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CURSO DE FORMACIÓN

INICIAL PARA ACTUARIOS


10ª EDICIÓN

LA NOTIFICACIÓN EN
MATERIA CIVIL
La Notificación
en Materia Civil

Tema 1. Generalidades
1.1. Conceptos básicos
En la práctica forense jurisdiccional es
frecuente hacer uso indistinto de diversos
vocablos. Su frecuente utilización hace
necesario conceptualizarlos, con la finalidad
de procurar no sólo su distinción sino
también el comprender a cabalidad su
alcance y sus efectos.
Se trata de conceptos jurídicos relevantes para
el ejercicio del cargo de actuario.
Tales conceptos son: la notificación, el
emplazamiento, la citación y el
requerimiento.
1.1.1. La notificación es el acto mediante el
cual, de acuerdo con las formalidades legales
preestablecidas, se hace saber una resolución
judicial o administrativa a la persona a la
que se reconoce como interesado en su
conocimiento o se le requiere para que
cumpla un acto procesal.

1.1.2. El emplazamiento es el llamado


judicial que se hace para que dentro del
plazo señalado, la parte demandada
comparezca a juicio para ejercitar en él sus
defensas, excepciones o reconvenciones.
1.1.3. La citación es considerada el acto de
poner en conocimiento de alguna persona
un mandato del juez o tribunal, para que
concurra a la práctica de una diligencia
judicial, precisando día y hora para su
desahogo.

1.1.4. El requerimiento es la actuación


judicial por la que se intima a una persona
para que haga o deje de hacer algo.
La distinción conceptual de estos vocablos encuentra sustento en el criterio aislado que a
continuación se da a conocer:
Novena Época
Registro: 182843
Instancia: Primera Sala
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo : XVIII, Noviembre de 2003
Materia(s): Común
Tesis: 1a. LIII/2003
Página: 123

EMPLAZAMIENTO, NOTIFICACIÓN, CITACIÓN Y REQUERIMIENTO.


CONSTITUYEN MEDIOS DE COMUNICACIÓN PROCESAL QUE TIENEN
SIGNIFICADO DISTINTO. Entre los medios de comunicación que los Jueces y
tribunales utilizan en el proceso para hacer saber a las partes las resoluciones que dictan,
se encuentran el emplazamiento, la notificación, la citación y el requerimiento, los cuales
poseen significado diverso, a saber: el emplazamiento es el llamado judicial que se hace
para que dentro del plazo señalado la parte demandada comparezca en juicio; la
notificación es el acto por el cual se hace saber a alguna persona, con efectos jurídicos,
una resolución judicial o cualquier otra cuestión ordenada por el juzgador; la citación es el
acto de poner en conocimiento de alguna persona un mandato del Juez o tribunal para
que concurra a la práctica de alguna diligencia procesal; y el requerimiento es el acto de
intimar a una persona en virtud de una resolución judicial, para que haga o se abstenga de
hacer la conducta ordenada por el juzgador.
1.2. Formalidades generales que deben
observarse al practicar una notificación

Las notificaciones deben reunir las formalidades


de toda actuación judicial.
Tales formalidades pueden agruparse en los
siguientes rubros:
- En cuanto a su oportunidad
- En cuanto a su forma
En cuanto a su oportunidad
 Las notificaciones, emplazamientos y
citaciones deben verificarse a más tardar al día
siguiente a aquél en que se dicten las
resoluciones que las ordenen, salvo que se
prevenga otra cosa (Art. 75 CPC).
 Deben efectuarse en días y horas hábiles (Art.
50 CPC).
 Son días hábiles todos los del año, menos los
de descanso legal, los festivos (por disposición
de la ley) y aquellos en que el CPJEM acuerde
suspender labores.
 Son horas hábiles las comprendidas entre las
8:00 y las 20:00 hrs.
 En caso de que una notificación se inicie en
día y horas hábiles, puede llevarse a cabo
hasta su fin sin interrupción y sin necesidad
de habilitación expresa (Art. 52 CPC).
 El tribunal puede habilitar días y horas
inhábiles para practicar una notificación,
cuando exista causa urgente que lo justifique,
expresando cuál es ésta y la diligencia que
deba practicarse.
En cuanto a su forma

 Las notificaciones deben llevarse a cabo en


castellano, con letra clara. (Art. 53 CPC)
 Las fechas y cantidades deben escribirse con letra
y número. (Art. 53 CPC)
 En las notificaciones no deben emplearse
abreviaturas, raspaduras, ácidos, ni otras sustancias
para borrar frases equivocadas, sobre las que sólo
deberá ponerse una línea delgada que permita la
lectura, salvándose al fin con toda precisión el
error cometido. (Art. 54 CPC)
 En ellas debe obrar la firma entera del funcionario
que la practique, so pena de nulidad. (Art. 55 CPC)
 Las notificaciones no pueden dejar se hacerse
aunque el actuario reciba informe de que la
persona que deba notificar se encuentra
ausente del lugar, se ha mudado de casa, el que
ésta se encuentre cerrada o deshabitada; el que
las personas se nieguen a recibir el instructivo o
rehúsen acudir al llamado del notificador, ni
cualquier otra dificultad que tienda a retrasar o
impedir la diligencia.
 En estos casos bastará el que se fije el
instructivo en la puerta de entrada. (Art. 84
CPC)
 Las notificaciones deben hacerse leyendo
íntegramente la determinación que se notifique y
deben firmarla la persona que la hace y la que la
recibe. (Art. 88 CPC)
 Si no supiera o quisiera firmar, lo hará el actuario,
haciendo constar esa circunstancia.
 De igual modo el actuario debe dar al notificado, si lo
pide, copia simple de la resolución que se le notifique,
sin necesidad de mandato judicial.
1.3. Tipos de notificación
En lo esencial, las notificaciones pueden
clasificarse en los siguientes grupos:
 La primera notificación, también llamada
emplazamiento.
 Las notificaciones de los autos, que a su vez, se
dividen en:
Notificaciones personales
Notificaciones por lista
Notificaciones por instructivo
1.4. Domicilio para recibir notificaciones
personales

 Se entiende por tal, el domicilio que señalan quienes


intervienen en un procedimiento jurisdiccional
(contencioso o no contencioso) para ser notificados
o enterados de las determinaciones que asuma la
autoridad jurisdiccional.
 Todos los litigantes deben designar ese domicilio en
el primer escrito que presenten o en la primera
diligencia en que intervengan. (Art. 77 CPC)
 Dicho domicilio debe estar localizado en el lugar
del juicio. (Art. 77 CPC)
 Cuando un litigante no señale domicilio para
recibir notificaciones, las que le correspondan
deben hacerse por lista que se publique en los
estrados. (Art. 77 CPC)
 Mientras un litigante no haga nueva designación de
domicilio, las notificaciones personales que le
correspondan seguirán haciéndosele en la que
tuviere señalada. (Art. 78 CPC)
 Por otra parte, el actor debe designar la casa en
que debe efectuarse la primera notificación al
demandado. (Art. 77 CPC)
 Cuando un litigante no cumpla con lo anterior, no
se emplazará al demandado hasta que se subsane
la omisión. (Art. 77 CPC)
1.5. Autorizados para recibir notificaciones

El artículo 91 del CPC autoriza practicar las


notificaciones a los abogados de las partes o
interesados, siempre que ocurra cualquiera de las
2 circunstancias siguientes:

◦ Que tengan el carácter de mandatarios de éstas (es


decir, que les haya sido delegado personería para
representarlas en el proceso); o,
◦ Que hayan hecho constar en el expediente ser su
voluntad que las notificaciones se hagan a aquellos, sin
que ello implique una delegación de facultades para
promover.
En el segundo de los casos antes
enunciados, las partes deberán señalar el
domicilio en que su abogado debe recibir
las notificaciones.
Las que se hicieren en esas condiciones,
aún las que deban hacerse personalmente,
surtirán todos los efectos que se
producirían si se hubieran hecho a los
directamente interesados.
Al respecto, conviene invocar el criterio sustentado por el Tercer Tribunal Colegiado del
Décimo Primer Circuito, que es del tenor siguiente:

Novena Época
Registro: 195990
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo:VII, Junio de 1998
Materia(s): Civil
Tesis: XI.3o.7 C
Página: 675

NOTIFICACIONES. PARA QUE SURTAN EFECTOS PUEDEN HACERSE POR


CONDUCTO DEL MANDATARIO O AUTORIZADO DEL INTERESADO Y
NO NECESARIAMENTE A ÉSTE (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
MICHOACÁN). No agravia ni deja en estado de indefensión a la parte que se le
practica una notificación por conducto de su apoderado jurídico o autorizado para recibir
notificaciones, porque de acuerdo con el artículo 92 de la ley adjetiva civil del Estado de
Michoacán, las notificaciones pueden hacerse a través de mandatario o de persona que
para el efecto autoricen las partes; por lo que no necesariamente deben hacerse en forma
directa al interesado, surtiendo todos sus efectos las notificaciones o prevenciones que se
hagan por conducto de cualquiera de las personas a que se refiere dicho numeral.
1.6. Resoluciones que necesariamente deben
notificarse personalmente

En términos de lo que prevé el artículo 83 del CPC,


deben notificarse personalmente las siguientes
resoluciones judiciales:
◦ El auto en que se mande hacer saber a las partes la
llegada de los autos (procedentes de la alzada, del
archivo judicial, de alguna notaría, etc.)
◦ El auto en que se tenga por contestada la demanda en
rebeldía del accionado.
◦ El auto en el que se mande recibir el juicio a prueba.
◦ El auto en el que se mande hacer la primera citación
para absolver posiciones.
◦ El auto en el que se cite para oír sentencia en lo
principal.
◦ La sentencia definitiva.
Este tipo de notificaciones pueden hacerse a las partes
si comparecen a las instalaciones del órgano
jurisdiccional al día siguiente de que tales
resoluciones sean emitidas.
En caso contrario –recuérdese-, se disponen de 24
horas para efectuar la notificación, por lo que el
ministro notificador deberá constituirse en el
domicilio señalado por las partes para tal finalidad; de
encontrarlas, le hará la notificación en su propia
persona, si no las localizara a la primera búsqueda –
sin necesidad de mandamiento judicial-, practicará la
diligencia por medio de instructivo.
De tratarse de la notificación de la sentencia definitiva,
deberá insertarse en el instructivo, la parte resolutiva
del fallo, es decir, sus puntos resolutivos.
1.7. Nulidad de las notificaciones

La nulidad procesal es la ineficacia de que se


hayan afectados los actos procesales, en
razón de que los mismos han sido realizados
sin cumplir con los requisitos o formas
legales establecidas para su validez,
quedando por tanto dichos actos procesales
afectados.
También puede ser considerada una sanción
que se impone a aquellos actos procesales
que adolecen de la ausencia de alguna
formalidad legal.
El articulo 95 del CPC prevé que las
actuaciones son nulas cuando les falte
alguna de las formalidades esenciales, de
manera que quede sin defensa alguna de
las partes y cuando la ley expresamente
lo determine.
En materia de nulidades resulta
trascendente el principio de
preclusión.
La preclusión es definida generalmente
como la pérdida, extinción o consumación
de una facultad procesal.
Normalmente, la preclusión, resulta de 3
situaciones diferentes:

Por no haberse observado el orden u


oportunidad dado por la ley para la
realización de un acto.
Por haberse cumplido una actividad
incompatible con el ejercicio de otra.
Por haberse ejercitado ya una vez,
válidamente, esa facultad.
En materia de nulidad de notificaciones, el principio
de preclusión opera en función del artículo 95 del
CPC, en el sentido de que la firmeza del
procedimiento es garantía de las partes, de ahí
que toda actuación judicial que no haya sido
impugnada, produce efectos plenos.
Ahora bien, las notificaciones que adolezcan de
vicios pueden resultar consentidas si la persona
notificada se hubiese manifestado sabedora de la
providencia (por haber hecho alguna promoción
o recibido alguna notificación posterior), lo que
dará lugar a que aquella, surta todos sus efectos
como si estuviera legalmente hecha, sin que ello
releve al que la llevó a cabo de la responsabilidad
administrativa que prevé la LOPJE. (Art. 94 CPC)
Cuando se considere que una notificación efectuada en un
procedimiento civil adolezca de nulidad, debe reclamarse esa
circunstancia dentro del término comprendido entre la fecha de
la actuación y los 3 días siguientes a aquel en que sea notificada
legalmente la resolución subsecuente. (Art. 96 CPC)

La nulidad de las notificaciones debe sustanciarse en la forma de


incidente que no suspenderá el procedimiento, pues las
cuestiones respectivas deberán resolverse en sentencia
definitiva. (Arts. 98 y 99)

Cuando se invoque la nulidad de actuaciones por falta o defecto


en el emplazamiento, el incidente será considerado de previo y
especial pronunciamiento. (Art. 99)

En caso contrario se considerará revalidada de pleno derecho, con


excepción de la nulidad por defecto en el emplazamiento.
En las nulidades de notificaciones rigen los
siguientes principios:

La nulidad no puede ser invocada por la parte


que dio lugar a ella.
La nulidad establecida en beneficio de una de
las partes no puede ser invocada por otra.
La Notificación
en Materia Civil

Tema 2. El emplazamiento
2.1. Concepto

El emplazamiento es el acto procesal de


comunicación por virtud del cual el
juzgador da a conocer al demandado,
mediante la intervención del actuario, la
admisión de una demanda enderezada en
su contra y del auto que la admitió,
concediéndole un plazo para que la
conteste.
De lo anterior se colige que los fines del
emplazamiento son los siguientes:

Notificar al demandado acerca de la


existencia de un proceso en su contra y de su
contenido.
Otorgarle un plazo para comparecer a
contestar la demanda.
Constituir la relación procesal entre actor,
demandado y órgano jurisdiccional.
En torno al emplazamiento, conviene tener en
cuenta lo dispuesto por el primer párrafo del
artículo 14 Constitucional, que es del tenor
siguiente:

Artículo 14. Nadie podrá ser privado de la libertad


o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino
mediante juicio seguido ante los tribunales
previamente establecidos, en el que se cumplan las
formalidades esenciales del procedimiento y
conforme a las leyes expedidas con anterioridad al
hecho. (…)
Tal precepto consagra la garantía de audiencia, que implica el
derecho de todo gobernado para que, previamente a
cualquier acto de autoridad que pueda llegar a privarlo de su
vida, de su libertad, de su propiedad, de sus posesiones o de
sus derechos, se le dé la oportunidad de defenderse en juicio.
El debido respeto a esta prerrogativa impone a las autoridades,
entre otras obligaciones, la de que en el juicio que se siga
-ante tribunales previamente establecidos y conforme a las
leyes expedidas con anterioridad al hecho- y que pueda
culminar con un acto privativo, se cumplan las formalidades
esenciales del procedimiento.
Por éstas, deben entenderse las condiciones fundamentales
que deben satisfacerse en todo proceso jurisdiccional para
otorgar al posible afectado por el acto privativo una
razonable oportunidad de defensa.
De no cumplirse esas condiciones fundamentales, se haría
nugatoria la finalidad de la garantía de audiencia, que no es
otro que el evitar la indefensión del posible afectado.
La primera y más importante de esas
formalidades esenciales -que se constituye
además en el requisito indispensable para que
se puedan materializar las restantes- es la
notificación del inicio del procedimiento
y sus consecuencias, a la que dentro del
proceso jurisdiccional se le denomina
generalmente emplazamiento, el que se ha
llegado a considerar como una institución
procesal de orden público.
La ausencia de emplazamiento o su verificación en
forma contraria a las disposiciones legales
aplicables, constituye la violación procesal de
mayor magnitud y de carácter más grave, al
originar la omisión de las restantes formalidades
esenciales del procedimiento, imposibilitando al
demandado para contestar la demanda y, por
consiguiente, de oponer las excepciones y
defensas que estime a su alcance.
Además, se le priva del derecho a presentar las
pruebas que puedan acreditar aquellas y a
oponerse a la recepción o a contradecir los
medios de prueba que rinda su contraria y,
finalmente, a hacer uso de su derecho a plantear
alegatos y ser notificado oportunamente del fallo
que se dicte en el juicio.
Cobra aplicación la jurisprudencia sustentada por la Tercera Sala de la
entonces conformación de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, publicada en la página 195 del Semanario Judicial de la
Federación, Séptima Época, Volúmenes 163-168, Cuarta Parte, que
es del siguiente texto:

EMPLAZAMIENTO. ES DE ORDEN PUBLICO Y SU ESTUDIO


ES DE OFICIO. La falta de emplazamiento o su verificación en forma
contraria a las disposiciones aplicables, es la violación procesal de mayor
magnitud y de carácter más grave, puesto que da origen a la omisión de
las demás formalidades esenciales del juicio, esto es, imposibilita al
demandado para contestar la demanda y, por consiguiente, le impide
oponer las excepciones y defensas a su alcance; además, se le priva del
derecho a presentar las pruebas que acrediten sus defensas y
excepciones y a oponerse a la recepción o a contradecir las probanzas
rendidas por la parte actora y, finalmente, a formular alegatos y ser
notificado oportunamente del fallo que en el proceso se dicte. La
extrema gravedad de esta violación procesal ha permitido la
consagración del criterio de que el emplazamiento es de orden público y
que los Jueces están obligados a investigar de oficio si se efectuó o no y
sí, en caso afirmativo, se observaron las leyes de la materia.
2.2. Efectos
El artículo 315 del CPC prevé cuáles son los efectos del
emplazamiento, a saber:
I. Prevenir el juicio a favor del Juez que lo hace;
II. Sujetar al emplazado a seguir el juicio ante el Juez que lo
emplazó, siendo competente al tiempo de la citación, aunque
después deje de serlo con relación al demandado, por que
éste cambie de domicilio o por otro motivo legal;
III. Obligar al demandado a contestar ante el Juez que lo
emplazó, salvo siempre el derecho de provocar la
incompetencia;
IV. Producir todas las consecuencias de la interpelación judicial,
si por otros medios no se hubiere constituido ya en mora el
obligado; y,
V. Originar el interés legal en las obligaciones pecuniarias sin
causa de rédito.
2.3. Nulidad
Son aplicables al emplazamiento todas y cada
una de las notas atinentes a la nulidad de las
notificaciones.
Como ha quedado dicho con anterioridad,
cuando se reclame la nulidad de actuaciones
por falta o defecto en el emplazamiento,
deberá formularse el reclamo respectivo en
la vía incidental.
El incidente relativo es considerado de previo
y especial pronunciamiento, por lo que tiene
efectos suspensivos respecto del proceso.
2.4. Forma
Cuando nos referimos a la forma del
emplazamiento, necesariamente aludimos a las
formalidades que deben observarse en su
práctica.
Respecto de esas formalidades, debe tenerse
siempre en mente que las mismas no tienen otra
finalidad que la de garantizar, hasta donde sea
racionalmente posible, que el demandado tenga
noticia cierta y plena del inicio de un juicio en su
contra y de sus consecuencias, pues sólo así
tendrá realmente la oportunidad de defenderse.
El artículo 79 del Código de Procedimientos Civiles regula la práctica
de la primera notificación o emplazamiento en los términos
siguientes:

“Artículo 79. La primera notificación se hará en la casa designada al


efecto y en la persona misma del que deba de ser notificado, y no
encontrándolo el notificador y cerciorado de que el notificado vive en
dicha casa y está en la población, le dejará citatorio para hora fija dentro
de las veinticuatro horas siguientes, y si no espera, se le hará la
notificación por instructivo, en el que se expresará el nombre y apellido
del promovente, el tribunal o Juez que mande practicar la diligencia, la
determinación que se notifique, la fecha y la hora en que se deje y el
nombre y apellido de la persona que lo reciba.
El instructivo, lo mismo que el citatorio, se entregarán a la esposa, hijos,
parientes, domésticos del notificado o a cualquiera otra persona que viva
en la casa y si se negaren a recibirlos o ésta se hallare cerrada, el
citatorio y el instructivo se fijarán en la forma que previene el artículo 84;
de todo lo cual se asentará razón en la diligencia. Si se trata de notificar
la demanda, se entregarán además, las copias del traslado, o en su caso,
éstas quedarán en la secretaría a disposición del demandado.”
El contenido de dicho precepto legal permite deducir
que, en la práctica de todo emplazamiento -con
independencia de las peculiaridades de hecho que
pueden presentarse- deben tomarse medidas
indispensables, a saber:
Llevarlo a efecto en el domicilio señalado para esa
finalidad.
Procurar practicarlo en la persona misma del que debe
ser notificado.
Cerciorarse de que el notificado vive en ese domicilio.
Recabar la firma del notificado o en caso de que se
niegue a estamparla, asentar esa circunstancia y la razón
argüida para esa negativa.
En todo emplazamiento deben entregarse las copias de
traslado
Tales medidas constituyen precauciones
previas a la práctica formal del
emplazamiento, de cuya observancia
depende la validez del mismo.

Para atenderlas se sugiere llevar a cabo lo


siguiente:
 Verificar que exista coincidencia entre el domicilio
señalado por el actor para llamar a juicio a la parte
demanda y aquél en el que pretenda constituirse.
(Vgr. Confirmar que el nombre de la calle, número
oficial y colonia se correspondan con los datos que
obren en el expediente, recurriendo a medios
usualmente aceptados para ello, como placas,
números exteriores, Departamento de Nomenclatura
del Ayuntamiento, etc.)
 Al llamar al domicilio, preguntar directamente por la
persona o personas a quienes debe emplazarse.
 De recibir información de que quien atiende es el
demandado, requerirlo de identificación y en caso de
negarse, recabar datos fisonómicos y de media
filiación y asentarlos en el acta.
 Cerciorarse de que en ese domicilio vive el
demandado, pues de tratarse de un domicilio
convencional y no del real, el emplazamiento puede
adolecer de nulidad.
Novena Época; Registro: 197291; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito;
Jurisprudencia; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; Tomo : VI,
Diciembre de 1997; Materia(s): Civil;Tesis:VIII.1o. J/6; Página: 574
EMPLAZAMIENTO. DEBE PRACTICARSE EN EL DOMICILIO REAL
DEL DEMANDADO Y NO EN EL SEÑALADO
CONVENCIONALMENTE (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
COAHUILA). El domicilio que convencionalmente fijan las partes al celebrar un
contrato, no constituye necesariamente el domicilio en donde deba llevarse a cabo
la diligencia de emplazamiento, pues ese señalamiento convencional debe estimarse
como designado para efectos de cumplir las obligaciones contraídas en el contrato;
empero, el emplazamiento, por constituir una formalidad esencial del procedimiento,
debe practicarse precisamente en el domicilio donde viva el demandado, atento lo
dispuesto por el artículo 114, fracción I, del Código de Procedimientos Civiles del
Estado de Coahuila, domicilio que no es otro sino aquel donde una persona se
encuentra residiendo.
 En el acta relativa, no debe omitirse el señalamiento de los
medios a través de los cuáles el actuario se cercioró de que
el domicilio en el que se constituyó es el del demandado,
pues de hacerlo, el emplazamiento adolecerá de nulidad.
Novena Época; Registro: 168330; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Tesis Aislada;
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; Tomo : XXVIII, Diciembre de
2008; Materia(s): Civil;Tesis: XIX.1o.7 C; Página: 1002
EMPLAZAMIENTO A PERSONAS FÍSICAS. SI EN LA RAZÓN DEL
ACTUARIO SÓLO SEÑALA QUE EL DOMICILIO DEL DEMANDADO ES
CORRECTO POR ADVERTIRLO DE LAS NOMENCLATURAS DE LAS
CALLES, NÚMERO, COLONIA Y CIUDAD, ELLO NO COLMA LAS
FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO, LO QUE
CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN A LAS REGLAS QUE LO RIGEN
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE TAMAULIPAS). El artículo 67, fracción III, del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado ordena que el emplazamiento a las
personas físicas se realice en el domicilio señalado por la parte que lo pide, el cual debe
corresponder con el lugar en donde habita el demandado; por tanto, el actuario, al
realizarlo debe cerciorarse de que queden satisfechas esas circunstancias y asentarlo en el
acta relativa. En esas condiciones, si en la razón del actuario no se señala que en el
domicilio en el que se constituyó para practicar el emplazamiento habita el demandado y,
en cambio, sólo refiere que se cercioró de que era correcto por así advertirlo de las
nomenclaturas de las calles, número, colonia y ciudad correspondientes, con estas
expresiones no se colman las formalidades esenciales del procedimiento, dado que esa
información no brinda la seguridad de que ese domicilio sea el lugar donde habita el
demandado. Consecuentemente, esa irregularidad constituye una violación a las reglas que
rigen el procedimiento y debe considerarse violatoria del artículo 14 de la Constitución
Federal.
 Si el cercioramiento parte de la información de
testigos, deben asentarse los datos pormenorizados
de esa fuente.
Registro: 172768; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Jurisprudencia; Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; Tomo : XXV, Abril de 2007; Materia(s):
Civil; Tesis:VI.2o.C. J/284; Página: 1419
EMPLAZAMIENTO. SI EL DILIGENCIARIO OBTIENE CERTEZA DE QUE
EL DEMANDADO VIVE EN EL DOMICILIO EN QUE SE CONSTITUYE POR
EL DICHO DE SUS VECINOS, DEBE CONSIGNAR MAYORES DATOS PARA
DOTAR DE EFICACIA AL MEDIO EMPLEADO PARA TAL EFECTO. El
cercioramiento que obtenga el diligenciario de que en la casa en que se constituye vive el
demandado, a quien ha de emplazar a juicio, constituye una formalidad esencial en la
práctica de esta actuación, por tanto, debe dejar constancia en autos de cuáles fueron los
medios de que se valió para arribar a la certeza de que se constituyó en el lugar correcto,
ante lo cual, la expresión genérica de que esa seguridad la obtuvo por la información
proporcionada por el vecino inmediato, vecinos del lugar, o alguna otra similar, no permite
tener por satisfecho este requisito, ni sostener la legalidad del llamamiento a juicio, en
tanto no constituye la razón pormenorizada de su actuar; además, esas expresiones deben
robustecerse con datos que reflejan que los hechos asentados en el acta respectiva
corresponden a la realidad, en el entendido de que ello se obtiene si en el acta respectiva
se incluyen mayores elementos, entre los que están, a manera de ejemplo, el nombre del
vecino, su domicilio, su media filiación, incluso solicitar su identificación para corroborar su
afirmación, que firmara el acta, o bien, cualquier otro que lograra corroborar lo asentado
por el diligenciario, ya que la consignación de esas particularidades brinda certidumbre de
que el demandado no quedó inaudito y tuvo a su alcance la oportunidad de defenderse.
 La firma es la manifestación gráfica de la voluntad de una
persona. En un emplazamiento debe recabarse la firma del
notificado, pero de no querer suscribir la actuación, debe
asentarse así en el acta, señalando las razones para que ello
no ocurra.
Novena Época; Registro: 194071; Instancia: Primera Sala; Jurisprudencia; Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; Tomo : IX, Mayo de 1999;
Materia(s): Civil;Tesis: 1a./J. 15/99; Página: 240
NOTIFICACIONES. LOS NOTIFICADORES DEBEN SEÑALAR
CLARA E INDUBITABLEMENTE LA RAZÓN POR LA QUE LOS
COMPARECIENTES NO FIRMARON EL ACTA RESPECTIVA
(LEGISLACIONES DE LOS ESTADOS DE JALISCO Y VERACRUZ).
Los artículos 84 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de
Veracruz y 125 (reformado) del Código de Procedimientos Civiles para el
Estado de Jalisco obligan al notificador, en su calidad de funcionario investido de
fe pública, a señalar de manera clara e indubitable el hecho de que la persona
con quien se entendió la diligencia no firmó el acta correspondiente, haciendo
constar la circunstancia de dicha negativa; es decir que deberá señalar si el
interesado dijo no saber, no poder o no querer firmar; sin que sea necesario
verificar la autenticidad de su dicho, ni el motivo aducido para no poder, no
querer o no saber hacerlo, ya que a esto no se advierte que lo obliguen los
preceptos citados.
 Las copias de traslado tienen como finalidad
esencial el enterar al accionado del contenido de
la demanda y de los documentos que se anexaron
a la misma. Por ende, su entrega constituye una
formalidad del emplazamiento, pues sólo así aquél
podrá comparecer a dar respuesta a ella y a
excepcionarse, de considerarlo pertinente.
 Por ende, en el acta debe dejarse sentada la
entrega de dichas copias y en caso de que no
sean recibidas, por cualquier causa, hacer notar
que se informó a la persona con quien se practicó
la diligencia que las mismas quedan a disposición
del demandado en la Secretaría del Juzgado.
Novena Época; Registro: 196398; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito;
Tesis Aislada; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta;
Tomo:VII, Mayo de 1998; Materia(s): Civil;Tesis: XI.2o.67 C; Página: 1013

EMPLAZAMIENTO, FORMALIDADES EN LA ENTREGA DE


LAS COPIAS DEL TRASLADO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO
DE MICHOACÁN). El artículo 80, párrafo segundo, del Código de
Procedimientos Civiles del Estado establece que: "El instructivo, lo mismo
que el citatorio, se entregarán a la esposa, hijos, parientes, domésticos del
notificado o a cualquiera otra persona que viva en la casa y si se negaren a
recibirlos o ésta se hallare cerrada, el citatorio y el instructivo se fijarán en
la forma que previene el artículo 85; de todo lo cual se asentará razón en
la diligencia. Si se trata de notificar la demanda, se entregarán además, las
copias del traslado, o en su caso, éstas quedarán en la secretaría a
disposición del demandado."; de lo que se sigue que tratándose de la
diligencia de emplazamiento, cuando la casa se hallare cerrada, o bien, que
se practique con persona distinta del demandado y ésta se negare a recibir
el citatorio o instructivo, éstos se fijarán en la puerta del domicilio; sin
embargo, ello no debe hacerse con las copias del traslado, las cuales
deberán quedar en la secretaría del juzgado a disposición del demandado,
por así disponerlo expresamente el precepto en comento.
Precisadas las medidas esenciales que deben
observarse en la práctica del emplazamiento,
conviene ubicar los supuestos de hecho que
pueden presentarse en su verificación, a
saber:

1. Que el demandado se encuentre presente.


2. Que el demandado no se encuentre presente.
Que comprende dos supuestos:
a. Cuando se requiere de su presencia y espera.
b. Cuando se requiere de su presencia y no espera.
2.5. Emplazamiento cuando el demandado se
encuentra presente
El artículo 79 del CPC prevé que el
emplazamiento debe llevarse a cabo,
preferentemente, en la persona misma del
que debe ser notificado.
Es decir, debe entenderse con el propio
demandado.
Este supuesto se propone seguir la
siguiente dinámica:
Constitución en el
domicilio señalado
en autos.
Emplazamiento y
entrega de copias
de traslado
Verificación de
coincidencia de
domicilio
Identificación y
cercioramiento de
que viva en ese
Búsqueda del lugar
demandado

SI

¿Se le encuentra?
Procedimiento
NO señalado para el
caso 2
Identificación del funcionario judicial

EMPLAZAMIENTO
Explicación de la naturaleza de la diligencia

Lectura del auto admisorio de la demanda

Indicación del término para contestarla

Apercibimientos

Firma
2.6. Emplazamiento cuando el demandado no
se encuentra presente
En caso de que el demandado no se
encuentre presente, el artículo 79 del
CPC prevé el uso del citatorio.
Este medio de comunicación procesal tiene
como finalidad el hacer del conocimiento
del demandado que deberá aguardar al
funcionario judicial a una hora fija, dentro
de las 24 horas siguientes.
Este supuesto se configura cuando
habiéndose constituido el actuario en el
domicilio fijado para el emplazamiento,
recibe noticia por parte de quien lo
atiende, que el demandado no se
encuentra en ese momento.
Cerciorado de que ese es el domicilio del
accionado, debe dejarle citatorio para que
lo aguarde a una hora que debe fijar y que
debe estar comprendida dentro de las 24
siguientes.
El señalamiento de la hora de espera en el citatorio debe
atender a las reglas del sentido común, de la lógica y de
la experiencia, a las circunstancias que le hayan
sido manifestadas en la primera búsqueda o, incluso,
al contexto del lugar o población, a fin de que en lo
posible, se garantice que el interesado tenga real
conocimiento del citatorio, ya que sólo así se lograría
que el emplazamiento cumpla su cometido, que en el
caso consiste en hacer del conocimiento efectivo del
buscado el inicio o trámite de un juicio instaurado en su
contra, a fin de contar con la oportunidad real de
defensa.
Además, en la razón actuarial correspondiente deben
señalarse las razones por las que el notificador
determinó la fijación de determinada hora en el
citatorio, puesto que al tratarse de un acto de
autoridad, el mismo debe gozar de la debida
fundamentación y motivación.
Jurisprudencia por contradicción número 1a./J. 186/2005, visible en la página 277 del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXIII, Febrero
del 2006, que indica:
“EMPLAZAMIENTO. PARA EL SEÑALAMIENTO DE LA HORA DE ESPERA
EN EL CITATORIO DEBE ATENDERSE A LAS REGLAS DE LA LÓGICA Y DE
LA EXPERIENCIA, O INCLUSO AL CONTEXTO DEL LUGAR O POBLACIÓN
(INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 80 DEL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTOS CIVILES DEL ESTADO DE MICHOACÁN). Las reglas
establecidas para la práctica del emplazamiento, como formalidad esencial del
procedimiento que debe cumplirse en respeto a la garantía de audiencia prevista en el
artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tienen como fin
último evitar que el demandado quede en estado de indefensión. En congruencia con lo
anterior y de conformidad con el artículo 80 del Código de Procedimientos Civiles para el
Estado de Michoacán, se concluye que en aquellos casos en que el actuario no encuentre
al demandado y deba dejarle citatorio para que lo espere a una hora hábil fija dentro de
las 24 horas siguientes, el funcionario que practica la diligencia no puede arbitrariamente
fijar cualquiera que esté dentro de dicho término, pues el ejercicio de la referida facultad
no puede ser arbitrario o caprichoso, sino que, por el contrario, para el señalamiento de la
hora de espera en el citatorio debe atenderse a las reglas de la lógica y de la experiencia;
a las circunstancias que le hayan sido manifestadas en la primera búsqueda, o
incluso al contexto del lugar o población, a fin de que, en lo posible, se
garantice que el interesado tenga conocimiento del citatorio, ya que sólo así
la diligencia cumplirá su cometido, el cual consiste en hacer del conocimiento efectivo
del buscado el inicio o trámite de un juicio instaurado en su contra, a fin de tener
oportunidad real de defenderse. Debiéndose además expresar en la razón actuarial, los
motivos por los que el notificador señaló determinada hora en el citatorio, ya que al
tratarse de un acto de autoridad, debe gozar de la debida fundamentación y motivación.”
El citatorio debe entregarse a:
A la esposa
A los hijos (siempre que sean mayores de
edad)
A los parientes
Domésticos
Domésticos
Cualquier persona que viva en la casa.

De existir negativa a recibir el citatorio, debe fijarse


en la puerta de entrada y si la casa tuviera varias, en
cualquiera de ellas, debiendo hacerse constar así en
el expediente (Art. 84 CPC)
¿El demandado
Constitución en el
esperó?
domicilio señalado
en autos.

El actuario regresa
a la hora fijada SI NO
Verificación de
coincidencia de
domicilio
Se deja citatorio
A B
para que aguarde a
una hora fija dentro
Búsqueda del de las 24 sigs.
demandado

NO

¿Se le encuentra?
Procedimiento
SI señalado para el
caso 1
A. Cuando el demandado espera al actuario
a la hora fijada en el citatorio

En este caso, se procederá a practicar el


emplazamiento personal con el accionado
en los términos y con las formalidades
señaladas con anterioridad.
B. Cuando el demandado no aguarda.
aguarda. Uso
del Instructivo
Instructivo..

En caso de que, al regresar el actuario al


domicilio a la hora fijada en el citatorio,
recibe información de que el demandado
no lo aguardó o no se encuentra,
entonces procederá a practicar el
emplazamiento mediante instructivo.
El instructivo es el documento mediante el
que el actuario notifica al demandado, en
su domicilio, una resolución judicial.
Este documento siempre es entregado a
persona distinta de las partes, pues el
supuesto para que proceda una
notificación por este medio, se actualiza
cuando los interesados no son
encontrados en el referido domicilio.
Al igual que el citatorio, el instructivo
puede ser entregado a la esposa, hijos
(mayores), parientes, domésticos del
notificado o a cualquier persona que viva
en la casa.

Cuando exista negativa de recibirlo, se


procederá a fijarlo en la puerta de
entrada de la casa.
En el instructivo se contendrán los
siguientes datos:
 El nombre y apellido del promovente
 El tribunal o juez que mande practicar la
diligencia
 La determinación que se notifique (el auto de
admisión de demanda y los posteriores que
obren en autos)
 La fecha y hora en que se deje
 El nombre y apellido de la persona que lo
reciba
 En caso de que el actuario reciba noticia de que
de que el demandado se encuentra en ese
momento, accidentalmente, fuera de la
población en que está ubicada la casa, la
notificación se hará mediante instructivo,
previo citatorio, dejando en su caso las copias
de los traslados y asentando razón de esa
diligencia.
 En este caso, la notificación debe tenerse por
hecha 8 días después de la fecha en que se
entregue o fije el instructivo. (Art. 80 CPC)
2.7. El emplazamiento a terceros extraños al
juicio

Por disposición del artículo 82 del CPC, la


primera notificación que deba hacerse a
terceros extraños a juicio debe atender a
los mismos lineamientos y formalidades
antes expresados.
La Notificación
en Materia Civil

Tema 3. Las notificaciones de


los autos
 En el curso del proceso, la autoridad
judicial emite constantemente
resoluciones, llamadas autos o decretos.
 Todas y cada una de ellas deben ser
hechas del conocimiento de las partes e
interesados.
 A continuación habremos de ocuparnos
de destacar las formalidades que deben
observarse en la práctica de ellas.
3.1. Notificaciones personales
Se ha indicado con anterioridad que solamente
determinadas resoluciones judiciales deben ser
notificadas personalmente.
Las mismas se encuentran enlistadas en el artículo 83
del CPC.
Cuando deban efectuarse personalmente, las
notificaciones se practicarán por el actuario si las
partes ocurren ante el juzgado o tribunal el mismo
día en que se fije la lista o al siguiente día hábil,
durante las horas de despacho. (Art. 86 CPC)
De no acudir, deberá hacerlas en el domicilio señalado
en autos dentro de las 24 horas.
3.2. Notificaciones por lista

Los secretarios del STJE y de los juzgados


deben fijar diariamente -concluido el
acuerdo-, una lista que consigne los
negocios de que se trate, los nombres de
los interesados en ellos y una síntesis de
las resoluciones dictadas.
Las listas se publicarán en la puerta de la
oficina judicial o en el espacio destinado
para ello (estrados).
Estas listas deben firmarse y sellarse por el secretario y
coleccionadas, se conservarán bajo su responsabilidad,
para comprobar que la notificación quedó hecha por
medio de lista. (Art. 87 CPC)
Cuando no se ordene expresamente que la notificación
se practique de manera personal en el auto o
resolución, se entenderá que la misma debe
practicarse por lista.
En este caso, el actuario no tiene mayor actividad que
realizar.
En el supuesto de que alguna de las partes no tenga
señalado domicilio para recibir notificaciones
personales, la notificación se entenderá hecha por
lista.
En este supuesto, el actuario debe sentar razón en el
expediente de que la parte no tiene señalado
domicilio y que la notificación del auto de que se
trate surte sus efectos por lista.

Al respecto, vale indicar que con independencia de la


fecha en que se asiente la razón, la notificación se
entenderá hecha a las 24 horas del día siguiente hábil
al de la publicación de la lista.
3.3. Notificaciones por instructivo
Cuando la notificación deba efectuarse de manera
personal, puede ocurrir que la parte a quien se
efectúe no se localice en el domicilio que señaló para
tal finalidad, o bien, que éste se encuentre cerrado o
deshabitado, que se ha mudado de casa, que quien
atienda la actuación se niegue a recibirla.

En este caso, puede hacerse uso del instructivo.


3.4. Notificación a personas morales
Una persona moral es una entidad ficticia, cuya
personalidad jurídica se manifiesta y ejerce por
conducto de representantes; pues dada su naturaleza
necesitan de personas físicas, gerentes o
administradores, que las representen, que obren en
nombre de ellas, dado que las ficciones no obran ni
pueden obrar por sí.
Luego entonces, para llamar a juicio a estas entidades,
como formalidad del emplazamiento es necesario
realizarlo por conducto de sus representantes legales.
Igual circunstancia debe ocurrir respecto de las
notificaciones.
La Notificación
en Materia Civil

Tema 4. Casos prácticos y


ejercicios

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