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CONTROL FISICO DE PLAGAS EN EL MANEJO INTEGRADO DE LOS

CULTIVOS

Mariana Osorio Becerra. I.D. 411180. X semestre. Ingeniería agroecológica 2019- II.
Corporación Universitaria Minuto de Dios, Ceres Zipaquirá.

Rafael Eduardo Doncel Sarmiento. I.D.305507. X semestre. Ingeniería agroecológica 2019-


II. Corporación Universitaria Minuto de Dios, Ceres Zipaquirá.

Camilo Andrés Valero- I.D. X Semestre. Ingeniería Agroecológica 2019-II


Corporación Universitaria Minuto de Dios, Ceres Zipaquirá.

Introducción

Uno de los causales de las pérdidas económicas en el sector agrícola, principalmente en el


manejo y establecimiento de los cultivos, son las plagas y enfermedades presentadas en los
diferentes sistemas o unidades productivas. Es por esto que a lo largo de los años, se ha
generado la necesidad de implementar diversas tácticas para su control, dentro de las cuales
se encuentran el control biológico, químico, etológico, mecánico, físico, entre otros.
El control físico es un método utilizado para realizar la reducción de una plaga en un
sistema agrícola o pecuario; consiste en la utilización de algún agente físico como la
temperatura, humedad, insolación, fotoperiodismo y radiaciones electromagnéticas, en
intensidades que resulten letales para los insectos. (Cisneros, 2019)

Objetivos del control físico:

Según Centeno (2016), el control físico tiene como objetivos principales dentro de una
unidad productiva, los siguientes:

 Disminución o eliminación de los atributos de los cultivos o del producto


terminado, de condiciones que lo hacen susceptibles a las plagas

 Supresión de las características del ambiente que hacen dañinas a las plagas
 Reducción de las densidades de poblaciones plagas.
EL control físico es uno de los métodos alternativos para efectuar el control de plagas, este
control consiste básicamente en hacer uso y emplear medios y elementos físicos directos o
indirectos con el objetivo de atacar al insecto atacante en el cultivo. Esta intervención en el
cultivo, provoca cambios en la actividad fisiológica normal de los insectos, además de
modificar su espacio de confort y el medio en el que reside, haciéndolo poco favorable
interrumpiendo sus funciones vitales, convirtiéndose esta acciones en metodologías
correctivas o preventivas (Martínez, 2010).

Estrategias del control físico

Entre las estrategias de control físico están los laboreos, los acolchados, la utilización de
cubiertas fotoselectivas, etc. A continuación se mencionan algunas de ellas:

 Labor con binadora /cultivador entre las líneas de cultivo para eliminar malas
hierbas nacidas de poco desarrollo.

 Labor con grada de varillas flexibles a todo el terreno para eliminar malas hiervas
recién emergidas.

 Colocación de acolchados (plásticos, papel, materiales orgánicos) en toda la


superficie de la parcela (invernaderos) o en líneas entorno al cultivo (frutales y
hortícolas principalmente).

 Colocación de acolchados plásticos que impidan el desarrollo normal de una plaga,


como el caso del cultivo del espárrago, impidiendo que la mosca del turión Phorbia
platura pueda realizar la puesta en el suelo cerca del cultivo.

 Colocación de mallas finas en las aberturas de los invernaderos y cubrición de


frutales para impedir el acceso a diferentes insectos e incluso pájaros. Además, en
hortícolas las mantas térmicas (agril) pueden contribuir también en la estrategia de
protección de plagas. ( AGROintegra, 2015)

Organización principal de los tipos de control físico

 Control cultural:

Manipulación directa del agro ecosistema a través de prácticas agronómicas con el objeto
de hacerlo menos favorable al desarrollo de las plagas. El control cultural consiste en la
utilización de las prácticas agrícolas ordinarias, o algunas modificaciones de ellas, con el
propósito de contribuir a prevenir los ataques de los insectos, hacer el ambiente menos
favorable para su desarrollo, destruirlos, o disminuir sus daños. (Centeno, 2016)
Factores a tener en cuenta n el control cultural:

 Biología y ciclo de vida del insecto y del hospedero.


 Dinámica y fluctuación poblacional de las plagas.
 Tasa de incremento de la población desde el inicio de la siembra hasta el nivel
económico de infestación (Centeno, 2016).

Tácticas del Control cultural:

 Prácticas Agronómicas:

El conjunto de prácticas de conservación de suelo y agua denominadas agro


nómicas, comprende en general a aquellas prácticas que disminuyen muy
efectivamente la escorrentía y la erosión y son de fácil aplicación y de bajos costos
(Andrade, 2019).

 Practicas Fitosanitarias:

Los agricultores son los responsables de la vigilancia y el control de las plagas, los
cultivos y los materiales objeto de su actividad, así como de la ejecución a su cargo
de las medidas oficiales obligatorias que se establezcan reglamentariamente. En el
ámbito de las exportaciones a terceros países, corresponde al operador solicitar en
los puntos de inspección fronterizos las inspecciones necesarias para la expedición
del correspondiente certificado fitosanitario y recae en él la responsabilidad en el
caso de exportar sin la preceptiva documentación (Consumer, 2006).

Estrategias del control cultural:

 Preparación de suelos
 Manejo del agua
 Fecha de siembra
 Densidad de siembra
 Aporque (Centeno, 2016)
Dentro del control cultural, también se encuentran tanto métodos activos como pasivos, los
cuales su implementación varía según criterios como el tipo de plaga o enfermedad, la
incidencia de la misma, el tipo de cultivos, las condiciones agroecológicas, entre otras
(Martínez, 2010).

Métodos pasivos

 Las zanjas o fosos empleadas para interceptar o atrapar a una gran variedad de
insectos.

 Cercas o vallas: para excluir insectos de poco vuelo


 Mulch orgánico: de origen vegetal favorece varias especies de depredadores de
huevos y larvas.

 Cobertura plástica de color: thrips son atraídos por el azul, negro y blanco; los
áfidos por el amarillo y azul. (Centeno, 2016)

Métodos activos

 Térmicos:

 Altas temperaturas por tiempo prolongado Aire caliente: aire seco a


temperaturas sobre los 100 º C: harinas, granos.

 La congelación en al menos 1 día, generalmente puede matar a la mayoría


de los insectos que no tienen diapausa.

 Congelación rápida a temperaturas de ≤ -15 °C puede aniquilar a insectos


que presentan diapausa

 Inmersión en agua caliente: entre 43 ° y 55ºC. Para el control de la mosca


de la fruta Tephritidae

 Almacenamiento de los granos Hr < 12 %.


 Implementación de riegos pesados para el control de larvas y adultos de
insectos que se entierran en el suelo por ahogamiento.

 Solarización:
 Radiación electromagnética

 Irradiación: Tratamiento cuarentenario impide el desarrollo o causa


esterilidad.

 Rayos gamma (Capitarsia decolora) 3kGy y rayos X. Fuentes de Cobalto y


Cesio radiactivos, para controlar plagas Los insectos son más sensibles a la
radiación que los hongos, bacterias y virus, límite de radiación máxima
aprobada por razones de seguridad (100kilorads).

 Radiación con infrarroja

Adicional a los controles y estrategias mencionadas anteriormente dentro del control físico,
según Martínez, 2010, las medidas de control físico están agrupadas en:
- Prácticas de procedimiento general: A través de esta práctica se busca
principalmente hacer uso de fuego, altas y bajas temperaturas, drenajes continuos e
inundaciones, es de considerar que estas prácticas no son comúnmente utilizadas en
la agricultura tradicional y no son consideradas dentro del manejo integral de
plagas.

- Prácticas de procedimientos con radiación electromagnética: Esta práctica


consiste en el uso de energía electromagnética, que va desde ondas de radio de baja
energía hasta radiaciones gamma de alta energía.

- La energía radiante: Esta práctica consiste en la simple técnica de usar trampas


luz, las cuales consisten en el establecimiento de estructuras en el cultivo, con el fin
de atraer y capturar insectos, especialmente aquellos de vuelo nocturno.

- Destrucción de las fuentes de infestación de las plagas: Esta práctica consiste en


eliminar todo nicho en donde se pueda proliferar en un mayor grado una plaga,
favoreciendo su infestación, un ejemplo de esto, es implementar el manejo
adecuado de los residuos vegetales sólidos y en descomposición dentro y en los
alrededores del cultivo.

- Vigorización de las plantas: Consiste en la simple práctica de mantener un cultivo


saludable, bien nutrido con los requerimientos necesarios en cuanto a fertilización,
recurso hídrico, entre otros.

- Interrupción de la sucesión de la generación de los insectos: Esta práctica


consiste en implementar y permitir un periodo de descanso de los terrenos, pues
omitir los intervalos de reposo, según estudios agrava la incidencia de plagas y
enfermedades.

- Formación de condiciones microclimáticas desfavorables para las plagas: Esta


práctica consiste generalmente en implementar diferentes técnicas de manejo
cultural del cultivo, lo que incluye variar las densidades de siembra, modo de
fertilización y riego, entre otros.
- Cultivos Asociados: Consiste principalmente en no hacer uso ni implementar
monocultivos, de acuerdo a estudios es una práctica desfavorable que vulnera los
cultivos y los hace más susceptibles a la infestación de plagas y enfermedades.

Referencias

AGROintegra. (2015). AGROintegra. Obtenido de https://agrointegra.eu/es/tecnologia/105-


contenido/497-control-fisico.html

Andrade, O. (2019). Univrsidad Agricola. Obtenido de http://universidadagricola.com/la-


conservacion-de-suelos-practicas-agronomicas-parte-i/

Centeno. (julio de 2016). Universidad Cental de Venezuela. Obtenido de


http://www.ucv.ve/fileadmin/user_upload/facultad_agronomia/Zoologia_Agricola/
Manejo_Integrado/CONTROL__CULTURAL__FISICO_Y_MEC%C3%81NICO_
2016_JULIO.pdf

Cisneros, F. H. (2019). AgriFoodGateway.com. Obtenido de


https://hortintl.cals.ncsu.edu/sites/default/files/articles/control-fisico-de-plagas.pdf

Consumer. (2006). Obtenido de https://www.consumer.es/seguridad-alimentaria/buenas-


practicas-fitosanitarias.html

Martínez, N. (2010). Manejo integrado de plagas: Una Solución a la contaminación


ambiental. COmunidad y Salud, vol. 8, núm. 1, pp. 73-82. Universidad de
Carabobo. Maracay, Venezuela

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