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Seguridad Iii
Seguridad Iii
Héctor Soley
Ignacio Méndez
Fernández belén
Nicolás Ardelo
Año: 2018
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Introducción
Con la elaboración del siguiente trabajo, lo
Con la elaboración del siguiente trabajo, lo
que se busca es informar de manera
que se busca es informar de manera
correcta y eficiente como armar una
correcta y eficiente como armar una
central de detección de incendio bajo las
central de detección de incendio bajo las
reglamentaciones vigente. Que
reglamentaciones vigente. Que
comprendan los detectores de incendio, las
comprendan los detectores de incendio, las
diferentes tipos de mangueras, los tipos de
diferentes tipos de mangueras, los tipos de
planillas que se deben completar con los
planillas que se deben completar con los
mantenimientos adecuados y las técnicas
mantenimientos adecuados y las técnicas
de combate.
de combate.
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Tipos de detectores de incendio
A fin de proteger la propiedad, y en su caso la vida humana, pueden instalarse sistemas de
detección y alarma contra incendios para iniciar cierto número de actividades diferentes:
Debe advertirse que un sistema de detección y alarma de incendios no puede reducir el número de
incendios. Sin embargo, puede reducir el retardo entre la aparición del fuego y los trabajos de
extinción. Un sistema de alarma satisfactorio para la protección de la propiedad detectará
automáticamente el incendio en una fase temprana, desencadenará una alarma efectiva a tiempo
para convocar las fuerzas antiincendios e indicará el lugar del incendio. Una alarma temprana de
incendio mejora la seguridad del personal al aumentar sus posibilidades de evacuación.
Teniendo en cuenta los riesgos de un incendio y la actuación para reducir la magnitud de los
peligros derivados del fuego, la detección rápida es el primer criterio a considerar, seguido por la
activación de las medidas de extinción.
Los dispositivos de detección forman parte de los sistemas automáticos de detección y alarma de
incendios. Estos sistemas supervisan continuamente, o a intervalos frecuentes, las características
físicas y/o químicas de una zona protegida contra incendios.
La función de los detectores es identificar los incendios lo antes posible y, mediante el equipo de
control e indicación, activar alarmas y adoptar medidas pertinentes para extinguir posibles brotes
de incendios, evacuar al personal y avisar a los servicios de seguridad y de lucha contra incendios.
Estos detectores funcionan directamente con equipo de alarma de incendios y sistemas
automáticos de extinción de incendios, a fin de minimizar los daños causados por el fuego.
La detección del foco de incendio es fundamental para evitar la propagación del fuego.
Generalmente los incendios surgen lentamente, salvo los provocados por explosiones o
inflamación rápida, acompañados de las siguientes manifestaciones: gases, humos llamas y calor. Y
es precisamente en ellas, en las que se basan los sistemas de detección de incendios
Detección humana.
Detectores automáticos.
Sistemas mixtos.
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Consisten en la vigilancia continuada del hombre mediante la realización del recorrido o visitas
periódicas de inspección. Estos recorridos resultan efectivas al terminar la jornada y durante la
noche.
Otra modalidad es la vigilancia especial de todas aquellas operaciones consideradas como riesgo
de incendio.
La detección queda confiada a las personas. Es imprescindible una correcta formación en materia
de incendios. El plan de emergencia debe establecer, detalladamente, las acciones a seguir en caso
de incendio:
Detectores automáticos
los sistemas de detección y alarma consisten en aparatos automáticos, sensibles a las variaciones
del medios ambiente, que registran, comparan y miden automáticamente los fenómenos o las
variaciones que anuncian la aparición de un incendio (humo, gases, calor, llama) trasmitiendo esta
señal a una central.
Detectar la presencia de un foco de incendio con rapidez, dando una alarma preestablecida
(señalización óptica-acústica en un panel o central de señalización). Esta detección ha de ser fiable.
Antes de sonar la alarma principal, se debe comprobar la realidad del fuego detectado.
Detectores automáticos.
Pulsadores automáticos.
Central de señalización y mando a distancia.
Aparatos auxiliares: Alarma general, teléfono de comunicación directa con los bomberos,
accionamiento de sistemas de extinción, etc.
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Tipos de detectores de incendio
Cuando se origina un incendio, junto al fuego, aparecen una serie de fenómenos que son los que
detectan los detectores de incendios, y en función de cuál sea este fenómeno, clasificaremos a los
detectores de incendios en los siguientes tipos:
Detectores de humo.
Detectores de gases de combustión.
Detectores de temperatura.
Detectores de llamas.
Detectores de humos:
Estos equipos contienen unos sensores que un cierto nivel de sensibilidad que localizan humos que
por composición y densidad se consideran peligrosos, como pueden ser producidos por la quema
de muebles o fuegos.
Existen dos sistemas predominantes en el mercado. Los llamados de tipo óptico, el aparato
tiene célula fotoeléctrica a la que siempre está apuntando un haz de luz y si esa luz se interrumpe
por el humo, activa una alarma. El otro tipo, los iónicos, consisten en ionizar el aire dentro del
detector, y crear una corriente eléctrica y el humo la bloquearía una vez manifestado y activaría la
alarma.
ÓPTICOS DE HUMOS
Los de mayor aplicación son los detectores de humo por ionización o iónicos. Se llaman iónicos o
de ionización por poseer dos cámaras, ionizadas por un elemento o sustancia radioactiva,
inofensiva para el hombre (generalmente americio, una de medida y otra estanca o cámara patrón.
Una pequeñísima corriente de iones de oxígeno y nitrógeno se establece en ambas cámaras.
Cuando los gases de combustión modifican la corriente de la cámara de medida se establece una
variación de tensión entre cámaras que convenientemente amplificada da la señal de alarma.
IÓNICOS
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DETECCIÓN GASES Y HUMOS.
Detectores de temperatura:
Los de temperatura fija que son los más antiguos detectores y actúan cuando señalan la aparición
de un incendio cuando se sobrepasa una temperatura fija de antemano. Se basan en la
deformación de un bimetal o en la fusión de una aleación (caso de los sprinklers).
Detectores de llamas:
Detectan las radiaciones infrarrojas o ultravioletas (según tipos) que acompañan a las llamas.
Contienen filtros ópticos, célula captadora y equipo electrónico que amplifica las señales. Son de
construcción muy complicada. Requieren mantenimiento similar a los ópticos de humos.
Los efectos perturbadores son radiaciones de cualquier tipo: Sol, cuerpos incandescentes,
soldadura, etc. Se limitan a base de filtros, reduciendo la sensibilidad de la célula y mediante
mecanismos retardadores de la alarma para evitar alarmas ante radiaciones de corta duración.
ÓPTICOS DE LLAMAS
Central de Incendio
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Es el cerebro de la instalación: recibe información de los detectores que componen el sistema y
activa los dispositivos de aviso. Dependiendo del tipo de central utilizada (también los demás
componentes), los sistemas se clasificaran en:
Convencionales: Las centrales disponen de diferentes zonas de alarma, los detectores y pulsadores
son agrupados y conectados a estas. Al producirse una alarma o avería se tendrá conocimiento
exacto de la zona en cuestión, no identificándose el punto o puntos que han producido la alarma.
Los detectores necesitan una limpieza periódica para quitar el polvo y suciedad acumulada. La
frecuencia de esta operación dependerá del tipo de detector y de las condiciones ambientales del
local. Para cada tipo de detector, la limpieza, verificación, funcionamiento y ajuste de la
sensibilidad se deberá hacer sólo después de consultar las instrucciones del fabricante y además
serán realizados por personal calificado.
Todos los detectores serán puestos en condiciones de servicio lo antes posible después de cada
prueba o alarma y se mantendrán en condición normal de funcionamiento. Los detectores que
requieran rearme o reposición se deberán rearmar o reponer lo antes posible después de cada
prueba o alarma. Todos los detectores que han sido expuestos a un incendio se deberán probar.
Central de detección de incendios: Es el panel electrónico que conecta con los distintos
elementos del sistema.
Detector de incendios: Es el elemento que detecta el humo o el aumento de temperatura,
activándose y dando aviso a la central de alarma.
Sirena: Es el elemento sonoro y/o visual que nos indica que se ha producido un fuego.
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Características.
Las características últimas que deben valorar cualquier sistema de detección en su conjunto son la
rapidez y la fiabilidad en la detección. De la rapidez dependerá la demora en la puesta en marcha
del plan de emergencia y por tanto sus posibilidades de éxito; la fiabilidad es imprescindible para
evitar que las falsas alarmas quiten credibilidad y confianza al sistema, lo que desembocaría en una
pérdida de rapidez en la puesta en marcha del plan de emergencia.
● Detección humana.
● Sistemas mixtos.
Seguido a la detección del incendio independientemente de cuál sea la vía de detección utilizada
se les dará aviso al servicio de bomberos.
● La rapidez requerida.
● La fiabilidad requerida.
● Su coherencia con el resto del plan de emergencia. Las NTP son guías de buenas prácticas. Sus
indicaciones no son obligatorias salvo que estén recogidas en una disposición normativa
vigente. A efectos de valorar la pertinencia de las recomendaciones contenidas en una NTP
concreta es conveniente tener en cuenta su fecha de edición. Año: 1983
● Su coste económico, etc. Hay ocasiones en que los factores de decisión se limitan: por ejemplo,
en un lugar donde raramente entran personas, o un lugar inaccesible (por ejemplo un
almacén paletizado), la detección humana queda descartada y por tanto la decisión queda
limitada a instalar detección automática o no disponer de detección.
Detección humana
La detección queda confiada a las personas. Durante el día, si hay presencia continuada de
personas en densidad suficiente y en las distintas áreas, la detección rápida del incendio
queda asegurada en todas las zonas o áreas visibles (no así en zonas "escondidas").
Durante la noche la tarea de detección se confía al servicio de vigilante(s) mediante rondas
estratégicas cada cierto tiempo. Salvado que el vigilante es persona de confianza, debe
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supervisarse necesariamente su labor de vigilancia (detección). Este control se efectúa, por
ejemplo, obligando a fichar cada cierto tiempo en su reloj, cuya llave de accionamiento
está situada en puntos clave del recorrido de vigilancia. La ficha impresa por el reloj
permite determinar si se han realizado las rondas previstas. Es obvio que la rapidez de
detección en este caso es baja, pudiendo alcanzar una demora igual al tiempo entre
rondas. Es imprescindible una correcta formación del vigilante en materia de incendio pues
es el primer y principal eslabón del plan de emergencia.
● Detectores automáticos.
● Pulsadores manuales.
● Líneas.
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5. Proveer las instalaciones de detección y extinción.
TIPOS DE MANGUERA
Tubo flexible, utilizado por los bomberos para trasladar agua de alta presión desde una fuente de
suministro hacia el punto donde se va a ser descargada.
Son fabricadas con tubo interior de hule de neopreno sintético, con una capa exterior de fibras
continuas 100% poliéster y un refuerzo textil. Las mangueras contra incendios son el artículo más
utilizado por los bomberos y la forma de utilizarla requiere de flexibilidad, en muchos casos
impermeable, poseer un forro interior liso y un exterior durable.
Las mangueras en general son tubos flexibles empleados para transportar fluidos de un lugar a
otro. Su estructura está conformada por un tubo interno, diseñado con base a las propiedades
asociadas a la compatibilidad del material conducido; el refuerzo, que aporta resistencia a la
presión de trabajo; y la cubierta, que lo protege de factores como la intemperie, abrasión o
productos químicos. Las mangueras hidráulicas, fabricadas en caucho sintético y de gran
resistencia, son necesarias en la mayoría de sistemas hidráulicos, ya que se pueden usar en
espacios limitados y admiten movimiento, a la vez que transmiten la potencia necesaria para llevar
a cabo un trabajo mecánico.
Mangueras hidráulicas
Las mangueras hidráulicas están diseñadas y construidas bajo normas de seguridad y cumpliendo
ciertos requisitos como son:
- Seguridad
- Flexibilidad
- Desempeño
- Resistencia
Existen mangueras hidráulicas de baja, mediana, alta y extrema presión, por ello vienen de uno,
dos y tres trenzas de acero; o cuatro y hasta seis mallas en espiral de acero, según las libras o bares
de presión que soporten. A continuación una explicación más detallada:
Usadas en trabajos con presiones menores a los 300 psi (libras por pulgada), normalmente para el
paso de fluidos de combustible, aceite lubricante a alta temperatura, aire, agua y anticongelantes.
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Utilizadas para el transporte de aceites minerales, hidráulicos y emulsiones de agua y aceite. Son
muy flexibles y están presentes en maquinaria pesada: tractores, camiones, tractomulas, dirección
hidráulica y cilindros hidráulicos para equipos de elevación.
Empleadas para aplicaciones que requieran presiones de trabajo elevadas, por ejemplo en
máquinas equipos fuera de carretera (línea amarilla), de lavado a presión. Se utilizan en equipos
medianos y grandes, su rango de presión va desde los 1.825 a 6.000 psi, y normalmente, tienen un
refuerzo de dos mallas de alambre de alta tensión y en los conceptos termoplásticos con refuerzos
en Aramid.
Son las más robustas y pueden trabajar a 5000 o 6000 psi. Son utilizadas para equipos de
construcción y maquinaria pesada con cambios súbitos de presión. Sus tubos sintéticos tienen
refuerzos de 4 a 6 capas de espirales en acero de alta tensión.
Las mangueras hidráulicas son utilizadas en diversas industrias y para diferentes usos, por ejemplo:
- Industria automotriz
- Industria agrícola
- Industria de la construcción
- Industria marina
- Industria en general
Las mangueras contra incendios son uno de los sistemas de extinción de incendios más eficaces. Se
encuentran en oficinas, aeropuertos, hoteles, hospitales, centros comerciales, plantas industriales,
edificios, etc. De hecho, están situados en todos estos lugares para que los bomberos puedan
transportar agua a presión hasta el lugar del fuego. Existen diferentes tipos de mangueras contra
incendios y cada uno tiene unas características y unos usos determinados.
Estándares internacionales indican que los rollos de mangueras vienen de 60 pies (18 metros).
Dependen del fabricante, esta longitud varia entre 50 a 100 pies (15 a 30 metros) para que las
mismas se puedan manipular y sustituirse con mas facilidad. Existen otras longitudes que se
fabrican con la intención de estar fijas y reciben el nombre de tramos.
Normativa
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NFPA 1961 Norma sobre Mangueras para Incendios Edición 2007 Esta edición de NFPA 1961,
Norma sobre Mangueras para Incendios fue preparada por el Comité Técnico sobre Mangueras
para Incendios. Fue publicada por el consejo de normas el 1 de diciembre de 2006, con una fecha
de vigencia de 20 de diciembre de2006, y reemplaza a todas las ediciones anteriores. Esta edición
de NFPA 1961 fue aprobada como una Norma Nacional Estadounidense el20 de diciembre de
2006.
Las mangueras contra incendios son los elementos más utilizados por el cuerpo de bomberos para
extinguir incendios. Las mangueras consisten en un tubo flexible que permite a los profesionales
transportar agua a presión desde el abastecimiento hasta el lugar donde se haya producido el
fuego. Es básico que las mangueras contra incendios sean seguras, para ello deben ser, además de
flexibles, impermeables y el forro interior, liso.
En función del uso que se dé a la manguera, se diseñará con unos materiales determinados y con
un diámetro interior específico. Así, los tipos más comunes de mangueras contra incendios son:
Manguera de alta presión: su diámetro varía entre 19 y 25mm. Tanto la cubierta como la tubería
interior son de goma y además tienen un refuerzo textil.
Manguera de chaqueta tejida: la tubería interior es de goma, pero la cubierta es de uno o dos más
tejidos reforzados con tela. Diámetro: 25 a 150mm.
Manguera impermeable de chaqueta sencilla: tanto la cubierta como la manguera interior están
elaboradas con materiales polímeros y reforzadas con tela. Diámetro de 12,5mm a 38mm.
Manguera flexible de admisión de chaqueta dura: la cubierta y la manguera interior son de goma,
pero están reforzadas, además de con materiales textiles, con plástico helicoidal o con alambre. El
diámetro es de 65mm a 150mm.
Las mangueras de diámetro grande se usan en la mayoría de casos como líneas de suministro que
alimentan los camiones de bomberos. Cuando se cargan, son líneas muy pesadas y muy difíciles de
mover o doblar alrededor de las esquinas.
Por el contrario, las mangueras de diámetro pequeño son perfectas para las líneas de ataque o
líneas de mano. Son muy flexibles, aún cuando están cargadas, y se pueden manejar
perfectamente a través del interior de un edificio.
CONECTORES O COPLES :
Los coples o conectores utilizados en las mangueras para el servicio contra incendio, se clasifican
en coples machos y coples hembras.
Coples macho
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Se localiza en la parte superior de la manguera, cuenta con anillos en el exterior de la misma a si
como también cuenta con un punto de referencia para un buen acoplamiento, de nombre corte
higbee.
Coples hembra
Es la parte inferior de la manguera, sus anillos de embone se localizan en el interior del cople.
•Nota: los anillos o roscas de los coples se pueden encontrar de dos formas; finas y estándar
•Mecánico.
•Térmico.
•Orgánico
•Químico.
Daño mecánico:
Es aquel que sufre por acciones en su manipulación, tales como desgastes, rasgaduras, abrasiones,
conexiones aplastadas.
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Daño térmico:
•Mantener seco el recubrimiento, evite desenrollar sobre pavimento caliente y que no toque el
tubo de escape de los camiones.
Daño orgánico:
El moho puede aparecer en el recubrimiento textil de la manguera, cuando ésta queda húmeda.
•Saque y seque todos las mangueras, especialmente la que tienen recubriendo textil, después de
cada incendio.
•Saque aquella que no se han usado por más de 30 días, muévala y úselas con agua cada 90 días.
Daño químico:
Los productos y vapores que dañan el interior de goma y a menudo hacen que el forro interior se
separe del recubrimiento.
•Frote la manguera y lávalas con jabón líquido, remueva todos los residuos después de ir a un
incendio.
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Para esto se recomienda lavar regularmente las mangueras con agua limpia y remover los residuos
de suciedad, polvo, cepillando los terminales, especialmente después de una operación.
Almacenamiento adecuado.
Después de haber cepillado, lavado de manera adecuada una manguera, debe ser enrollado y
almacenado en repisas exclusivo para mangueras.
DATO: El bombero debe conocer las diferentes formas de enrollado, y almacenamiento de las
mangueras, para preservar su integridad y estar disponible para el combate de incendio.
Las formas más comunes de almacenar una manguera son, en almacenes y dentro de la unidad de
combate. Las más usadas son los encamillados de mangueras.
PLANILLA:
A continuación una planilla de registro para mantener las mangueras en condiciones para el
momento que sea necesario utilizar.
Es importante que toda manguera reciba atención periódica o preventiva, a fin de asegurar la
condición óptima de la misma al ser usada, así mismo de alargar su vida útil.
El mantenimiento necesario para una manguera contra incendio varía de acuerdo a la construcción
de la misma y de su forro exterior ya sea de tejidos de poliéster o algodón, siendo esta última la
que requiere de mayor mantenimiento por ser una fibra natural.
LIMPIEZA:
Se recomienda que sean lavadas después de utilizarse, principalmente las de forro de algodón por
tratarse de una fibra natural.
SECADO:
A pesar de la inmunidad que tiene el hilo de poliéster para efectos del moho, es recomendable
secar las mangueras antes de almacenarlas. En caso de que el forro exterior sea de algodón es
conveniente colgarse para su secado antes de almacenarlas (NO SECAR LA MANGUERA PARA SU
SECADO AL RAYO DEL SOL O SOBRE PAVIMENTO).
DOBLADO:
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Las mangueras deben desenrollarse por lo menos cada tres meses, pero preferentemente una vez
al mes, debiendo pasar agua a través de las mismas para que se conserve su forro interior. También
es importante no volver a doblarlas del mismo lado.
Mucho se ha trabajado e investigado desde comienzos de los años 80´ respecto de lograr técnicas
evolucionadas de extinción en los fuegos de estructuras, mediante agua, por ser el agente más
adecuado para el ataque a fuegos sobre sólidos, principalmente en ataque a compartimientos
interiores. El inicio de las investigaciones, se llevó a cabo en la ciudad Sueca de Estocolmo, como
respuesta a la trágica consecuencia de la muerte de dos Bomberos víctimas de un flashover
durante las tareas de extinción en el interior de un edificio.
Bomberos, profesionales técnicos como científicos, decidieron ir más allá de las técnicas y
conocimientos que se aplicaban hasta ese momento, y profundizar mucho más el análisis y estudio
de la evolución del fuego y sus fenómenos físico/químicos. Los ejemplos de tan intenso y
minucioso trabajo están a la vista. Todo ese cúmulo de información, experimentación e
investigación, trascendió mas allá de las fronteras, y hoy en todas partes del mundo, se entrena al
personal de Bomberos y Brigadas de Emergencia con estas técnicas
En la actualidad la pulverización de agua es toda una especialidad técnica, e inclusive los chorros y
sus patrones están estandarizados por NFPA (Nacional Fire Protection Association) y estudiados
por USFA (United Status Fire Administration) NIST (Nacional Institute of Standart and Technologie)
BRFL (Borewood Research Fire Station) entre otros. Se necesitan unos 2 millones de gotas por
metro cúbico de llama para lograr su extinción, moviéndose rápidamente entre las llamas para
lograr de esta manera el efecto de enfriamiento (2,6 MW por litro por segundo capacidad de
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enfriamiento del agua), no obstante según sus investigaciones, este efecto se comienza a lograr
partiendo de los 0.3 mm de gota.
Más allá de la tecnología debemos siempre tener en cuenta un elemento fundamental como la
experiencia y capacitación del Bombero que es la base esencial para lograr el éxito deseado.
2. Disminuir el oxígeno.
3. Enfriamiento.
B. Dilución de Oxígeno
Todo proceso normal de combustión necesita de una fuente de oxígeno para poder sostenerse. Un
buen ejemplo de este fenómeno es la extinción de una vela cuando está puesta debajo de un vaso
boca abajo. La llama consume el oxígeno presente, y mientras la concentración de oxígeno baja, la
llama se apaga. El agua en forma dilatada como vapor obligará al oxígeno a salir del área del
incendio. El proceso de sofocar o cubrir extinguirá los incendios al separa el oxígeno de los otros
elementos que causan el fuego. Un ejemplo común de este método es la extinción de grasa
ardiendo en una cazuela con el simple hecho de cubrirla con su tapa
C. Enfriamiento
1. Salvar vidas.
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2. Eliminar o anular las causas origen del siniestro.
4. Intentar recuperar las condiciones normales en el lugar del siniestro antes de producirse éste.
Para conseguir estos fines es necesario actuar con las máximas garantías de seguridad, por lo que
antes de proceder a la intervención deberán tenerse en cuenta una serie de precauciones que se
tratan seguidamente.
a) Memorizar el camino de retirada, tomando, si es preciso, medidas que permitan recordado: las
mangas y las cuerdas de seguridad son un buen “indicador del camino”.
b) Mantener contacto con otros equipos de intervención que actúen en locales colindantes,
situados lateralmente, por encima y debajo, pero siempre, en todos los casos, con el resto del
equipo que se encuentre más cerca de la salida. Esta comunicación podrá ser visual, acústica, por
cuerda de señales y, en casos muy especiales, un enlace personal.
c) Avanzar, como regla general, solamente si hay agua en punta de lanza. En el avance tomar todas
las medidas de precaución: no caminar, arrastrar los pies tanteando donde se pisa; se puede
utilizar el astil de la herramienta a modo de “bastón de ciego”; ir comprobando los elementos del
edificio resistentes a nuestro paso, si es posible, por el peligro de hundimiento; yendo en silencio
se pueden escuchar los crujidos que se producen por los movimientos de estructura; tener cuidado
de no quedarse atrapado en pasos estrechos. d) Buscar un lugar seguro para iniciar la extinción.
Los vierteaguas y otros puntos de fijación en las cubiertas no lo son. Bajo los diénteles de puertas y
ventanas hay cierta protección contra la caída de escombro.
e) Si cesa el abastecimiento de agua y las características del sin la requieren como protección del
equipo de intervención para mantenerse en su posición, el equipo no debe dudar en retirarse
rápidamente hasta situarse en un punto que ofrezca seguridad, comunicando a los otros
componentes su nuevo emplazamiento. Para un equipo de intervención rige esta regla de oro:
Protección contra la radiación térmica La principal protección la constituye el equipo personal, que
siempre debe utilizarse completo. Las cálidas condiciones meteorológicas de algunas zonas o
estaciones no justifican prescindir de ninguna prenda. La cara puede protegerse,
provisionalmente, con la pantalla del casco una vez Conocidas la ubicación y características del
incendio. Una cortina de agua pulverizada también protege frente a la radiación del calor, el humo
y el polvo. Existe el peligro de quemaduras por vapor de agua, al emplear agua pulverizada en
recintos cerrados, especialmente en aquellos incendios en los que se produzca mucho brasa. Las
manoplas de amianto no deben mojarse nunca, pues el agua se evapora por efecto de la radiación
térmica, y puede producir quemaduras en las manos. Los trajes antitérmicos presentan un peligro
para el portador al confiarse demasiado en su protección. Deben utilizarse siguiendo
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escrupulosamente las instrucciones del fabricante, en cuanto a distancia al foco calorífico, tiempo
de permanencia, no debiendo modificar en ninguna medida su constitución.
Protección contra la falta de oxígeno Si existe la más mínima duda de que el aire no sea respirable
por causa de la existencia de humo, gases, vapores, polvo o falta de oxígeno, se debe actuar con
equipos de protección respiratoria completos, vigilando la reserva de aire. Conviene recordar que
los filtros no facilitan oxígeno, simplemente filtran el aire que aporta el oxígeno que se halle
presente. Siempre que sea posible, se debe ventilar el local en el que se desarrolla el incendio.
Peligro de Explosión Si se presume que puede existir peligro de explosión, no se deben accionar
interruptores eléctricos de ningún tipo. En el caso, de existir instalación de gas en todas las plantas
de un edificio incendiado, como medida de protección se debe cerrar la válvula de la acometida
principal. Una vez finalizado el siniestro, antes de abrirla comprobar que se encuentran cerradas
todas las llaves de servicio de los diferentes aparatos ubicados en las viviendas por el peligro de
fugas y posibles explosiones.
Las técnicas de aplicación para combates en compartimientos interiores no solo aumentan las
probabilidades de éxito en la extinción sino que como objetivo primario ayudan a la dotación a
mantener los mejores niveles de seguridad dentro de estos ambientes hostiles, donde un mínimo
descuido puede ser él ultimo. En las técnicas de extinción con agua para incendios estructurales
podemos encontrar cuatro formas principales de ataque al fuego, como ser: directo; indirecto;
Mixto y el enfriamiento de las capas de gases calientes, o ataque tridimensional “3DWF”
Ataque directo
Consiste en la aplicación de un chorro pleno a la base del fuego. No debe dirigirse agua durante
demasiado tiempo, dado que las capas térmicas se verán afectadas, el vapor producido empezará a
condensarse y el humo caerá rápido hacia el suelo.
Ataque indirecto
Durante la segunda Guerra mundial, la marina de los Estados Unidos, inició una intensa
investigación sobre la utilización de agua pulverizada para extinción de fuegos de compartimiento
de buques, tanto para ser aplicada sobre combustibles sólidos como también para líquidos
inflamables. La diferencia esencial entre este nuevo método y el utilizado anteriormente, consiste
en que el agua en forma de niebla se dirige a la parte más caliente del lugar del incendio, en lugar
de aplicarlo en forma de chorro pleno sobre el lugar de la conflagración.
El ataque indirecto puede realizarse desde el exterior de la zona o a través de una puerta o
ventana, el chorro contra incendios de patrón de agua nebulizada o niebla de ángulo estrecho,
debe dirigirse hacia el techo y moverse de un lado a otro a través de paredes y gases superficiales a
nivel del techo. El agua en contacto con las superficies calientes, generará gran cantidad de vapor
en forma súbita, debido a la notable expansión del agua en su cambio de estado, acompañada de
una extraordinaria absorción del calor, sumado al proceso de sofocación por desplazamiento del
oxígeno del recinto. Todo esto en un breve lapso, con muy poca cantidad de agua. El efecto de
pistón ocasionado por la expansión brusca del vapor puede desplazar el incendio, propagándolo
hacia áreas no afectadas.
Ataque mixto
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Este método utiliza un ataque a la altura del techo con una técnica generadora de vapor, en
combinación con un ataque directo sobre los materiales que arden cerca del suelo. La boquilla
puede moverse siguiendo patrones en forma de T, Z u O, comenzando con un chorro de niebla de
ángulo cerrado y penetrante, dirigido a los gases calientes en el techo, para que luego caiga sobre
los combustibles que arden en el suelo.
Ataque tridimensional
La técnica de enfriamiento de la capa de gases súper calentados deriva como resultado de las
investigaciones de Bomberos y Profesionales Suecos, a esta técnica se la conoce como "Ataque
Ofensivo en 3D" sus siglas en ingles es 3DWF (3D Water Fog) 3D él termino tridimensional, significa
que el chorro es aplicado en capacidades cúbicas en una habitación sin tener contacto con techos
o paredes, por tal motivo el operador del pitón siempre debe aplicar el chorro a la esquina opuesta
donde se unen los vértices de paredes y techo en conos superiores a 45º y en un ángulo respecto
de la horizontal del piso de unos 45º aproximadamente, conos de aplicación menores a 45º
fracasaran en su aplicación por su corto recorrido, no ingresaran a lo largo del interior de la capa
de gases; en caso de aplicar los chorros a techos o paredes seria una técnica en 2D (bidimensional).
El objetivo de la técnica es aplicar una proporción de agua mediante un chorro cónico producto de
una pulsación y que recorra a lo largo de la capa de gases calientes dentro de una habitación, a lo
largo de su recorrido se va transformando en vapor de agua, en este caso el foco principal de inicio
estático no es el objetivo primario, lo son las capas de gases calientes que conforman el foco
dinámico de propagación evolutiva que es la formación con mayores peligros tanto estructurales
para el resto de la vivienda, como para la seguridad de los Bomberos que operan dentro del lugar.
Dentro de la técnica podrán observar distintas aplicaciones según el desarrollo del incendio,
volumen y configuración de la habitación, situaciones de exposición, cambiante y riesgosa hacia los
bomberos frente al desarrollo del fuego, estas son:
1. Aplicación de chorro pulverizado en niebla y pulsaciones cortas (0,1 segundos) ataque ofensivo.
IMPORTANTE: Como se menciona anteriormente el agua finamente pulverizada debe oscilar en los
0.3 mm de gota aproximadamente, en estos parámetros logramos optimas condiciones de vapor;
esto se logra mediante una lanza de spray (Fogfighter) para aplicar una fina niebla de agua dentro
de la capa superior de gases calientes, mediante una serie de chorros cortos, utilizando una técnica
de “pulsing” (pulsaciones cortas) en el surtidor.
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Conclusión
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