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El perfil del cuidador tipo es el siguiente: mujer (en su mayor parte esposas o hijas del
anciano), con una edad media de 57 años, ama de casa y co-residente con el enfermo.
También existe un grupo importante de cuidadores mayores de 65 años (sobre un 25%),
generalmente cónyuges del enfermo, de especial importancia, dada la importante co-
morbilidad que suelen presentar a esa edad.
Una gran mayoría de los cuidadores (80 %) presta sus servicios un número variable de
horas durante los 7 días de la semana.
Problemas físicos. Cabe señalar que se trata en gran número de ocasiones de problemas
de aparición frecuente en el grupo de edad al que pertenecen la mayoría de los
cuidadores, que se ven agravados por las tareas propias de su labor de cuidados.
Las quejas somáticas son múltiples, destacando entre todas ellas las referidas a dolor de
tipo mecánico crónico del aparato locomotor; otras frecuentes son cefalea de
características tensionales, astenia, fatiga crónica, alteración del ciclo sueño-vigilia,
insomnio y otros, en general mal definidos, de evolución crónica y claramente
deteriorantes de su ya mermada calidad de vida.
Se ha demostrado que existe deterioro de la función inmune de los cuidadores, a
expensas de una reducción de sus niveles de inmunidad celular, que los hace más
susceptibles a determinadas infecciones víricas.
Entre todos ellos destaca por su frecuencia la depresión; entre las circunstancias que
influyen en mayor medida en su aparición destacan la falta de apoyo social, la carencia
de recursos económicos, las relaciones previas con el paciente, el sentimiento de culpa,
la existencia de una historia familiar de depresión y las limitaciones psico-físicas del
cuidador.
No se ha demostrado, sin embargo, que exista mayor consumo de alcohol entre los
cuidadores si los comparamos a la población general de su mismo grupo de edad.
Caregiver Burden Scale. Montogomery RJV, Gonyea JG and Hooyman NR. Caregiving
and the Experience of Subjective and Objective Burden. Family Relations 1985;34:19-
26. [Ver]
Caregiver Burden Scale. Montogomery RJV, Gonyea JG and Hooyman NR. Caregiving
and the Experience of Subjective and Objective Burden. Family Relations 1985;34:19-
26. [Ver]
Índice de Esfuerzo del Cuidador:
Tiene trastornos del sueño (p. E. porque se acuesta o levanta por la noche)
El cuidado de su paciente es poco práctico (p.E. porque la ayuda le consume mucho
tiempo y tarda en proporcionarse)
Esta situación le representa un esfuerzo físico (p.E. porque hay que sentarlo o levantarlo
de la silla)
Le supone una restricción a su vida anterior(p.E. porque ayudar limita el tiempo libre y
no puede hacer visitas)
Ha habido modificaciones en su familia (p.E. porque la ayuda ha roto la rutina o no hay
intimidad)
Ha habido cambios en los planes personales (p.E. se tuvo que rechazar un trabajo o no
se pudo ir de vacaciones)
Ha habido otras exigencias de tiempo (p.E. por parte de otros miembros de la familia)
Ha habido cambios emocionales (p.E. a cambio de discusiones)
Algunos comportamientos del paciente le resultan molestos (p.E, la incontinencia, le
cuesta recordar las cosas, acusa a los demás de quitarles las cosas)
Le duele darse cuenta de lo mucho que ha cambiado comparado a como era antes (p.E.
es una persona diferente a la de antes)
Ha habido modificaciones en su trabajo (p.E. a causa de reservarse tiempo para la
ayuda)
El enfermo es una carga económica
La situación le ha desbordado totalmente (p.E. por la preocupación sobre cómo
continuar el manejo)
Anótese un punto si la respuesta es "si" y cero puntos si la respuesta es "no". Una
puntuación total de 7 o más puntos señala un elevado nivel de tensión.
¿Cómo se aborda?
Un buen manejo del paciente con demencia y sus cuidadores nos permitirá realizar un
trabajo preventivo a los tres niveles: En el primario evitando la aparición de los
síntomas en el cuidador, en el secundario detectando precozmente su aparición y en el
terciario ya que una vez detectados podremos intervenir para evitar la progresión de los
síntomas y permitir así unos cuidados más adecuados y retrasar la institucionalización
(ya que los sujetos del cuidado se encontrarán mejor en tanto sus cuidadores estén en
buenas condiciones).
La intervención posible en relación con los cuidadores puede establecerse con arreglo a
los siguientes apartados:
Approach, diagnosis and treatment of a patient with dementia in primary health care
Juan Carlos LLibre GuerraI; Milagros A. Guerra HernándezII; Elianne Perera MinietIII
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RESUMEN
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ABSTRACT
Dementias and Alzheimer's disease are a serious and increasing health problem in
countries with a high life expectancy at birth as ours. In spite of its increasing
importance, dementia is frequently underdiagnosed and underestimated. The role of the
doctor in primary health care level is essential in the diagnosis of demential syndrome.
The diagnosis of dementia is mainly clinical. Its diagnostic sequence at the primary
health care level includes a clinical evaluation, a minimal neuropsychological
assesment, a functional evaluation, an evaluation to the relative and complementary
tests. The primary care physician should be qualified for an adequate diagnosis and
follow-up of the patients in the community, which would avoid the expense of resources
and the inconveniences for the patient and his family, on having in their own health area
a well-prepared professional that knows the problems existing in the social and family
setting and is capable of following them up and giving them a convenient advice and the
necessary support to the family.
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INTRODUCCIÓN
Diversos estudios han reportado que el 31 % de los médicos de APS no utiliza test
alguno para la evaluación del deterioro cognitivo, el 44 % no efectúa ninguna prueba
complementaria para su diagnóstico diferencial, y que solo el 40 % de los médicos de
atención primaria conocían que la enfermedad de Alzheimer es la causa más común de
demencia en adultos mayores, y que se diagnostica erróneamente o no es reconocida
hasta fases muy avanzadas. La no existencia de un acuerdo acerca de la distinción entre
la pérdida de memoria considerada "normal" en el anciano y el momento en el que
puede hablarse de una demencia establecida, la no realización de una exploración
simple del estado mental durante el examen médico y la percepción inadecuada del
proceso normal del envejecimiento, explican estos errores.1,2
DESARROLLO
En relación con el diagnóstico una autoridad en este tema como Katzman asegura que
con el examen clínico solamente, puede obtenerse una certeza de alrededor del 80 % en
el diagnóstico causal de la demencia; y que con el uso de la TAC, la radiografía de
tórax, las pruebas de función tiroidea, la dosificación de vitamina B12, la serología y el
electroencefalograma (EEG), esta precisión puede elevarse solo al 90 %. Lo anterior,
viene a reafirmar, la vigencia del método clínico, herramienta fundamental del Médico
de Familia.1
Exploración física y neurológica básica: se realiza una exploración física completa que
incluya peso, talla, coloración de piel y mucosas, temperatura, palpación tiroidea,
presión arterial sentado y de pie, frecuencia cardíaca, auscultación cardíaca y carotídea,
exploración abdominal y pulsos periféricos.1 La exploración neurológica requiere la
valoración del nivel de conciencia y la presencia de signos meníngeos. Se exploran los
pares craneales, la marcha, la fuerza muscular y la sensibilidad, se buscarán signos
extrapiramidales (temblor, mioclonías, rigidez, alteración de reflejos) y signos de
afección frontal (reflejos glabellar, de succión, hociqueo, prensión y palmomentoniano).
Conviene realizar, si podemos, un fondo de ojo.1-3 El más importante propósito de la
evaluación clínica es descartar una causa reversible o potencialmente curable (PC) de
demencia.
Evaluación neuropsicológica
Para todas las demencias que no son enfermedad de Alzheimer se sugiere remplazar el
GDS -que es específico para la enfermedad de Alzheimer- por la Clasificación Clínica
de las Demencias (Clinical Dementia Rating, [CDR]) que es más general. Su escala
establece 5 estadios posibles: 0=normal; 0,5=cuestionable; 1=demencia leve;
2=demencia moderada; 3=demencia severa.3,4
Seudodemencia
Enfermedad de Alzheimer
Demencias vasculares
Demencias frontotemporales
Evaluación funcional
Debemos considerar, por un lado las actividades básicas de la vida diaria (AVD) y, por
otro, las actividades instrumentadas. La utilización de escalas validadas puede facilitar
considerablemente esta tarea. Sin embargo, cuando el déficit funcional es muy alto,
dichas escalas deben ser completadas con descripciones detalladas de las limitaciones
del sujeto. Las más utilizadas son la Escala de Lawton-Brody del Philadelphia Geriatric
Center10 (que valora las actividades instrumentales de la vida diaria), y el Índice de
Katz10 (que evalúa las actividades básicas de la vida diaria: baño, vestido, ir al servicio,
traslado, continencia y alimentación).2
Evaluación al familiar
No cabe duda alguna, que el especialista más indicado para el seguimiento del paciente
demente es el Médico de Familia, dado el amplio conocimiento de su comunidad y la
estrecha relación que establece con la familia, lo que le permitirá la atención integral del
paciente, que lógicamente incluye la atención a la familia, brindando una atención
periódica, continua y personalizada al paciente demente. La piedra angular en el
tratamiento de las demencias y la enfermedad de Alzheimer, lo constituye lograr la
confianza y la participación de la familia.1
El Médico de Familia puede requerir de apoyo por parte de personal especializado para
realizar el diagnóstico positivo, etiológico y diferencial de un paciente con trastornos de
memoria y sospecha de un cuadro demencial, sobre todo, cuando se hace necesario
realizar el diagnóstico diferencial con la depresión, y en los casos cuando se sospecha
una causa potencialmente curable o tratable de demencia. Por otra parte, en ocasiones se
hace necesario el apoyo de personal especializado para el tratamiento terapéutico del
paciente, sobre todo, para las manifestaciones psicológicas y conductuales que se
presentan en los pacientes con demencia. En este sentido el Médico de Familia
encontrará en el Equipo Multidisciplinario de Atención Gerontológica (EMAG) un
apoyo para completar la atención a un paciente con síndrome demencial. El mismo,
además de participar en el diagnóstico y tratamiento de los casos con síndrome
demencial, garantizará estrategias que aseguren los cuidados a corto, mediano y largo
plazo, y coordinará las actividades de rehabilitación necesarias para los ancianos con
síndrome demencial, coordinando, de ser necesario, las interconsultas de los pacientes
con los niveles de atención secundaria y terciaria de salud. Por otra parte, el Médico de
Familia podrá servirse del apoyo del psiquiatra del área, y de los centros comunitarios
de salud mental para el tratamiento de los pacientes y su incorporación a programas de
estimulación cognitiva.
CONSIDERACIONES FINALES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
8. Martínez J, Pascual LF. Alzheimer 2003. ¿Qué hay de nuevo? Madrid: Editorial Aula
Médica; 2003.p.199-222.
11. Prince M. Care arrangements for people with dementia in developing countries. Int J
Geriatr Psychiatry. 2004;19:170-7.
12. Llibre JC, Perrera E. Impacto biológico, psicológico, social y económico del
síndrome demencial en cuidadores cruciales. Rev 16 de Abril. 2004;3(2):13-26.
Juan Carlos LLibre Guerra. Calle 114 # 3305 entre 33 y 35, municipio Marianao,
Ciudad de La Habana, Cuba.
Anexo 1
I
Evidencia de una alteración de memoria anterógrada y retrógrada.
II
III Los trastornos identificados en los puntos I y II interfieren en forma relevante con las
actividades profesionales y sociales, y representan una declinación significativa del
nivel previo de funcionamiento.
IV
Evolución caracterizada por comienzo gradual y declinación cognoscitiva continua.
V
El déficit cognoscitivo identificado en I y II no es debido a:
a) Otras condiciones del SNC que producen déficit progresivo en la memoria y en la
cognición, por ejemplo, enfermedad cerebrovascular, enfermedad de Parkinson,
enfermedad de Huntington, hematoma subdural, hidrocefalia normotensa y tumor
cerebral.
b) Condiciones sistémicas que son causa conocida de demencia, tales como,
hipotiroidismo déficit de vitamina B12 o ácido fólico, deficiencia de niacina,
hipercalcemia, neuro-sífilis, SIDA.
VI
Los déficits no ocurren exclusivamente durante el curso de un delirium.
VII
El trastorno no se toma en consideración en caso de otra enfermedad psiquiátrica, tales
como, la depresión mayor o la esquizofrenia.
(Los criterios I, II, III, IV, VI y VII se pueden utilizar como una guía para el diagnóstico
de demencia).
Anexo 2
Vasculares:
Meningitis por Cryptococcus
Demencia multiinfarto
Nutricionales (PC):
Pelagra
Endocrinometabólicas (PC):
Estado lacunar
Enfermedad de Cushing
Vasculitis (PC):
Hipertiroidismo
Lupus eritematoso
Hipercalcemia
Alcohol
Metales
Otras
Anexo 3
Criterios NINCDS-ADRDA
1. Presencia además del cuadro clínico típico, de evidencia histopatológica obtenida por
biopsia o autopsia.
Dentro de las investigaciones sobre las familias de las personas con demencia se ha
hecho hincapié dentro de las múltiples variables que están involucradas en las
interacciones familiares sobre todo en dos procesos longitudinales: la crisis del
diagnóstico y el estrés subsiguiente a las fases de atención al enfermo. La problemática
de la familia gira alrededor de estos dos aspectos.
Resumen
Métodos
Resultados
Fuente: Encuesta.
Marzo Marzo
1998 1999
Aparato Síntomas No. % No. %
Neurológico Cefalea 10 13,1 28 36,8
Digestivo Epigastralgia 0 - 15 19,7
Diarreas 0 - 3 3,9
Acidez 5 6,5 33 43,4
Infecciones
Respiratorio 1 1,3 11 1,3
respiratorias
Cardiovascular HTA 5 6,5 35 46
Hemolinfopoyético Anemia 0 - 8 10,5
Endocrino Diabetes 0 - 3 3,9
Deslipidemias 1 1,3 7 9,2
SOMA Astralgias 15 19,7 53 69,7
Mialgias 8 10,5 57 75
Cervicalgias 11 1,3 34 44,7
Dorsalgias 23 30,2 49 64,4
Infecciones
Inmunológicos 0 - 2 2,6
cutáneas
Retardo curación
0 - 6 7,8
herida
Síntomas generales Astenia 18 23,6 41 53,9
Trastornos sexuales 2 2,6 21 27,6
Fuente: Encuesta.
Discusión
Colombia Médica
On-line ISSN 1657-9534
Eliana Dueñas, M.D.1, María Anggeline Martínez, M.D.2, Benjamín Morales, M.D.3,
Claudia Muñoz, M.D.1, Ana Sofía Viáfara, M.D.2, Julián A. Herrera, M.D.4
RESUMEN
SUMMARY
Objective: To determine the profile of caregivers for disability old patients in home
care and to investigate the psychosocial characteristics of caregivers.
Materials and methods: A pilot case-control study was performed in the state of
Valle del Cauca, Colombia during 2003-2004. Family function (family APGAR),
anxiety and depression (Goldberg Scale), morbidity, and the prevalence of the
syndrome of family caregivers (Zarit Scale) were assessed.
Results: 102 families from low and middle socioeconomic status were studied.
Median disability average was 4 years (range 1-60 years). A high proportion of
depression (81.3% vs. 53.9%, p<0.01), anxiety (85.2% vs. 45%, p<0.001), and family
dysfunction (26.5% vs. 10.8%) (p=0.004) was observed in caregivers; 48 (47%)
caregivers had the syndrome and had high levels of anxiety (96%, p=0.01) as well as
high levels of depression (100%, p<0.0001); 87 (85.3%) caregivers have had different
pathologies in the precedent year in comparison with 65 (63.7%) not caregivers
(p=0.0004).
MATERIALES Y MÉTODOS
Se diseñó un estudio piloto de casos y controles sobre parte de la población del Valle
del Cauca (municipios de Cali, Candelaria y Florida) donde hubiese familias que
tuvieran enfermos de ambos sexos discapacitados, atendidos por un miembro de la
familia sin ninguna remuneración, y otro miembro que forme parte de la familia pero
sin asumir directamente el cuidado del enfermo.
RESULTADOS
DISCUSIÓN
Rev Cubana Enfermer v.25 n.34 Ciudad de la Habana jul.dic. 2009
ARTÍCULOS ORIGINALES
RESUMEN
ABSTRACT
INTRODUCCIÓN
MÉTODOS
RESULTADOS
DISCUSIÓN