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TOBELEM, MARIO. El Libro de Grafein. Teoría y Práctica de Un Taller de Escritura. Santillana Aula XXI. Buenos Aires, 1994 PDF
TOBELEM, MARIO. El Libro de Grafein. Teoría y Práctica de Un Taller de Escritura. Santillana Aula XXI. Buenos Aires, 1994 PDF
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Mario Tobelem es profesor en Lelras. egresado de la Uni-
versidad de Buenos Aires.
Su actividad, siempre asociada al pensamiento creativo.
recorre la literatura, los juegos y la publicidad. En lo
estrictamente literario -aparte de encabezar la experiencia
El ibro de rafein
de Grafein- ha dictado cursos, prologado antologías,
Teoría y práctica de un taller de escritura
traducido a cummings y publicado notas criticas y ensayos
teóricos.
En el campo Indico, es inventor de juegos de tablero, de
naipes (que recopiló en un libro), de palabras, crucigramas
Mario Tobelem
y acertijos. Creó y produjo programas radiales y revistas
del género.
Como publicitario, lúe director creativo de diversas agen-
cias. Actualmente dirige la suya propia. El grupo Grafein. La experiencia que dio origen
nacido en 1974 alrededor de la cátedra de Noé Jitrik, núcleo a los talleres de escritura.
-no exclusivamente- a estudiantes avanzados de la carrera
de Letras. Muy pronto se independizó de la Facultad, tomó La reseña original de su historia, su método,
nombre y se convirtió en una suerte de cooperativa y sus productivas "consignas" para escribir.
privada.
Durante la actividad reseñada en este libro la conformaban
Liliana Albamonte. Maite Alvarado, Alcira Bas, María Trini-
dad Correa, Héctor Fodaro, Silvia Adela Kohan, Sixto Martí-
nez. Mará Pires, María del Carmen Rodríguez, Cristina
Santiago, Daniel Samoilovich y Mario Tobelem. Entre las
diversas ocupaciones actuales de estos ex miembros de
Grafein se cuentan la coordinación de talleres, la
investigación, la docencia, el periodismo, la narrativa, el
teatro y la poesía.
AULA XXI
AULA XXI
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OBSEQUIO
El libro DEL
EDITOR
de Grafeiit
Teoría y práctica de un taller de escritura
Mario Tobelem
AULA XXI
fe
Santularia
El libro de Grafein
Teoría y práctica de un taller de escritura
Aula XXI I
San tillana / Argentina Idea y Dirección:
Mario Tobelem
Proyecto editorial: Emiliano Martínez Rodríguez
Dirección: Herminia Mérega
Redacción:
Maite Alvarado
María del Carmen Rodríguez
Mario Tobelem
Recopilación:
Alcira Bas
í María Trinidad Correa Silvia
Adela Kohan Cristina
Santiago
s
PRÓLOGO .......................................
METODOLOGÍA ...................................................................... 13
CONSIGNAS ............................................................................ 25
TEORÍA..................................................................................... 61
HISTORIA ................................................................................ 89
DOCUMENTOS ....................................................................... 99
PRÓLOGO
Excepto las erratas -que en todo caso serán otras- lo que sigue a
este prólogo es el libro Teoría y práctica de un taller de escritura,
tal como fue publicado por Altalena (una editorial española ya ex-
tinguida) en 1981.
Desde entonces y hasta hoy, por algunas razones que com-
prendo y otras que no, aquellas 120 páginas se han convertido, co-
mo ciertas películas clase B, en un «objeto de culto».
Es verdad que el libro de Grafein fue siempre difícil de conse-
guir. Buena parte de la edición se vendió en Madrid y Barcelona.
Su distribución en Buenos Aires fue mezquina, y en el interior del
país, nula. Unos pocos ejemplares comenzaron a circular ávida-
mente de mano en mano. Las versiones fotocopiadas rebasaron a
las legítimamente impresas en offset. Hubo quien lo mandó a
comprar a la madre patria, y quien me hizo una oferta inverosímil
por los dos o tres libros que aún atesoro.
Esta escasez contrastó con la proliferación de los talleres de es-
critura y su posterior ingreso a las aulas de colegios secundarios y
primarios, privados y estatales. Se editaron antologías de talleres,
tratados sobre talleres, notas periodísticas sobre talleres. La rareza
denominada taller de escritura se había tomado natural.
Finalmente, quiero reivindicar 10 que considero más propio de
Pero la incidencia de Grafein fue más allá. El método fue adaptado
Grafein y más íntimamente mío: la ausencia de juicios de valor. Como
-no me pregunten cómo- a disciplinas de lo más variadas: pintura,
se explica en el cuerpo del libro, Grafein jamás pretendió enseñar a
escultura, fotografía, expresión corporal, composición musical. Yo
escribir a nadie, sino provocar una práctica y trabajar sobre los
mismo asistí a un «grupo de canto para desafinados» que recordaba
resultados... sólo para profundizar y enriquecer esa misma práctica. Es
expresa y vagamente los postulados de Grafein. (Si desean conocer el
probable que la mayoría, o todos, seamos mejores escritores (si esta
final de la historia, les diré que desafino casi tan bien como antes.)
expresión tiene algún sentido) después de Grafein que antes. Pero para
A esta altura del partido, me gustaría dejar claro qué pertenece a
Grafein ese no era más que un beneficio secundario, de ninguna manera
Grafein y qué no. Puesto que considero a mi memoria como la parte
un objetivo. Otros grupos de taller, inclusive algunos coordinados por
más frágil de mi cuerpo, encabezaré las próximas frases con la palabra
ex miembros de Grafein, abandonaron aquella premisa. Lo mismo
«creo» -término que sin embargo no reduce mi convicción en cada
ocurrió al insertarse el taller en la escuela, donde la finalidad didáctica
caso-.
parece ser ineludible. Hoy no me parece mal ese giro de los
Creo que fui el primero en acuñar la expresión «taller de escritura»,
acontecimientos, pero déjenme aclarar que eso no es Grafein.
que hoy nos parece obligatoria, obvia. Lo propio de 1974 eran los
¿Qué es? Lean el libro. No he querido corregirlo, cosa que le vendría
«talleres literarios» (el más famoso y respetado, el de Nicolás
bien, ni mucho menos actualizarlo, cosa que no sabría hacer. He
Bratosevich). La noción de escritura, en los sentidos que marcaban
preferido dejarlo tal como estaba, tal como fue leído y fo-tocopiado y
Derrida o Kristeva, no se asociaba a la práctica concreta, al escribir.
querido vi discutido y usado y abusado. Muchos conceptos teóricos
Creo que también fui el primero en denominar «consignas» a lo que
habrán pasado de moda. Muchas ideas estarán superadas. Nosotros ya
antes se hubiese llamado «ejercicios». no somos, ay, los mismos. Pero los nuevos, los curiosos, los que quieren
En cuanto a las consignas propiamente dichas, intenté al principio formarse su propia opinión o hurgar la verdadera historia, encontrarán
«comprarlas hechas» y me puse a revisar los consejos de Flaubert, las tal cual aquello que durante trece años fue casi inencontrable: el libro de
propuestas de Queneau y cosas por el estilo. Pero cuando la primera Grafein.
reunión del primer taller se hizo inminente, un rato antes de comenzar,
no tenía nada. Agarré un soneto de Mare-chal que me gustaba, elegí una Mario Tobelem
palabra de cada verso, y una vez enfrentado a las treinta o cuarenta
personas que asistieron ese día, les propuse «rellenar el espacio» entre
esas palabras sueltas. Y resultó.
Durante ese año inventé un par de consignas por semana. Al año
siguiente pedí colaboración, y la. fábrica de consignas creció
considerablemente. En resumen, son contadisimas las que tomamos de
aquí o allá, y casi todas nacieron enteramente dentro de Grafein.
Todavía hoy me asombra encontrar nuestras consignas en «autores»
que no citan la fuente, y que a veces ni se han tomado el trabajo de
cambiar los textos base: por ejemplo, proponen rellenar el espacio ¡con
las mismas palabras de aquel soneto de Ma-rechal!
METODOLOGÍA
Entrada
Nada sabemos —poco sabíamos— de dinámica de grupos; mucho De entrada, se advierte a los candidatos que el taller —nuestro
sabemos —algo sabíamos— de dinámica de textos. Nos atuvimos a lo taller— no enseña a escribir ni mejora escritores. «No se hablará
conocido. siquiera de técnicas», se les dice a quienes solicitan aprender monólogo
Si el texto manda, el poder (al menos el lugar, la personalización del interior o cuentos o métrica; «ni corregiremos presuntos errores», se les
poder) se pulveriza rápidamente. avisa a los eternos preocupados por su ortografía y/o sintaxis; «no se
Si el texto manda, nos mandamos a trabajar. administrará ningún saber escribir».
Y el poder deviene poder escribir, poder leer, poder comentar. Ante tal desesperanza, algunos optan, sanamente, por buscar otro
Del resto, apenas nos ocupábamos. rumbo (en algún caso llegamos, si no a derivar, sí a sugerir lugares
¿Tuvimos suerte? Puede ser. ¿No hay ningún mérito? Eso es casi donde se imparte o pretende impartir ese tipo de conocimientos).
seguro. El asunto era trabajar. Premio: el enriquecimiento Para nosotros, los textos se presentan, por definición, como in-
—volveremos sobre esto— producido por el trabajo mismo. Ninguna mejorables. Todos lo son, porque son lo que son. Un texto no tiene otra
meta pretenciosa obstaculizaba la tarea. No íbamos a publicar ningún posibilidad que ser él mismo; y como tal debe ser analizado. Toda
libro, ni a realizarnos como escritores, ni a consagrar una postura ni a modificación lo convierte, brutalmente, en otro texto tan inmejorable o
adquirir una cantidad mensurable de conocimientos ni nada por el impeorable como aquél.
estilo. El resultado —texto, lectura, comentario, ampliación de la La comprensión —*o mejor dicho, la aceptación— de una verdad
perspectiva— comenzaba a obtenerse inmediatamente después del tan simple nos facilita enormemente la tarea. En lugar de bregar por ese
esfuerzo. texto que antes de comenzar el taller se prometieron escribir, en lugar de
Si el centro de la cuestión era trabajar textos como si fuéramos «comprar» hoy el taller esperando un beneficio futuro, los talleristas se
textos sólo para obtener... textos, no descuidábamos los flancos. Y relajan rápidamente y comienzan a disfrutar de cada texto propio actual,
aventábamos los ruidos con reglas claras y estables; cuidado de la no por si muestra un avance hacia, sino por lo que provoca: un trabajo
disciplina sin distingos; cordialidad y hasta cortesía en el trato; ausencia en.
de fisuras entre nosotros, etc. Desde el punto de vista pedagógico,
sentido común y ningún misterio. Se escribe en taller
La producción global —esto es, esa operación múltiple, dife-
renciada, compartida, rica, sobre los textos— comenzaba práctica- El taller se plantea como un laboratorio donde lo exterior no cuenta.
mente desde la primera reunión y se hacía un hábito excluyente a partir No es un lugar para la mostración, sino para la acción; los par-
de la tercera o cuarta. ticipantes no detentan un «pasado» literario ni precisan tenerlo; y los
Una vez que dábamos e! impulso inicial, era seguro que los grupos textos no sometidos a las condiciones del laboratorio, simplemente no
se terminarían armando más allá de nosotros. Y mientras participaron se consideran.
de Grafein, los propios grupos defendían su ámbito de trabajo contra Si nos interesa la producción de un texto, el trabajo de/en la
toda intromisión; si alguien disturbaba la tarea, lo enfrentaban e, significación, el análisis de las condiciones de producción de la es-
inclusive, llegaban a rechazarlo. De modo que tuvimos que resolver critura, no parece demasiado práctico revisar textos donde esas
muy pocos problemas individuales. condiciones son totalmente desconocidas para nosotros.
En general, lo que faltó de agresión sobró de buen humor. Las Aparte de facilitarnos el trabajo, de encuadrar una función, esto
reuniones de taller eran esencialmente divertidas; las consignas, más significa, en la práctica, que quienes, por ejemplo (y tuvimos
bien percibidas como juegos, como desafíos, como ocasiones para usar
y admirar la gracia y el ingenio. Y reír, nos reíamos bastante.
16 Teoría y práctica de un taller de escritura Metodología 17
varios ejemplos), ya han publicado, no se sienten en la obligación de otra parte, amplísimo— de las respuestas dentro de ese limitado
ostentarlo o avergonzarse. Simplemente, se les induce a olvidar el universo (textos disímiles para una misma consigna bien estricta), se
asunto por el momento. conjuga con la recurrencia (en esos textos tan distintos) a determinadas
Y algo mejor: quienes nunca escribieron (y tuvimos, llamativa- operaciones de algún modo presupuestas ocultamente por la consigna.
mente, muchos talleristas así) no resultan inhibidos frente a los Entre los Documentos (ver) hay bonitos ejemplos.
presuntos «experimentados». No se requiere experiencia previa, hemos Este doble y simultáneo movimiento —variedad en las respuestas a
podido publicitar. lo mismo, más recurrencia en textos tan variados— conmovía a los
Al decir que se escribe en taller, no entendemos una ley física. El participantes y se transformaba en algo así como la incógnita de cada
ejercicio se plantea en una reunión, siempre. Puede escribirse en el ejercicio. ¿Cómo lo resolveré? ¿Qué harán los demás? ¿Qué
transcurso de esa reunión, o en casa, para la próxima. sobredeterminará esta consigna en mi texto? ¿Qué tendrá de común con
En cualquiera de los dos casos (solíamos alternar uno y otro), las los demás? ¿En qué se diferenciará? ¿Podré?, eran las preguntas
condiciones son iguales para todo el mundo: la consigna se da a conocer pensadas o sentidas por los talleristas frente a cualquier consigna.
al mismo tiempo, vale para todos, se otorga la misma duración, espacio Incluso «no cumplir» la consigna (mediante artilugios a menudo
y leyes; y los resultados se analizan inexorablemente en el «lugar» perversos o insólitos) se convertía en un presupuesto de la consigna
generado por todas esas marcas de laboratorio. misma. Una consigna malentendida, olvidada, trampeada —forma
limítrofe del juego— era igualmente productiva, igualmente analizable,
La consigna es el pretexto igualmente consigna.
De consignar, escribir.
Una consigna es para nosotros una fórmula breve que incita a la
producción de un texto. Por escrito
El lector podrá encontrar, más adelante, muchas de las que uti-
lizamos. Grave problema del taller: la divulgación interna de los textos. Al
Verá entonces que, en sus variantes más estrictas, una consigna principio, cada uno leía en voz alta lo escrito. En el mundo hay buenos y
puede limitar el número de palabras, imponer rimas o métricas precisas, malos lectores en voz alta (beneficio secundario del taller: con el
usar un número equis de tales y cuales signos de puntuación; en sus tiempo, algunos mejoraron; otros continuaron siendo un desastre). Y
formas más libres, proponer sencillamente escribir un diálogo, un texto cada cual se apura o se detiene, subraya o saltea, maneja el volumen de
«dorado en sus puntas» (entiéndase como se entienda) y hasta decir: su voz según cree que le conviene. Y cada voz es, de por sí,
«Consigna: imponerse una consigna y escribir en base a ella». particularmente tonal, rítmica, significativa. Resultado: los autores
A veces, la consigna parece lindar con el juego; en otras ocasiones, teñían sus lecturas de subjetividad (extratex-tual).
con un problema matemático. Pero cualquiera sea la ecuación, siempre Probamos cambiar los lectores, evitando que fuera el propio autor
la consigna tiene algo de valla y algo de trampolín, algo de punto de quien presentara su texto. Fue peor: a los problemas que teníamos, se
partida y algo de llegada. sumaron dificultades de entonación, de desentraña-miento de
Es esas cosas, sin duda, y otras. Pero sobre todo es un pretexto, un tachaduras y correcciones, etc.
texto capaz, como todos, de producir otros. O de producir el espacio Finalmente, optamos por exigir textos a máquina con copias para
donde se producen otros. todos. La lectura se hacía en silencio. Había, incluso, tiempo como para
En el mismo sentido en que las letras conforman —a su manera— un más de una lectura, algún apunte, etc.
universo lingüístico, la consigna limita el ámbito —por
18 Teoría y práctica de un taller de escritura Metodología 19
El trabajo mismo nos convenció. Por supuesto que, ante aquellas posturas que contradecían los
Pasada la primera impresión (que nos cuidábamos muy bien de principios básicos de la noción de taller de escritura, aceptábamos y
exhibir) y apenas nuestro discurso comenzaba a articularse a partir de un hasta provocábamos la discusión; pero la ley del enriquecimiento nos
texto, ese texto se revelaba materia de trabajo tan útil como el anterior y daba, antes, un amplio margen de maniobra.
el siguiente y el otro. Todos eran significativamente trabajables; y Además, convenía por igual a quienes deseaban incluir otros
aunque se nos hubiera impuesto hacerlo, no hubiésemos podido enfoques como a quienes deseaban excluirlos, en tanto esos enfoques se
determinar un «mejor» o un «peor». ubicaban en una zona neutral, compartida, digna de interés y sólo
Seguramente esto no era difícil de comprender, porque los parti- evaluable fuera de los límites del taller.
cipantes de los diversos talleres lo pescaron de inmediato. Y, salvo La ley del enriquecimiento valía también para otra clase de aportes
excepciones menores, no se escuchaban comentarios valorativos. prácticos. Entre nosotros (coordinadores y coordinados) había
Los beneficios prácticos de este punto metodológico son previsibles: especialistas en diseño gráfico, en cine, en análisis de mercado, en
al no esperarse un juicio de valor, los vedettismos y vanidades se juegos, en lenguas extranjeras, en composición musical. Cada uno en lo
desalientan rápidamente. Lo mismo ocurre, del otro lado, con los suyo, conocían y manejaban mecanismos de significación análogos,
temores o titubeos («¿estará bien?»). La tarea de coordinación se libra homólogos o simplemente distintos a los que operan en un texto. Y ésos
de cargas jurídicas y también se aliviana de culpas. El funcionamiento —más que los teóricos— resultaron los aportes más interesantes y
del grupo —apenas queda clara esta ley— gana en fluidez y diversión. enriquecedores.
Y lo más importante: los textos adquieren valor por su propia existencia,
no por la comparación, siempre errónea, con un determinado «modelo» Otros aportes
previo.
Dicho de otro modo, un escrito en taller cuenta no como un buen o A la hora de evaluar el «método» de algunos principios, no se
mal producto de una industria dada, sino como el —inevitable— punto pueden olvidar otros aportes «prácticos» de enorme importancia. Son
de partida de otra producción: la del taller mismo. ellos la revista, los informes, la organización e, incluso, la teoría,
considerados en cuanto a su función metodológica.
Ley del enriquecimiento
REVISTA
Aunque no es necesario otro saber que el saber escribir, tampoco es
cuestión de olvidar lo aprendido en aras de una estrechez de miras Revista de Grafein: publicación de circulación interna. 24 páginas
presuntamente funcional. de 17 x 22 cm. En blanco y negro. Contenido: una consigna, y unos
Por el contrario, aclarados los términos, estrictamente delimitado el
cuantos ejemplos de resolución. Y otros tantos ejemplos de resolución
campo de nuestro trabajo, podíamos aceptar los aportes de distintos
enfoques teóricos e, incluso, de otras disciplinas. de otras consignas. Algo de información sobre los cursos «Onetti» y
Las «ponencias» desde el psicoanálisis o la teoría de la comuni- «Poe». Algunos apuntes teóricos para enmarcar la tarea.
cación (ambas, las más usuales) eran bien recibidas, pero de inmediato Pese a las erratas, una publicación digna.
encuadradas en nuestro laboratorio. Su objetivo estaba así definido en el prólogo de su único número:
Es decir que, aceptadas como interesantes factores de enrique- «Las líneas, las hojas que siguen a ésta no constituyen, a juicio de
cimiento e incluso como lecturas calificadas, se destacaba su carácter de los editores, una revista literaria. Su periodicidad no es fija y su número
lecturas posibles, jamás únicas o preponderadas. Para ello, hacíamos de páginas es variables. Internamente, la publicación tiene un valor de
espejear esas lecturas en relación con los elementos, niveles y intercambio entre los diversos talleres de Grafein, y representa a la vez
configuración que escapaban a ellas. Y escapábamos, en consecuencia, una marca y un hito en el trabajo. Es también
al reduccionismo.
22 Teoría y práctica de un taller de escritura Metodología 23
un objeto de reflexión, como otro texto, ahora múltiple en su variado los textos, tendiendo redes o abriendo espectros; de otro modo dicho,
origen y en la somera multitud de sus 500 ejemplares. leyendo los cuatro o cinco textos como si fueran uno solo. Otro par de
Pero, además, estas hojas quieren valer, hacia adentro y hacia afuera, carillas, claro está.
como muestra de nuestros talleres de escritura e investigación. La El informe hubiese estado, así, completo. Pero —pensamos— un
muestra es necesariamente parcial, porque el trabajo también incluye trabajo no debe cerrarse si no produce, a su vez, trabajo. Venían, en
reflexión, estudio, juego, lectura. Doblemente parcial, porque se centra consecuencia, las Sugerencias de dos clases: por un lado, ejercicios
sólo en una etapa. Triplemente parcial, porque elige algunos textos y concretos, ya sea elegidos del repertorio del taller, ya sea creados ad hoc
documentos. Pero muestra al fin. para este tallerista y sus necesidades. Y por otro lado, una lista de
Para quienes tienen por esta publicación una primera noticia de lecturas sugeridas, relacionadas o no con la línea de trabajo de los textos
Grafein, tal vez pueda sugerirles —no otra cosa deseamos— el placer analizados. En la sección DOCUMENTOS, puede leerse un informe
variado e incesante de la escritura de taller ». completo a manera de ejemplo.
En la práctica, la revista resultó una nueva prueba escrita de la Considerando sus características —análisis detallado y duradero de
existencia de Grafein. Tanto es así, que pasamos a utilizarla luego como varios textos, consideración global de una línea de escritura,
carta de presentación: nuestro folleto empresario. multiplicación de los ejercicios, inclusión de la lectura como con-
Para los talleristas, significó mucho más de lo que con optimismo signa—, es fácil imaginar la utilidad práctica y la repercusión de los
esperaba el prólogo. Efectivamente, con la certeza de no ser los únicos informes.
en el mundo, cotejaron de algún modo su experiencia con los demás Pero no era, no fue, menos importante su múltiple función me
talleres; se asombraron ante soluciones distintas para consignas que todológica. <
conocían; criticaron; difundieron. Los talleristas constataban, a través del informe, el verdadero
Para quienes vieron sus textos incluidos, la revista significó una carácter grupal de nuestro trabajo: alguien —otro— de Grafein,
remotivación. Lo mismo —y todavía más valioso— para quienes no participando del mismo enfoque teórico, podía hacer producir
vieron allí sus textos. nuevamente sus textos.
Para todos, talleristas y coordinadores, la revista permitió una Recíprocamente, se demostraba la inagotabilidad de esos textos. Y
insólita forma de escritura: la impresa. su importancia; de hecho, se les dedicaba una muy seria monografía que
muchas veces superaba las quince o veinte carillas.
INFORMES La recepción, por otra parte, de un informe personal (no eran leídos
en conjunto, y las aclaraciones necesarias se hacían en un aparte)
Por escrito, consignábamos entre los principios metodológicos. definía también uno de los momentos individualizadores de la
Contradicción: los comentarios de los coordinadores eran puramente experiencia de taller.
orales. Corrían, por lo tanto, el riesgo de la imprecisión, la desmemoria, Para los propios miembros de Grafein, los informes son —como la
la inescritura. Entonces, los «informes». revista— otra prueba escrita de nuestro trabajo.
¿Qué eran? El análisis de una serie de textos de un tallerista.
El informante no era uno de los coordinadores, sino otro integrante ORGANIZACIÓN
de Grafein: en la mayoría de los casos, no conocía ni de vista a su
informado. Simplemente, recibía sus textos, seleccionaba cuatro o El carácter de «pequeña empresa» que adquirió Grafein a partir,
cinco, y se encargaba de analizarlos minuciosamente. justamente, de su organización y denominación, se constituyó en el
Texto por texto era, entonces, la primera parte de un informe. mejor respaldo para quienes se acercaban a un taller o a un curso.
Ocupaba, por lo general, más de cinco carillas.
Luego venía el análisis Global. Esto es, el intento de hilar entre
24 Teoría y práctica de un taller de escritura
^
Esto es clásico: no ofrecíamos el rostro de una persona y sus CONSIGNAS
eventuales estados de ánimo o de salud; era un equipo, un nombre, un
sello (un local hubiese sido, claro está, la institucionaliza-ción
completa), una entidad al fin.
Convención funcional: las «fallas» individuales no eran tan de
temer. No porque no existieran, sino por ser, justamente, individuales. Y
cuando alguien fallaba, había otro para corregirlo; cuando alguien
enfermaba, otro lo sustituía y así. Lo que funcionaba era un equipo.
Al mismo tiempo, «enfrentar» a un grupo incentivaba especu-
larmente la tendencia de los coordinados a sentirse, ellos mismos, un
grupo.
Tampoco es llamativo lo que ocurría con los coordinadores (pero es
necesario consignarlo): se sentían simultáneamente respaldados y
responsables.
FUNDAMENTO TEÓRICO Ochenta consignas. No son todas, pero están las principales.
Las que más se utilizaron. Las que más conocemos.
Más allá del inevitable prestigio a priori que merece cualquier teoría, Salvo alguna excepción, estos ejercicios fueron creados en y por
el hecho de que hubiera un fundamento teórico definido, común a todos Grafein.
los talleres, surgido de la'combinadón productiva de diversas líneas, con Y en Grafein se los denominó originalmente «consignas».
un buen porcentaje de elaboradón propia, fue otro respaldo básico de Consignar su propiedad intelectual es el primer paso; ahora
Grafein. podemos cederlas graciosamente.
No es éste el lugar de detallar esa posidón teórica (ver Teoría), sino
de considerar su buscada, o casual, fundón metodológica. Hay varias clases de consignas:
La principal: no había con quién discutir, sino más bien con qué. Al
analizar un texto, no se emitía —jamás— eso que se denomina «opinión DE COMPLETAMIENTO UBRE O RELLENADO: Las más simples:
personal». Antes bien, el coordinador era un operador de los postulados aquellas que, a partir de algunas palabras o pequeños textos, invitan a
de un grupo que se iba realimentando y redefiniendo teóricamente en continuar o completar (hada adelante, atrás, o en medio) el trabajo de
esa misma operadón. escritura.
Exhibíamos un planteo amplio, sí, pero preciso; no agresivo, pero DE COMPLET AMIENTO REGLADO O CON OPERACIÓN
firme; respetuoso, pero no concesivo. Puntos básicos bien definidos. No MARCADA: Donde, además de brindarse un punto de partida textual
casamiento con determinadas «marcas registradas» : apellidos, para continuarlo, se incorpora algún tipo de operación suplementaria
escuelas, etc. para realizar durante (o mejor dicho, en) la escritura. DE
Encuadre, referenda, principio ordenador, punto de partida y (móvil) TRANSFORMACIÓN LIBRE: Estas consignas proponen una tarea
lugar de llegada, la posidón teórica de Grafein resultó tan diferente: en lugar de proseguir, cambiar; en lugar de rellenar,
«metodológica» como «ideológica» su metodología. transformar lo que está. Dicho de otro modo: dado un texto, volverlo
otro diferente.
DE TRANSFORMACIÓN REGLADA: Aquí la transformación debe
realizarse no libremente, sino atendiendo a determinadas leyes o
restricciones preestablecidas.
26 Teoría y práctica de un taller de escritura
3 Por lo tanto, se visualiza la materialidad de la escritura (concepto a desa- Nota: Las palabras del texto base fueron tomadas de uno de los Sonetos
rrollar); y se verifica ese trabajo material en oposición a la inspiración y a la a Sophia de Leopoldo Marechal. Es el número 4 y se titula «Del admirable
creación ex nihilo. pescador». Asi es como —digamos— resolvió Marechal nuestro ejercicio:
6 Siendo que pueden excluirse hasta dos palabras, cabe observar cuáles se
eliminan y por qué. Complementariamente, ver qué asociaciones semánti- 2 PRINCIPIO DADO: ESCRIBIR UN TEXTO QUE COMIENCE ASÍ:
cas, fonéticas, etimológicas se.establecen entre las que quedan. «Sólo al filo de la muerte, en otro carnaval, el hombre había de develar el
enigma propuesto por el viejo titiritero aquella noche de copas y con-
fidencias en la única taberna del lugar.»
7 ¿Cuáles, de las palabras slegidas, son las más condicionantes? La expe-
riencia mostró que eran perdido, sin rumbo (reconstruida) y caminaba.
¿La causa? Estos términos ponen en escena: 3 PRINCIPIO, MEDIO Y PIÑAL DADOS: ESCRIBIR UN TEXTO QUE INCLUYA
LAS FRASES SIGUIENTES (la primera será la inicial, la tercera será la úl-
• ei problema práctico que específicamente plantea la consigna: encontrar un tima y la segunda estará colocada aproximadamente en el medio):
camino entre las palabras dadas;
• por extensión, la situación inicial del taller, el hallarse más o menos perdido • «Una fría neblina llegaba desde la bahía atravesando los bosques.»
tratando de rumbear en una situación nueva y desconocida; • «Movió la cabeza con lentitud, sonriendo y sudando.»
• más específicamente, la situación misma de la escritura, como práctica in- •«—Muy bien; entonces, llévame a verlas.»
vestigadora y buscadora de nuevos textos.
i
■ .Teoría y práctica de un taller, (¡¿.escritura ignas 31
• «¿Pero ¿con qué armas puede uno enfrentare a la mala fe cuando tiene 8 EPÍGRAFE: ESCRIBIR UN TEXTO QUE CORRESPONDA AL SIGUIENTE
la desgracia de ser puro de corazón?» EPÍGRAFE:
• «El sultán solitario se duerme pensando en ella, allí en su cama angosta
con perillas de metal.» «Hay dados y dóminos que se juegan en la cabecera del morir, para fu-
• «No hable mal de ese amor, Elizabeth; es bueno y fecundo. Hay en él turas evoluciones.»
nostalgia y melancolía, envidia y un poco de desprecio, y una completa,
casta felicidad.» SANTIAGO DABOVE
...
ri.
■a y practica de un tallcr.de escnt
11 NOVELA COLECTIVA: ESCRIBIR UNA NOVELA A RAZÓN DE UN CAPlTU-r (El ejercicio puede proseguirse: se intercambian al azar las listas de ad-
LO POR PERSONA. jetivos resultantes, y —a partir de la que le tocó en suerte— cada inte-
grante de taller resuelve la consigna: -Escribir un texto dados sus adjeti-
vos».)
^:¿¿«;v,-f:v>-.-^.i.; :::-•:■-^-v,,-, ..-..;. ;,.áv:^'
Teoría y práctica de i.
25 COLLAGE: ARMAR UN TEXTO UTILIZANDO EXCLUSIVAMENTE RECOR- •íbamos en el tren, y una señora vestida de amarillo, como una gallina
TES DE DIARIOS O REVISTAS. amarilla, cayó entre las dos filas de asientos, que se cambiaron repenti-
namente en una especie de platea, disgustada y espantada. Algunos
abandonaron el teatro.
Yo, como hipnotizado por la agonía, me puse a observar ese pecho que
subía y bajaba, y la cara que el espasmo y el ahogo transformaban en un
carnaval de caretas sucesivas cada vez más trágicas. Poco tiempo des-
pués vinieron algunos, tomaron el pulso, auscultaron y se fueron a pedir
socorro. Pero yo vi que el labio superior se replegaba en una mueca y se
levantaba como ia tapa de un piano de juguete. Los dientes blancos,
cuadrados, fuertes, y uno que otro negro alternando. Puse mis dedos en 29 SOBRE ARGUMENTOS DE GUILLAUME APOLLINAIRE: ELABORAR UN
ellos, y como nada resonara, ni en la laringe ni en el vientre. "Está muerta", TEXTO CON UNO DE LOS SIGUIENTES ARGUMENTOS CEDIDOS POR
dije.» APOLLINAIRE:
28 VERSIONES: ESCRIBIR POR LO MENOS TRES VERSIONES DEL SI- Pieza histórica: El famoso novelista Stendhal es el alma de un complot
GUIENTE TEXTO, CON LÍMITE MÁXIMO DE 150 PALABRAS CADA UNA: (bonapartista) que termina con la heroica muerte de una joven cantante
durante una representación del Don Juan en la Scala de Milán. Como
•Dora tenia por entonces catorce años. K habla convenido con ella y con su Stendhal se ha disimulado bajo un seudónimo, sale del paso admirable-
mujer que ambas acudirían por la tarde a su comercio, situado en la plaza mente. Grandes desfiles, personajes históricos.
principal de B, para presenciar desde él una fiesta religiosa. Pero luego
hizo que su mujer se quedase en casa, despidió a los dependientes y Ópera: El burro de Buridán duda entre satisfacer su sed y su hambre. La
esperó solo en la tienda la llegada de Dora. Próximo ya el momento en burra de Balaam profetiza que el burro morirá. Llega el burro de oro, come
que la procesión iba a llegar ante la casa, indicó a la muchacha que le y bebe. Piel de Burro muestra su desnudez a esa manada asnina. Al pasar
por allá, el burro dé Sancho piensa que probaría su robustez arrebatando a
esperase junto a la escalera que conducia al piso superior, mientras él
la infanta, pero el traidor Meló advierte al genio de La Fontai-ne, declara
cerraba la puerta exterior y bajaba los cierres metálicos. Pero luego, en
sus celos y azota al burro de oro. Metamorfosis. El principe y la infanta
lugar de subir con ella la escalera, se detuvo al llegar a su lado, la estrechó
hacen su entrada a caballo. El rey abdica en su favor.
entre sus brazos y le dio un beso en la boca.»
SIGMUND FREUD Pieza patriótica: El gobierno sueco intenta un proceso contra Francia por
falsificación de fósforos suecos. En el último acto se exhuman los restos
de un alquimista del siglo XIV que inventó esos fósforos en La Ferté
Gaucher.
Teoría ¡/.práctica ás untáüen.de. escrilur s¡smgs 43
Comedía vodevil: nos será ya necesario llegar al análisis exhaustivo del mecanismo lin-
El hermoso Automedón güístico en el plano del significante para obtener datos suficientes que
Gritábale a su vecina: permitan desvelar la representación poética de la realidad evocada en el
Si me enseñas tu salón significado, y tampoco analizaremos primero el plano del significante de
Te enseñaré mi cocina. todo el poema, para después coger en un solo abrazo el plano del signi-
ficado: vamos a ir estudiando cada conjunto significativo en los dos pla-
G. APOLLINAIRE nos con amplia libertad de movimientos.»
30 DOBLAJE A LO BURROUGHS: ESCRIBIR UN TEXTO A PARTIR DE LA 32 MURO DESCASCARADO: ESCRIBIR UN TEXTO A PARTIR DE LA SI-
APROXIMACIÓN DE DOS FRAGMENTOS. GUIENTE FIGURA:
ingar,
(Se corta una página, escrita, en sentido vertical, y se la hace coincidir sabHBr unariaAna comía oí
con otra página doblada o cortada de la misma manera.) o eaai coaÑdor. o un«»opali lal
''■Je 3 Ve lc«frgJBrivés di
Ejemplo: ffilas. Y noVdf aMl Ua-ap-ffldii
WzflBalSfclosa dalas liveEsBcili-
Resbalaba la miel de los tarros ordena de conseguir un diploma póstu-de briñln lis BrrocJts eujfte»s, sil
madera oscura, colgado de una ? Al abuelo le gustaría, y que sostenían
algunos cacharros ennegredos libritos: "Preocupado por los la pared de la
cocina donde el ríen el pasado y en el suelo argén- incesante murmullo que
muy usuB Emp
se colaba poenemos fetos valiosos ejemplos: el lugar de reunión de la
■ rset»v'lWM en tr
gente, y el olientb de las riberas del río Para- pequeña ventana que ■■hlasHas íá
enmarcaba la os grato opúsculo "Banderas que padas una a cada lado (jBiex<^«¡óri«n bar
como ¡nvítand sonrisa clara y abierta, el ir y engrosado en tufo y olor a defcintbra e»gra BáVco
cebolnos, una en cada rodilla. deluveia ■reo de Frai
ceremonias frugales de más allá de ue el portero dejó bajo la puerta, tor- mis»»» paBB
cido estante de madera oscura e ara una clase evocativa en Zara- tarros
de vidrio en fila de a uno: a2ú uve que hacer un fino esfuerzo
agasBsflBh •f
fgam i
Teoría y práctica de -un. taller de■escritura tCorisignas-:/
Schátze sich hier verbergen. no rumboso a quien lustraba el calzado y que le favorecía con veinte
Oberflách-lich gestreift, lohnt die Stadt, um centavos de propina. Como era codicioso sonreía al evocar al cliente, y la
es in der Sprache des Guide Michelin sórdida sonrisa que no acertaba a hincharle los carrillos arrugábale el labio
auszu-drücken, den Abstecher nicht. sobre sus negruzcos dientes.
Eigentlich dürfte man das in einer Cobróme simpatía a pesar de ser un cascarrabias y por algunos cinco
touristischen Zeitschrifl ja nicht schreiben. centavos de interés me alquilaba sus libracos adquiridos en largas sus-
Werbung für eine Stadt sollte sich an die cripciones.
Rezepte der Verkausfspropaganda Asi, entregándome la historia de la vida de Diego Corrientes, decía: —Este
halten. Sagen wir es so: Freiburg ist kein chaval, hijo... iqué chaval!... era ma lindo que una rroza y lo mataron lo
Produkt für den Konsumenten yon miguelete...
Biliigware oder tur den Reisenden mit Temblaba de inflexiones broncas la voz del menestral: —Ma
Attaché-kóffer-chen. Man müsste den Mut lindo que una rroza... zi ertené malazombra...»
haben, diese Gesellschatt, die Geld
ausgibt, ohne sich dabei bereichern zu ROBERTO ARLT
kónnen, woanders hinzuschicken!
Transformación reglada
34 LOS TEXTOS SOH INCORREGIBLES: «CORREGIR» EL SIGUIENTE TEXTO: 35 REESCRIBIR EL RESULTADO DE LA CONSIGNA N» 1 ELIMINANDO US
«Cuando tenia catorce años me inició en los deleites y afanes de la literatura PALABRAS DE LA CONSIGNA
bandoleresca un viejo zapatero andaluz que tenia su comercio de remendón
junto a una ferretería de fachada verde y blanca, en el zaguán de una casa Ayuclamemoria para el análisis
antigua en la calle Rivadavia entre Sud América y Bolivia. Decoraban el
frente del cuchitril las policromas carátulas de los cuadernillos que narraban El ejercicio 1 permitió ver cómo un texto se forma necesariamente a partir
las aventuras de Montbars el Pirata y de Wenongo el Mohicano. Nosotros de palabras: éste deja observar cómo se forma y transforma a partir de otro
los muchachos al salir de la escuela nos deleitábamos observando los texto.
cromos que colgaban en la puerta, descoloridos por 2 Los.sistemas de transformación de un texto en otro son entonces el objetivo
el sol. principal. Secundariamente, se produce un primer acercamiento a la noción
de intertextualidad.
A veces entrábamos a comprarle medio paquete de cigarrillos Barrilete, y
Lo primero que llama la atención es la variedad de respuestas a lo que es-
el hombre renegaba de tener que dejar el banquillo para mercar con no-
cuetamente pide la consigna. Las palabras pueden haberse quitado direc-
sotros. tamente: o sustituido por sinónimos; o por frases. Otra forma de «eliminar»
Era cargado de espaldas, carisumido y barbudo, y por añadidura algo cojo, las palabras de la consigna es simplemente haberlas modificado
una cojera extraña, el pie redondo como el casco de una muía con el talón cambiando, quitando o agregando una o más letras. ¿Qué han llevado
vuelto hacia afuera. 4 consigo-esos desplazamientos? Seguramente han «obligado» a modificar
Cada vez que le veia recordaba este proverbio, que mi madre acostum- J las otras palabras del texto. Nuevamente cabe ver la índole de esos
braba ádecir: «Guárdate de los señalados de Dios». Solia echar algunos cambios: agregados, quites, cortes, cambios de orden, reescrítura al fin.
parrafitos conmigo, y en tanto escogía algún descalabrado botfn entre el La descripción realizada en 3 y 4 permite aventurar las primeras
revoltijo de hormas y rollos de cuero, me iniciaba con amarguras de fracasado hipótesis acerca de la «estructura» de los distintos textos. Y, a la
en el conocimiento de los bandidos más famosos en las tierras de España, o vez, reflexionar acerca del valor interrelacional, inevitablemente
me hacía la apología de un parroquia- funcional, de cada elemento de cada nivel en cada texto.
'Teoría y práctica de. un taller de escritura
6 ¿Qué incidencia han tenido las «leyes» del texto primero en el segundo? 37 GEMINAR PALABRAS: ESCRIBIR UN TEXTO GUIADO (O PREDOMINA-
Dicho de otro modo: instaurada una lógica del relato, una psicología de DO) POR PALABRAS DERIVADAS DE UNA, DOS O LAS TRES SIGUIEN-
TES:
personaje, una métrica tija, una aliteración sostenida, ¿cómo han hecho
para conservarse? ¿Cuál es el grado de conciencia atribuible a esas le-
yes? ¿Cuáles son sus límites? muestra — prenda — ay
7 ¿Cuál es la tendencia de cada reescritura? ¿Mayor síntesis o mayor desa-
(mecanismo: se trata de hacer producir estas palabras mediante distintas
rrollo? ¿Se refuta o confirma el texto primero? ¿Se lo «mima» o desdice?
operaciones: asociaciones fonéticas, etimológicas, semánticas; cambios,
¿Por qué?
ausencias o agregados de letras, sílabas, contextos, etc.)
8 Los mecanismos de sutura, ya visualizados en el ejercicio 1, tienen aquí su
reaparición. Aquélla, sutura para unir; ésta, sutura resultante de separar: Ayudamemoria para el análisis
¿cuál es la diferencia?
9 Comparación global de ambos ejercicios. Posibilidad de continuarlos con 1 Observar las distintas operaciones de geminación a nivel sintáctico, mor-
un tercero (por ejemplo, volver a poner, pero en otro lado, las palabras de la fológico, semántico, etc. y cómo inciden en el texto. Algunas operaciones
consigna). posibles son: repeticiones, cortes de palabras, asociaciones fónicas, ali-
teraciones, etc.
2 ¿Se opera por recurrencia o multiplicación al infinito?
3 Cómo se construye el efecto poético: ritmo, aliteraciones, rimas internas.
36 GLOSAR: DADO EL SIGUIENTE POEMA, TRANSFORMARLO EN UNA 4 Cómo se construye el efecto cómico: juegos de palabras, trabalenguas,
PROSA: oposiciones, etc.
5 Atender a la productividad de unidades menores que la palabra: raíces,
«En dos lucientes estrellas, y sufijos, prefijos, etc.
estrellas de rayos negros, dividido 6 En relación con el punto anterior, ver los mecanismos de derivación de
he visto el Sol en breve espacio de palabras y la aparición de neologismos.
7 Incidencia del titulo del ejercicio en relación con la significación de los
cielo. El luciente oficio hacen de las
textos (geminar - germinar).
estrellas de Venus, las mañanas 8 Al desmontar los mecanismos de producción de significación propios del
como el alba, las noches como el lenguaje poético, noción que este ejercicio permite introducir.
Lucero. Las formas perfilan de oro,
milagrosamente haciendo, no las
bellezas oscuras, sino los oscuros 38 GEMINAR FRASE: HACER PRODUCIR LA SIGUIENTE FRASE:
bellos; cuyos rayos para él son las
llaves de su puerto, si tiene «No es oro todo lo que reluce»
puertos un mar que es todo golfos
y estrechos. Pero no son tan Ayudamemoria para el análisis
piadosos, aunque si lo son, pues
vemos que visten rayos de luto por 1 Mediante qué operaciones se produjo el nuevo texto (supresiones, cambios,
cuantas vidas han muerto.» agregados, asociaciones fonéticas, sintácticas, etc.)
2 Oro como significante despótico. Su valor en la frase. Oro = patrón monetario.
LUISDEGÓNGORA Oro = lo que se extrae. Oro = brillo.
3 Oro = palabra capicúa. Oro = 1» persona del verbo «orar».
4 Incidencia de las características sintácticas y retóricas de la frase de base
en los textos resultantes (negación; reversibilidad; hipérbaton; falsa litote; mos que te mira mí influido vuelve no del infierno en favor son de todos
impersonalidad). aléjate del cuadro esos nuevas armas peces y que lo verás nuevas yacen
5 Características lonéticas: predominio de «o», acentuación, palabras cortas, me duele sonreír tácticas boqueando poco a poco porque está hueco sobre
etc. la playa.»
6 El refrán como género literario. .
7 Texto como producto de un complejo de operaciones a distintos niveles
relacionadas total o parcialmente entre si y con el conjunto. 41 NÚCLEO TEMÁTICO: DESARROLLAR UN DIÁLOGO A PARTIR DEL SI-
GUIENTE NÚCLEO TEMÁTICO:
39 VERSEAR; DISTRIBUIR EN VERSOS EL SIGUIENTE TEXTO: «—Constantemente hablas de la muerte y sin embargo nunca mueres.
—No obstante moriré. En este momento estoy entonando mi canción
•Esta casa en que vivo se asemeja en todo a la mía: disposición de las -fúnebre. El de algunos es más largo, el de otros más corto. La diferencia
habitaciones, olor del vestíbulo, muebles, luz oblicua por las mañanas, puede resultar sólo de pocas palabras.»
atenuada a mediodía, solapada por la tarde; todo es igual, incluso los
senderos y los árboles del jardín, y esa vieja puerta semiderruida y los FRANZ KAFKA
adoquines del patio.
También las horas y los minutos del tiempo que pasa son semejantes a
las horas y a los minutos de mi vida. En el momento en que giran a mi Ayudamemoria para el análisis
alrededor, me digo: 'Parecen de veras. |Cómo se asemejan a las verda-
1 La misma definición del ejercicio plantea una cuestión de interés: qué se
deras horas que vivo en este momentol'.
entendió por «núcleo temático», tomando como respuesta a esa pregunta
Por mi parte, si bien he suprimido en mi casa cualquier superficie de re-
los textos (y no las interpretaciones de sus autores).
flexión, cuando a pesar de todo el vldrip inevitable de una ventana se em-
2 La diversidad de respuestas permite reflexionar acerca de la noción de
peña en devolverme mi reflejo, veo en íl a alguien que se me parece. ¡Sí,
«tema». Como un primer acercamiento, puede acudise a la diferencia entre
que se me parece mucho, lo reconozco!
«tema» y «motivo» que hace Todorov. Conviene comenzar a diferenciar
¡Pero no se vaya a pretender que soy yo! ¡Vamos! Todo es falso aquí.
«tema» de «significado» y de «significación».
Cuando me hayan devuelto mi casa y mí vida, entonces encontraré mi
3 Con el mismo criterio del punto 1, qué se interpretó por «diálogo». Ver los
verdadero rostro.*
indicadores de esta noción: guiones, comillas, nada. ¿Qué marca la
cantidad de «hablantes»? ¿Qué determina la «escena»?
JEAN TARDIEU 4 Consecuentemente, qué es lo que hace de un texto un texto teatral. ¿Todos
lo son? Pensar la escritura como puesta en escena.
5 Más allá de la noción de tema, la muerte se relaciona con un campo se-
40 TACHAR: ELABORAR UN TEXTO TACHANDO PARTES DEL TEXTO DADO, mántico más o menos propio. Cabe ver cuáles son sus límites, cómo se
SIN AGREGAR NADA. expande o niega en cada uno de los textos.
. - 6 Junto con lo anterior, relacionar, si es posible, si los textos lo sugieren, la
«El reino de los peces vengo a el resultado del hombre de estas mostrarle muerte con la escritura (lugar de congelamiento del lenguaje, fin del dis-
a maniobrar mi madre es shakesperianos es tan una página importante el curso, entierro del significado, etc., etc.).
dedo de historial que decidirá el índice pero nadaban señalando destino 7 Analizar los tipos de discurso resultantes en los textos; comparar con el
para no lo del ejército abajo en el mar en los próximos sabe y lejos lo he texto de la consigna en cuanto a identificación del hablante, descripción
metido diez años de la tierra y juega y también los peces en un hormiguero de la situación, comunicatividad, absurdo, etc.
displicente y con románticos guantes y el destino lo traigo lleno de 8 Comparar también con el núcleo temático a nivel sintáctico y lexical. «La
cervatillos nadaban hormigas en redes de este hombre que iban negras a diferencia puede resultar sólo de unas pocas palabras.»
parar a algunos de mi madre una mano grita nosotros qué pero a que he-
'42 CAMBIAR EL PUNTO DE VISTA:
Continuidad de los parques y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la
mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera al-.
•Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por ne- fombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en
:
gocios.urgentes. volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la (inca: se la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano, la luz de los
dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. ventanales, el alto respaldo de un.sillón de terciopelo verde, la cabeza del
Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el hombre en el sillón leyendo una novela.»
mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad
JULIO CORTÁZAR
del estudio que miraba hacía el parque de los robles. Arrellanado en su
sillón favorito de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como
una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acari- 43 TODO EJERCICIO: ESCRIBIR UN SUEÑO. CAMBIAR EL PUNTO DE VIS- b**
ciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leerlos nombres y las TA AL RESULTADO Y TITULARLO. ESCRIBIR UNA SUCINTA BIOGRAFÍA DEL
imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en se-. AUTOR.
guida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a linea de lo • 44 AUTOCONSIGNA: INVENTAR UNA CONSIGNA Y ESCRIBIR UN
que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente TEXTO A PARTIR DE ELLA.
en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de
la mano, que más allá de los ventanales, danzaba el aire del atardecer bajo 45 A CONTRAPELO: ESCRIBIR SIN CONSIGNA DADA Y BUSCARLA A
los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los PARTIR DEL RESULTADO.
héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían
color y movimiento, fue testigo del ultimo-encuentro en la cabana del
monte. 46 TRABAJO CRITICO: DADO EL SIGUIENTE TEXTO, HACER UN TEXTO
Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la CRÍTICO A PARTIR DE ÉL:
cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restallaba ella la sangre
con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ■Un centro empalagoso de la consistencia de una medusa que se ablanda
ceremonias de una pasión secreta, protegida'por un mundo de hojas secas y hacia los bordes, cubiertos de baba espesa y espumante de un verde
senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la pegajoso casi desintegrado, abarcándose a sí mismo mórbido y exten-
libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un
diéndose lento hasta ocupar el espacio circundante con su densa secreción.
arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido para siempre.
Comienzan a temblar las puntas trémulas y se van deteniendo las burbujas
Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo
retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo de espuma, prontas a estallar; vacila en su expansión la saliva verde, casi
que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, inmóvil ante un espacio que ahora parece impedirla trasgre-sión a sus
posibles errores. A partir deesa hora cada instante tenía su empleo límites; el centro se inhibe y se concentra en un ámbito esférico. Se coagula
minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía el temblor en un gesto estático. Aparece ahora un verde vidrioso, de dureza
apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba ■ a inviolable. La definición del cristal rodea al corazón | nítido, que ha
anochecer. encontrado ya su forma.»
Sin mirarse ya, atadas rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron
en la puerta de la cabana. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. ADRIANA SILVESTRI
Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr ' con el
pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose éntrelos árboles y los setos,
hasta distinguir en la bruma malva;del:crepúsculo la alameda que llevaba a la
casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a
esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del-porche
,-.,..,.,_. ■ ,.
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Ayudamemorla para el análisis parecían casi contrapesar a todo el resto. Insólitamente concienzudo para ser
un marinero, y dotado de honda reverencia natural; la soledad salvaje y
1 Este ejercicio pone en escena la ¡dea fundamental de que todo texto es el acuática de su vida le inclinaba fuertemente, por tanto, a la superstición, pero a
resultado de una producción y es esa misma producción. esa suerte de superstición que'en ciertos caracteres parece proceder más
2 Se visualiza la variedad de accesos posibles a un texto. Surge la compara- bien de la inteligencia que de la ignorancia. Lo «u- -yo eran portentos
ción de los puntos de partida y —si los hay— de los de llegada, en las di- exteriores y presentimientos interiores. Y si a veces esas cosas doblaban el
ferentes propuestas. hierro soldado de su alma, los lejanos recuerdos • • domésticos de su joven
3 Permite analizar la relación entre trabajo critico y lectura. mujer y su hijo, en El Cabo, tendían mucho más • a desviarle de la rudeza
4 Las leyes propias del texto crítico. Sus limites. originaria de su naturaleza y abrirle aún más a esas influencias latentes que, en
5 Se analiza la relación entre un texto y el abordaje que produce: hasta dónde algunos hombres de corazón honrado, refrenan el empuje de la temeridad
un texto pide ser leido, textualizado, trabajado, escrito de una o de varias diabólica tan a menudo evidenciada por otros en las vicisitudes más
pero determinadas maneras. peligrosas...»
6 Definición o redefinición del trabajo critico.
HERMÁN MELVILLE
devanagari - fifiriche - quijongo - oolito - minoca 52 TEXTO PARA PÓSTER: RECORTAR UNA O MÁS IMÁGENES DE MEDIOS
PERIODÍSTICOS Y COMPONER UN TEXTO RELACIONADO, PARA HA--
CER UN PÓSTER.
48 ANÓNIMOS: ESCRIBIR UN ANÓNIMO DIRIGIDO A OTRO INTEGRANTE
DEL GRUPO. COMO SEGUNDO PASO, EL DESTINATARIO DEBE RES-
PONDER A QUIEN CREE QUE LE MANDÓ EL ANÓNIMO. 53 SECCIÓN PERIODÍSTICA: ESCRIBIR UN HORÓSCOPO, UNA RECETA DE
COCINA O UNA CONSULTA DE CORREO SENTIMENTAL DE UN MEDIO
PERIODÍSTICO.
49 DESCRIPCIÓN: DESCRIBIR ALGUNO DE LOS SIGUIENTES OBJETOS: EL
TEATRO ÓPERA; UNA NARANJA; EL OBELISCO; UNA CONSTRUCCIÓN
IMAGINARIA. 54 CUENTO POLICIAL COLECTIVO: DELINEAR EN GRUPO UN ARGUMEN-
TO DE CUENTO POLICIAL Y ESCRIBIRLO.
56 NOTAS: ESCRIBIR UN TEXTO QUE INCLUYA LAS SIGUIENTES NOTAS A Ayudamemoria para el análisis
PIE DE PÁGINA:
-
1 El género telegráfico parece requerir un mínimo de datos , emisor, receptor,
«1 Estas figuras, a decir verdad, no sirven para nada; son juguetes poco firma —aparte del consabido «mensaje»—. Ver cómo se resuelven estas
complicados, semejantes a las muñecas que se fabrican con la punta de necesidades genéricas ante la limitación impuesta por las palabras a
un pañuelo. utilizar.
2 Sin embargo, es posible que, entre los instrumentos que sirven para 2 Ver cómo incide la doble limitación —número de palabras y primeras le-
hacerlo, haya uno pequeño y frágil, que exige que se lo manipule con li- tras dadas— en la transmisión de la información.
gereza. 3 Carácter de los telegramas resultantes: relación entre información y relato.
3 Visiblemente, piensa en un mundo que estaría exento de sentido (co- 4 Atención a la clase de palabras más frecuentemente utilizadas y a la inci-
mo uno está exento del servicio militar).* dencia de esa elección en el texto producido: textos sustantivos, adjetivos,
verbales.
5 El humor como resultado de un «constreñimiento» del lenguaje.
57 ARGUMENTOS: ESCRIBIR UN ARGUMENTO PARA UNA NOVELA O UN
CORTOMETRAJE MUDO.
T
E
M
P
O
R
A
L
E
S
(El texto resultante se presenta junto con un fragmento del autor elegido,
a los efectos de su comparación.)
so, ubicuo, el sentido se resiste a ser apropiado, escapa dejando la marca «un sistema de signos que sirven para la comunicación», «es un
de su ausencia, el deseo de su presencia; perseguidor-perseguido que instrumento creado y suministrado por la comunidad», «es a la vez el
multiplica el juego ad inpnitum. producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de
Nada es in-significante en un texto. Todo es significante (todo convenciones necesarias adoptadas por el cuerpo social para permitir el
significa) en el presente de la actividad que lo constituye. El texto no ejercicio de esa facultad».
satisface una necesidad para agotarse en ese acto. Producido por la La lengua es instrumental, la lengua sirve para. Es un código cuya
necesidad de un trabajo —de una textualización—, a la vez lo produce; manifestación, el habla, regula el intercambio humano: palabra
siempre queda un hueco, y del hueco al reinicio del proceso. El texto es portadora de un sentido, palabra vehiculizante que se agota en el
dilatorio, es significante engendrado en un presente perpetuo. El sentido cumplimiento de una función. Por su riqueza de posibilidades, es el
singular y único, el sentido vanamente esperado, es Godot; el pretexto medio privilegiado de contacto social, el sistema de comunicación más
para la puesta en escena de un discurso múltiple. El texto es plural, «apropiado" (léase este término en toda su ambigüedad). Es un vehículo
plural irreductible. siempre a disposición (en la conciencia de los sujetos hablantes) para
Contra el consumo de un mensaje cerrado, totalizador, indubitable; transportar sentidos de un lugar a otro, de un hablante a otro, de un
contra una lectura tranquilizadora, lineal, pasiva, receptiva; el concepto hombre al mundo.
de textualización enmarca una práctica, un trabajo sobre y a partir del ¿Pero no echa mano, el texto, de «palabras» y «estructuras»
significante que se produce en texto. existentes en la lengua?... ¿No es, en cierto modo, un «habla», una
Contra la idea de clausura, de homogeneidad, el texto (textum: «manifestación» y un «uso» de la «lengua»?... Apostamos por la
contextura, trama, tejido) se produce como una red significativa sin negación.
centro ni bordes, sin principio ni fin; una red que al tejerse se Ignorante de toda teleología, el texto pone en escena la lengua, en
deshilacha, se destroza, se multiplica y se dispersa. lugar de utilizarla. Es el aflorar mismo de la lengua des-investi-da de la
Texto es el que rechaza todo réduccionismo, el que se resiste a ser función que la define. Es la explosión de una lengua cuya validez y
consumido. Textualización es la práctica que nunca acaba de eficacia no dependen del mensaje del que es instrumento, sino del juego
consumarse. material (significante) del que es teatro.
Libros, obras, llenan estantes en la biblioteca, ocupan un lugar en el Antes participio pasado y pasivo («producto social», «instrumento
espacio. Texto es el espacio de un trabajo, de una actividad. creado y suministrado»), la lengua se despliega ahora en el presente
activo de una producción, se produce en un texto, protagoniza el
espectáculo de una transformación que opera sobre su materialidad,
EL TEXTO Y LA LENGUA sobre su organización lógica y gramatical.
La lengua es conjunto de convenciones, código, conjunto de leyes.
«... Hemos sembrado la semilla de Una lengua se define, según Román Jakobson, no por lo que «puede»
la vieja Danza en el campo del lenguaje...» expresar, sino por lo que «debe» expresar («En torno a los problemas
lingüísticos de la traducción», en Ensayos de lingüística general (Seix
RENE DAUMAL & Barral). Imperativa, condena a la frase a un cierto ordenamiento, a la
concordancia de sujeto y verbo, de núcleo y complementos, a la correcta
Existe cierta relación entre texto y lengua. He aquí una afirmación, a utilización de los regímenes verbales; la lengua es la LEY.
priori, indiscutible. Pero ¿cuál es esa relación? Partiendo de este concepto se ha intentado, desde ciertas vertientes
Tomemos como punto de partida las clásicas definiciones de estilísticas y estructuralistas, la definición del «lenguaje poético» como
Ferdinand de Saussure en el Curso de Lingüística General (Losada, «desvío» de la lengua. Esta transgresión estaría
Buenos Aires, 1974). La lengua es (los subrayados son nuestros)
66 Teoría y práctica de un taller de escritura Teoría 67
ción, ya sea bajo el nombre de una «re-producción», de lo «inefable» o idea consciente, una historia personal o un inconsciente, se trata de algo
de lo «esencial». que preexiste a la palabra, que, maleable, se adapta a una expresión sin
Nuestra posición escribe una práctica de la escritura y se inscribe en ofrecer resistencia.
ella, marca el papel activo y transformativo que dicha práctica juega en Ni hijo prestigioso, ni producto de generación espontánea, el texto,
el escenario histórico para enmarcar un espacio, el espacio de un texto por el contrario, rechaza toda autoría, toda apropiación. El escritor no es
que desconoce la pasividad del espejo. más (ni menos) que el sujeto de una práctica, de una escritura. Es, si se
quiere, el «escribiente», el que participa en el presente del
acto-de-escribir.
¿QUIÉN ESCRIBE? Escribir es trabajo, lucha, transformación. No hay creación de la
nada (la nada escrita es la única que cuenta). La materia actúa, se resiste
«... ¿cómo pretendería un tonto que se llama 'yo' a ser moldeada: una marca escrita convoca a otras marcas, la forma de
contener ese quién innumerable?...» una letra busca su forma inversa, el borde de la página exige un corte, el
espacio blanco penetra entre-líneas, bordea y desborda la grafía.
E. E. CUMMINGS Escribir es un gesto de desapropiación. El sujeto (escribiente) se
encuentra frente a un espacio que lo obliga al forcejeo, trazando una
¿Quién escribe? Seguramente no las musas. No hay «creación» de la palabra cuyo significado^no podrá controlar, una palabra que,
nada, no hay «inspiración divina», no hay ningún médium abriéndose a la polivalencia ^significativa, se le escapa finalmente de
especialmente dotado para develar la voz sagrada a los hombres. El mito las manos.
romántico cae, no por su propio peso, sino por su extrema fragilidad. El deseo de apropiación de la palabra no es, para quien escribe, más
Sin embargo, no es el único que se hizo cargo de la situación. que un desencadenante: la palabra surge, parece cerrarse, parece dejarse
Mucho podría decirse acerca de las variantes que adquiere el mito atrapar. Una ilusión de muerte, un blanco, un silencio. Muerte o inicio,
del autor. Dueño originario del sentido de la obra, amo absoluto de una la palabra huye dejando la huella de su despojo, devolviendo un
obra in mente que consiente en «degradarse» sobre el papel, el autor es discurso anónimo, inapropiable, en un juego de manos varías. El
reputado como padre de la obra. Autoritario como todo padre mítico, lenguaje también apuesta ahora, el lenguaje juega y se juega en la
sólo él puede guiar y garantizar una lectura correcta. Sus «intenciones constelación de su materia.
declaradas» juegan un rol muy importante en este sentido, ya que lo que Que existen hombres productores de textos, que existen expe-
«el autor quiso decir» es nada menos que el germen, la simiente de un riencias, ideas, inconsciente, no es lo negado aquí. Pero no están en el
árbol-obra-hijo, de un organismo vivo que continúa a su padre (males texto, son sólo algunas de sus muchas determinaciones. Todas ellas se
hereditarios incluidos). diluyen, se disgregan; todas ellas se entretejen, se anudan, se desgarran,
A esto se agrega el interés de los datos biográficos, que pueden abriéndose al espacio de la significación.
ofrecer la génesis, ya de los personajes de la obra, ya de las «expe- ¿Quién escribe, entonces?
riencias» que allí son relatadas. O (variante mucho más moderna) es el La respuesta es plural. En cada texto escriben —se escriben— sus
inconsciente del autor el que se «re-presenta» en la obra; y, en tal caso, condiciones de producción, el deseo de la marca, el torbellino del
serían «su no resolución del complejo de Edipo» o «el trauma del lenguaje, la historia, la pasión, el placer, el intertexto...
destete» los que darán la clave.
La idea de «autor» («el que es causa de alguna cosa», según el
Diccionario de la Real Academia) supone algo previo. Sea una
70 Teoría y práctica de un taller ctt escritura Teoría 71
ees, lecturas ni escrituras ni textos privilegiados. El único privilegio es confrontación (quizás sea necesario recalcarlo) es la «comunicación»
el de la producción de significaciones que enmarca la especificidad de delimitada científicamente, la «comunicación consciente e
este trabajo. intencional». Prosigamos, entonces, con el esquema.
En todo acto comunicativo, la enunciación significante es «ex-
presión» de un significado (al cual está indisolublemente ligada) claro,
SIGNIFICACIÓN/COMUNICACIÓN inmanente, directamente utílizable y transmisible. Las relaciones entre
significantes (cuya sucesión está codificada y jerarquizada) tienden a
«... Escribir cartas, sin embargo, significa desnudarse ante los hacer más clara (por lo tanto, más económica) la vehiculización del
fantasmas, algo que ellos esperan ávidamente. Los besos escritos mensaje. Ahora bien, al ser simple «vehículo» de otra cosa, este
no llegan a destino, más bien son bebidos en el camino por los fan- significante se borra a sí mismo en cuanto tal (materialmente),
tasmas...» funcionando como puente hacia el reconocimiento (económico) del
significado; borrando, en el mismo gesto, el proceso mismo del
FRANZ KAFKA significar, que queda «vaciado» en el intercambio.
Que nuestro objeto (texto) se constituye en el movimiento inverso;
La diferencia que se establece entre los conceptos de significación y que son tanto la marca (y no la borradura) del significante como las
comunicación prolifera dispersa, troceada, diseminada a lo largo —a lo relaciones (no pre-codificadas) las que potencian y dramatizan (en lugar
ancho, a través— de estas páginas. La diferencia viene andando de «vaciar») el proceso mismo del significar; hacen de él un objeto que
caminos y adviene a este cruce que la dibuja en primer plano. rechaza las categorías propias de todo esquema comunicativo. La
Escribir que todo proceso de comunicación es, en sí mismo, un práctica de escritura-lectura reclama ser concebida según su propio
proceso de intercambio, no es hacerse cargo de una enunciación modo de producción.
valorativa. Es una simple constatación. Hay comunicación si y sólo si Toda interpretación acerca de la «voluntad comunicativa» (o
hay intercambio de mensajes que se encodifiquen (se «transmisión de un mensaje») de tal o cual texto (cabría preguntarse qué
produz-can-consuman) respondiendo a las necesidades (inmediatas y sucede con otros modos de producción llamados «estéticos») tiende a
mediatas) de los hombres en sociedad, y estableciendo contacto entre cegarse ante un modo de producción específico distinto del que regula
ellos. El lenguaje es, indiscutiblemente, el modo privilegiado de los sistemas comunicativos, tiende a obliterar la(s) diferencia(s). Los
comunicación. El lenguaje mediatiza todas las acciones, regula el límites de una teoría son los límites de su objeto. Nuestro objeto es el
comportamiento humano, preside las relaciones intersubjetivas. Es, texto, sus condiciones de aparición y su modo de producción específico.
desde el punto de vista de la comunicación, el sistema más rico y a la Lo aquí discutido es la posibilidad de dar cuenta de un texto «como
vez el más complejo. si estuviera organizado a partir del código comunicativo». Que el
Situándonos un poco en el marco teórico, cabría agregar que el código comunicativo «juegue su papel» en el texto (no negamos eso) no
objeto de toda «semiología de la comunicación» (coinciden en ello los significa que «organice» el texto. El texto tiene sus propias leyes, su
teóricos que se ocupan de esta esfera: Buyssens, Martinet, Prieto, propio código. No por otra razón invalidamos todo planteo centrado en
etcétera) es el mensaje «consciente» e «intencional»: de otro modo, no los problemas de «comunicación». Inversamente, no pretendemos
hay «comunicación propiamente dicha». Los muchos y heterogéneos invadir el campo complejo de los fenómenos comunicativos ni
usos derivados de la palabra «comunicación» (si una mirada descalificarlos como tales.
«comunica» el dolor de alguien, si los objetos naturales «comunican» No se nos ocurriría, por ejemplo, que el modo de producción textual
algo por su sola presencia, y todos los demases imaginables) no son suplantara al que regula las relaciones humanas, tomando el lugar de la
objeto de dicha semiología. Nuestro objeto de «comunicación».
88 Teoría y práctica de un taller de escritura
encuentro). La resolución era un desafío. Todos poníamos manos a la ¿Si hubiera que mencionar alguna consigna...?
obra sin dilación y, al vencer el plazo acordado (de 15 a 40 minutos
según los casos), comenzábamos a leer de a uno, a escuchar azorados e Al azar, las que acuden a la mente: Recontar un relato (Dabove y
intervenir tímidamente, hasta zambullirnos con audacia en un mar de Borges fueron sometidos al recontado). Rellenar los espacios (texto con
lecturas insospechadas un segundo antes. el que se iniciaron todos los talleres). Escribir un texto dorado en sus
Al término de la reunión y luego del consabido cafecito en algún bar puntas... Remito a la lista de consignas.
aledaño, cada mochuelo a su olivo, cada alumnito con su textito, nos
despediamoos rozando la medianoche y aprovechábamos la travesía ¿La consigna cambiaba siempre de reunión a reunión?
para leer una vez más el texto producido en reunión y volver a
asombrarnos ante aquel recién nacido extraño y bienamado. No siempre, pero casi.
De jueves a jueves, la consigna a desarrollar viajaba con nosotros a Por ejemplo, la de escribir una novela colectiva fue diferente. Entre
todas partes y cualquier rato libre era buen pretexto para un texto. octubre y diciembre de ese año (1974) escribimos una novela por
entregas, especie de jocoso folletín en el que cada uno se encargaba de
¿Dónde se reunían? un capítulo, que se leía en reunión. Nos divertimos mucho, si bien el
resultado dejó bastante que desear.
En el clima solemne y libresco del Instituto de Letras —cuyo
moblaje consistía en una larga mesa rectangular rodeada de sillas y Aparte del trabajo específico de taller, ¿hay algún
algunos lugares de Europa pegados a las paredes—, se gestó lo que más hecho destacable en ese primer año?
adelante sería Grafein.
Posteriormente, nos trasladamos. Comenzamos a reunimos en las Una selección de textos producidos en taller que hicimos en
casas de distintos integrantes del grupo y estos cambios de escenario noviembre ante una propuesta de publicación de la revista «Literal»,
constituían un nuevo motivo de curiosidad y diversión, surgiendo así que se mostró interesada en nuestro trabajo. Publicación que no llegó a
toda una mitología relacionada con el sentarse en una silla o en el piso, concretarse, pero nos obligó a asumir una actitud crítica frente a los
tener más o menos luz, café más o menos fuerte, etcétera. propios textos que, considero, fue válida.
Y también mencionaría, como fundamentales, las listas de lecturas
¿Cómo eran aquellos primeros textos? recomendadas por cada uno de los integrantes del grupo, que leímos en
conjunto al finalizar el año. Estas listas incluían los títulos de los libros
Desconcertados y curiosos, trataban de explorar todos los rincones, que cada uno consideraba los mejores y deseaba compartir con el resto
se expandían o se acortaban a la manera del hombre, elástico según las del grupo. Algunos trajeron a J. P. Don-leavy, otros a J.R.R. Tolkien,
circunstancias y siempre en busca de formas nuevas. Recurrían con alguien propuso a Leonardo da Vinci, otro alguien a A. Einstein, por
frecuencia al humor, como primera reacción ante una consigna extraña mencionar sólo los menos obvios —cada lista contaba con más de
y audaz. Los tímidos textos se reían a medias o se burlaban a boca de veinte títulos—. La nueva lista elaborada por cada uno a partir de las
jarro. Otras veces, desubicados, rebotaban sus letras de palabra a recomendaciones se abría hacia los cuatro puntos cardinales y resultó ni
palabra y se mareaban. O bien se espiaban entre sí, espejeando. más ni menos que una rosa de los vientos orientadora de nuestras
futuras lecturas.
92 Teoría y práctica de un taller de escritura Historia
¿Por qué lo «fundamental» de esta lista de libros ¿Entonces se abren nuevos talleres?
recomendados? Ya en mayo se había abierto un taller 2, formado con amigos y
conocidos y coordinado por Mario. Los demás integrantes del taller 1
Porque inaugura un trabajo que constituye una de las preocu-
(el grupo originario) nos dividíamos de a dos para concurrir como
paciones básicas de Grafein: la investigación de la lectura.
observadores a las reuniones de este primogénito. Primogénito que,
En relación con esto, en 1975 se instauró una reunión mensual, en
dicho sea de paso, resultó de increíble precocidad. Recién nacido, ya
sábado, dedicada exclusivamente a comentar en conjunto algunos libros
ganó una mención en un concurso con un cuento policial colectivo.
(dos o tres por lo general) que todos habíamos leído previamente.
Entonces compartimos La isla del tesoro, El sueño de los héroes, Pero la verdadera irrupción de Grafein en la atmósfera literaria
Cuento de hadas en Nueva York, Zama, y varios libros más, de cuyos porteña se da en julio del 75, mes en que se abren dos nuevos talleres (3
nombres no me acuerdo. y 4) con dos coordinadores cada uno, y se agrega un co-coordinador a
Y también hubo una propuesta de un «taller de lectura», lanza Mario en el taller 2. Ya en septiembre, se abre el taller 5, último grupo
da por Mario Tobelem en el 79, cuyo punto de partida era el «¿Có de ese año.
mo leemos?». La propuesta sigue en pie y quizás constituya el
campo de trabajo futuro de Grafein. ¿Qué hacía el taller 1 entretanto?
Escribía bajo la dirección del consignatario de turno y en junio
¿Cómo empezó el 75?
comienza a estudiar teoría. Encara un artículo de Jean Ricardou, El oro
Con bombos y platillos. del escarabajo, que disecciona El escarabajo de oro de E. A. Poe. Y
Y con una propuesta tentadora de Mario Tobelem: la coordina Grafein, lenta y meticulosamente, de sábado a sábado, va extrayendo el
ción rotativa. ¿Quién habría dicho, en aquel remoto 1975, que esta oro del escarabajo, lo pule, lo trabaja, lo graba y produce nuevas
inocente propuesta iba a ser la llave al mundo de Grafein? Porque significaciones.
Grafein como tal, si bien no existía, comenzó a pensarse a sí mis
mo a partir de la experiencia de coordinación rotativa. ¿Fue importante ese trabajo?
Tanto que al año siguiente se organizó un curso basado en los
¿Qué significa «coordinación rotativa»? apuntes y cassettes grabados durante las reuniones de teoría del 75.
Como es obvio, una coordinación que rota. Vale decir que cada ¿Hubo alguna consigna que se destacara en ese año 75?
integrante del grupo hará la experiencia de coordinar el taller durante un
mes. Coordinar implicaba elaborar consignas nuevas, formularlas, La ruleta (véase lista de consignas) probablemente haya sido la más
cuidar la disciplina del grupo, abrir y organizar los comentarios, etc. original y dio pie, además, para una «maratón» en la que participaron
(véase «Decálogo del coordinador»). Terminada cada experiencia, se taller 1 y taller 2. La tal maratón consistía, a grandes rasgos, en ver
hacía una evaluación de la misma. quién de los veintitantos talleristas, congregados una tarde invernal de
Por eso decimos que la coordinación rota; rota de mano en mano; y julio en torno a una mesa interminable, aguantaba más tiempo
rota la coordinación, se acabó el secreto: casi todos estábamos en escribiendo. No había recreo. La ruleta circulaba constantemente y el
condiciones «de abrirnos camino en la vida» como coordinadores. desafío se transformó en una suerte de obsesión para algunos, que
batieron el récord de las siete horas. Los
94 Teoría y práctica de un taller de escritura Historia
textos resultantes parecían recuerdos de un sueño del que recién se salía ¿Cómo encaraban el trabajo los talleristas que ya
al leerlos. habían cumplido un ciclo con Grafein?
¿Cómo se trabajó en el 76, tercer año de Grafein? Expectantes, con una noción más clara del trabajo propuesto por
Grafein, fragmentando textos, geminando palabras, frases, in-
1976 marcó el punto culminante de nuestro trabajo. Funcionaron varios tercambiándolas, provocándolas, interrumpiéndolas o no escri-
grupos, cuyo número de integrantes oscilaba entre 7 y 12, cada grupo biéndolas. Si se asustaban frente a la página en blanco, escribían el
coordinado por dos miembros de Grafein. miedo y no acerca de él.
¿Estos grupos siguieron funcionando con la misma ¿Se comunicaban entre sí los diferentes talleres?
organización que en 1975?
Los coordinadores nos reuníamos todos los sábados en la sala que
No. Se fusionaron los grupos 2 y 5, 3 y 4, que se habían formado el alquilábamos. En esa reunión intercambiábamos experiencias y
año anterior, dando por resultado los talleres 25 y 34 respectivamente. exponíamos nuestras dudas y propuestas.
Los nuevos grupos se fueron haciendo uno tras otro, mes tras mes. A En cuanto a la comunicación entre los integrantes de los grupos, se
éstos los numeramos a partir de 100:101,102,103... La ficción ahora encargó de eso la revista de Grafein, proyectada para uso interno e
partía de las cantidades. intercambio entre los talleristas, en la que se explicaba nuestro trabajo y
se desplegaba una antología de textos producidos en los distintos
grupos.
¿Dónde funcionaban?
Con sede sita en ningún sitio. La mayoría de los talleres funcionaban ¿Alguna otra novedad?
en las viviendas de sus respectivos integrantes, cada reunión en una
casa distinta, algo así como un taller rodante. Una habitación, entonces, También se confeccionaron informes escritos individuales y pe-
recogía la escritura, la lectura, la reflexión, goces tan materiales como riódicos, como un servicio extra para cada integrante de los talleres.
En relación con los informes, se suscitaron diferentes-reacciones.
cualquier otro.
Hubo quien no pudo, en una primera lectura, entrar en la variante
En el mes de abril de ese mismo año alquilamos una sala en un
propuesta, quien se sintió insatisfecho, quien ufano, quien asombrado.
instituto privado, donde se reunía uno de los grupos. En algunos casos, fue necesario dedicar una reunión a comentar los
informes, reunión a la que se recomendó fueran habiendo leído
¿Hubo alguna innovación en cuanto a la atentamente el informe correspondiente y consultado el diccionario. En
metodología de trabajo? todos los casos, las respuestas fueron positivas.
Vista la permanencia de la mayoría de los talleristas del 75 y ¿Por qué marcó 1976 la culminación del trabajo de
considerando sus ganas de seguir con el trabajo, inventamos nuevas
Grafein?
consignas. Consignas que volvían sobre los textos producidos el año
anterior, los traían del olvido, les sacaban el polvo, los lustraban, los Por todo lo dicho.
cambiaban de sitio, los reducían, los regalaban...
Y, además, porque en ese año nos bautizamos. Para ello, barajamos
posibilidades diversas, hasta decidimos unánimemente por
96 Teoría y práctica de un taller de escritura 97
Historia
«Grafein» (infinitivo del verbo «escribir» en griego: y p a p co: yo En 1978, ¿se siguió trabajando como hasta entonces?
escribo).
Hasta junio continuamos trabajando con consignas. A partir de
¿La denominación es «Grafein, talleres de escritura»? «... e junio, emprendimos otro tipo de trabajo: escribimos en conjunto un libro
de sonetos para presentar a un concurso.
investigación teórica».
¿Cómo se realizó el libro de sonetos?
¿Investigación teórica?
Fue un trabajo individual y colectivo a la vez. Anduvimos un trecho
Constante. A modo de ejemplo, vayan los títulos de los dos cursos sin encontrar el rumbo, pero finalmente la fiebre del endecasílabo
dictados en el 76: «El oro del escarabajo» y «Onetti. Texto y pre-texto». prendió en nosotros. Ya las horas del día eran pocas, y aun en sueños
nuestras voces recitaban en tan arcaico verso.
Dentro del campo de la investigación teórica, ¿qué más El primer soneto fue hecho en conjunto. Luego hicimos una se-
lección entre casi cincuenta que habíamos escrito para esta ocasión y
se hizo en el 76?
otros que ya se contaban entre lo producido anteriormente.
Taller 1 trabajó sobre la noción de Retórica, partiendo de un Hubo reajustes sobre esa primera selección y así quedaron elegidos
cuestionamiento a su definición tradicional. los veintiséis sonetos que componen nuestro libro. Trabajamos en
conjunto, tanto para seleccionar como para corregir y elegir los títulos
¿Cómo se trabajó en el 77? . que rubricaron cada sección del libro.
Adivinanza
RESPUESTA
Se rechaza la teoría, por S 3 Poder hacer —rápidos, variados, ceñidos, inteligentes— comentarios.
«castradora». Se e estudia la teoría, por 4 Mantener la organización: equilibrio, tiempo, orden, disciplina.
requieren títulos y enriquecedora. 5 Relacionarse bien can la gente: atención, respeto, humor, cordialidad.
«talentos" previos. Son S 6 Claridad y rapidez al hablar.
gratis o muy caros. e requieren ganas de 7 Cierta cultura literaria y también general.
escribir. 8 Alguna experiencia en el manejo de grupos.
Se cobran moderadamente. 9 Entusiasmo y alegre convicción.
10 Imaginaáón.
en qué consistía un taller de escritura, qué se ofrecía y qué se pedía a blanco y punto, nos encontramos frente a dos frases, cada una de las
cambio. Luego se escuchaba y respondía alguna pregunta y de cuales ocupa cuatro versos; total: ocho versos alejandrinos, cada uno de
inmediato comenzaba el trabajo con la consigna N° 1. los cuales —a su vez— se subdivide en dos perfectos hemistiquios
Tras ese primer texto y su comentario, se señalaba que —con el heptasflabos.
discurso inicial más el ejercicio— todo el mundo tenía los elementos Tenemos hasta aquí dos estructuras dobles: son dos las frases
necesarios como para continuar, o no, según su conveniencia; de todos —ocupando cada una cuatro versos de igual medida—, y dos he-
modos, recién se comenzaría a cobrar a partir de la siguiente vez. mistiquios —también de igual medida— forman cada uno de los versos.
Como cierre —y esto resultó, sin querer, un atractivo inigualable—, Como resultante de esta estructuración, el texto mantiene una
se repartía la consigna para la próxima reunión. regularidad en la distribución de las cesuras —pausas.
Pero no es solamente la distribución de las cesuras lo que se repite
regularmente, sino que nos encontramos con una cierta «regularidad»
Un informe también en el caso de la distribución de los acentos. Considerando los
cuatro primeros versos (primera frase), se advierte que se repite el
Para: Germán Borja - Taller 103 mismo esquema acentual en cada uno de los versos: el acento recae
Informante: M. C. R. sobre la tercera, la sexta, la décima y la penúltima sílabas.
Esta distribución implica que, por una parte, cada alejandrino tiene
Textos considerados: la misma estructura que los otros tres, y, por otra parte, considerando
internamente el alejandrino, los dos hemistiquios conservan también la
1 Predominio de palabras con una misma letra inicial. misma estructura, en la medida en que la décima y la penúltima sílaba
2 Describir una construcción imaginaria. del alejandrino son la tercera y la sexta del segundo hemistiquio.
3 Hacer producir las palabras: muestra - prenda - ay. Regulados tanto la distribución espacial (metros, cesuras) como el
esquema de los acentos, huelga decir que el texto adquiere cadencia, que
I Texto por texto no es solamente la «repetición regular» de sonidos y movimientos, sino
también (según el Diccionario Hispánico Universal de W. W. Jackson
1 Predominio de palabras con una misma letra inicial editores) la «proporcionada y grata distribución o combinación de los
acentos y pausas, así en la prosa como en el verso». De todo esto resulta
que cada uno de los versos es condenado a una «cadencia», a un
«Cadenciosa condena es el espacio cielo ese canto esquema fonémico que, repitiéndose, lo subordina a una «cadenciosa
callado que conmueve y conturba catarata de cosas condena» (verso 1).
que conducen al cosmos centelleantes cometas en Pero sigamos un poco más adelante: ¿qué pasa a partir del quinto
corrientes celestes. Crecer, correr caminos verso, qué pasa a partir de «crecer»? «Correr»: correr un poco los
conduciendo conciencias con la conducta ciega de acentos de lugar, desbaratar la regularidad del esquema. Si bien se
clausurar cerrojos de condenar cadenas de clavar en siguen respetando los acentos que preceden a la cesura (los de la sexta y
los claustros, citas de condolidas certidumbres la penúltima sílabas), comienzan a producirse irregularidades con
cercanas.» respecto a los otros dos acentos del alejandrino. En el verso quinto se
adelanta el primer acento hacia la segunda sílaba: «crecer» (con acentro
Considerando a la frase —en el sentido más amplio del término— en la segunda «e»). En el sexto se corre hasta la cuarta sílaba, así como
como el sintagma que se abre entre punto y punto, o entre se corre el de la décima a la
104 Teoría y práctica de un taller de escritura Documentos 105
undécima sílaba. En el séptimo verso, el de la tercera se corre hacia la Este juego semántico de «condicionante-condicionado», «con-
cuarta, pero no hay modificación con respecto al de la décima; y, por denante-condenado», que parte del análisis de estos dos hemistiquios, se
último, en el octavo verso se adelanta el primer acento hacia la primera dramatiza en ciertas imágenes del texto: en «clausurar cerrojos», los
sílaba. «cerrojos» que —semánticamente— con los que cierran, los que
A esta altura de los acontecimientos, no sería nada extraño que se te clausuran, pasan a ser «clausurados»; por otra parte, en cuanto a su
ocurriera pensar que estoy poniendo el acento solamente en el acento ubicación específica, «cerrojos» cierra el verso, lo clausura, limita al
—por lo cual te aconsejo que sigas leyendo, para ver hacia dónde lo espacio, siendo limitado por el mismo. Algo similar ocurre con
corro—. Y ya que estamos en eso, en el texto, precisamente, el acento «condenar cadenas», cadenas que, siendo semánticamente
está puesto —y ahora pasamos al plano lexical— en las palabras que 'condenantes', pasan a ser 'condenadas' (ya que funcionan como objeto
(como consigna) empiezan con «c» (a «casualidad» le pasa lo mismo, directo de «condenar»), y, en cuanto a las relaciones que pueden
pero nunca creímos en ella). En efecto, son átonos los artículos (el, lo, establecerse con respecto al conjunto del texto, son los versos las
etc.), las preposiciones (de, en), las contracciones (al), los relacionantes «cadenas sintagmáticas» 'condenantes' y 'condenadas' en el límite con el
(que), los coordinantes (y), y casi estoy por escribir que todas las espacio.
unidades caen en este juego. Recapitulemos un poco: vimos en principio el funcionamiento de
Pero he aquí que así como se me desbarató el esquema de la ciertas estructuras dobles: las dos frases que ocupan cuatro versos, la
distribución acentual con respecto a la métrica, se me vuelve a división de los versos en dos hemistiquios, la «cadencia» articulada a
desbaratar en el plano lexical. La excepción se da en el primer verso partir de la distribución de los acentos y de las cesuras. Centrándonos en
—corramos más arriba—, y justamente en «espacio» (que no empieza el plano del acento, lo vimos funcionar en el plano contextual y en el
con «c» por más vueltas que queramos darle). El acento puesto en plano lexical. Ahora todas estas estructuras dobles —integradas—
«espacio», de este modo, redobla la acentuación por su carácter forman parte de una estructura doble que las incluye: son todo lo
«excepcional». Retomo entonces este primer verso, que aparece marcado con respecto a lo no marcado: la marca y la no marca, que
marcado, además, por la presencia del único verbo principal conjugado: están en relación de mutuo condicionamiento y de mutua necesariedad
«es». (Los verbos «conmueve» y «conturba» están subordinados por (el espacio es no marcado en relación con lo marcado, y viceversa).
«que».) Entonces: Por último: así como vimos que se explota la relación con el espacio
material (marca/no marca), con el espacio que abren las imágenes
«Cadenciosa condena // es el espacio cielo» («clausurar cerrojos», «condenar cadenas»), hay otro espacio que se
('Cadenciosa condena // es el espacio, sí, helo') abre a partir del texto, es el espacio de la intertextua-lidad. Al ser la del
'alejandrino' una estructura conocida, una «certidumbre cercana» que
Tenemos, en el primer hemistiquio, «cadenciosa condena»: esto lo puede ser rastreada en innumerables textos, se hace referencia a ella, se
relacionamos ya, con la condena a una «cadencia», a un esquema la cita («citas de condolidas certidumbres cercanas») no nombrándola,
fonémico que regula tanto la distribución acentual como la espacial sino poniéndola en juego: las reglas del juego (más allá de tal o cual
(metro, cesura), esquema que, desde la perspectiva del acento, se va cantidad de sílabas, de tal o cual regularidad de acentos) son las de la
debilitando. Y es ese acento el que recae, 'exceprionalmen-te', en puesta en escena: el texto es producido por esa estructura produciéndola
«espacio», este espacio que en el contexto de la frase «es» «cadenciosa —y no reproduciéndola— y produciendo, más allá de ella, a partir de la
condena». De aquí resulta que el espacio, que era lo condicionado, lo lucha entre la marca y el blanco, a partir de la materialización, a partir de
condenado, pasa a ser lo condenante, lo condicionante; y que no es su instalación en el espacio.
solamente el ritmo, el metro y la palaba los que están limitando «al» (¿Viste que el acento no estaba puesto en el 'acento'?)
espacio, sino que es también la singular 'cadencia' del espacio blanco lo
que está limitando a la palabra.
106 Teoría y práctica de un taller de escritura Documentos 107
2 Describir una construcción imaginaria cios sofocados) porque el vendedor casi no salía a la vereda.
Empezamos a descubrir que era muy difícil verlo llegar o irse. El
«El primer síntoma fue la demolición de la tapia, y su reemplazo por Cholo Aguirre juraba que la casilla tenía una puerta que comunicaba al
un vallado de madera. Más tarde llegó la excavación y el cartel que baldío y que en él el vendedor habría instalado una vivienda que era
proponía pisos al costo. subvencionada y atendida por las mujeres.
Los vecinos de esa calle, escenario los domingos de violentos Lo ignominioso del asunto era que aquellos de nosotros que te-
partidos de fútbol, y en las mañanas de la semana, del atareado pasito níamos derecho a hacerlo no conseguíamos nada interrogándolas. Por
con que nuestras mujeres iban o venían de las compras, vimos violenta que fuera la interpelación, por bien elaborada que hubiera sido,
interesados nacer la casilla de ventas. ninguna amenaza o treta o discurso daba resultado. Un silencio evasivo,
Después, me acuerdo como si fuera hoy, llegó el vendedor de la mostrado desde cada personalidad, tendía una firme cortina de humo
inmobiliaria. Era alto, flaco y joven. Los primeros días vimos que la sobre las acciones del Hombre de la Casilla.
casilla le quedaba chica a sus largos pasos de fiera enjaulada. Solía Una tarde llamé a la Cía. Constructora, marqué alternativamente los
entonces recorrer la vereda de la obra, una y otra vez. Le gustaba cantar tres números telefónicos que figuraban en el cartel. No contestó nadie.
y lo hacía con una voz alta que trascendía la casilla y se metía en las Me propuse entonces ir hasta la empresa y averiguar. Lo hubiera hecho
casas de la cuadra. Tenía un repertorio de tangos tristes y valses de amor si al día siguiente no hubiera ocurrido algo que concitó toda la
y una forma de decir los versos que hacía pensar en soledad y expectativa de los hombres.
desventura. Durante toda la mañana, aunque se escuchaba cantar, ninguna de las
Lentamente, las mujeres del barrio comenzaron a achicar el paso mujeres se acercó al habitáculo. Llegó la tarde, cayó la noche y al día
cuando pasaban cerca de la casilla, los que teníamos algo que defender siguiente se encontró muerto al vendedor. Encogido en un ángulo de la
empezamos a preocuparnos cuando vimos que aun aquellas que no casilla en una postura ridicula, como si la muerte lo hubiera atrapado
tenían posibilidades económicas se detenían a informarse de los planes escuchando sonidos que vinieran desde el baldío. Las primeras
de venta en charlas prolongadas. La primera en tirarse a fondo fue indagaciones policiales tropezaron con la ignorancia de nosotros y la
Rosita la piba del kiosko; un día apareció con una pava y un mate y al falta de colaboración de las mujeres del barrio. La encuesta no prosperó
rato se los escuchó reír juntos. Doña Soledad, la mujer del farmacéutico, más allá de un veredicto de muerte natural provocada por un paro
le tejió una bufanda, y hasta Clara Sánchez, toda una profesora de cardíaco. Había habido antes otras suposiciones generadas por el color
Liceo, se atrevió a cruzar la calle un sábado al mediodía con una cianótico y el rictus de terror que surcaba la cara del hombre muerto.
bandeja de asado al horno. Nos enteramos luego que ningún departamento había sido vendido,
Los hombres vimos crecer la audacia de las mujeres; grandes y que la inmobiliaria no existía y que en la dirección expresada en el
chicas, comprometidas o no, que sin ningún disimulo aguardaban turno letrero había una panadería. Supimos también, meses más tarde, que los
para meterse en la casilla. Hada ya muchos días, que los vidrios estaban propietarios del terreno eran una familia italiana, radicada en el país
cubiertos con papel vitraux, regalo de Lucrecia la peluquera, por lo que hacía ya 20 años, y vueltos a su patria unos cinco años atrás; no tenían la
era imposible ver nada de lo que sucedía en el interior del cubículo. menor idea del asunto de los departamentos.
Mientras tanto la promesa de los pisos en venta seguía en el cartel, en Han pasado ya tres años de aquel tiempo. Individualmente tratamos,
medio de aquel barrio de casas bajas donde el vecindario, cuando y lo hacemos aún siempre que podemos, de averiguar por nuestras
hablaba de ello, decía: "tantas piezas" o "en el fondo", y nunca mujeres quién o qué era ese hombre. Siempre ocurre lo mismo: la
ambientes o cuartos. respuesta, en toda la gama de manifestaciones, es un ominoso silencio.»
Tampoco llegaban obreros o camiones, signos de esfuerzo o co-
mienzo de la obra. Sólo la valla, la casilla y los sonidos que se es-
cuchaban a veces (sonoras explosiones de risa después de silen-
108 Teoría y práctica de un taller de escritura Documentos 109
En medio de aquel barrio de casas bajas, un edificio —conjetural— a la unívoca reacción de los hombres) se concentra en lo 'singular' (el
del que nada se sabe; en medio de aquel barrio habitado por «nosotros», hombre, la casilla) y produce nuevas acciones, produciendo de este
un hombre del que nada se sabe —y que se transforma en objeto de modo el avance de la historia.
«conjeturas». Y es, curiosamente, en relación inversa, que lo plural («nosotros»)
El hombre es para «nosotros» (primera persona 'plural') lo que el produce lo singular (actitud unívoca, 'contemplativa') y lo singular (el
virtual edificio es para las casas bajas («casas», sustantivo plural): un hombre, el posible edificio, cada una de las mujeres) produce la
elemento extraño, sobresaliente, no conocido: un elemento singular pluralidad (pluralidad de acciones y de movimientos que determinan el
diferenciado en medio de un plural indiferenciado, homogéneo (donde avance de la historia).
todas las casas son bajas, donde el conjunto de «nosotros» actúa en una Pero organicemos un poco esto, oponiendo los términos:
misma dirección).
Entre «nosotros» (los que están desde siempre) llega el hombre,
como llega la demolición de la tapia, la excavación, el cartel que LO PLURAL LO SINGULAR
propone pisos al costo. A partir de entonces, las acciones y las
expectativas se concentran en esa presencia, en la presencia del hombre («nosotros», los hombres) (el hombre, el edificio virtual,
'activo', que camina: «la casilla le quedaba chica a sus largos pasos de cada una de las mujeres)
fiera enjaulada», «solía entonces recorrer la vereda de la obra, una y
otra vez»; el hombre 'activo' que no solamente concentra la atracción (de Propietarios («los que teníamos Propietarios conjeturales
las mujeres, de las expectativas), sino que disemina sus acciones: 'le algo que defender») (hombre propietario del virtual
gustaba cantar y lo hacía con una voz tan alta que trascendía la casilla y edificio, mujeres propietarias de
se metía en las casas de la cuadra». un saber)
En cuanto a las actitudes que producfe su llegada, podemos di-
ferenciar, por una parte, la actitud de los hombres del barrio, la actitud Espectadores pasivos Actantes activos Hacer lo que se
de «nosotros», que es posible calificar —de algún modo— como Ver («vimos», «vimos», etc.) ve y lo que no se ve («era
'contemplativa': «vimos interesados nacer la casilla de ventas», imposible ver nada de lo que
«comenzamos a preocuparnos cuando vimos», «vimos crecer la audacia sucedía en el interior del
de las mujeres», «empezamos a descubrir que era muy difícil verlo cubículo», «era difícil verlo llegar
llegar o irse», «Nos enteramos luego que ningún departamento había o irse»)
sido vendido», «Supimos también meses más tarde...», etcétera.
En contraposición a esta actitud: «las mujeres del barrio comenzaron Necesidad de saber («nos ente- Posibilidad y conjetura (edificio
a achicar el paso cuando pasaban cerca de la casilla». Las mujeres del ramos», «supimos», «pregunta- 'posible', conjeturas acerca del
barrio (plural, femenino) comienzan a tomar actitudes diferenciadas, se mos») nombre y de las acciones de las
«singularizan»: «La primera en tirarse a fondo fue Rosita, la piba del mujeres)
kiosko; un día apareció con una pava y un mate y al rato se los escuchó
reír juntos; doña Soledad, la mujer del farmacéutico, le tejió una Plural que produce singular Singular que atrae y produce
bufanda, y hasta Clara Sánchez, toda una profesora del Liceo, se atrevió (actitud unívoca, 'contemplativa' plural (hombre atrae a las mu-
a cruzar la calle un sábado al mediodía con una bandeja de asado al jeres, edificio atrae las expecta-
de «nosotros», los hombres)
homo.» tivas, actitud diferenciada de las
Entonces, la singularización de las mujeres (en contraposición mujeres lleva a pluralidad de
acciones).
110 Teoría y práctica de un taller de escritura Documentos 111
Hacia un costado y hacia el otro, tenemos (leyendo vertical-mente) activo que camina, concentra y disemina (ver p. 5 de este informe) es un
relaciones que se establecen en texto; ¿son demasiado casuales estas punto de referencia en el que se cruzan los puntos del tejido textual:
relaciones? Yo diría que no. En principio, porque el concepto de aparece como un emergente (singular) de una serie de relaciones
«saber» supone que hay algo que se puede saber, y de lo cual uno puede (plural) que lo generan, generándose —a su vez— a partir de él. (Tejer,
apropiarse, apropiarse de un saber (en este caso los hombres, que cruzar, aparecer.)
'tienen algo que defender', propietarios de las casas bajas y de sus Entonces, a la lectura identificatoria, a la lectura que quiere
mujeres, quieren apropiarse de la identidad del hombre). Por otra parte, apropiarse de un saber, a la lectura unideterminada que el «nosotros» de
el «ver» —sentido privilegiado desde Platón hasta ahora, y quién sabe la historia hace de la llegada del hombre, el texto propone una nueva
hasta cuándo— es garantía de 'saber' justamente en la esfera 'visible'. lectura: la que lee en la llegada del hombre 'singular' (que, en cuanto a la
Esto determina la 'actitud contemplativa' de un plural («nosotros»), historia, es el motor de avance, y más allá de su muerte, deja abierto el
cuya acción máxima consiste en 'preguntar' para apropiarse de un saber, enigma de su identidad) un síntoma de las múltiples relaciones que lo
para apropiarse de un significado (singular) que acabe con la pluralidad generan, la lectura que hace, del singular, plural; la lectura que
de las conjeturas. multiplica, que potencia. (El síntoma es siempre un emergente
Pero he aquí que el saber no llega. Porque si bien algo se sabe acerca perceptible determinado por múltiples factores, un punto en el que se
del edificio (y son informaciones que más que un saber producen más cruzan los hilos de la significación.)
confusión en «nosotros»), nada se sabe acerca de la identidad del Y eso es lo que el texto, desde su formulación, está proponiendo.
hombre, acerca de su llegada, de sus acciones, de su muerte («no Porque así como no llegan los «signos», así como no llega la «lectura
conseguían nada interrogándolas», «la respuesta, en toda la gama de sus sígnica» a consumarse en la apropiación de un saber, llega «el primer
manifestaciones, era un ominoso silencio», «las indagaciones policiales síntoma», en la apertura del texto, y el 'síntoma' comienza a producir:
tropezaron con la ignorancia de nosotros»). Los hombres, «nosotros», «El primer síntoma fue la demolición de la tapia, y su reemplazo por un
no pueden apropiarse del 'secreto' —conjetural— de las mujeres. No vallado de madera. Más tarde llegó la excavación y el cartel que
llega el saber. No llega la apropiación y: «Tampoco llegaban obreros o proponía pisos al costo...».
camiones, signos de esfuerzo o comienzo de la obra». Avalamos la propuesta. Y el intento de este informe es, preci-
samente, el de leer en unos pocos emergentes del texto (en este caso,
Tampoco llegan 'signos' (curiosamente, en plural). 'singular', 'plural') la red constitutiva de ese emergente, algunas de las
¿Cuál es la relación que se establece entre todo lo marcado líneas que se cruzan en la determinación de su aparición. Por supuesto,
—verticalmente— con respecto al plural y el concepto de signo? esto no está agotado (nunca podría estarlo), por lo cual es necesario
Simplemente que el signo —relación de un significante con un multiplicar la propuesta: proponer una nueva lectura 'sintomal' (no
significado— lleva, por medio de lo que se ve, por medio del sig- sígnica, no identificatoria, no causativa, no lineal) que realmente
nificante, a la apropiación de un saber, de un significado (estático, oponga, contradiga, expanda, despedace, a esta lectura —nunca
invariable), lleva a una identificación. Los hombres buscan el definitiva, siempre abierta.
significado de eso que ven (significante), buscan la identificación, la Queda a tu cargo. Me caben la seguridad y el deseo de que la
respuesta. Pero no llegan signos, no llega la identificación, no llega la respuesta, en toda la gama de sus manifestaciones, no sea un «ominoso
respuesta. silencio».
Lo que sí llega es el hombre, 'singular' llegada —de significado no ¿No es cierto?
identificable— que concentra la expectativa pasiva de los hombres y las
acciones de las mujeres. El hombre, singular; el hombre
112 Teoría y práctica de un taller de escritura Documentos 113
3 Hacer producir las palabras: muestra - prenda - ay El turco (que era ya un viejo conocido), más que presentarse, se
re-presenta —vuelve a hacerse presente— ante la «sañura». En ésta,
como en toda re-presentación,, hay algo conocido (se conocen entre sí
«Con la cara encendida por una sonrisa, el turco golpeó las manos
los persoonajes de la historia) y algo nuevo (la nueva situación, el
antes de trasponer la pequeña cancela y entró en el patio ante el gesto de
nuevo contexto), y la consecuente apertura significativa.
la mujer, que acudía a él secándose las manos en el delantal.
Que eran viejos conocidos lo denunciaba el hecho de que la nube de Incluso a nivel léxico, «brenda», por ej., que se 'presenta' a la
chicos que rodeaban a la doña, lo miraban abiertamente con exclusión primera línea de diálogo:
del más chico que se retorcía atrás de las piernas de su madre «—Tengo linda "brenda", sañura...»
asomándose y desapareciendo en un juego de timidez y desafío. se re-presenta en la séptima línea de diálogo:
El perro de la casa, un chucho amarillo atigrado mezcla de razas
diferentes, también participaba de la alegría del encuentro fustigando la «—Vamos adentro a ver linda "brenda", ¿eh?...» Y aquí es evidente que
cola. la re-presentación léxica, inserta en un nuevo contexto, produce nuevas
—Tengo linda «brenda», sañura —dijo el turco tendiendo una blusa significaciones (realimentándola, por otra parte, en tanto palabra
de tela florida. significativa).
—Vea qué muestra tengo —continuó diciendo. Así como se producen las repeticiones, hay otras unidades léxicas
—¡Ay! —contestó ella—. Es linda, pero lo que ha de costar, ¿no? que, sin estar marcadas, aparecen sugeridas por el conjunto. Es el caso,
—Está su «asboso» —dijo él con un tono cantarín en la voz. por ejemplo, de «vea la muestra que tengo» (segunda línea), que, dada
—No, don Selim, él no viene hasta la tardecita. la referencia anterior («dijo el turco tendiendo una blusa de tela
—Entonces, manda chicos a jugar que hablamos del precio — florida»), sugiere que el turco «muestra» la «muestra».
precisó el turco, con un hablar bajito e intencionado. Se da, desde otra perspectiva, la representacióon fonética de un
A órdenes de la madre los chicos y el perro salieron fuera del patio habla específica, la del turco, en la variante que transforma la bilabial
que rodeaba la casa. Ángela llevaba en los brazos al menor. Cuando el sorda (p) en bilabial sonora (b). (Es curioso notar que también hay, en
vendedor los vio abandonar el senderito que llevaba hasta el rancho y cuanto a la representación gráfica, una analogía entre «p» y «b»:
perderse en el monto, se volvió hasta la china y continuó: fonemas que se representan con una misma forma, aunque invertida).
—Vamos adentro a ver linda «brenda», ¿eh? Como si con todo esto no alcanzara, se pone en escena el «diálogo»
La mujer contestó divertida y coqueta: como 'representación de un discurso', en estilo directo: diálogos cuyos
—¿Y para qué, don Selim, si aquí se ve bien y por ahí ni comprarla verbos están conjugados en presente y que, siendo un intercambio de
puedo? discursos, representan ese intercambio mostrando el intercambio
—Vamos, vertí —insistió el turco—; vas a ver qué linda te queda y comercial y sugiriendo (así como a partir de «muestra» se sugiere que el
cómo compras barato. turco «muestra») un nuevo intercambio entre don Selim y la «sañura».
Entraron en la casa y al trasponer el umbral el turco echó una mirada Acerca de este último intercambio (acerca de si «prende» o no
sobre el hombro y acompañó el ingreso de la mujer tomándola por la «prende») prefiero no opinar, para no 'mostrarme' comedida, sino
cintura. 'medida'; sobre todo recordando que:
Ella profirió entre seductora y quisquillosa: «bara voder bender bien hay que medir todo»
—¿Qué hace, don Selim? y que:
—Estoy midiendo, «sañura» —dijo el turco—; «bara voder vender «bara voder broducir bien hay que medir el brocedimiento:
bien hay que medir todo.» en todos los niveles: REPRESENTACIÓN.»
114 Teoría y práctica de un taller de escritura Documentos 115
II Global En una palabra (y para mostrar de una vez mis intenciones): estoy
tratando de tentarte. No porque a tus textos les haga falta ningún
Es notorio un singular dominio que va desde la estructuración de la cambio, sino porque la explotación de la mayor cantidad —y calidad—
frase al conjunto del texto. Está tan 'medida' la utilización de los posible de procedimientos es necesariamente enri-quecedora —en la
adjetivos como la relación que se establece entre los diferentes tiempos medida en que dramatiza un 'trabajo', en la medida en que pone en juego
verbales. En un contexto mayor, lo mismo puede decirse acerca de la todo el tejido que hace posible la aparición de la 'marca' como
progresión de las acciones y de la intriga. emergente, dando lugar a la textualiza-ción—. Y el intento, por otra
También es de destacar la fluidez con que se ponen en escena ciertas parte, no puede menos que ser enri-quecedor si —desde otra
formas bastante estrictas (como es el caso de los alejandrinos en el perspectiva— tenemos en cuanta que tanto el orden convencional de la
primer texto analizado) y, fundamentalmente, cómo la norma aparece frase (sujeto-verbo) como el de las secuencias 'actaneiales' de la historia
generada por el texto mismo —no superpuesta, no forzada. (lo mismo podría decirse del metro poético fijo, del
El momento en que una escritura llega al dominio de ciertas «personaje-persona» con nombre y apellido) son solamente una
estructuras —por llamarlas de algún modo— «puras» (como son el posibilidad (no la más productiva, no la menos productiva, sino una
'relato', el 'diálogo', el 'poema' con medida fija) es el ideal para posibilidad entre infinitas).
'prostituirlas', para dejar que se mezclen unas con las otras, que se Y habiendo infinitas posibilidades, y pudiendo manejar las
inmiscuyan —como toda buena vecina— y se rían de las tapias, de las 'convencionales' sin ninguna dificultad, éste es el momento ideal para
puertas, de los limites. Es el momento ideal para liberarlas, mezclarlas, abrir los textos hacia la lectura de esas posibilidades, para leerlas
trabajarlas: el momento para intentar un poema dialogado, un relato escribiéndolas corí todo el cuerpo y las ganas en toda la potencia del
mechado con poemas, un relato que se deduzca únicamente del diálogo, espacio blanco.
y todos los etcéteras que puedan ocurrír-sete.
También es el momento para:
— Aprovechar los procedimientos relegados tradicionalmente al III Sugerencias
ámbito de la poesía (como, por ej., las frase nominales, o el adjetivo
antepuesto; cuyo funcionamiento puede detectarse en TI) en el texto de En función de lo ya anotado en II, cabe sugerir la utilización de
la prosa. ciertas 'consignas' o 'supraconsignas'; específicamente:
— Dejar que el espacio (como el alfil en el tablero) coma de ambos
costados según la marcha del juego, y no haya esquemas métricos fijos. En cuanto a la espacialización:
— Enfrentar a la frase contra su orden presuntamente 'lógico'
(convencional) y alimentar la lucha hasta que se genere el 'hipérbaton' — Escribir un texto breve y espacializado de modo tal que permita
(en todas sus variantes). varias lecturas (horizontal, vertical, etc.).
— Producir Tiistorias' que empiecen por el medio, sigan por el final — Proponer una estructura irregular de metros (a piacere) y or-
y finalicen en el principio (se comprende, también en cuanto al orden ganizar un texto respetando esa forma impuesta a priori.
'secuencial' considerado 'lógico')- En cuanto a la frase:
— Mezclar (junto con don Selim o con Rosita) 'personajes' como la
'polilla', 'la pata de la mesa' o 'la pinza de depilar'. — Escribir un texto con predominio de 'hipérbaton' —cambio
del orden convencional de la frase— tanto en su estructura gene
ral (verbo-suj. por suj.-verbo), como en su estructura interna: por
ej., en lugar de «núcleo-complemento», «complemento-núcleo»
(«la mesa de madera», «de madera la mesa», etc.).
116 Teoría y práctica de un taller de escritura
Documentos 117
Es un trabajo de investigación grupal con dos objetivos: analizar la Durante 1975, uno de los trabajos teóricos del taller 1 fue el estudio y
escritura en seis textos concretos y, por otra parte, instrumentarnos para discusión de El oro del escarabajo, texto crítico del francés Jean
enfrentar la producción de cualquier escritor, mediante el manejo y la Ricardou originalmente publicado en la revista Tel Quel. De las
explicitación de ciertas nociones teóricas fundamentales, extraídas de, y reuniones de 1975 quedaron varias decenas de hojas mecanografiadas,
no supuestas previamente a, las distintas lecturas practicadas en cada versión literal de las grabaciones que se realizaban. «Esa herencia de
caso. blancas superficies cubiertas de escritura —podríamos decir, adaptando
Participa plenamente de nuestros dos postulados básicos: la a la ocasión una frase de Raymond Roussel citada por Ricardou— era
complejidad de niveles del trabajo textual y la validez de todas las demasiado sospechosa como para que no le atribuyéramos un
lecturas que se susciten, en tanto respeten y no fuercen el material que significado concreto.» El que se le atribuyó, con razón o sin ella, fue el
las sustenta. de seguir produciendo. Dos integrantes del taller 1 fueron encargados de
Como es obvio, del manejo teórico y de la práctica crítica se sistematizar el resultado de las discusiones, organizándolo bajo la forma
desprende un tercer resultado: el placer de la lectura, que, en última de un programa para un nuevo seminario. Así, el ubicuo escarabajo,
instancia, es nuestro objetivo general. unos meses después de habérselo dado por muerto, volvía a pedir que se
ocuparan de él. En mayo de este año comenzó el nuevo curso,
Programa: Primera Parte programado para veinte Reuniones que finalizarán en septiembre, según
el siguiente plan:
Esbjerg en la costa: La historia de una apuesta y la apuesta de una
historia. Los relatos incluidos. Historias y discurso: una diferenciación 1 El texto y la constelación de sus problemas.
clásica. 2 Primera (re)lectura. Múltiple función del escarabajo: polisemia.
Los adiases: Las reglas del juego. Sus componentes: naipes, ju- Invitación a un desciframiento.
gadores, apostadores. Las trampas. Posibilidades para un nuevo tipo de 3 Realismo y naturalismo. Ricardou obtiene una victoria pírrica.
trabajo crítico. 4 Escalones del desciframiento y niveles del texto.
Historia del Caballero de la Rosa y la Virgen encinta que vino de 5 Intencionalidad del autor vs. asociaciones del lector. Egipto.
Lili-put: Personajes que inventan personajes. Acerca de la postergación. 6 El bivalvo: una descripción poco rigurosa de Ricardou.
El 9. Texto dentro del texto. Para definir un verosímil. 7 Conceptos de paradigma y sintagma, de metáfora y metonimia.
Jacob y el Otro: ¿Quién cuenta? El problema del narrador. Los pares Aplicación de un modelo.
y los padres. El circo. 8 Lo fantástico: ficción, género, efecto. El diablo o el fuego. La
El Pozo: Lecturas simultáneas y lecturas sucesivas. Las cartas del verosimilitud.
pozo como puntos de partida para partidas posteriores. 9 Códigos, emisores. Los placeres de la locura. «Cifrando descifra,
La Muerte y la Niña: el vaciamiento de la escritura. Realismo: escribiendo lee.»
representación y antirrepresentación. Las rupturas de un discurso. Otra 10 Estructura del relato. ¿Alucinógeno?
vez los naipes. 11 Miradas y lugares en la narración.
12 Cadenas de indicios. Funciones y catálisis. Otra lógica.
Segunda Parte 13 Nombres y palabras. Una cacerola de cobre. Hipogramas.
14 Lo extra textual, lo intra textual. Un texto ganador.
Trabajo en conjunto alrededor de uno o más textos de J. C. 15 Oro, tesoro, bivalvo, escarabajo. La muerte enterrada.
Onetti, a elegir por el total del grupo.
i
120 Teoría y práctica de un taller de escritura Documentos 121
Pero no fui a Berlín porque era caro, así que por eso me encuentro en
Muestrario las sierras puntanas un tiempo. Al llegar era puro entusiasmo porque
nunca había visto cerros rosados. Ni tampoco me había despertado
Lo que sigue es ¡a respuesta de algunos talleristas a algunas consignas. contra la cara de un caballo que me miraba dormir. Hasta que un día una
No se trata de una antología: la idea es simplemente mostrar distintas culebra me dio unos saltos por el torso mientras me hacía la meditativa
posi-biliades de cumplimiento de una consigna; rige la variedad y no la boca arriba. Y me enojé muchísimo. Junté las prendas que se
calidad. evaporaban en las piedras y rocas del río, bien pelmazas. Y caminamos
Se exhiben —a título de ejemplo— dos propuestas bien diferentes entre de vuelta. El segundo desastre fue perderme en un cuadro de valle con
sí (Geminar y Escribir un soneto), cada una con varias soluciones; algunos casa deshabitada, pero con perros. Casa del diablo, los habitantes
ejercicios sueltos completan el breve panorama. acabarían de hacerse humo. También había una vaca perdida. No podía
creerse. Y te la regalo la duda de sentirte respirando adentro de un
GEMINAR cuadro. Imposible. Porque lo que no respira aplasta y cada vez es más
difícil encontrar senderos. Comprobé que el cielo empieza justito sobre
Azucena entra a la joyería, se apoya én el mostrador y le pide al la superficie de la tierra —por lo tanto, no se sabe dónde queda lo que se
vendedor pálido que le muestre un prendedor de esmeraldas. muestra, porque lugar no hay—. Mientras me esforzaba por
El vendedor pálido, poco demostrativo, trae un muestrario de conseguirme un espado, culebreando también me enroscó un sendero.
terciopelo negro con un magnífico broche. Por su cuenta, creo. Enormes espinas unían fuertemente mi carne a la
Azucena se desprende la blusa con parsimonia y saca un 22, ante los soga de las alpargatas. Aiaiay. Aunque ellos dicen que hay que
desorbitados ojos del vendedor pálido que trata de alcanzar la alarma sacárselas cada vez, no quise arriesgarme a quedar desenroscada por
con un pie. En ese momento Azucena tira. El vendedor pálido se prende entrar en relación quirúrgica con unas simples espinas. Y después me
con una mano al mostrador, su cabeza cae pesadamente sobre el encontré en el preciso momento de comenzar los actos que van a parar a
muestrario y las esmeraldas. De su frente se desprende un hilo de la cara del caballo.
sangre.
MÓNICA VOCOS
Azucena corre fuera del negocio, donde la espera Pedro Campana,
con el motor prendido. Se prende con fuerza al brazo de Pedro
Campana, le muestra sus manos:
—¡La primera muerte, Pedro, nuestra primera muerte! Pepe y la musa
Pedro Campana se desprende con suavidad, la palmea a Azucena en
la cabeza y le dice: Pepe: —Musa, atrás.
—Es un trabajo, mi prenda, es un trabajo. Musa: —Es tarde.
ELISABETH CHECKA
122 Teoría y práctica de un taller de escritura Documentos 123
Pepe:— ¡Ay...! Musa: churro loco, qué armadura! comprende que ánimo
—Tramposo. Pepe: Dame que anima, que hay?
una mora.
Musa:—Después... ROBERTO ELÍA
SUSANA PARRILLA
Acto 1
Reviente Una señora entra a una tienda. La atiende una elegante vendedora.
Muestra prende hay!... muestra LA SEÑORA (señalando la vidriera): ¿Me muestra prenda?
hiende ayer nuestra gente con ver VENDEDORA (consternada): ¡Ay! No hay. S.: Sí hay, ¿no
modos astros bostra bostra muestra? V.: No.
hay que ver! Nostra trava S.: ¡Monstrua! ¡Muestra prenda! V.: No.
prisa prisa i prosa hay que lustra que Prenda monstrua: menstrua.
aprende yáh que no muera (Trae el vestido de la vidriera y le muestra que, efectivamente, segrega un
esprejo esprejo esprejo humor rojo.)
comprende S.: ¡Ay! ¡Ay! ¡Prenda monstrua! OTRA
muestra qué bostra SEÑORA: ¡Menstrua! VENDEDORAS:
que muestra ¡Ay! ¡Ay! ¡Menstrua! (Se generaliza el
HAY!!!!!!!!!!! alboroto en la tienda.)
Oh la pustra prosodia pragmática queaiiiiii UN SEÑOR MUY ATILDADO (polainas, paraguas, bombín): ¿Regu-
en distra siniestra prendeja queaiiiii larmente?
rendija yameante yacente yoística V.: Monstruosamente.
quémente qué mente quémente quemante SEÑOR: ¿A ver?
depende (Le muestran. El señor saca un carnet de policía y dice a un grandote que
si ai o noai: que muestrrree maestra: sus moros había pasado inadvertido entre los estantes de bikinis.) SEÑOR:
su prisa su Préndelas, Monsty. Todas monstruas. (Monsty corre a las mujeres por
prosa la tienda.) MUJERES: ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
su rema en la horma ien su argumento: yo no soy buena moza
yo no soy buena moza (destra preciosa laya mentira, por qué?, porque)
RODAJA COAGULO COÁGULO COÁGULO TRAS. PUNTO. GUERRE- Acto 2
RO MAYA DEMUESTRA PORQUE SORPRENDE ESPAÑOL LIBRO
NIÑO: (COÁGULO): maestra —qué español: En la comisaría; despacho del comisario, el señor muy atildado del acto 1.
C: (A la vendedora l.h Di, monstrua ¿cómo la prenda menstrua? V.: prendamiento del apremio al aprieto apretati-vo
Monstruosamente. C: ¿Ustedes le ensenaron? apremiante de la uña a la pestaña premura premisa de
V.: No. Prenda aprende mirando, sorprende menstruando, des- la preñez no prescripta trementina tremulante
prendiendo monstruosidad mensual. Ayaya la reprende, prenda
comprende, mas mes a mes más menstrua. C: Eso no explica por qué la MARÁ PIRES
pusieron en la vidriera. V.: Sí. Prenda menstrua si uno muestra que no es
monstrua. Si la muestra, menos menstrua. C: ¿Sí?
V.: Sí. Prenda comprende, mas no aprende a no ser monstrua. C: Su La rosa
testimonio es suficiente. Pasemos a la siguiente. Tráela, Monsty.
Por la rosa ofrecida en los pasillos de un
DANIEL SAMOILOVICH tren que me llevaba o me traía me nació
—qué sé yo— una alegría: no eran agujas
diarios cigarrillos
grpreámbulo grpreadamita abreviado breviario cremoso
crepitante prendiente precipitadamente en la precocidad de la eran rosas, parece tan sencillo
preconizada párpado al pie preñamiento prendado en murmullo si un niño vende flores cualquier día,
pestañas de brilláceos, ojinóceos, ojinocientes precipicios y pero ayer lo gocé y parecía
prepucios incandescentes prendedores emprendados en que llevaba el verano en el bolsillo.
preñados mostradores de las cuyas pestañopolientas
lustra-cejeantes, anudadas y desanudadas con-tinuoti filantes Mi corazón eglógico de grillo se acercó a
crespusculinas mordeduras medulomurmurean-tes si se comprar la fantasía escondida en los
mudamultíplican del murmurio a las muecas mudopupiladas, si fondos de mi altillo.
ayedosas mutua musaraña muela muele intermuérdago
muerdisorbe ausencias multiplicando muriátícos, mutilando Me detuve a escuchar cómo ofrecía: «En
murmurantes mutabilidades murciélagosas mudables en La Rosa, la fija de porrillos» y desande mi
presencia de cuyas pupilas del predicho preliminarmente en el vuelo en agonía.
preludio desprende círculos trepidonacara-dos que
mejillapresionan la esponjocar-nadura antimetafórica ALORA BAS
Trama
Si Olvido alguna vez cruzó el Leteo, Brillo oloroso de inmadura estela atérrase en
esquiva la memoria ya no encierra cuadrado; umbrío ramo atravesado, aliento,
descensos a un infierno bajo tierra. Ya activo gamo de bruta escarcha que entre pelos
nunca a su mujer hallará Orfeo, cuela
EDUARDO STUPlA
Documentos 131
130 Teoría y práctica de un taller de escritura
i Traducir
imaginariamente un texto del alemán
CARLOS LUIS