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, ¿cómo afrontarlos
mejor?
Reflexión de JMTH.
Desde que fue creado el mundo, siempre hubo aflicciones para la Creación,
porque Dios, creó al hombre a su imagen y semejanza, pero también en el
Universo, existen fuerzas espirituales que se oponen a la Creación Divina.
Algunas personas dicen: ¡Y!, ¿cómo, si Dios es tan bueno, permite que los
cubanos, por citar un ejemplo, afronten duros y serios problemas,
económicos, de medicinas, del vestir, en alimentos, etc, etc.
Por otra parte, satanás, día a día en su batalla contra Dios, pone su parte en
el sufrimiento humano, y Dios se lo permite, para que te edifiques mejor a los
pies de su Hijo Jesucristo, y si no buscas de Él, por las buenas la
evangelización), tengas que buscarlo por las malas, a causa del sufrimiento o
el padecimiento tuyo, de un hijo, un familiar, etc.
¡Entonces!, ¿es tan difícil vivir en armonía y amar a todo el mundo, con el
AMOR SINCERO de Jesucristo?. Parece que para los seres de esta generación,
que se está autodestruyendo, eso es demasiado difícil.
¡Si yo, desde Antilla, Cuba, un lugar que no es rico, ni desarrollado, puedo
ofrecer mi sangre para salvar una vida en cualquier parte del mundo, debo
hacerlo con gusto y agradecimiento a Dios, quien ofreció a su Hijo Unigénito
en muerte de Cruz, para salvarnos del pecado. ¡Entonces!, ¿Por qué
acostarnos y levantarnos, pensando que aquel es de tal manera o de otra,
por que criticar al que es rico, o al que es pobre, al que ama, o al que no
ama?, si todos al final tenemos que partir de esta tierra y nada nos
llevaremos.
Recuerde que al final de nuestras vidas, es Dios el que juzga, y ni usted ni yo,
poseemos poder para detener la vida o para posponerla.
1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su
hora.
Vivamos los días que nos quedan de vida en armonía total con todos;
amando a nuestros semejantes en el Amor puro de hermanos, con
respeto, respetando las maneras de pensar de cada quien, porque de
hacer justicia, se encarga Dios, lo nuestro es vivir, crear, compartir lo
que tengamos y obedecer a Dios; la justicia es de Él.