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ADORACIÓN A LA NATURALEZA: Un Principio Básico

Ciertos principios son básicos en la vida, indistintamente de la cultura, la etnia o la religión de

las personas, porque existe un "orden natural" que trasladado a lo religioso podríamos llamar

"Orden Espiritual", y que se manifiesta en este principio que no recuerdo donde lo leí: "¡El error

más grande del ser humano es querer ser feliz sin Dios!"

Y es así que existe un solo Dios, que cada uno de los seres humanos vemos a nuestra particular

manera; pero los principios básicos que a todos nos infundió se deben practicar y mantener

como norte en todas nuestras acciones diarias.

Cualquiera sabe que los seres humanos no estamos solos en este mundo, pues nos acompañan

muchísimos más seres, que de una u otra manera tienen vida propia, ya sea primaria o

evolucionada.

Cada uno de esos seres vivos esta "programado" desde su aparición en la Tierra con una

información innata que le permitirá "mantenerse", "subsistir", sin crear daños y

transformaciones al medio ambiente ni a los demás elementos vivos que lo componen.

Para ejemplarizar más fácilmente estas ideas paso a narrarles una a anécdota que de manera

personal viví hace muy poco:

A comienzos del mes de Octubre del presente año, encontrándome en un velorio, presencié una

escena bastante extraña en tiempos actuales: una dama fumaba un cigarrillo en un espacio al

aire libre (estacionamiento de autos) y la ceniza que producía el cilindro de tabaco era

depositado por ella en un pequeño vaso plástico, evitando con esta acción lanzar tales desechos

al piso de asfalto.
Automáticamente se inició una conversación, entre la dama y mi persona, sobre el particular

hecho, donde la conclusión quedaba orientada a evitar la agresión a todo lo que compone el

medio ambiente y al respeto que se le debe a La Tierra.

Por mi parte hice la aclaratoria que ese era un principio universal innato que estaba sustentado

hasta en las normas religiosas de la mayoría de estas corrientes, pero que cada vez se veía

menos difundido.

Todas las culturas tienen un códice religioso que implanta normas diversas sobre el trato que se

le debe dar a "La Madre Tierra", como también a los demás seres que ínter-actúan en la vida con

los seres humanos.

Esas normas se cumplen por parte de casi la totalidad de los organismos vivos que buscan un

apoyo en los otros seres y ponen en práctica un respeto hacia sus compañeros de medio: los

únicos que violentamos la estructura somos los humanos.

Ahora bien, muchos se preguntarán: ¿y donde mi religión establece que debo ser correcto y

bueno con la naturaleza?

Por razones de espacio, así como de sentido común , solo voy a referirme a esos principios en lo

que corresponde al Ifismo o culto a Ifá, y en forma subsecuente a la Regla de Osha, por ser la

materia de este weblog.

Todo aquel que haga vida o desee incorporarse a la Religión de los Yòrúbàs deberá entrar en

conocimiento que al ser parte de la misma no solo se conformará un compromiso con su propia

vida, sino que también quedará establecida una obligación para con la existencia humana y con

la vida social con los demás seres vivos (animales, plantas, etc.) y con La Tierra.

Ifá nos enseña que debemos un "alto respeto" a La Tierra (Inloguere) quien nos da todo lo que

necesitamos y consumimos (Irete XXXXXX),y a ella retornará todo para que se cumpla un ciclo

de reordenamiento.

Por lo tanto, no solo podemos hacer ofrendas y sacrificios a La Tierra, sino debemos procurar

además hacia ella cuidados (para que siga produciendo) y evitar su deterioro que rompería ese

ciclo de continuidad.

Asimismo ese principio básico de Adoración a La Tierra contiene una serie de ideas

complementarias: la lucha por la LIBERTAD y LA LIBRE EXPRESIÓN del género humano dirigida

a tal adoración; la de EQUIDAD en la obtención de beneficios; la de SENSIBILIDAD HUMANA; la

de SOCORRO para los momentos de dificultades; la de DESPRENDIMIENTO de lo materialista.

A su vez este principio básico de Adoración a La Tierra esta signado con una pincelada de

especial connotación que es LA UNIVERSALIDAD, pues en el mismo no existe ninguna restricción


de raza, género, procedencia étnica, status socio-económico, ni mucho menos de carácter

religioso en cuanto a graduación o nivel espiritual.

Aún más, cuando se habla de Adoración a La Tierra, que viene a ser la Adoración a La

Naturaleza, no podemos circunscribir en esa acción únicamente a los seres humanos, pues el

planeta, el mundo, la tierra, pertenece por igual a microorganismos,insectos, plantas y animales

de cualquier especie.

Estos últimos son quienes realmente siempre han cumplido con las normas que Dios sobre ese

particular les infundió.

Los mal llamados "seres inferiores" no actúan hacia La Naturaleza y La Tierra con vicios como la

Opulencia y la Codicia, como tampoco hacen manifestación de un Ego, y de ellos debemos

aprender.

Los microorganismos,los insectos, las plantas y los animales, son los primeros pobladores de La

Tierra y posiblemente tienen un nivel espiritual más elevado que los hace mantener un equilibrio

perfecto, evitando la depredación y la destrucción.

Por lo tanto debemos copiar su comportamiento, para que así los Seres Humanos nos

convirtamos, con nuestra participación dentro de la Naturaleza, como Ayudantes al Progreso, y

ellos (microorganismos, insectos, plantas y animales) mediante sus aportes y ayudas, sigan

haciendo el papel que les fuera encomendado y que podríamos asimilar a la de "Ángeles".

La agresión a La Tierra y a La Naturaleza debe ser neutralizada para lograr el gran deseo de

Dios: La Perpetuidad de todo lo creado por él.

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