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Presupuestos de la sucesión: Son condiciones necesarias que deben producirse para que
tenga lugar el fenómeno de la sucesión: 1° La muerte del causante o autor de la herencia
(artículo 918 del Código Civil); 2° La capacidad por parte del heredero (artículo 923 del
Código Civil); y, 3° Que el heredero no sea indigno (artículo 924 y 928 del Código Civil).
La primera es una condición o presupuesto necesarísimo y fundamental (condictio sinequa
non), en cuanto es lo que determina la apertura de la herencia y opera la transmisión de la
propiedad y posesión de los bienes a los herederos y legatarios.
Incapacidades para suceder por indignidad : La indignidad son acciones u omisiones por
parte del heredero en contra del causante que privan del derecho de suceder, y que
generalmente entrañan una conducta delictiva o inmoral del sucesor para con el causante.
Nuestro Código Civil señala nueve causas de incapacidad para suceder por indignidad; al
analizar las mismas nos damos cuenta que encuadran dentro de conductas típicas,
antijurídicas y culpables (delitos) sancionados en el Código Penal. De la lectura del artículo
924 del Código Civil nos damos cuenta que estas nueve causas rigen tanto para la sucesión
ab intestato(sin testamento) y testada, en virtud de que habla tanto de herederos como de
legatarios. El Código Civil regula las causas de indignidad para suceder como
incapacidades para suceder en forma testada e intestada, independientemente de las causas
de incapacidad para suceder por testamento, que son distintas (artículo 926), pues las
primeras tienen su origen en la actitud poco respetuosa, inmoral o conducta delictiva del
sucesor para el causante, en cambio las segundas tienen fundamento independiente de la
actitud o conducta del sucesor, que incluso podríamos calificar a algunas de esas causas
como circunstancias accidentales. En cuanto a las causas de incapacidad por indignidad,
existe la excepción en su aplicabilidad según lo establece el artículo 925 del Código Civil.
Clasificación: Doctrinariamente se hace la clasificación siguiente:
1. Por su forma:
a. título universal: se produce una transferencia en cascada o en bloque sobre la
persona del sucesor, de todos lo derechos, bienes y obligaciones de que era titular
el causante. En este caso el sucesor se denomina Heredero.
b. A título particular o singular: consiste en la transmisión de determinadas relaciones
jurídicas, es decir, que es llamado a bienes concretos y determinados, en este caso
el sujeto pasivo se denomina legatario
Conviene aclarar, que la diferencia entre ambas no es cuantitativa, sino que cualitativa; es
decir, que no depende de que en la sucesión a título universal se adquiera una pluralidad de
relaciones jurídicas, y a título particular adquiera una sola, porque el sucesor a título
universal adquiere un conjunto de relaciones jurídicas o una fracción aritmética de dicho
conjunto tanto activo como pasivo, pero sin determinación concreta de qué bienes o qué
derechos, sucede en derechos abstractos e indeterminados; y, al adquirir a título particular
se es llamado a bienes concretos, individualizados y determinados.
2. Por su origen y causa:
a. Voluntaria: está determinada por la voluntad del hombre, en este caso recibe el
nombre de testamentaria
b. Legal: está determinada por la ley, la ley estipula quién o quiénes son las
personas llamadas a suceder; ésta recibe el nombre de intestada, ab intestato (sin
testamento) o legítima.
En parte testada y en parte intestada: es una forma que puede producirse perfectamente en
la práctica, las dos clases de sucesión pueden concurrir respecto de un mismo patrimonio,
siendo ambas admisibles y compatibles. En este caso el causante dispone a través de
testamento de una parte de su patrimonio, pero por olvido u otra razón no dispone de la otra
parte, en consecuencia, respecto de esta otra parte del patrimonio, tendrá que abrirse la
sucesión intestada, legal o legítima. Nuestro Código Civil acepta esta forma de sucesión en
el artículo919, último parágrafo.
SUSTITUCIÓN HEREDITARIA.:
Es el llamamiento que hace el testador a favor de otra persona distinta del heredero, bien
por si éste no llega a serlo, bien para después que éste lo sea. Otra definición anunciada por
el maestro español Federico Puig Peña nos dice que: “
Es la disposición testamentaria en virtud de la cual el causante llama a la titularidad de la
herencia a un posterior heredero en defecto del primeramente nombrado o después de él”.
El origen etimológico de la palabra está en las voces latinas sub e institutio, que significa
una institución que está debajo o subordinada.
Naturaleza jurídica: Respecto de la naturaleza jurídica de esta institución no hay unidad de
criterio entre los tratadistas que la han estudiado, diciendo unos, que es una institución
condicional en que el evento puesto como condición consiste en que el primeramente
llamado a la herencia o legado no llegue a ser heredero o legatario, otros autores
manifiestan que en este caso de sustitución sólo hay una liberalidad, es una simple
previsión de que el primeramente instituido no llegue a heredar.
Clasificación:
1. Sustitución vulgar o directa: es la designación que el testador hace en su testamento
de segundos o ulteriores herederos para el caso que los primeramente llamados no
lleguen a serlo; es decir, que el testador además de instituir un heredero, nombre un
sustituto al mismo para el caso de que el heredero primeramente instituido no llegue
asir(aceptar) la herencia; cuando el primer heredero instituido sí acepta la herencia,
la persona que fue nombrada como sustituto pierde toda posibilidad de adquirir la
herencia.
2. Sustitución pupilar: es aquel nombramiento que hacen los padres y demás
ascendientes para sus descendientes menores de 14 años, previendo el caso de que
mueran antes de llegar a dicha edad.
3. Sustitución ejemplar: es una derivación de la anterior, se le conoce con el nombre
de sustitución cuasi pupilar, la cual puede definirse como el nombramiento de
heredero hecho por un ascendiente a su descendiente mayor de 14 años legalmente
incapacitado por causa mental para el caso de que muera sin recobrar la razón.
4. Sustitución fideicomisaria: esta sustitución es llamada también oblicua o indirecta, y
es aquella disposición por virtud de la cual el testador ordena una doble o múltiple
vocación o disposición sucesoria, estableciendo que el heredero primeramente
llamado conserve y transmita los bienes a un segundo o ulterior heredero, bien para
el caso de fallecimiento de aquél, cuando ocurra un suceso o llegue un día
determinado establecido en el testamento; en esta clase de sustitución hay varias
personas llamadas sucesivamente en el tiempo de modo efectivo al disfrute de la
herencia y la adquisición del primeramente instituido no es definitiva ni plena, sino
que dura mientras llega el momento en que la herencia pasa al siguiente favorecido,
tampoco el primeramente instituido como heredero puede disponer libremente de la
herencia, o sea, que no hay una libre circulación patrimonial.
ACEPTACIÓN DE LA HERENCIA.
Es aquella declaración unilateral de voluntad, de carácter irrevocable, por cuya virtud
el llamado a una herencia manifiesta su deseo de investirse de la cualidad de heredero,
asumiendo la posición jurídica que la misma presupone.
Formas de aceptación:
1) Por su forma:
a) Expresa: se produce cuando la aceptación se hace a través de un documento público
o privado; éste sería el caso de que una persona aceptara la herencia a través de su
representante legal, cuyo mandato y facultad para aceptar la herencia en nombre de
aquél estaría contenido en una escritura pública, faccionada por un notario (véase el
artículo 1027 del Código Civil)
b) Tácita: se produce cuando la persona llamada a adquirir la herencia realiza actos
que suponen necesariamente la voluntad de aceptar, o actos que no podrían
ejecutarse sin la cualidad de heredero; por ejemplo: vender, ceder o donar su
derecho a una tercera persona (véase el artículo 1028 del Código Civil).
2) Por sus efectos:
a) Simple y pura: en esta forma de aceptación se produce una ilimitada responsabilidad
del heredero, quedando obligado apagar las deudas y demás cargas de la herencia
con sus propios bienes; esta aceptación puede hacerse expresa o tácitamente
b) Bajo beneficio de inventario: en esta forma de aceptación se permite al heredero
aceptar la herencia, pero no responder de las cargas y deudas dela herencia, más que
hasta donde alcance el activo de la misma para cubrirlas; además desaparece por la
aceptación la situación de herencia yacente, y su diferencia fundamental respecto de
la aceptación simple y pura estriba en que la responsabilidad queda limitada
exclusivamente a lo que constituye el activo económico de la herencia, mientras que
en la aceptación simple y pura se responde en forma ilimitada.
Plazo de la aceptación: El plazo o término de la aceptación de la herencia está determinado
en la ley, que confiere al adquiriente un plazo para que realice su manifestación de voluntad
respecto de si acepta o renuncia la herencia. Nuestro Código Civil en su artículo 1031,
señala que: “El término para aceptar la herencia es de seis meses a contar de la muerte del
testador, si el heredero se encuentra en el territorio de la República y de un año si está en el
extranjero. Si pasa el término de la aceptación sin que nadie se presente a reclamar la
herencia, ni haya heredero a quien manifestamente pertenezca, o han renunciado los que
tenían derecho a ella, se declarará vacante, arreglándose a las prescripciones del Código
Procesal”. Sin embargo, existe un caso que podría decirse que es de carácter excepcional en
el cual el término antes indicado se abrevia y se da cuando alguno (podría ser un acreedor
el causante) tiene interés en que el heredero declare si acepta o renuncia a la herencia; en
este caso, el interesado puede pedir, pasados nueve días de la apertura de la herencia, que el
juez fije un plazo, que no debe exceder de treinta días, para que dentro de él haga su
declaración el heredero, bajo apercibimiento de que si no lo hace se tendrá la herencia por
aceptada. Consúltense los artículos 1026 al 1040 del Código Civil; 482 al 487 del Código
Procesal Civil y Mercantil; y, 36 de la Ley sobre el Impuesto de Herencias, Legados y
Donaciones (Decreto N° 431 del Congreso de la República)
RENUNCIA DE LA HERENCIA.
Sobre esta materia, dispone el Código Civil:
1) Pueden renunciar la herencia y legados los que tengan la libre disposición de sus
bienes (el término para renunciar la herencia es el mismo que el de la aceptación;
asimismo, la renuncia debe ser expresa y hacerse por escrito ante el juez o por
medio de escritura pública)
2) La renuncia de la herencia dejada a menores e incapacitados deberá hacerse con
aprobación judicial e intervención de la Procuraduría General de la Nación
3) La renuncia de la herencia solamente, no priva al que la hace de reclamar los
legados que se le hubieren dejado
4) El acreedor del heredero o legatario que renuncia a la herencia o al legado, puede
reclamar la parte que cubra su crédito
5) El que es llamado a una misma herencia por testamento o intestado, si renuncia la
una se entiende que renuncia las dos
6) Si el heredero renuncia la herencia en perjuicio de sus acreedores, pueden éstos,
siempre que sus créditos fueren anteriores a la renuncia, pedir al juez que los
autorice para aceptar en nombre de aquél (en este caso, la aceptación sólo
aprovechará a los acreedores hasta el monto de sus créditos, correspondiendo el
exceso, si lo hubiere, a los herederos quesean llamados por la ley).
Regulación legal: Todo lo relacionado con este punto se encuentra regulado en los artículos
1029 último párrafo, 1031, 1033, 1034, 1035,1036, 1037, 1038, 1039 y 1040 del Código
Civil.
LEGADOS.
Son los bienes, cosas o derechos que el testador otorga a título particular. El legado lo
constituyen siempre cosas concretas y determinadas, susceptibles de ser individualizadas.
Se distingue de la herencia en que ésta transmite un patrimonio o parte de él. El legado por
ser siempre de cosa concreta se sujeta a reglas que no rigen para el heredero; así el legado
puede ser a cargo de la masa hereditaria, a cargo
de alguno de los herederos e incluso a cargo de otro legatario. A este respecto, establece
nuestro Código Civil (artículos 919 parte conducente, y 1002) que: “
...la asignación a título particular se llama legado”, y que: “El testador puede disponer de
una cosa, o de una cantidad, o del todo o de una parte de sus bienes, a título de legado, a
favor de una o más personas individuales o jurídicas”.
Clasificación: Existe una prolija clasificación de los legados atendiendo a diversos factores
lo que da lugar a varias reglamentaciones.
1. Legado de cosa cierta: es el más frecuente, junto con el de dinero; se trata del que
individualiza perfectamente uno o más bienes muebles o inmuebles del testador
(véase el artículo 1002 del Código Civil).
2. Legado de cosa indeterminada: se refiere al caso de indicarse lo que se lega
únicamente por el género: un traje, un vehículo; no se considera indeterminado si
sólo existe algo de esa especie en la sucesión y resulta verosímil que el testador se
refiera a ello (véase el artículo 1006 del Código Civil).
3. Legado de crédito: cuando se deja mortis causa un crédito, se transmiten con ello
todas las acciones y garantías existentes; el crédito lleva, como accesorio, los
intereses desde la muerte del causante (véase el artículo1007 del Código Civil).
4. Legado de perdón de deuda: el que constituye una remisión de uno o más créditos
del testador a favor de su deudor; se limita a lo subsistente al morir el testador
(véase el artículo 1007 del Código Civil).
5. Legado remuneratorio: cuando lo establece el testador para compensar algún
servicio del legatario, se le da tratamiento preferencial en el pago y se observan las
reglas sobre donaciones de este género –artículos 1856 y 1872 del Código Civil–
(véase el artículo 1008 del Código Civil).
6. Legado de deuda: cuando el testador lega una deuda pendiente al verdadero
acreedor; con ello se comprometen expresamente los bienes hereditarios y se otorga
un título escrito, u otra más, al titular del crédito; conviene aclarar que según nuestra
legislación, el legado hecho a un acreedor tiene efecto sin perjuicio del pago de su
crédito (véase el artículo 1009 del Código Civil).
7. Legado de pensión (incluida aquí la de alimentos) y renta vitalicia: tienen en común
que deben ser cumplidos por pagos periódicos y se garantizan en los términos de las
obligaciones civiles análogas, pueden ser por plazo determinado o mientras subsista
la necesidad que los motivó (véase el artículo 1011 del Código Civil).
Aceptación, revocación y renuncia del legado:
1) Aceptación: el legado se acepta expresamente, cuando se pide; y, tácitamente,
cuando se recibe la cosa legada.
2) Revocación: según el artículo 1025 del Código Civil, la revocación para los legados
se regirá por lo dispuesto para la revocación de las disposiciones testamentarias.
3) Renuncia: la renuncia debe ser expresa y hacerse por escrito ante el juez o por
medio de escritura pública.
ALBACEAZGO.
Es una institución característica del Derecho sucesorio encargado de la administración y
liquidación del patrimonio del difunto según la voluntad del testador, los herederos o la ley.
A este respecto, expresa nuestro Código Civil (artículo 1041) que: “Albacea o
ejecutor testamentario, es la persona a quien el testador encarga el cumplimiento de su
voluntad. Los albaceas tendrán todas las facultades que expresamente les haya conferido el
testador, y no sean contrarias a las leyes”. Las funciones del albacea son complejas, pues
actúa como depositario, administrador, representante y auxiliar de la administración de
justicia.
Clasificación: Nuestra legislación sustantiva civil contempla las siguientes clases de
albacea:
1) Testamentario: es el nombrado en el testamento (véase el artículo 1041 del Código
Civil).
2) Legítimo: es cuando el cargo de albacea recae en los propios herederos, a falta de
albacea testamentario, o por falta de posibilidad o de voluntad del albacea
nombrado (véanse los artículos 1045 y 1046 del Código Civil; y, 509 último
párrafo, del Código Procesal Civil y Mercantil).
3) Dativo: es el nombrado por el juez a falta de los anteriores (véanse los artículos
1042 al 1044 del Código Civil). 4) Mancomunados: cuando deben actuar
conjuntamente (véase el artículo 1047 del Código Civil).
4) Provisional: es el nombrado por el juez mientras se presenta el testamentario o se
elige el legítimo; en nuestro medio se le conoce como administrador provisional,
administrador de la herencia yacente o, simplemente, administrador (véanse los
artículos 503, 505, 506, 508 y 509 del Código Procesal Civil y Mercantil).
Requisitos para ser albacea: Para ser albacea se necesita haber cumplido dieciocho años de
edad, poder legalmente administrar bienes, no ser incapaz de adquirirlos a título de
herencia, y no estar en actual servicio defunciones judiciales o de la Procuraduría General
de la Nación, aunque se halle con licencia temporal, salvo en los casos de que se trate de las
sucesiones de sus parientes (véanse los artículos 1048 del Código Civil; y, 1del Decreto N°
25-97 del Congreso de la República).
Facultades y atribuciones: Las facultades y atribuciones de los albaceas, además de las que
designe el testador, serán las siguientes:
1) Disponer y pagar los funerales del testador, con arreglo a lo ordenado por éste, y en
defecto de tal disposición, según las costumbres del lugar y las posibilidades de la
herencia
2) Hacer las gestiones necesarias para la inmediata seguridad de los bienes
3) Hacer el inventario, con intervención de los herederos, y cuando no los haya, con la
de los interesados en los bienes
4) Pagar las deudas y legados
5) Administra los bienes, hasta que los herederos tomen posesión de ellos
(véase el artículo 1050 del Código Civil). Asimismo, los albaceas podrán dar poderes
especiales con relación a los actos que a ellos les competen, siendo personalmente
responsables por los actos del mandatario; y, una vez aprobados el inventario y la
cuenta de administración, el albacea debe hacer inmediatamente la partición de la
herencia (véanse los artículos1056 y 1085 del Código Civil).
Plazo
El cargo de albacea debe ejecutarse dentro del plazo que fija el testador. Sin embargo, el
albacea, a quien el testador no haya fijado plazo, deberá cumplir su encargo dentro de un
año contado desde su aceptación, o desde que terminen los litigios que se promovieren
sobre la validez o nulidad del testamento o de alguna de sus disposiciones. Si el testador
quisiere ampliar el plazo legal, deberá señalar expresamente el de la prórroga. Si no lo
hubiese señalado, se entenderá prorrogado el plazo por un año. Si transcurrida esta
prórroga, no se hubiese todavía cumplido la voluntad del testador, podrá el juez conceder
otra por el tiempo que fuere necesario, atendidas las circunstancias del caso. Los herederos
y legatarios podrán, de común acuerdo, prorrogar el plazo del albaceazgo por el tiempo que
crean necesario, pero si el acuerdo fuese sólo por mayoría, la prórroga no podrá exceder de
un año (véanse los artículos 1058 al 1060 del Código Civil).