intolerable para cualquier país democrático occidental), resultan ser lugares
atractivos para la inversión.
17
A fines de los años ochenta se hizo famosa la frase atribuida a Mario Brodersohn, funcionario
del gobierno de Raúl Alfonsín, dirigida a empresarios y funcionarios norteamericanos: “Todo sería más
fácil si ustedes votaran en Argentina”.
15
A veces resulta que estos dos procesos quedan unidos, puesto que los capitalistas se
trasladan desde los países conflictivos hacia aquellos que cuentan con el beneplácito
externo, aun con sus defectos.
En tercer lugar, aunque menos frecuente, existen procesos de inversión como réplica de
la situación social. El caso paradigmático fue la estrategia de algunas automotrices
italianas, a principios de la década de 1980, para enfrentar el alto grado de combatividad
sindical. La misma consistió en acelerar los procesos de reemplazo de la mano de obra
por máquinas, a un costo que no hacía económicamente rentable la inversión, pero del
que se esperaba que indujera una reducción de los tiempos perdidos con motivos de los
conflictos. Hubo algunos fenómenos de este tipo en los EEUU y los resultados no
tuvieron un signo definido, aunque probablemente se haya logrado una disminución de
la conflictividad laboral. Lo dudoso de este resultado como muestra de la eficacia del
planteo surge del hecho de que la conflictividad se redujo, a nivel global, desde 1980, en
razón del avance de políticas neo – conservadoras, en particular las de Tatcher en Gran
Bretaña y de Reagan en los EEUU.
16
que las firmas de menor tamaño. Éstas, en consecuencia, deberán recurrir a fuentes extra
- bancarias de fondos, más costosas y con peores condiciones de amortización, si no
cuentan con fondos propios en cantidad suficiente. En este terreno adquiere mucha
importancia la existencia de regímenes públicos de promoción de créditos para
empresas con dificultades de financiamiento. Sin embargo, la mera existencia de tales
planes no resuelve el problema necesariamente, puesto que puede suceder que se
establezcan condiciones fiscales o de registro para el acceso a los mismos que las
empresas pequeñas no estén en condiciones de cumplir sin incurrir en costos
prohibitivos.
Para cerrar este largo parágrafo con un tema relacionado con el tamaño de las empresas,
debe considerarse que existen diferencias entre las perspectivas de los propietarios y del
personal jerárquico asalariado que conduce las actividades de las firmas.
18
Todas estas salvedades sobre el tamaño indican una tendencia a la concentración del capital.
Tal tendencia es inherente a la dinámica del capitalismo. La experiencia en Argentina muestra que las
crisis aumentan la tasa de mortalidad de empresas pequeñas y que los procesos de expansión registran
altas tasas de variación del número de las mismas. Hay, de hecho, para cada sector, un tamaño mínimo
requerido para la sobrevivencia de las empresas. Ese tamaño mínimo varía en función de las condiciones
de financiamiento y la estabilidad global de la economía.
19
El elemento central del tema del principal y el agente es el establecimiento, por el principal, de
un esquema de incentivos para que el agente actúe de la manera que aquel desea, habida cuenta de
que éste dispone de mejor información sobre el desenvolvimiento del asunto que los involucra
conjuntamente.
17
bien, el de maximizar sus propios ingresos, derivados de su gestión de la firma.
Nuevamente, en mercados normales, de información perfecta, ante la maximización del
valor de la empresa, el principal concederá a los agentes, una retribución superior a su
mejor alternativa fuera de la empresa. En general, tales pagos incorporan bonus
específicos al final de cada período u opciones de compra de acciones de la empresa, a
precios inferiores a los de mercado.
Una muestra indirecta de este proceso surge de los fenómenos registrados en los EEUU
a fines de la década de 1990, a los que se asignó el nombre de “contabilidad creativa”
18
… ¿Cómo se enriquece usted personalmente? La manera más fácil es darse a si
mismo muchas opciones [de compra] de acciones [y venderlas a esos] precios
inflados…Es bueno ser gerente de una corporación. (Krugman, 2004: 13120).
K* = v . Y
I = I (r, K, be, v, Y)
20
Enron era una empresa de electricidad, Adelphia una operadora de Tv cable, Dynergy una
empresa de energía y WorldCom una de comunicaciones. Todas eran grandes empresas que entraron
en bancarrota en la primera mitad de la década de 2000, por fraudes internos. En los procesos se probó
la connivencia de las firmas de auditoría dedicadas al control de los registros contables. Los directivos
cobraron, antes de la bancarrota bonus de mucho valor o hicieron efectivas ventas de acciones
opcionadas que representaron fortunas para ellos.
19
que se han completado los ajustes. Cuando la corriente fuese mayor, se estaría
expandiendo el equipo de capital por encima del crecimiento habitual, por un ritmo muy
rápido de crecimiento o por una ola de cambio técnico. Cuando la normal fuese mayor,
se estaría registrando un proceso de des – inversión, incluso dejando de reponer parte
del equipo, frente a una crisis importante o a una ola de cambios de orientación global
del aparato productivo.
Hasta aquí consideramos sólo la inversión en equipo. Cabe hacer pequeñas referencias a
las otras fuentes inversoras. Por un lado, la inversión en existencias, se relaciona con la
tasa de variación de la producción, con cierto rezago, pero no necesariamente con el
ahorro corriente. Esto es así ya que las existencias son activos semi-líquidos y puede
conseguirse financiamiento a corto plazo para afrontar cualquier aumento de ellas
derivado del aumento de la producción y las ventas 21. Por el otro, la inversión en
construcciones residenciales, mantiene un ritmo asociado a la expansión del producto,
aunque registra olas de expansión de largo plazo asociadas a las variaciones
demográficas. La inversión en construcciones de infraestructura responden a planes
gubernamentales, por lo que, habitualmente, se consideran dentro de la variable de
Gastos del Gobierno. Por respeto al rigor, debieran diferenciarse del Gasto corriente del
Estado, en la medida que alteran favorablemente las condiciones de reproducción del
sistema.
Gráfico N° 4
21
La inversión en existencias es la decisión de aumentar la cantidad de mercancías terminadas (o
de insumos para su producción), disponibles en los depósitos, con el objeto de responder rápidamente a
incrementos bruscos de la demanda.
20
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Bibliografía
http://rolandoastarita.wordpress.com/category/economia/
http://rolandoastarita.wordpress.com/2011/09/21/inversion-demanda-y-rentabilidad/
Hicks, John R. (1937); Keynes y los “Clásicos”: Una posible interpretación; en Fellner,
W. y Halley, B. F.(Dir.) (1961); Teoría de la distribución de la renta, Madrid,
Aguilar.
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