El concepto de altruismo se refiere a la conducta humana, y puede ser definido
como la preocupación o atención desinteresada en beneficio de los otros. Una persona altruista es aquella que se dedica a los demás sin esperar nada a cambio. El antónimo del altruismo es el egoísmo.
Definición del altruismo según la psicología social
El altruismo, según la psicología social. La conducta prosocial es cualquier
comportamiento que suponga un beneficio para otras personas y la sociedad. Y se distinguen dos tipos de conducta prosocial: la conducta de ayuda (es ayudar a una persona, por ejemplo donaciones) y la conducta altruista(es ayudar a personas al filo de la propia seguridad, por ejemplo un bombero, un asalto)
Factores que intervienen en la conducta altruista
1- Base biológica del altruismo Es cuando nace internamente el cuidar a alguien
sin recibir nada a cambio, ejemplo un niño a un adulto o una madre a un recién nacido.
2- Balance coste – beneficio
Es decir, haríamos un balance entre el beneficio que vamos a aportar y el riesgo o
el sacrificio que vamos a asumir.
3- Empatía y altruismo
La empatía es otro factor clave para el altruismo. Es nuestra habilidad de
conectar con otras personas, de entender y sentir lo que otros sienten, sintonizar con el estado emocional del otro. 4- Compasión y altruismo
La compasión es cuando los sentimientos y pensamientos incluyen el deseo de
ayudar. Por tanto, la compasión podría ser una forma de empatía intrínseca, es decir, la conducta de ayuda es satisfactoria en sí misma.
5- Altruismo recíproco
Otra estrategia se basaría en la reciprocidad. Es decir, las conductas altruistas se
realizarían porque de alguna manera espero que se me devuelva el favor.
6- Motivación egoísta
Algunas hipótesis de la psicología social defienden que el altruismo tendría una
motivación egoísta. Una persona decide actuar para recibir ciertos refuerzos o recompensas simbólicas, como mejorar nuestro prestigio y autoimagen. Ya que el no ayudar puede suponer cierto castigo, como la desaprobación, remordimiento…
Los beneficios de ser una persona altruista
Gran cantidad de investigación apoya los beneficios psicológicos y físicos de ser
altruista.
Los adolescentes que hacen voluntariado están más saludables que
aquellos que no. Las acciones generosas se relacionan con menos mortalidad y depresión. Nos produce sensaciones placenteras y felicidad. Las personas altruistas tienen mejores vidas sexuales, posiblemente debido a que resultan más atractivas para los demás.
Consejos para enseñar a un niño a ser más altruista
1. Predica con el ejemplo: se generoso y anima al niño a serlo también.
Explícale por qué lo haces, pero nunca le obligues a dar o ayudar. 2. Refuerza a los niños cuando sean generosos, felicítale pero no le des premios materiales. 3. Ten una relación cálida y afectuosa.