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INDICE

INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 2
LA ETICA DE LOS MAGISTRADOS Y DE LOS NOTARIOS............................................ 3
ANTECEDENTES DE LA ETICA ............................................................................................ 3
1. ¿QUÉ ES LA ETICA? ....................................................................................................... 5
1.1. TIPOS DE ETICA: ...................................................................................................... 6
 La metaética: ............................................................................................................. 6
 La ética normativa: .................................................................................................. 6
 La ética aplicada:...................................................................................................... 6
1.2. OBJETOS DE LA ETICA.......................................................................................... 7
2. ETICA DEL MAGISTRADO ............................................................................................. 8
A) Las virtudes del juez. .............................................................................................. 9
B) Los deberes del juez.............................................................................................. 10
 La imparcialidad ..................................................................................................... 10
 Deber de estudiar el caso y de fundamentar las sentencias. ..................... 10
 LA PRUDENCIA.- ........................................................................................................ 11
 LA JUSTICIA.- .............................................................................................................. 14
 LA FORTALEZA.- ........................................................................................................ 14
 LA TEMPLANZA.- ....................................................................................................... 15
3. ÉTICA DEL NOTARIO .................................................................................................... 16
El notario .............................................................................................................................. 16
Código de Ética del Notariado Peruano ....................................................................... 16
PRINCIPIO DE VERACIDAD ............................................................................................. 17
PRINCIPIO DE IMPARCIALIDAD ..................................................................................... 17
PRINCIPIO DE DILIGENCIA.............................................................................................. 17
A. DEBERES Y DERECHOS DE LOS NOTARIOS ................................................ 18
B. ACTOS QUE AFECTAN LA ETICA DEL NOTARIO ......................................... 19
CONCLUSIONES..................................................................................................................... 20

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INTRODUCCIÓN

La Ética es un ideal de la conducta humana, que orienta a cada persona sobre


lo que está bien, lo que es correcto y lo que debería hacer, entendiendo su vida
en relación con sus semejantes, en busca del bien común.
La Ética en el trabajo guía no solamente la toma de decisiones (lo que debo
hacer) sino también el proceso que sigue una vez tomada la decisión (cómo lo
debo hacer).
En la actuación profesional, cada individuo tiene su propio patrón de valores, por
ello se hace necesario que cada uno haga su propia reflexión, a modo de
compatibilizar los comportamientos con los valores corporativos, el Código de
Conducta y Ética Empresarial, los objetivos estratégicos, las normas internas de
las Compañías y la legislación aplicable.

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LA ETICA DE LOS MAGISTRADOS Y DE LOS NOTARIOS

ANTECEDENTES DE LA ETICA
La historia de la Ética es tan antigua como la historia del hombre; el más primitivo
de los Homos tenía idea de lo bueno, lo justo, el deber y la virtud, buscando la
manera de determinar y justificar sus acciones.

En el mundo antiguo 4.500 años a.C. los primitivos tenían la preocupación por
determinar lo que está bien o está mal, aplicando un conjunto de valores,
principios y normas concretas que en caso de infringirlos suponía un castigo.

La explicación de lo que está bien o mal, basadas en las leyes inmutables de la


naturaleza creando normas o códigos morales marcadas por la tradición.
Desde el antiguo Egipto casi cuatro mil años antes de Cristo, la sabiduría de
Amenope y las normas morales son recogidas en los papiros, como en. El Libro
de los Muertos.

Los filósofos griegos que comienzan a especular sobre la verdadera virtud, lo


verdadero de lo bueno y concluyen que lo bueno es toda acción que beneficia a
la comunidad y que la virtud, arte y capacidad de “excelencia” que permite
destacar en algo sobre los demás, ser el mejor y prestar los mejores beneficios
a la comunidad.

Los Sofistas pre-socráticos estos filósofos dudaban de los códigos morales del
mundo antiguo, se consideraban a sí mismo como maestros de la virtud y
afirmaban que frente a la imposición surge la CONVENCIONALIDAD y EL
RELATIVISMO MORAL, más claramente estar de acuerdo más o menos con
unos valores, que si no convienen podemos cambiarlos; todo esto dentro del
marco histórico donde surgen las polis o ciudades estados que se gobiernan a
sí mismo, también surge el concepto “ciudadanos” que se agrupan de acuerdo a
sus propios intereses, a muchos intereses de clases, como la nobleza, la
burguesía ( baja nobleza y filósofos),los agricultores y comerciantes y finalmente
los extranjeros y esclavos, estas últimas van desapareciendo, pero al parecer en
algunos grupos de la sociedad actual habría aceptado y practicado esta posición
que va en contra de la misma sociedad.

Sócrates (siglo V a.C.) en sus “Diálogos” usa la reflexión como una actitud de
búsqueda del verdadero bien, el conocimiento y la sabiduría son

Sócrates (siglo V a.C.) en sus “Diálogos” usa la reflexión como una actitud de
búsqueda del verdadero bien, el conocimiento y la sabiduría son imprescindibles
para una conducta y actitudes virtuosas; el auto-conocimiento es la base de la

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moral, ya que la verdad habita en cada uno, y podemos y debemos imitar y
practicar la lección del Templo de Apolo en Delfos:

Aristóteles (384-322 a.C. médico, biólogo, filosofo), su ética tiene como fin
alcanzar la felicidad buscando la sabiduría y usando la razón ya que en el
hombre encontramos una parte apetitiva (deseos–pasiones) y la parte racional,
el hombre deberá ejercitar las virtudes para dominar la parte apetitiva.

Karl Marx (1818-1883) afirma que la Moral cumple una función social, que tiene
un carácter de clase por lo tanto a cada clase social corresponde una moral
peculiar que es relativa mientras se busca una sociedad justa e igualitaria que
surgirá de los cambios de una nueva moral para transformar las relaciones
sociales que mantienen a la mayoría de los hombres humillados, explorados y
abandonados.

Es posible que nos falte mencionar y o analizar otras fuentes actuales, el arte de
la Ética será siempre el mismo desde la Filosofía, Psicología, Sociología,
Antropología, Derecho, Historia, Teología o Medicina el estudio de la conducta
humana en relación con los principios universales sobre los valores morales, el
deber, la dignidad, la justicia y benevolencia del Médico frente a sus pacientes y
la sociedad.

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1. ¿QUÉ ES LA ETICA?
La ética puede ser entendida como “la búsqueda de una comprensión racional
de los principios de la conducta humana”, nos dice Meter Singer. Sin embargo
más allá de esta definición racionalista (positivista) también la podemos entender
en la actualidad en relación a la correcta toma de decisiones en tanto estas sean
buenas, pero para poder llegar a esta conclusión es necesario que revisemos
algunos antecedentes históricos de cómo se ha entendido y desarrollado el
concepto de “la ética”.

La ética puede definirse como: "la ciencia de los actos humanos considerados
en su orientación hacia el fin último…". O también, la ciencia normativa de la
conducta humana a la luz de la razón (RENE SIMON. Moral. Curso de Filosofía
Tomista. Cuarta Edición ampliada. Barcelona, Editorial Herder. 1981. Pág. 37).

También se ha definido con frecuencia la ética como la doctrina de las


costumbres. Así mismo, existen varias definiciones sobre ética, así tenemos:

 Según Leopoldo Baeza y Aceves: "La ética es la disciplina filosófica, y


más propiamente axiológica, que se ocupa del estudio de los valores
bueno - malo".

 Según Salazar Bondy: "ética es una doctrina de la conducta moral de los


principios, de los ideales y de los deberes de las acciones morales".

 Según Johannes Essen (JOHANNES ESSEN, Tratado de Filosofía, Tomo


II, Página 175 y siguientes.): ética es "la ciencia de los valores morales y
de su realización: por obra de los hombres".

 Según DE LA FUENTE AGUILAR (delafuenteaguilar hotmail.com.). "La


ética es la teoría o ciencia del comportamiento moral de los hombres en
sociedad. Es ciencia de una forma específica de conducta humana".

 Ángel Rodríguez Luño (Citado por MALIANDI, RICARDO, "Ética:


Conceptos y problemas". Define la ética como "una ciencia práctica que
se ocupa de la moralidad del obrar humano, por el hecho de proceder de
la libertad en orden a un fin y que, como tal puede ser considerado como
un acto bueno o malo, como acto justo o injusto, o como acto que se debe
hacer o que no se debe hacer".
Bajo esta perspectiva podemos decir que la ética es aquella disciplina filosófica
que estudia los principios y valores de lo bueno y lo malo.

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1.1. TIPOS DE ETICA:

La filosofía analítica divide a la ética en tres campos, la metaética, la ética


normativa y la ética aplicada.
 La metaética:

Se dedica a la investigación de la naturaleza de los juicios éticos así como al


estudio de la naturaleza del pensamiento ético y moral. Pretende responder lo
que significa “bien” y “correcto”, además de sí podemos conocer lo que está bien
y lo correcto y cómo lo podemos conocer, así como determinar si los valores
morales son objetivos y cómo las actitudes éticas nos motivan. Las respuestas
que da, se encuentra enfocada en los problemas de las verdades universales, el
ser de dios, el papel de la razón en los juicios éticos y el significado de los
términos éticos en sí mismos. De igual forma discute si la ética es relativa y si
siempre se actúa por interés propio.
 La ética normativa:

Se interesa por determinar el contenido del comportamiento moral. Busca


proveer guías de acción y procedimientos para responder a la pregunta práctica
“¿Qué debo hacer?”. Conforma el puente entre la metaética y la ética aplicada,
es el intento por llegar a estándares prácticos morales para distinguir lo correcto
de lo incorrecto, además de decir cómo vivir la vida moral. Incluye la articulación
de los buenos hábitos que se deben adquirir. La teoría de la conducta y la teoría
del valor se encuentran dentro de este campo. La primera se encarga de estudiar
lo correcto y lo incorrecto, las obligaciones y lo permitido, puede proponer tanto
estándares de moralidad, como códigos morales o también reglas. La segunda
investiga que cosas son capaces de ser valuadas, cuales son intrínsecamente
buenas y cuales tienen más valor que otras, así como la búsqueda de sus
posibles implicaciones.
 La ética aplicada:

Aplica la ética normativa a problemas específicos controversiales, muchos de los


cuales son tratados directamente en las políticas públicas. Entre los problemas
que trata se encuentran aquellos correspondientes al aborto, la eutanasia, los
derechos animales, la bioética, la ética médica, la ética utilitaria, la ética de la
información, etc. En otras palabras, toma una teoría ética, como el utilitarismo,
la teoría del contrato social o la deontología, y la aplica a un conjunto particular
de circunstancias.

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1.2. OBJETOS DE LA ETICA

El objeto de la ética como ciencia filosófica, es definir y explicar el conjunto de


principios y valores que nos sirven de base para sostenerle comportamiento y
las formas de vida a través de las cuales, en este caso el magistrado, tiende a
emplear los valores profesionales y humanos, lo plenamente bueno, conforme a
la razón y a los lineamientos de su profesión.

El objeto material de la ética, son los actos humanos; el objeto formal es el orden
que debe existir en estos actos humanos. La ética no crea normas, sino que las
descubre y explica. Al guiar al hombre en los valores y principios que han de
orientar su marcha en el mundo, afina y desarrolla su sentido moral e influye de
este modo en su conducta.

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2. ETICA DEL MAGISTRADO
Las principales obligaciones de los jueces y magistrados se encuentran
establecidas en la Ley Orgánica del Poder Judicial. Pero no cabe duda de que,
desde el punto de vista moral, no basta con el cumplimiento de la legalidad. Por
ejemplo, la diligencia en el estudio del caso o la obligación de seguir estudiando
y actualizar sus conocimientos no se pueden imponer legalmente con facilidad.
La Deontología estudia las acciones que no están sometidas a la legislación.

La Ética se intercala entre los dos Niveles presentes en el Derecho: la afirmación


de valores y el conjunto de técnicas. La Ética se ocupa del uso que de la técnica
hacen en la práctica los profesionales y de su conformidad con los valores, y
también del mecanismo de toma de decisión por parte del juez y de los criterios
de elección utilizados.

Como ha señalado Garapon, el problema se complica ante la variedad de tipos


de función judicial y ante los imperativos múltiples y, a veces, contradictorios a
los que están sometidos los jueces: administrar y arbitrar, decidir y negociar,
estar cercanos a la sociedad y guardar las distancias. En muchos casos es
necesario establecer prioridades entre valores en conflicto. En estas
condiciones, encomendarse a la Ética no es sucumbir a la moda sino buscar el
control de la técnica jurídica, la jerarquía de los valores y su coherencia. Los
criterios de excelencia profesional son múltiples y a menudo contradictorios. El
profesor de Derecho y el presidente de Sala, el abogado y el jefe de policía
pueden tener una opinión diferente acerca de las condiciones de un buen juez
de instrucción. Muchas cuestiones éticas surgen cuando los objetivos
reconocidos y los no reconocidos de una institución entran en conflicto.

La ética del magistrado o ética aplicada a la función judicial, no es sino la


aplicación de la ética general al que hacer de juez o fiscal; Antonio Peinador
Navarro, en su tratado de moral profesional, según cita de Luis Vigo señala que
"la moral profesional es una aplicación de la moral a la profesión o mejor al
profesional. No han de ser, ni pueden ser, distintos principios de razón o
revelados que rijan la vida moral del profesional, en cuanto tal, de los que han
de regir la vida de cualquier mortal, puesto que la moral como la verdad no puede
ser más que una".

El resurgir actual de la Ética procede de la concepción del profesional no como


"actor estratégico", cuya conducta viene determinada por la institución a la que
sirve, sino como sujeto responsable, que reivindica su creatividad moral y la
posesión de una conciencia capaz de escapar a los determinismos sociales y
psicológicos.

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Esto da lugar a dos tipos de ética. Una, tendente a enunciar los valores que
deben presidir la conducta profesional; otra, que estudia caso por caso la
realidad de las prácticas profesionales. La Ética en este caso se alía con la
casuística. Antaine Garapon ha destacado tres causas de la resistencia que
presenta nuestra tradición jurídica a la consideración de la ética del juez: la
tradición positivista; la concepción clásica de la función judicial; y el predominio
de la doctrina científica.

Así surgen lo que pueden calificarse como las paradojas de la Ética judicial: la
paradoja de la neutralidad (el juez debe conocer las pasiones y, a la vez, ser
insensible a ellas); la paradoja de la Legalidad (el problema de la ley injusta); la
paradoja de la ética judicial en sí misma (la Ética no puede ser para el juez un
valor añadido sino la esencia misma de su actuación).

La ética del juez tiene que descansar en un equilibrio entre extremos, en el


sentido de la mesura; en suma, en la prudencia.

A) Las virtudes del juez.

En los últimos tiempos se ha producido en el ámbito de la filosofía moral una


renovación de la teoría aristotélica de las virtudes. Un buen ejemplo es la obra
de MacIntyre Tras la virtud.

Entre las virtudes del juez se encuentran, sin duda, el profundo conocimiento del
Derecho, la pulcritud y la escrupulosidad. Entre las dificultades que tiene que
afrontar su práctica cabe mencionar el exceso de casos y la falta de medios.

De las virtudes del juez también se ocupó Tocqueville. "Los jueces federales,
pues, no sólo deben ser buenos ciudadanos, hombres probos e instruidos –
cualidades necesarias a todos los magistrados- sino también hombres de
Estado; es preciso que sepan discernir el espíritu de su tiempo, afrontar los
obstáculos que pueden vencerse y apartarse de la corriente cuando el ímpetu de
ésta amenaza llevarse, junto con ellos, la soberanía de la Unión y la obediencia
debida a sus leyes".

Los valores propios de la función judicial son, entre otros, la objetividad, la


neutralidad, la imparcialidad, la transparencia, la lealtad institucional, la
ejemplaridad, la responsabilidad, la integridad y la honradez. Neil MacCormick
enumera los siguientes criterios de racionalidad que han de guiar al juez en su
labor de justificar las decisiones: capacidad argumentativa y conocimiento del
Derecho vigente, buen juicio, perspicacia, prudencia, altura de miras, sentido de

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la justicia, humanidad, compasión, valentía. Podemos añadir también la
modestia y la auto-restricción.

B) Los deberes del juez

Es usual establecer restricciones a la libertad de ciertos cargos públicos, de las


que no están excluidas, con razón, los jueces. Para establecerlas, cabe proceder
de dos modos. Uno consiste en establecer el principio de la libertad general (es
decir, en no establecer propiamente restricciones) y prever sanciones ejemplares
en caso de abusos.

El otro limita la libertad en favor de la prevención y de la conveniencia de guardar


las apariencias. Desde una perspectiva liberal, es preferible la primera
alternativa, aunque no deja de plantear problemas.

Hay que distinguir entre los deberes del juez en el ejercicio de su función y
aquellos que se refieren al resto de su vida pública y a la privada.

 La imparcialidad
La imparcialidad es, quizá, el más importante de todos sus deberes. Stanislas L.
Lec afirmó que "todos somos iguales ante la Ley pero no ante los encargados de
aplicarla".

Un juez no puede ser plenamente independiente si no lo es el Poder Judicial.


Baste considerar las facultades revocatorias atribuidas a los tribunales
superiores y las facultades disciplinarias del Consejo General del Poder Judicial.

La imparcialidad queda garantizada con la independencia del juez y con la


sumisión exclusiva al Derecho.

 Deber de estudiar el caso y de fundamentar las sentencias.

La sentencia debe ser el resultado de una argumentación y de un razonamiento,


no de un acto de potestad.

Para garantizar la moralidad de los jueces se establece el régimen de


incompatibilidades y las causas de recusación. La autorrecusación del
magistrado José Luis Manzanares en el caso GAL puede, en este sentido,
considerarse ejemplar.

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La administración de justicia es incompatible con la ira y la venganza. Mazzarino
dijo de uno que era "tan buen juez que rabia por no poder condenar a las dos
partes".

Más que una obligación moral, es una obligación jurídica la necesidad de fallar
según lo alegado y probado en el proceso, no según los conocimientos
adquiridos fuera de él. Rafael Gómez Pérez plantea el caso típico y trágico en el
que el juez sabe que condena a un inocente o que absuelve a un culpable. ¿Qué
solución ética puede darse a estos casos? Cabe distinguir dos supuestos: a) que
el juez personalmente pueda aportar pruebas que demuestren la inocencia o la
culpabilidad. En este caso, el juez debe inhibirse, abstenerse de juzgar y, si se
promueve, actuar en el nuevo proceso como testigo de cargo o de descargo; b)
que no pueda aportarlas, porque no existen o porque la ley no se lo permita. En
este caso, jurídicamente no es posible hacer nada. No queda más solución que
emitir una sentencia conforme al Derecho, en contra de la propia opinión
subjetiva.

El tipo de certeza exigible al juez no es la certeza absoluta, sino una certeza


moral basada en razones objetivas.

Otro caso típico, que posee grave relevancia moral, es la actitud del juez ante la
ley injusta. ¿Puede el juez obligar a alguien a realizar un acto intrínsecamente
inmoral? ¿Puede el juez reconocer y aprobar con su sentencia una ley injusta?
El juez es juez del caso, pero no de la ley. Pero si hubiera que optar entre la ley
y la conciencia, moralmente no cabe otra opción que la segunda.

La ética del magistrado, contiene cuatro presupuestos, que lo constituyen: la


prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza para lograr un resultado
final, en el que se concreta la equidad.
 LA PRUDENCIA.-
La prudencia, es la virtud cardinal o facultad intelectual, cognoscitiva, imperativa,
perfectiva, fundamentalmente práctica, que constituye la razón del actuar bien
del magistrado judicial, o bien de los miembros del Ministerio Público. La
inteligencia humana tiene dos formas de expresarse, constituidas por las dos
formas de razón; como razón teórica, la inteligencia busca el acopio de
información, el conocimiento, en el caso del juez o el fiscal puede concretarse en
el conocimiento dogmático jurídico, en el dominio informativo del hecho
justiciable, así como de las pruebas para su correcta valoración; y la razón
práctica como expresión concreta, objetiva y externa, en otros términos como
materialización en la acción moral, esto es en el acto procesal concreto del caso.
Por ejemplo: la sentencia, la diligencia de conciliación, el auto apertorio, que

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tendrán la calidad de acto moral y expresión de prudencia judicial, si están
debidamente motivados, esto es, si son capaces de concretar sus justificaciones
objetivas. Es así como opera la prudencia, integrando la razón teórica o
cognoscitiva con la razón práctica o imperativa, que se materializará en el acto
procesal. La prudencia tiene dos elementos: por una parte la cautela que se
manifiesta en el plazo razonable para la plasmación del acto procesal, y la
providencia como otro elemento por el que juez o fiscal deben tener una visión o
proyección de los efectos del acto procesal que dictan, este segundo elemento
está en función de la esfera macro moral a la que se refiere Karl Otto Apel; por
la providencia el magistrado puede valorar los beneficios o perjuicios de su
decisión, actualmente en nuestro medio se habla en función de este elemento
de la prudencia, como la convicción del impacto social positivo que debe tener
cada acto procesal decisional.
En materia jurídica hay dos clases de prudencia:

o La prudencia jurídica legislativa cuyo objeto es la concreción del bien


común, en la norma legal que dicta este poder del Estado, bien común
que "No consiste en la simple garantía de los intereses individuales, ni en
el bien del Estado como tal, sino que configura una situación real
comunitaria inmanente al todo social, justamente participada por todos, y
sin la cual el goce y ejercicio de los derechos individuales se tornan
ilusorios o no hallan plena satisfacción" (ABELARDO F. ROSSI).

o Por otro lado, la prudencia jurídica jurisdiccional, es aquella que


corresponde al magistrado judicial, al definir cada caso con su decisión
justa; es una prudencia concreta, objetiva, singular y eminentemente
personalizada, y dentro de lo posible, debe ser predictible por su
vinculación o sustento en el orden jurídico y particularmente en las fuentes
del derecho.

Uno de los grandes retos de la reforma jurisdiccional será desarrollar una


conciencia ética para cultivar la prudencia jurisdiccional, como base de la
construcción jurisprudencial de nuestro sistema de justicia.

Podemos decir, pues que la prudencia en términos generales es una virtud


cardinal e intelectual práctica, que tiene utilidad general, permite al hombre
cultivar el orden práctico en su vida, Fernando Savater dice: "Nos enseña a saber
vivir"; por ser perceptiva se constituye al- dotar de calidad a nuestro trabajo en
la función que desempeñamos, subsecuentemente promueve otros aspectos
afines a la calidad como la fortaleza institucional del sistema y por ende su
legitimidad social; la prudencia por ser práctica nos exige fijarnos bien en lo que
decidimos, en otros términos permite la realización plena del juez o fiscal, como

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persona y como magistrado. No olvidemos que la jurisprudencia es lo justo
reconocido por los prudentes".

La prudencia nos permite actuar justamente en cada caso. Es necesario hacer


énfasis en la palabra "justamente". Para el mundo jurídico "justamente, significa
la medida de lo justo, la medida expresada como justa en cada caso, esta medida
está en función de que se conozca realmente el caso, si no se conoce, no hay la
medida justa, por eso es importante el término "justamente".

Sólo la prudencia, es capaz de hacer jurisprudencia. Las sentencias que dictan


las Cortes Superiores, o que dictan las Salas Supremas serán ejecutorias en su
caso, en su nivel, pero no serán jurisprudencia. Será jurisprudencia aquella
sentencia que desarrolla un principio y que es expresión justa de la dimensión
razonada de la decisión. Jurisprudencia, significa lo justo, reconocido por la
autoridad de los prudentes, de los que conocen la materia, de los que dominan
el tema, de los que saben de la casuística. ¿Cómo opera la prudencia? ¿Cómo
se desarrolla o cómo debe desarrollarse la prudencia? ¿Debe operar la del juez
o del fiscal en cada caso? Prudencia es un término importante, es la medida de
lo justo. Ser prudente es reconocer el bien, y todos lo reconocemos, porque es
producto de la experiencia. La experiencia demuestra que solo aquellos que
saben cómo son las cosas, pueden estar capacitados, seguros y pueden tener
confianza para obrar bien, y defender que su decisión si es la correcta.

El derecho en manos del juez, es la res-jus, es la cosa justa a la que se llega


mediante la prudencia. La prudencia es el soporte, es la justificación de nuestra
decisión. La prudencia opera en los casos concretos, mediante su dimensión
cognoscitiva, de una parte, acopiando toda la información necesaria.
Tendríamos que decir que el juez o el fiscal, tienen que conocer el hecho, si
conocen adecuadamente el hecho, éste es un conocimiento evolutivo, es un
conocimiento histórico, es un conocimiento reconstructivo. Si el fiscal conoce el
caso, el hecho, éste es un primer elemento de conocimiento, es decir, va a
desarrollar su prudencia a partir de ese conocimiento del hecho. Conocido el
hecho, tiene todas las vías posibles, para hacer un segundo trabajo que es el de
proyectar y planificar todo lo que implica el desarrollo probatorio del hecho.
Seleccionado el material probatorio en función de su pertinencia, de su
contundencia, y de su utilidad; el juez o fiscal están cumpliendo con la prudencia
cognoscitiva. El otro nivel de prudencia cognoscitiva es el nivel de la subsunción
normativa. Por ejemplo, cuando se trata de una usurpación, el fiscal denuncia
por el art. 202 del Código Penal, que tiene 7 supuestos. El Fiscal no está
actuando prudentemente porque está haciendo sólo una tarea, una función
empírica, que no es la de un abogado profesional y titulado que presupone
calidad. Se puede traer un zapatero, lee el art. 202, los 7 supuestos, eso no es
actuar éticamente, no hay prudencia.

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A la inversa, conociendo los hechos, el fiscal selecciona los problemas, sin
perder de vista las reglas de la legalidad. Por eso, son cuatro presupuestos de
la prueba: pertinencia, contundencia, utilidad legalidad, a partir de ellas, va a
tomar una decisión acusatoria.
 LA JUSTICIA.-

La justicia es la virtud cardinal, que se manifiesta como hábito o disposición para


institucionalizar el bien como justo, se define también como la vocación
indeclinable de dar a cada uno lo suyo o como el sentimiento de Identificación
con lo correcto, en otros términos y desde la perspectiva de la función judicial
podríamos decir que la justicia es la virtud cardinal que expresa la absoluta
armonía lograda de las voluntades de contenido jurídico, congregadas en el
debido proceso, identificable históricamente como decisión correcta.

Rodolfo Luis Vigo, nos dice que "desde la praxis la justicia es la decisión prudente
en el caso particular, dando a cada uno lo suyo, es el derecho concreto",
adicionalmente, para Rudolf Stammer "la justicia es el pensamiento fundamental
que nos permite reconocer o rechazar históricamente la rectitud de una
decisión". Sin embargo, conviene distinguir los contenidos de "lo justo".
Factores de lo Justo:

* El hecho justiciable, como elemento fáctico es objeto de conocimiento que ha


de permitir al juzgador ir construyendo su proyección decisoria, si bien en este
aspecto conserva una gran relación con la prudencia a tal extremo que
Roussean, dice: "Justicia es el corazón ilustrado por la razón".
* La orientación fundamental abstracta que plasma la voluntad de contenido
jurídico conjugado en el debido proceso y que se expresa mediante las normas
jurídicas procesales y materiales, así como los medios probatorios.

* La directriz enjuiciadora fundamental, como abstracción integral de hechos,


pruebas y normas sin las cuales no habría proceso regular, ni mucho menos
decisión correcta, justa.

* El factor exclusivo, el juez está llamado a evitar cualquier contaminación al


resultado de su prudencia ya su sentimiento de rectitud que debe
institucionalizarse como justicia correcta del caso en su sentencia.

 LA FORTALEZA.-

La fortaleza al igual que los presupuestos anteriores es también una virtud


fundamental, íntimamente ligada a los principios de independencia e
imparcialidad del juez, su propósito es garantizar la igualdad de los justiciables

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en el carácter; la concreción de personalidad del juez para sustentar, defender y
adherirse incondicionalmente y por la vocación indeclinable, de instituir lo justo;
es una virtud del carácter y del don de autoridad del magistrado, quien si bien
debe ser abierto y reflexivo para conocer los hechos, las pruebas y la tesis de
defensa de los justiciables, por su fortaleza, luego de comprender el caso debe
ser firme e inflexible al momento de decidir.

Pedro Rivadeneyra citado por Luis Vigo, dice al referirse a los jueces "que el
poder de éstos estaba en su fortaleza interior, en la represión de sus defectos y
en la valentía para enfrentarse a los otros externamente poderosos ya sea por
dinero, predicamento, influencia o temor". La fortaleza implica un profundo
respeto del juez para consigo mismo, ya la vez la concreción de excluir cualquier
exigencia extraña a la propia posición jurídica alcanzada, la fortaleza es una
virtud que se construye sobre la base de la esfera micro moral de la persona en
cuanto éste, va forjando su autoestima.
 LA TEMPLANZA.-

Es la virtud, por la cual limitamos nuestras ambiciones personales o familiares


hacia los bienes materiales, así como a los placeres deshonestos, inculca una
vida modesta, normando las acciones externas del hombre, quien sin
ostentaciones ni alardes de ninguna clase, ejerce a plenitud su poder y autoridad,
lo que no significa humillación de ningún aspecto, por lo que los Estados, tienen
el deber de asegurar a los magistrados remuneraciones decorosas, que les
asegure un nivel de vida digno de su misión y jerarquía, como expresa el inc. 4
del art. 146 de nuestra Constitución.

Es la virtud que nos orienta hacia el uso austero de los bienes y recursos, tanto
en el nivel personal, como en el institucional.
Estos presupuestos éticos del Juez o del Fiscal, según corresponda, constituyen
a su vez, las armas, con las que habrá de enfrentar a cualquiera de las causas
de corrupción, tales como la codicia, el odio, el amor en sus expresiones de amor
por interés o amor concupiscente, el temor por su bajo nivel académico, que por
las exigencias lo invita a seguir superándose para su realización personal,
profesional y sobretodo funcional.

La equidad constituye la síntesis de los presupuestos éticos, o virtudes


cardinales del magistrado judicial o del Ministerio Público; podríamos decir que
la equidad es la virtud síntesis y a la vez específica de un magistrado: "Hierran,
pues, quienes confunden la equidad con un sentimiento con apreciación
subjetiva o con caprichoso voluntarismo. La equidad es la más subjetiva, la más
intelectual, lúcida y valiosa virtud del juez, que jamás debe abdicar de ella en el
ejercicio de su delicada misión" (ABELARDO F. ROSSI).

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3. ÉTICA DEL NOTARIO
El notario
El notario ha sido delegado por el estado como un depositario de la fe pública es
el encargado de realizar aquellos documentos que tiene carácter de legales ante
las entidades públicas, reviste de ciertos, de credibilidad cada hoja emitida por
él.

Tiene entre sus funciones el de ser honesto, trabajar con rapidez, de ser leal, de
deberse a su cliente ofreciéndole siempre la mejor opción no la más conveniente
para el mismo.

Deberá actuar con la mayor deferencia y exaltación a la dignidad de su profesión,


absteniéndose de todo aquel comportamiento que suponga descrédito
profesional o personal. En consecuencia, velará por el cumplimiento de estos
deberes por sí mismo y por sus compañeros de profesión. Como abogado,
también deberá cumplir fielmente los preceptos que le imponen los cánones de
ética profesional y en particular, los que le atañen como notario.

La deontología se refiere a los deberes que pertenecen al ser humano en todas


sus manifestaciones de la vida. Son los valores éticos o morales que se reflejan
en cada acto del comportamiento humano, en la conducta que exterioriza.

Código de Ética del Notariado Peruano

DECRETO SUPREMO Nº 015-85-JUS

Artículo 2.- El Notario, en su condición de profesional del Derecho encargado


de dar fe pública en los actos y contratos en que interviene por mandato de la
Ley, debe orientar su acción fundamentalmente de acuerdo a los siguientes
principios:
a) Veracidad;
b) Honorabilidad;
c) Objetividad;
d) Imparcialidad;
e) Diligencia; y,
f) RESPETO A LA DIGNIDAD Y DERECHOS DE LAS PERSONAS, A LA
CONSTITUCIÓN Y A LAS LEYES.

Estos principios deben orientar asimismo la vida personal del Notario.

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PRINCIPIO DE VERACIDAD

No se puede pensar en la organización del notariado sin la presencia de la


veracidad. Para analizar este deber debemos partir de la premisa de que es el
Estado Provincial el titular y depositario de la Fe Pública. Este Estado es el que
delega al notario el ejercicio de la dación de Fe. Constantemente la Fe Pública
es definida como la “verdad” impuesta coactivamente por el Estado, y en
consecuencia al estar delegada al notario, esa verdad coactivamente impuesta
no será otra cosa que la que diga el notario.-

En conclusión, estamos en condiciones de afirmar, que dada la particularidad del


ejercicio de la función notarial, pocas profesiones, tanto desde lo doctrinario
como desde lo jurisprudencial, se preocupan por el cumplimiento efectivo de
estos deberes

PRINCIPIO DE IMPARCIALIDAD

Es un pilar fundamental del notariado, y por lo tanto un deber ético notarial, que
el escribano debe poner en práctica frente a las partes contratantes. El
asesoramiento y la redacción del instrumento deben estar despojados de
cualquier influencia mayor de alguna de las partes intervinientes.

Es importante que el sujeto que no ha participado de la elección del notario,


comparezca a la audiencia convencida que éste ha actuado con total
imparcialidad, preservando sus derechos, por lo que podrá otorgar el acto sin
desconfianza alguna.-

PRINCIPIO DE DILIGENCIA

Este principio hace referencia al cuidado, a la agilidad, al celo, al esmero, a la


prontitud, ligereza en la ejecución del trámite solicitado, obliga al notario a
realizar todos los trámites de las inscripción del documento, en el caso de que
así sea, o de cumplir con todas las formalidades del caso para que el instrumento
tenga la debida eficacia jurídica.

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A. DEBERES Y DERECHOS DE LOS NOTARIOS

Artículo 4.- El Secreto Profesional constituye un deber y un derecho del Notario.

Es deber en relación con las personas que solicitan sus servicios profesionales,
que subsisten aunque no se haya prestado el servicio o haya concluido tal
prestación.

Respecto a las autoridades es derecho que invocará ante la orden o petición de


hacer declaraciones de cualquier naturaleza que afecten el secreto.

Artículo 5.- Son deberes del Notario:

a) Conocer y cumplir las normas jurídicas, en especial de las que regulan sus
funciones y los actos y contratos en los que interviene;

b) Estudiar en forma permanente para obtener la adecuada capacitación;

c) Sufragar en las elecciones, votar en las reuniones institucionales y dejar


constancia de sus opiniones discrepantes;

d) Asistir en forma regular al oficio notarial, observando el horario señalado y la


puntualidad en sus actuaciones;

e) Cobrar sus honorarios de conformidad con el arancel;

f) Prestar el servicio profesional a cuantas personas requieran de su Ministerio,


salvo lo establecido en el inciso c) del Art. 6 de este Código;

g) Aceptar cargos directivos, comisiones y prestar con dedicación su concurso


personal para el mejor éxito de los fines colectivos del Colegio al que pertenece,
de la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú, del Consejo de
Notariado y Archivos y de la Unión Internacional del Notariado Latino;

h) Guardar moderación en sus intervenciones verbales o escritas ante los


organismos institucionales mencionados en el inciso anterior;

i) Observar en el trato oficial con el Decano y los miembros de la Junta Directiva


del Colegio, así como con los demás colegas el respeto que merece su
investidura, sin perjuicio de presentar las reclamaciones a las que estime tengan
derecho; y,

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j) Proporcionar los datos e informaciones que le soliciten su Colegio, el Consejo
de Notariado y Archivos o el Poder Judicial, que de acuerdo a ley pueda
suministrar.
Artículo 6.- Son derechos del Notario:

a) El respeto y consideración que merece por la importante función que


desempeña, tanto por parte de los miembros de la sociedad cuanto por las
Autoridades;

b) Percibir un honorario justo por los servicios profesionales que presta, lo que
implica la adecuada y oportuna actualización del arancel;

c) Negarse a intervenir:

1. En los actos y contratos contrarios a la ley, a la moral o a las buenas


costumbres;

2. Cuando de algún modo se le cause agravio profesional o personal;

3. Cuando hay discrepancia respecto de la calificación jurídica del acto o


contrato;

4. Cuando no se sufrague los honorarios profesionales y gastos, en la


oportunidad y forma que tenga establecido.

B. ACTOS QUE AFECTAN LA ETICA DEL NOTARIO

Artículo 7.- Afectan la ética del Notario:

a) La competencia desleal (Debemos decir que la palabra competencia


significa rivalidad entre dos o más personas que aspiran a tener la misma cosa.
Pero más allá de hablar de rivalidad entre personas, en nuestro ámbito notarial,
creemos que es posible hablar de una sana competencia, fundada en valores
éticos, y que tenga por finalidad valores loables. La competencia bien entendida,
sana, leal, trae como consecuencia el perfeccionamiento de los actos del notario
al ejercer su profesión). Se consideran actos de competencia desleal:

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1. Obtener clientela cobrando honorarios inferiores a los establecidos en el
arancel;
2. Utilizar personas u oficinas, que fuera del oficio notarial se dediquen a captar
clientela;

b) La intervención y opinión en perjuicio de la calidad personal o


profesional de otro colega;

c) El incumplimiento de las disposiciones emanadas del Colegio;

d) Instalar más de un oficio notarial;

e) Toda clase de publicidad, por cualquier medio de comunicación social, con


excepción de avisos escritos que se limiten a anunciar el nombre del Notario, su
dirección y horario de trabajo.

CONCLUSIONES
La ética puede definirse como: "la ciencia de los actos humanos considerados
en su orientación hacia el fin último…". O también, la ciencia normativa de la
conducta humana a la luz de la razón.

La filosofía analítica divide a la ética en tres campos, la metaética, la ética


normativa y la ética aplicada.

La ética del magistrado o ética aplicada a la función judicial, no es sino la


aplicación de la ética general al que hacer de juez o fiscal; Antonio Peinador
Navarro, en su tratado de moral profesional, según cita de Luis Vigo señala que
"la moral profesional es una aplicación de la moral a la profesión o mejor al
profesional. No han de ser, ni pueden ser, distintos principios de razón o
revelados que rijan la vida moral del profesional, en cuanto tal, de los que han
de regir la vida de cualquier mortal, puesto que la moral como la verdad no puede
ser más que una".

La ética del magistrado, contiene cuatro presupuestos, que lo constituyen: la


prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza para lograr un resultado
final, en el que se concreta la equidad.

El Notario, en su condición de profesional del Derecho encargado de dar fe


pública en los actos y contratos en que interviene por mandato de la Ley, debe
orientar su acción fundamentalmente de acuerdo a los siguientes principios: a)
Veracidad; b) Honorabilidad; c) Objetividad; d) Imparcialidad; e) Diligencia; y, f)
RESPETO A LA DIGNIDAD Y DERECHOS DE LAS PERSONAS, A LA
CONSTITUCIÓN Y A LAS LEYES.

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