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“Año de la lucha contra la corrupción e impunidad”

El AGENTE ENCUBIERTO

PRESENTADO:
Alberto Hipólito, SANTIVAÑEZ
LOPEZ
ALUMNO P.N.P
ÁREA:
MAG:

ESCUELA DE EDUCACION SUPERIOR TECNICO


PROFECIONAL P.N.P - PASCO

1
El AGENTE ENCUBIERTO

2
DEDICATORIA

A mi madre con mucho amor y cariño le


dedico todo mi esfuerzo y trabajo puesto
parala realización de esta tesis.

3
AGRADECIMIENTOS

Agradezco a Dios por bendecirme la vida, por guiarne a lo


largo de mi existencia, ser el apoyo y fortaleza en aquellos
momentos de dificultad y de debilidad.

Gracias a mi madre y hermanos, por ser los principales


promotores de mis sueños, por confiar y creer en mis
expectativas, por los consejos, valores y principios que me
han inculcado.

4
INDICE

Error! Bookmark not defined.DEDICATORIA ................................................................ 3

AGRADECIMIENTOS ......................................................................................................... 4

INTRODUCCIONI ................................................................................................................ 6

capitulo 1 MI IDEA DE INVESTIGACIÓN ........................................................................ 5

ORIGEN DEL ESPIONAJE .................................................................................................. 9

MI PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ...................................................................... 11

HISTORIA DEL PROYECTO DE LA LEY DE DROGAS ............................................... 11

LA OPERACIÓN ENCUBIERTA COMO TÉCNICA DE INVESTIGACIÓN ................ 14

UTILIZACIÓN DE LAS OPERACIONES ENCUBIERTAS ............................................ 25

OBJETIVOS DE LA OPERACIÓN ENCUBIERTA ......................................................... 25

TIPOS DE OPERACIONES ENCUBIERTAS ASIGNADAS ........................................... 26

CUALIDADES GENERALES DEL AGENTE ENCUBIERTO ........................................ 27

TEMPERAMENTO ............................................................................................................. 28

CONOCIMIENTO DEL MUNDO CRIMINAL ................................................................. 28

APARIENCIA FÍSICA ........................................................................................................ 28

CAPACIDAD PARA REPRESENTAR SU PAPEL .......................................................... 28

LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR ............................................................................... 29

COMO ESTABLECER LA IDENTIDAD SECRETA ....................................................... 31

BIBLIOGRAFIA ............................................................................................................ 15

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INTRODUCCION

La crítica a la capacidad del sistema penal tradicional para reaccionar frente a la así
llamada "criminalidad organizada" se ha expandido notoriamente en los últimos tiempos.
En efecto, este estudio pretende elaborar una concepción clara y sencilla del Agente
Encubierto en la legislación chilena, conocer especialmente cuál es el rol que cumple en
un procedimiento investigativo, y conocer también personalmente a uno de ellos, cuál ha
sido su peculiar experiencia como agente policial.

Este trabajo pretende analizar, precisamente, este métodos adoptados por la reacción
penal estatal: la introducción en el esquema clásico del procedimiento penal del agente
encubierto, es decir, del miembro de las fuerzas policiales que, ocultando su verdadera
identidad, busca infiltrarse en organizaciones delictivas con el fin de recabar información, y
su compatibilidad con los postulados básicos del derecho procesal penal y la Constitución
Política de la República. Para ello, se tratará fundamentalmente la regulación de dicha
actividad policial en la ley procesal penal, y como normativa básica la ley 20.000 que fue
publicada el 16 de febrero de dos mil cinco, ley que sustituye la ley nº 19.366, y que sanciona
el trafico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas
La ley ha regulado expresamente los presupuestos de su utilización y los límites a los
que su actividad se halla sujeta, sin embargo existen varias inquietudes que pretendo
dispersar con este estudio, especialmente abordar materias que pueden no ser comprendidas
por los ciudadanos comunes, como es el tema de las prácticas policiales de provocación que
se encuentran reguladas en concepciones del estado de necesidad justificante y utilizadas
con previa autorización judicial.

La reforma, sin embargo, presenta al mismo tiempo una serie de problemas


dogmáticos todavía pendientes de una respuesta. En las siguientes páginas se intentará una
descripción de la regulación prevista, y de la discusión en torno a ella, profundizando el
análisis en ciertos puntos particularmente críticos, en donde las normas tal vez chocan

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con postulados básicos de la propia ley e, incluso, con principios consagrados en la
Ley Fundamental chilena. Mi idea de investigación

La idea de investigación de mi estudio es el rol del agente encubierto en la legislación


chilena, específicamente en la aplicación de la ley de drogas y cuál es la ilicitud de su
participación

En atención a conocer algunas de las particulares condiciones en que desarrolla su labor el


agente policial, me ha motivado siempre cuál es su real ánimo en ciertas actividades,
especialmente considerando que el llamado trabajo “sucio” nunca es reconocido
suficientemente, porque los resultados no siempre reflejan el desarrollo de las etapas que
debe recorrer un investigador, los obstáculos que debe enfrentar, y muy especialmente los
grandes peligros que, por su particular labor, puede llegar a ser un verdadero atentado a su
integridad física, es decir, cuándo la labor policial supera la individualidad del sujeto,
sabiendo que podría ser su última actuación. Los agentes policiales, son siempre más que un
número, considero que las instituciones las crean personas, la integran personas y son esas
personas quienes le dan las limitaciones, límites que a veces son muy sutiles o demasiado
estrechos
No obstante, este estudio del agente encubierto me permitirá conocer variados aspectos,
insistamos en que además nos permitirá reconocer un poco más la abnegada labor que
realizan esos grandes servidores públicos, y que sea este mismo estudio un pequeño
homenaje a quienes son capaces de entregar incluso a su familia.

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Mi planteamiento del problema

Para estructurar formalmente la idea de la presente investigación, comenzaremos señalando


que este estudio tiene por objetivo conocer la figura del agente encubierto o informante
infiltrado, cuál es su actividad específica y principalmente lograr establecer si existe ilicitud
en su actuación, es decir, cuándo este agente encubierto realiza una actuación ilícita.
Al conocer y contestar variadas preguntas podremos establecer cuál es la conveniencia de
actuar en forma encubierta por parte de un agente policial, en una determinada investigación
penal, y cuál es el alcance social que puede sufrir un oficial policial al ser reconocido por la
sociedad como agente infiltrado.

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ORIGEN DEL ESPIONAJE

Los primeros orígenes en Japón sobre el espionaje ó Cho-Ho se remontan al siglo VII
(periodo Asuka), cuando el príncipe Shotoku Taishi (574-622 d.c.) venció a Moriya en una
guerra por conseguir las tierras de Omi. La victoria del príncipe Shotoku fue exitosa gracias
a la reunión de una valiosa información enemiga que consiguió de uno de sus guerreros,
llamado Otomo No Sajin.
Debido a la magnifica acción de Otomo, el príncipe Shotoku en agradecimiento le otorgó el
título de “Shinobi”, que significa “espía”, “el que entra desapercibido” ó “el que actúa en
secreto”. Es por ello que es muy común el termino Shinobi en algunos clanes Ninjas
elitistamente entrenados en técnicas de espionaje.
El príncipe Shotoku es considerado el primer gobernante japonés que utilizó los servicios de
los espías para mejorar notablemente sus decisiones y usar los medios más idóneos y
adecuados en sus objetivos políticos, civiles y militares, investigando y reuniendo
información sobre sus enemigos con objeto de debilitarlos y conocer sus intenciones,
estrategias, recursos, potencia militar, etc; así también, como usarlo con la idea de conocer
la verdad entre dos partes en conflicto.
El libro del Gran General Chino Sun Tzu denominado “Sonshi” ó “El Arte de la Guerra”
que data del 500 al 300 a.c. fue introducido en Japón por el mismo príncipe Shotoku, el cual

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lo tomo en uso; al igual, las técnicas de inteligencia militar fueron considerablemente
influenciadas también por consejeros de espionaje chinos.

Formación de los Ryus Ninjas:


Desde el periodo Heihan (794-1185) grupos de militares chinos (con conocimientos
marciales, estratégicos y taoístas) huyeron del derrumbamiento de la dinastía T´ang en China
(hacia el año 900 a.c.) a la caída de los reinos continentales, donde prestaban servicio
generales y jefes militares, estos fueron perseguidos hasta las islas japonesas, donde
encontraron refugio. Las enseñanzas de éstos refugiados se mezclaron con la de Samuráis
(vasallos) y Bushis (guerreros) que también huyeron a las lejanas provincias de Iga y Koga
(en la isla principal de Honshu) para establecerse allí y vivir como granjeros en
circunstancias minoritarias debido a la perdida de su Daimyo en batalla ó por otras diversas
causas.
Entre éstos grupos que vivían fuera de la sociedad en los montes se encontraban también
los Yama-bushis y Shugen-jas (monjes guerreros y místicos de las montañas) y los Sennin
y Gyoja (ermitaños), los cuales todos ellos poseían unos conocimientos místicos derivados
del saber esotérico de la India y el Tibet que heredaron de los monjes chinos que habitaban
en los bosques y cuevas de la península de Kii desde el año 1024 a.c.
Las enseñanzas de estos grupos que convivían en las montañas (refugiados militares chinos,
monjes, ermitaños y guerreros) se mezclaron y fue de ahí como comenzó a tomar forma el
arte del Ninjutsu en sus aisladas villas, formándose de este modo cerca de setenta ryus Ninjas
con habilidades y técnicas especificas de espionaje y combate (armado y desarmado). Entre
ellos, hubo algunos Ninjas expertos en espionaje que comenzaron a vender sus servicios y
habilidades. Los Ninjas, se constituyeron como un grupo de personas particulares, fieles solo
a sus jefes directos y cuyas habilidades eran el resultado de un acondicionamiento físico y
mental iniciado en la infancia y proseguido durante toda la vida; gracias a estas habilidades
adquirieron gran fama y fueron realmente temidos por los Samuráis, hasta el punto que se
les atribuían poderes sobrenaturales, cosa que era en formas alguna cierta.

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Mi planteamiento del problema

Para estructurar formalmente la idea de la presente investigación, comenzaremos señalando


que este estudio tiene por objetivo conocer la figura del agente encubierto o informante
infiltrado, cuál es su actividad específica y principalmente lograr establecer si existe ilicitud
en su actuación, es decir, cuándo este agente encubierto realiza una actuación ilícita.
Al conocer y contestar variadas preguntas podremos establecer cuál es la conveniencia de
actuar en forma encubierta por parte de un agente policial, en una determinada investigación
penal, y cuál es el alcance social que puede sufrir un oficial policial al ser reconocido por la
sociedad como agente infiltrado.

HISTORIA DEL PROYECTO DE LA LEY DE DROGAS

En 1999 se envió al Congreso Nacional un proyecto que tenía como objetivo detener en
Chile el avance de un grave problema social para el cual ni siquiera los países desarrollados
han encontrado una solución efectiva: la Droga. Sin embargo, tras casi 5 años de tramitación
y considerando que este flagelo cuesta al país anualmente alrededor de 54 mil millones de
dólares, los expertos comienzan a dar una voz de alerta ante la inminente necesidad de
implementar y promover políticas públicas que fortalezcan la participación de los padres en
la educación de sus hijos respecto a este tema y ampliar las sanciones aplicables a los delitos
de tráfico, con el fin de parar a tiempo un problema que podría poner en riesgo el futuro de
los niños y jóvenes de nuestro país.

El proyecto enviado a fines de 1999 tuvo como ejes centrales: dar una solución jurídico penal
al denominado "microtráfico", estableciendo, en determinadas situaciones, la posibilidad de
imponer penas inferiores a las que se consideran para los traficantes de grandes cantidades

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de droga; adecuar la legislación penal sobre drogas ilegales a la reforma procesal penal; crear
la Unidad de Análisis Financiero, como un órgano preventivo del denominado "lavado de
dinero" y establecer la obligación de determinadas entidades del ámbito financiero y de otras
instituciones que operan con moneda en efectivo, de hacerle llegar información acerca de
operaciones que pudieran ser sospechosas de tratarse de "lavado de dinero".También mejorar
las facultades del Ministerio Público en la investigación de los delitos relacionados con
drogas ilegales y "lavado de dinero" y establecer mejores mecanismos de protección de
testigos, peritos y funcionarios policiales, y la regulación de las técnicas especiales de
investigación, como agentes encubiertos, informantes y entregas vigiladas.

Se propone crear, además, una nueva técnica investigativa que responde a la actividad del
tráfico en pequeñas cantidades, al que se denomina "agente revelador". En este caso se trata
de un funcionario policial que simula interés en adquirir sustancias estupefacientes o
psicotrópicas, con el propósito de lograr la manifestación o incautación de la droga, a
diferencia del Agente Encubierto que debe involucrarse e investigar a grupos criminales
organizados y de cuyas actuaciones pueden derivarse consecuencias penales, como cuando
se ve obligado a cometer delitos, lo que obliga a legislar respecto de su responsabilidad penal
en este caso específico.

Por otra parte, el año 2002 se promulgó la Ley 19.806 por la que se adecuaron diferentes
leyes a la reforma procesal penal, entre ellas, la ley sobre drogas ilegales.

Además, en el Senado se han logrado importantes avances en materia de mejorar la


regulación de las técnicas investigativas y, en especial, las facultades del Ministerio Público
y la protección a testigos y otros colaboradores del juicio oral. Asimismo, se ha dado un gran
paso en materia de cooperación judicial internacional, al eliminar el trámite de exhortos para
la obtención de pruebas internacionales y validar la prueba que se obtenga por los Fiscales
de un modo directo.

Se ha limitado el concepto de "microtráfico" a "pequeñas cantidades de droga", sin


considerar su pureza o calidad; se han excluido cuatro conductas de tráfico que no se

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benefician con la rebaja de la pena ( importar, exportar, sustraer y poseer); se ha introducido
una definición para la eximente de "uso o consumo personal exclusivo y próximo en el
tiempo", que se aplica sólo a cuatro conductas de tráfico; y se hace referencia únicamente a
la "calidad o pureza de la droga", sin incluir la cantidad de la misma, elemento que ha sido
y es básico para determinar la circunstancia de tratarse de drogas para el uso personal.

Muy pocos países han "legalizado" o dejado sin sanción el suministro y el uso de algunas
drogas. Sólo conozco el caso de la marihuana. Sin embargo, no han podido mostrar
resultados que justifiquen estas excepciones. Por lo demás, los problemas que genera la
llamada "legalización" son mayores que sus beneficios. Basta con observar el problema del
alcohol. Guardando las distancias en cuanto a la naturaleza del alcohol como droga, hoy
tenemos problemas en Chile derivados de las adicciones a las bebidas alcohólicas que más
que duplican los derivados de las drogas ilegales. El tema requiere un tratamiento muy
cuidadoso y resulta sorprendente que aún no se haya integrado la prevención de las
adicciones al alcohol a las tareas de la política nacional sobre drogas.

METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION EN UNA OPERACIÓN POLICIAL


ENCUBIERTA

FUNDAMENTOS DE LA OPERACION ENCUBIERTA

La Sociedad del riesgo


El modelo de la sociedad postindustrial, configurada como una “sociedad del riesgo”
fuertemente marcada por los avances de la ciencia y de la tecnología, por el desarrollo de
los medios de transporte y de comunicación y por un marcado debilitamiento de los
vínculos humanos, ha influenciado, como no, al Derecho penal, particularmente la relación
política criminal y dogmática. la política criminal, que de esa forma pasa a ocupar un lugar
primordial a la hora de dotar de contenido a la dogmática jurídico penal. Por ello es tan
relevante el determinar cuales son los valores que inspiran la persecución penal, porque,
como manifestación de la política criminal del Estado, serán determinantes a la hora de

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dotar de contenido a las diversas instituciones dogmáticas El problema surge a partir de las
particulares características de la delincuencia en la sociedad postindustrial, que obligaría a
relajar algunas normas de imputación penal para hacer frente a esta nueva criminalidad, de
cuño especialmente económico. La preocupación está presente desde la perspectiva de la
tensión existente entre garantía y eficacia. El profesor Silva Sánchez ha propuesto para
hacer frente a esta nueva realidad, un Derecho penal de dos velocidades, la primera con
todos los principios y garantías del Derecho penal liberal, que se reserva para sí las penas
privativas de libertad; y una segunda, que relaja las normas de imputación penal, pero sin
que esté dentro del catálogo de penas aplicables las privativas de libertad. Ahora bien, el
profesor Silva Sánchez se pregunta acerca de si es posible que exista una “tercera
velocidad” del Derecho penal, “en la que el Derecho penal de la cárcel concurra con una
amplia relativización de garantías político criminales, reglas de imputación y criterios
procesales”. Tercera velocidad del Derecho penal que sería análoga a lo que Jakobs ha
denominado “Derecho penal del enemigo”. Se responde que esa tercera velocidad ya
existe. Creo que tiene razón. Nuestra ley de drogas número 20.000 es una manifestación
Esta ley es prueba de la sensación de miedo y consecuente privilegio por la seguridad
existente en la sociedad postindustrial
Tal como señala el profesor Silva Sánchez, “el otro se muestra muchas veces precisamente,
ante todo, como un riesgo, lo que constituye la otra dimensión (no tecnológica) de la
sociedad del riesgo”. Ese miedo ante el otro si bien se manifiesta principalmente en el
ámbito de la seguridad individual, siendo el caso de la ley antidrogas una prueba
manifiesta de su existencia, está presente en todo ámbito, incluso en el de las relaciones
personales, aunque de otro modo, evidentemente.
erp@uribe-etxeverria.cl
http://scholar.google.com/scholar?q=historia+del+agente+encubierto+en+chile&hl=es&cr
=countryCL&client=firefox-
a&channel=s&rls=org.mozilla::official&hs=njT&pwst=1&um=1&ie=UTF-8&oi=scholart

El agente encubierto en la ley de drogas y la ilicitud en su


participación
El artículo 25 de la ley número 20.000, que sanciona el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y
Sustancias Psicotrópicas, publicada en el Diario Oficial con fecha 16.02.05, señala en su

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primer inciso que: “El Ministerio Público podrá autorizar a funcionarios policiales para que
se desempeñen como agentes encubiertos o agentes reveladores y, a propuesta de dichos
funcionarios, para que determinados informantes de esos Servicios actúen en alguna de las
dos calidades anteriores”.
Se ha sostenido que son agentes encubiertos aquellos funcionarios policiales que actúan en
la clandestinidad, generalmente con otra identidad, y que desempeñan tareas de represión y
prevención del crimen mediante la infiltración en organizaciones criminales a fin de
descubrir a las personas que las dirigen, recabando pruebas y prestando testimonio de cargo
ante la justicia. Si ya esta figura es controvertida, el hecho que se faculte al fiscal para
introducir un agente encubierto sin autorización judicial previa lo es aun más1.
Tal como señala el artículo 25 de la Ley número 20.000, siendo el propósito del agente
revelador lograr la manifestación de la droga, en ocasiones es difícil determinar si existía o
no la resolución del delinquir antes de la actuación de dicho agente. En muchos casos se ha
visto que no existía antes de la actuación provocadora del agente. RUIZ ANTÓN, Luis
Felipe. “El agente provocador en el Derecho Penal”. En: INSTITUTO DE
CRIMINOLOGIA DE LA UNIVERSIDAD
RIQUELME P., Eduardo. “El agente encubierto en la ley de drogas. La lucha contra la droga
en la sociedad del riesgo”. Polít. Crim. nº 2, A2, 2006, p. 1-17.
Tal vez no exista problema considerando que la droga es un cáncer social, que esclaviza a la
juventud, tejiendo una red de corrupción y delito, constituye una verdadera lacra social que
debe ser eliminada a cualquier costo ¿A cualquier costo?
Si bien el Ministerio Público dirige la investigación criminal, diversas son las normas que
establecen la exigencia de “autorización judicial previa” en el caso de afectaciones de
garantías constitucionales. El artículo 83 de la Constitución dispone que: “El Ministerio
Público podrá impartir órdenes directas a las Fuerzas de Orden y Seguridad durante la
investigación. Sin embargo, las actuaciones que priven al imputado o a terceros del ejercicio
de los derechos que esta Constitución asegura, o lo restrinjan o perturben, requerirá
autorización judicial previa”; encontrándose dicha exigencia, a su vez, recogida en el artículo
9º del Código Procesal Penal, que establece que: “Toda actuación del procedimiento que
privare al imputado o a un tercero del ejercicio de los derechos que la Constitución asegura,

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o lo restringiere o perturbare, requerirá autorización judicial previa”. El artículo 24 de la Ley
número 20.000 establece que toda actuación de investigación referida en la ley se aplicará
“de conformidad a las disposiciones del Código Procesal Penal”.
Actuación de agente encubierto y vulneración de garantías fundamentales.
Es importante discutir si la actuación de un agente encubierto vulnera o no garantía
constitucional alguna, o al menos no necesariamente
Pareciera han entendido nuestros legisladores que la actuación de un agente encubierto no
vulnera garantía constitucional alguna, no siendo necesario requerir autorización judicial
sino cuando éste pretenda efectuar una acción de investigación que afecte una garantía
constitucional. De esta forma, el agente encubierto actuaría en dos etapas. Primero exploraría
el ambiente y luego, cuando ya la investigación se encamine en contra de una persona
determinada, sería necesaria la autorización judicial; y una segunda, en la que la
investigación toma rumbodefinido y se dirige contra persona determinada. Sólo a partir del
segundo momento puede considerarse la infiltración restrictiva del derecho fundamental
Pero, dado que esta exploración del mundo del crimen a través de la confusión de unpolicía
en el hampa, desde siempre ha sido técnica de investigación de las policías (por ejemplo las
comisiones civiles de Carabineros), es lógico suponer que si se ha establecido como norma
especial en la nueva legislación antidrogas -estableciéndose en el inciso 3º
.
RIQUELME P., Eduardo. “El agente encubierto en la ley de drogas. La lucha contra la droga
en la sociedad del riesgo”. Polít. crim. nº 2, A2, 2006, p. 1-17.
del artículo 25 citado que: “El agente encubierto podrá tener una historia ficticia. La
Dirección Nacional de Servicio de Registro Civil e Identificación deberá otorgar los medios
necesarios para la oportuna y debida materialización de ésta”- es porque se pretende algo
más que la simple confusión exploratoria, incluso en el primer momento.
Se busca la obtención de información mediante la observación y escucha directa e, incluso,
usando medios técnicos, la incorporación de dicha información al proceso penal como
prueba lícita de cargo. Por ello, no es extraño imaginar un agente encubierto en fase
exploratoria invitado a ingresar al domicilio particular de un narcotraficante. El policía, o
civil en su caso, se encontraría teóricamente impedido, dado que al importar dicho acto de
investigación vulneración de una garantía constitucional, requiere autorización judicial
previa. Si ingresa, toda la información que obtenga no podría ser utilizada como prueba de

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cargo, ya que sería prueba ilícita al haberse obtenido con vulneración de derechos
fundamentales30, ilicitud que incluso puede contaminar otras pruebas que se deriven de ella.
Si no lo hace, el investigado podría sospechar, corriendo riesgo, al menos, la operación.
¿Alguien cree que el policía no entrará al domicilio? Se dirá que no es posible obtener la
autorización judicial previa en este caso, ya que el policía no estaba en condiciones de saber
previamente que sería invitado a ingresar, por lo que “siendo imposible, no está obligado”,
lo que no empecería de modo alguno la facultad del imputado de ejercer su derecho de
defensa por medio, en este caso, de la exclusión de prueba ilícita. De ahí que sea necesario
obtener la correspondiente autorización judicial, denominada por el artículo 205 del Código
Procesal Penal “entrada y registro de lugares cerrados”, para el ingreso del agente encubierto
al domicilio del investigado. Sólo con la exigencia de autorización judicial es posible
imponer plazo para la actuación del agente. Considerando que el plazo máximo para efectuar
un allanamiento es de 10 días, si el agente encubierto pudiera ingresar al domicilio del
sospechoso investigado sin autorización ni plazo judicial, entonces, esta norma, el artículo
205, perdería todo su sentido. La autorización del Fiscal para la actuación del agente
encubierto “no contiene” la de ingresar al domicilio, aunque sea imposible desarrollar la
función de agente encubierto con esa limitación y aunque el plazo de 10 días sea
excesivamente breve para operaciones que necesitan en general tiempos más prolongados.
En mi opinión, no podría sostenerse que el agente encubierto está facultado para realizar
cualquier actividad en el desempeño de su cargo –como ingresar y revisar domicilios,
interceptar y grabar comunicaciones telefónicas, abrir correspondencia- sin autorización
judicial. Razonar en contrario importaría sostener que la autorización del Fiscal para la
actuación de los referidos agentes equivale a todas las autorizaciones judiciales de que tratan
los artículos 205, 209, 217, 218, 222 y 226 delCódigo Procesal Penal. El Fiscal, o más
propiamente la persecución penal, en esta
29 CABEZUDO BAJO, María José. La inviolabilidad del domicilio y el proceso penal.
Madrid: Iustel,
2004, p. 80.
MONTAÑEZ PARDO, Miguel Angel. La presunción de Inocencia. Análisis Doctrinal y
Jurisprudencial.
Pamplona: Aranzadi, 1999, p. 115 - 118.

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RIQUELME P., Eduardo. “El agente encubierto en la ley de drogas. La lucha contra la droga
en
la sociedad del riesgo”. Polít. crim. nº 2, A2, 2006, p. 1-17.
hipótesis, tendría un poder total, pudiendo saltarse todos los controles y registros.
Seguramente no ha sido ese el propósito de nuestros legisladores. Por otro lado, el artículo
205 citado posee la hipótesis que el propietario o encargado del lugar objeto del registro
consienta en la práctica de la diligencia. En este caso, es evidente que el consentimiento al
ingreso del agente no corresponde al referido en el artículo 205, ya que no puede consentir
aquel que desconoce lo que hace. En este caso no hay consentimiento, y si lo hay está
viciado, ya que se basa en un error. La situación descrita es posible que acontezca, ya que
nuestro sistema no establece plazo alguno para la investigación en la primera etapa. Luego,
cuando sea necesario obtener autorización judicial, evidentemente el Juez debe fijar un plazo
de actuación, pero al comienzo, en la fase exploratoria, no existe plazo. Sin autorización,
constancia ni plazo judicial existe la posibilidad de autorizaciones ex-post para justificar
actuaciones ocasionales de la policía.
Pero también la excesiva prolongación de la actuación de estos agentes podría presentarse
como atentatoria de la dignidad humana, desde la perspectiva de la falsedad en la
instrumentalización de los innegables lazos de afecto, cariño y amistad que de forma natural
los seres humanos desarrollamos con quienes están por mucho tiempo al lado nuestro en el
diario vivir.
En virtud de lo expuesto, se podría afirmar lo siguiente: si ya es discutible que el Estado
pueda, para conseguir un fin, entrometerse en nuestra esfera. Ello es preocupante desde la
perspectiva que, según algunos autores, el hecho mismo de la infiltración policial en una
organización vulnera derechos fundamentales, tal como la garantía constitucional de
“derecho a la intimidad” (artículo 19 número 4 de la Constitución, que asegura el “respeto y
protección a la vida privada y pública” de toda persona); y garantías procesales como las de
presunción de inocencia (artículo 4º del Código Procesal Penal) y derecho a guardar silencio
(artículo 93 letra g) del Código Procesal Penal)
En efecto, el engaño de que se sirve el Estado a través de su agente encubierto le permite
acceder a determinas facetas de intimidad de las personas objeto de la investigación e incluso
de personas que no ostentan la calidad de sospechosos32. El acceso a la información no
distingue entre el primer momento y el posterior de autorización judicial.

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Por ello la simple infiltración, se ha sostenido, es en sí misma lesiva para el derecho al libre
desarrollo de la personalidad de los ciudadanos en la perspectiva de un entorno en que resulte
posible la comunicación sin la interferencia del poder.

Presunción de inocencia y autorización de actuación del agente


encubierto.
Por otra parte, establece el artículo 4º del Código Procesal Penal la garantía de presunción
de inocencia de todo imputado, disponiendo que ninguna persona será considerada como
culpable ni tratada como tal en tanto no fuere condenada por sentencia firme. Si un Fiscal
autoriza la infiltración de un agente del Estado en la esfera privada del investigado es claro
que es porque el Fiscal “sospecha” de esa persona. Se dirá que cada vez que el Ministerio
Público investiga a alguien es porque sospecha de él; de lo contrario, si nadie fuera -o pudiera
ser- sospechoso, ninguna persona sería investigada, lo que afectaría el fin político criminal
de prevenir delitos y no tan sólo castigarlos. Es cierto, pero si tales actos de investigación,
que se basan en la sospecha, afectan garantías, tenemos la tranquilidad que es indispensable
obtener autorización de un Juez. Sólo él nos da confianza de tomar una decisión ponderada,
examinando las variables, usando la razón y la prudencia. Se responderá que el Ministerio
Público es una entidad .El investigador encubierto cumple una función tanto preventiva,
como represiva. Y esa dualidad de funciones genera un sincretismo en cuanto a los
presupuestos -policiales y procesales- que fundamentan su entrada en acción: así, un
investigador clandestino, actuado como medio de prevención contra el delito, podría en
cualquier momento hacer cambiar de polo su función, pasando a desempeñar la de
persecución penal. Y a la inversa, quien investiga habiendo recibido un cometido represivo,
podría llevarlo a cabo también como control preventivo”. Ningún Juez de Garantía decretaría
una medida de investigación que afecte derechos fundamentales, por ejemplo la
interceptación y grabación de comunicaciones telefónicas, para prevenir delitos; o dicho de
otro modo, sin antecedentes serios de la existencia del delito que se investiga. En el caso del
agente encuberto, no tenemos esa tranquilidad.
En algunos ordenamientos se ha enfrentado la fuerza probatoria de la información recogida
por un agente encubierto, desde la perspectiva que, en verdad, las preguntas que él efectúa
al investigado son un genuino interrogatorio prohibido37, afectándose de esta forma el
“derecho a guardar silencio”. Señala el artículo 195 del Código Procesal Penal

19
El artículo 83 inciso primero de la Constitución establece que el Ministerio Público deberá
investigar los hechos que determinen la participación punible y los que acrediten la inocencia
del imputado. El artículo
77 del Código Procesal Penal hace referencia expresa al principio de objetividad.
En:
RIQUELME P., Eduardo. “El agente encubierto en la ley de drogas. La lucha contra la droga
en
la sociedad del riesgo”. Polít. crim. nº 2, A2, 2006, p. 1-17.
que “están prohibidos los métodos de investigación y de interrogatorio que menoscaben o
coarten la libertad del imputado para declarar, no pudiendo ser sometido a ninguna clase de
coacción, agregando luego, en el inciso 2º, entre otras, la prohibición de engaño. Y es
evidente que es precisamente mediante engaño que el agente encubierto obtiene la
declaración que reproducirá en juicio o que servirá para obtener otras pruebas. Es mediante
engaño porque el agente encubierto se hace pasar por quien no es. Simula identidad, historia
e interés no real. Evidentemente el montaje es un engaño para el investigado, que no pierde
su condición de tal por el hecho de estar justificado en ciertos casos.
Riesgos de la ausencia de límite a la proporcionalidad en la causal de justificación aplicable
al agente encubierto.
El agente encubierto traiciona la confianza del investigado. Este conflicto, que ha servido de
inspiración, es muy real e incluso dramático desde el punto de vista del investigado y en no
pocas ocasiones del propio agente encubierto, quien se puede ver enfrentado a un dilema
ético al tener que convivir con la traición. Se sostiene que el empleo de la técnica del agente
encubierto evidencia que el Estado se vale de un medio reñido con la ética en la represión
del narcotráfico, ya que éste puede llegar a cometer delitos en el desempeño de su función.
De hecho, el inciso final del artículo 25 tantas veces referido, señala que: “El agente
encubierto, el agente revelador y el informante en sus actuaciones como agente encubierto o
agente revelador, estarán exentos de responsabilidad criminal por aquellos delitos en que
deban incurrir o que no hayan podido impedir, siempre que sean consecuencia necesaria del
desarrollo de la investigación y guarden la debida proporcionalidad con la finalidad de la
misma”. La exención de responsabilidad criminal no se reduce a delitos de la ley de drogas,
sino que es amplia, cierto que con el límite de proporcionalidad, pero ¿y si es necesario que
el policía robe o lesione para ganarse la confianza del grupo? Además el criterio de la

20
proporcionalidad es incluso peligroso si no se establece un límite: ¿Para desbaratar la más
grande operación de droga hecha por la más peligrosa banda de narcotraficantes del país,
podría el agente encubierto participar impunemente en un homicidio?

El riesgo de la provocación.

Por otro lado, el grupo infiltrado no necesariamente debe ser una banda de narcotraficantes,
entendiendo por tal, un grupo de individuos que se dedique a cometer dichos delitos o que
al menos los hayan cometido, sino que basta que sea un grupo de sujetos que se apresten a
cometer delitos. En efecto, el artículo 25 de la ley en comentario faculta la introducción de
un agente en “meras asociaciones o agrupaciones con propósitos delictivos”, con el fin de
identificar participantes, reunir información y recoger antecedentes. Esta situación podría
ciertamente generar conflicto a la hora de ponderar la aplicación del artículo 15 número 2
del Código Penal, dado que el agente encubierto podría asumir un rol de inductor del delito,
para que sea más contundente el material probatorio de la acusación, o para que la misión
sea más exitosa. ¿Dónde termina el rol del miembro de la banda y comienza la inducción al
delito? Dado que el agente encubierto puede ser considerado por la banda como uno más, y
por tanto con capacidad de iniciativa, decisión e incluso planificación, puede darse el caso
de un agente que convenza a sus pares para realizar una operación de droga, lo que
constituiría una clara provocación del delito.
Se ha señalado que el límite entre una provocación legitima y otra ilegitima está en la
condición que posea el sujeto provocado. Ello implica que los casos de provocación ilícita
de delitos son aquellos en los que el provocado no se disponía de modo alguno a cometer el
delito. Dicho de otro modo, casos en que nunca el provocado hubiera cometido el delito de
no mediar la acción provocadora del agente. Por el contrario, aquellos casos en que la
provocación lo que hace es simplemente acelerar la consumación de un delito que de todas
formas iba a ser cometido, serían casos de provocación “legítima”. Lo anterior revelaría que
no toda provocación sería ilegal, sino sólo aquella que hace nacer en el provocado la voluntad
criminal. En estos casos, la provocación se acerca decididamente a la instigación del delito,
figura recogida en el artículo 15 Nº 2 del Código Penal, y por tanto es ilícita. Esta
provocación-inducción de modo alguna podría sostenerse que está cubierta por la causal de
justificación general del artículo 25 de la ley en comentario, que tendría por finalidad más

21
bien otorgar una protección a la labor del agente encubierto y no ser fuente de impunidad a
las trampas que la persecución penal pudiera tender hacia ciudadanos honestos.
En todo caso, no siempre será fácil determinar si el sujeto provocado tenía o no, de antemano,
la voluntad de cometer delito. O, si, de no mediar la provocación, no lo hubieran cometido.
En esos casos, lo razonable pareciera que es, si bien no sancionar al agente encubierto, salvo
manifestaciones muy groseras de intención de hacer nacer la voluntad criminal en gente
honesta, tampoco sancionar a los provocados, salvo, por contrario, casos de manifiesto dolo
criminal de comisión de delitos de infracción a ley de drogas. En casos de dudas, frente a la
actuación provocadora del agente, debe optarse por
la absolución.
El fundamento de la absolución del agente encubierto en casos de provocación se ha dicho
está en que él no quiere el resultado criminal, el que más bien pretende evitar. Pero, parece
una contradicción que se pretenda evitar el resultado criminal a través del incentivo a su
comisión por parte de la persona que se pretende sancionar. Ello recuerda el origen de la
figura del agente provocador, el que está en el periodo del absolutismo francés. En aquella
época se pagaba a informantes para que mantuvieran al tanto a los gobernantes acerca de los
pasos que daban o pensaban dar los opositores. A medida que más información aportaban,
más suculentas eran las recompensas. A poco andar, estos informantes pasaron del espionaje
y la delación hacía la provocación de actividades subversivas contra el régimen. El incentivo
de la recompensa estaba en mente. Su intención no era prevenir delitos, sino más bien
cometerlos o incentivar su comisión para luego descubrirlos y reprimirlos. Se ve que un
comportamiento de ese tipo, si bien puede ser efectivo para reprimir al “enemigo”, se aleja
por completo del Estado de Derecho.
¿Puede una técnica investigativa eficaz aplicarse aun cuando lesione las garantías del
Estado de Derecho? ¿Es la eficacia el único parámetro para evaluar la corrección de una
técnica investigativa? Si bien es discutible que se pudiera legitimar la actuación de un agente
encubierto en rol provocador para reprimir delitos graves, por ejemplo para que aquellos que
los han cometido los vuelvan a cometer, es indiscutiblemente ilegítimo que se provoque a
un sujeto que no ha cometido delito alguno con el fin de hacerlo caer en la trampa y
sancionarlo. Por ello el hecho que autorice la actuación del un agente encubierto en
organizaciones que se “apresten” a cometer delitos es riesgoso, desde la perspectiva que
pueden ser personas que no hayan cometido delito alguno nunca, que ni siquiera tengan claro

22
el cómo cometer el delito de tráfico, y que, quizás, de no mediar la acción del agente
encubierto, jamás lo hubieran concretado. En estos casos, ¿debe la persecución penal tener
poder total para actuar, tentando al ciudadano, sin riesgo alguno de sanción penal, siendo su
“peor escenario” la no aplicación de castigo para el provocado?
¿Es recomendable este grado de autonomía por parte del Ministerio Público40? Se podría
sostener que si ya es discutible que el Estado pueda, para conseguir un fin, entrometerse en
nuestra esfera de intimidad, es intolerable que se otorgue la facultad al Ministerio Público
sin autorización judicial previa, dado que la actuación de un agente encubierto vulnera, o
está en riesgo latente de vulnerar, garantías fundamentales. No se divisa cuál es el
inconveniente que se exija autorización judicial previa para la actuación de un agente
encubierto. No es posible afirmar que esta exigencia pudiera retardar una diligencia de
infiltración policial. Ello dado que, por una parte, estas diligencias no son repentinas, sino
que muy por el contrario, son fruto de un esfuerzo investigativo que requiere tiempo; y por
otra, sabemos que los Fiscales requieren autorización a los Jueces de Garantía
frecuentemente de forma rápida, vía telefónica, lo que eliminaría el argumento de la
“lentitud” judicial. Si bien es cierto que la lucha contra el tráfico ilícito de drogas es muy
importante para la comunidad, dado la innegable fuerza criminógena que posee este delito,
también lo es el hecho que en estas situaciones límites es donde se ve la fuerza moral de los
principios que deben inspirar la persecución penal. Una persecución penal bajo la lógica de
“A
RIQUELME P., Eduardo. “El agente encubierto en la ley de drogas. La lucha contra la droga
en
la sociedad del riesgo”. Polít. crim. nº 2, A2, 2006, p. 1-17.
grandes males, grandes soluciones”, no es capaz de imprimir legitimidad a las medidas que
en nombre de la eficacia se tomen. Y esta referencia a Hobbes no es antojadiza. Jakobs ha
basado algunos de sus planteamientos más polémicos en este filósofo inglés nacido a fines
del siglo XVI.
Si bien es cierto, como señala el profesor Silva Sánchez, que la atribución de responsabilidad
científica por la expansión del Derecho penal obedece a razones mucho más profundas que
la teoría funcional normativa de Jakobs, modelo que incluso abre la puerta a consideraciones
críticas sobre la posibilidad de una disfuncionalidad por exceso de punición43; no es menos
cierto el hecho que el apoyo de Jakobs en Hobbes da cuenta de un pensamiento que establece

23
condiciones para un modelo que observa al Estado de una forma diversa que la pensada por
los liberales del siglo XVIII, esto es, no como depositario de la soberanía individual y sobre
todo como “entidad protectora de los ciudadanos”, sino como el “Leviatán”. Así, en el
presente, cada vez que el Estado identifica el mal dirige todo el poder institucional a su
destrucción. El monstruo creado para proteger al hombre, como toda bestia, no reconoce a
su creador y lo ataca, al confundirlo con su enemigo46. Para tal cometido, en efecto, no
importará tanto el medio como el fin.
Si bien la técnica del agente encubierto parece cuestionable pero tolerable, no lo es el obviar
la autorización judicial previa. Creo que atendido el evidente brío con que el Tribunal
Constitucional está desarrollando su labor a partir de la última reforma a la Constitución que
depositó en él el recurso de inaplicabilidad por inconstitucionalidad, pronto veremos algún
recurso del inaplicabilidad del artículo 25 de la ley de drogas, o bien tendremos conocimiento
de exclusión de prueba obtenida por agentes encubiertos por vulneración de garantías
fundamentales, o sabremos de alguna audiencia de cautela de garantías de algún investigado
que tome conocimiento que su “amigo” era en verdad un agente policial, o, en fin,
escucharemos de “teorías del caso” que se basen en la ilegitimidad del testimonio obtenido
por agentes encubiertos.

LA OPERACIÓN ENCUBIERTA COMO TÉCNICA DE


INVESTIGACIÓN
El empleo de la operación secreta como técnica de investigación requiere extensa
planificación, preparación y aplicación de todos los medios. La operación secreta es una
forma de investigación en la que el agente asume una identidad diferente para poder obtener
información.
Los organismos policíacos han utilizado operaciones secretas desde hace mucho tiempo para
obtener información sobre las actividades de los delincuentes. Las operaciones secretas
representan una técnica muy útil para obtener información sobre muchos tipos de crímenes

24
y son prácticamente indispensables para poder desarrollar un servicio de información. Hasta
qué punto el agente debe utilizar esta técnica dependerá totalmente de la investigación en
cuestión.
El agente que utiliza técnicas secretas tendrá que hacer frente a ciertos problemas que
no
tendría que enfrentar en otras actividades policíacas y a ciertas complicaciones que imponen
exigencias muy duras. El individuo que actúa como agente secreto tiene que superar esas
exigencias por medio de su habilidad, inteligencia, iniciativa, energía y valor.

UTILIZACIÓN DE LAS OPERACIONES ENCUBIERTAS

Las técnicas secretas pueden utilizarse cuando la


información o pruebas no se pueden obtener fácilmente por medio de una investigación
abierta; cuando una investigación abierta ha resultado infructuosa, o cuando una operación
secreta
parece indicar que reducirá el tiempo y los gastos necesarios para llevar a cabo una
investigación.
Conviene señalar que la utilización inadecuada de una operación secreta podría ser muy
costosa tanto en recursos humanos como en dinero. Antes de tomar la decisión dé implantar
esta técnica, deben considerarse ciertos factores principales, que son: 1) el alcance de la
actividad criminal y los resultados que se espera lograr; 2) el límite de tiempo; 3) la
complejidad de la preparación necesaria, y 4) la dificultad que va a haber para infiltrar el
grupo.

OBJETIVOS DE LA OPERACIÓN ENCUBIERTA


1. Obtener información secreta
2. Obtener pruebas que puedan utilizarse para el procesamiento.
3. Determinar si se planea o se comete un crimen. -
4. Identificar los individuos involucrados en las actividades criminales.
5. Probar la asociación entre los conspiradores.
6. Identificar los testigos y los informadores.
7. Comprobar la confiabilidad de los informadores.

25
8. Localizar el contrabando y/o los bienes robados.
9. Determinar la hora más ventajosa para llevar a cabo los arrestos o ejecutar
las órdenes de registro.

TIPOS DE OPERACIONES ENCUBIERTAS ASIGNADAS


La naturaleza de las actividades secretas puede variar grandemente. Una
determinada operación podría requerir que el agente se tenga que poner en
situaciones o escenarios diferentes que pondrán a plena prueba su habilidad,
adaptación y resistencia.

En una operación improvisada se requiere que el agente que está llevando a cabo
una investigación abierta, asuma una personalidad fingida para hacer
investigaciones. Por ejemplo, el agente puede hacerse pasar por un vendedor
cuando desea hablar con una tercera persona o con cualquier otra fuente
involuntaria.
Una operación única es aquélla en la que el agente ha recibido información de que
se
están llevando a cabo ciertas actividades ilegales en un determinado lugar. Una
visita secreta
al lugar sospechoso ayudará a determinar si vale la pena proseguir con una
investigación más
detallada de la información.
La operación prolongada puede durar desde unos cuantos días hasta varios meses.
Durante este tiempo, el agente secreto se reúne con el sospechoso infrecuentemente
para llevar adelante la investigación. El agente actúa como agente secreto sólo por
un corto tiempo para esa investigación y la mayor parte del tiempo lo dedica a sus
obligaciones como agente de la ley. La mayor parte de los trabajos asignados a un
agente secreto caen dentro de esta categoría.
La operación de penetración, que podría ser también una cobertura profunda, es
aquélla que requiere una amplia planificación y preparación. El agente secreto
asume una identidad totalmente nueva y su estilo de vida se conforma con su nuevo
papel asumido. La misión puede durar desde unas cuantas semanas hasta varios
meses y requiere que el agente secreto se separe totalmente de su estilo de vida
actual, familia, amigos y trabajo. No está exenta de serios problemas a medida que
26
el plazo de duración del trabajo aumenta. Ciertos estudios han indicado que cuanto
más dure la misión, tanto más el agente perderá contacto con la realidad y llegará
de hecho a hacerse parte del medio o el grupo que se está investigando.

CUALIDADES GENERALES DEL AGENTE ENCUBIERTO

Buena disposición
La cualidad principal de un agente encubierto es una buena disposición para realizar
el
trabajo. Su mayor o menor éxito en su trabajo secreto dependerá directamente de lo
dispuesto
que esté a aceptar su trabajo.

Confianza en sí mismo :
Para que un agente encubierto tenga éxito en su tarea, tiene que tener total confianza
en sí mismo para desempeñar el papel que se le ha asignado. Un trabajo secreto es
esencialmente la representación de un papel limitada solamente por la imaginación
y la habilidad del agente. La falta de confianza en su papel daría lugar a que el
infractor descubra su papel.

Iniciativa y buen juicio


El agente encubierto tiene que utilizar cada minuto de su tiempo para su propia
ventaja,
concentrando constantemente sus pensamientos en sus objetivos globales. El agente
tiene que
analizar todo lo que ve y escucha y estar en condiciones de emprender una acción
basada en un
buen juicio. -Además, el agente tiene que utilizar su mejor juicio para no arriesgar
la seguridad
de la operación secreta o del equipo de vigilancia. Si el problema de la seguridad es
"insuperable", entonces se deberá preguntar: "¿Por qué estamos haciendo esto?"
Las
instrucciones que los superiores le dan al agente se limitarán normalmente a una
declaración de
la política general y a los objetivos deseados. El agente debe estar en condiciones
27
de tomar sus
propias decisiones y actuar sin la ayuda de asesoramiento.

Temperamento
Un buen agente encubierto posee una personalidad calmada, afable y paciente. En
el papel que desempeña, tendrá que trabajar en condiciones peligrosas sin mostrar
sus emociones.

Conocimiento del mundo criminal


Sin este conocimiento, el agente no estaña en condiciones de enfrentarse con el
criminal en sus propios términos. Para asociarse con el mundo criminal es necesario
que el agente encubierto posea los mismos conocimientos, ideas, antecedentes,
lenguaje y jerga que muestren el criminal y sus cómplices. El agente secreto debe
también tener un pleno conocimiento de la manera como el criminal planea y
ejecuta sus actividades criminales. Las normas de moralidad de los sospechosos son
enteramente diferentes de aquéllas a las que el agente está acostumbrado. El agente
debe estar preparado para responder a cualquier esfuerzo que lo pudiera poner en
una situación comprometedora.

Apariencia física
La apariencia física del agente encubierto no es de gran importancia, a menos que
constituya un indicio de su verdadera identidad o que no corresponda a la historia
de sus antecedentes. O dicho en otras palabras, el agente debe tener mucho cuidado
con el papel que representa o la personalidad que ha asumido. Si el agente secreto
se hace pasar por obrero, entonces éste debe tener la apariencia física de un obrero,
debe tener buenos músculos, manos callosas y posiblemente la piel rojiza. En
aquellas zonas donde exista una influencia étnica determinada es mucho mejor
utilizar un agente con antecedentes similares a los de las personas con las que trate
de hacer negocios.

Capacidad para representar su papel


Al asumir un papel secreto, el agente tendrá que mostrar un gran talento dramático.
Durante un corto tiempo, el agente secreto tendrá que adoptar realmente las mismas
características, niveles de vida, métodos, actitud, psicología y otras peculiaridades
28
que conforman el carácter del sujeto. Para representar bien el papel, es necesario
poseer una vigilancia y concentración para mantener la identidad asumida. La vida
del agente puede muy bien depender de esa capacidad general que éste tenga para
actuar.

Pericia técnica
La corroboración efectiva de las actividades y declaraciones de un agente
encubierto puede depender en gran medida de lo familiarizado que éste esté con el
equipo técnico que se utilice. El equipo técnico se utiliza principalmente para
proteger al agente secreto y para registrar o grabar exactamente las actividades y
declaraciones del sospechoso. Uno de esos dispositivos utilizados permite a los
agentes de vigilancia seguir las declaraciones, actividades y movimientos tanto del
agente secreto como del sospechoso. Otro dispositivo que no transmite
conversaciones dará la alerta al equipo de vigilancia sobre un peligro inminente
para el agente encubierto. Antes de utilizar cualquiera de estos dispositivos, el
agente secreto deberá familiarizarse con las directrices que dan instrucciones sobre
cómo utilizarlos.

LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR

Analizar el trabajo asignado y determinar el objetivo


Al prepararse para el trabajo asignado, el agente encubierto debe analizar el trabajo
asignado
como sigue:
1. Eligiendo su supuesta identidad.
2. Determinando la historia de sus antecedentes.
3. Obteniendo un conocimiento del sospechoso y sus cómplices.
4. Examinando la información disponible.
5. Planeando la manera de presentarse o encontrarse con el sospechoso.

Después de prepararse para su papel en la operación secreta, el agente secreto, en


colaboración con sus superiores y otros agentes secretos, determinarán el objetivo
de la investigación y establecerá los planes necesarios para lograrlo.
29
Seleccionar el método de acercamiento
El objetivo de la investigación encubierta determinará normalmente el método que
deberá utilizarse. Si el objetivo es un individuo, el agente tendrá que ser aceptado
por el sospechoso. Esto puede lograrse bien utilizando un informador o
frecuentando el agente secreto los "paraderos" del sospechoso para darse a conocer
al sospechoso y sus cómplices. Estos mismos métodos se utilizan si el objetivo es
un grupo de individuos. Conviene recordar que, independientemente del método
que se emplee, la aceptación del agente por el sospechoso dependerá de la capacidad
del agente secreto de desempeñar bien su papel.

Estudiar al sospechoso
El agente encubierto debe tener un buen conocimiento del sospechoso. Como uno
de los primeros pasos de la investigación, el agente debe aprender los detalles sobre
el carácter y el historial del sospechoso. A continuación se ofrece una lista con
alguna de la información sobre el sospechoso con la que el investigador debiera
familiarizarse antes de iniciar su papel de agente secreto.

1. Nombre - Nombre completo y cualquier apodo o alias.


2. Direcciones - Anteriores y actuales, tanto domiciliares como comerciales o
profesionales.
3. Descripción - Debe incluirse una breve descripción del individuo y cualquier
peculiaridad o característica sobresaliente.
4. Familia y parientes
5. Asociados o cómplices
6. Carácter y temperamento: Gustos, aversiones y prejuicios.
7. Vicios - Drogadicción, alcoholismo y juego.
8.. Pasatiempos favoritos ,
9. Ocupación
10. Propensión a la violencia

Cabe señalar que no siempre será posible obtener una información completa sobre
los antecedentes del sujeto que se investiga. Es posible que parte de la información
anteriormente descrita no esté disponible antes de iniciarse la investigación secreta.

30
Sin embargo, cuanto más información de referencia pueda recopilar el agente sobre
el sujeto, tanto mejor podrá él desempeñar el papel de su trabajo secreto.

COMO ESTABLECER LA IDENTIDAD SECRETA

La identidad asumida
Se deben preparar los antecedentes y el historial ficticios del agente secreto. La
historia de sus antecedentes nunca debiera ser totalmente ficticia. La identidad del
agente secreto debe corresponder a los rasgos de la personalidad, los antecedentes
y las características del agente secreto. La identidad asumida no debe llamar mucho
la atención y el agente secreto debe sentirse cómodo con ella y poder mantenerla
durante un cierto tiempo con toda naturalidad.
El nombre ficticio que elija el agente secreto debe ser tal que pueda recordarlo,
responder
al mismo y reconocerlo fácilmente. Se recomienda que se use el mismo nombre y
un apellido
similar pero ficticio. Cuando se usa un apellido que es una variación o algo similar
al verdadero
apellido, se puede recordar y responder al mismo más fácilmente. El agente debiera
también
tener en cuenta que el nombre elegido debe corresponder a cualquier monograma
que aparezca
en sus efectos personales.
Documentar la identidad secreta
No se puede enviar al agente encubierto a realizar una investigación con una
identidad asumida sin la correspondiente documentación. El agente que realiza un
trabajo secreto debe tener la capacidad de aprovechar el cambio} repentino de las
condiciones y situaciones, y ser capaz de pensar con claridad y rapidez para
responder a las emergencias repentinas, cuando sea necesario. Su adaptabilidad es
con frecuencia la clave para su supervivencia.
Paciencia
La paciencia es una cualidad muy necesaria cuando se actúa en una operación
secreta
El agente tendrá cuidado de no forzar al sujeto para que negocie más pronto de lo
normal.

31
Cualquier esfuerzo insistente para acelerar las actividades del criminal podría hacer
que el
sospechoso comenzara a mostrarse preocupado y conducir al descubrimiento de su
papel secreto, j
Los sospechosos mantienen con frecuencia una rutina normal en sus tratos que
llevarán siempre!»
a cabo antes de concluir cualquier negociación.
El agente encubierto debe tener valor y tenacidad. El valor es la capacidad de
afrontar eh-peligro y las dificultades con firmeza. La tenacidad es la cualidad que
lo mantiene a uno firme 1 frente al peligro y frente a obstáculos aparentemente
insuperables.

Observación y memoria
La observación de un incidente implica algo más que simplemente verlo ocurrir. La
observación es la capacidad de describir exactamente a una persona, un lugar o un
suceso en un
informe o más tarde ante un tribunal. Una descripción exacta de una persona, un
lugar o un
suceso es un reflejo de la memoria. Una buena memoria requiere que la persona sea
capaz de
recordar sucesos en el mismo orden en que ocurrieron. Si el agente tiene dudas
acerca de su
memoria o su capacidad de observación, no debe esperar hasta que se le haya
asignado una
operación secreta para empezar a desarrollar esa capacidad.

Fortaleza física
Una investigación encubierta pone a veces al agente en una situación de tener que
trabajar continuamente sin parar. Se le podría exigir tener que soportar largos
períodos de presión física y mental, sin alimentos adecuados, descanso o
relajamiento. Unas buenas condiciones físicas aumentarán la confianza en sí mismo
y su energía, mantendrán su capacidad física y le ayudarán a mantener su mente
alerta.

Conocimiento del mundo criminal

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Sin este conocimiento, el agente no estaría en condiciones de enfrentarse con el
criminal en sus propios términos. Para asociarse con el mundo criminal es necesario
que el agente secreto posea los mismos conocimientos, ideas, antecedentes,
lenguaje y jerga que muestren el criminal y sus cómplices. El agente secreto debe
también tener un pleno conocimiento de la manera como el criminal planea y
ejecuta sus actividades criminales. Las normas de moralidad de los sospechosos son
enteramente diferentes de aquéllas a las que el agente está acostumbrado. El agente
debe estar preparado para responder a cualquier esfuerzo que lo pudiera poner en
una situación comprometedora.
Apariencia física
La apariencia física del agente secreto no es de gran importancia, a menos que
constituya un indicio de su verdadera identidad o que no corresponda a la historia
de sus antecedentes. O dicho en otras palabras, el agente debe tener mucho cuidado
con el papel que representa o la personalidad que ha asumido. Si el agente secreto
se hace pasar por obrero, entonces éste debe tener la apariencia física de un obrero,
debe tener buenos músculos, manos callosas y posiblemente la piel rojiza. En
aquellas zonas donde exista una influencia étnica determinada es mucho mejor
utilizar un agente con antecedentes similares a los de las personas con las que trate
de hacer negocios.
Capacidad para representar su papel
Al asumir un papel secreto, el agente tendrá que mostrar un gran talento dramático.
Durante un corto tiempo, el agente secreto tendrá que adoptar realmente las mismas
características, niveles de vida, métodos, actitud, psicología y otras peculiaridades
que conforman el carácter del sujeto. Para representar bien el papel, es necesario
poseer una vigilancia y concentración para mantener la identidad asumida. La vida
del agente puede muy bien depender de esa capacidad general que éste tenga para
actuar.
Pericia técnica
La corroboración efectiva de las actividades y declaraciones de un agente secreto
puede depender en gran medida de lo familiarizado que éste esté con el equipo
técnico que se utilice. El equipo técnico se utiliza principalmente para proteger al
agente secreto y para registrar o grabar exactamente las actividades y declaraciones
del sospechoso. Uno de esos dispositivos utilizados permite a los agentes de
vigilancia seguir las declaraciones, actividades y movimientos tanto del agente
secreto como del sospechoso. Otro dispositivo que no transmite conversaciones

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dará la alerta al equipo de vigilancia sobre un peligro inminente para el agente
secreto. Antes de utilizar cualquiera de estos dispositivos, el agente secreto deberá
familiarizarse con las directrices que dan instrucciones sobre cómo utilizarlos.

Documentar la identidad secreta


No se puede enviar al agente secreto a realizar una investigación con una identidad
asumida sin la correspondiente documentación. Esta documentación debiera incluir
todos los documentos necesitados por el agente secreto para corroborar la historia
de sus antecedentes. A continuación se ofrece una lista de algunos de los
documentos que pueden obtenerse en el caso de una identidad asumida:

 Licencia de conducir
 Registro de automóvil o vehículo de motor
 Partida de nacimiento
 Cédula o carnet de identidad nacional
 Historia] médico y dental
 Registros de empleo y tarjetas de identidad
 Antecedentes penales
 Información sobre solvencia crediticia
 Tarjeta o cartilla militar
 Registros de seguro de vida
 Subscripciones de revistas
 Partida de matrimonio
Muchos de estos documentos los puede obtener el agente secreto. Sin embargo,
algunos de ellos, como el certificado de la policía y los registros militares se pueden
obtener recurriendo a los supervisores correspondientes dentro del organismo al que
pertenezca el agente secreto y dirigiéndose al organismo que expide estos
documentos. Se debe llevar un riguroso control de todos los documentos, que deberán
devolverse al organismo que los haya expedido al terminarse la investigación secreta.

Los documentos personales podrían incluir, entre otros, los siguientes:


 Recibos de lavanderías

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 Correspondencia personal
 Objetos personales o joyas con monogramas
 Fotografías y retratos de la familia

Cómo determinar la información sobre los antecedentes


La historia de los antecedentes o de la identidad asumida del agente secreto es un relato
biográfico de su pasado. Este historial debe estar respaldado por una información que
puede ser verdadera, falsa o una combinación de datos falsos y verdaderos. Cuando se
crea la historia de su vida, el agente secreto debe ceñirse lo más posible a la verdad. En
muchos casos, el sospechoso tratará de verificar parte de la historia.
La historia de su vida debe proporcionar una explicación exacta y verificable y
comprobante sobre los antecedentes personales del agente secreto. Deberá ser también
compatible con la personalidad, capacidad y experiencias previas del agente. Podría
consistir
en sólo dos o tres hechos sencillos en el caso de algunas investigaciones o bien muy
pormenorizada y elaborada cuando se prevé una estrecha y continua asociación con el
sospechoso
Descubrimiento de la Identidad
El agente secreto debe tener mucho cuidado de procurar que su verdadera identidad no
se descubra. Normalmente, el agente borrará todo rastro que pudiera revelar su
verdadera identidad mientras está llevando a cabo su investigación secreta, lo que
supone deshacerse no sólo de la chapa y las credenciales, sino también de los bolígrafos,
cuadernos, libretas, tarjetas de crédito del gobierno, tarjetas de seguro del gobierno,
papel con membrete o cualquier otra cosa que pudiera revelar su verdadera identidad.
Debe recordarse también quitar las llaves de las esposas del llavero del agente. Este debe
también inspeccionar detenidamente el vehículo que va a utilizar para asegurarse que
no hay nada que pueda indicar o pudiera revelar la verdadera identidad del agente. Si se
va a utilizar una residencia en la operación secreta, deben aplicarse las mismas medidas
preventivas.
El agente secreto debe decidir de antemano si va o no a revelar su verdadera identidad
si fuere detenido por las autoridades. Se debe preparar un plan de acción en caso de que
accidentalmente se descubriera su verdadera identidad.

CONTACTO CON EL SOSPECHOSO

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Cómo abordar al sospechoso
Cuando se inicia el trabajo de una operación secreta, el agente podrá utilizar un
informador para llegar al sospechoso, o bien prepararse para pasar cierto tiempo
estableciendo una relación con el sujeto de la investigación. El método elegido para
establecer el primer contacto con el sujeto es el punto más crítico en la investigación. Si
esto se logra de una manera natural y sin contratiempos, se conseguirá disipar cualquier
sospecha que pudiera tener el sujeto y se facilitará el establecimiento de una relación.

Utilización de informadores
Cada informador tiene sus propias razones personales para ayudar a las autoridades. El
agente secreto, por su propia seguridad y el éxito de la misión de la operación secreta,
debe conocer los motivos que tiene el informador para ayudarlo y también averiguar
todo lo que pueda acerca del informador antes de ponerse en contacto con el sospechoso.
A algunos informadores les gusta ser policías; otros pueden necesitar dinero; algunos
también pueden estar enojados con el sujeto de la investigación, y otros simplemente
están locos o chiflados. Si el informador está enojado con el sujeto lo más probable es
que el sujeto lo sepa; por lo tanto, este informador sería ineficaz. Podría haber una
reconciliación durante la investigación con la consiguiente posibilidad de que el
informador revele al sujeto la verdadera identidad del agente secreto. El loco o chiflado
podría decidir decirle al sospechoso la verdadera identidad del agente secreto en un
momento impulsivo. Estos son algunos ejemplos ilustrativos para subrayar la
importancia que tiene conocer la motivación del informador. El agente debe controlar
al informador Esto, debe lograrse hasta el punto de que:

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El control y el manejo de un informador es a veces una de las tareas más arduas de la
misión de una operación secreta. Antes de tratar de establecer el contacto inicial con el
sospechoso, el informador debe conocer su papel y las directrices que tienen que seguirse
durante la investigación. El informador debe saber que, si bien se hará todo lo posible
para que no tenga que presentar testimonio ante un tribunal, tendría que comparecer ante
el mismo, si fuere necesario.
No se podrá recalcar demasiado que el informador, independientemente de cuál sea su
motivo, no es un amigo ni tampoco un agente colega. Cuando trate con informadores,
guarde personalmente las distancias y tenga siempre un testigo presente en las entrevistas,
reuniones y pagos.
Encuentro casual
El encuentro casual del agente secreto con el sospechoso puede ocurrir sin pensar o bien
puede ser parte de una maniobra bien planeada. Cualquiera de estos dos intentos podría
parecer al sospechoso como una sucesión natural de acontecimientos. Este tipo de
encuentro despertaría poca sospecha en el sujeto y proporcionaría el contacto inicial que
el agente secreto necesita.
Cómo ganarse la confianza del sospechoso
Después del contacto inicial, el agente secreto tiene ante sí el problema de evitar
levantar sospechas. Tiene que aparentar que es amigo del sospechoso y posiblemente
tenga que participar en algunas de sus actividades. En general, la actitud inicial del
sospechoso será de sospecha y escepticismo. El sospechoso podría tratar de
desconcertar al agente, acusándolo de que es un policía o un informador. Esto no quiere
decir necesariamente que el sospechoso conozca la verdadera identidad del agente, sino
que únicamente está tratando de ver su reacción. Un agente secreto bien preparado tiene
prevista esa emergencia y reacciona poniendo inmediatamente al sospechoso a la
defensiva, atacando con contraacusaciones.
Para disipar las sospechas del individuo sospechoso y ganar su confianza, el agente
secreto puede .utilizar las siguientes técnicas:

. Tomar las medidas necesarias para que la policía lo arreste, lo interrogue o


lo registre, y lo haga de manera que el sospechoso pueda observar estas actividades.
2. Fingirse disgustado o enojado con el sospechoso por hacerle semejantes
preguntas.

37
3. Aparentar como que él tampoco se fía del sospechoso.
4. Prepararse para una trampa cuando lo interroguen si conoce a una persona, un
lugar o una calle o cualquier otra cosa. Todo esto puede ser ficticio. Una de estas
trampas podrían ser dar información sobre otros delitos para ver si la información se
pasa a la policía.
5. Tomar las mismas precauciones en estas circunstancias que él sospechoso toma.
i.
6. Asumir que el sospechoso es inteligente. Nunca se debe subestimar.
7. Continuar representando su papel aún cuando no esté en presencia del
sospechoso.
8. Dar siempre la impresión al sospechoso de que puede confiar en el agente
secreto.
9. Nunca exagerar el papel secreto ni dar muchas explicaciones, sino actuar en todo
momento con toda naturalidad.
Cómo obtener información del sospechoso
El agente secreto tiene que saber escuchar. Si es el único que habla o el que lleva la
conversación, el sospechoso no tendrá la oportunidad de hablar. En ciertas ocasiones, el
agente tendrá que iniciar la conversación, sobre todo, para hablar sobre actividades
criminales. En este caso, el agente debe hablar sobre actividades que no tienen nada que
ver con las que está investigando en ese momento y, finalmente, dirigirá la conversación
hacia su verdadero interés.
Aprenda todo lo que le sea posible sobre el sujeto y sus cómplices, escuchando. Si el
sospechoso se encuentra en una posición de dar información sobre los niveles superiores
de la organización criminal, el agente secreto debe tratar de que el sospechoso le presente
a esas personas de alto nivel. Esto requiere perseverancia e iniciativa por parte del agente
secreto.

Mi estudio abarca un tema bastante complejo, pero dentro de su complejidad existen


variados aspectos desconocidos por la mayoría de las personas, especialmente en lo que
se refiere a cual es la necesidad de instaurar la figura del agente encubierto en nuestra
legislación. Lo que me ha motivado especialmente a estudiar este tema, radica en conocer
cuáles son las políticas criminales y dogmáticas que permiten establecer esta figura, es
decir, en virtud de qué tipo de valores se inspira esta institución de la persecución penal

38
y cual es su real contenido Conocer si estos valores se relacionan y si son determinantes
a la hora de dotar de contenido a las diversas instituciones penales. El llamado de atención
me surge especialmente a partir de las particulares características de la delincuencia en
la sociedad y que al parecer obligaría a relajar algunas normas de imputación penal para
hacer frente a diversas formas de criminalidad. Y me refiero, especialmente atendiendo
a que la sociedad se encuentra en constante cambio, debiendo enfrentarse constantemente
nuevos riesgos. La fragilidad del hombre obliga no tan sólo a estar en actitud de
comportarse de manera segura en la administración de un riesgo conocido, sino además
a estar atento para detectar nuevos riesgos.

Mis objetivos específicos

Cuál es el costo que debemos enfrentar como sociedad sabiendo que un agente encubierto
puede estar infringiendo claramente el derecho constitucional de la privacidad o la
intimidad de las personas, todo ello autorizado por la ley. Sin embargo, no es menos
importante el rol de la prueba ilícita en el caso de haberse obtenido mediante formas no
aprobadas por la ley, vulnerando principios constitucionales establecidos por el
legislador. Incluso no deja de inquietarme el rol particular del mismo agente quien se
puede ver enfrentado a un dilema ético al tener que convivir con la traición, aquella
traición relativa a la confianza del investigado, considerando que en términos procesales
éste tiene un expreso derecho a guardar silencio. Especial interés me nace tratándose de
el agente encubierto que, en aras de su ficticia identidad, realiza una labor ilegitima tal
vez, participando de la comisión de un delito, y contestar una serie de interrogantes
respecto a la posible instigación o provocación en la comisión de este delito, el cual se
habría o no cometido sin la participación del agente encubierto

Recursos disponibles

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Revistas, reportajes y textos de la Policía de Investigaciones; también un importante
testimonio de un agente encubierto perteneciente a la Policía de Investigaciones de Chile,
en una especial entrevista a un agente encubierto “en vivo”, en Chile, oficial integrante
de la Policía de Investigaciones de nuestro país, como importante fuente secundaria;
páginas web; La Constitución Política de la República, Código Procesal Penal, asesorías
de otros tesistas,

Mi marco teórico (en desarrollo)

Marco teórico es, en este tipo de investigación, denominado por algunos autores como
simplemente la revisión de la literatura, un proceso y un producto, es decir, un proceso
de inmersión del investigador en el conocimiento existente y disponible que puede estar
vinculado con nuestro planteamiento del problema, y un producto que a su vez es parte
de un proceso mayor, como es el reporte de investigación. Es decir, la elaboración de un
marco teórico comprende la revisión de la literatura correspondiente para luego adoptar
una teoría o desarrollo de una perspectiva teórica o de referencia y aplicada a el tema en
estudio.

Debido a la complejidad del tema del agente encubierto, sólo existen ciertos textos que
pueden ayudarnos a establecer, detectar, recopilar y obtener una información fidedigna,
ello porque este tema incluso ha servido para hacer volar la imaginación de escritores y
lectores y dar pie a la fantasía. .
Sin embargo en este estudio se consultará cierta bibliografía de la que se obtiene relevante
información como textos escritos, revistas y reportajes que permiten sustentar o elaborar
una simple revisión del tema, en cuanto a su literatura, entre ellas “Revista del Detective”,
Cuadernos de Criminología, ambos del Instituto de Criminología de la Policía de
Investigaciones de Chile, además “La policía de Investigación Criminal, Fundamentos,
Racionalidad y Operación”, de don Andrés Domínguez Vial, quien señala “toda la acción
investigativa policial se desenvuelve en un escenario jurídico estricto, que lo condiciona
y orienta, fija sus objetivos y otorga las potestades necesarias para su desarrollo, fundado
en la perspectiva de que la Policía, en su calidad de organismo constitucional y sujeto
procesal, integra, junto a otros actores institucionales, el mecanismo de Estado encargado
de accionar el poder punitivo de éste” Capitulo I, Introducción al Método Científico-
Técnico de la Pesquisa Policía, página 59; también, incluiremos el estudio doctrinario de

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autores como don Eduardo Riquelme P.. “El agente encubierto en la ley de drogas”. La
lucha contra la droga en la sociedad del riesgo; algunos fundamentos del profesor Silva
Sánchez, de su texto “La Expansión”. Además este estudio comprende una revisión de
distintas revistas institucionales, que nos permite conocer cuál es la política de las
instituciones policiales respecto del tema, como asimismo algunas tesis elaboradas por
los mismo agentes oficiales de nuestra policía civil.

Considerando también la importante experiencia de entrevistar a un agente encubierto “en


vivo”, en Chile, oficial integrante de la Policía de Investigaciones de nuestro país, como
importante fuente secundaria.

Este marco teórico incluye las bases fundamentales de este estudio, como es la
Constitución Política de la República, la ley 20.000, que sanciona el tráfico ilícito de
estupefacientes y sustancias sicotrópicas, publicada el 16 de febrero de 2005, entre otras
leyes que incorporen la participación del agente encubierto, de acuerdo al tipo de delitos
que lo permite, como es Ley número. 19.974 sobre el sistema de inteligencia del Estado
y crea la Agencia Nacional de Inteligencia, aprobada por el Ministerio del Interior. Otros
textos que si bien no refieren al tema directamente, pero que abordan temas relacionados
como “cuadernos de Criminología y Terrorismo, amenaza Global, del Instituto de
Criminología, de la Academia Superior de Estudios Policiales que alude a referencias
relacionadas con el tema en estudio en lo que se refiere a esta técnica del agente encubierto
en el rol de la inteligencia “La inteligencia constituye una actividad que, en esencia, busca
reducir el nivel de incertidumbre que rodea toda la actividad del ser humano; y además
textos como Manual de Ética, del Instituto de Criminología de la Policía de
Investigaciones de Chile, que nos permite conocer la ética de los derechos fundamentales
de las personas, capítulo V, página 97, como también en la ética pública “aproximaciones
a los conceptos de seguridad nacional, capitulo VI, página 112.

Mi marco contextual-en desarrollo-

41
Este estudio exploratorio y descriptivo, que examina un tema a abordar y del cual
mantengo muchas dudas, también pretende conocer situaciones y contextos en los que se
desarrolla el agente encubierto, especialmente el aspecto social, en el cual no se ha
descubierto aún, o mejor dicho no se ha comprendido socialmente el verdadero rol del
infiltrado, cuál es su verdadera condición social y definitivamente determinar la eficacia
de este agente encubierto en las difíciles tareas que se le encomienda. Para ello se pretende
estudiar en detalle, la actividad del agente, desde que se le asigna su tarea como tal, hasta
después de completada ésta, pueda por si mismo asegurar que su tarea fue realmente
cumplida

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BIBLIOGRAFIA

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delincuencia
organizada en la Ley de Enjuiciamiento Criminal española", Revista Criterio Jurídico,
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PRADO SALDARRIAGA, V. R., "La entrega vigilada: orígenes y desarrollos",
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PRIETO‐CASTRO y FERRÁNDIZ, L., GUTIERREZ DE CABIEDES Y FERNANDEZ
DE HEREDIA,
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