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Facultad Regional Multidisciplinaria, Matagalpa

FAREM-Matagalpa

Departamento de ciencias y tecnología y salud

Producción
Docente. MSc.Franklin Rene Rizo Fuentes

Y GENERO
Seminario de formación integral
Medicina II año
Introducción
La perspectiva actual de los roles que debe desempeñar una mujer han cambiado
al paso del tiempo y la revolución que han tenido las mujeres es sorprendente
abriéndose paso en sectores dominados por los hombres.

La mujer agrícola es parte importante de nuestra nación, dando empleo a sus


semejantes, aumentando el valor interno bruto del país con la producción masiva
que ella representa y logra responder a las necesidades de primera línea de su
familia convirtiéndose ella en el pilar de sustento del hogar.
Acá daremos repuestas a las interrogantes propuesta para analizar la relación entre
género y con la agricultura, presentamos un análisis didáctico que representa el
sentido y valor que tiene la mujer emprendedora en la economía nacional.

Una forma en que la mujer a intentado aliarse y fortalecer su negocio es la creación


de cooperativas agrícolas dirigidas y administradas por mujeres trabajadoras de la
tierra. Esta es una forma en que hacen crecer sus negocios, tienen un apoyo en el
colectivo y generan empleo, todo esto se traduce como una manera de crecimiento
económico nacional.
La mujer lucha constantemente para erradicar la discriminación por su condición de
ser mujer, está ha sido capaz de demostrar su capacidad competente en cualquier
actividad socioeconómica y cultural que se le presente. Esta defiende con ferocidad
su posición que con esfuerzo y determinación ha logrado conseguir.

Estamos muy seguro que el género no es ninguna limitante para la mujer como para
el hombre, todo está en cambiar la mentalidad de prejuicio y machismo con que se
mancha nuestra historia.
Explique la relación entre género y la producción

Durante las últimas décadas se han producido transformaciones importantes en la


agricultura, y paralelamente se plantean cuestionamientos profundos a las
relaciones de género. El sector agrícola ha sido objeto de importantes
transformaciones tecnológicas, económicas y ambientales y como consecuencia,
tanto en la esfera urbana como en la rural, se han manifestado nuevas realidades
sociales, que han permitido el involucramiento activo del enfoque de género en la
producción con involucramiento activo de ambos sexos, lo que permite una mejor
convivencia, pero sin embargo aún en el sector agrícola existen estereotipos que
dictan los roles de las actividades de cada persona por su género.
Los patrones de comportamiento y de responsabilidades dentro de la pareja en
cuanto al trabajo y cuidado del hogar sigue siendo lenta, continuamente las
legislaciones reconocen mayor igualdad de derechos, se generaliza el principio de
la igualdad en los niveles de ingreso y la equidad en el acceso a la educación y a
otros servicios públicos. Al mismo tiempo, las mujeres asumen cada vez más
responsabilidades crecientes en la toma de decisiones, en la esfera de la política,
economía y de las instituciones públicas. (Fuentes, 2017)
«Género no se refiere a las mujeres ni a los hombres de por sí, sino a las relaciones
entre ellos, sean éstas objetivas o subjetivas. El género no está determinado
biológicamente, como consecuencia de los atributos sexuales de mujeres y
hombres, sino que se modela culturalmente. Es un principio organizador central de
las sociedades y que generalmente preside los procesos de producción,
reproducción, distribución y consumo.» (Plan de Acción de la FAO)
En otras palabras, el género se refiere a las responsabilidades sociales de los
hombres y de las mujeres en el ámbito de la sociedad y de la familia. Estas
responsabilidades pueden variar considerablemente según las culturas y, dentro de
éstas, son aprendidas y están sujetas a cambios.
Por ello se debe trabajar transforma las culturas en donde dictan un comportamiento
erróneo en los roles que deben tener los hombre y mujeres en la sociedad, sin
embargo, representa un reto difícil por lo que la mayoría de personas siguen un
patrón histórico desde su árbol genealógico de cómo deben actuar y comportarse
en la sociedad.
La participación activa y equitativa de las mujeres y de los hombres en el desarrollo,
la igualdad de oportunidades son aspectos fundamentales para erradicar la pobreza
y para alcanzar el desarrollo humano y sostenible. (Fuentes, 2017)

¿Qué importancia tiene que las mujeres se organicen en cooperativas?


Si bien las mujeres desempeñan un papel determinante en la dinámica
socioeconómica, aún no existen ni las condiciones que les permitan participar
plenamente en el proceso de desarrollo, ni tampoco la forma de usufructuar de los
beneficios que derivan de él. Analizar estas realidades con miras a superar los
obstáculos mencionados ha sido una de las mayores preocupaciones de las
diferentes metodologías que en materia de género se han adoptado.
Por ello una herramienta importante para las mujeres es la organización en
cooperativas que les permita tener una mayor inclusión en la producción,
generación de ingresos y una seguridad alimenticia sabiendo lo que producen con
sus capacidades sin tener algo como el género que el límite de sus capacidades.
Para Amanda López Mendoza, cooperativista dice que está organizada para tener
“La capacidad de poder alimentar sanamente a mi familia, progresar con dignidad y
colaborar con la comunidad, independencia en mis ingresos, autonomía sobre lo
que voy a producir en mi tierra, equidad en mis relaciones y en el trabajo familiar, el
control de la cadena productiva. Todo esto junto es para mí la Soberanía
Alimentaria”.
La Soberanía Alimentaria es en realidad un enfoque para el desarrollo. Supone que
el desarrollo este basado en la sostenibilidad real en todos los campos. Es el
derecho de la gente a la vida. El derecho para producir y consumir alimentos sanos,
culturalmente demandados y con los requerimientos nutricionales adecuados.
Alimentos que deben estar originados en sistemas de producción y de mercados
limpios, justos y sostenibles.
Pero para lograr esto creo que lo ideal sería vencer la barrera de la ideología de
género que nos hemos impuesto durante años en nuestras familias, y buscar la
soberanía alimentaria organizados en familia, desde el más pequeño al más grande
sin importar el género, ya que desde mi perspectiva es una barrera que nos impide
prosperar social y económicamente.
¿Cómo está la relación de género en lo político, social y económico en
nuestros municipios??
Todas las políticas públicas tienen un impacto sobre la realidad social, es decir,
tratan de producir cambios sociales, mejorar de algún modo las vidas de las
personas. Si mujeres y hombres tienen vidas diferentes determinadas por la
identidad de género, también las políticas les afectan de modo distinto. Por todo
ello, el presente programa pone un mayor énfasis en la necesidad de planificar con
enfoque de género, es decir, teniendo en cuenta las desigualdades de género en
todas las políticas públicas. (Fuentes, 2017)
Las características sociales de género asignadas a hombres y mujeres generan
condiciones de desigualdades que ubican a las mujeres en una situación de
desventaja para acceder a los recursos y oportunidades económicas, sociales y
políticas.
En los municipios se ve aún más reflejado estas diferencias de género, ya que las
implementaciones de las políticas inclusiva son muy pobre y poco incluyente, lo que
refleja una necesidad de invertir en la promoción de la inclusión sin distinción alguna
con una perspectiva de género distinta.
En términos de género no existen políticas neutrales: las políticas e iniciativas
públicas pueden estar contribuyendo a mejorar la igualdad entre mujeres y hombres
o bien, todo lo contrario, a incrementar las brechas en las oportunidades de ambos.
(Fuentes, 2017)
Por ello requiere de mayor compromiso por parte de los Gobiernos nacionales y
principalmente de los municipales, a que se comprometan a desarrollar políticas
públicas con mayor inclusión cuidando siempre que estas no dañen o violen los
derechos de las personas.
¿Haga una valoración del aporte activo de hombres y mujeres en la economía
de nuestro país?
El hombre y la mujer obrero son los encargados del crecimiento y auge económico
de cualquier nación, considero importante señalar que una mayor participación
femenina en la vida económica constituye un elemento contrastado que contribuye
al desarrollo económico.
El hombre a lo largo de la historia asido el pilar constructor y domínate económico,
pero gracias a la lucha de las mujeres por ser parte activa de la sociedad han
logrado ellas también formar parte de este sector.
Los hombres siguen y seguirán formando parte de la economía nacional, con su
mano de obra de calidad, sin embargo, las mujeres han tenido una amplia
participación en el desarrollo socioeconómico de Nicaragua, principalmente por dos
vías: el trabajo doméstico y el empleo en actividades propias del mercado
económico. Esta participación femenina ha estado condicionada por los
particulares procesos económicos que ha experimentado el país y por su propia
condición de género.
Investiga que cooperativas agropecuarias de mujeres existen en su municipio
y país.
Las cooperativas agropecuarias son una buena forma de apoyo económico para las
mujeres que laboran la tierra.
Mi municipio cuenta con una gran variedad de cooperativas agropecuarias con
miembros mujeres, como es el caso de:
 Cooperativa Agropecuaria de Servicios San Sebastián de Yalí R.L.
 Cooperativa de Servicios Múltiples El Gorrión.
 Cooperativa de Servicios Múltiples EL POLO R.L.

En cuanto a nuestro país hay gran sin número de cooperativas agropecuarias


encabezadas por mujeres como es el caso de:
 CECOCAFEN: La Federación Agropecuaria de Cooperativas de Mujeres
Productoras del Campo de Nicaragua, R.L. (FEMUPROCAN, R.L.) es una
organización gremial - productiva, constituida en 1997 con 100 cooperativas
aglutinadas en diez uniones de cooperativas.

Elabore un análisis entre género y seguridad alimentaria


La brecha del genero siempre es el revuelo ante la falta de practica o reclamo de
los derechos.
Las mujeres son víctimas de su propia persona por solo el hecho de ser mujeres,
esa brecha hace dificultoso que la mayoría de las mujeres en países donde sus
derechos no tienen valides sean víctima de la inaccesibilidad alimentaria.
Niñas y mujeres forman parte de ese sector desfavorecido, con el paso del tiempo
y el incremento de la actividad laborar femenina en el sector alimentario y agrícola
han reducido poco a poco esa brecha, ahora ella son parte activa de proveer
alimento y sustento a sus hogares.
Hay que dejar en claro que los gobiernos intentan erradicar la discriminación entre
el género y la seguridad alimentaria, con propuesta e ideas innovadoras,
modificando sus leyes, pero aun con todo eso no es suficiente, solo son propuestas
y la puesta en práctica es algo diferente, se necesita seguir trabajando en el
fortalecimiento y promoción de la equidad de género y el derecho a la seguridad
alimentaria para todos y todas.

¿Cuál es la situación de la mujer rural en Nicaragua?

La situación de las mujeres rurales en el país ha sido una preocupación constante


de algunos grupos de activistas e investigadores desde hace varias décadas. Sin
embargo, pese a la cantidad de estudios de caso, investigaciones e intervenciones
de ONG, ha sido muy poco lo que se ha avanzado para eliminar las brechas
existentes entre el mundo rural y el urbano, así como entre hombres y mujeres,
principalmente debido a la naturaleza estructural del problema de la exclusión. A
menudo el trabajo que realizan las mujeres en su hogar no es valorado y se
confunde con el realizado en la explotación agrícola. De esta manera se subestima
el aporte que hacen en la agricultura y para la seguridad alimentaria de la familia.
Las encuestas al sector rural realizadas recientemente indican que cada cinco
explotaciones en países en vías de desarrollo, están dirigidas o cuentan con un jefe
de familia mujer. Esta cifra aún subestima la proporción de explotaciones que están
manejadas por ellas: porque el trabajo que realizan no es reconocido y porque
generalmente permanece en el sector informal de la economía. Tampoco son
valorados los tiempos que dedican al trabajo productivo y reproductivo, sean estos
remunerados o no remunerados. La información estadística sobre la situación de
productores y productoras, recopilada mediante instrumentos desglosados por
sexo, debería permitir conocer la situación diferenciada respecto a la participación
de hombres y mujeres rurales, para dar soluciones específicas a problemas de
sectores de la población que tienen distintas ocupaciones, actitudes y demandas en
el tema de la seguridad alimentaria y desarrollo agrícola, entre otras diferencias. Los
datos que aparecen en este informe son una constatación de la exclusión de las
mujeres rurales quienes constituyen el último escalón de una escalera donde el
primer lugar está ocupado por los hombres urbanos; el segundo por las mujeres
urbanas, seguidas por los hombres rurales. Son ellas, y en especial las indígenas,
quienes poseen los niveles educativos más bajos, las tasas de analfabetismo más
altas, menores salarios, menor acceso a recursos y a servicios de salud, entre otros.
La situación de las mujeres rurales en el país ha sido una preocupación constante
de algunos grupos de activistas e investigadores desde hace varias décadas. Sin
embargo, pese a la cantidad de estudios de caso, investigaciones e intervenciones
de ONG, ha sido muy poco lo que se ha avanzado para eliminar las brechas
existentes entre el mundo rural y el urbano, así como entre hombres y mujeres,
principalmente debido a la naturaleza estructural del problema de la exclusión. A
menudo el trabajo que realizan las mujeres en su hogar no es valorado y se
confunde con el realizado en la explotación agrícola. De esta manera se subestima
el aporte que hacen en la agricultura y para la seguridad alimentaria de la familia.
(FAO,2006)
Las encuestas al sector rural realizadas recientemente indican que cada cinco
explotaciones en países en vías de desarrollo, están dirigidas o cuentan con un jefe
de familia mujer. Esta cifra aún subestima la proporción de explotaciones que están
manejadas por ellas: porque el trabajo que realizan no es reconocido y porque
generalmente permanece en el sector informal de la economía. Tampoco son
valorados los tiempos que dedican al trabajo productivo y reproductivo, sean estos
remunerados o no remunerados. La información estadística sobre la situación de
productores y productoras, recopilada mediante instrumentos desglosados por
sexo, debería permitir conocer la situación diferenciada respecto a la participación
de hombres y mujeres rurales, para dar soluciones específicas a problemas de
sectores de la población que tienen distintas ocupaciones, actitudes y demandas en
el tema de la seguridad alimentaria y desarrollo agrícola, entre otras diferencias. Los
datos que aparecen en este informe son una constatación de la exclusión de las
mujeres rurales quienes constituyen el último escalón de una escalera donde el
primer lugar está ocupado por los hombres urbanos; el segundo por las mujeres
urbanas, seguidas por los hombres rurales. Son ellas, y en especial las indígenas,
quienes poseen los niveles educativos más bajos, las tasas de analfabetismo más
altas, menores salarios, menor acceso a recursos y a servicios de salud, entre otros.
Además de lamentar esta situación, y de victimizar a esas mujeres, es preciso
trabajar para mejorar la calidad de vida de la mujer campesina y establecer vías
para avanzar en relaciones de equidad entre hombres y mujeres. El reconocimiento
de esta realidad debería servir para reflexionar acerca de hacia dónde estamos
yendo, tanto en la práctica del desarrollo como en la formulación de políticas
públicas. Si aplicamos otro tipo de cortes a la información que existe sobre la
población veremos que lo que ocurre a las mujeres rurales e indígenas de Nicaragua
es debido a variables que van desde el género hasta cuestiones étnicas, pasando
por los ingresos e incluso por el ámbito geográfico, ya que todos esos factores
influyen en las divisiones de la sociedad y convierten las diferencias en
desigualdades.

Investiga las causas de la baja producción y que afecta la alimentación.


Las causas de estos incrementos son de naturaleza variada: los cambios de hábitos
alimentarios, la creciente producción de biocombustibles, las condiciones climáticas
adversas, el incremento de los precios de los productos energéticos; son todos
factores que desempeñan un papel relevante en la situación actual. A estos
factores, se añaden las expectativas pesimistas sobre la capacidad de la agricultura
mundial para responder a los desafíos que supone el cambio climático y la creciente
escasez de tierra cultivable y de agua para la irrigación.
Una de las causas del marcado aumento de los precios es la fuerte demanda de
productos agrícolas en los últimos cinco años. El consumo total mundial de tres
productos importantes como son el maíz, la soja y el aceite de palma, ha
experimentado un fuerte incremento entre 2000 y 2007, mientras que para otros
cultivos el consumo total ha aumentado menos o ha permanecido estable. Así,
según datos del departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el
consumo mundial de maíz ha aumentado un 23 por cien de 2002 a 2007, el de soja
un 22,9 y el del aceite de palma un 41,3. El consumo de arroz ha aumentado menos,
un 4,2 por cien. De los principales cereales, sólo para el trigo y la cebada el
crecimiento de la demanda no ha sido un determinante fundamental de los
movimientos de precio: en los últimos cinco años el aumento de la demanda de trigo
ha sido sólo del dos por cien y de cebada del uno.
La demanda total de estos productos agrícolas viene determinada por tres factores:
el consumo para alimentos, el consumo para el sector ganadero y el consumo en la
industria. El estudio del comportamiento de la demanda desagregada puede indicar
dónde se generan las principales presiones sobre los precios. (Martuscelli, 2009)
En cuanto al consumo para alimentos, cabe destacar que el crecimiento de la
población mundial se ha ralentizado a partir de los años sesenta y se espera una
mayor ralentización en las próximas décadas. Es decir, el crecimiento de la
población no representa un cambio capaz de provocar el aumento de la demanda
experimentado en los últimos dos años. Al mismo tiempo, el consumo per cápita de
cereales se ha estancado en los pasados cinco años, e incluso ha disminuido
levemente. Estos dos factores explican que el consumo de cereales para la
alimentación haya sido estable y, por tanto, no pueden ser causa del fuerte aumento
de la demanda total de cereales como el experimentado por el maíz…

¿Qué deben hacer las mujeres para cerrar las brechas de la pobreza.?

En primer lugar, necesitamos asegurarnos que las mujeres vivan más tiempo
y en mejores condiciones de salud, y que una mayor cantidad de niñas reciban
la educación que desean y necesitan. Sin embargo, en los países más pobres la
mortalidad materna sigue siendo inaceptablemente alta y, al mismo tiempo, muchas
mujeres aún carecen de acceso a servicios básicos de salud reproductiva. A pesar
de algunos considerables avances, una cifra estimada de 62 millones de niñas no
asisten a la escuela en el mundo y un número inadmisible de mujeres todavía muere
a diario e innecesariamente al dar a luz o por causas relacionadas con el parto.

La iniciativa del Banco Mundial en el Sahel, una de las regiones más pobres y
frágiles en el mundo, tiene como objetivo mejorar el acceso de las mujeres a
servicios de salud materna y reproductiva. Estamos también invirtiendo más en la
educación de las niñas, y tenemos previsto destinar USD 2500 millones en los
próximos cinco años para beneficiar directamente a las adolescentes, quienes con
frecuencia no pueden hacer la transición de la escuela al empleo productivo.

La segunda área que requiere nuestra atención es cerrar las disparidades en


las oportunidades económicas. A nivel mundial, la participación femenina en la
fuerza laboral se ha estancado e incluso ha disminuido levemente en algunos
lugares. Las mujeres siguen teniendo la mitad de probabilidades de ocupar empleos
remunerados de tiempo completo que los hombres. Aquellas que trabajan y reciben
un salario ganan un tercio menos que los hombres, en parte como resultado de la
segregación laboral en función del sexo.
Lo tercero es mejorar el acceso a los servicios financieros. En muchos países,
las mujeres enfrentan obstáculos sociales y legales que les impiden poseer o
heredar bienes, abrir cuentas bancarias o acceder a préstamos por sí mismas.
Generalmente, las empresas propiedad de mujeres son más pequeñas, tienes
menos empleados, y es más probable que funcionen en el hogar. Se calcula que la
falta de crédito para empresas pequeñas y medianas que son propiedad de mujeres
llega a alrededor de USD 300 000 millones a nivel mundial. Y la disparidad de
género en la titularidad de cuentas tampoco disminuye. En 2014, el 58 % de las
mujeres tenía una cuenta en comparación con el 65 % de los hombres, es decir una
diferencia de 7 %. Con el fin de ayudar a las mujeres empresarias en Etiopía,
desembolsamos USD 22 millones en préstamos para emprendedoras en 2014. La
tasa de reembolso llegó a un asombroso 99,6 %. Por último, necesitamos
promover políticas y reformas que den mayor voz y participación a las mujeres
en el hogar y en la sociedad. Para esto se necesitan medidas orientadas a
cambiar las leyes y las normas sociales. Y los hombres y los niños varones deben
ser parte de ello. Se registran algunas buenas noticias: hay más escaños
parlamentarios ocupados por mujeres que nunca, al tiempo que
nuestra investigación señala que 127 economías tienen ahora leyes contra la
violencia doméstica, las cuales prácticamente no existían hace 25 años. Sin
embargo, el 90 % de las economías incluidas en nuestro estudio, que abarca
economías desarrolladas y en desarrollo, tiene al menos una norma que obstaculiza
las oportunidades económicas de las mujeres. En 100 economías, no se les permite
trabajar como conductores de camiones, plomeros, carpinteros, soldadores y
marineros.

Enfrentar la epidemia mundial de la violencia de género es fundamental. El Grupo


Banco Mundial respalda programas destinados a reducir y dar respuesta a la
violencia, mejorar la seguridad y la protección de las mujeres en los sistemas de
transporte público y en el lugar de trabajo. Y formulamos enfoques relacionados con
la salud y los medios de subsistencia de las mujeres en zonas de conflicto, quienes
corren el riesgo de sufrir el desplazamiento, abusos sexuales y violencia.
También intercambiamos las mejores prácticas con otras organizaciones de
desarrollo sobre cómo integrar la prevención y la respuesta a la violencia en sus
actividades, y promovemos la innovación en este ámbito. (Indrawati,2016)
Por primera vez en la historia, la cantidad de personas que viven en extrema
pobreza ha bajado a menos del 10 %. El mundo nunca ha tenido metas tan
ambiciosas en materia de desarrollo como sucede hoy. Luego de la adopción de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible y la firma del Acuerdo de París sobre Cambio
Climático a fines de 2015, la comunidad mundial está ahora evaluando las mejores
y más eficaces vías de alcanzar estos hitos. En esta serie de cinco partes, me
referiré a lo que el Grupo Banco Mundial está haciendo y lo que estamos planeando
realizar en áreas clave que son cruciales para poner fin a la pobreza a más tardar
en 2030: buen gobierno, igualdad de género, conflicto y fragilidad, creación de
empleos y, por último, prevención y adaptación al cambio climático.

En 2016, el mundo es un lugar mejor para las mujeres y las niñas que hace una
década. Pero no para todas, y definitivamente no en todos los lugares: esto es
especialmente cierto en los países más frágiles y más pobres del mundo.
Es también particularmente cierto en lo que se refiere a las oportunidades
económicas de las mujeres. Las diferencias de género en la fuerza laboral, los
negocios y el acceso a los servicios financieros no solo frenan a las personas sino
también a las economías en general, en una época cuando necesitamos mucho
impulsar el crecimiento y crear nuevos empleos en todo el mundo.

Algunas soluciones para este problema son simples y otras más complejas, pero
todas requieren una mayor inversión para aumentar las tasas de matrícula escolar
y de terminación de la educación, reducir las muertes durante el parto, y permitir
que más mujeres consigan buenos trabajos y tengan acceso a servicios y activos
financieros.

La nueva estrategia para la igualdad de género del Grupo Banco Mundial traza un
ambicioso camino en esa dirección al centrarse en enfoques e intervenciones que
logren resultados concretos. Nuestra estrategia se basa en un conjunto de datos y
pruebas —recopilados en su mayoría durante la última década y media— que
apunta hacia medidas normativas específicas para cerrar las brechas y aumentar la
igualdad de oportunidades para todos.
El desarrollo sostenible es un proceso de cambio progresivo en la calidad de
vida del ser humano, que lo coloca como centro y sujeto primordial del
desarrollo, por medio del crecimiento económico con equidad social, la
transformación de los métodos de producción y de los patrones de consumo
que se sustentan en el equilibrio ecológico y el soporte vital de la región.
Este proceso implica el respeto a la diversidad étnica y cultural regional, nacional y
local, así como el fortalecimiento y la plena participación ciudadana en convivencia
armónica con la naturaleza, sin comprometer y garantizando la calidad de vida de
las generaciones futuras.
El desarrollo local sostenible se centra en la búsqueda del mejoramiento de la
calidad de vida humana en el ámbito local. Se construye a partir del protagonismo
real de las personas (familias, niños/as, productores, organizaciones e instituciones
locales). Para que el desarrollo local sostenible sea una realidad, la comunidad debe
fijar sus propios objetivos y metas, tener confianza en la fuerza de la misma
comunidad, valorar y afirmar la cultura junto con el conocimiento tradicional propios
y las formas autónomas de convivencia. (Arce,2015)
La cultura individualista de competencia mercantil, la baja autoestima, la
dependencia política y económica de las instituciones centrales y agentes externos,
falta de confianza en la capacidad de gestión comunitaria, son entre otros los
obstáculos para alcanzar el desarrollo local sostenible.
¿Cuáles son los indicadores del desarrollo sostenible??
Se denomina indicador social un indicador social que mide el nivel de daño al
medio ambiente y a los recursos naturales, que son los ítems a medir o
sustentabilidad del ecosistema (Organización social + Población + Medio
ambiente + Tecnología).
Genéricamente incluirá aspectos ambientales, sociales y económicos en un marco
político democrático y de diversidad o pluralismo.
Algunas naciones en el ámbito hispano han desarrollado indicadores de
sostenibilidad o acción y desarrollo sostenible o están en camino de hacerlo para
garantizar el medio ambiente. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
(Naciones Unidas, Declaración del Milenio).
Tentativamente los modelos de construcción de los sistemas de índices para medir
la magnitud del impacto en el ambiente están inspirados en experiencias europeas
y anglosajonas y aquí se toman dos recientes estudios: un ejemplo de un condado
de Nueva Inglaterra y el trabajo de Juan Diez Nicolas sobre el 'Dilema de la
Supervivencia'.
En el caso del condado primero se analizaron los indicadores propuestos
(sustainability) con criterios de validación: oportunidad, entendimiento, relevancia,
predictibilidad, complementariedad, robustez, disponibilidad, utilidad,
independencia y comprensión. Totalizando 15 indicadores seleccionados con sus
índices de medición para la resolución del conflicto entre una vida humana
sostenible y la integridad de la naturaleza. Se establecen sus tipologías: la
medioambiental, como congestión del tráfico, superficies protegidas como espacio
abierto, calidad del aire y el agua, y generación y reciclado de basuras; la social,
como seguridad y cultivo del medio ambiente, responsabilidad civil y deseo de
participar en la toma de decisiones, planes de Seguridad de la salud, rango de
abandono de la escuela secundaria y rango de abuso de sustancias; económicas,
como disponibilidad de viviendas, salario mínimo, turismo y empleo y sueldos de la
industria. (Sevilla,2019)
Conclusión
Podemos decir que la mujer moderna forma parte activa de la economía nacional y
mundial, su mano de obra calificada la ha hecho ganar su lugar, su esfuerzo y
dedicación constante la volvieron un titán económico y capaz por sus medios lograr
sus metas, proveer empleo a sus semejantes y proporcionar a su familia el sustento
necesario para vivir.
Nacionalmente la mujer desempeña papeles que antes eran consideraros solo para
los hombres, hoy la mujer forja su camino en la tierra, con la promoción agrícola
sostenible, sin duda es notable la presencia de la mujer en cooperativas agrícolas
donde reciben beneficios y sus negocios se agrandan.
Veo importante recalcar que para que una nación pueda crecer económicamente
necesita emplear mano de obra femenina, es visible que en los países donde no
existe discriminación laboral por genero son aquellas que se jactan con grandes
riquezas económicas y la calidad de vida es más favorable para sus habitantes.
Bibliografía
 Secretaria ejecutiva del consejo Agropecuario Centroamericano (SE-
CAC) 2011
 www.iica.intinfoagro.net
 Rizo Fuentes, Texto básico Seminario de Formación Integral (2017).

 ACNUDH, Declaración Universal de los Derechos Humanos (2019)

 Noticias digitales “promoción de la cultura Yaleña” mujer al frente. 2014

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