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Incubadoras 2001
Incubadoras 2001
I. APLICACIÓN
Como instrumento del desarrollo, la incubadora puede ser un programa nacional para
revitalizar areas deprimidas, urbanas y rurales o, simplemente, como un componente de un
proyecto de desarrllo integral. En Canadá y los Estados Unidos, comenzó a aplicarse en areas
urbanas deprimidas por el cierre de grandes industrias que provocaron desocupación masiva y
deterioro social. Hoy, el uso de incubadoras se aplica extensamente, incluyendo las
universidades que usan el método para desarrollar empresas dedicadas a la investigación
científica y tecnológica
2. LA COMUNIDAD
Sea cual fuere el área, la comunidad recibe, entre otros, los siguientes beneficios:
3. LOS PATROCINADORES
Uno de los desafíos más importantes que enfrentan los países de la Región es la reducción de la
pobreza. Esta meta implica generar ingreso en los estratos más pobres, aumentando las
oportunidades de empleo para esos grupos. En otras palabras, los países enfrentan el desafío de
crear más fuentes de trabajo a fin de disminuir los índices de desempleo y, por ende, reducir la
pobreza.
Las pequeñas empresas constituyen una de las fuentes más promisorias de creación de empleo y
presentan características favorables, tanto en el campo del desarrollo económico como en el campo
del desarrollo social. Sin embargo, la mayoría de las empresas pequeñas fracasan durante sus
primeros cinco años de operación debido, fundamentalmente, a que están subcapitalizadas y a que
carecen de una adecuada gestión empresarial.
Las incubadoras de pequeñas empresas constituyen una respuesta a esta limitación. Son
establecimientos en los cuales un grupo de nuevas empresas y/o de empresas en crecimiento
operan bajo un mismo techo, compartiendo servicios y equipos, con acceso común a una amplia
gama de programas de apoyo técnico, empresarial y financiero. De este modo, las nacientes
empresas requieren efectuar un aporte de inversión menor, tienen costos operativos más bajos y
reciben asesoría y capacitación continua. Las incubadoras proveen un ambiente en el cual, los
esfuerzos públicos y privados pueden combinarse para facilitar el despegue de las pequeñas
empresas durante esa etapa critica de desarrollo.
Como instrumento del desarrollo, las incubadoras estimulan la creación de nuevas empresas,
generan un impacto significativo en el empleo y en el desarrollo de la base económica local,
contribuyen a revitalizar áreas deprimidas urbanas y rurales, y a transformar en productos
comerciables el fruto de investigaciones científicas y tecnológicas de universidades e institutos
de investigación. Los beneficios de la operación de los centros de incubación llegan a las
pequeñas empresas, a la comunidad y a las organizaciones auspiciadoras.
El crecimiento de la base económica productiva, forma parte de los objetivos prioritarios de los
países de Centroamérica. En busca de tales objetivos, estos países contemplan en sus estrategias de
desarrollo la ampliación y diversificación de la producción orientada al consumo interno y a la
exportación. El sector de las micros, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) tiene capacidad
de innovación tecnológica y conforma la base de la diversificación productiva e integración
económica entre los países. Simultáneamente las MIPYMES son estratégicas en la generación de
empleo e ingreso, factores básicos para la reducción de la pobreza y el mejoramiento de la calidad
de vida. Por otra parte, los países centroamericanos enfatizan la necesidad de fortalecer los
programas de integración económica en la cual, las MIPYMES juegan un rol fundamental.
Además, estos países cuentan con estructuras y condiciones que les permite trabajar conjuntamente
para abordar programas de estímulo a la micro, pequeña y mediana empresa mediante experiencias
y proyectos transferibles entre países de esa región contando con cooperación externa. La
propuesta contribuye a la creación de una nueva mentalidad en la gestión de las pequeñas
empresas.
Fomenta la creación de nuevas empresas, crea nuevos y estables puestos de trabajo e inserta
a las empresas en la realidad del siglo XXI. El proyecto generaría unas 20 empresas
consolidadas en un período de dos años, iniciando un proceso de graduación de empresas y
de incorporación de nuevas nacientes.
Asegura mayores perpectivas de éxito en la consolidación de las empresas asociadas,
aumentando el número de empresas exitosas.
Traduce ideas en negocios al facilitar un mayor grado de conocimientos y una mejor
capacidad empresarial.
Aumenta las oportunidades de profesionales que egresan de las universidades e institutos
superiores para ejercer independientemente, creando sus propios empleos. Permite a
estudiantes y docentes de universidades desarrollar sus iniciativas y convertirlas en empresas.
Fomenta la asociatividad entre los empresarios, creando condiciones para la
complementación productiva y de servicios.
Crea oportunidades de acción conjunta entre gobierno, universidades y sector privado.
Permite a las organizaciones comunitarias generar fuentes de trabajo mediante la operación
de incubadoras de micro empresas desarrolladas a nivel municipal en actividades de
servicios, alimentarias y reparaciones.