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El ejercicio de la “Observación de Si” – Gurdjieff

Por: Gurdjieff uruguay

Autor: Dennis Lewis Tema: Articles and Essays

“La auto-observación es un método poderoso no solamente para el auto-estudio sino que también para
cambiarse así mismo. Introducido en occidente por Gurdjieff como parte de su sistema de trabajo sobre uno
mismo, la auto-observación se aborda mejor no como una técnica sino más bien como una relación
totalmente nueva con uno mismo como una criatura viva que respira. La auto-observación como la describe
Gurdjieff es un camino íntimo a la propia mente, cuerpo y espíritu. Nos permite experimentar nuevos niveles
de consciencia y al hacerlo vivimos una vida más consciente y armoniosa.

Gurdjieff y la Identificación

Gurdjieff cree que debido a nuestro condicionamiento y educación la mayoría de nosotros vivimos nuestras
vidas como autómatas inconscientes. Ajenos a nuestro potencial real, nuestra esencia, estamos totalmente
“identificados” con nuestra personalidad, con la imagen de nosotros mismos, y con los pensamientos,
sentimientos, imágenes, sueños, o sensaciones que capturan nuestra atención en un momento dado. Debido
a que rápida y mecánicamente decimos ‘Yo’ a cada impulso que a surge en el momento, dice Gurdjieff,
especialmente aquellos impulsos que apoyan la imagen que tenemos de nosotros mismos, rara vez
dándonos cuenta de nuestra fragmentación interna y nuestra carencia de voluntad y elección como
resultado de ésta fragmentación. Nos perdemos a nosotros mismos a cada momento en un u otro aspecto
de nuestra vida, sin contacto con la notable totalidad que es ‘nuestro derecho a nacer’.

De acuerdo o no con Gurdjieff, su enfoque a la auto-observación y la consciencia -como se describe en el


libro de PD Ouspensky- han tenido gran impacto en muchas enseñanzas psico-espitituales de occidente, y
proporciona un excelente punto de inicio para cualquiera que busque una comprensión más profunda de sí
mismo. Es más, como señala Gurdjieff, como ciertos procesos no pueden tener lugar a la luz de la
consciencia, la auto-observación es en sí misma el inicio de un cambio real.

Mis primeros experimentos con la auto-observación en la Fundación Gurdjieff

Comencé a observarme a mí mismo seriamente en 1967 en un grupo bajo la dirección de algunos líderes de
la Fundación Gurdjieff. Nuestro esfuerzo fundamental en varias condiciones especiales del Trabajo de
Gurdjieff, condiciones especialmente organizadas de quietud, discusión, escucha, movimientos, labores
manuales y artesanales, era observarnos a nosotros mismos como realmente somos, intentando ser testigos,
estar ‘presentes’ a cualquier cosa que surgiera en el momento. Utilizando varios métodos transmitidos por
Gurdjieff, intentábamos descubrir en nosotros mismos una atención que pudiera ‘registrar’ si lo que
estábamos experimentando era un pensamiento, un sentimiento, una sensación, o la combinación de éstas
u otras funciones. También intentábamos observar nuestra identificación con algunos hábitos, incluyendo el
ensueño, imaginación, charla interna, y así sucesivamente, para verificar nuestra falta de unidad interna. Al
intentar observarnos a nosotros mismos -que usualmente requiere ir contra los hábitos para poder
observarlos más claramente- se nos recordaba no intentar juzgar o analizar lo que se ha visto. De acuerdo
con Gurdjieff, el juicio y análisis simplemente nos lleva/empuja nuevamente al círculo vicioso de
identificación con el contenido de nuestra consciencia -especialmente con las reacciones internas a lo que
vemos- consumiendo así la poca atención libre que tiene que estar disponible para continuar la observación.
Si el juicio y/o análisis se producen, y sucede a pesar de nuestras mejores intenciones, simplemente
debemos incluirlo en la observación. En resumen, el Trabajo de Gurdjieff pide ser científicos en relación a
nosotros mismos, con nuestro propio ser como el objeto de la observación.

Pronto quedó claro, a alguno de nosotros al menos, que para ser más que tomar nota mental o
psicólogicamente, la auto-observación de Gurdjieff debe, tanto como sea posible, abarcar los procesos y
energías de nuestros cuerpos. A través de un experimentación continua, comenzamos a tener vislumbres de
lo que Gurdjieff quiso decir con solamente enraizando nuestra consciencia en la sensación viva de nuestro
cuerpo el ‘Yo Soy’, nuestra presencia real puede despertar. Aunque se nos dijo que, la completa auto-
observación depende de estar abierto a una energía superior, una consciencia más elevada, se nos dijo que
se comienza poniendo la atención disponible en nosotros sobre el estado somático del momento. Gurdjieff
deja claro que sólo cuando nuestra atención ordinaria esta activamente ocupada experimentando el
momento presente que la energía superior de consciencia puede surgir, una consciencia que relaciona
nuestro mundo interior y exterior.

Para aquellos que deseen estudiarse a sí mismo con el método de Gurdjieff de ‘auto-observación’, el punto
de partida es la sensación general del cuerpo. Es a través de esta sensación, una especie de telón de fondo
perceptivo en 3 dimensiones, que podemos discernir los diversos movimientos y las energías de nuestras
propias funciones internas. Sin la estabilidad de esta sensación, nuestros esfuerzos de auto-observación se
tornarán rápidamente en identificación con cualquier pensamiento, sentimiento, ensueño que esté
sucediente.

Gurdjieff, Auto-Observación & Sittings

Una de los principales ejercicios en el Trabajo de Gurdjieff en años recientes es llamado ‘sittings’, una forma
profunda de trabajo interno que es pasado oralmente de maestro a estudiante. De manera que varios
ejercicios que Gurdjieff paso a sus estudiantes no están disponibles al público general, en encare básico ha
sido descripto por Jean Vaysee en su excelente libro ‘Hacia el Despertar’. De manera que es importante,
eventualmente aprender a observarse a sí mismo en cualquier circunstancia, ayuda mucho comenzar
sentándose por 20 minutos al inicio del día con los ojos cerrados y la columna recta pero flexible. A medida
que uno se relaja más y más en ésta simple postura y gradualmente ocupa todo cuerpo de uno mismo, un
comienza a experimentar un sensación más total del uno mismo. Es ésta sensación que hace posible ver,
escuchar y ‘registrar’ (darnos cuenta que están sucediendo) nuestros pensamientos, sentimientos,
intuiciones, posturas, y así sucesivamente, y cómo éstas varias funciones se influencian unas a otroas en esta
compleja máquina que llamamos ‘nosotros mismos’.

Auto-Observación y Niveles de Sensación

No fue sino años después de haber dejado la Fundación Gurdjieff que entendí y formule gran parte de lo que
sigue, es útil darse cuenta desde el principio de la auto-observación que la ‘sensación’ puede experimentarse
en diferentes niveles, dependiendo del grado de relajación y atención. Aunque el propio Gurdjieff no definió
los niveles de sensación, esto se hace bastante claro un profundo trabajo de auto-observación. Estos niveles
incluyen la sensación automática de los molestias y dolores; la sensación más profunda de las tensiones y
contracciones; la sensación más sutil de la temperatura y movimientos: la uniforme “espinosa” sensación de
la piel, la viva sensación de la respiración interna de nuestros órganos, huesos, tejidos y fluidos; y la
sensación integradora de los circuitos de energía del cuerpo, conectando todos los órganos con las funciones
de nuestro ser.
Aquellos que siguen el trabajo de la relajación consciente a través de un contacto más profundo con sus
cuerpos eventualmente llegarán a un nivel más de sensación: la profunda, y abarcadora sensación de
espacio y silencio que yace en el corazón de nuestro ser somático. Aunque rara vez discutido en el Trabajo
de Gurdjieff, está basado en mi propia experiencia, es una etapa importante del trabajo de auto-
observación. Es solamente a través de esta sensación experimentada como ambos espacio y silencio que
nuestra consciencia puede aceptar y acoger la totalidad de nosotros mismos. Es esta aceptación, y
bienvenida, el inicio de la auto-transformación.

Para muchos que emprenden la auto-observación sin embargo, la observación de sus cuerpos rara vez va
más allá de una proyección mental de su sensación. Para otros solamente abarca la sensación de la piel y de
las tensiones más superficiales. Esto es comprensible, ya que para ir más profundo en nuestro organismo
significa abrirse a las contradicciones y confusiones de nuestra vida interior, a las fuerzas reales, a los
‘animales’ como dijo Gurdjieff, que nos mueven. Estas fuerzas incluyen nuestras aspiraciones y deseos más
profundos, pero también los traumas, miedos, ansiedades, preocupaciones y otras emociones enterradas en
las complejas interrelaciones del cerebro y su sistema nervioso, el esqueleto, los músculos y las vísceras que
llamamos nuestro cuerpo.

Aunque el método de auto-observación de Gurdjieff es una herramienta poderosa de auto-estudio,


aprender a abrirnos a nosotros mismos de esta manera es mucho más que la aplicación de ejercicios y
técnicas. También hay que tener un gran conocimiento, sinceridad y sensibilidad. Tenemos poca consciencia
directa de las operaciones de nuestro cerebro y de nuestro sistema nervioso, excepto cuando se reflejan en
los tejidos, estructuras y movimientos de nuestro cuerpo. Lo que es más, en la práctica de nuestra atención,
que generalmente es bastante débil, rara vez se puede llegar debajo de las capas más superficiales de los
tejidos, órganos y músculos, condicionados por años de inconsciencia, negatividad y mal uso. Basado en mi
Trabajo sobre mi mismo y con otros fuera del Trabajo de Gurdjieff, es claro para mí que nuestros cuerpos,
especialmente las vísceras, se han convertido gradualmente en la bóvedas de almacenamiento de
experiencias e impresiones no digeridas demasiado cargadas o dolorosas para enfrentar. En nombre de la
homeostasis y la supervivencia, nuestro sistema nervioso cierra las puertas de estas experiencias a través de
una especie de amnesia orgánica. Pero mantener las puertas cerradas consume una enorme cantidad de
energía y crea una desarmonía en los niveles más profundos de nuestro ser.

El Trabajo de Auto Sensado y Escucha

Al practicar la auto-observación, es importante ver dónde la ateción de uno parece detenerse- dónde no
puede ir más allá. Esto es posible usando lo que se llama el -auto sensado-, un tipo de observación y escucha
orgánica en la cual uno comienza con la sensación y receptividad de los ojos y oídos -incluyendo las
impresiones que ellos reciben- y uno permite a esta sensación y receptividad expandirse gradualmente por
todo el cuerpo. Esta expansión debe incluir todos los músculos voluntarios y el esqueleto, también como
nuestro corazón, pulmones, diafragma, órganos digestivos, genitales, y otros órganos. Porque es en estos
lugares que los patrones más profundos de nuestra energía -las fuentes reales de nuestro comportamiento-
son mantenidos. Y es en estos lugares dónde usualmente las manifestaciones físicas (especialmente las
tensiones y contracciones innecesarias que Gurdjieff dice consumen la energía necesaria para el trabajo
interno) de nuestras barreras individuales son más claramente reflejadas. A través del auto-sensado
(detección física) de estas manifestaciones, las abrimos, por así decirlo, al alcance de nuestra atención, y
podemos empezar a observar y transformar estas experiencias e impresiones -ya sean del pasado o
presente- que han sido excluidas de nuestra consciencia.
Al llevar a cabo este trabajo de auto sensado es muy importante que nos acerquemos con gentileza y
compasión. Nos ha tomado muchos años ser lo que somos ahora, y es virtualmente imposible ver o romper
todas nuestras barreras (que Gurdjieff llamaba “buffers”) por esfuerzo o fuerza de voluntad. Tampoco es
aconsejable, advierte Gurdjieff, ya que la eliminación de todas estas barreras a la vez sería una experiencia
dolorosa (tendríamos que vernos como realmente somos) que fácilmente podría llevar nuestras vidas al
caos. Lo que se necesita es una apertura sin fuerza a lo que observamos en nosotros en un momento dado,
un profundo movimiento de bienvenida a todo lo que aparezca. Es mi experiencia que al momento es
imposible ir más allá de la consciencia de una barrera, podemos retroceder un poco y permitir que la
sensación de la barrera se profundice. Cuando traemos nuestra atención nuevamente a una sensación de
tranquilidad anterior, el sistema nervioso simpático puede relajar su férreo control y algunas de nuestras
tensiones se comienzan a disolver por si mismas. También podemos dejar que nuestra atención vaya a las
partes más libres y relajadas. Entonces dejamos simplemente que esta sensación se extienda a las partes
más tensas. Cuando algunas tensiones más superficiales comienzan a disolverse, es posible observar niveles
de tensión más profundos en nosotros mismos y sentir las emociones y experiencias asociados a ellas.

Aquellos que se tomen el ejercicio de auto sensado de forma seria verá que la llave del auto conocimiento y
auto transformación reside en nuestros sentimientos y emociones. Gurdjieff deja claro que nuestros
sentimientos y emociones son el caballo que conduce el carruaje de nuestro cuerpo. Y son nuestros
sentimientos y emociones que claramente moldean y reflejan nuestras relaciones, nuestras actitudes para
con nosotros mismos y el mundo. A medida que continuamos con el trabajo de auto sensado, por ejemplo,
veremos que cierta clase de sentimiento nos abre, permitiendo a nuestra consciencia moverse libremente
por el organismo, mientras que otras nos cierran, bloqueando la conscienca y dejando las impresiones
afuera. También nos convenceremos que la real observación y estudio de si, NO es un proceso mental o
psicológico, sino físico.

Auto-observación y Respiración

Mientras somos llamados por nuestro ser interior hacia un trabajo de auto-observación más profundo,
comenzaremos a ver, como lo dijo Gurdjieff, cuán difícil es observar nuestras emociones, especialmente
aquellas que hemos evitado a lo largo de la vida, que nunca hemos asimilado. Afortunadamente nuestro
cuerpo nos da una entrada directa a nuestra vida emocional. Nuestra respiración no solamente nos conecta
con el mundo exterior, sino también con nuestro cuerpo, mente, emociones y espíritu, y nos mostrará si
somos receptivos, las diferentes fuerzas actuando en el momento. Nuestra respiración nos puede mostrar
dónde resuenan en nuestro cuerpo las experiencias e impresiones que no somos capaces de digerir.

Gurdjieff nos advirtio, que cualquier intento por manipular la respiración sin el suficiente conocimiento de
nuestro organismo puede causar problemas. Es crucial al inicio de la auto-observación aprender a seguir,
sensar y sentir la respiración sin hacer ningún intento por manipularla. Seguir (sin alterar) la respiración es
un práctica importante dejada por Gurdjieff. Al seguir la respiración primero estabilizamos y reforzamos
nuestra atención interior, y segundo mientras nuestra respiración tiene lugar refleja todo lo que está
ocurriendo en nuestro organismo y provee una poderosa herramienta de auto-observación.

Los que trabajan con la respiración de este modo por un período de tiempo prolongado tendrán muchas
impresiones fascinantes y reveladoras de sí mismos. Y también desarrollarán una atención más fuerte y
estable, una que no se disipa fácilmente con las reacciones emocionales. Pero la clave es mantener la auto-
observación, usando la respiración como un camino para experimentar todo el organismo. Uno podrá
observar, por ejemplo, como en momentos de fuerte identificación (como decía Gurdjieff) con un
fragmentado ‘yo’, la respiración parece ruidosa, los hombros levantados, los músculos se contraen y la
cavidad abdominal se levanta. O como, en momentos de receptividad tranquila la respiración se centra en
silencio detrás del ombligo, y el cuerpo entero parece relajarse.

Un Acercamiento Íntimo

No siempre la auto observación da a luz las partes más profundas de nuestro comportamiento y nuestro ser.
El gran condicionamiento por nuestra familia, amigos, educación, y sociedad y la poderosa relación que
existe entre la estructura somática, la respiración y las emociones, que siempre están en las contracciones,
tensiones, y desarmonías de nuestros músculos, viceras, y sistema nervioso no puede ser sensada sino por
un profundo trabajo con el cuerpo y las respiración. En muchos casos es necesario trabajar con un buen
profesor de ciencias somáticas, o con un guía espiritual que pueda realizar un trabajo somático, y que
puedan trabajar con nosotros individualmente, para ayudarnos a experimentar las formas en que nuestro
cuerpo no solo refleja sino que también sostiene un poderosa actitud emocional que no somos capaces de
observar por nosotros, no importa cuanto intentemos o cuan sensible seamos. En algunos casos el trabajo
no puede ser realizado mediante palabras, movimientos o meditación. Sino que requiera el arte y ciencia de
alguien más que pueda despertar y guiar nuestra energía orgánica y consciencia más profunda a través de
nuestras tensiones, contracciones, y desarmonías de nuestro ser.”

El método del “Yo Soy” – Por Osho


Cuanto más real te vuelves dentro de ti, más irreal se vuelve el mundo circundante. La realidad
se vuelve «yo», y el mundo se vuelve irreal. El mundo es real o el «yo» es real: ambos no
pueden ser reales. Ahora estás sintiendo que sólo eres un sueño; entonces el mundo es real.
Cambia el énfasis. Vuélvete real, y el mundo se volverá irreal.

Gurdjieff trabajó con este método continuamente. Su principal discípulo, P. D. Ouspensky,


cuenta que cuando Gurdjieff estaba trabajando con él con este método, y llevaba tres meses
practicando continuamente este recuerdo de «yo soy, yo soy, yo soy», después de tres meses,
todo se detuvo. Sólo una nota permaneció dentro como una música eterna: «Yo soy, yo soy, yo
soy» Pero entonces esto no era un esfuerzo. Era una actividad espontánea que continuaba:
«Yo soy» Entonces Gurdjieff le dijo a Ouspensky que saliera de la casa. Durante tres meses, lo
había mantenido en la casa y no se le permitía salir.
Entonces Gurdjieff dijo: «Ven conmigo» Estaban viviendo en una ciudad rusa, Tiflis. Gurdjieff le
dijo que saliera, y se fueron a la calle. Ouspensky escribe en su diario: «Por primera vez pude
comprender lo que Jesús quería decir cuando dijo que el hombre está dormido. La ciudad
entera me pareció como que estaba dormida. La gente se movía dormida; los tenderos
estaban vendiendo dormidos; los clientes estaban comprando dormidos. Toda la ciudad estaba
dormida. Miré a Gurdjieff: sólo él estaba despierto. La ciudad entera estaba dormida. Estaban
enfadados, estaban peleando, estaban amando, comprando, vendiendo, haciendo de todo.»
Ouspensky dice: «Ahora podía ver sus rostros, sus ojos: estaban dormidos. No estaban ahí.
Faltaba el centro interno, no estaba allí». Ouspensky le dijo a Gurdjieff: «No quiero volver allí
nunca más. ¿Qué le ha sucedido a la ciudad? Todos pareÂcen dormidos, drogados.»

Gurdjieff dijo: «No le ha pasado nada a la ciudad, algo te ha sucedido a ti. Has sido desdro-
gado; la ciudad es la misma. Es el mismo lugar por el que tú andabas hace tres meses, pero
no podías ver que los demás están dormidos porque tú también estabas dormido. Ahora
puedes ver porque ha llegado a ti una cierta cualidad de conciencia. Con tres meses
practicando «yo soy» continuamente, has tomado conciencia en muy pequeña medida. ¡Has
tomado conciencia! Una parte de tu consciencia ha ido más allá del sueño. Por eso puedes ver
que todo el mundo está dormido, muerto, moviéndose, drogado, como hipnotizado.»

Ouspensky dice: «No podía soportar ese fenómeno: ¡todo el mundo dormido! No importa lo
que estén haciendo, no son responsables de ello. ¡No lo son! ¿Cómo van a ser
responsables?» Volvió y le preguntó a Gurdjieff: «¿Qué es esto? ¿Estoy siendo engañado de
alguna manera? ¿Me has hecho algo por lo que la ciudad entera parece dormida? No puedo
creer lo que veo.»

Pero esto le pasará a cualquiera. Si puedes recordarte a ti mismo, sabrás que nadie se está
recordando a sí mismo, y cada uno sigue moviéndose de esta forma. El mundo entero está
dormido. Pero debes empezar mientras estás despierto. En cualquier momento que te
acuerdes, empieza «yo soy».

No quiero decir que tengas que repetir las palabras «yo soy»; más bien, siéntelo. Dándote un
baño, siente «yo soy». Nota el contacto de la ducha fría, y permítete estar detrás, sintiendo y
recordando «yo soy». Recuerda: no estoy diciendo que tengas que repetir verbalmente «yo
soy». Puedes repetirlo, pero esa repetición no te dará conciencia. Puede que la repetición cree
más sueño. Hay muchas personas que siguen repitiendo muchas cosas. Siguen repitiendo
«Rama, Rama, Rama…», y si simplemente están repitiendo sin conciencia, entonces este
«Rama, Rama, Rama…» se convierte en una droga. Pueden dormir bien gracias a ella.

Así que este «yo soy», este recordar «yo soy», no es un mantra verbal. No es para ser repetido
verbalmente: ¡siéntelo! Sé sensible a tu ser. Cuando toques la mano de alguien, no toques sólo
su mano; siente también tu contacto, siéntete también a ti mismo: que estás aquí en este
contacto, totalmente presente. Mientras estés comiendo, no te limites a comer; siéntete
también a ti mismo comiendo. Esta impresión, esta sensibilidad debe penetrar cada vez más
profundamente en tu mente.

Un día, de pronto, estás despierto en tu centro, funcionando por primera vez. Y cuando el
mundo entero se vuelve un sueño, entonces puedes saber que lo que sueñas es un sueño. Y
cuando sabes que lo que sueñas es un sueño, los sueños cesan. Sólo pueden continuar si
consideras que son reales. Cesan si se advierte que son irreales.

Y una vez que los sueños cesan en ti, eres un hombre diferente. El hombre viejo está muerto;
el hombre adormecido está muerto. Ya no eres el ser humano que eras. Por primera vez,
tomas conciencia; por primera vez, en el mundo entero que está dormido, tú estás despierto.
Te conviertes en un buda, un ser despierto.

Con este despertar no hay desdicha, después de este despertar no hay muerte, mediante este
despertar ya no hay miedo. Por primera vez te liberas de todo. Estar libre de dormir, estar libre
de soñar, es estar libre de todo. Logras la libertad. El odio, la ira, la avaricia, desaparecen. Te
conviertes en puro amor. No es que ames; ¡te conviertes en puro amor!

Osho – Del libro de los Secretos

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