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TEORIA DEL SONIDO

1. OÍDO HUMANO COMO ÓRGANO PRINCIPAL DE LA RECEPCIÓN DE SEÑAL.

El oído, el órgano de la audición, es una estructura compleja que se divide en oído externo,
medio e interno. El oído externo tiene tres partes, el pabellón auricular (la oreja), el conducto
auditivo externo y las capas externas de la membrana timpánica (el tímpano), y su función
principal es la captación del sonido. El oído medio, formado por el martillo, yunque y estribo,
actúa como transmisor de las ondas sonoras. Mientras que el oído interno es el que tiene la
función auditiva y de equilibrio, que dependen de la cóclea y el aparato vestibular.

a. Función auditiva

 El oído realiza su función auditiva al hacer perceptible el estímulo sonoro físico en


tres etapas:
 Transmisión o conducción de la energía física del estímulo sonoro captada en el
pabellón auditivo hasta el órgano de Corti, situado en la parte media del oído interno
y compuesto por las células ciliadas.
 Transformación de la energía mecánica en energía eléctrica, que después se
transfiere al nervio auditivo.
 Transmisión de la energía eléctrica hasta la corteza cerebral. La apreciación de los
sonidos es función de las áreas auditivas de la corteza

Función auditiva en el oído externo: El pabellón auricular capta las ondas sonoras y las
envía hacia la membrana timpánica. La oreja del humano es prácticamente inmóvil y se
orienta hacia el sonido mediante movimientos de la cabeza. Además, contribuye a la
localización de la procedencia del sonido: el hecho de poseer dos orejas separadas por la
cabeza hace que el sonido llegue a ambos oídos con una diferencia temporal y de fase, lo
que sirve para localizar el sonido en el plano horizontal. Mientras que los responsables de
localizar el sonido en el plano vertical son los repliegues del pabellón.

Función auditiva en el oído medio: Es el encargado de transmitir la energía sonora desde


la membrana timpánica al oído interno. Al entrar en el oído medio, la membrana timpánica
vibra y ese movimiento se traspasa al martillo, el martillo al yunque y éste al estribo. Éste
último transmitirá la vibración al oído interno.

Función auditiva del oído interno: El órgano con el que se oye es el cerebro. Para ello,
previamente la cóclea se ocupa de convertir las señales acústicas en impulsos eléctricos
para que sean interpretados como sonidos en el cerebro. Además se encargará de
discriminar los distintos sonidos según su frecuencia, codifica los estímulos en el tiempo
según su cadencia y se filtran para facilitar la comprensión.

La dirección por la que llega un sonido se reconoce por dos hechos. Por un lado, porque el
sonido llega antes al oído más próximo a la fuente sonora. Por ejemplo, si se percibe un
ruido detrás y a la izquierda, el oído izquierdo captará la señal sonora unos milisegundos
antes que el derecho. Y por otro, porque el sonido llega con más intensidad al oído más
próximo a la fuente emisora.

El campo auditivo humano corresponde a una banda específica de frecuencias y un rango


específico de intensidades, percibidas por nuestro oído. Las vibraciones acústicas fuera de
este campo no se consideran "sonidos", incluso si pueden ser percibidos por otros animales.

b. Frecuencias percibidas por el hombre y otros mamíferos

El oído humano percibe frecuencias entre 20 Hz (tono más bajo) a 20 kHz (tono más alto).
Todos los sonidos por debajo de 20 Hz se califican como infrasonidos, aunque algunos
animales los escuchan (como por ejemplo la rata topo o el elefante). Del mismo modo, todos
los sonidos por encima de 20 kHz se califican como ultrasonidos, pero son sonidos para un
gato o un perro (hasta 40 kHz) o para un delfín o un murciélago (hasta 160 kHz).

C. Intensidad del sonido percibida por el oído humano

El oído humano capta los niveles de intensidad acústica comprendidos entre 0dB (umbral) a
120-130 dB.

Esto es cierto para el rango de frecuencia media (1-2 kHz). Para frecuencias más bajas o
más altas, la dinámica se reduce.

Sin embargo, como se muestra en este gráfico, todos los sonidos superiores a 90 dB dañan
el oído interno e incluso pueden causar daños irreversibles por encima de 120 dB
d. Curvas de audición humanas

El campo auditivo humano (verde) está limitado por la curva del umbral de percepción sonora
(abajo) y una curva que da el límite superior de la percepción del sonido (arriba). Tenga en
cuenta que más allá de esta curva * existe peligro para el oído interno (cóclea). En cada
frecuencia, entre 20 Hz y 20 kHz, el umbral de nuestra sensibilidad es diferente. El mejor
umbral (alrededor de 2 kHz) es cercano a 0 dB. También es en este rango medio de
frecuencias donde la dinámica de la sensación es la mejor (120 dB). El área de conversación
(verde oscuro) muestra el rango de sonidos más comúnmente utilizado en la percepción de
la voz humana; cuando la pérdida de audición afecta esta área, la comunicación se altera.

* Nota: Se habla a menudo, erróneamente, del "umbral del dolor" (> 120 dB), pero solo hay
dolor si hay ruptura del tímpano, que en sí mismo no es muy grave. Por contra, ¡no esperes
a herir para proteger nuestro oído interno de sonidos dañinos!
2. ONDAS

a. Definición: En física, se conoce como onda a la propagación de la energía (y no de la


masa) a través del espacio, mediante la perturbación de alguna de sus propiedades físicas,
como son la densidad, presión, campo eléctrico o campo magnético. Este fenómeno puede
darse en un espacio vacío o en uno que contenga materia (aire, agua, tierra, etc.).

Las ondas se producen como consecuencia de oscilaciones y vibraciones de la materia,


propagándose en el tiempo según lo descrito por la Teoría de ondas, rama de la física
encargada de comprender dicho fenómeno, sumamente común en el universo. La
propagación de las ondas es uno de los fenómenos físicos fundamentales.

De acuerdo al origen de las ondas o la naturaleza del medio a través del cual se propagan,
entonces, dependerán los efectos de su aparición y las características que posean. Así,
podemos hablar de ondas de luz, sonoras, etc., cada una con propiedades físicas y una
frecuencia diferente, dependiendo de qué tan resistente o no sea el medio para su
propagación y qué tanta energía transporten.

Algunas ondas, como las sonoras, no pueden transportarse en el vacío. Requieren, pues,
de un medio físico presente. Otras, como las microondas, pueden hacerlo perfecta y
velozmente: es así como operan los satélites artificiales que reenvían información a la Tierra

B Elementos de una onda

Cresta: La cresta es el punto más alto de dicha amplitud o punto máximo de saturación de
la onda.

Período: El periodo es el tiempo que tarda la onda en ir de un punto de máxima amplitud al


siguiente.

Amplitud: La amplitud es la distancia vertical entre una cresta y el punto medio de la onda.
Nótese que pueden existir ondas cuya amplitud sea variable, es decir, crezca o decrezca
con el paso del tiempo.

Frecuencia: Número de veces que es repetida dicha vibración. En otras palabras, es una
simple repetición de valores por un período determinado.

Valle: Es el punto más bajo de una onda.

Longitud de onda: Distancia que hay entre dos crestas consecutivas de dicho tamaño.
b. Clasificación de las ondas

b.1 En función del medio en el que se propagan

-Ondas mecánicas: las ondas mecánicas necesitan un medio elástico (sólido, líquido
ogaseoso) para propagarse. Las partículas del medio oscilan alrededor de un punto fijo, por
lo que no existe transporte neto de materia a través del medio. Como en el caso de una
alfombra o un látigo cuyo extremo se sacude, la alfombra no se desplaza, sin embargo una
onda se propaga a través de ella. La velocidad puede ser afectada por algunas
características del medio como: la homogeneidad, la elasticidad, la densidad y la
temperatura. Dentro de las ondas mecánicas tenemos las ondas elásticas, las ondas
sonoras y las ondas de gravedad.

-Ondas electromagnéticas: las ondas electromagnéticas se propagan por el espacio sin


necesidad de un medio, pudiendo por lo tanto propagarse en el vacío. Esto es debido a que
las ondas electromagnéticas son producidas por las oscilaciones de un campo eléctrico, en
relación con un campo magnético asociado. Las ondas electromagnéticas viajan
aproximadamente a una velocidad de 300000 km por segundo, de acuerdo a la velocidad
puede ser agrupado en rango de frecuencia. Este ordenamiento es conocido como Espectro
Electromagnético, objeto que mide la frecuencia de las ondas.

-Ondas gravitacionales: las ondas gravitacionales son perturbaciones que alteran la


geometría misma del espacio-tiempo y aunque es común representarlas viajando en el
vacío, técnicamente no podemos afirmar que se desplacen por ningún espacio, sino que en
sí mismas son alteraciones del espacio-tiempo.

b.2 En función de su propagación

-Ondas unidimensionales: las ondas unidimensionales son aquellas que se propagan a lo


largo de una sola dirección del espacio, como las ondas en los muelles o en las cuerdas. Si
la onda se propaga en una dirección única, sus frentes de onda son planos y paralelos.

Ondas bidimensionales o superficiales: son ondas que se propagan en dos direcciones.


Pueden propagarse, en cualquiera de las direcciones de una superficie, por ello, se
denominan también ondas superficiales. Un ejemplo son las ondas que se producen en una
superficie líquida en reposo cuando, por ejemplo, se deja caer una piedra en ella.

Ondas tridimensionales o esféricas: son ondas que se propagan en tres direcciones. Las
ondas tridimensionales se conocen también como ondas esféricas, porque sus frentes de
ondas son esferas concéntricas que salen de la fuente de perturbación expandiéndose en
todas direcciones. El sonido es una onda tridimensional. Son ondas tridimensionales las
ondas sonoras (mecánicas) y las ondas electromagnéticas.

b.3 En función de la dirección de la perturbación

Ondas longitudinales: son aquellas que se caracterizan porque las partículas del medio se
mueven (ó vibran) paralelamente a la dirección de propagación de la onda. Por ejemplo, un
muelle que se comprime da lugar a una onda longitudinal.

Ondas transversales: son aquellas que se caracterizan porque las partículas del medio
vibran perpendicularmente a la dirección de propagación de la onda.

b.4 En función de su periodicidad

Ondas periódicas: la perturbación local que las origina se produce en ciclos repetitivos por
ejemplo una onda senoidal.

Ondas no periódicas: la perturbación que las origina se da aisladamente o, en el caso de


que se repita, las perturbaciones sucesivas tienen características diferentes. Las ondas
aisladas también se denominan pulsos.

3. ONDA SONORA.

Las ondas sonoras son ondas longitudinales mecánicas. Emitidas desde la fuente sonora,
un cuerpo en oscilación, se expanden a través de sólidos, líquidos y gases en forma de
variaciones de presión (ondas de presión).

Las ondas sonoras viajan a través de cualquier medio material con una rapidez que depende
de las propiedades del medio, a medida que las ondas sonoras viajan a través del aire, los
elementos del aire vibran para producir cambios en densidad y presión a lo largo de la
dirección del movimiento de la onda.

Las frecuencias de 16 a 20 000 Hz son normalmente audibles al oído humano.

Percepción humana de las ondas sonoras

Grafico sobre la frecuencia de una Onda. o

El hercio (Hz) es la unidad que expresa la cantidad de vibraciones que emite una fuente
sonora por unidad de tiempo (frecuencia). Se considera que el oído humano puede percibir
ondas sonoras de frecuencias entre los 20 y los 20.000 Hz, si bien también se consideran
rangos entre 16 Hz (aproximadamente la nota más grave de un órgano de iglesia: do0 =
16,25 Hz) y 16.000 Hz (o 16 kHz). Las ondas que poseen una frecuencia inferior a la audible
se denominan infrasónicas y las superiores ultrasónicas.

La sensación de sonoridad es la percepción sonora que el hombre tiene de la intensidad de


un sonido. La sonoridad se mide mediante una magnitud llamada fonio, que utiliza una
escala arbitraria cuyo cero (el llamado umbral de audición) corresponde a I0=1 × 10-12 W/m² a
1 kHz.

4. PROPAGACIÓN DE SONIDO.

El sonido se propaga de un lugar a otro, pero siempre lo hace a través de un medio material,
como el aire, el agua, la madera. En el vacío, el sonido no puede propagarse, porque no hay
medio material. En el aire el sonido viaja a una velocidad de 340 metros por segundo. La
propagación del sonido en los fluidos toma la forma de fluctuaciones de presión. En los
cuerpos sólidos la propagación del sonido implica variaciones del estado tensional del medio.

La propagación del sonido supone un transporte de energía sin transporte de materia, en


forma de ondas mecánicas que se propagan a través de la materia sólida, líquida o gaseosa.
Como las vibraciones se producen en la misma dirección en la que se propaga el sonido, se
trata de una onda longitudinal, que se trasmite en línea recta, desde el punto de origen.

Fenómenos físicos que afectan la propagación del sonido


Transmisión La velocidad con que se transmite el sonido depende, principalmente, de la
elasticidad del medio, es decir, de su capacidad para recuperar su forma inicial. El acero es
un medio muy elástico, en contraste con la plastilina, que no lo es. Otros factores que influyen
son la temperatura y la densidad.

Absorción La capacidad de absorción del sonido de un material es la relación entre la


energía que absorbe y la energía que reflejada cuando el sonido incide sobre él.

Su valor varía entre 0 (toda la energía se refleja) y 1 (toda la energía es absorbida).

Reflexión Fenómeno por el cual una onda se refleja en un material no absorbente o


parcialmente absorbente del sonido.

El eco se produce cuando este sonido es alterado por una constante que da como resultado
un sonido que se refleja en un medio más denso y llega al oído de una persona con una
diferencia de tiempo igual o superior a 0,1 segundos, respecto del sonido que recibe
directamente de la fuente sonora.

Refracción Cuando un sonido pasa de un medio a otro, se produce refracción. La desviación


de la onda se relaciona con la rapidez de propagación en el medio.

El sonido se propaga más rápidamente en el aire caliente que en el aire frio, porque al
aumentar la temperatura, la rapidez de las moléculas del medio aumenta, lo que ocasiona
un incremento en la rapidez de la propagación de la onda.

Difracción o dispersión Si el sonido encuentra un obstáculo en su dirección de


propagación, en el borde del obstáculo se produce el fenómeno de difracción, por el que una
pequeña parte del sonido sufre un cambio de dirección y puede seguir propagándose.

Difusión El sonido se propaga de un lugar a otro, pero siempre lo hace a través de un medio
material, como el aire, el agua, la madera. En el vacío, el sonido no puede propagarse,
porque no hay medio material. En el aire el sonido viaja a una velocidad de 340 metros por
segundo.Es una velocidad muy rápida

Velocidad del sonido

La velocidad de propagación de la onda sonora (velocidad del sonido) depende de las


características del medio en el que se transmite dicha propagación; presión, temperatura,
densidad, humedad. En general, la velocidad del sonido es mayor en los sólidos que en
los líquidos y en los líquidos mayor que en los gases, dada la densidad de las partículas que
permite un mayor intercambio de energía cuando estas se encuentran más cerca.2

 La velocidad del sonido en el aire (a una temperatura de 20 ºC) es de 343 m/s. La


ecuación creada por Newton y posteriormente modificada por Laplace que permite
obtener la velocidad del sonido en el aire teniendo en cuenta la variable de la
temperatura es "331+(0,6 x Temperatura)".
 En el agua (a 35 °C) es de 1493 m/s (a 22 °C) es de 1505 m/s.
 En la madera es de 3990 m/s.
 En el hormigón es de 4000 m/s.
 En el aluminio es de 5090 m/s.
 En el vidrio es de 5190 m/s.
 En el acero es de 6099 m/s
5. Divergencia o esparcimiento.

Divergencia esférica.

Efecto por el que el nivel de presión sonora del campo directo disminuye conforme el sonido se
propaga. La cantidad de decibelios atenuados depende de la forma del frente de onda:

 Cuando el frente de onda es esférico, en la mayoría de los casos, el nivel de presión cae
6 dB (4 veces menos) por cada vez que se duplica la distancia. Si por ejemplo se mide el
SPL al aire libre que produce una excavadora a cinco metros y obtenemos 100 dB, a 20 m
el SPL será de 88 dB, y a 40 m serán 82 dB.



 Cuando el frente de onda es lineal (un array de fuentes), el nivel de presión decae 3 dB
por cada vez que se duplica la distancia. Una vez superada una cierta distancia (la
longitud del array) se empieza a comportar como un frente de onda esférico, cayendo 6 dB
cada vez que se dobla la distancia. El ejemplo más típico de una fuente de este estilo es
una carretera.

 Cuando el frente de onda es plano, no existen estas pérdidas por divergencia. Un


ejemplo de este tipo de propagación del sonido se da en el interior de una cañería,
pudiéndose transmitir el ruido con facilidad en la bajante de un edificio.

6. Dispersión.

Se llama Dispersión o difracción al fenómeno que ocurre cuando el sonido, ante


determinados obstáculos o aperturas, en lugar de seguir la propagación en la dirección
normal, se dispersa.

La explicación la encontramos en el Principio de Huygens que establece que cualquier


punto de un frente de ondas es susceptible de convertirse en un nuevo foco emisor de
ondas idénticas a la que lo originó. De acuerdo con este principio, cuando la onda incide
sobre una abertura o un obstáculo que impide su propagación, todos los puntos de su
plano se convierten en fuentes secundarias de ondas, emitiendo nuevas ondas,
denominadas ondas difractadas.
La difracción se puede producir por dos motivos diferentes:

1. porque una onda sonora encuentra a su paso un pequeño obstáculo y lo rodea. Las
bajas frecuencias son más capaces de rodear los obstáculos que las altas. Esto es
posible porque las longitudes de onda en el espectro audible están entre 3 cm y 12
m, por lo que son lo suficientemente grandes para superar la mayor parte de los
obstáculos que encuentran.
2. porque una onda sonora topa con un pequeño agujero y lo atraviesa.
La cantidad de difracción estará dada en función del tamaño de la propia abertura y de la
longitud de onda.

 Si una abertura es grande en comparación con la longitud de onda, el efecto de la


difracción es pequeño. La onda se propaga en líneas rectas o rayos, como la luz.
 Cuando el tamaño de la abertura es considerable en comparación con la longitud de
onda, los efectos de la difracción son grandes y el sonido se comporta como si fuese
una luz que procede de una fuente puntual localizada en la abertura.
7. Ley de refracción de SNELL’S.

La ley de Snell (también llamada ley de Snell-Descartes) es una fórmula utilizada para
calcular el ángulo de refracción de la luz al atravesar la superficie de separación entre dos
medios de propagación de la luz (o cualquier onda electromagnética) con índice de
refracción distinto.

La misma afirma que la multiplicación del índice de refracción por el seno del ángulo de
incidencia respecto a la normal es constante para cualquier rayo de luz incidiendo sobre la
superficie separatriz de dos medios. Es decir, el componente del índice de refracción paralelo
a la superficie es constante. Aunque la ley de Snell fue formulada para explicar los
fenómenos de refracción de la luz se puede aplicar a todo tipo de ondas atravesando una
superficie de separación entre dos medios en los que la velocidad de propagación de la onda
varíe.

La refracción es un fenómeno que afecta a la propagación del sonido, y que consiste en la


desviación que sufren las ondas en la dirección de su propagación, cuando el sonido pasa
de un medio a otro distinto.

La refracción es la curvatura de las ondas cuando entran en un medio donde su velocidad


es diferente. La refracción con el sonido no es un fenómeno tan importante como con la luz,
donde es responsable de la formación de imágenes por lentes, por el ojo, cámaras, etc. Sin
embargo la curvatura de las ondas sonoras es un fenómeno interesante en el sonido.
8. Efectos de la refracción.

La refracción se debe a que al cambiar de medio, cambia la velocidad de propagación del


sonido.

La refracción también puede producirse dentro de un mismo medio, cuando las


características de este no son homogéneas, por ejemplo, cuando de un punto a otro de un
medio aumenta o disminuye la temperatura.

Ejemplo Sobre una superficie nevada, el sonido es capaz de desplazarse atravesando


grandes distancias. Esto es posible gracias a las refracciones producidas bajo la nieve, que
no es medio uniforme. Cada capa de nieve tiene una temperatura diferente. Las más
profundas, donde no llega el sol, están más frías que las superficiales. En estas capas más
frías próximas al suelo, el sonido se propaga con menor velocidad.

Refracción en el agua

Al atravesar los estratos del mar, el sonido experimenta fenómenos de reflexión y de


refracción.

La superficie y el fondo del mar, así como cualquier objeto sumergido de tamaño
considerable provocan la reflexión del sonido, mientras que los estratos que forman el agua
del mar son los responsables de que cambie la velocidad del sonido provocando que la
dirección de las ondas se desvíe dando lugar a la refracción.
9. Influencia del Sol sobre los océanos.

Esta propiedad de la luz de dispersarse en el agua del mar no es igual en las


diferentes zonas oceánicas y en las distintas profundidades. Se ha podido
comprobar que en los mares con aguas frías la luz penetra menos y, a una
profundidad de 400 metros, la oscuridad del agua oceánica es comparable
con la de la noche menos iluminada.

La propagación de las radiaciones luminosas en el océano se explica por las


propiedades fisicoquímicas del agua y por las características físicas de la luz,
que a su vez tienen gran importancia en los fenómenos biológicos que se
suceden en el mar.

Los factores fisicoquímicos que influyen sobre las propiedades de la luz son
la transparencia, es decir, la cantidad de luz que se transmite en el agua del
mar; la absorción, o sea el grado de radiación retenida, y la turbidez, que
consiste en la reducción de la claridad del agua por la presencia de materia
suspendida.

Las propiedades físicas de la luz son: la reflexión, proceso por el que la


superficie del agua del mar devuelve a la atmósfera una cantidad de la luz
que incide sobre ella; la refracción, el cambio de dirección que sufre la luz al
entrar a un medio de diferente densidad, y la extinción, que es el grado en
que disminuye la luz al ir penetrando en el medio marino.

El agua de los océanos se encuentra formando capas horizontales que tienen


propiedades ópticas muy semejantes, por lo que la cantidad de luz que
penetra depende de la que incide y de la que se refleja, siendo las
características de la superficie del mar elementos importantes para esta
penetración. En mares con espuma producida por una agitación intensa y en
los que están cubiertos por hielos, la reflexión es mayor y, por lo tanto, la
penetración de la luz menor.

El ángulo con el que inciden los rayos sobre el agua cambia durante el día:
penetra más luz al término de la mañana y al inicio de la tarde, en todas las
latitudes, debido a que el ángulo de incidencia se incrementa cuando el Sol
pasa del mediodía.

En el agua del mar el índice de refracción se modifica de acuerdo con la


salinidad y la temperatura, siendo mayor cuando se incrementa la
concentración de sales y disminuye la temperatura.

Cuando un rayo de luz solar incide en el agua del mar, parte de sus
radiaciones son absorbidas y transformadas en calor, y la otra parte es
dispersada por las propias moléculas del agua, así como por las partículas en
suspensión o por los microorganismos que viven en ella.
La luz solar está formada por radiaciones de diferente longitud de onda que
constituyen el espectro visible, también llamado arco iris. Estas radiaciones
son absorbidas, de manera distinta, por el agua del mar. Así, las radiaciones
rojas y anaranjadas del espectro son más rápidamente absorbidas que las
verdes, las azules y las violetas. Esto provoca que en aguas profundas el
extremo rojo del espectro esté ausente mientras el verde-azul se hace más
visible.

Este fenómeno está relacionado con la presencia, en el agua del mar, de


compuestos nitrogenados como el amoniaco, los nitratos y las proteínas, que
reducen la penetración de la luz en el agua, es decir su transparencia.

Cuando el agua del mar contiene pocas sustancias en suspensión o pocos


organismos, las radiaciones azules son las que penetran a mayor
profundidad, y pueden llegar a los bordes inferiores de los bancos
continentales a 400 metros. En las aguas con turbidez, son las radiaciones
verdes y amarillas las que más profundamente pueden penetrar, llegando las
primeras a 200 metros, y las segundas a 100 metros, mientras que las rojas-
anaranjadas y las violetas solamente alcanzan, cuando mucho, los primeros
20 metros.

Las mayores profundidades a las que se ha registrado transparencia es a 700


metros en el Océano Atlántico, a 800 metros en el Mar Mediterráneo y hasta
a 950 metros en el Mar Caribe, pero el promedio de la penetración de la luz
se ha calculado en 200 metros.

Mediciones de la intensidad de luz en el mar

Muchos estudios de las propiedades físicas del mar lo han medido utilizando un disco blanco,
de 30 centímetros de diámetro, ideado por el italiano Secchi.

El disco de Secchi se sumerge lastrado con un peso que se le cuelga en el centro de la cara
inferior, y se observa desde la superficie; luego se anota la profundidad a la que el disco
desaparece de la vista, siendo ésta la profundidad aproximada a la que penetran las
radiaciones luminosas de acuerdo con la coloración que tenga el mar en el momento. Este
método es poco preciso, ya que en la desaparición del disco a determinada profundidad
intervienen factores como la altura del Sol y la claridad del cielo, entre otros.

Experiencias realizadas en un crucero de investigación que se llevó a cabo utilizando el


barco alemán Deutschland, demostraron que el disco de Secchi se hacía invisible a 35
metros de profundidad cuando el mar tenía color azul oscuro; a 27 metros para el color azul;
18 metros para el azul verdoso; 12 metros para el verde azulado y 9 para el verde, y en
aguas que presentan una coloración azul intensa, como es el caso de las del Mar de los
Sargazos, el disco se ve, en días transparentes, hasta profundidades de 66 metros.

Se han diseñado aparatos que permiten registrar la intensidad de las radiaciones luminosas
que penetran en el agua del mar, como las placas pancromáticas y las celdas fotoeléctricas.
Por ejemplo, en el Mar de Azores, durante el mes de junio a las 12 horas del día y con cielo
despejado, se registraron radiaciones de luz a 1000 metros, perdiéndose hasta los 1700
metros.

Disco de Secchi

Con estos aparatos se ha podido conocer el coeficiente de extinción de la luz en el agua del
mar para las diferentes radiaciones del espectro, y se ha comprobado que los rayos azules
son los que penetran más adentro y que los infrarrojos y los rojos lo hacen menos.

Esto explica el porqué, cuando se utiliza el visor para ver a poca profundidad, aparecen
azulados los colores de los organismos de la flora y la fauna, y los tonos que todavía se
observan tienden a ser violeta. Cuando se llega a profundidades de 20 metros en adelante,
los buzos con escafandra se encuentran sumergidos en un mundo en el que el azul es el
color dominante y ha desaparecido por completo el rojo.

Penetración de la luz en el agua del mar.

Canales de Sonido.

En los océanos hay tres factores que afectan a la densidad: Temperatura, presión y
salinidad. La temperatura y la salinidad afectan mucho a la densidad del agua, pero más la
temperatura. Sin embargo, la presión casi no afecta a la densidad del agua. Esto es así
porque el agua es un líquido, y tanto los líquidos como los sólidos son extremadamente poco
compresibles: vamos, que para variar un poquito su densidad tienes que hacer presiones
gigantescas.

Ahora bien, resulta que la velocidad del sonido, debido a que es una onda mecánica, se ve
bastante afectada por la presión. Así, tenemos que la velocidad del sonido depende de la
densidad (que a su vez depende de la temperatura y la salinidad) y de la presión. En
concreto, cuanto mayor densidad, menor velocidad (mayor índice de refracción), pero cuanto
mayor presión, mayor velocidad (menor índice de refracción)

A lo largo de la altura del océano conviven estos dos factores, pero cada uno tiene una
influencia diferente según la altura a la que lo miremos.

Así en superficie hay poca presión, pero la densidad es bastante baja por efecto de la
temperatura (el agua superficial suele ser más cálida y salina). El resultado es el efecto de
la densidad se impone al de la presión y el índice de refracción es pequeño. Después la
densidad disminuye rápidamente en los primeros cientos de metros, pues el agua se enfría
rápidamente con la profundidad. Pero en esta distancia la presión casi no ha crecido y por
tanto su influencia no puede compensar la brusca variación debida a la temperatura. Por
tanto, aquí encontramos una zona con un valor alto del índice de refracción comparado con
el agua que tiene encima. Pero cuanto más bajamos, más efecto tiene la presión, mientras
que la densidad se mantiene casi constante ya que la temperatura es casi constante a esas
profundidades. El resultado es que el índice de refracción disminuye bastante.
Los canales de sonido fueron descubiertos por casualidad, en 1943, por los
científicos, Maurice Ewing (biografía en español) y J.L. Worzel.

Maurice y Worzel estaban investigando cierta hipótesis propuesta por el primero, sobre la
propagación de ondas de sonido en el océano. Su experimento consistía en la detonación
de medio kilo de TNT en las aguas de las Bahamas, para luego registrar en distintos puntos
la llegada de la onda de sonido y sus parámetros (frecuencias, intensidades etc.). El sonido
de esa explosión llegó nítidamente hasta la costa occidental de África, a nada menos que
3200 kilómetros.

El análisis de los datos recibidos les hizo percatarse de un “canal” a cierta profundidad del
océano que actuaba como un túnel para el sonido, transmitiéndolo prácticamente sin pérdida
de intensidad a lo largo de miles de kilómetros de océano. Lo Bautizaron SOFAR (Sound
Fixing And Ranging) channel.

Otro científico, Leonid Brekovskikh del Instituto de Física de Lebedev (Rusia), los descubrió
de forma independiente en esa misma década gracias al análisis de explosiones en el Mar
de Japón. Él lo llamó Deep Sound Channel (DSP). Por lo que podréis encontrar los canales
de sonido por ambos nombres.

El canal de sonido es muy intersante porque al curvar las trayectorias del sonido, no lo deja
escapar, por lo que evita pérdidas de intensidad. Podéis entender muy bien el fenómeno si
tomamos en cuenta la diferencia entre estos dos casos:

 Gritar en un sitio abierto. La onda sonora se propagará esféricamente (todo a vuestro


alrededor), pero claro, esto provoca que a cierta distancia ya no se pueda escuchar,
debido a que la energía de la onda (su intensidad) se ha repartido en un área enorme.

 Gritar por un tubo. Una persona al otro lado del tubo, aunque esté muy lejos, podrá
escucharos, ya que la intensidad del sonido ha viajado atrapada dentro del tubo, sin
repartirse en una gran área (como ocurría con el grito normal).
En el eje vertical está la profundidad del océano (en metros). En el eje horizontal se
representa distancia horizontal (en millas naúticas). Como veis, por el canal se transmiten
ondas en muchas trayectorias diferentes, algunas más amplias y otras más cerradas. La
utilidad de estos canales se encontró muy pronto y no es difícil imaginar cuál es: detección
se submarinos. Así, la marina de EEUU desarrolló, desde 1949 y durante la siguiente
década, el proyecto Jezebel. Más tarde conocido como SOSUS (Sound Surveillance
System). El sistema consistía en la colocación de hidrófonos (micrófonos submarinos) en
lugares claves a distintas profundidades, conectados por cables a tierra. Estos micrófonos
permitían localizar submarinos en casi todo el hemisferio norte y, más aún, podía distinguirse
el número de hélices, el tipo de propulsión (diesel o nuclear) e incluso, en algunos casos, el
tipo de submarino.

10. Doppler.

El efecto Doppler, llamado así por Christian Andreas Doppler, consiste en la variación de la
longitud de onda de cualquier tipo de onda emitida o recibida por un objeto en movimiento.
Doppler propuso este efecto en 1842 en una monografía titulada Über das farbige Licht der
Doppelsterne und einige andere Gestirne des Himmels ("Sobre el color de la luz en estrellas
binarias y otros astros").

Su hipótesis fue investigada en 1845 para el caso de ondas sonoras por el científico
holandés Christoph Hendrik Diederik Buys Ballot, confirmando que el tono de un sonido
emitido por una fuente que se aproxima al observador es más agudo que si la fuente se
aleja. Hippolyte Fizeau descubrió independientemente el mismo fenómeno en el caso de
ondas electromagnéticas en 1848. En Francia este efecto se conoce como "Efecto Doppler-
Fizeau".
Hay ejemplos cotidianos de efecto Doppler en los que la velocidad a la que se mueve el
objeto que emite las ondas es comparable a la velocidad de propagación de esas ondas. La
velocidad de una ambulancia (50 km/h) no es insignificante respecto a la velocidad del
sonido al nivel del mar (unos 1.235 km/h), por eso se aprecia claramente el cambio del sonido
de la sirena desde un tono más agudo a uno más grave, justo en el momento en que el
vehículo pasa al lado del observador.

La ambulancia de la imagen se desplaza de izquierda a derecha. Cuando se acerca a


la chica de la figura que lleva un maletín, en la derecha de la imagen, la onda "se
comprime", es decir, la longitud de onda es corta, la frecuencia alta y, por tanto, el
tono del sonido percibido será agudo. Por otro lado, cuando la ambulancia se aleja,
a la izquierda de la imagen, la onda "se descomprime", es decir, la longitud de onda
es larga, la frecuencia baja y, por tanto, el tono que percibe la chica que lleva el
bolso será grave.

11. Alcance del Sonar:

El sonar (del inglés SONAR, acrónimo de Sound Navigation And Ranging, ‘navegación por
sonido’) es una técnica que usa la propagación del sonido bajo el agua (principalmente) para
navegar, comunicarse o detectar objetos sumergidos.

El sonar puede usarse como medio de localización acústica, funcionando de forma similar al
radar, con la diferencia de que en lugar de emitir ondas electromagnéticas emplea impulsos
sonoros. De hecho, la localización acústica se usó en aire antes que el GPS, siendo aún de
aplicación el SODAR (la exploración vertical aérea con sonar) para la investigación
atmosférica. La señal acústica puede ser generada por piezoelectricidad o por
magnetostricción.

Existen otros sonares que no abarcan el espectro del oído humano, (cazaminas); pueden
comprender varias gamas de alta frecuencia, (80 kHz o 350 kHz), por ejemplo. Ganan en
precisión a la hora de determinar el objeto, pero pierden en alcance.
El funcionamiento del sonar se ve afectado por las variaciones en la velocidad del sonido,
especialmente en el plano vertical. El sonido viaja más lentamente en el agua dulce que en
el agua salada, variando en función del módulo de elasticidad y la densidad de masa. El
módulo de elasticidad es sensible a la temperatura, a la concentración de impurezas disuelta
(normalmente la salinidad) y a la presión, siendo menor el efecto de la densidad. Según
Mackenzie,3 la velocidad del sonido c (en m/s) en el agua del mar es aproximadamente igual
a:

Potencia de transmisión de sonido del Equipo de Sonar

El término «sonar» se usa también para aludir al equipo empleado para generar y recibir el
sonido de carácter infrasonoro. Las frecuencias usadas en los sistemas de sonar van desde
las intrasónicas a las extrasónicas (entre 20 Hz y 20 000 Hz), la capacidad del oído humano.
Sin embargo, en este caso habría que referirse a un hidrófono y no a un sonar. El sonar tiene
ambas capacidades: puede ser utilizado como hidrófono o como sonar.

El sonar activo usa un emisor de sonido y un receptor. Cuando los dos están en el mismo
lugar se habla de funcionamiento monoestático. Cuando el emisor y el receptor están
separados, de funcionamiento biestático. Cuando se usan más emisores o receptores
espacialmente separados, de funcionamiento multiestático. La mayoría de los equipos de
sonar son monoestático, usándose la misma matriz para emisión y recepción, aunque
cuando la plataforma está en movimiento puede ser necesario considerar que esta
disposición funciona biestáticamente. Los campos de sonoboyas activas pueden funcionar
multiestáticamente.

El sonar activo

El sonar activo crea un pulso de sonido, llamado a menudo un «ping», y entonces oye la
reflexión (eco) del mismo. Este pulso de sonido suele crearse electrónicamente usando un
proyecto sonar formado por un generador de señal, un amplificador de potencia y un
transductor o matriz electroacústica, posiblemente un conformador de haces. Sin embargo,
puede crearse por otros medios, como por ejemplo químicamente, usando explosivos, o
térmicamente mediante fuentes de calor. También puede crearse mediante el infrasonido.

Para calcular la distancia a un objeto se mide el tiempo desde la emisión del pulso a la
recepción de su eco y se convierte a una longitud conociendo la velocidad del sonido. Para
medir el rumbo se usan varios hidrófonos, midiendo el conjunto el tiempo de llegada relativo
a cada uno, o bien una matriz de hidrófonos, midiendo la amplitud relativa de los haces
formados mediante un proceso llamado conformación de haz. El uso de una matriz reduce
la respuesta espacial de forma que para lograr una amplia cobertura se emplean sistemas
multihaces. La señal del blanco (si existe) junto con el ruido se somete entonces a un
procesado de señal, que para los equipos simples puede ser sólo una medida de la potencia.
Se presenta entonces el resultado a algún tipo de dispositivo de decisión que califica la salida
como señal o ruido. Este dispositivo puede ser un operador con auriculares o una pantalla,
en los equipos más sofisticado un software específico. Pueden realizarse operaciones
adicionales para clasificar el blanco y localizarlo, así como para medir su velocidad.
El pulso puede ser de amplitud constante o un pulso de frecuencia modulada (chirp) para
permitir la compresión de pulso en la recepción. Los equipos simples suelen usar el primero
con un filtro lo suficientemente ancho como para cubrir posibles cambios Doppler debidos al
movimiento del blanco, mientras los más complejos suelen usar la segunda técnica.
Actualmente la compresión de pulso suele lograrse usando técnicas de correlación digital.
Los equipos militares suelen tener múltiples haces para lograr una cobertura completa
mientras los más simples sólo cubren un arco estrecho. Originalmente se usaba un único
haz realizando el escaneo perimetral mecánicamente, pero esto era un proceso lento.

Especialmente cuando se usan transmisiones de una sola frecuencia, el efecto Doppler


puede usarse para medir la velocidad radial del blanco. La diferencia de frecuencia entre la
señal emitida y la recibida se mide y se traduce a una velocidad. Dado que los
desplazamientos Doppler pueden deberse al movimiento del receptor o del blanco, debe
tenerse la primera en cuenta para lograr un valor preciso.

El sonar activo se usa también para medir la distancia en el agua entre dos transductores
(radioemisores) de sonar o una combinación de hidrófono y proyector. Cuando un equipo
recibe una señal de interrogación, emite a su vez una señal de respuesta. Para medir la
distancia, un equipo emite una señal de interrogación y mide el tiempo entre esta transmisión
y la recepción de la respuesta. La diferencia de tiempo permite calcular la distancia entre
dos equipos. Esta técnica, usada con múltiples equipos, puede calcular las posiciones
relativas de objetos estáticos o en movimiento.

En época de guerra, la emisión de un pulso activo era tan comprometida para el camuflaje
de un submarino que se consideraba una brecha severa de las operaciones.

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