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Capítulo 4 – Actitudes: Evaluar el mundo Social.

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Autor Resumen: Jonathan Alexis Sánchez González
Alumno, Estudiante de la Carrera de Trabajo Social
Universidad Viña del Mar, Chile.
Las actitudes son el centro del capítulo.
Actitudes: son para referirse acerca de cualquier aspecto del mundo
social, en la medida que tengamos reacciones favorables o
desfavorables hacia temas, ideas, personas, grupos sociales y objetos.
Las actitudes se reflejan en el comportamiento. Se puede decir que las
actitudes son ambivalentes. La ambivalencia de la actitud hace
referencia a que nuestras evaluaciones de objetos, temas, personas o
eventos no son siempre positiva o negativa, por el contrario, estas
evaluaciones con frecuencia están mezcladas, componiéndose de
reacciones tanto positivas como negativas.
Cuando las acciones moldean nuestras actitudes dándose la relación
inversa, el proceso que subyace a tales efectos es conocido como
disonancia cognitiva y tiene implicaciones fascinantes, no solo para el
cambio de actitudes, sino también para muchos aspectos del
comportamiento social.
Características de las actitudes:
1- Las actitudes constituyen una pieza esencial del pensamiento
social
2- Las actitudes afectan con frecuencia el comportamiento
Los psicólogos sociales creen que las actitudes son aprendidas y
también dicen que las actitudes son influenciadas por factores
genéticos.
Aprendizaje social: adquirir las actitudes a partir de los demás.
Las actitudes se adquieren de otras personas a través del proceso de
aprendizaje social. En otras palabras, muchas de nuestras apreciaciones
son adquiridas en situaciones en las cuales interactuamos con otros
simplemente mientras observamos su comportamiento. Tal aprendizaje
sucede a través de varios procesos.
Condicionamiento clásico: Aprendizaje basado en la asociación.
Cuando un estímulo precede regularmente a otro, el que sucede primero
puede pronto convertirse en una señal para el que ocurre después. En
otras palabras cuando el primer estímulo aparece, los individuos esperan
la aparición del segundo, el cual le seguirá pronto. Ejemplo: una madre
rechaza las otras etnias, por lo que el niño a futuro aprende esta actitud
de rechazar a las otras etnias.
Condicionamiento instrumental: Aprender a mantener los puntos de
vista correctos. Cuando un niño dice que es de tendencia izquierda o
derecha, esto sucede por los comportamientos seguidos por resultados
positivos son fortalecidos y tienden a repetirse. En contraste, los
comportamientos seguidos por resultados negativos son debilitados y al
final suprimidos. Es por esta razón que los niños hasta los 10 años de
edad expresan posiciones políticas, religiosas o sociales muy similares a
las de su familia.
Aprendizaje observacional: Aprender a través del ejemplo. Cuando
los individuos adquieren nuevas formas de comportamientos
simplemente a través de la observación de las acciones de los demás.
Ejemplo: un padre que fuma, su hijo a futuro también lo va a hacer.
Comparación social y formación de actitudes: Una base para el
aprendizaje observacional. La comparación social ocurre cuando un
individuo adopta las actitudes o comportamientos de sus similares.
Factores genéticos algunos hallazgos sorprendentes: los factores
genéticos puedes influir en nuestro peso, color de ojos y otros rasgos
físicos. Un pequeño pero creciente cuerpo de evidencias indica que los
factores genéticos pueden jugar un rol sobre las actitudes. Se puede
apreciar esto en las comparaciones de los gemelos idénticos
(monocigótico) y los no idénticos o mellizos (dicigótico), dado que los
gemelos idénticos comparten la misma herencia genética, mientras que
los gemelos no idénticos no la comparten, correlaciones mayores entre
las actitudes de los idénticos podrían sugerir que los factores genéticos
juegan un rol en moldear dichas actitudes. También las actitudes que
son altamente heredables pueden ser más difíciles de cambiar que
aquellas que no lo son y además pueden ejercer efectos mayores sobre
el comportamiento.
Funciones de la actitud: ¿por qué nos formamos nuestras actitudes en el
primer momento?
Las actitudes parecen operar como esquemas: marcos mentales que nos
ayudan a interpretar y procesar muchos tipos de información, ellas
somatizan fuertemente nuestras percepciones y pensamientos acerca
de temas, personas, objetos a los cuales hacen referencia. Las actitudes
son útiles en términos que nos ayudan a darle sentido al mundo social
aunque, como otros marcos cognitivos y atajos mentales, pueden
conducirnos algunas veces por el mal camino.
La función cognitiva: la utilidad de las actitudes e interpretar la
información social, las actitudes juegan además otros roles, nos
permiten expresar nuestros valores centrales o creencias, además
cumplen una función de autoestima, también cumplen una función de
autodefensa y por último las actitudes cumplen una función de
motivación para causar una buen impresión.
La relación entre actitud y comportamiento: ¿cuándo y cómo influyen las
actitudes sobre el comportamiento?
A finales de la década de los setenta había una grave discusión en
psicología social acerca de cómo se formaban las actitudes y como
podrían ser cambiadas, en el trabajo estaba implícita la creencia de
sentido común de que las actitudes constituyen un determinante de la
conducta.

Estudiando la relación entre actitud y comportamiento.


Un estudio realizado por LaPiere (1934) durante la gran depresión
económica de los años treinta. En aquel tiempo los psicólogos definieron
las actitudes mayormente en términos de conducta como tendencias o
predisposiciones a comportarse de cierta forma en situaciones sociales
(Allport, 1924). Asumieron que las actitudes eran usualmente reflejadas
en la conducta explícita. LaPiere interpretó sus resultados indicando que
a menudo existe una gran distancia entre las actitudes y la conducta,
entre lo que la gente dice y lo que realmente hace. Los investigadores
predijeron que las actitudes ambivalentes serían un predictor más débil
de la conducta real que las actitudes no ambivalentes y esto es
precisamente lo que sucedió.
¿Cuándo las actitudes influyen sobre el comportamiento? Especificad,
fuerza, accesibilidad y otros factores.
Los factores situacionales pueden influir en la relación entre actitudes y
conducta de otra forma más a tener en cuenta. Las presiones
situacionales moldean la medida en que las actitudes determinan si los
individuos participan en diversas situaciones.
Las actitudes fuertemente afectan la conducta.
Origen de las actitudes: las actitudes formadas a través de la
experiencia directa son más fáciles de recordar y esto incrementa su
impacto en la conducta.
Fuerza de la actitud: cuantos más fuertes sean las actitudes mayores
será su impacto en la conducta, el término fuerza incluye varios factores
como intensidad, importancia, conocimiento y la accesibilidad todos
estos factores juegan un rol en la fuerza de la actitud y que todos ellos
se encuentran relacionados.
Especificad de la actitud: la medida en que las actitudes están centradas
en aspectos o situaciones específicas más que en temas generales.
Ejemplo: tener una actitud general hacia la religión, pero además se
pueden tener actitudes más específicas como ir a la iglesia cada
semana. La especificad de la actitud es un factor importante en la
relación actitud-conducta.
¿Cómo influyen las actitudes sobre el comportamiento? Intenciones,
deseos y acción
Teoría de la acción razonada propuesta por Ajzen y Fishbein, la decisión
de implicarse en una conducta particular es el resultado de un proceso
racional que está orientado hacia la meta y que sigue en la secuencia
lógica.
Actitudes y reacciones inmediatas de comportamiento: teoría del
proceso de la actitud a la conducta, el proceso transcurre más o menos
de la siguiente manera: algún evento activa una actitud, la actitud una
vez activada, influye sobre nuestras percepciones del objeto de la
actitud. A su vez esta percepción influye sobre la conducta.
Persuasión: el enfoque tradicional donde alguna fuente emite algún tipo
de mensaje a alguna persona o grupo de personas. Las personas que
hablan más rápido son a su vez más persuasivas que las que hablan
lento.
El enfoque cognitivo de la persuasión: procesamiento sistemático versus
procesamiento heurístico
La clave para comprender el proceso de la persuasión es el cognitivo
¿cómo procesamos, absorbemos, interpretamos y evaluamos la
información contenida en los mensajes? Procesamos los mensajes
persuasivos de dos modos diferentes el primero es procesamiento
sistemático, o ruta central, implica una consideración cuidadosa del
contenido del mensaje y de las ideas que este contiene. El segundo
enfoque es procesamiento heurístico o ruta periférica, implica el uso de
reglas simples de atajos mentales tal como la creencia de que se puede
confiar en las afirmaciones de los expertos. La distinción entre
sistemático y heurístico ayuda a explicar por qué es más fácil persuadir
a las personas cuando están distraídas, en cierto sentido, es pedir que
hagan dos cosas al mismo tiempo.
La reactancia es una reacción negativa a los esfuerzos de los demás por
reducir nuestra libertad haciendo que hagamos cosas que ellos
desearían que hiciéramos. A menudo cambiamos nuestras actitudes a
una acción opuesta a la deseada, un efecto conocido como cambio de
actitud negativo, producto de la reactancia fallan los intentos
progresivos de persuasión.
Evitación selectiva: otra manera de resistir los intentos de persuasión, es
donde los esquemas guían el procesamiento de la información social.
Las actitudes a menudo funcionan como esquemas. Esta selectividad en
el proceso de atención nos ayuda a asegurarnos que nuestras actitudes
permanecerán intactas por largos periodos de tiempo.
Defensa activa de nuestras actitudes: argumentar contra puntos de vista
opuestos
Contrargumentos activamente las posturas contrarias sean más
recordadas pero reducimos su impacto en nuestras actitudes. Una de las
razones por la que somos tan buenos resistiendo la persuasión es que
no sólo ignoramos la información inconsistente con nuestras posturas
sino que también procesamos cuidadosamente la información contraria
y argumentamos activamente en su contra.
Asimilación sesgada y polarización de la actitud: si es contrario a lo que
yo pienso, no es de fiar
Para resistir los intentos de persuasión son conocidos como asimilación
sesgada, es una tendencia a evaluar la información contraria a nuestras
posturas como menos convincentes y menos confiables que la
información que es consistente con nuestras posturas, y la polarización
de la actitud, es la tendencia a evaluar la evidencia o información mixta
de tal manera que fortalezca nuestras posturas iniciales, volviéndolas
más extremas. En la medida en que estos efectos suceden, incluso los
argumentos más fuertes son rechazados y existe una baja posibilidad de
que ocurra el cambio de actitud.
La disonancia cognitiva es un estado desagradable que sucede cuando
nos damos cuenta que nuestras actitudes y nuestra conducta son de
alguna manera inconscientes.
Los enfoques directos pueden reducir la disonancia se centran en las
discrepancias existentes entre la actitud y la conducta, las cuales están
causando la disonancia. La disonancia también puede reducirse a través
de tácticas indirectas, aquellas que dejan intacta la discrepancia en
actitudes importantes o creencias sobre uno mismo.
Los factores culturales inciden en el funcionamiento de la disonancia.
Disonancia y cambio de actitud: los efectos de la condescendencia
inducida
La condescendencia inducida o forzada, es cuando somos inducidos a
hacer cosas contrarias a nuestros puntos de vistas reales. En tales
situaciones la disonancia será activada y cuando esto suceda podemos
sentir presión para cambiar nuestras actitudes de manera que sean más
consistentes con nuestras palabras u otras acciones.
La teoría de la disonancia ofrece una respuesta inesperada: la
disonancia será mayor cuando tenemos pocas razones para implicarnos
en una discrepancia entre actitud y conducta. Esto es así porque bajo
estas condiciones no podemos justificar nuestras acciones ante nosotros
mismos, actuamos de esta manera incluso cuando no existe una fuerte
razón para hacerlo. El resultado: la disonancia es bastante intensa.

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