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UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA

LA MOLINA

FACULTAD DE PESQUERIA
DEPARTAMENTO DE MANEJO PESQUERO Y MEDIO
AMBIENTE

“CASOS DE ZOONOSIS HUMANA POR NEMATODOS”


Alumnos:
Huanca Gil, Karen Mercedez
Pérez Gonzales, Francesca Melanie
León Prailé Katherín Andrea
Ruiz Salazar, Luis Jeanpierre
Profesor:
Blgo. GONZALES FERNANDEZ, Julio Gregorio
Curso:
Sanidad Acuícola

Lima – Perú
2018
INTRODUCCIÓN
En el Perú, las zoonosis parasitarias son problemas de importancia en la salud
pública y en la economía, Estas zoonosis tienen altas tasas de prevalencia en
animales y seres humanos, principalmente en países de limitado desarrollo
económico; los cálculos indican que las pérdidas económicas son muy altas en
la pesca y producción acuícola, tambien en la recuperación de la salud en la
población humana afectada, constituyendo un determinante en el retardo en el
desarrollo de dichos pueblos
El Comité Editorial de la Revista Peruana de Medicina Experimental y de Salud
Pública (RPMESP) consideró necesario e importante que la comunidad científica
del país y del extranjero, se informara de los datos actualizados y más relevantes
de las zoonosis parasitarias en el Perú, con la finalidad de propiciar, por parte de
los organismos públicos y privados que tienen entre sus objetivos el estudio de
estas zoonosis, las medidas de control más adecuadas a nuestra realidad,
utilizando el conocimiento de otros países involucrados con estos problemas y
que han establecidos programas de control para atenuar o disminuir el impacto
en la economía del país y en la salud humana y animal; por ello, en este número
se abordan las zoonosis parasitarias de prioritaria atención en nuestro país.

OBJETIVOS

 Conocer casos de zoonosis humana por nematodos.


 Conocer los síntomas de la enfermedad
 Reconocer las causas de la enfermedad
1. ¿Qué es la zoonosis?
El término zoonosis, etimológicamente, deriva de las raíces griegas zoo: animal
y gnosis: enfermedad, y comprende a las enfermedades infecciosas
transmisibles en condiciones naturales, entre los animales vertebrados y el
hombre, donde los animales son la parte esencial en el ciclo biológico del agente
etiológico, que pueden ser priones, virus, bacterias, hongos y parásitos. La FAO
estima que el 60% de los patógenos humanos están relacionados con las
zoonosis.
2. Ictiozoonosis
Las ictiozoonosis son las enfermedades transmitidas al ser humano por
bacterias, virus y parásitos, a través del consumo de pescado, productos
pesqueros y de la acuicultura
Existe una amplia variedad de parásitos que pueden infectar al pescado, pero
solo un número relativamente reducido puede causar enfermedad al ser
humano. Los helmintos (gusanos) son los causantes de la mayoría de las
ictiozoonosis parasitarias; sin embargo algunos microsporidios y myxosporidios
son considerados potencialemente patógenos.
Los estadios larvales de tremátodos, nemátodos y céstodos presentes en la
carne del pescado propician la infección humana al consumir peces crudos o
insuficientemente cocido.

3. Casos de zoonosis humana por nemátodes

3.1 ANISAKIASIS
La anisakiasis es una zoonosis parasitaria producida por larvas vivas de
nematodos de la Familia Anisakidae, que se localizan en la cavidad
corporal y el sistema muscular de peces teleósteos y moluscos
cefalópodos. El hombre las ingiere accidentalmente al consumir pescado
infestado crudo o poco cocinado. El cuadro clínico está caracterizado por
síndrome gástrico-intestinal.
En los peces marinos, las infecciones por larvas de nemátodos están
producidas principalmente por especies de anisákidos (Ascaridida,
Anisakidae) cuyos hospedadores definitivos son vertebrados piscívoros y
mamíferos marinos.
Las especies de anisákidos responsables de la infección en el hombre
pertenecen a los géneros Anisakis, Pseudoterranova y Contracaecum; y
fundamentalmente la especie Anisakis simplex.
Las larvas infectivas (III estadio) se localizan en el mesenterio, sobre el
hígado, gónadas y otros órganos internos.
Figura 1. Ciclo biológico del nemátode

3.1.2 Casos en Perú.


En el Perú, se han reportado en total ocho casos humanos de los cuales
cinco son comprobados, tres de ellos producidos por larvas de P.
decipiens, uno por una larva de Anisakis sp. y otro por A. simplex
(Martínez R, comunicación personal). Además, dos casos probables por
A. physeteris. Todos cursaron un cuadro agudo y tenían el antecedente
de haber ingerido cebiche de pescado de origen marino.
La anisakidosis por larvas de A. physeteris probablemente emergió
durante el fenómeno de El Niño ocurrido en la costa peruana en los años
1997-98, que se explicaría por los siguientes factores: en primer lugar, por
el volumen de desembarque de Coryphaena hippurus (perico) producto
de la pesca artesanal entre enero y marzo de 1998. En segundo lugar, por
el posible incremento del consumo del (perico) bajo la forma de (cebiche)
por la población debido a la notable disminución de la captura de otras
especies propias de aguas frías, este hecho pudo incrementar la
probabilidad del riesgo de infección. En tercer lugar, a la prevalencia e
intensidad media elevada de larvas de A. physeteris en el (perico) durante
El Niño (1997-98).
Estas evidencias nos permiten postular que la anisakidosis emerge
durante El Niño. Por otro lado, en ausencia de este evento esta zoonosis
podría ser más frecuente en épocas en que el volumen de desembarque
de T. murphyi (jurel) y S. japonicus (caballa) es más elevado, estos peces
son usados con frecuencia en la preparación del cebiche y están
parasitadas por larvas patógenas. La fuente de infección es el pescado o
molusco crudo o insuficientemente cocinado como el cebiche y otras
comidas similares, en la costa norte del Perú existe la práctica de riesgo
de los pescadores de ingerir carne cruda de S. japonicum (caballa) y de
T. murphi (jurel), que incrementa la posibilidad de infección debido a la
viabilidad de las larvas.

La mayoría de nuestro personal de salud no conoce la presencia de la


anisakidosis; por lo tanto, puede confundir el diagnóstico o las
características del parásito.
En el Perú, la anisakidosis estaría asociado al incremento del consumo de
cebiche no solo en los departamentos de la costa, sino en la sierra y selva;
por lo tanto, el número de casos humanos estaría subestimado y existe la
posibilidad que se incremente en los próximos años. Aún en zonas frías
del país se han reportado casos de difilobotriosis por el céstode,
Dyphyllobothrium pacificum, otra zoonosis marina asociada
probablemente al cambio en los patrones alimenticios de la población, es
decir, al consumo de cebiche en estas áreas.

Se ha postulado que las larvas de Anisakidae halladas por un grupo de


investigadores en el T. murphyi (jurel), Sarda sarda chilensis (bonito) y
Mugil cephalus (lisa), podría corresponder a Gnathostoma, debido a que
algunos casos de gnatostomiasis reportados en el Perú tienen el
antecedente de consumo de cebiche. Este es una zoonosis producida por
larvas de nemátodes cuyos adultos parasitan a mamíferos terrestres pero
transmitida principalmente por el consumo de pescado crudo de aguas
continentales (ríos, lagunas, lagos, etc). Al respecto, se debe tener en
cuenta que las características morfológicas de las larvas de Anisakis y el
ciclo biológico son diferentes a las de Gnathostoma. Por lo tanto, es muy
difícil que los peces marinos alberguen larvas de Gnathostoma. El aspecto
clave para determinar en este caso el antecedente de riesgo para
anisakidosis o gnatostomiasis es determinar la fuente de infección (tipo de
cebiche) que ha ingerido la persona, verificar si es de origen marino,
continental o terrestre, identificar la especie involucrada en la transmisión
y establecer el período de incubación.

Caso 1. Varón de 22 años, estudiante universitario, residente en la ciudad


de Ica, a la anamnesis manifiesta como único antecedente epidemiológico
de riesgo haber ingerido "cebiche" de "perico" en un establecimiento
ambulatorio en diciembre de 1997, aproximadamente a las 6 horas de la
ingesta refirió haber presentado dolor abdominal que disminuyó
progresivamente y desapareció espontáneamente a los 2 días. La
entrevista fue posterior a la presentación del cuadro, debido al paciente
ya no presentaba ninguna sintomatología, no se examinaron las heces
para buscar larvas de Anisakis, ni se le practicó endoscopia.

Caso 2. Varón de 36 años, también residente en Ica. A la autopsia verbal


también manifiesta como única exposición de riesgo el haber ingerido
"cebiche" de "perico" en la ciudad de Ica en enero de 1998, después de 6
a 8 h de la ingesta inició con leve molestia abdominal, el dolor en el
epigastrio se hizo más intenso las primeras 24 h aproximadamente,
acompañado de sensación de náuseas. A las 72 h los síntomas cesaron
espontáneamente. No se le practicó endoscopia. La consulta fue similar
al caso anterior.

El cuadro clínico que han presentado los dos pacientes entrevistados para
este informe, podemos catalogarlo como casos probables de anisakiosis
gástrica aguda, la posible infección podría haber sido producida por larvas
de A. physeteris, uno de los agentes etiológicos de esta zoonosis. Esta
hipótesis se basa en que los pacientes tenían el antecedente de riesgo de
haber ingerido carne cruda "cebiche" de "perico", especie que presenta
en este estudio una elevada prevalencia y una intensidad de infección alta
por estas larvas, además, porque estos parásitos aislados de Scomber
japonicus "caballa" al ser inoculados experimentalmente a perros han
demostrado ser patógenas, y finalmente, porque se ha comunicado un
caso de anisakiosis gástrica por larvas de Anisakis en Lima. El inicio del
cuadro al parecer guarda relación con la invasión de las larvas al tracto
gastrointestinal y la desaparición espontánea se explicaría por la
eliminación de las larvas en las heces como ocurre en infecciones expe-
rimentales. Aunque, no se ha comprobado la infección de estos pacientes,
existe suficiente evidencia para considerarlos como casos probables.
Aunque los casos humanos por larvas de A. physeteris, son escasos en
el mundo; sin embargo, en la costa peruana existe mayor riesgo de
infección humana con esta especie. Además, del único caso de
anisakiosis que probablemente ha sido producido por larvas de A.
physeteris, se han comunicado otros dos ocasionados por larvas de P.
decipiens
3.1.3 Casos en el mundo
En los últimos 10 años se han incrementado notablemente los casos en
diversas partes del mundo. En Europa se han notificado alrededor de 500
casos, en los Estados Unidos se reportan cerca de 50 casos anuales y
solo en el Japón, se notifica más de 2000 al año que representa el 95%
de los casos que ocurren en el mundo.

Se han propuesto varios factores que estarían asociados a la emergencia


de la anisakidosis en el mundo, como las prácticas en la dieta, los cambios
ambientales, las nuevas herramientas de diagnóstico y la protección de
los mamíferos marinos.
El incremento de los casos humanos en Europa, Asia y Estados Unidos
se debería a la globalización en el consumo del sushi y sashimi; en
España a la ingesta de boquerón en vinagre. En Latino América, en
México el cebiche sería la fuente de infección, en Chile el incremento de
los casos se debería al consumo de cebiche, sashimi y pescado ahumado
y en Brasil se ha postulado su emergencia.

Los cambios climáticos provocan la migración de las poblaciones de


peces hacia la costa que normalmente habitan en aguas oceánicas, como
ocurre con C. hippurus en la costa peruana, algunos de estos peces
durante el fenómeno de El Niño se encontraron intensamente infectadas
con larvas de A. physeteris.
3.1.4 Chile
En un estudio realizado por en Chile, se puede decir que la infección
humana por larvas de nematodos anisákidos se asocia con el consumo
de peces marinos crudos ("cebiche") o ahumados. Durante 1994 se
examinó microscópicamente la musculatura de 125 peces marinos,
distribuidos en 10 especies, comercializados para su consumo humano
en la ciudad de Valdivia, Chile. La totalidad de las larvas de anisákidos
aisladas se encontraban vivas en la musculatura. El número máximo de
anisákidos por pez (4 larvas) fue observado en M. gayi y T. murphyi. La
densidad máxima de larvas/100 g de musculatura alcanzó a 3,3 parásitos
en P. microps.
El número de parásitos en los hospedadores examinados fue escaso,
pero su presencia en peces frescos comercializados en Valdivia, sin
previa congelación o inspección sanitaria, significa un riesgo potencial.
Los primeros registros de infección muscular por los siguientes anisákidos
en peces de la costa chilena: A. simplex en P. microps, P. decipiens en T.
murphyi, M. magellanicus, y P. microps, e Hysterothylacium sp. en M.
magellanicus. La intensidad media de P. decipiens sugiere ser mayor a la
de A. simplex en los tres hospedadores que fueron comunes para ambos
parásitos. La baja casuística humana de anisakidosis en Chile podría
estar relacionada, en parte, con la baja intensidad y densidad de infección
muscular en los peces.

Tabla 1. Prevalencia, intensidad y densidad de infección por larvas


de anisákidos en la musculatura de peces comercializados en
Valdivia, Chile
fuente: Torres P. et al.

3.1.5 Alergia por anisáquidos


Los anisáquidos liberan metabolitos que desencadenan severas
reacciones alérgicas como urticaria y angiodema
Estas sustancias pueden ser resistentes al congelamiento y cocción
causando alergias (Ventura et al. 2008; Lin et al.2012)
En 1995 se describió en España el primer caso de alergia grave y desde
entonces han ocurrido centenares de casos; por lo que se ha incluido en
las pruebas para el estudio de las enfermedades agroalimentarias
(Audicana 2012

Figura 2. Alergia por anisakidos


Fuente: Emma Fajer, Francisco Morales & Rosa Medina
3.2 CAPILLARIA PHILIPPINENSIS
A pesar de que existen más de 250 especies de nematodos capilaroideos que
infectan a peces, anfibios y mamíferos, solo 3 de ellas infectan a h u m a n o s ,
Capillaria aerophila (Eucoleus aerophilus), la que produce una infección
respiratoria; Calodium hepaticum (Capillariahepatica) q u e p u e d e
p r o d u c i r u n a i n f e c c i ó n granulomatosa al nivel hepático, y Paracapillaria
philippinensis ( Capillaria philippinensis), que produce un cuadro diarreico. Esta
última, es la forma clínica más frecuentemente encontrada en humanos.

La infección por Paracapillaria philippinensis fue descrita por primera vez en las
muestras de intestino delgado de un paciente muerto en las Filipinas en 1963.
La enfermedad se caracteriza clínicamente como una enteropatía con pérdida masiva
de proteínas y un síndrome de malabsorción que ocasiona pérdida de peso
progresiva y emaciación extrema. Los casos mortales se caracterizan por un número
elevado de parásitos en el intestino delgado, junto con ascitis y trasudado pleural. El
diagnóstico se basa en el cuadro clínico, además del reconocimiento de huevos, larvas, o
parásitos adultos en las heces. Las biopsias del yeyuno también pueden mostrar parásitos
en la mucosa.
La especie descrita originalmente como Capillaria philippinensis fue redescrita
taxonómicamente en 2001, por lo que este nombre pasó a sinonimia, y el nombre
más aceptado hoy día es el de Paracapillaria ( Crossicapillaria) philippinensis, por
esa razón se prefiere el uso del término paracapilariosis en vez de capilariasis o capilariosis
para nombrar la enfermedad de acuerdo con las reglas internacionales para el uso de esta
nomenclatura.
Los autores del presente trabajo describen aquí e l prime r ha lla zgo de
inf ección huma na po r Paracapillaria ( Crossicapillaria) philippinensis en
Cuba.

3.2.1 Ciclo Biológico


El nemátodo (gusano redondo) Capillaria philippinensis ocasiona en el humano
capillariosis intestinal. Otras dos especies de Capillaria parasitan a los animales,
con infecciones humanas raramente reportadas. Estas son C. hepatica, que
ocasiona capillariosis hepática en humanos y C. aerophila, que ocasiona
capillariosis pulmonar en humanos.

Figura 3. Ciclo biológico del nemátode

Típicamente, los huevos sin embrionar son excretados en las heces humanas
y se vuelven embrionados en el ambiente externo ; son ingeridos por peces
de agua dulce, la larva eclosiona y penetra en el intestino migrando a los
tejidos . La ingestión del pez crudo o mal cocido resulta en la infección del
hospedador humano . Los adultos de Capillaria philippinensis (machos: 2.3 a
3.2 mm; hembras: 2.5 a 4.3 mm) residen en el intestino delgado del humano,
donde oradan la mucosa . Las hembras depositan los huevos sin
embrionar. Algunos de estos se vuelven embrionados en el intestino y las
larvas se liberan causando autoinfección. Esto lleva a una hiperinfección (un
número masivo de gusanos adultos) . Actualmente se considera que
Capillaria philippinesis es un parásito de peces que comen pájaros, el cual
parece ser el hospedador definitivo .
3.2.2 Distribución Geográfica
Capillaria philippinensis es endémico en Filipinas y ocurre también en
Tailandia. Se han reportado casos esporádicos en países de Asia, Medio
Oriente y Colombia. Mundialmente es raro que se reporten infecciones por C.
hepatica y C. aerophila.

3.2.3 Descripción del caso


Se trata de un paciente de 21 años de edad, del sexo masculino y de la raza
mestiza, procedente del municipio Centro Habana, en Ciudad de La Habana, con
antecedentes de ser portador de una enfermedad celíaca por lo que tuvo un
ingreso anterior en 2009, y que nunca ha salido del país. Ingresa el 21 de agosto
de 2009, porque desde hacía 20 días, después de la ingestión de un pescado
empanado en una venta pública del municipio Playa, comenzó a presentar un
cuadro diarreico que se fue intensificando al transcurrir los días, llegando a tener
más de 15 deposiciones diarreicas, abundantes en cantidad, sin flemas ni
sangre, acompañado de un cuadro de desnutrición, con síntomas generales de
astenia y anorexia intensas. Se decide ingresar en el servicio de
Gastroenterología del Hospital Clínico Quirúrgico Docente “Hermanos
Ameijeiras”, con los posibles diagnósticos de enfermedad celíaca en crisis de
agudización, y desnutrición proteico-energética.

3.2.4 Diagnóstico Parasitológico


El día 14 de septiembre de 2009, previa consulta telefónica, se remiten al
Laboratorio de Parasitismo Intestinal de la Subdirección de Parasitología del
Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK), 2 muestras de heces
diarreicas, una de ellas había sido tomada la semana anterior y otra muestra
fresca del mismo día 14, porque en el laboratorio del hospital habían observado
algunos huevos parecidos a los de Ascaris, pero no identificados finalmente, al
existir dudas en este diagnóstico.
En el Laboratorio de Parasitología del IPK se observaron ambas muestras
diarreicas con abundantes huevos de helmintos, caracterizados por tener una
cubierta gruesa tenuemente estriada, con la presencia de 2 tapones o terminales
polares algo prominentes, los que coinciden con los del género Paracapillaria
(Capillaria) (Fig 2.). Estos huevos fueron identificados tanto por examen
microscópico directo con eosina y lugol, como por las técnicas de concentración
de flotación en salmuera (Willis), y sedimentación por copa cónica.
Figura 4. En las microfotografías se observan los típicos huevos de Capillaria en el
examen directo de las heces con coloración de eosina y lugol (aumento miceoscópico
400x)

Para verificar la especie se realizaron las mediciones de largo y de ancho de


los huevos empleando un microscopio Olympus BH-2 con escala micrométrica
insertada en el lente ocular. De 30 huevos a los que se les realizaron las
mediciones, se encontraron los valores que se reflejan en la tabla.

Todo esto hizo confirmar que se estaba en presencia de huevos de la especie


Paracapillaria philippinensis, porque estaban en el rango de longitud
conocido, según la descripción del parásito que hizo Chitwood en 1968 y la
redescripción de Moravec en 2001, en muestras colectadas de pacientes
infectados en las Filipinas.

3.2.4.1 Seguimiento del caso


Ante la sospecha inicial de ascaridiasis por el laboratorio, y teniendo en cuenta
el mal estado general del paciente, se le había iniciado el día 12de septiembre,
el tratamiento con mebendazol a 200 mg cada 12 h, pero por solo 3 días. Al
confirmarse el nuevo diagnóstico parasitológico, se decide por sus médicos de
asistencia, mantener la medicación a la misma dosis, pero por 21 días. Se le
toma una muestra de heces evolutiva al cuarto día de tratamiento, y ya resulta
negativa en el estudio parasitológico, a pesar de usar junto al examen directo, técnicas
de concentración (Willis y sedimentación por copa cónica). Además, el paciente
manifiesta mejoría de su estado general, de 15 deposiciones diarreicas al día y un
peso de 37 kg que tenía al ingreso, descendió a 4 deposiciones diarreicas al día en
los primeros días de instaurada la terapéutica antiparasitaria y había ascendido a
44,7 kg de peso en el día 12 del tratamiento.

3.3 GNATOSTOMIASIS

Es una enfermedad producida por larvas del tercer estadio avanzado de un


nematodo del género Gnathostoma spinigerumm. (Lamothe 1999).
Se encuentran larvas del parásito en peces de agua dulce y en ranas. La
enfermedad se caracteriza por eosinofilia y por la presencia de hinchazón
migratoria en diferentes partes del cuerpo. El único tratamiento eficaz es la
escisión quirúrgica de los gusanos. El parásito tiene una especificidad baja por
el huésped y actúan como huéspedes intermediarios y paraténicos muchas
especies de copépodos, anfibios, peces, aves y reptiles. El pescado crudo, mal
cocinado o parcialmente elaborado es la principal vía de transmisión al ser
humano.
Aunque hay numerosas especies de peces importantes en la acuicultura, por
ejemplo las cabezas de serpiente (Channa spp.), bagres (Clarias spp.), anguilas
(Anguilla spp.) y carpas (Cyprinus spp.), que hospedan G. spinigerum, no se ha
notificado una vinculación de la enfermedad con productos de la acuicultura
(OMS 2018)

3.3.1 Ciclo Biológico

El ciclo biológico de Gnathostoma presenta cierta flexibilidad; requiere de dos


hospederos intermediarios y uno definitivo. También existen hospederos
paraténicos.
El humano se considera hospedero accidental, alberga larvas de tercer estadio
(L3); en raras ocasiones se han reportado formas adultas inmaduras. En los
diversos hospederos intermediarios se desarrollan las formas infectantes,
conforme a la especie de Gnathostoma. (Uribarren 2011).

Figura 25. Ciclo Biológico


Fuente: Uribarren 2011.

3.3.2. Sintomatología

La gnatostomiasis en el hombre presenta diversos síntomas y puede


manifestarse como gnatostomiasis externa o cutánea, gnatostomiasis interna o
visceral, gnatostomiasis ocular y gnatostomiasis cerebral, que es la más rara y
casi siempre mortal. La forma más frecuente es la gnatostomiasis cutánea, ya
que la larva se comporta como una larva migrans subcutánea, formando túneles
debajo de la piel, es decir, produce un edema migratorio intermitente y a veces
produce una reacción inflamatoria sobre las regiones afectadas, acompañada de
dolor ligero, comezón e irritación, en ocasiones sin inflamación subcutánea.
Como cambia de lugar frecuentemente, el paciente siente que algo se desplaza
bajo de su piel.
La gnatostomiasis interna o visceral puede manifestarse con fiebre, náuseas,
vómito, dolor epigástrico o dolor en el hipocondrio derecho. Otros síntomas se
presentan dependiendo de donde se instale la larva o larvas; si se instala en el
hígado, produce hepatomegalia (crecimiento del hígado) sensible y fiebre; si se
instala en la cavidad abdominal, los síntomas pueden ser los de un pseudotumor
inflamatorio. Los síntomas más graves y molestos se presentan cuando una larva
llega al ojo, donde causa dolor del glóbulo ocular, disminución de la visión, iritis,
uveitis, hemorragias y celulitis orbital.
La forma más grave es cuando la larva llega al cerebro o a cualquier órgano del
sistema nervioso, causando mieloencefalitis, dolor de cabeza, meningitis,
inconsciencia y muerte. La erupción emigrante en la gnatostomiasis cutánea, es
semejante a la que causan las larvas de uncinarias como Ancylostoma caninum,
Ancylostoma brasiliensis o A. ceylanicum, llamada «dermatitis reptante
verminosa», pero las lesiones producidas por Gnathostoma no son tan sinuosas,
sino más anchas y rectas (Lamothe 1999).

Figura 6. Fotografía de las lesiones producidas por la larva de Gnathostoma sp.


en la pared lateral del abdomen (Lamothe 1999).
Figura 7. Fotografía de las lesiones producidas subcutáneamente por la larva
de Gnathostoma sp. (Lamothe 1999).

3.3.3. Casos en Perú hasta el 2004


Caso 1.
Paciente varón de 43 años, con diagnóstico de gnathostomiasis, fue atendido
con el Dr. A. Morales en el Instituto Dermatológico del Perú el 5 de agosto de
1987. El diagnóstico clínico fue corroborado por examen histopatológico. El
paciente insistió en ingerir cebiche y desarrolló hasta en cinco oportunidades la
enfermedad (Figura 5) con placas, de 5 a 10 cm migratorias en tronco y
miembros inferiores. Al inicio recibió albendazol, presentó una recurrencia 3
meses después, recibiendo como tratamiento mintezol; la lesión que al inicio
mejoró, se reactivó a los 13 días, por lo que se le refirió para una resección
quirúrgica de la zona, encontrándose una estructura que semejaba el celoma de
la larva (laboratorio de la Clínica Anglo Americana). Posteriormente, presentó
tres recurrencias más, que fueron corroboradas histológicamente, recibiendo
albendazol y finalmente ivermectina, sin recurrencia de enfermedad hasta la
fecha. Este paciente viajaba por trabajo, con frecuencia a Guayaquil (Ecuador),
zona endémica para gnathostomiasis, donde consumía cebiche de róbalo o
corvina (Villar de Cipriani 2003)
Figura 8. Esquema del primer paciente EPR que mostró cinco episodios de la
enfermedad en un lapso de 5 años (Villar de Cipriani 2003)

Caso 2.

Paciente mujer de 60 años atendida el 2 de enero de 1996, con 45 días de


enfermedad, presentó nódulos eritematosos entre 1,5 y 2 cm que migraron desde
la nuca hasta la órbita izquierda con gran edema, ocasionando la oclusión de la
apertura palpebral (Figura 6). La biopsia mostró paniculitis eosinofílica. Esta
paciente ingería con frecuencia cebiche de pescado y mariscos y estuvo en la
costa norte de Perú (Piura) en el último año. Ocho años antes de presentar
síntomas de la enfermedad, vivía en un área endémica para gnathostomiasis en
Asia. Como precaución se le realizó una resonancia cerebral (Figura 7) antes del
tratamiento, pues con frecuencia se produce aumento de la reacción inflamatoria
en la zona de la lesión. La paciente tuvo muy buena evolución luego del
tratamiento con ivermectina (Villar de Cipriani 2003)

Figura 9. Esquema de la migración de las lesiones nodulares en el segundo caso, en el lapso


de 45 días: la imagen de la derecha mostró sólo un discreto eritema luego del tratamiento.
Figura 7. Segundo paciente. Resonancia magnética mostrando intenso edema de la órbita
izquierda (Villar de Cipriani 2003)

3.3.4. Casos en el mundo


La gnatostomosis es endémica en gran parte del Oriente. En Europa y EEUU
existe el registro de casos autóctonos y de pacientes turistas provenientes de
México, Sudamérica y países orientales. Actualmente, es aún más necesario
considerar el consumo de productos crudos domésticos e importados en zonas
no endémicas.
En México se considera una enfermedad emergente de importancia con las
principales zonas endémicas en Sinaloa, Nayarit, Guerrero, Veracruz, Colima,
Oaxaca, Tamaulipas (Uribarren 2011).

3.3.4.1. Colombia
Se presenta el caso de un hombre colombiano de 63 años de edad, viajero
frecuente al exterior, que consultó por presentar síntomas gastrointestinales.
Durante la hospitalización desarrolló una lesión cutánea en el flanco abdominal
derecho, de la cual se extrajo una larva cuya descripción morfológica permitió
clasificarla como Gnathostoma spinigerum. Se trata de la primera confirmación
de un caso importado de gnatostomiasis en Colombia. (Jurado 2015)
Figura 10. Lesión cutánea alargada, edematosa, de aspecto eritematoso-hemorrágico que se
extiende desde el flanco abdominal derecho hasta el izquierdo. El recuadro muestra el sitio
donde se inició la lesión (Jurado 2015)

3.3.4.2. México
Paciente femenina de 28 años de edad, originaria y residente de Guadalajara,
Jalisco, México, con dermatosis localizada en el tercio proximal de la cara lateral
externa con extensión a la cara anterior del muslo derecho; en la porción superior
de la lesión se apreció la semisalida de un “grano” blanquecino de
aproximadamente 1.5 X 0.5 mm; el “grano” se tomó con pinzas de Adson y se
colocó en una solución de formol. La paciente refirió que su dermatosis, de inicio
súbito y pruriginosa, tenía un mes de evolución y producía sensación de
hinchazón.

Mencionó que ingirió pescado crudo (sashimi) en varias ocasiones la ingestión


más reciente fue uno o dos meses antes de que iniciara su padecimiento y que
21 días antes de que apareciera la lesión actual notó, en la fosa iliaca derecha,
una placa eritematosa que tenía características similares a la lesión actual, que
llegaba a la porción proximal del muslo y que desapareció para reaparecer al día
siguiente unos centímetros abajo, que es el lugar de la afección actual. El “grano”
obtenido se envió a la Dra. Sylvia Paz Díaz Camacho de la Facultad de Ciencias
Químico-Biológicas de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Culiacán, Sinaloa,
México, quien reportó que encontró una larva de tercer estadio avanzado (L3 A)
de Gnathostoma spp. ; por tanto, se estableció el diagnóstico de gnatostomiasis
de variedad pseudofurunculosa y se inició el tratamiento con albendazol a 400
mg dos veces al día durante 21 días; hubo remisión del cuadro y no hubo
recidivas al año de seguimiento. (Tarango 2011)

Figura 11. Pápula con un orificio, por donde se extrae la larva (Tarango 2011)
3.3.4.3. Argentina
Varón de 32 años que consultó en febrero de 2009 por placa edematosa,
pruriginosa, eritematosa y caliente en muslo derecho de 7 días de evolución. El
cuadro clínico comenzó a fines de enero con la aparición de una primera placa
eritematosa, caliente, acompañada de edema a nivel de pared abdominal que
luego de 3-4 días desapareció; a la semana presentó otra lesión de iguales
características en región inguinal con similar evolución. Sucesivamente
aparecieron placas migratrices en muslo y tobillo derechos. Estuvo internado en
una clínica privada donde recibió tratamiento con ceftriaxona más clindamicina
por cuadro clínico compatible con celulitis, y fue dado de alta por haber
evolucionado favorablemente. Durante la internación se le realizaron ecografía
abdominal y eco- Doppler venoso de miembros inferiores que fueron normales.
Ante la reaparición de sintomatología consultó en nuestro Servicio. No tenía
antecedentes personales significativos excepto que había realizado un viaje a
varias ciudades de la costa caribeña de Colombia entre el 1 y el 20 de enero de
ese año y consumido en reiteradas oportunidades pescado crudo (“cebiche”).
Se realizó biopsia de la lesión a nivel de muslo derecho y los siguientes estudios
complementarios: serología de HIV que resultó no reactiva, recuento de glóbulos
blancos: 6400/mm3 (eosinófilos 11%), eritrosedimentación 8 mm, fondo de ojo
normal. Ecografía de partes blandas: en la profundidad del tejido celular
subcutáneo de la cara posteroexterna de la raíz de muslo derecho, formación
nodular policíclica pre aponeurótica de 56 × 40 × 16 mm sin colecciones líquidas
a ese nivel. Con diagnóstico clínico compatible con gnathostomiasis, fue tratado
con ivermectina (200 µg/kg/d durante 2 días) con buena evolución. El informe
anatomopatológico de la biopsia obtenida de lesión cutánea fue “paniculitis
eosinofílica”. Un mes después presentó recidiva y recibió un segundo esquema
de tratamiento con la misma droga. En los controles periódicos hasta abril de
2012 no presentó recaídas (Orduna 2013)
4. RECOMENDACIONES

Establecer Medidas preventivas como no consumirse pescado crudo o


mal cocido del cual no se conozca su procedencia y manejo en la
explotación.

Limpieza y eviscerado del pescado después de ser atrapado para evitar


la diseminación del parásito.
5. BIBLIOGRAFÍA
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