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~3709 La Civilización


Griega
LIBRERIA
UNIVERSIDAD
Heraclio Sánchez, 54-Tfno. 25 13 05
LA LAGUNA • TENERIFE

Arturo Pérez

/.\NAYt\ ,,:J 1
___, _!
Colección: Biblioteca Básica Contenido
Serie: Historia

Diseño: Narcís Femández


Dibujos: Carlos Álvarez Galindo La Hélade

Coordinación científica: Joaquim Prats i Cuevas


(Catedrático de Instituto y
1 El precedente micénico 10
- . ..
Profesor de Historia de la
Universidad de Barcelona) 2 La Edad Oscura 24

3 La etapa Arcaica 28

4 La etapa Clásica: Esparta y Atenas 44

~ 5 La etapa Helenística 76
1
1 Datos para una historia 90 1
'

'
© del texto, Arturo Pérez, 1988 Glosario 92
© de la edición española, Grupo Anaya, S. A., 1988
Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madrid

Primera edición, abril 1988 Indice alfabético


5egw1da edición, corregida, agosto 1989
Tercera edición, agosto 1990
Cuarta edición, diciembre 1991 Bibliografía
Quinta edición, septiembre 1994
Séptima edición, julio 1995

l.S.B.N.: 84-207-3362-8 .... ·· ..


Depósito legal: M-21.834-1995
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La Zarzuela, 6. Polígono Industrial Cordel de la Carrera
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2
La Hélade
Cuando hoy hablamos de Grecia nos referimos a
un país situado en el Mediterráneo oriental que
comprende una parte continental y una gran can-
tidad de islas de muy diverso tamaño, que se ex-
tienden por el Mar Jónico y, sobre todo, por el
Egeo. Salvo algunas zonas del norte, todas estas
tierras fueron escenario en mayor o menor medi-
da de la antigua civilización griega.
Pero sería un error identificar esta Grecia actual
con los griegos de la Antigüedad. Primero, porque
aquellos nunca constituyeron un estado unifica-
do como el de hoy, y también porque el mundo
griego era mucho más amplio: a partir del si-
glo VIII a. C. estaba constituido por una suma de
poleis (polis en singular) o pequeños estados inde-
pendientes que, además de la zona correspondiente
a la Grecia actual, jalonaban las costas mediterrá-
neas de Turquía, el sur de Crimea, el norte de Áfri-
ca (Egipto y Libia), Sicilia y el sur de Italia (la lla-
mada Magna Grecia), e incluso el sur de Francia
y la costa levantina de España. Se extendía, pues,
por todo el mediterráneo.
Tan griego era un habitante de Atenas como uno
de Naucratis, en la desembocadura del Nilo; uno
de Siracusa, en Sicilia, u otro de Ampurias, en la
actual Cataluña. Cada uno de ellos entendía que
su patria era su pequeña ciudad-estado, y entre ellas
estallaban continuos conflictos, muchos de los cua-
les terminaban en guerras. Salvo excepciones, ca-
da una tenía sus terrenos agrícolas y de pastoreo
o de bosque, así como salida al mar, y su ideal era
la autarkeia (autarquía), o sostenimiento por me-
dio de sus propios recursos, lo que no siempre lo-
graban, dada la pobreza del suelo. Los contactos
marítimos eran frecuentes, ya que los estados que
no estaban junto al mar lo tenían cerca. Las comu-
nicaciones terrestres eran más raras y difíciles. Aun- .
4 que se desarrolló ampliamente el comercio, no he- ~ ___l_ 5
fí ') .•
).J \_ J L 3
mos de olvidar que la tierra fue el factor básico de Para la reconstrucción de su historia antigua con-
la economía, incluso en las épocas de mayor tamos con numerosos documentos literarios con-
cosmopolitismo. temporáneos. La literatura helena es una de las más
Ahora bien, aunque la polis constituía su marco completas de la historia de la Humanidad, y ello
y su ideal, todos tenían clara su pertenencia a una a pesar de las obras que se han perdido. Por otro
comunidad diferente de la de los barbaroi (bárba- lado, entre los griegos nació la historia científica tal
ros), nombre que daban a los extranjeros que ha- como hoy la entendemos, concretamente en el si-
Grecia, las islas y blaban con unos sonidos ininteligibles para ellos y glo V a. C. con Herodoto de Halicarnaso (hacia
Asia Menor consti-
tuyen el núcleo ori- les recordaban el «bar-bar» onomatopéyico que pro- 484-425 a. C.), llamado, como precursor, «el pa-
ginario y más im- duce el agua al hervir. Y esta diferencia que asu- dre de la Historia». Este incansable viajero, que vi-
portante de la civi- mían en la lengua, a pesar de su propia diversidad sitó Persia y Egipto, se propuso explicar la raíz de
lización helena.
Desde sus inicios y
de dialectos, se daba también en la religión, en las la guerra entre griegos y persas, así como el origen
aunque la agricul- instituciones y en la vida cotidiana, y se concreta- de estos pueblos para averiguar los motivos que lle-
tura fue siempre su ba en la existencia de santuarios panhelénicos: varon a este enfrentamiento que hoy conocemos
factor económico Olimpia o Delfos, por mencionar los más conoci- como Guerras Médicas. En sus escritos, con un gran
básico, estuvo abo-
cada al mar: salvo dos, eran considerados patrimonio común. sentido periodístico, intentó antes que otra cosa ex-
muy raras excep- Por esto, lo que llamaban Hélade no era un país, traer enseñanzas para evitar situaciones similares.
ciones, las poleis sino un conjunto territorial y espiritual más o me- Poco después, Tucídides de Atenas (460-396
se encontraban a
orillas de éste o
nos definido. Nunca se llamaron a sí mismos grie- a. C.), en sus Historias de las Guerras del Pelopo-
no muy lejos del gos (la palabra es de origen romano), sino hele- neso, de las que fue testigo directo, narró el desa-
mismo. nos, y en época micénica y homérica, aqueos. rrollo de esta conflagración entre griegos con un
método más cercano al nuestro, pero también se
retrotrae a las etapas más antiguas de la historia grie-
En la página 5, re-
ga, buscando una explicación y una enseñanza. Se lieve votivo encon-
ha dicho con razón que por el método que utilizó trado en el santua-
parece que entre él y Herodoto mediasen siglos en rio de Deméter, en
vez de pocos años. Aquí ha desaparecido la anéc- Eleusis. Representa
a Deméter con los
dota en beneficio de una pretendida objetividad granos sagrados en
científica. A ellos seguirán otros significados histo- presencia de su hi-
riadores, como J(mofonte y, ya en la época roma- ja Perséfone y del
na, Polibio. héroe Triptólemo,
que recibe la orden
Considerando que podemos hablar de griegos de extender la cul-
desde el 2000 a. C., aproximadamente, nos da- tura del trigo por
mos cuenta de que Jos historiadores aparecen todo el mundo. De
méter sostiene el
bastante tarde. ¿Cómo reconstruir las etapas an- cetro, que llevan los
teriores? En nuestra ayuda viene la literatura no dioses importantes,
historiográfica, sobre todo la que ;recoge los tnitos y Perséfone, la an-
tradicionales, y también la Arqueología. Esta lite- torcha, que era el
símbolo del mundo
5 ratura llega como mucho hasta la época Arcaica, subterráneo. í
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aunque de ella podemos extraer datos de gran in- ga, un esplendoroso momento que se desarrolló
terés. Por ejemplo, difícilmente entenderemos el entre 1600 y 1150 a. C. y del que nada se sabía,
siglo VIII a. C. si no recurrimos a la lectura de He- y ya a comienzos del siglo XX Evans desenterró
síodo, campesino que nos narra su dura vida; o en la isla de Creta los restos de una civilización aún
los siglos V-IV atenienses, sin las divertidas cróni- anterior, que conocemos como Minoica. Desde las
cas de la vida cotidiana que nos proporcionan las primeras excavaciones hasta nuestros días han pa-
comedias de Aristófanes. sado más de cien años en los que las investigacio-
Respecto a los mitos, ¿qué valor podemos dar- nes se han multiplicado y nuestro conocimiento so-
les? Es preciso que intentemos ver la dimensión que bre la Antigüedad ha aumentado de manera
les daban los antiguos. Con ellos no pretendían «ha- espectacular.
cer historia», y sus enseñanzas constituían más que Se repite muchas veces que los occidentales so-
nada normas de conducta de valor universal. Eran mos herederos del mundo griego, y es cierto. Allí
atemporales. Con ellos se explicaban el origen de está la raíz, el camino por el que se han desarrolla-
las cosas y las épocas más remotas. El mito estaba do el pensamiento; la cultura, el arte, etc., que han
siempre presente en su vida cotidiana y en su edu- conformado a Occidente. La aportación de los he-
cación. Las historias de los dioses del Olimpo, de lenos es, sin duda, superior a la de cualquier otro
FASES DE !A
los héroes como Heracles (Hércules) o las de la gue- pueblo. Esta realidad, que aún pesa, provocó, so- HISTORIA DE
rra de Troya formaban parte integrante de su acervo bre todo en el siglo XIX, una adoración desafora- GRECIA
Delfos. Lugar pan-
helénico por exce- cultural cotidiano. da por todo lo griego, una idealización en la que
1en cl a, sede del Los estudios arqueológicos se iniciaron mucho llegaron a soslayarse los aspectos negativos, pero Epoca Micénica
más prestigioso después en Grecia que en Roma, ya que la prime- que, sin embargo, eran parte importante de esa cul- 2000-1150 a.e
oráculo, ejercía
gran Influencia en el
ra estuvo dominada por los turcos hasta bien en- tura, como el llamado «amor griego», los aspectos
campo polítlco- trado el siglo XIX. Pero una vez lograda la indepen- irracionales y primitivos que en ella abundaban, las
social. La sacerdo- dencia, se emprendieron las grandes excavaciones. supersticiones, las continuas traiciones de eminentes
tisa que, en trance, Olimpia comenzó a excavarse en 1875, Delos y Epoca Oscura
políticos, las contradicciones de destacados pensa- 1150-800 a.e
se suponía que ha-
blaba por boca del Delfos desde 1877, la Acrópolis de Atenas en 1885. dores ...
dios Apolo, respon- Schliemann, excavando en Micenas, descubrió un Hoy, sin que se le reste ninguna grandeza, pues
día a cuestiones ta- nuevo y desconocido capítulo de la historia grie- probablemente la grandeza está en que los prota-
les como la conve-
niencia de Iniciar gonistas fueron humanos, con sus vicios y sus vir- Epoca Arcaica
una guerra, fundar tudes, se tiende a una mayor objetividad. S00.500 a.e
una colonia, cuál Fue un mundo tan rico, tan complejo y diverso
era el más idóneo en las distintas épocas, que no podemos aquí abar-
de los aspirantes al
poder, etc. Se com- carlo todo, pero vamos a insistir en los rasgos más
Epoca CláSlca
prende el Interés en significativos. Lo haremos siguiendo la tradicional 500-338 a.e
teñer cierto control división en fases {Micénica, Oscura, Arcaica, Clá-
del mismo y las In-
trigas y presiones
sica y Helenística) . Estas divisiones no dejan de ser
que sobre éste ejer- artificiales, pero ha~ tornado carta,de naturaleza y
dan las ciudades en cualquier caso sirven, cuando menos,· para se- Epoca Helenística
3 1hegemónicas. guir una evolución cronológica. · 3*t46il.c· ·

• _; •,, J '- 5
El precedente micénico además, en la mitología helena, escenario frecuente
El alemán Heinrich Schliemann, con una fe total de capítulos relacionados con sangrientos sucesos El Cfrculo

1 en Homero y, por tanto, en la realidad histórica


de la Ilíada y la Odisea, que eran consideradas por
los estudiosos como invenciones poéticas, excavó
desde 1870 en el noroeste de Turquía, demostran-
do que la mítica ciudad de Troya había existido.
de la familia de Atreo, a la qué pertenecía Agame-
nón, y que fueron argumento de celebradas trage-
dias de los tres grandes dramaturgos: Esquilo, Só-
focles y Eurípides.
En 1876 inició las excavaciones y, con una suerte
de tumbas A

Schliemann era un personaje curioso, no exento prodigiosa, dio a los pocos días con el luego lla-
de excentricidad en sus actitudes y en su personal mado «Círculo A de tumbas reales», conservadas
manera de intepretar los hallazgos. Homero se re- prácticamente intactas. Se trataba de inhumacio-
En este mapa están nes colectivas que consistían en seis profundas tum-
representados los
fería a la ciudad de Micenas en el Peloponeso co-
centros más impor- mo «rica en oro» y como lugar donde reinaba Aga- bas de fosa, coronadas por un túmulo en el que
tantes del mundo menón, el principal jefe de los griegos o aqueos que se colocaba una estela decorada con relieves que
micénico. Cuadran asediaban Troya, y por ello se propuso excavar allí representaban escenas guerreras y de caza o ador-
bien con la relación nos sin figuras.
que de los reinos donde según el escritor del siglo 11 d. C. Pausanias
aqueos hacen los (autor de una pormenorizada guía de la Grecia de Para hacernos una idea de la magnitud de los
poemas homéricos. la época) debían hallarse sus restos. Micenas era hallazgos, pensemos que en una sola tumba, la IV,
que contenía los restos de tres hombres y dos mu-
-- jeres, había 395 objetos diferentes, entre los que
destacaban las tres máscaras de oro que, a modo
de retrato, cubrían los rostros de los difuntos; co-
ronas y diademas de oro; pomos de espada deco-
rados con marfil, oro y alabastro; vasijas, anillos,
brazaletes, collares, peines y adornos diversos de
oro y plata; así como objetos procedentes de luga-
res muy lejanos: ámbar del Báltico, lapislázuli de
Mesopotamia o huevos de avestruz de Nubia.
Se trataba de algo que correspondía a una civili- Máscara de oro

:;,1¡~¡~;~f;e;
zación totalmente ignorada hasta entonces. Schlie- procedente de una
mann creyó que eran Agamenón y su familia. Pe- tumba de fosa del
ro las investigaciones posteriores demostraron que círculo A, que el
millonario alemán
pertenecían a una época al menos 300 o 400 años Heinrich Schlie-
anterior a aquella en la que debi6 de vivir éste (si m a n n crey6 de
es que vivió) o a la que refleja Homero en sus poe- Agamenón. Seco-
mas. Los investigadores dieron el nombre de mi- locaba sobre el ros-
tro del difunto, y
cénica a esta civilización por ser Micenas el primer junto a él había ri·
yacimiento conocido y, por su extensión, el más cos presentes que
importante de todos. Veamos quiénes fueron sus habían de acompa-
ñarle en la otra
artífices. vida. 1

._,:uu.· ~ 6
Los micénicos El yacimiento más importante es Micenas, don-
Los minias Grecia continental estuvo habitada desde el Paleo-
lítico. Conoció un brillante Neolítico y desde el ter-
cer milenio a. C. contó con establecimientos que
podemos considerar proto-urbanos, como en el ca-
de hacia 1300 se construyó un formidable recinto
amurallado, del que formaba parte la conocida
Puerta de los Leones, y dentro del cual quedó el
círculo A de tumbas. Luego, los enterramientos se
B
so de Lema, en el Peloponeso. Poco antes del hicieron en otro tipo de construcciones: grandes
2000 a. C. se establecieron en varias zonas del país La cultura minoica,
tumbas con cámaras y gran corredor de entrada Oos que se desarrolló en
La tumba de Aga- «nuevas gentes» a las que los investigadores dieron llamados tholoí), fuera de las murallas. Pero Mice- la isla de Creta ha-
menón, en Mice- el nombre de minias (por un rey mitológico llama- nas no es el único yacimiento. Cercana a ésta, Ti- cia el 2000 a. C.,
nas, es un tholos o do Minias) y a los que ya se puede llamar griegos. influyó notablemen-
construcción monu- rinto, con sus imponentes murallas ciclópeas, ya
te en los micénicos,
mental funeraria Se trata de grupos llegados desde el norte (¿Cen- fue objeto de la atención de Schliemann. Al otro que posiblemente
que constaba de un troeuropa?), que, una vez asentados y seguramente lado del Peloponeso, en Pilos, donde según Ho- conquistaron la is-
largo corredor (el mezclados con las poblaciones que allí encontra- mero reinó el prudente Néstor, se ha desenterra- la, o al menos par-
que se ve en la Ima- te de ella, hacia el
gen), que a través ron, cristalizaron en lo que conocemos como civi- do desde 1939 un palacio micénico. Desde enton-
siglo XV a. C. En
de una gran puerta lización micénica en el siglo XVI a. C., época de las ces, las huellas de la presencia micénica se han ido e~ta escena ritual,
daba acceso a una tumbas de fosa mencionadas, de las que se halla- multiplicando: se han hallado restos en Tebas y labrada en un anillo
vasta cámara circu- ron varias más (círculo B) hacia 1950. del 1500 a. C. en-
lar con falsa cúpu- otros lugares de Beocia, y en la misma Acrópolis
Era una sociedad avanzada, con una clara dife- contrado en la tum-
la (el tholos propia- de Atenas, donde probablemente hubo un palacio. ba real de lsopata,
mente dicho). Estas renciación social en su seno y una compleja orga- Los restos de esta cultura indican que se trataba en Cnosos, apare-
construcciones son nización, que alcanzó su momento culminante ha- de una sociedad guerrera, pero al mismo tiempo cen la Gran Diosa
contemporáneas de (en el centro) y tres
la Puerta de los cia 1300 a. C. y su ocaso hacia 1200-1150, y que con muestras artísticas muy refinadas, prueba de
figuras femeninas
Leones y sustituye- conoció la escritura. Ésta descifrada hace algo más la influencia de otra cultura más antigua que se ha- en actitud de ado-
ron a las tumbas de de treinta años, correspondía a una forma muy ar- bía desarrollado en la isla de Creta: la minoica. ración.
fosa, más antiguas. caica de la lengua griega.

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La ciudadela de Mi-
cenas, situada en lo
alto de una colina
que dominaba la
llanura de Argos,
era el centro más
importante de lazo-
na y correspondía
posiblemente al rei-
no más poderoso de
la Grecia micénica.
La ciudadela estaba
coronada por un
palacio con una
gran sala con cua-
tro columnas, lla-
mada mégaron (A).
Los templos (B, C)
y las tumbas de los
reyes (0) están en
la ladera; E, Puerta
de los Leones; F,
bastión; G, puerta
nordeste; H, am-
pliación de la ciu-
dad hacia el extre-
mo nordeste. La
ciudad estaba ro-
deada por murallas
de hasta 7 ,5 m de
espesor, construi-
das con grandes
piedras, algunas de
ellas tan enormes
que los griegos de
épocas posteriores,
. -\· suponían que sólo
podían haberlas
construido unos gi-
gantes mitológicos
llamados cíclopes.1 1~

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s
Los minoicos ¿Cómo interpretar la presencia de micénicos en
El rey Minos La Edad de Bronce cretense vio florecer un mun-
do desarrollado y original al que se dio el nombre
de minoico por el legendario rey legislador Minos,
hijo de Zeus, el padre de los dioses. Según la mi-
tología, la esposa de Minos, Pasífae, había copu-
1 Cnosos? Parece claro que conquistaron la isla o par-
te de ella, en consonancia con el ímpetu guerrero
que caracterizaba a este pueblo.
Desde el siglo XVI a. C., la influencia cretense
E
en el continente es notable, hasta tal punto que se
lado con un toro, y de esta uni6n naci6 el Mino-
tauro, mitad toro mitad hombre, al que dio muer- J supone que artistas cretenses trabajaron en los pro-
pios palacios micénicos; no se trataba sólo de im-
La civilización mi-
noica recibe su
nombre de Minos,

l
te Teseo, el héroe nacional ateniense. portaciones e imitaciones. Ese mundo tan rico de- el legendario y po-
Este mundo comenzó a ser conocido a comien- deroso señor de
bía de resultar muy apetecible para los señores de Cnosos, localidad
zos del siglo actual gracias a las excavaciones del las fortalezas micénicas. Hacia 1500 se produjo una principal de la anti-
inglés Arthur Evans, en Cnosos. Allí descubrió un espectacular explosión volcánica en la isla de Te- gua Creta, donde se
vasto palacio decorado con frescos coloristas, do- J ra, cercana a Creta, que tuvo como consecuencia conservan las rui-
tado de zonas residenciales, zonas oficiales y zo-
nas de almacenamiento dispuestas en tomo a un i la desaparición bajo. las aguas de buena parte de
la misma. No hace muchos años se descubrió en
nas del palado real,
del que vemos aquí
uno de los sectores.
gran patio. Pronto se descubrieron nuevos palacios
en Festas, Palaikastro, Gumia, Mallia y más recien- J ;;;;~&.~!/ ~9fl?'' /'.4;:
temente en Kató Zákros. Estos palacios recordaban
a los que por las mismas fechas se construían en el ,r.'ii*';:_::P;;·f~",/ -· .
Próximo Oriente, pero los distinguía su carácter pa-
cífico. En efecto, la sensación de tratarse de un pue- 1

i
blo amante de los placeres de la vida y poco de
las armas parecía desprenderse de las representa-
ciones de sus frescos, de sus objetos cotidianos y
de la ausencia de murallas en sus palacios.
Conocían la escritura: se han conservado algu-
nos inventarios escritos sobre tablillas de arcilla co-
cida (sin duda a causa de algún incendio fortuito).
Los artesanos mi- En Cnosos había dos tipos de tablillas, que se
noicos realizaban conocen como el sistema de escritura lineal A y li-
trabajos muy elabo-
rados, de gran cali- neal B; el primero es más antiguo y el segundo pro-
dad. Vemos aquí un cedía de aquél; ambos eran silábicos. Hoy sabe-
jarr6n decorado en mos que el lineal B recoge una lengua griega de ::. ·::·;·~·.¡,
relieve, procedente ·-~:'J.",~.··~~
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de Zacro (Zákros), época micénica. Los micénicos habían tomado los .,,. \ .l..,r')' ,_..
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signos de los minoicos, adaptándolos a su lengua.
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localidad de Creta
en cuyas excavacio- El lineal A sigue sin ser descifrado, a pesar de los
r-·1 .--:'/' !'_.,-~ ..-. ..
nes se han encon- múltiples intentos, y desconocemos, por tanto, la ,. :. : ...... ,.;r.~...
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trado piezas de
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gran interés ar- lengua de los artñces de los palacios cretenses, aun- ;,-i.,r· • ••
queológico. que desde luego no era griega. . / .•- . : ,
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o
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el sur de la isla, junto a Akrotiri, bajo capas de ce- Sea como fuere, esta sociedad estaba formada
niza, una población excelentemente conservada por una serie de reinos o unidades políticas (nun- Los primeros
·EI lineal B estados
(donde la influencia minoica es más que manifies- ca formaron un estado unificado, al igual que los
ta), abandonada a causa de la erupción. Este ca- griegos posteriores) con una fuerte centralización
taclismo debió de tener proporciones colosales, has- y un marcado carácter militarista, cuyo centro era
ta el punto de que se ha querido poner en relación el palacio-fortaleza, que controlaba toda la activi- Galería cubierta de
con la leyenda de la Atlántida, el mítico continen- dad tanto política, administrativa y económica, co- Tirinto, espléndida
te sumergido. Es evidente que, por vecindad, Creta mo militar y religiosa. En él residía la máxima auto- muestra de aquitec-
debió de verse afectada. Por otra parte, esta últi- tura militar del si-
ridad, el wanax o rey, y sus principales ayudantes glo Xlll a. C., y ex-
ma es una zona propensa a los terremotos. Tam- y familiares (lawagetas, equetai). El palacio, con ponente claro de las
poco hay que descartar la posibilidad de disturbios gran aparato defensivo, aparece aislado o rodea- construcciones lla-
internos o luchas entre distintos palacios de las que do de unas pocas edificaciones auxiliares. No ha- madas ciclópeas
por sus enormes
nada sabemos. En cualquier caso, parece que en bía ciudades, como ocurría entre los minoicos. piezas pétreas. Ti-
plena etapa de reconstrucción, los micénicos apro- ¿Dónde vivía el grueso de la población, los tra- rinto, no lejos de
vecharon la debilidad cretense y hacia el 1450 in- bajadores en definitiva? Uno de los datos más in- Micenas, aparece
vadieron la isla. Todos los palacios fueron destrui- teresantes que extraemos de las tablillas es la exis- ligada también a le-
yendas mitológicas
dos, a excepción del de Cnosos, donde aparecie- tencia de la aldea. El territorio que dominaba cada y es uno de los ya-
ron las tablillas del lineal B. Este momento coinci- uno de los palacios estaba compuesto por distritos cimientos micéni-
de además con el de máxima expansión marítima que comprendían varias aldeas, que eran los autén- cos mejor conser-
de los micénicos: se detecta su presencia en el sur vados, con la plan-
ticos centros productivos. El palacio, ocupado por ta de su palacio y su
de Italia (Tarento), Siria (Ugarit) e incluso Egipto una casta militar, se nos presenta como un parási- triple cinturón de
(Tel! el Amarna), y su cerámica se difundió amplia- to que se beneficiaba del trabajo de la aldea, y ésta murallas.
mente por el Mediterráneo central y oriental.
/
/

La sociedad micénica a través de( lineal B


Además de en Cnosos, se han enlontrado tabli-
llas de esta escritura en el Peloponeso (región que
fue sin duda la más significada del mundo micéni-
co), en Pilos y en Micenas, así como al norte del
Tablilla del lineal B Ática (Tebas). Ello indica que la escritura era algo
encontrada en Cre- común a todos los centros de esta cultura. Con gran
ta y fechada en tor- sorpresa, el británico Michael Ventris descubrió a
no al 1400 a. C. El
lineal B fue la escri- principios de los años cincuenta que estaban escri-
tura característica tas en una lengua griega. Con él colaboró el lingüista
de los micénicos; Chadwick, y hoy tenemos una visión bastante co-
constaba de noven-
ta signos silál>icos
herente del mundo micénico, aunque limitada,
diferentes y deriva- pues todas las tabillas corresponden al momento
ba del lineal A de final de la cultura y, además, sólo contienen datos J
1
8 l los minoicos. relacionados con la contabilidad.

J
1

10
para vivir no necesitaba de aquél. Es decir, que si

GJ
demografía entre otras palabras. Se nos habla po-
el palacio desapareciera, la aldea podría seguir vi- co de él y aún menos de los esclavos, aunque llíada y
viendo. Ello explica la desaparición del mundo mi- resulta interesante el que fueran esclavos buen nú- Odisea
cénico y su enlace con la siguiente etapa de la his- mero de herreros o de mujeres dedicadas al traba-
toria griega, como veremos más adelante. Depen- jo textil; a veces aparecen algunos esclavos al ser-
diendo del palacio, en cada aldea hay un perso- vicio de los dioses (o de los sacerdotes). Y otra de
naje principal, el pasireu,, y tras él a modo de las sorpresas del desciframiento del lineal B ha
gobernador y subgobernador, el korete y el poro- sido comprobar que buen número de dioses olím-
korete, ayudando en la gestión la kerosija o con- picos característicos de las épocas Arcaica y Clásica
sejo de ancianos. La aldea subsitió a la desapari- ya aparecen mencionados en época tan temprana.
ción del mundo micénico, como lo demuestra el
que el rey en épocas posteriores fuese llamado ba- Homero y los micénicos
Troya, tal y como sileus (de pasireu) y no wanax, y que siglos más Hasta el desciframiento de su escritura, sólo podía-
debió de ser en la tarde la asamblea de Esparta se llamase gerusía (de
época descrita por kerosija). mos reconstruir estci cultura a través de sus restos
Homero. Arriba, materiales, es decir, de la Arqueología. Pero en más
pieza de marfil mi- Las tierras podían ser privadas, con propietarios de una ocasión se recurría para ello a Homero, y
cénica, en la que el ligados al palacio, o comunales, ligadas a la aldea es comprensible por cuanto la Ilíada y la Odisea pre-
casco coincide con y que se distribuían periódicamente.
la descripción que tendían reflejar este mundo micénico. Schliemann
hace Homero de los El pueblo en general aparece con el nombre de había creído a pies juntillas las informaciones con-
cascos aqueos en damos, del que derivará en épocas posteriores la tenidas en esos poemas y, con matizaciones, in-
Troya. forma demos, de donde proceden democracia y tentó casarlas con el mundo que descubrían los tra-
bajos arqueológicos. Pero hay que ser cautos en
este punto.
troyano en un vaso
ateniense de figuras
negras, obra de
Exequias, uno de
los máximos artífi-
ces del siglo VI
a. C. En él apare-
cen Ayax y Aquiles,
caudillos griegos,
en un descanso de
la guerra que se de-
sarrolla ante Troya,
jugando a una es-
pecie de chaquete.
Arriba, Homero,
representado ciego,
tal como Indica la
tradici6n. Se cree
que naci6 en Quíos
o a principios del si-
r
glo vm a. C. L

.() .
: 1 r J: ........•
11
Los dos poemas homéricos, transmitidos oral- algunos detalles relativos a la arquitectura y los ob-
Díada y mente, debieron de ir adquiriendo forma no antes jetos cuadran bien con los datos arqueológicos, pero Ilíada y
Odisea de los siglos Vlll-VII a. C. La época que recrean ha- esa es toda la semejanza. Po~ ejemplo, aparte del -Odisea
bría que situarla entre los siglos XIII-XII a. C. y na- wanax, ninguno de los otros cargos repetidamen-
rran, respectivamente, el asedio a Troya por parte te mencionados por las tablillas aparecen en los poe-
Una de las aventu-
ras que super6 Odi- de los ·diversos reinos micénicos y el posterior re- mas, y muchos de los aspectos que sí menciona
seo fue oír el canto greso de Odisea (Ulises) a su patria. Parece poco son característicos de épocas posteriores.
de las sirenas (ani- La explicación es simplemente que los poemas
males mitológicos
probable que, precisamente, en un momento en Esta es una recons-
mitad mujeres, mi- el que se estaba descomponiendo el mundo micé- no pretendieron nunca ser un documento históri- trucción de uno de
tad aves), el cual nico, estos reinos se aventuraran en una empresa co, sino una composición épica, que evocaba un los barcos de Odi-
ensimismaba y hipotético tiempo pasado en el que en la Hélade seo (o Ulises), con
ultramarina común. Además, los restos arqueoló- 50 remos. Es pro-
atraía a los marinos
hasta ahogarlos en gicos de Troya no se corresponden con la gran ciu - vivían héroes en majestuosos palacios y los dioses bable que no se uti-
el fondo del mar. Lo dad troyana descrita por Homero, y tampoco se intervenían en los acontecimientos. Pero, si como lizasen a la vez la
hizo amarrado al han hallado indicios que revelen la presencia de un documento histórico son discutibles, como obra li- vela y los remos.
poste de la vela. Homero habla
Sus compañeros se
gran ejército micénico en dicho enclave. teraria representarr un monumento cumbre de to- siempre de las cna-
habían tapado los Es cierto que la mayoría de los reinos quemen- das las épocas. Los niños griegos de tiempos pos- ves negraS>, posi·
oídos con cera. ciona fueron importantes centros micénicos y que teriores aprendían a leer y a comportarse a través blemente porque
de ellos. Su valor formal nunca ha decrecido, y se las quillas estaban
embreadas. Al pa-
ha dicho con acierto que al menos para nuestro recer, los barcos de
mundo occidental, excepto la Biblia, ninguna otra Ulises tenían la
obra literaria ha desempeñado un papel tan im- proa azul.
portante.

2
1..LW
')
··-'
La Edad Oscura Los <pueblos del mari•
Los micénicos eran un pueb.lo marinero. Sus na- Invasores
Se ha llamado también Edad Media griega y Épo-

2 ves comerciaban en todo el Mediterráneo oriental. misteriosos


. ca Geométrica, nombre este último que alude a la
cerámica característica del momento. Edad Oscu- Tenían asentamientos en Chipre y en la costa de
ra es un término poco afortunado, pues en todo Siria. Estaban en contacto comercial con los dos
caso resulta oscura para nosotros, que sabemos pueblos más importantes de la zona: los hititas y
muy poco de ella, incomparablemente menos que los egipcios. Estos dos pueblos mantenían un equi-
de la etapa anterior o posterior. Se inicia con la de- j• librio de poder. Hacia el año 1285 a. C. los hititas
saparición del mundo micénico con todo lo que esto entraron en guerra con los egipcios. Hubo una gran
En las paredes del
implicaba (palacios, escritura ... ), y concluye con la batalla de carros en Kadesh (Siria}, que acabó con templo egipcio de
aparición de la polis (que ha ido gestándose en es- las fuerzas de ambos estados, aunque ninguno re- Medinayt Habu es-
sultó realmente vencedor. Egipto sobrevivió, pero tá ilustrada la gran
tos siglos), el inicio de las colonizaciones y la apa- batalla naval entre
rición del alfabeto fonético. el imperio hitita se hundió en menos de un siglo, los egipcios y los
La visión tradicional, acuñada en la antigua Gre- y la anarquía reinó en el Mediterráneo oriental. cpueblos del mar•.
cia y tejida entonces de leyendas mitológicas, ha- El hundimiento de los hititas constituye un mis- Entre estos pueblos
terio histórico. Las excavaciones realizadas en Hat- se menciona a los
ce responsable del gran cambio a los dorios, pue- peteset, los ekwesh
blo que, procedente del norte, habría invadido la tusa, su capital, demuestran que la ciudad estaba o anhiyawa y los
Hélade y acabado con el mundo anterior. Precisa- muy bien fortificada, y aún así fue tomada y saquea- denyeen o danuna,
da. Sólo un ejército con una tecnología avanzada que se han querido
mente hasta no hace mucho se creía que éstos eran identificar con los
los primeros griegos de la historia, pero ya hemos pudo haber roto sus defensas, y los historiadores
filisteos, los aqueos
visto que no es así: los micénicos ya lo eran con no tienen datos acerca de ningún enemigo con ta- y los dánaos o tro-
seguridad. les características en esa época. Sabemos que ha- yanos.

Cerámica ática de
estilo geométrico,
característico de la
Edad Oscura. El in-
teligente uso. del
compas y el pincel
permitía a los artis-
tas realizar bellos
dibujos, que sólo
excepcionalmente
Incluían la figura
humana. Arriba,
ánfora sepulcral del
siglo VIII a. C. A la
derecha, cajita en-
contrada en una
tumba femenlna; se
usaba para guardar
joyas o cosméticos.

.;.: 13
cia el año 1200 a. C. tuvieron lugar grandes mo- hay pruebas de estos posibles levantamientos po-
El fin de una vimientos de pueblos que trastocaron el orden co- pulares, pero, si aceptamos que se produjeron, po- El fin de una
cultura nocido hasta entonces en el mundo antiguo. Se les demos llegar a explicarnos m.uchas cosas: que unos cultura
da el nombre genérico de «pueblos del mar», que recién llegados se instalaran con tanta facilidad; que
es como los llamaron los textos egipcios de la época. algunos elementos del mundo de la aldea, con su
En el 1186 a. C. cay6 sobre Egipto una gran hor- basileus y su gerusía, continuaran hasta formar la
da de invasores, que venían por tierra y por mar. polis; que desapareciera de raíz un arte tan carac-
Los egipcios se les enfrentaron en el delta del Ni- terístico, pues estaba al servicio exclusivamente del
lo, en una terrible batalla, y lograron derrotarlos a palacio que dejó de existir; y, finalmente, que de-
duras penas. Egipto logró rechazarlos, pero se asen- sapareciera también la escritura, que al parecer sólo
taron en Siria y Palestina, en el país de los hititas se utilizaba como elemento de contabilidad: si el u
y en otros lugares del Próximo Oriente. Occidente palacio precisaba llevar un control de existencias, i'I
tampoco se mantuvo libre de estos movimientos ge- entradas y salidas, la aldea no lo necesitaba en ab-
nerales, que conmocionaron todo el territorio grie- soluto para funcionar normalmente.
go. La mayoría de las ciudades quedaron arrasa- Es posible también que la superpoblación, com-
das. Micenas, Tirinto y Pilos fueron incendiadas. binada con los cambios climáticos y el hambre,
En la misma época fueron saqueadas Ugarit, en Si- minasen la autoridad central y provocasen los le-
ria, Tarso, en Turquía, y la misma Troya. vantamientos que hemos mencionado. Al debili-
Durante esta época se produjo un hecho tras- tamiento de la autoridad y el orden le seguiría un
cendental: la generalización del hierro; éste es el aumento del bandidaje y la piratería. La guerra de
mineral más «democrático» por cuanto se encuen- Troya, probablemente, tuvo lugar en esa situación
tra un poco por todas partes y es fácil de trabajar, inestable. Los ataques piratas que realizaban los
frente a lo que ocurría con el bronce, patrimonio griegos contra las tierras vecinas encajan en este Estatuilla de bronce
de unos pocos, ya que el estaño, uno de sus com- de época Geométri-
esquema. La civilización micénica nunca se recu- ca que representa a
ponentes, es escaso. Ello permitió que un mayor peró, y a finales del siglo XII a. C. Grecia se sumió un flautista. Aun-
número de individuos dispusieran de armas y he- en un «período oscuro» que duró más de 400 años. que no se ha con-
rramientas. Todo hace suponer que las invasiones fueron el re- servado nada, la
Estas espadas de Resulta difícil aceptar que unas oleadas de in va- música tuvo un pa-
sultado, no la causa, del hundimiento de las ciu- pel muy importante
bronce son de la sores, por muy importantes numéricamente que dades micénicas.
época de la guerra entre los helenos.
de Troya. las de la
fuesen y aunque dispusieran de abundantes armas, Se cree que en aquel momento se produjo una De lo que dan testi-
derecha se usaban pudieran acabar con tanta facilidad y rapidez con amplia emigración aquea a Asia Menor, y que en monio las numero-
para cortar, mien- los bien organizados reinos micénicos, con su po- sas representacio-
los siglos siguientes aparecieron los tres grupos ca- nes escultóricas y
tras que la de la iz. tente maquinaria bélica y sus defensas perfectamen-
quierda, más larga racterísticos de la historia de Grecia: los jonios (Ati- pictóricas desde la
y de una terrible efi- te establecidas. ca, Eubea y centro de Asia Menor), los dorios (Pe- Edad del Bronce, y
cacia, se utilizaba Se ha pensado en la existencia de enfrentamien- gran . número de
loponeso y sur de Asia Menor) y los eolios (Beocia piezas literarias
para corte y esto- tos y disturbios en el propio seno del mundo micé- y norte de Asia Menor). Estos pueblos, a su vez, compuestas para
que. Fue una inno- nico. Dicho de una manera simple, podría tratarse
vación bélica pro- formaron los tres principales dialectos del griego de ser cantadas con
cedente de Europa de la reacción de las aldeas contra el palacio im- las épocas arcaica y clásica, a los que designamos acompañamiento
6 1Central. productivo (y quizá opresor) que las gobernaba. No de flauta, flauta do-
con sus respectivos nombres. ble o lira.

'
14
La etapa Arcaica tos juegos no fueron los únicos: cada ciudad solía

3
En ella reconocemos a la típica civilización griega.
A partir de finales del siglo !X a. C. aparecieron los
rasgos que la definen: la polis, las colonizaciones,
el arte, la literatura ... Generalmente, sin que ello
tener los suyos (como las célebres Panateneas de
Atenas); también los tenían grupos de ciudades y,
sobre todo, estaban los Panhelénicos (en los que
podían participar todos los ciudadanos griegos), que
revestían una trascendencia especial, dado que ser-
E
tenga otra valor que el puramente indicativo, se sue-
le tomar el año 776, fecha tradicional de la cele- vían para estimular la conciencia nacional helena
,. frente a los bárbaros.
bración de la primera olimpiada, como el de su ini-
El estadio de Olim·
cio, y e! 480, año de la victoria sobre los persas, Representaban un papel sólo comparable al del
pia. La palabra es-
como e! de su fina!; en cualquier caso, encuadra- teatro y al de los santuarios, como el de Apolo en
tadio designa una Delfos, con su célebre oráculo, forjadores también
mos este período aproximadamente entre los años
medida de longitud:
unos 180 metros. 800 y 500 a. C. de un sentimiento de unidad, y no eran sólo con-
En él se celebraban cursos deportivos, pues incluían también certáme-
las carreras pedes· nes musicales y poéticos. Aunque prevalecieran los
tres básicamente, Los juegos olímpicos
pero también el Los juegos olímpicos, que tenían lugar en agosto deportes, era algo más, un auténtico festival don-
pentathTon, el bo- cada cuatro años en O!impia, eran !os más impor- de concurrían gentes de todo tipo, donde los es-
xeo y el pancracio.
tantes, hasta el punto que la fecha de celebración critores y pensadores daban publicidad a sus últi-
Eran muchos los mas producciones, donde se presentaban noveda-
estadios disemina- de !os primeros fue utilizada como base de cóm-
dos por toda la Hé- puto cronológico. Así, por ejemplo, algún escritor des de todas clases y donde se instalaban tendere-
lade, constituyendo antiguo refiere que determinado acontecimiento tu- tes, puestos de venta y atracciones. Los juegos pí-
una de las más ca- ticos en Delfos, los ísmicos en Corinto y los nemeos
racterísticas cons· vo lugar en el año segundo de !a vigésima olim-
trucciones de su piada, es decir, que, si la primera tuvo lugar en el
en Nemea eran otras competiciones similares a las
civilización. 776 a. C., se trataría del año 694 a. C. Pero es- de Olimpia.
Los juegos eran anunciados por todo el orbe grie-
go diez meses antes de su celebración por unos
heraldos que proclamaban la tregua sagrada: las
guerras y las hostilidades habían de suspend(:!~se du- Busto del Auriga de
rante el mes en que se celebraban. No hace~lo cons- De/jos, magnífica
tituía poco menos que un sacrilegio y era objeto estatua de bronce
de castigo. Eran organizados por los llamados he- de autor anónimo,
realizada hacia el
lan6dicas, que también los presidían, ayudados por 475 a. C. Ofrenda-
una policía encargada de mantener el orden. da al dios Apolo, ti-
Parece que duraban siete días. El primero se de- tular del santuario,
dicaba a los actos de inauguración y el último a los por Polí.zalo de Ge-
la, vencedor en una
de clausura, de suerte que las pruebas duraban de las pruebas de
cinco días. Estas eran básicamente el stadion o ca- los juegos pítlcos
rrera de doscientos metros, cuyo vencedor daba que en Delfos se ce-
lebraban, como en
nombre a la olimpiada; el diaulos o carrera de cua- Olimpia, cada cua-
3 trocientos metros; el do/ichos o carrera entre tres tro años.

15
y cinco kilómetros; el pentath/on o prueba com- disfraz y fue descubierta. Fue perdonada, pero des-
puesta de salto de longitud, lanzamiento de disco de entonces tanto atletas como entrenadores ha
Las olimpiadas Las olimpiadas
y jabalina, carrera y lucha cuerpo a cuerpo; la bían de ir totalmente desnudos para evitar casos
pygmé o rudo boxeo en que los púgiles se prote- similares.
gían los puños con tiras de cuero; el pancracio o El último día se procedía a la proclamación de
lucha libre y, finalmente, las carreras de cuádrigas. los vencedores, a los que como único premio se
Estas últimas eran patrimonio exclusivo (por el pre- daba una corona de olivo. Se trataba de un timbre
cio de caballos y carros) de los nobles, quienes tam- de gloria que no implicaba recompensa en metáli-
bién solían participar en el pentath/on, pero que co. Sin embargo, los vencedores eran cantados por
huían de las otras pruebas en que cada vez se ten- los poetas (el gran Pínclaro dedicó a algunos de ellos
día más a una especie de prof esionalización de los sus epinicios o cantos victoriosos), se les erigían es-
participantes, contra la que ya entonces se alzaban tatuas y, de vuelta a sus ciudades, se les tributa-
voces. ban reconocimientos que a veces significaban re-
Las mujeres no sólo no podían participar, sino solverles la vida (como en Atenas, donde amén de
que tenían vedada la entrada a las pruebas, al me- recibir 500 dracmas en efectivo, eran mantenidos
nos las casadas. La tradición nos narra el caso de de por vida por el estado). En Esparta, como ho- 1'·
Terenice, mujer cuyo padre y hermano ya fueron nor especial, tenían derecho a luchar junto al rey '
vencedores en Olimpia, que se disfrazó de entre- en primera fila en las batallas; en otras ciudades apa-
nador para ver a su hijo, púgil, en acción. La vic- recía su efigie en las monedas
toria de éste la entusiasmó tanto que se le cayó el Olimpia no fue nunca una ciudad. Se trataba de
un conjunto de edificaciones religiosas (templos de
Escena de pancra- Zeus y de Hera, pequeños templetes), deportivas
cio en un vaso de fi-
guras rojas. Se tra- (estadio, hipódromo, gimnasio) y públicas (Bu/eu-
.' -=i!<- ~-
taba de un deporte terio, donde se celebraban las sesiones del comité
violento reservado olímpico; Pritaneo, donde se alojaban los huéspe- En este vaso fabri·
a los atletas más
pesados, que com-
des ilustres), que constituían una zona sagrada. El cado en Corinto en
prestigio de los juegos fue tal que continuaron ce- el siglo VI a. C.
binaba la lucha y el aparecen hoplitas
pugilato. En él ha- lebrándose hasta el año 393 de nuestra era, a pe- con escudo redondo
bía que derribar al sar de ser considerados fiestas paganas. Sus tem- en el antebrazo iz-
adversario y para quierdo y arma de
ello estaba todo plos fueron arrasados por orden del emperador ro-
acometida en la
permitido. Los con- mano Teodosio 11. Las excavaciones arqueológi- mano. La irrupción
tendientes llevaban cas se iniciaron h:ice más de un siglo, y hoy sus del nuevo sistema
los puños descu-
biertos, lo que le di-
ruinas constituyen uno de los mayores atractivos guerrero que repre-
de una visita a Grecia. sentaban los hopli·
ferenciaba de la
tas significó el fin de
pygmé o boxeo en
la exclusiva de los
que éstos se recu- La polis nobles en los asun-
brían de tiras de
La etapa Arcaica va muy unida a la aparición de tos bélicos y la par·
cuero que podían
la polis, el pequeño estado que prevalecerá en la ticipación de todos
llevar trozos de plo-
los ciudadanos en
0 1 mo como refuerzo. historia griega hasta la época de Alejandro Mag- los mismos.

16
no. Polis suele traducirse como «ciudad-estado», ficado, como tampoco los etruscos y otros pueblos

E término que no es del todo exacto, ya que alguno


de estos estados, como Esparta, no tuvo nunca un
núcleo urbano de importancia. En líneas genera-
les, se trataba de una extensión de terreno no muy
j
¡
mediterráneos. La misma Roma nació como una
ciudad-estado, y los primeros estados de la histo-
ria de la humanidad surgieron en Mesopotamia co-
mo ciudades independientes.
8
amplia que comprendía la ciudad, aldeas y gran- La polis se fue gestando durante toda la Edad
jas, tierras de labor y zona de pastos y bosques; ten- Oscura, de suerte que ya aparece constituida al ini-
La acrópolis o ciu-
dad alta era un ele- día a la autosuficiencia y era totalmente indepen- cio de la Arcaica. ¿Cómo se produjo su culmina-
mento característi- diente respecto a las po/eis vecinas Este sistema ción? Los datos arqueológicos son escasos, pero Restos del templo
co de la mayoría de se mostró tan eficaz a pesar de sus inconvenien- es posible sospechar cómo debió ocurrir. Los grie- de Apolo en Corin-
las ciudades. Servía to. Construido en
en principio para
tes, tan a la medida de su mentalidad, que los grie- gos lo explicaban por el sinecismo o unión política
gos difícilmente podían concebir otro más apto. torno al 550 a. C.,
refugio de la pobla- de aldeas dispersas por la acción de un personaje es de orden dórico.
ción en caso de ata- Cuando el filósofo Aristóteles, en el siglo IV a. C., que se convertía en el .héroe nacional. En realidad, La situación junto
que, pero era tam- escribía que «el hombre es un animal político», só-
bién donde se situa-
la polis debió gestarse mediante un proceso largo al golfo de su nom-
lo se refería a que era miembro de la polis y que que no puede atribuirse a la actividad de un solo bre y el istmo que
ban los templos de
separa el Pelopone-
los dioses. La acró- como tal tenía que participar en su gestión. No ha- individuo. so del resto de la
polis por excelencia cerlo era insolidario La desaparición del mundo micénico hizo que Grecia continental
es la de Atenas, por
su armónico con-
Este sistema no era un caso insólito en la Anti- sólo se mantuvieran las aldeas y el poblamiento ru- favoreció la ascen-
güedad: sus contemporáneos, los fenicios, tenían ral como forma de vida en la geografía helena. Las sión de la polis co-
junto organizado en rintia durante la
la época Clásica. el mismo y no constituyeron nunca un estado uni- aldeas que ocupahan un mismo valle o una región etapa Arcaica, co-
geográfica definida es lógico que por razones de mo centro mercan-
vecindad tuvieran relación entre ellas (buscar es- til exportando sus
productos manu-
posa, intercambiar excedentes, litigios por terrenos facturados por todo
cercanos, etc.). Estos pueblos sin duda se dieron el Mediterráneo.

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cuenta de que había muchos factores que, por un Las colonizaciones

B lado, los unían y, por otro, los diferenciaban de


otros pueblos más lejanos: cultos religiosos comu-
nes con lugares donde realizarlos (donde luego se
alzarán los templos); emplazamientos ventajosos
Las colonizaciones griegas poco tienen que ver con
el colonialismo de las épocas Moderna y Contem-
poránea, pues no se trataba en un sentido estricto
de dominar territorios en beneficio de una me-
Expansión
marítima

donde reunirse para dirimir sus asuntos e instalar trópoli.


un mercado para realizar intercambios (lo que se- El aumento de población y, a veces, la mala dis-
rá el ágora o plaza pública); lugares de fácil defen- tribución de la propiedad produjeron lo que los grie-
sa donde resguardarse en caso de ataque (una co- gos llamaron stenochoria, cuya traducción es «fal-
lina generalmente, que será la acrópolis o «ciudad ta de tierras». La solución que buscaron a este pro-
alta»), etc. Con todos estos elementos, el germen blema fue realizar una apoikia o «abrir nueva ca-
ya estaba formado, y la plasmación de todas estas sa» en otro lugar. La ciudad afectada organizaba
realidades en organismos políticos fue la polis. una expedición al mando de un jefe (oikistés), que,
Hacia el 800 a. C. ya estaba constituida la polis. tras consultar al or~culo de Delfos sobre el lugar
Fue un proceso largo, y muchos de sus elementos idóneo donde instalarse, fundaba una nueva ciu-
característicos existían antes. Hubo a la vez un cre- dad, que constituirá desde el principio una nueva
cimiento espectacular de la población. Y aquí en- polis independiente de su ciudad madre, a la que
lazamos con el otro gran proceso de esta etapa: las sólo estará unida por lazos de tipo afectivo, pero
colonizaciones. no políticos. Además, salvo unos pocos casos, la

La colonización del
Mediterráneo cen-
tral y occidental fue
especialmente in-
tensa en Sicilia y en
Escena de figuras la costa meridional
atenienses donde de Italia, pero tam-
aparece el héroe bién alcanzó a Cór-
Teseo luchando con cega, sur de Fran-
el minotauro, ayu- 2)r cia y este de la pe-
dado por la diosa .~/ti:.:.;,;_ nínsula ibérica. La
Atenea. A T eseo se ausencia de colo-
le atribuye el haber nias en el sur de Es-
logrado el sinecís- J)aña y norte de
mo o unificación de África se debe a que
Atenas, tras con- estas zonas fueron
quistar gran parte colonizadas por los
ºe:,
del Ática, región de fenicios, expertos
Grecia que consti- navegantes y com-
tuyó el territorio petidores comercia-
ateniense. les de los griegos.

•-'~~· 18
instalación en el nuevo lugar era pacífica, de acuer- El mayor número de fundaciones se produjo en-
Las fundaciones do con los indígenas. tre los años 750 y 6 7 5 a. C.,. y afectaron sobre to- Las fundaciones
Todas ellas fueron marítimas. La navegación ex- do a Sicilia y el sur de Italia: esta última zona reci-
perimentó con ellas grandes avances y recibió un bió el nombre de Magna Grecia. Algunas de ellas
fuerte impulso. Sin duda, antes de la fundación de alcanzaron gran esplendor: Siracusa, Catana, Re-
estas nuevas ciudades se produjo una etapa más gion, Neapolis (Nápoles), Taras (Tarento) ... Des-
o menos larga de tanteo, que cristalizó en un buen tacaron como ciudades fundadoras Calcis y Ere-
... -~ conocimiento de todas las posibilidades de las cos- tria (ambas en la isla de Eubea), Mégara y Corin-
.!l':. tas mediterráneas . to. También se colonizó la zona de la Calcídica, al
~ Aunque la mayoría de las colonias fu e ron de ti- noroeste de la Grecia actual.
po agrario, pues se trataba de buscar solución al Un segundo período ocupa aproximadamente Vaso ateniense de
problema de la tierra, también las hubo de tipo co- desde el 675 hasta el 550 a. C. En él la coloniza- mediados del siglo
VI a. C. hallado en
mercial, ya que interesaba controlar las rutas y las ción fue más difusa: abarcó el Mar Negro (la ciu- Medellín (Badajoz}
fuentes de aprovisionamiento de los metales de los dad de Mileto fundó allí nuevas poleis), el norte de que representa a
que era deficitaria la zona oriental del Mediterrá- Africa (Naucratis, en la desembocadura del Nilo, Zeus, portador de
neo. Muchas colonias eran a la vez agrarias y co- Cirene, en la costa libia) y el Extremo Occidente, los rayos. La pre-
sencia de esta pieza
merciales. donde gentes procedentes de Focea, en la actual en un lugar tan al
Las fundaciones seguían unas normas que, con Turquía, fundaron Massalia (Marsella) y Emporion Interior es buena
pocas variantes, comprobamos en casi todas ellas. (Ampurias) en torno al 600 a. C. Quizá Rhode (Ro- muestra de la difu-
Para la primera instalación se elegía un pequeño sión comercial de
sas). cercana a esta última, fuera fundada antes por los productos hele-
islote cercano a la costa, en una bahía que sirviese gentes de la isla de Rodas. Las fuentes escritas ci- nos. En este caso,
Barco mercante
de puerto natural, con agua potable. Rodeados de tan otras en las costas de España (Hemeroscopion debió de llegar sir-
griego (600 a. C.). mar, los griegos se sentían más seguros. En su de- en la zona alicantina y Mainake en la malagueña), viendo los tartesios
Los progresos en la fecto, se buscaba una península. Será la palaiapo- del suroeste anda-
que no se han localizado y cuya existencia incluso 1u z de interme-
navegación en épo· lis o «ciudad vieja~. Si la colonia prosperaba con
ca Arcaica permi·
ha llegado a negarse. Como fuere, en cualquier ca- diarios.
tían alcanzar las los años, y la seguridad era aceptable, se creaba
cincuenta millas un segundo grupo residencial en tierra firme: la nea-
diarias, mientras la polis o «ciudad nueva». Es el caso de Ampurias o

~~:;·--z--·····~
capacidad de los de Siracusa. El mismo sistema lo usaron también
barcos llegaba in-
los fenicios. ~. . . ~
cluso a las cuatro-
/ . . ' ~¿:··
r·--·rú~~~--·
cientas toneladas. _:..~"" .'
A pesar de los
avances, los viajes
resultaban aún in-
seguros y se inte-
rrumpían en otoño
e invierno. Arriba,
piezas de origen co-
rintio (siglo VI a. C.
procedentes de Am-
\6 1 purias}.

19
so es seguro que no prosperaron. El que no se ins- El sistema de gobierno de los nobles o los oli-
Alfabeto talaran en el sur peninsular, tan apto desde un pun- garcas, que había sustituido a la antigua realeza,
y monedas
Los hoplitas
to de vista agrícola y tan tico en metales, se debe conservador e inmovilista, se mostró poco adecua-
a que se les adelantaron los fenicios, sus competi- do a la nueva situación e incapaz de resolver los
dores, que según la tradición habían fundado la ciu- nuevos problemas planteados. Muchos griegos ha-
dad de Gadir (Cádiz) hacia el 1100 a. C. y poste- bían navegado y comerciado, conocían otros pue-
riormente llenaron de nuevos asentamientos el li- blos; la población ya no era sólo de campesinos,
toral andaluz. como lo fue durante siglos; su forma de ver la vida
era muy diferente de la de los nobles terratemien-
Cambios políticos tes que formaban el gobierno. Por otro lado, la apa-
Las consecuencias del comercio y las colonizacio- rición de los hoplitas o infantería coordinada en el
Restos del llamado nes fueron muy grandes; repercutieron en los sis- ejército hizo que los nobles, que con su caballería
templo C de Seli· temas políticos vigentes hasta entonces y provoca- gozaban de la superioridad militar, ya no fuesen im-
nunte, en el sur de ron cambios sociales. Hubo otras dos importantes
Sicilia, siglo VI prescindibles para la defensa de la colectividad, que
a. C. Fundada ha·
novedades: la creación del alfabeto (quizá a fina- pasó a ser tarea de todos los ciudadanos, lo que
cia 650 a. C., fue les del siglo IX a. C.) a partir de los signos del fe- alentó el deseo de pa1ticipar en la gestión pública.
destruida en el si· nicio, y la aparición de la moneda acuñada, que Los conflictos sociales fueron continuos y algunos
glo 111 a. C. por los había surgido en el reino de Lidia (Asia Menor) en
cartagineses. Arri· de gran envergadura. Con el ánimo de poner fin
ba, moneda grie· torno al 680 a. C. y que poco más tarde se exten- a ellos surgieron las figuras del legislador y el tirano.
ga procedente de dió por las vecinas ciudades griegas. Las primeras
Abdera (Tracia). monedas griegas datan del 600 a. C.

Los hoplitas eran


excelentes guerre-
ros que combatían
formando una •ffiU·
ralla• con sus escu-
dos, dotados de un
sistema de sujeción
doble: un lazo para
el antebrazo y un
asa cerca del bor-
de. Para un hoplita,
perder el escudo
constituía un terri·
ble deshonor. Su
forma de combatir
hacía que cada
guerrero protegiese
al de al lado. Arri-
ba, escudo en for-
ma de ocho, ate·
:8 niense, del siglo
VIII a. C.

-· 20
El legislador era un personaje al que las partes agricultura, favorecían las obras públicas y promo-
Legislador enfrentadas en la ciudad otorgaban una mandato vían la cultura. El balance de .su actuación en la ma-
y tirano
La cultura
de cinco a diez años para que solucionase, median- yoría de los casos fue muy positivo.
te la promulgación de leyes, la tirantez social. Aun- Ahora bien, una vez solucionados los problemas
que los hubo en todo el mundo helénico (Dracón más acuciantes y puestas en marcha las reformas,
o Solón en Atenas, por ejemplo), la mayoría apa- el poder personal del tirano ya no tenía razón de
recieron en las colonias recién fundadas: Zaleuco ser y fue entonces cuando la palabra pasó a tener
de Locros o Carondas de Catania, en el sur de Ita- el sentido negativo que le damos en nuestros días,
lia y en Sicilia, respectivamente. máxime cuando sucumbían a la tentación de dejar
A diferencia del anterior, el tirano no era desig- el poder a sus descendientes. Los mismos grupos
nado por nadie: se imponía generalmente con el que habían favorecido la aparición de la tiranía fue-
apoyo de los más pobres, de los que en aquellos ron sus principales detractores y se convirtió en un
momentos corrían el riesgo de caer en la esclavi- gobierno impopular, a veces derrocado violenta-
tud si no podían pagar sus deudas, y también de mente. La tiranía se dio en todo el orbe griego. Son
los comerciantes y artesanos. En su origen la pala- especialmente conocidos Polícrates en la isla de Sa-
bra tirano tenía un significado muy distinto del que mos, Pisístrato en Atenas y Cípselo y Periandro en
actualmente le damos. Significaba tan sólo el ha- Corinto. Precisamente durante el gobierno de es-
ber accedido al poder por medios no constitucio- tos últimos, Corinto se convirtió en una de las prin-
nales, y ahí se acababa todo su sentido peyorati- cipales potencias económicas, como lo demuestra
vo. Es más, fueron los tiranos quienes con sus go- su fina cerámica, que aparece en grandes cantida-
bierno de por vida prepararon el camino hacia sis- des en todos los yacimientos del Mediterráneo hasta
:l
temas más democráticos. Aparte de legislar, pro- ser sustituida por la ateniense.
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tegían la industria y el comercio, modernizaban la
El arte, el pensamiento y la literatura
CONSTITUCIÓN DE SOLON
La participación de La gran eclosión que hemos descrito en los ámbi-
todos los ciudada-
nos atenienses en
'"""''"'
IConseio 11istocri1ico) tos social, político y económico se manifestó tam-
las tareas políticas bién en el mundo del arte, el pensamiento y la lite-
fue posible gracias ratura.
Are.-..
a la obra del legis- tm1gfstralfosl Por lo que se refiere al arte, se conoce esta eta- El tirano de Corin-
lador Solón (arri- to, Periandro, hijo
ba), al gobierno del pa como orientalizante, nombre que indica las cla-
de Cípselo, según
tirano Pisístrato, a Ecdesll ras influencias Orientales que penetraron a través una copla romana
las reformas de del Dutblo. con atrÍb11eiones tamtt.in ¡ud1c~IHI
IAumbfu
de las ciudades de Asia Menor. Precisamente es- del original griego
Clístenes y de Efial- tas ciudades conocieron en aquellos tiempos uno del siglo IV a. C.
tes, y, finalmente, Su gobierno llev6
al largo mandato Cl1d1ñncn divididos tn c1111ro cines 1oci1ln de sus momentos más brillantes, y no es casuali-
seg~n su riqeien a la ciudad a una
de Pericles. A la dad que en ellas surgieran los primeros literatos y magnífica situaci6n
derecha, esquema filósofos, entre los que destacó Tales de Milete. Era econ6mica, poten-
que resume los pun-
tos más importan- r ·~-~ ~~~ 1 una asimilación de influencias orientales, no una
imitación: las producciones artísticas tenían una gran
ciando su expan-
si6n comercial por
tes de la Constitu- todas las costas
lO l ción de Solón. personalidad. mediterráneas.

:¡:
... ,_; ¡~· ..: 21
Las cerámicas corintias sustituyeron a las geomé- licia divina y en el trabaio. Plasmó su gran religio-
Literatura tricas y se impusieron a otras contemporáneas, co- sidad en la Teogonía, donde intentó poner en or- Literatura
y filosofía mo las de Rodas, Mileto, Naucratis o Laconia. En den las genealogías de los dioses. La poesía, ya sea y filosofía
arquitectura hay que destacar sobre todo el tem- amorosa, satírica, elegiaca o patriótica, contó con
plo, que adquirió sus características definitorias que, algunos autores, como Tirteo, Solón o Teognis en
con muy pocas variantes, perduraron durante to- el siglo VII a. C., y sobre todo Alcedo, Safo y Pín-
da la historia helena. También la escritura, con es- daro en el siguiente siglo.
casos precedentes anteriores, tomó entonces ese Es el momento en que nació la filosofía, enton-
aire que la hace identificable incluso por el profa- ces unida a las matemáticas, la geometría, Ja as-
Templo de Afaia en no: junto a los animales fabulosos generalmente
la isla de Egina. De tronomía y la ciencia en general. De hecho, el pri-
inicios del siglo destinados a su aplicación arquitectónica, apare- mer filósofo conocido, Tales de Mileto, que vivió
V a. C., es una de cieron las representaciones de muchachas (korai) en el siglo VI, a_ C. lo es por su aportación a las
las últimas y más siempre vestidas, y muchachos ((kouroi) siempre matemáticas más que por otra cosa; y lo mismo
armoniosas obras desnudos en actitud de avanzar, ambos con su ca-
de la época Arcai- ocurre con Pitágoras·de Samos, que enseñó en el Koré (muchacha)
ca, y es digno expo- racterística «sonrisa arcaica». mismo siglo en Crotona (sur de Italia). arcaica. A diferen-
nente de la pujanza En literatura, Hesíodo de Ascra (siglo VIII a. C.), Aunque se produjeron hallazgos notables los grie- cia de los mucha-
y poderío de la isla en sus Trabajos y días, nos describió la ruda vida chos, el hecho de
en ese momento.
gos no concibieron nunca una aplicación práctica aparecer siempre
Cabe destacar las
de un campesino de la época como él mismo lo de sus especulaciones científicas. Llegaron a inven- vestidas y las posi-
esculturas de sus era, su decepción ante los jueces corrompidos, su tar una especie de «máquina de vapor», pero no bilidades del peina-
frontones. desconfianza hacia la navegación y su fe en la jus- do producen el efec-
se preocuparon por buscarle un uso práctico. to de una mayor va-
riedad dentro de los
prototipos estanda-
rizados. Ésta, como
la mayoría de las
conservadas, pro-
cede de las excava-
ciones de la Acró-
polis de Atenas. A
la derecha, kourns
(muchacho) de
época Arcaica. Mal
llamados en ocasio-
nes .. Apolos», la
gran cantidad de
estas estatuas que
se conservan res-
ponden a un proto-
tipo al que todas se
adaptan: •sonrisa
arcaica•, brazos pe-
gados al cuerpo y
un pie más adelen-
tado que el otro en
actitud de caminar.! 4:

. ; , ,J 22
La etapa Clásica: Esparta y Atenas Esparta

4
El nombre de esta etapa indica que fue considera-
da como el momento cumbre de la civilización grie-
ga. Hoy puede resultar discutible esta apreciación,
pero en cualquier caso lo seguimos utilizando por
Esparta (también llamada Lacedemonia o Laconia)
es un caso singular entre las poleis griegas a causa
de su militarismo, el cual constituye la base de su
organización social y política y la condiciona abso-
EJ
razones prácticas. Nos centraremos en las dos lutamente. Sus excavaciones arqueológicas contras-
ciudades-estado más significativas (y antagónicas) tan espectacularmente con las de Atenas: unas
de este momento: Esparta y Atenas. Aun a costa pocas y pobres paredes y un número reducido de
de salirnos de los dos siglos que ocupan esta etapa objetos es todo el patrimonio que nos han dejado.
(V y IV). haremos referencia a los tiempos anterio- A la vista de estas ruinas, nadie diría que fueron
res que explican su culminación como primeras po- dos ciudades que, durante mucho tiempo, lucha-
tencias en estos momentos. ron entre sí por obtener el predominio sobre la
Hélade. ·
Figurilla de bronce Situada al sureste del Peloponeso, en el valle del
de finales del siglo
VI a. C., en la que
Eu rotas (no de los menos ricos del país), nada ha-
se representa a una cía sospechar en sus comienzos los derroteros que
muchacha corrien- tornaría a partir del siglo VI a. C. y que la caracte-
do. Aunque hallada rizarían y diferenciarían de los otros estados. En
en Albania, se con-
sidera pieza espar- efecto, hasta ese momento estaba abierta al comer-
En el siglo VI a. C.,
tana. Es un ejemplo cio y a las influencias exteriores, e incluso partici- mientras Atenas te-
de cómo las artes paba con sus poetas Tirteo y Alemán en el gran mo- nía una democracia
plásticas se desa- limitada, Esparta
rrollaron en época
vimiento literario de la época Arcaica. Pero en la
estaba gobernada
Arcaica en Esparta fecha indicada se cerró sobre sí misma. por un sistema oli-
antes de desapare- Parece que las causas hay que buscarlas en su gárquico, basado
cer ante un fuerte peculiar manera de solucionar su stenochoria (su en la legislación del
militarismo y diri- Licurgo, personaje
gismo estatal que la tal vez inventado
apartó del desarro- ORGANIZACION SOCIOPOLITICA DE ESPARTA por la aristocracia
llo político, intelec-
tual y artístico de .-1 Do•Ae,..,,, 1~•l"'11'111i!I C"'coEloms
en el siglo VI a. C.
para justificar y
las otras poleis. A
l-.~:~l•K<><'-'·<'-""º•' ,:k'>
prestigiar las leyes
la derecha, tosca fi- por las que se re-
gurilla de bronce gían. No se le debe
con representación confundir con el po-
~•rt&not: Ciudadanos con dereer-.os pk!nos
femenina, de época FormAn la Ape-ln o A.5amb!P..11 Popular
lítico ateniense del
Geométrica. A pe- siglo rv a. C. (arri-
sar de su aparente Periec:o~: Sornct1do9 por E3pana, con der1;1ctio rt!filru"191do ba), que saneó el
rusticidad, los pro- gobierno y la admi-
ductos espartanos nistración de Ate-
de esta época di- [ llo,. E.cla•OS ~n nmqún º""""º 1 nas. A la izquierda,
fieren poco de los esquema de la or-
de otros lugares
griegos.
, :_. Olriqotn ~ Cootrnlao ---+ El;q8n Forma11
ganización sociopo-
lítica de Esparta. 4'

.. j ij \.; ') I
B
«falta de tierras» ante el aumento demográfico. tendría en activo hasta que él regresara de un via-
Mientras lo usual era fundar colonias, Esparta con- je. Acto seguido se internó en el templo de Arte-
quistó sus tierras vecinas, es decir, Mesenia, región Los espartiatas
mis Ortia y se dejó morir de hambre. Así su Cons-
agrícola y ganadera de cierta importancia). Dos lar- titución sería para siempre y permanecería inalte-
gas guerras contra los mesenios (de cronología in- rable. La realidad es que ésta se forjó en un proce-
cierta, pero que en todo caso había concluido an- so que debió de durar siglos.
tes del año 600), convirtieron a los espartanos en El grupo dominante era dorio, aunque quizá
una sociedad militarizada y en dueños de un am- mezclado con los descendientes de la aristocracia
plio territorio que dominaban por la fuerza y en el aquea: los espartiatas o ciudadanos de pleno de- Los hoplitas espar-
que eran minoría con respecto a los dominados. recho. Aparte de los derechos, tenían obligaciones tanos eran guerre-
Sólo una férrea disciplina y una fuerte organización muy duras. De entrada, si el niño nacía débil, era ros feroces y perfec-
estatal les permitieron seguir siendo los domina- tamente entrena-
«expuesto» en el vecino monte Taigeto, donde se
dores. dos, que aterroriza-
le dejaba morir. Los niños sanos permanecían en ban a sus enemi-
Según la tradición, un solo personaje fue el crea- su casa hasta los siete años. A partir de esa edad gos. La V invertida
dor de las instituciones y organización espartanas: el estado se hacía cargo de ellos para educarlos con de sus escudos es
el sabio legislador Licurgo, que vivió en el siglo la inicial de Lace-
una clara orientación guerrera. Aprendían a leer y demonia, nombre
IX a. C. Sabedor de las duras condiciones que im- escribir, algo de danza y música, y poco más. El usual de Esparta.
ponía a sus conciudadanos, pero convencido de
ellas, logró la promesa del pueblo de que las man-

Esta copa lacónica


nos indica la perfec-
ción a que habían
llegado los cera-
mistas antes del
:ierre al exterior del
~stado espartano.
!>or otro lado, no es
je menor interés la
!Scena que repre-
;enta: el rey Arcesi-
ao 11 de Cirene
norte de Africa)
tsiste al peso de
mas mercancías,
;eguramente silfio,
ilanta muy apre-
:iada de la región.
4

• _, :J J 2~
nmo formaba parte de un «rebaño» o compañía El siguiente grupo social lo constituían los perie-
donde imperaba una férrea disciplina. A los doce cos («los de alrededor»), que carecían de ciudada-
Los periecos 4 Los hilotas
años había de procurarse parte de su sustento ro- nía, pero gozaban de ciertos derechos, como te-
bando la comida, pero había de hacerlo sin que le ner una organización autónoma en sus aldeas, po-
sorprendieran so pena de castigo, y se sometía seer su propia tierra y formar parte del ejército en
anualmente a la prueba de azotes con látigo, en tiempos de guerra. Eran quienes se encargaban del
la que vencía quien más resistiese sin quejarse. A comercio (reducido a lo estrictamente necesario)
los veinte ingresaba oficialmente en el ejército y a y de las tareas artesanales. Su situación no debió
los treinta accedía a la ciudadanía. Seguía en ser- de ser desesperada, pues no hay constancia de re-
vicio hasta los sesenta. A partir de entonces se le beliones ni siquiera en los momentos más críticos
consideraba desligado de sus obligaciones milita- y propicios para ello.
res. Les estaban prohibidos el trabajo manual y el Finalmente, el grupo más desheredado eran Jos
comercio. hilotas. amplia capa d2 la población reducida a un
En los ejercicios gimnásticos participaban tam- estado de semi-esclavitud y a un trato brutal. La
bién las muchachas, cosa insólita en Grecia, don- mayoría eran mesenios y trabajaban los lotes de tie-
de la mujer permanecía recluida en casa. De he- rra de los espartiatas en muy duras condiciones,
cho, las mujeres se sentían también partícipes de recibiendo una pequeña parte del producto. Dado
ese estado militar: es conocida la frase «regresa con su número, para evitar sublevaciones y tenerlos su-
tu escudo o sobre él» que una madre dirigió a su jetos por el terror, anualmente se organizaban las
hijo que partía para la guerra, indicándole la obli-
Figurilla de bronce
gación de volver victorioso o muerto. del siglo V a. C. del
Museo de Esparta,
que representa a un
muchacho y que no
es sino el mango de
un espejo (que tam-

,-l'~r::, ''.~1Vli~ilfftfY•\:J~>J;t;1).·~
bién sería metálico
y que no se conser-
.·~ ·. ; . ', :·-=~z•.:·'·'=i·r;;-?·=-.~r.¡ ~\: '\?·' .;· . va). Aunque nos

',ffi;,-~2jj<f~- ~·.-:~~~ ';!lf ';_~:¡~~~


El rapto de la reina =:··;;::·:!\:• . han llegado algu-
Helena, esposa del nos griegos, estos
rey Menelao de Es- ··:··.(.~;.!.: "";..,_?-_.~.., ~~$! J··.cf'f~, ,;¡:. « ..~,&
....... .•:
:'~*~'.~·~:·;;,:--.·. . .~p¡~. /' ... ~,,-~á?.··; !;~;·j ~:.:·~;l(:~~~:)iifü~
: .. característicos es-
parta, provocó, se-
gún los relatos ho-
méricos, la guerra
de Troya. Aqui apa-
:·. :!·,: ... ~~ .. ; 'J,.~~! ~"···' . . ~.r,¡
... _l, f:•
• ·-0 --,--.·
" >~:- . .,,.~
. ., ·•' .,.'W" .•.. ' .¡; •':\',,,..,,
.. ·•.~ • ~'"'.,.., ·i;·-: "'·"· . . . . ,
..ti! .. ,..1: -:7}°::·.;,¿l::';)'·J>
=.,,:F,"t¡'v '·.'•.· ··-·~·"
-~
pejos son menores
en número a los
etruscos, pero de
gran belleza y cui-
rece Helena junto a dada manufactura.
Príamo, el rey de
A la izquierda, los
Troya y padre de
Dioscuros, en el mi-
Paris, su raptor. Es to hermanos de He-
muy posible que las lena. Fueron divini-
raíces del enfrenta- zados y simboliza-
miento tuvieran c<i- ·'•'t.'.•·.}•:..-;>;.- ..:~'<·:~~"""~ - ... ,~.,;i;. _,.,,,,.:~ ....
~~;t.))~~:;~.:,:;;;;,:;( ~ -~·:Y:{-~i;·;y;,::•.:,"i1tjli<O...\:j:JYl1!f»
.·.; - .. 'N" ban a los dos reyes
ríícter económico. .<
de Esparta. 49
... _,) ·J . . ; 25
criptías; consistían éstas en «la caza» por parte de deres muy limitados a pesar del prestigio de esta
Los hilotas los espartiatas de los hilotas que potencialmente pu- institución. Los cinco e/oros (uno por cada aldea)
dieran representar un peligro_ Se comprende que Los eforos
eran los verdaderos árbitros de·la constitución. Ele-
éstos aprovecharan cualquier situación favorable gidos anualmente, inspeccionaban el cumplimien-
para sublevarse. to de las leyes y de las costumbres, incluidas las de
Esparta no tuvo nunca «una ciudad», la compo- los reyes. La asamblea o Apella estaba constituida
nían cinco aldeas con santuarios y lugares de reu- por todos los espartiatas mayores de edad. No te-
nión comunes. Hasta la época Helenística careció nía carácter decisorio, pero sí consultivo, constitu-
de murallas: «nuestras murallas son nuestros pe- yendo un excelente barómetro para conocer el gra-
chos», decían orgullosos los espartanos a los vi- do de aceptación de determinadas propuestas. No
sitantes. El Estado era dueño de todo y tenía un se votaba, pero aquella propuesta que provocaba
carácter comunal del que se beneficiaban principal- una aclamación superior a las otras era la preferi-
mente los espartiatas; trataba de evitar las desigual- da. Finalmente, la gerusía o consejo (de ancianos)
dades en el reparto de la riqueza y era el dueño estaba formado por .los dos reyes y ventiocho es-
de la tierra, que repartía en kleroi o lotes trabaja- partiatas mayores de sesenta años. Se encargaba
dos por hílotas para el mantenimiento de los ciu- de preparar las propuestas que iban a ser someti-
dadanos. No tenían moneda de plata o bronce, co- das a la asamblea y de los asuntos judiciales.
mo las otras ciudades, sólo piezas de hierro que No está de más reflexionar sobre la admiración
hacían imposible !a acumulación de riqueza. ¿Có- que por Esparta sintieron determinados pensa-
mo disimular, dado el peso y volumen del metal, dores atenienses, como Jenofonte, Platón o Aris-
su almacenamiento en una casa particular?
Al frente del Estado encontramos, como rasgos
tóteles. Nos resulta difícil comprender cómo ciuda-
danos del Estado que alcanzó la cumbre de la
~/
de arcaísmo, dos reyes hereditarios, pero con po- /·,. .".~-.
democracia podían considerar como modelo a otro :/,.:
Estado que simbolizaba la negación de la libertad /'~
. j~~~ '•
individual y la sumisión de ésta al mismo. Precisa- . -,
··-.1-·~

..
r·_¿~
mente si hubieran nacido en Esparta no habrían po-

;~:\\\
_ ..
En este relieve del dido desarrollar su labor intelectual. Sólo nos lo
siglo VI a. C., un
dios o un héroe di- podemos explicar partiendo de la base de que vi-
vinizado sostiene vieron la crisis de la polis: eran enemigos del siste-
una vasija; a su la- ma democrático al que acusaban de demagógico, .f·, .··

do se encuentra su y veían en Esparta, con su disciplina, su moral sa- .-)-.:, ~:~:\


consorte y, más pe- _,~:.\ ..... ·.
queños, los porta- na y sus instituciones inamovibles, un ejemplo de -,
dores de ofrendas. cómo evitar la decadencia y la corrupción. Nada
Posiblemente tenga Busto de guerrero,
más lejos de la realidad: cuando, tras las guerras del siglo v a. C.,
carácter funerario.
Arriba, tosca figuri-
del Peloponeso, la victoria espartana hizo que mu- mal llamado de
lla de bronce espar- chos ciudadanos, como funcionarios o soldados, Leónidas, el rey que
tana del siglo IV se trasladaran a otros «estados corrompidos», pu- murió defendiendo
a. C., representa a el paso de las Ter -
do comprobarse cuán fácil resultó corromperlos, mópilas ante los
un guerrero.
deslumbrados por las novedades y las riquezas. persas. 5

• ,} \, J
:,, ., 2c·IJ
da de un gran momento económico y sobre todo

G G
Los primeros tiempos del estado ateniense
La península del Ática, que preside Atenas, no es literario y artístico como raras veces se ha produci-
ni era una de las zonas más favorecidas de la Gre- do en la historia. Nuestra cultura occidental no po-
cia continental. Su suelo rocoso sólo permitía una dría explicarse sin esta extraordinaria aportación ate-
agricultura difícil, salvo en unas llanuras no muy niense. Pero ha sido un mundo excesivamente mi-
extensas (la central, la de Eleusis y la de Maratón). tificado, sobre todo en el siglo XIX. y conviene verlo
En los primeros siglos de su historia no sobresalió con sus pros y sus contras.
entre las poleis contemporáneas, pues salvo una Las excavaciones que comenzaron a finales del
cierta actividad en la época Geométrica (cerámi- pasado siglo en la Acrópolis evidenciaron que en
cas de Dypilon), su papel parece haber sido de se- el lugar hubo un asentamiento micénico, del que
gunda fila. Sin embargo, en un momento dado se ignoramos casi todo. Para los siglos siguientes
convirtió en la primera de las poleis. Desempeñó las noticias son parcas. Aristóteles, que en el si-
un papel tan importante en los siglos V y IV a. C., glo IV a. C. escribió !_a Constitución de Atenas, re-
que incluso hoy confundimos la historia de Grecia cogió la leyenda de que se libraron de los dorios
con la historia de Atenas, y más concretamente «de- y de que Teseo, el héroe que dio muerte al Mino-
mocracia griega» con «democracia ateniense». Es- tauro en Creta, fue el autor del sinecismo de las
te fue el gran logro que no ha dejado de admirar diversas aldeas del Ática en una polis que se llamó
a los investigadores de todas las épocas y sigue sien- Atenas (nombre en plural de la patrona, Atena o
do hoy motivo de interés y discusión. Esta culmi- Atenea) en el siglo XIJI a. C. La realidad es que se
nación de su evolución política se vio acompaña- hizo más tarde, como en el resto del orbe griego.

La península del
Ática con sus prin-
cipales localidades.
El terreno en gene- •
MARATON
El llamado cvaso
ral es pobre, pero Fram;:ois• es sin du-
sus antiguos pobla- da la obra maestra
dores supieron sa- de la alfarería ate-
carle un gran parti- niense de figuras
do gracias a la es- negras (del siglo
pecialización agrí- VI a. C.). Aparece
cola del olivo. Se- firmado por sus
gún la tradición, autores, cosa rara
Teseo unificó todo en la cerámica grie-
el territorio en una ga. El alfarero fue
polis: Atenas. Des- Ergótimo, y el pin-
de el siglo VI a. C. tor, Clitias. En su

-~ ·~~."
poseyó también la superficie están re-
isla de Salamina. presentadas esce-
disputada durante e·~fJt~\~1N;_.;c,.A. . ·.~··.:,,::·· .: nas relacionadas
mucho tiempo por con la guerra de
la vecina Mégara. Troya .

.. _,,, ..... "-1


27
Podemos deducir que conoció un sistema de go- de su rigor, «draconiano» es hoy sinónimo de muy
Atenas: Dracón bierno monárquico sustituido, en la primera mitad duro, parece que se trataba sólo de una recopila- Atenas: Solón
del siglo VII, por un régimen de tipo aristocrático ción de las antiguas leyes y no de una obra perso-
hecho a la medida de los eupátridas o nobles te- nal. A pesar de ello, encontramos ciertos rasgos de
rratenientes que, a través del Areópago, organis- modernidad que pueden ser innovaciones, y que
mo superior al que pertenecían, elegían a los ar- nos muestran hasta qué punto la sociedad ateniense
contes o supremos magistrados. Los demiurgos (pe- de la época se caracterizaba aún por notables ras-
queños campesinos libres, artesanos y comercian- gos de primitivismo: por ejemplo, a partir de en-
tes), y los georgoi (trabajadores del campo), am- tonces se hizo responsable de un asesinato al que
bos ciudadanos, estaban supeditados a ellos. Por lo hubiere cometido y no a toda su familia, y se
supuesto, los esclavos no contaban y carecían de comenzó a distinguir entre homicidio fortuito e in-
derechos. tencionado.
Parece ser que los latifundios eran cada vez ma- Estas leyes mostraron pronto su insuficiencia,
yores, en perjuicio de los pequeños agricultores, pues en el 594 a. C. se encargó al arconte Salón

~
--= .. JI!~, que ante un año de malas cosechas se veían obli- de realizar un nuevo código, con medidas de ma-
~' -~ gados a pedir un préstamo, y, si la mala racha con- yor alcance: abolición de las deudas de los peque-
'
tinuaba y no lograban devolverlo, podían legalmen- ños agricultores y prohibición de que bajo cualquier
~J··.'.\02~·i·~
fJ:-.~"-... .'.. i'i.:
. ·1-)V·.

~~·~~~:;
te caer en la esclavitud, además de serles incauta- concepto un ciudadano pudiera caer en la esclavi-

\t
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•• -~"21 .~
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\,(.\\~1;:;·~·-~1#.V

-~\iliiííl
das sus tierras. La situación resultaba difícil, pero
no hemos de pensar que lo fuera más que en otras
poleis, como se deduce de que no participaran en
las colonizaciones (¿no sentían agudamente la fal-
tud. Tomó también medidas económicas de gran
importancia para el futuro (que coincidieron con
la aparición de la moneda acuñada), la más nota-
ble de las cuales fue la protección del cultivo del
--~,- ta de tierra?), y de que en el 640, al producirse un olivo y la vid (el primero fue en adelante la base
Anfora ateniense intento de tiranía por parte de Cilón, el pueblo no de la riqueza ateniense), así corno la prohibición
de figuras negras lo secundase. No olvidemos que antes que nada, de exportar trigo.
del pintor de Antí- el tirano era un defensor de los intereses popula-
menes (del siglo VI
Sin embargo, lo que dio más fama a Solón en-
a. C.). La escena res. ¿Sucedió que el pueblo no estaba aún concien- tre sus contemporáneos fue la división de los ciu-
Relieve de alrede-
representa la reco- ciado para reclamar sus derechos o bien su situa- dadanos en cuatro grupos según la riqueza de ca- dor del 450 a. C.,
lección de la aceitu- ción no era tan desesperada? Como fuere, tal si- da uno (expresada en medimnos o medidas de tri- llamado Atenea
na. El aceite, que se pensativa. La diosa
utilizaba no sólo co- tuación empeoró. Además comenzaban a tener im- go), en vez de por pertenecer o no a la nobleza.
portancia los comerciantes y los artesanos, que que- virgen, nacida de la
mo elemento culi- La pertenencia a uno u otro grupo servía también cabeza de Zeus, era
nario o de ilumina- rían también participar en el gobierno de la ciudad, para la organización militar (los del primero serían la patrona de lapo-
ción (lamparillas), aunque sólo fuera para defender sus intereses, tan
sino también como
los mandos, los del segundo la caballería, los del lis ateniense, y aun-
contrapuestos en tantos puntos a los de los terra- tercero la infantería pesada y los del cuarto, la in- que simbolizaba la
cosmético (en per- sabiduría, tenía
fumes y para evitar tenientes. fantería ligera y los remeros), pues no existía en- también un carác-
las quemaduras del En el año 621 a. C. se hizo preciso que el ar- tonces el ejército profesional y se componía de ciu- ter guerrero, como
sol) era un produc-
to muy apreciado y
conte Dracón redactara por primera vez un código dadanos que habían de costearse su equipo. No podemos ver en el
de leyes, hasta entonces no escritas y sujetas a la puede considerarse como un sistema democrático, hecho de que apa-
de fácil colocación rezca con casco y
en el mercado). interpretación exclusiva de los eupátridas. A pesar pues sólo podían ser arcontes los miembros de los lanza.

¡ 1
• J tJ J 28
dos primeros grupos, pero sí representó un avan- allanamiento en el camino hacia la democracia. En
Atenas: ce considerable en el camino hacia ésta. Según tex- efecto, no suprimió la obra soloniana (sólo se preo- Atenas:
Pisístrato tos antiguos creó un consejo de cuatrocientos cupó de que los principales cargos los ocuparan Pisístrato
miembros, aunque los historiadores modernos lo simpatizantes suyos), y por otra parte el dilatado
rechazan. Solón fue también poeta, y parte de su período de paz que representó su gobierno sirvió
Detalle de un ánfo-obra justifica su labor política. para asentar estas innovaciones. Asimismo, aumen-
ra de figuras negras Tras él se desarrolló una etapa de anarquía. Ha- tó la producción vinícola y sobre todo la oleícola,
con representación bía tres tendencias principales: la representada por y se incrementó el comercio, garantizándose el su-
de una carrera pe-
los para/íos o habitantes de la costa (básicamente ministro <le trigo de Ucrania y de los metales de la Fragmento del friso
destre. Estas ánfo-
ras eran exclusivascomerciantes y navieros), la de los pedieos o habi- Calcídica. Fue inusualmente benévolo con sus ene- del Partenón en el
tantes de la llanura (feudo de los nobles), y la de
de las fiestas Pana- migos y protegió a los rnás pobres, especialmente que se ven jinetes
teneas. Se daban dirigiéndose a la
los diacrios o habitantes de la montaña (la parte a los campesinos. Con él comenzó verdaderamente Acrópolis. Los ca-
llenas de aceite a
los vencedores de más pobre de Ática). Apoyándose en estos últimos, Atenas a ser una polis importante: su política de ballos, llevaban bri-
Pisístrato, tras dos fallidos intentos, instauró la ti-
las pruebas deporti- obras públicas, con ia que luchaba contra el paro, das de bronce. El
vas de las mismas. ranfo en el 547 a.
Las fiestas culmina-
e se concretó especialmente en la construcción de un
Partenón fue cons-
truido en época de
ban con una proce-
templo de Atenea (el p1imitivo Partenón), y su po- Pisístrato y destrui-
sión cívica inmorta- De la tiranía a la democracia lítica religiosa y cultural en la institución de las fies- do por los persas el
lizada en los relie- Paradójicamente, la tiranía de Pisístrato supuso la tas Panateneas y las grandes Dionisias. Según la 480 a. C. Pericles,
ves del Partenón. el año 447 a. C.,
consolidación de las instituciones existentes y un tradición, en estas últimas, en el 535, Tespis re- propició su recons-
presentó la primera tragedia teatral de la historia trucción.

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29
griega. También hizo Pisístrato realizar por escrito intentos de poder personal, instituyó el ostracismo:
Atenas: la forma definitiva de La Ilíada y La Odisea, poe- consistía en la posibilidad de enviar al exilio por diez Las Guerras
Clístenes mas transmitidos oralmente hasta entonces. años a cualquier sospechoso .de atentar contra el Médicas
A su muerte, en el 528 a. C., le sucedieron sus orden constituido, por medio de una votación anual
hijos Hipias e Hiparco. El asesinato de este último, en la asamblea en que cada ciudadano podía es-
Moneda ateniense aunque fue por un drama de celos, pronto adqui- cribir en un óstrakon (trozo de una pieza cerámica
con los elementos
característicos: la
rió valor de símbolo de liberación. Hipias, impo- rota) el nombre que deseara: quien obtenía más
lechuza (símbolo de pular por su radicalización tras la muerte de su her- votos sobre un quórum mínimo de seis mil votan-
Atenea), el ramo de mano, marchó al exilio en el 510, y la tiranía fue tes se veía obligado a abandonar el país.
olivo y la leyenda abolida.
con el nombre de la
La democracia quedaba, pues, asentada. Muy
ciudad. La dracma Dos años después Clístenes fue elegido arconte poco después, toda Grecia en general, y Atenas
ateniense, acuñada y realizó una serie de reformas que prácticamente en particular, habían de pasar una dura prueba en
en plata procedente significaron la instauración de la democracia. Es- las que se jugaba su propia superviviencia: las Gue-
de Laurion, se con-
virtió en la moneda
tas consistían básicamente en la creación de diez rras Médicas.
internacional de la nuevas tribus con carácter territorial frente a las cua-
época por su estabi- tro tradicionales que se basaban en lazos de san- Las Guerras Médicas
lidad y firmeza, re- gre y parentesco, y de una Boulé, el Consejo, de Las ciudades helenas de la costa de Asia Menor
flejo de la solidez
económica de la quinientos miembros, que se convirtió en el órga- vieron crecer a sus espaldas el naciente imperio per-
polis ática. A la de- no constitucional más importante al preparar las se- sa que, con cierta rapidez, se fue anexionando los
recha, ostraka ha- siones de la Ecclesia o asamblea (a ambas podían estados vecinos. Estas ciudades cayeron también
llados en Atenas, pertenecer todos los ciudadanos). Con ello quedó
con los nombres de en la órbita de los persas. Hacia el año 500 a. C.
los votados para el instaurada la isonomía, es decir, la igualdad de to- hubo sublevaciones contra los nuevos amos.
ostracismo en el dos los ciudadanos ante la ley. Para garantizar el
482 a. C. buen funcionamiento de la democracia y evitar los ,::

Guerreros persas
representados en
._~ .. .:~ un relieve del pala-
p.¡;,1HTE!/~r5 l· cio real de Persépo-
· ~ V S iM!.+ Ci
' . ~' lis, comenzado a
construir en el últi-
mo cuarto del siglo
VI a. C. por Darío 1
· ·~·s-·--~ =-1
·--11;
7·~¡;.-ó"" ,·i:: e;;·;:,. y engrandecido por
sus sucesores. Fue
lli. . . . . . ~ - •• )

incendiado por sol-


dados de Alejandro
Magno el 330 a. C. I E
' 30
Entre las ciudades sublevadas destacó Mileto, a soldado en la misma, prefirió hacer alusión a ello
Las Guerras cuya petición de ayuda respondió Atenas envian- Las Guerras
en su epitafio en vez de a sus· inmortales obras.
Médicas do veinte naves. Los persas arrasaron Mileto el Conjurado momentáneamente el peligro, Ate- Médicas
494 a. C. y prepararon una gran expedición con- nas envió a Milciades al exilio y triunfó la tenden-
tra Grecia continental y las islas. La primera fraca- cia que representaba Temístocles, consistente esen-
só al naufragar la escuadra, pero en el 490 a. C. cialmente en apostar por el mar: convertir a Ate-
otra expedición desembarcó en la isla de Eubea. En Salamina, la ar-
nas en la primera potencia marítima. Para ello lo- mada persa conta-
Las ciudades griegas, con pocas excepciones, de- gró que se invirtiera el grueso del presupuesto en ba con 850 buques,
cidieron formar un frente común contra el invasor, la construcción de naves y en la potenciación del mientras los grie-
el cual desembarcó en el norte del Ática, y allí se puerto de El Pireo. gos sólo disponían
enfrentó, en la llanura de Maratón, al reducido ejér- de 380 trirremes.
Esta política dio pronto sus frutos. Cuando en La estrategia de Te-
cito ateniense al mando de Milciades, que sorpren- el 483 a. C. los persas volvieron a organizar una místocles, haciendo
dentemente venció al persa. Las repercusiones de expedición que segúr.i el historiador Herodoto (con luchar a los persas
este éxito fueron enormes de cara a la moral hele- en la zona que le
evidente exageración) estaba compuesta por mi- era más favorable y
na. La tradición dice que Filípides, joven soldado llones de hombres, los griegos ya habían formado
La batalla de Sala- con el viento a su
mi na, en el año ateniense, no bien hubo acabado la batalla, corrió una alianza común contra ellos. Pero su avance fue favor hizo que la su-
480 a. C., proba- sin descansar los cuarenta kilómetros que separan imparable, a pesar de la heroica defensa del paso perioridad numéri-
blemente salvó a Maratón de Atenas, y al llegar a esta última sólo ca persa no tuviera
Grecia de la domi- de las T ermópilas por el espartano Leónidas y sus trascendencia. Un
tuvo tiempo de gritar «¡Hemos vencido!» y cayó hombres, que fueron aniquilados. Atenas tuvo que año después, los
nación persa. Los
persas cayeron en muerto por el esfuerzo; la actual carrera que lla- ser evacuada, y sus habitantes, trasladados a las restos de la flota
la trampa que les mamos maratón se inspira en este suceso. Por otra vecinas islas de Salamina y Egina. Los persas en- persa fueron derro-
tendió el general parte, el literato trágico Esquilo, que luchó como tados en Mícale, al
ateniense Temísto- traron en la ciudad y la destruyeron. sur de Jonia.
cles: entraron en el
estrecho convenci- •
dos de lograr una
,··,:~.
~Eleusis
\\
victoria fácil, pero
en él no pudieron / :,;.¡¡'· GALERA
maniobrar para ro- ~O DE ELEUSIS
., '/f/i),1A PERSA

dear a la flota ate-


niense, mucho me-
.k4rJfi
1KJµf,j
nos numerosa, y la /'.'U i·

lucha se desarrolló
en igualdad de con-
diciones. Los bu-
ques griegos, mejor
situados que los
persas, fueron hun-
diendo a estos últi-
mos uno tras otro.
El rey persa Jerjes
contempló la bata- TRIRREME
t:1 Armada griega GRIEGO
lla desde un trono ~ Armada persa
situado en la costa,
6
.l.J uJ 31
B
El rey Jerjes, al mando de 850 barcos (de ellos El «siglo de Oro» ateniense
sólo 300 trirremes), se aprestó a dar el golpe de
gracia a los griegos, que, en una situación deses-
perada, con Atenas en manos del enemigo, se le
enfrentaron en Salamina, bajo el mando de Temís-
tocles. que contaba con 380 trirremes. Temístocles
Coincidió este momento con la figura de Pericles,
que rigió como primer magistrado durante varios
años, a partir del 461 a. C., los destinos de lapo·
/is. A él se le considera el culminador de la demo·
cracia ateniense al eliminar las prerrogativas que aún
E
logró que los persas le presentasen batalla de ma- tenía el Areópago, principal reducto de los nobles, I
°"\
nera que a un barco griego sólo se le pudiera en- en beneficio de la Ecc/esía y la Boulé, al permitir _1 -:... ;)

El esplendor del si- frentar uno persa. Los persas sufrieron una g~an la posibilidad de que un mayor número de grupos ,/
¡¡,..___~ _,,}'
.·f
glo v ateniense no derrota, perdiendo más de 200 barcos. ~ -:/:;,,-
se relfejó sólo en la sociales pudieran acceder a las altas magistraturas, ?: - ':11.¡
capital, sino que
afectó a otras zonas
En el 480 a. C. se había reproducido sorpren-
dentemente en Salamina el éxito de Maratón de
y al instaurar el sistema de la mistoforía o pago de
dietas a los ciudadanos que ejercieran como jura-
e,;;~,;:/{
del estado, como en diez años antes. Al año siguiente la batalla terres-
el caso de Braurón, dos o fueran miembros del consejo: la paga era de .... _¡~

donde en la segun-
tre de Platea fue también ganada por los aliados dos óbolos diarios, suma modesta, pero que per-
da mitad del siglo griegos, y los persas abandonaron Grecia. Aunque mitía que todos, hasta los más humildes, pudieran .. ~:.:~~'i;
se construyó un la lucha continuó durante varios años, el peligro ejercer sus derechos políticos, aunque se queda- '.~'.[i[~\SI :iu:'.·~

l~qtñlf~}
nuevo conjunto en había pasado. Atenas era la gran vencedora moral
el santuario de Ar- ran sin el jornal diario de su trabajo.
temis que posible- de estas guerras: fue la más destacada en la oposi- El historiador Tucídides nos transmite un elo-
mente era el más ción al invasor y la que más sufrió las consecuen- cuente discurso de Pericles: «Nuestra constitución
"'· 8t.~IAH~A ·~',
antiguo del Ática. cias del enfrentamiento con el mismo. Busto de Pericles
política no sigue las leyes de las otras ciudades, si- (hacia el 495-429
no que da leyes y ejemplo a las demás. Nuestro a. C.). Político que
gobierno se llama democracia, porque la adminis- representa la época
tración sirve los intereses de la masa, y no de una más gloriosa de
Atenas. Pertene-
minoría. De acuerdo con nuestras leyes, todos ciente a la influyen-
somos iguales en lo que se refiere a nuestras di- te familia de los
ferencias particulares. Pero en lo relativo a la par- Alcmeónidas, en el
469 abrazó el parti-
ticipación en la vida pública, cada cual obtiene la do democrático.
consideración de acuerdo con sus méritos y es más Desde el 461 fue
importante el valor personal que la clase a que per- elegido estratego
tenece; es decir, nadie siente el obstáculo de supo- (primer magistra-
do) durante mu·
bre o inferior condición social, cuando su valía le chos años consecu-
capacita para prestar servicios a la ciudad». Cier- tivos, que coinciden
tamente, pocas veces en la historia de la humani- con el pleno desa·
rrollo de la demo-
dad podemos encontrar un grado similar de demo- cracia, del imperio
cracia. Pero esta democracia era restrictiva, ya que ateniense y de las
sólo afectaba a los ciudadanos, tanto ricos como artes y las letras.
pobres, pero los ciudadanos eran sólo una parte, Murió a los dos

.:·.
·~~'L: ~·. :~· y no la más numerosa, de la población. Si no se
era por nacimiento, era muy difícil acceder a la ciu·
años de iniciadas
las guerras del Pe-
loponeso. 6

32
dadanía. El mismo Pericles dispuso leyes limitati- número, con sus familiares, pasaba de los 70.000.
Ciudadanos vas impidiendo tenerla a quien no fuera hijo de pa- Eran ellos los grandes importadores y exportado-
y metecos Los esclavos
dre y madre atenienses, con lo que paradójicamen- res de alimentos y productos manufacturados y los
te su propio hijo, que tuvo con su compañera As- dueños de los principale.s talleres, aunque también
pasia, fue extranjero en su propia ciudad. los había de profesiones liberales o intelectuales (el
A pesar de la dificultad que representa hacer un filósofo Aristóteles lo era). No podían votar ni par-
estudio demográfico, algunos historiadores han cal- ticipar en las instituciones del estado.
culado en 40.000 el número de ciudadanos, inclui- El grupo más numeroso era el de los esclavos.
dos esposas e hijos, para la Atenas de esta época, Se supone su número en unos 115.000. Aunque
sobre una población algo mayor de 300.000 habi- protegidos, carecían de todos los derechos políti-
tantes. Aunque había ricos, la mayoría eran peque- cos. Su suerte era muy diversa y también su consi-
ños propietarios de tierras, jornaleros y artesanos. deración. Rara era la familia que no poseía al me-
,Junto a estos ciudadanos había un grupo muy nos un par; estos esclavos domésticos recibían un
activo con derechos limitados, los metecos o ex- trato más humano que en el mundo romano. Po-
tranjeros. Eran libres y generalmente griegos naci- dí!'Jn trabajar también en muy diversos oficios o for-
e:.~'( '.~r~~~~/:; dos en otras ciudades, que preferentemente se mar parte del ejército en convivencia con los libres,
r,.i,g'¡;\i'Ji.~· . ái
·"J:i-····
--~~~M.. ~~
'·'tf. .,. . dedicaban al comercio y a la industria (no podían y comprar su libertad con su trabajo y pasar a la
·_,:9·[.T.OLn. \O'(Tr poseer tierras) y vivían sobre todo en El Pireo. Su categoría de metecos, aunque ello no fuera aún ex-
-'hl.t\i-.111KAE
::¡.n,mt.i~r-:.;; cesivamente corriente en esta época. Otra suerte
; -ATJlJWttV _ . · diversa era la que corrían los cientos de esclavos
~Wo~~:_~ ,.•
que trabajaban en las minas, especialmente en las
~~r;.~1w_~
-~t1d!N~i:..,'.!"~'; - de plata del Laurión. en duras condiciones y con
Retrato de Sócra- una alimentación miserable. La mayoría de los es-
tes, probablemente clavos no eran griegos.
la figura más repre- Las mujeres, por muy hijas y esposas de ciuda-
sentativa del mun-
do del pensamiento danos que fueran, tampoco podían intervenir en Los esclavos eran la
los organismos públicos ni votar. Su consideración base económica de
ateniense del siglo
la sociedad griega,
V a. C. Aunque no queda bien patente en la obra del comediógrafo al igual que la de
escribió nada, dio Aristófanes La asamblea de las mujeres, en la que las restantes socie-
origen a muy diver-
critica con su fuerte conservadurismo a las institu- dades de la época,
sas escuelas filosó-
y parece ser que los
ficas surgidas de ciones democráticas, según él caídas en la dema- atenienses trataban
sus discípulos (Pla- gogia; cuando se propone un gobierno femenino, a sus esclavos me-
tón, Critias, Antís-
t en es, Aristipo, pone en boca de un personaje: «¡Que se haga! Des- jor que cualquier
pués de todo es la única novedad que no se ha en- otra sociedad de la
Euclides ... ). Acusa-
AntigOedad. Había
do de impiedad con sayado en Atenas», dando a entender como el col- muy pocos esclavos
los dioses y de co- mo de la degradación de las instituciones el que griegos, y para mu-
rruptor de la juven-
tud, fue obligado a la mujer pudiera participar en los asuntos públicos. chos resultaba in-
La mujer rica permanecía en casa recluida en el moral que un grie-
beber la cicuta en el
go pudiera ser es-
año 399 a. C. gineceo y no participaba en fiestas, banquetes o ac- clavo de otro. ó'
.J L J · 33
EJ
tos públicos. Pero la inmensa mayoría trabajaba,
dicionando el éxito de lo segundo. Para mejor
aunque pocos eran los trabajos, en comparación
defenderse del siempre potencial peligro persa, Ate- La Liga
con los hombres, a que podían dedicarse (vende-
doras, nodrizas, comadronas ... ). Un caso aparte
nas y otras ciudades e islas formaron una confede- de Delos
ración o liga, que tomó el nombre de Delos por ser
constituían las bailarinas, músicas y prostitutas, mal
en esta isla sagrada de Apolo donde se guardaba
consideradas, pero con un grado superior de liber-
el tesoro federal. En principio, todas las ciudades
tad al común de las mujeres, y las hetairas, gene-
estaban en pie de igualdad, y se suponía que si una
ralmente extranjeras, únicas mujeres cultas que
de ellas era atacada, formarían todas las otras frente
abrían sus salones a los intelectuales y artistas, dis-
común con ella. Cada una aportaba una asigna-
cutían con ellos, abrían academias para enseñar a
ción y Atenas ponía además sus barcos. Desde un
las jóvenes, asistían a fiestas y banquetes, etc. Mal Atenas, tras la de-
Escena de un ban- vistas en general por las «Virtuosas», muchas de ellas principio, pues, Atenas estaba en superioridad de
rrota de los persas,
quete del siglo condiciones. Cuando el peligro persa hubo pasa- se convirtió en la
v a. C. en una pin- llegaron a alcanzar merecida fama. La más cono- do, algunas ciudades intentaron separarse de la Liga ciudad más impor-
tura de una tumba cida de este momento fue Aspasia de Mileto, com- tante de la Hélade y
que ya les resultaba gravosa, pero Atenas no lo per-
de Posidonia (Paes- pañera de Pericles durante muchos anos, famosa fue reconocida co-
tum), ciudad griega por su inteligencia y belleza. mitió y procedió con una dura represión contra
mo capital de la Li-
al sur de Nápoles. ellas, instalando en las rebeldes las llamadas c/eru- ga Délica. Fue el
Es una de las esca- Atenas se había convertido en la primera poten-
quias o auténticas colonias militares de castigo. Estas •siglo de Oro• ate-
sas muestras de cia naval y aprovechó esta circunstancia para crear niense. En esta
pintura, aparte de un imperio marítimo. He aquí la gran contradicción colonias, como se ve, nada tenían que ver con las
imagen, recons-
la que decora la ce- de la época Arcaica, que estaban lejos del carácter trucción de la Acró-
rámica, que ha lle- de la política de Pericles: democracia en el interior imperialista ateniense. polis.
gado a nosotros, y e imperialismo en el exterior. Y lo más chocante
de ahí su interés. es que el buen desarrollo de lo primero iba con-
1 Partenci11
2: Erecteo
3 Atenea Prcimachos
4· Proprleos
5· Templo de la Víctofla
6: Teatro de
Herodes A1íco
?· Teatro
de Dioníso

• 1.
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El verdadero carácter de la Liga quedó al des- vían los filósofos Protágoras (el defensor de que el
La Liga cubierto cuando en el 454 a. C. el tesoro común hombre es la medida de todas las cosas), Zenón Arte y
de Delos fue trasladado a Atenas, que progresivamente fue y Sócrates, «el tábano de Atenas», de tanta tras- pensamiento
imponiendo a los aliados unas condiciones que cendencia a pesar de no haber dejado nada escri-
mostraban claramente quién era el dueño: los plei- to, maestro de Platón y Jenof ante, entre otros.
tos entre ellas sólo podían dirimirse ante los tri- También eran contemporáneos los trágicos Esqui-
Templo de Apolo de lo, Sófocles y, algo más tarde, Eurípides, con sus
finales del siglo V
bunales atenienses, debían adoptar constituciones
a. C. en Bassa (Ar- similares a la ateniense, no podían acuñar plata ... inmortales obras que meditan sobre el destino del
cadia), obra de lcti- Los políticos de la época, según los historiadores hombre; el comediógrafo Aristófanes; los esculto-
no, que también y pensadores contemporáneos, eran muy conscien- res Peonio, Agorácrito, Alcámenes y Fidias; el pin-
trabajó en la Acró- tor Polignoto y los arquitectos lctino, Calícrates y
polis de Atenas. Se tes de que el bienestar y la primacía de Atenas iban Relieve que decora-
encuentra aislado, unidos al mantenimiento de este opresivo imperio. Mnesicles. Muchos eran atenienses, pero otros pro- ba Ja parte oriental
en muy buen estado Ello supone un punto negativo que oscurece la cedían de distintos lugares de la Hélade, y es sin- del friso del Parte-
de conservación, en tomático que hubieran de trasladarse a la capital nón. De caracterís-
una zona montaño-
grandeza de su régimen democrático.
sa y presenta la El momento, decíamos, va unido a una extraor- del Ática para enco~trar el ambiente propicio don- tica ejecución de
época Clásica y
particularidad, dinaria floración del arte y el pensamiento. Quizá de desarrollar sus ideas. Ciertamente, Atenas era buen exponente de
siendo de orden dó- nunca en la historia se ha dado un caso similar de «la escuela de Grecia». la escuela de Fi-
rico, de tener en su Aunque la arquitectura de la época clásica cuenta dias, representa a
interior la más an- concentración de tantos intelectuales y artistas ilus- tres dioses olímpi-
tigua columna co- tres en tan reducido espacio, si no es en la Floren- con buenos ejemplos fuera de Atenas, como los cos: Artemis, Apo-
rintia conocida. cia de los Médicis, en el Renacimiento. Alll convi- templos de Bassa en la Arcadia y de Zeus en Olim- lo y Poseidón.

3 E
36
pia, tuvo su máximo exponente en el nuevo orde- tectónica lo llevaron lctino, Calícrates y Mnesicles,
Arte y namiento de la Acrópolis, destruida por los persas y el de la escultórica. Fidias. El edificio principal.
pensamiento y reconstruida a partir del 450 a. C. No hay duda El Partenón
iniciado en el 44 7 a. C., fue el templo de Atenea
de que se trata de un hito de la historia del arte, Parthenos (el comúnmente llamado Paternón), un
El Partenón o tem-
plo de Atenea Par- pero también hemos de referirnos a su aspecto ne- edificio mayor que los usuales de su género, todo Lado sur del Erec-
thenos, constituye gativo: la reconstrucción se hizo con el dinero de teo de la Acrópolis
él en mármol del Pentélico, con ocho columnas de
el edificio central de de Atenas con el
la Liga de Delos, es decir, a expensas de los alia- frente, proyectado con un cierto sentido esceno-
la Acrópolis ate- pórtico de las seis
niense y es sin duda dos a la fuerza de Atenas, que lo justificaba en tanto gráfico en función del ojo del espectador; así, por cariátides. Atribui-
el más famoso tem- que ella había sido destruida en la guerra. ejemplo, se ensanchan las columnas en el centro do a Mnesicles, es
plo del mundo grie- La reconstrucción constituía de entrada una po- muy original en
para que parezcan rectas desde la posición del que tanto que no se co-
go. Construido en sibilidad excepcional, pues permitía desarrollar en
mármol del Pentéli- las contempla, o se exageran los relieves de las fi- rresponde con los
co entre 447 y 432 el corazón de la ciudad (y visible desde toda ella), guras del frontón. En su interior se encontraba la característicos tem-
a_ e_ por Fidias, lc- sobre un amplio espacio libre, todas las ideas esté- gran estatua de Atenea, de oro y marfil, obra del plos de la época,
tino y Calícrates, ticas y artísticas del momento. De hecho, no pue- pues si bien consti-
sustituyó a otro an- escultor Fidias. Además, en un pequeño saliente tuye una unidad,
terior más reducido
de separarse de los nombres de los arquitectos y se construyó el pequeño templo de la Atenea Ni- estaba formado por
de época de Pisís- los escultores el de Pericles, principal impulsor y ké (la Victoria), obra de Calícrates, y el original tem- diversos espacios, a
trato. protector del proyecto. El peso de In parte arqui- pesar de sus reduci-
plo del Erecteo (popular por sus cariátides), así co- d as dimensiones
mo los Propíleos o pórticos de entrada al recinto, (30 metros en el la-
obra de Mnesicles. do más largo).

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37
En la escultura de la época dominaba el llama- La Guerra del Poloponeso
La escultura do canon, glosado en un textro atribuido al escul- La superioridad de Atenas no iba a ser aceptada La Guerra
tor Policleto (el autor del Doríforo y el Diadúme- por los otros estados griegos, especialmente por su del Peloponeso
no), donde se establecían las proporciones ideales tradicional enemiga y competidora en cuanto a pri-
del cuerpo humano. Destaca la búsqueda de la sen- macías, Esparta, máxime cuando los atenienses so-
sación de movimiento, del que es conocido expo- juzgaban por la fuerza a otras ciudades. El conflic-
nente el Discóbolo de Mirón. to que conocemos como Guerra del Peloponeso
En estos momentos ya se había urbanizado El (de la península del mismo nombre), bien docu-
Pireo (obra de Hipodamo de Mileto) y se habían mentado a través del historiador ateniense Tucídi-
construido los muros, de unos seis kilómetros de des, testigo presencial, tuvo como consecuencia el
largo, que unían el puerto con la ciudad, forman- declive de Atenas como potencia hegemónica, pero
do un todo defensivo, excepto la costa, donde los también el de Esparta y, en general, el de toda la
atenienses se sentían seguros por su superioridad Hélade: al final se hizo patente que la polis estaba
naval. Desde él se realizaba un activo comercio con en crisis.

~
......
·.,, todo el Mediterráneo, favorecido por el valor de
la dracma ateniense; se exportaban sus célebres
vasos de figuras negras primero, y de figuras ro-
Los espartanos estaban decididos a eliminar el
predominio de Atenas, que en cualquier momen-
Una Niké (Victoria) to podía pasar a controlar su economía y, por tan-
de época clásica. A jas después, que aparecen decorados con escenas to, todas sus decisiones políticas. Pero Esparta con-
la diosa Victoria se narrativas mitológicas, históricas o de la vida co-
la representaba co- taba con muy pocos guerreros (unos 4.000) frente
mo una mujer ala- tidiana. a los 40.000 o más de su contrincante). Por ello
da. En Atenas se la decidió no atacar hasta que se diese una situación
identificó con Ate-
nea y se construyó
propicia. La oportunidad llegó en el 431 a. C.,
un pequeño templo cuando la rebelión de algunas zonas alejadas del
a ella dedicado en imperio hizo que gran parte del ejército ateniense Muchos de los alia-
la Acrópolis. En hubiese de desplazarse lejos de Atenas. Esparta lan- dos de Atenas eran
época helenística, en realidad miem-
se generalizaron las zó entonces sobre Atenas a sus falanges de hopli-
bros a la fuerza de
representaciones de tas, magníficamente entrenados, contando además un imperio econó-
la diosa. A la dere- con la ayuda de otros aliados del Peloponeso dis- mico que no les sa-
cha, pequeño tem- conformes también con la hegemonía ateniense. tisfacía. Por ejem-
plo de Atenea Niké plo, el estado insu-
(Victoria) construi- Los aliados lograron rápidamente el control de la lar de Egina, cuyo
do en un saliente de mayor parte del centro y sur de Grecia. Sólo su in- símbolo era una
la Acrópolis ate- ferioridad naval les impidió alcanzar una victoria ab- tortuga (como pue-
niense junto a los de verse en sus mo-
Propíleos hacia el soluta. Los espartanos y sus aliados, la Liga del Pe-
nedas), tenía un co-
428 a. C. Obra de loponeso, sitiaron Atenas, pero sin poder cerrar- mercio muy bien
Calícrates, es de or- les su salida al mar. desarrollado y una
den jónico y, al Los atenienses, siguiendo la opinión de Pericles, economía florecien-
igual que el Parte- te. Atenas la con-
nón, está construi- optaron por el abandono del territorio y por el re-
quistó en el 450 y la
do con mármol del pliegue de la población tras los muros de la ciudad, incorporó a su im-
Pentélico. seguros como estaban de abastecerse gracias a su perio.

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superioridad marítima. Así, permitieron que durante derrocado, se llamó de nuevo a Alcibiades, que vol-
La Guerra dos años los espartanos saquearan campos, pero vió a huir después de un desastre naval. Persegui- La Guerra
del Peloponeso el segundo año el hacinamiento dentro de la ciu- do por los Tiranos, murió asesinado el 404 a. C. del Peloponeso
dad provocó una epidemia de peste, magistralmen- Los espartanos llegaron incluso a vencer en una
te descrita por Tucídides, de la que fue víctima el batalla marítima (Egospótamos), y ello significó el
propio Pericles. Poco después, en el 426 a. C., lle- fin de la guerra.
gó a la máxima magistratura Cleón, tachado de de- Atenas, como derrotada, hubo de pagar un pre-
magogo por parte de los escritores antidemócra- cio muy alto: pérdida de su imperio, agricultura
tas, y especialmente por Aristófanes, que lo paro- arruinada, desmantelamiento de sus murallas, ins-
dió en varias de sus divertidas comedias. Hay que talación de una guarnición espartana en su suelo
hacer constar que la mayoría de los escritores ate- y liquidación del régimen democrático. En sustitu-
nienses de la época culpaban a la «excesiva» de- ción de éste, los enemigos impusieron la llamada
mocracia en manos de un pueblo voluble y de unos «oligarquía de los Treinta», que instauró de nuevo
ambiciosos demagogos, según ellos, de los males el terror y asesinó a muchos demócratas.
de la polis, y más de uno se declaraba ferviente ad- Aunque luego fue restaurada la democracia e in-
lii
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mirador de Esparta.
Una serie de sucesos desgraciados para los ate-
cluso hubo momentos de cierta reactivación, Ate-
nas ya no volvió a ser lo que fue. Pero su prestigio
'"J~ nienses, como la defección de importantes ciudades
~
cultural se mantuvo incólumne durante siglos y nun-
de la Liga de Delos y una arriesgada expedición ca se perderá del todo. Así, durante el Imperio
a Sicilia hicieron que en el 421 a. C. se firmara la Romano las familias ricas enviaban a sus hijos a es-
paz {llamada de Nicias) en condiciones ventajosas tudiar allí, por el prestigio que ello otorgaba. Du-
tanto para atenienses como para espartanos, pero rante la Edad Media, como patria de las escuelas
no aceptada por los aliados. platónica y aristotélica que había sido, no dejó de
De nuevo se abrieron las hostilidades con Esparta Hetrato de Sófocles
ser admirada. El interés creció a partir del Renaci- (496-406 a. C.).
cuando, en el 416 a. C., se produjo una nueva ex- miento, y los neoclásicos y los románticos la mitifi- Autor de más de
pedición ateniense a Sicilia en ayuda de Siracusa, caron. No es de extrañar que, cuando en la pri- 120 dramas, de los
que constituyó un gran fracaso. La expedición ha- mera mitad del siglo XIX los griegos se sacuden que sólo se conser-
Uno de los dos van siete, es, con su
Guerreros de Ria- bía estado patrocinada por el joven Alcibiades, per- de la dominación turca y nace el moderno estado antecesor Esquilo y
ce, obra maestra de sonaje que reunía como ninguno los vicios y las vir- independiente, se elija a Atenas, entonces una pe- con Eurípides, uno
Ja escultura en tudes de los atenienses del momento. Discípulo de de los tres grandes
bronce de la época queña población, como capital. Hoy es la ciudad
Sócrates {cuyas enseñanzas no parece haber segui- más importante del país. trágicos griegos.
Clásica, de autor Sus obras, como
desconocido, pero do en exceso), realizó una brillante carrera políti- las de los anterio-
sin duda de primera ca, pero acusado de sacrilegio poco antes de la ex- res, se inspiran en
fila, descubiertos
hace pocos al'ios en
pedición, y tras el fracaso de ésta, traicionó a su leyendas y mitos y
patria, poniéndose al servicio de la enemiga Espar- le sirven para plan-
las costas del sur de tear temas univer-
Italia, donde debió ta; también huyó de allí tras haber tenido un hijo sales: el destino, la
naufragar el barco con la esposa de uno de los reyes. Mientras, en Ate- libertad, el amor y
que los transporta- los celos, el poder,
ba en la Anti- nas, los oligarcas se hicieron con el poder, ins-
la voluntad, la
güedad. taurando un régimen de terror. Cuando éste fue esperanza ...
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111
• ) ,) ..! 39
La etapa Helenística
La última gran etapa de la historia griega, que re-

5 cibe este nombre, presenta unas características pro-


pias innegables con respecto a la anterior, de la que
se diferencia claramente, pero de la que es here-
dera y a la que se mantiene ligada por el mismo
hilo conductor. Considerada por los críticos, que
tomaban como cumbre la época Clásica, como la
decadencia, hoy hay una reivindicación -más que
justificada- de esta fascinante etapa histórica en
todas sus facetas.
Lo más notable fue la crisis de la polis como sis-
tema estatal y la aparición de un imperialismo de
nuevo cuño, distinto del que pudiera haber repre-
sentado Atenas en el clasicismo, que tuvo como
consecuencia la extensión de la civilización heléni-
ca a amplias zonas que habían vivido al margen de
ella o que tenían una relación muy limitada con la
misma: Egipto, Persia, Asia Menor, Siria y Babilo-
nia; lugares de culturas milenarias, cunas de las más
antiguas civilizaciones y, por tanto, depositarias de
una vieja y prestigiosa sabiduría, van a incluirse en
ella como consecuencia de este imperialismo de cu-
ño militar.
Además, en la última etapa, la incorporación de
Petra, ciudad situa- todo este mundo a partir del siglo lI a. C. al Im-
da entre el Mar perio Romano significará una mayor penetración,
Muerto y el Mar a través de los nuevos amos, de buena parte de
Rojo, antigua capi- los componentes básicos de la civilización griega a
tal de Arabia, se en-
contraba en la ruta otros pueblos con un acervo cultural no tan desa-
caravanera que rrollado, como es el caso del Occidente europeo
unía Arabia con Pa- o norteafricano.
lestina, Fenicia y
Siria. Arquitectura
Si, desde el punto de vista político, la conquista
griega lejos de Gre- romana significó el fin de la etapa de predominio
cia, como muestra económico y militar de los griegos, no ocurrió lo
de la expansión cul- mismo, ni mucho menos, desde un punto de vista
tural de la Hélade.
Las columnas fue- cultUral y artístico: lo que conocemos como hele-
ron esculpidas en la nismo siguió desarrollándose a lo largo de muchos
roca viva. siglos.

:,: (8
en Esparta, donde con unas características espe-

EJ
Macedonia
Macedonia 11 Macedonia se hizo fuerte como consecuencia de la ciales se conservaban los dos reyes, había desapa-
aparición de un imperialismo de tipo militar, dirigi- recido, de hecho, a inicios de la época arcaica co-
do por la dinastía reinante en esta región, situada mo muy tarde. Además, la monarquía macedonia
en los confines del norte de la Grecia continental. tenía carácter feudal, con un papel predominante
Los macedonios eran considerados extranjeros (bár- de los nobles, que fue limándose a inicios de la épo-
baros) por los demás griegos. Y algo había de ello, ca que tratamos, hasta que se convirtió en corte-
no obstante la helenización patente sobre todo des- sana. En principio, el rey era sólo el noble más im-
de el siglo anterior. Hablaban una lengua similar portante. Su economía. también, era muy primitiva.
a la griega, pero había diferencias básicas que ex- La ascensión al trono de Filipo 11 cambió to-
plican que los del sur los consideraran extranjeros. talmente la situación. Conocía la cultura griega
En primer lugar, su sistema político no era lapo- porque de joven había sido rehén en Tebas. Con-
lis. Era un pueblo que vivía al margen de la vida quistó la rica zona tpinera de la Calcídica, donde
ciudadana, pues no tuvieron ciudades propiamente Atenas tenía intereses desde hacía tiempo, lo que
dichas hasta muy tarde (la capital, Pella, no comen- le supuso una importante fuente de financiación;
zó a adquirir este carácter hasta el 400 a. C., apro- hizo construir por primera vez una armada; in-
ximadamente). Por otro lado, su régimen político trodujo en el ejército una nueva disciplina y una
era la monarquía, lo que constituía otra diferencia nueva táctica de guerra (la falange); obligó a la for-
esencial con sus vecinos. No es que fuera un régi- mación de los jóvenes aristócratas en la capital, e
men desconocido en la historia griega, pero salvo impulsó la helenización de su reino. Es significati-
vo a este respecto que eligiera a Aristóteles como
educador de su hijo Alejandro.
El hecho más notable fue que, una vez puesto
su reino en orden, intervino en los asuntos de Gre-
Fllipo de Macedo-
cia. A los últimos defensores de la polis y de lo que nia poseía abun-
ella representaba no se les ocultaba lo que esta in- dantes riquezas, lo
En esta moneda. tervención significaba, el peligro que se cernía an- que le permitió con-
acuñada en Peonia, tratar mercenarios
región de la T rada te la aparentemente respetuosa intervención como y adiestrar a sus
meridional bajo do- mediador en los asuntos helenos del rey macedo- tropas mejor inclu-
minio macedonio, nio. El más significado fue el ateniense Demóste- so que los hoplitas
aparece un guerre- espartanos. Dirigía
ro a caballo en ple-
nes, prototipo de orador brillante, que en sus Filí-
a sus hombres con
na batalla. Peonia y picas traslucía la preocupación por el mantenimien- energía y valor.
otras regiones so- to de la ciudad-estado (Atenas en concreto) frente Perdió un ojo en el
metidas a Macedo- a las apetencias imperialistas de Filipo. sitio de una ciudad
nia facilitaron a és- griega. Hace poco
ta la caballería que Llama la atención que el macedonio quisiera apa-
se encontró en Ver-
hizo posible las recer como árbitro que garantizara la libertad y el gina, Macedonia,
conquistas de Ale- respeto a las tradiciones de los griegos, como un una cabeza esculpi-
jandro y el estable- da en marfil que se
cimiento del Hele-
protector. De hecho, intervino sólo para garanti-
supone representa
nismo. zm la independencia del oráculo de Delfos frente a Filipo. 7
~
a los focidios. La oposición de diversas ciudades Alejandro Magno

B (Atenas entre ellas), que no estuvo exenta de inte-


reses egoístas, acabó en la batalla de Queronea en
el 338 a. C., en la que los macedonios resultaron
vencedores.
l.
~'
No podemos dejar de preguntarnos cuáles hubie-
ran sido los derroteros de la ·historia griega si Filipo
de Macedonia, cuando fue asesinado, no hubiera
dejado un sucesor de la categoría de Alejandro
Alejandro
Magno

Aunque teóricamente la magnanimidad del mo- Magno.


narca del norte respetaba la independencia de las Nos encontramos aquí con un personaje cuyo
pofeis, lo cierto es que desde entonces fue el he- -: fulgurante y espectacular paso por el mundo ha
gemón de todas ellas. De ahí el sentido que se ha impedido que pueda juzgársele con objetividad.
dado a la citada batalla: los historiadores convie- Su vida fue tan breve y plena de éxitos militares
nen en que marca una frontera entre el mundo de que se nos escapan sus intenciones y su valía po-
la polis y una nueva situación. No es que la polis lítica. El hecho de que su figura fu era ya miti-
desapareciese (duró aún varios siglos), pero des- ficada por los antiguos (se le atribuyeron incluso
de entonces se fue vaciando de contenido; dejará características divíi:1as), contribuye a dificultar el pro-
de ser lo que había sido. El espíritu de participa- blema.
ción del demos en la gestión de los asuntos públi- Alejandro, educado en la cultura griega, subió
cos fue decayendo, y su total independencia de- al trono en el año 336 a. C., cuando contaba veinte
sapareció. Sería injusto, sin embargo, responsabi- años. Hubo de sofocar sublevaciones de las poco
lizar a Macedonia de la decadencia de este sistema agradecidas ciudades griegas, cuya autonomía, co-
político, que se había agotado, como si se hubiera mo hizo su padre, había respetado. Una vez resta-
cumplido su ciclo, los macedonios aceleraron una blecida su autoridad sobre ellas, preparó la gran em-
crisis que ya se había desencadenado. presa que le llevaría el resto de sus días y que abrió

El mundo Helenísti-
co. Los grecomace-
En esta moneda, donios se encontra-
acuñada especial- ron en su poder con
mente para cele- unas extensiones de ·
brar sus victorias, tierras insospecha-:
Alejandro persigue das. Los reinos·
a caballo a sus riva- MAR herederos de las '
1es, que huyen conquistas de Ale- '
montados en un jandro alcanzaron :
elefante. Conme- momentos de gran i
mora la victoria de notabilidad, espe-
los macl!donios so- cialmente el Egipto
D Imperio de Alejandro Magno·
bre los habitantes
de la región del
* Batallas más imponantes
- . Expedición de Alejandro
de los Lágidas y la
Siria de los Seléu-
Indo. cidas. 1

!.l. ....
'")
los grandes estados del otro lado del mar a la cul-
Alejandro Tras pacificar estos países, llegó hasta la India a
tura griega: la gran expedición a Oriente, en prin- Alejandro
Magno través de Afganistán, al tiempo que realizaba otra
cipio con el objeto de vengar (excelente detalle
expedición marítima simultánea. Enfrentado a múl- Magno
panhelénico) la memoria de la expedición persa a
tiples dificultades, hubo de abandonar la empresa
Grecia del siglo anterior, y de un modo más inme-
y volvió a Babilonia, donde murió en el 323 a. C.,
diato la ayuda que los persas habían otorgado a
poco antes de cumplir los treinta y tres años. Fue
las ciudades que habían manifestado su oposición
enterrado en Alejandría (Egipto), ciudad fundada
a Macedonia.
por él.
Fragmento de un Tras poner pie en Asia Menor, realizó en once
mosaico proceden- Como se ve, la amplia actividad desplegada
años, con su ejército, un recorrido superior a los
te de la Casa del impide ver cómo se desarrolló la asunción de la
Fauno (Italia), co- 25.000 kilómetros Venció en memorables bata-
conquista. Pero es evidente que algún fin político
pia de un original llas (Gránico, lso y Arbelas) y se convirtió en se-
helenístico. Repre- tenía, e incluso científico, dado que en su expe-
ñor de Persia, Siria, Egipto y Mesopotamia, don-
senta la batalla de dición participaron buen número de geógrafos,
lso, y se puede dis- de en todos los casos se comportó con un respeto
astrónomos y botánicos. El fin político viene ex-
tinguir en el centro sin precedentes a las tradiciones locales. Parece que
a Darío, rey de los presado por su toma de los títulos reales de los lu-
su intención era realizar una simbiosis cultural de
persas, acosado gares conquistados (rey de Persia tras la conquista
los países conquistados con el mundo griego, lo que
por los soldados de de Susa y Persépolis, faraón de Egipto ... ); en su
Alejandro. las vic- le proporcionó algunos contratiempos con sus ge-
interés por los matrimonios mixtos de sus genera-
toriosas batallas del nerales y soldados, cuya mentalidad difícilmen-
macedonio le con- les con las nobles locales (él mismo dio ejemplo ca-
te comprendía que, siguiendo la costumbre orien-
virtieron en duei'ío sándose con la princesa Roxana); y en la funda-
de un vasto imperio
tal, apareciera como un monarca divino (ya fuese
ción de numerosas ciudades, donde quedaba una
asiático y norteafri- como hijo del dios o como la propia divinidad vi-
cano. viente). guarnición greco-macedonia, que en buen núme-
ro adquirieron el nombre de Alejandría o Alejan-
drópolis. La más importante fue la fundada en el
Bajo Egipto, en la desembocadura del Nilo.
l "'O'.;;;:a:1

,! mismo mosaico
que se reproduce
parcialmente en la
página anterior
aparece el enérgico
rostro de Alejandro,
el guerrero mace-
donio que se pro- ·
clamó general de
los griegos y cuyas ;
conquistas abrieron 1
-1:0· el Próximo Oriente 1
.J
·.e;. a la cultura griega.
Arriba, moneda
~ con la efigie de Ale-
2
jandro.

1ü lL~ ~ :1
La cultura helenística La Alejandría de Egipto se fundó el 332 a. C.
Expansión Hasta ahora, las ciudades en el mundo griego, salvo y fue edificada según planos del arquitecto Dinó- Expansión
helenística raras excepciones, no pasaban de ser aglomeracio- crates, alcanzando un gran ·desarrollo: llegó a te- helénica
nes de casas que se habían ido construyendo con ner una extensión de 1.000 hectáreas, algo fabu-
más desorden que concierto conforme crecía lapo- loso para la época, si pensamos que en la etapa
El te<1tro de Epid<tu- blación, y podían pasar por cualquier cosa menos Clásica la que llegaba a las 100 ya era algo desme-
ro en la Argólide por un modelo urbanístico. Con el helenismo apa- surado. Fue famosa por su cosmopolitismo, por sus
(siglo IV a. C.), es reció la ciudad típica planificada en su conjunto por edificios (entre los que descollaba el famoso Faro,
el que ha lleg<1do en arquitectos, cuyo precedente sería la que Hipoda-
mejor estado de
en el islote de su nombre, considerado como una
conservación hasta mo de Mileto había realizado en El Pireo. Se trata de las maravillas del mundo antiguo) y por su acti-
nosotros. Tiene de un plano tipo que se modifica pertinentemente vidad cultural sin precedentes, con su biblioteca
más de cincuenta siempre que la topografía del terreno lo requiera, (destruida en el siglo l a. C. por un incendio), la
gr<tdas y es famosa
su magnífica acús- pero que consiste en calles rectas, paralelas de norte más completa de la Antigüedad, su museo (lugar
tica. Formaba par- a sur, cortadas por otras tantas de este a oeste, que- donde se daba culto a las musas, es decir, a la ac-
te de un complejo dando manzanas cuadradas o rectangulares, y ge- tividad científica y artística, y su escuela filosófica
de edificaciones que neralmente dejando en el centro o en otras zonas neoplatónica.
componían el san-
tuario de Ascleplo o de la misma algunas sin edificar, que formarían la La influencia del ateniense Platón (437-34 7
Esculapio, dios de plaza (ágora) o plazas donde se sitúan los edificios a. C.) fue muy grande en los siglos posteriores. Dis-
la medicina. El lu- públicos y oficiales. Esta planta fue la adoptada des- cípulo de Sócrates, había fundado en Atenas la
gar era visitado por
muchos enfermos
pués por los romanos en sus campamentos, y lue- Academia, y entre otras cosas fue el más destaca-
en busca de cu- go, en las colonias y municipios que fundaron por do cultivador de las utopías que preconizaban la
ración. todo el Imperio. república ideal ante la crisis de la polis.
Las ciudades griegas se poblaron de gimnasios,
palacios, stoas o galerías porticadas, parques, mo-
numentos y edificios religiosos, dotándose además
de depósitos de agua y cloacas. En ellas vivía una
sociedad cosmopolita, en la que aparecieron grupos
sociales de origen grecomacedonio que ejercían
como funcionarios y militares, pero que también El llamado «Filóso-
se dedicaban al comercio. Muchos se enriquecie- fo de Anticitera•,
ron ante la apertura de tan amplios y nuevos mer- escultura en bronce
del siglo 111 a. C.
cados, surgiendo en ellos una nueva mentalidad Una de las más
que se centraba en vivir lujosamente. Apareció en- destacables carac-
tonces la casa helenística para los ricos, desarrolla- terísticas del arte
helenístico es la
da en torno a un patio central o peristilo, con mu- aparición del retra-
chas estancias pavimentadas con mosaicos y de- to en el que no se
coradas con pinturas, esculturas y muebles de lu- eluden ni la fealdad
jo, frente a la simplicidad de las de la etapa ante- ni los defectos, fren-
te a la idealización
'.j. rior. Los romanos utilizaron este mismo modelo. de época Clásica.

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El desmembramiento del Imperio eran como islotes entre una mayoritaria población
Muerte A la muerte de Alejandro, el gran imperio que campesina indígena que seguía con su lengua y sus El fin
de Alejandro había conquistado fue repartido entre sus más costumbres. Entre las dos sociedades había un muro del imperio
significados generales. Entre ellos se produjeron en- infranqueable. Los esclavos no eran significativa-
frentamientos que hicieron fluctuar las fronteras pro- mente numerosos, al menos en lugares como Egip-
puestas en un principio, que no se concretaron cla- to: no resultaban necesarios, dada la existencia de
ramente hasta el siglo lil a. C., en el año 281, en mano de obra indígena supeditada a los conquis-
que nos encontramos con tres grandes reinos sóli- tadores y, más concretamente, al Estado o a pro-
damente constituidos que sobresalían sobre los otros pietarios ligados al aparato estatal.
pequeños: Macedonia (que incluía Grecia continen-
tal y las islas), donde reinaban los Antigónidas;
Egipto, bajo la dinastía de los Ptolomeos o Lági-
das, y Asia, con los Seléucidas.
Es preciso convenir que la simbiosis de culturas
a que nos hemos referido antes se produjo siem-
pre en beneficio de la griega; no fue un asunto de
igual a igual. El sentido de superioridad de los grie-
gos con respecto a los bárbaros era más que mani-
fiesto. De hecho, fueron griegos (o greco-mace-
donios) los que ocuparon los puestos de privilegio,
quedando los indígenas, salvo pocas excepciones,
como mano de obra con unos derechos muy res-
tringidos En realidad, las ciudades eran básicamen-
te griegas, se hablaba griego y pocos conocían las
lenguas de los países donde se habían asentado; Restos de una casa
helenística en De-
los, decorada con
Fragmento de un mosaicos y otros
mosaico de una ca- elementos de lujo.
sa de Delos que re- En Delos residían,
presenta a Oioniso, por sú carácter de
dios de la vegeta- puerto franco, ricos
ción y el vino, sobre mercaderes proce-
una pantera. Aun- dentes de todo el
que los mosaicos orbe griego e inclu-
más antiguos datan so del extranjero.
del siglo V a. C., es Sus ruinas figuran
en la época Hele- entre las mejor con-
nística cuando se servadas de Grecia.
generalizan y su Arriba, crátera he-
técnica se depura y cha en Apulia (sur
perfecciona. de Italia), hacia el
325 a. C.
. llj . I ..
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La sociedad de estas ciudades permitió, como tiempo en esta materia, y a Arquímedes de Sira-
La influencia gran novedad, la aparición de una ciencia de nue- cusa, que enunció el conocido «principio» que lle- Ciencia
helénica vo cuño. No es que antes no existiera, pero en ge- va su nombre y construyó numerosos aparatos me- y técnica
neral era puramente especulativa, sin apenas apli- cánicos, como el llamado «tornillo» que permitía
cación práctica. Algo cambió ahora, pero es preci- la extracción de agua de las profundidades. Arquí- Los antiguos grie-
so que insistamos en que no hay que exagerar el medes vivió del 277 al 212 a. C. Estudió ciencias gos empleaban la
papel práctico de la ciencia helenística como se ha en Alejandría, Egipto. Probablemente fue uno de polea (derecha) pa-
hecho en muchas ocasiones. ra levantar bloques
los primeros científicos modernos del mundo, ya de piedra. El torni-
En Mesopotamia se calculó la duración del año que no le bastaba inventar algo que funcionara, si- llo de Arquímedes
en 365 días, cinco horas y 41 minutos, mientras no que siempre buscaba por qué funcionaba. En se utilizaba para sa-
que Heraclides llegó a la conclusión de que la Tie- medicina, Herófilo de Calcedonia descubrió, de he- car agua: al girar Ja
manivela se intro-
rra giraba sobre su eje y Aristarco que giraba en tor- cho, antes que Miguel Servet, la circulación de la ducía agua por el
no al Sol, como los otros planetas, adelantándose sangre. tornillo helicoidal, y
en varios siglos a Copérnico; sin embargo, no tu- También cambi~ron las modas artísticas, pues luego se vertía en
vo continuidad y triunfó la teoría de Claudia Pto- aparte de la arquitectura y el urbanismo de los que un canal o en un
depósito.
lomeo de que la Tierra era el centro del Universo. hemos hablado, la escultura se desentendió de los
En geografía, Eratóstenes de Cirene expresó por cánones del clasicismo y denotó una tendencia al
primera vez que los diversos mares eran en reali- patetismo y a la teatralidad (Altar de Pérgamo o
dad uno solo y que las tierras que de él emergían Victoria de Samotracia). al tiempo que se genera-
eran una isla, lo que es acertado pensando que se lizó el retrato que representaba incluso la fealdad
desconocían entonces América y Oceanía. En ma- y las imperfecciones, y también la escultura colo-
temáticas y física hay que mencionar a Euclides, salista de la que fue prototipo el desaparecido Co-
cuya geometría ha sido la obra base hasta hace poco loso que presidía la entrada del puerto de Rodas,
obra de Caris de Lindo.

Esta puerta daba


acceso al ágora sur
de Mileto, ciudad
de Asia Menor, una
de las más antiguas
del mundo griego,
que tuvo un gran
auge en las épocas
Arcaica y Clásica,
sin decaer en la He-
lenística.
E

!6
....
Datos para una historia
1 Años 11 Política 1 1 Economfa y sociedad 1 1 Cultura .]
1 Aftos 11-- Potíli-;;;-=11 Economra y sociedad 11 Cultura ]

2000 aprox. Primeros griegos: minias Cer6mlca minia 499-475 Revuelta de las ciudades jonias Atenas se convierte en la S6fodes (nace en 497). Cons-
contra Persia (499). Destruc- primera potencia económica trucción de las murallas de
1600-1500 Auge del mundo micénico Monarquias mllitares Orculo de tumbas de fosa en
ción de Mileto (494). Arconta- de Grecia. Atenas (4 78). Auge de los
Destrucción de Tera Micenas
do de Temfstocles (493). Uga de Delos vasos de figuras rojl!S. Poligno-
1450 Probable conquista de Cnosos Navegaciones micénicas al sur Construcción del palacio de Gumas Médicas (500-479). to crea la gran pintura histórica
de Italia Mlcenl!S. Escritura lineal B Maratón (4901, T erm6pilas.
1350-1300 Guerra de Troya Reconstrucción del palacio de Sala mina (480). Platea, Mlcala
Micenas. Tholoi {479).

1200-1150 Destrucci6n de los palacios Desaparición de la cultura 474-450 Ostracismo de Tem!stocles El tesoro de la liga se traslada a Muere Esquilo (456), llamado
micénicos micénica (472). ldm. de Cimón (4611. Atenas (454). Sistema de .el padre de la tragedia•.
Llegada de los dorios Asesinato de Eflaltes; Pertcles, dietas (mlstoforta) en Atenas.
primer magistrado (461). la Destrucción de Esparta por un
1150-900 Subsistencia del oikos. Genera- Inicio de la cerámica geomé-
Isla de Egina cae en poder de terremoto (464)
lización del hierro trica Atenas (4571 •
900-825 Aparición ele la polis (Lefkandll EstatuiUas abstractas
449-425 Ostracismo de T uádicles (4431. Epidemia de peste en Atenas Sócrates. Eurípldes. El Parte-
800 Aristócratas y tiranos comien- Stenochoría o falta de llerras Fecha tradicional ele la compo- Guerra del Peloponeso (desde (429). Reorganlzaci6n de la nón (447-4381. Mnesicles:
z¡m a alentar las colonizaciones sicl6n de La looda y La Odisea. 431). MuertedePerldes(429) Uga délica (443-442) Propileos (438-432). Templo
Hesiodo de Ascra de Atenea Nik~ (427-424). El
776 Primera fundación helénica en Fecha tradicional de la celebra- escultor Mirón trabaja en
Campania ción de la 1 Olimpiada Atenas
750-725 1 Guerra Mesenia (736-720). Aparición de los hoplitas. Cerámica protocorintla (725). 424-400 Alclblades estratego (419). Fin Crisis de la polis Jenofonte: expedición de los
Los Baquíadas en Corinto Fundaciones de Cumas (750), Kouroi/Koral. Templos ar- de la Guerra del Pelopon.,,;o 10.000. Hip6crates escribe sus
(747-647) Siracusa (734) y Regio (730) calcos (4041. Tlran!a de los 30 en tratados de medicina
Atenas. Restablecimiento de la
724-700 Fundación de Tarento (7061. Hesiodo escribe sus obras
democracia (403). Dlonlslo el
Navegaciones en Mar Negro
Viejo de Siracusa (405-367)
699-675 El arcontado sustituye a la Primeras monedas lldlas
monarquia en Atenas (h. 680)
399375 Hegemonía de Esparta. Muerte de Sócrates (399).
Segunda Liga ateniense contra Academia de Platón (388).
674-650 legisladores 1/ tiranos. 11 Gue- Presión popular contra las Arquílogo de Paros: obras Jí. Esparta Templo de Atenea en Tegea
rra Mesania (650-620) deudas !I los nobles. Viaje de ricas
Colaios de Samos a Tartessos 374-350 Batalla de Clnoscéfalos; muer- Fundación de Megalópolls Teatro de Epldauro (358-330)
(h. 650) te de Pelópidas (364). Batalla (368) por los arcadios con la Scopas restaura el templo de
de Manllnea; muertE! de Epa- ayuda de Epamlnondas Tegea (h. 3651
649-625 Intentona de Cilón en Atenas Problema de los hectemoroi en CerSmica corintia mlnondas (362). Fillpo 11, rey
(632). Carondas de Catana Atenas Nacim. de Salo (625) de Macedonia (356)
(630)
349-325 Batalla de Queronea (338). Creación de la efebla (sistema Muerte de Platón (3471 , funda-
624-600 Legislación de Dracón (621). Fundaciones de Massalla y Nadm. de Tales de Milete
Flllpo es asesinado; Alejandro de formaci6n dvica y militar dor de la Academia ateniense.
Tiranía de Tras!bulo de Mileto Emporion (h. 600) (h. 624)
rey (336). Batallas de Gránico del soldado-dudadano) Fundación del Liceo por Aris-
(620) Alceo eséribe odas y cantos
(334). lso (333) y Arbelas tóteles. Apeles realiza retratos
amoT0505
(331). Fundación de Alejandña de Alejandro Magno. Lislpo.
599.575 Reformas de Sol6n (594) Especialización oleícola en PltAgoras funda la comunidad (331). Expedici6n a la India Creación de la Blbhoteca de
Atenas. Auge de Delfos. Fun- política Len Pltog6ricos (326-325) Alejandrla
dacl6n de Naucratls (h 575)
324-300 Muene de Alejandro (323). Delos, emporio comercial. Muere Aristáleles (322). Eudl·
574-550 Than!a de Plsfstrato en Atenas Difusión de la moneda y los Templo de Bassae (h. 550). Ptolomeo en Egipto (323). Fundación de AnUoqufa. Plan des ensena matemáticas en
(561-528) pesos y medidas Construcci6n del templo de Se!euco en Babilonia (313). de fusión entre macedonios y Alejandrla
Atenea en Atenas Agatocles. tirano de Siracu"" persas (324) Construcción del faro de Ale·
549-525 Destrucción de Focea (540). Tespls, primeras tragedias (318} jandría (300)
Batalla de Miria (535). Po~cra­ (534). Nace Esquilo (525). 299-146 Derrota de Esparta en Salasla
tes tirano de Sarnos Vasos de figuras negras en por tropas aqueas y mace-
Atenas donias (222). Saqueo de Co-
524-500 Asesinalo de Hiparco (514). Nadm. de Pfndaro (518) rinto (146). Fin de la Inde-
Fin !irania en Atenas (510). Primeras figuras rojas en pendencia griega. Siguen los
) Reformas de Clfslenes (508) Alenas reinos helenfstlcos

.t
:) !/- '--.;
(i
Indice alfabético
Abdera, 38 Clístenes. 58 Eurípides. 11. b9 korete, 20 óstrakon. 59 Rhode. 37
Acrópolis, 32. 43. 53. 67. 68. Cnosos. 13. 16. 17. Eurotas. valle del. 45 kouro1. 42 Rodas. 37. 42
70, 71, 72 18 Evans. Arthur. 9, 16 palaia·pofis. 36 Roxana. 83
Afganistán, 83 colonizaciones. 35 Lacedemonia, 45 Palaikastro. 16
Agamenón, 10, 11, 12 Copérnico. 88 fenicios. 32. 36. 38 Lágidas, 86 Paleolítico, 12 Salo, 43
Agorácrito, 69 Corinto, 29. 37. 41 Festas. 16 Lema, 12 Palestina, 26 Salamina, batalla. 60.
Akrotiri, 18 Creta, 9, 13. 17. 18 Fidias. 69, 71 Leones. Puerta de los, 12 Panateneas, fiestas, 5 7 62
Al~menes, 69 Crimea, 4 Filípicas, 79 13 pancracio. 28. 30 Salamina. isla, 61. 62
Alcibiades. 74 criptías. 50 Filípides, 60 Leónidas. 61 para/íos, 56 Schl!emann, Heinrich. 8.
Alemán, 45 Filipo JI, 79, 81 Licurgo, 46 Paris, 48 11. 13
Alejandría, 83, 85 Chadwick. 18 Lidia, 38 Partenón. 57. 70 Seléucidas. 8G
Alejandro Magno, 31. 79. 81. chaquete, 21 Gadir. 38 lineal B. 18 Pasífae, 16 Sicil1a, 37
82, 83, 86 georgoi. 54 Pausanias, 10 sinecismo. 33
Ampurias. 4. 37 damos, 20 gerusía. 20. 27. 51 Macedonia, 78, 80, 82, 86 pedieos, 56 Siracusa, 4, 37. 74
Antigónidas, 86 dánaos, 25 gineceo. 65 Mainake. 37 peleset, 25 Siria, 25, 76, 81
Apella, 51 Dario, 82 Gránico, batalla de. 62 Mallia, 16 Peloponeso. 13. 18. 45, 73 Sócrates, 64, 69, 85
Apolo, templo de. 29. 33 Delfos, 6, 8, 29 Gurniá, 16 Maratón, batalla de, 62 Pelopone5o, Guerras del, 7, S6focles, 11, 69, 75
Apulla, 87 Delos, 8, 67, 86, 87 Massalia, 37 51, 73 Salón, 40, 43, 55
aqueos, 10, 25 Delos, Confederación de. 67, Hélade, 4, 24, 28 Médicas. Guerras, 7 Pella. 78 constitución, 40
Aquiles, 21 70, 74 hefanodicas, 29 Mégara, 37 pentathlon, 30 stadion, 29
Arcaica, época, 7, 9, 21, 27. demiurgos, 54 Helena de Troya, 48 Menelao, 48 Peonia, 78 stenochoría. 45
31, 33. 44. 45, 67, 79, 83 demos, 20. 80 Hemeroscopion. 37 Mesenia, 46 Peonio, 69
arcontes, 54 Demóstenes, 79 Hera, 31 Mesopotamia, 11 Periandro, 41 Taras. 37
Areópago, 54, 63 diacrios, 56 Heracles, 8 metecos, 64, 65 Pericles, 63, 66, 70, 74 Tell el Amama, 18
Aristarco, 88 diau/os, 29 Heraclides, 88 Micena5, 8, 10, 13. 15, periecos, 49 Temístocles, 61
Aristófanes, 8, 65, 69, 74 Dinócrates, 85 Herodoto, 7 26 Persépolis, 83 Temístocles, 62
Aristóteles, 32, 51, 53. 65, 79 Dionisias, fiestas, 57 Herófilo de Calcedonia. 89 Milciades, 60. 61 Persia, 7, 76 Teognis, 43
Arquímedes, 89 Dioniso, 86 Hesíodo, 8, 42 Mileto, 37, 42, 60, 88 Petra, 76 Teogonfa. 43
Aspasia, 64, 66 do/ichos. 29 herairas, 66 Minias, 12 Pilos, 13, 18, 26 Tera, 17
Atenea Niké, templo de, 71 dorios, 24, 27, 53 hi/o!os, 49, 50 Minoica, civilización, 9 Píndaro, 31, 43 Terenice. 30
Ática, 52 Dracón, 40 Hiparco, 58 M!notauro. 16. 34, 53 Pisístrato, 41, 56. 58 Teseo, 16. 34. 53
Aireo, 11 Dypilón, 52 Hipias. 58 Minos, 16. 17 Pitágoras, 43 Tespis, 57
autarkeia, 4 Hipodamo de Mileto, 84 Mirón, 72 píticos, juegos. 29 tho/oi, 13
Ayax, 21 Ecclesia, 58, 63 hititas. 25, 27 Mnesicles. 69. 71 Platea, 62 Tirinto, 13, 19
é/oros, 51 Homero, 10, 11, 13. 21. monedas, 38 Platón, 51, 69, 85 Tirteo, 45
Babilonia, 76, 83 Egeo, Mar, 4 22, 23 Polibio, 7 Troya, 10, 22
barbaroi, 6 Egina, isla, 61. 73 hoplitas. 31, 39. 47 Naucratis, 4, 37, 42, Policleto, 72 Troya, guerra de, 8. 48
baslleus, 20 Egipto, 7, 25, 76, 86 Neápolis, 37 Polícrates, 41 Tucídides. 63, 73
Beocia, 13 Emporion, 37 lctino, 69, 70 Nemea, 29 Polignoto, 69 Turquía, 4. 10. 37
Boulé, 55. 58, 63 eolios, 27 Isa, batalla de, 82 nemeos, juegos, 29 polis, 4, 6, 24. 27, 28, 31-37.
Braurón, 62 Epidauro, 84 isonomia, 58 Neolítico, 12 51. 63, 85 Ucrania, 57
Bufeuterio, 31 epinicios, 31 lsopata, 13 Néstor, 13 Pompeya, mosaico de, 82. 83 Ugarit. 18
Eri:>tóstenes, 88 ístmicos. juegos. 29 Nilo, río, 4. 37 porokorete, 20 Ulises. 22, 23
Calcídica, 37. 57, 79 Erecteo, templo del, 71 Nubia, 11 Pritaneo, 31
Calcis, 37 Eretria, 37 Jenofonte, 7. 51, 69 Protágoras. 69 Ventris, Michael, 18
Callcrates, 70, 71 Esparta, 20, 31, 32. 44, 45, Jerjes, 62 Odisea, 22 Ptolomeo, Claudia 88
Catana, 37 46, 51, 78 Jónico, Mar, 4 oikos, 19 Ptolomeos, dinastía de los wanax. 20, 23
Cípselo, 41 espartiatas, 47, 50, 51 jonios, 27 Olimpta, 6, 8, 28, 29, 30, 86
Cirene, 37 Esquilo, 11, 60, 69 31 pygmé, 30 Zakro, 16
Cleón, 74 etruscos, 33, 49 kleroi, 50 Olimpo, 8 Zenón. 69
cferuquias, 6 7 Euclides. 88 korai, 42 ostracismo, 59 Queronea, batalla de. 80 Zeus. 16. 31

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BIBLIOTECA BÁSICA DE HISTORIA
Bibliografía Serie GENERAL

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La Peste Negra Los Parlamentos de España
El mundo de los viajeros medievales Imperialismo y colonialismo
Al-Ándalus: los Omevas La mujer en la Historia
Los judíos en España Libertarios y sindicalistas
La Inquisición El movimiento obrero
Colón y el Descubrimiento Las Grandes religiones 1
La Leyenda Negra Las Grandes religiones 11
La España Imperial La Primera Guerra Mundial
La Armada Invencible Las Constituciones españolas
La Guerra de Sucesión Historia de la Unidad Europea
La Revolución Francesa Las Autonomías: Historia
96 La Guerra de la Independencia de su configuración territor\al
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