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“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCION E IMPUNIDAD


´´

UNIVERSIDAD DE HUÁNUCO
FACULTAD DE EDUCACIÓN
BASICA INICIAL Y PRIMARIA

TEMA:

CURSO :

DOCENTE :

INTEGRANTES :
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HISTORIA DE HUÁNUCO PRIMEROS POBLADORES

Según la Historia Huánuco tubo a sus primeros habitantes a hombres procedentes de la


Amazonia, todo esto paso hace unos 21 mil años antes de Cristo, a partir de los 3 mil años
después de Cristo hay indicios de la aparición de las primeras culturas como la Gran Pajatén en
San Martin, Tutishcainyo cerca de Pucallpa, Kotosh Mito y algunas culturas del Pachitea
LAURICOCHA: La zona geográfica de Huanuco, fue uno de los asentamientos humanos más
antiguos del continente, habiéndose encontrado en la cuevas de la laguna de Lauricocha (Distrito
de Queropalca, hoy provincia de Lauricocha) restos humanos que tienen una antigüedad de 9525
años a.C.

KOTOSH: Otro de los asentamientos humanos Cotosh, 4000 años a.C. hasta 200 años a.C., con
la primera fase de la alfareria Kotosh Huairajirca de 3800 años a.C. por consiguiente, la más
antigua del Perú y salió integro a la luz el llamado Templo de la Manos Cruzadas de 4000 años,
precerámico, considerado como el templo más antiguo de América. El Imperio Yarowilca, Capital
de Chinchaysuyo. Túpac Yupanqui, tuvo que enfrentarse a los Wanucos y Huacrachucos, la
resistencia fue enérgica. Con dominio absoluto, llegaron a relacionarse con la nación Yarowilca,
con Túpac, y luego la incorporación definitiva del Imperio de Huayna Cápac. Huanuco, fue la
residencia temporal de Túpac Yupanqui y Huayna Cápac, quienes se constituyeron en la
ciudadela de Huanuco Pampa. Después de la muerte de Manco Inca, sucesor de Atahualpa, la
rebeldía fue continuada por el Príncipe Illathupa.

Significado de la palabra Huánuco

Según los Historiadores la Palabra Huánuco podría derivar de varios terminos y por tanto tiene
muchos significados entre los cuales tenemos:

HUANUCUY que significa Muérete.


GUANACOPAMPA que significa Planicie del Guanaco
HUANUCUMIPILCOPAC que significa Me muero por Huánuco
HUANU o GUANU que significa Abono.
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ÉPOCA INCAICA

El Imperio inca iremos desglosando, poco a poco, una serie de datos bastante interesantes sobre
el origen, expansión y desintegración de esta cultura.

Parece ser que, alrededor del año 900 d.C., se produjo la decadencia de varios reinos en la zona
central de los andes, periodo que duraría aproximadamente hasta el año 1200. Sería a partir de
ese momento, cuando se comenzaría a crear una cierta estabilidad tanto a nivel climatológico (al
parecer hubo épocas de grandes carestías) y a nivel socio-político (durante ese periodo las
diversas poblaciones estuvieron en pie de guerra).

Según los restos arqueológicos encontrados, los inicios del Imperio inca debemos situarlos en el
año 1200 aunque, claro está, solo se estableció un domino promiscuo en el Cuzco, de hecho, no
se conoce apenas nada de los monarcas que estuvieron hasta el año 1438. Por lo tanto, ese
periodo queda envuelto en un halo mitológico donde lo único que podemos tener claro es que fue
una etapa en la que un pueblo de Cuzco consiguió ir doblegando mediante el esfuerzo militar a
los pueblos colindantes para ir creando un sistema económico que permitiera expandirse más y
más por América del sur.

Entre 1438-1471 es cuando conocemos al primer Inca, Pachacútec el primer monarca que
podemos decir que poseyó un gran Imperio, además de dividirlo administrativamente para hacer
más fácil el gobierno.

En 1471 accedía al trono Túpac Yupanqui, un emperador que consiguió grandes aportes militares
ampliando el Imperio hacia el sur y colocando la frontera del Imperio en el río Maule (Chile).

De igual modo, sometió a una de las culturas más antiguas de América del Sur, los chimús,
además de someter a otras tribus pertenecientes al altiplano de Argentina. El norte también sufrió
el avance de las tropas incaicas llegando hasta la ciudad de Quito.

El reinado de dicho monarca acababa en el año 1493

Continuando con nuestro resumen corto del Imperio inca, nos detenemos ahora en el final del
corto imperio pues en 1493 accedía al trono Huayna Cápac teniendo que hacer frente a una serie
de sublevaciones de los pueblos subyugados que también conformaban el Imperio.

Esto pasaba cada vez que un inca moría, pues era el momento de mayor debilidad del Imperio.
Así hubo de hacer frente a los Chachapoyas, con lo que anexionó además el golfo de Guayanil,
lo que abrió paso a llegar hasta las orillas del río Ancasmayo (Colombia) donde quedaría fijada la
frontera.

En 1525 falleció en Quito de una enfermedad y comenzó de esa manera el fin del Imperio, pues
se urdió un plan para que el sucesor directo no obtuviera el trono. Al mismo tiempo, otro de los
hijos del inca, Atahualpa se rebelada contra el orden establecido en Cuzco y desde Quito comenzó
a crear un ejército para arrebatarle el trono a Huascar.

En el año 1532 Atahualpa derrocaba a su hermano y lo hacía prisionero para acabar con su vida
un año más tarde.En 1532 se ponía fin al Imperio Inca, pues en ese año fue hecho prisionero por
los españoles en la batalla de Cajamarca, siendo ajusticiado mediante garrote vil en 1533.
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ÉPOCA DE LA EMANCIPACIÓN

Llamamos Emancipación del Perú al período que abarca desde las rebeliones indígenas
anticoloniales del siglo XVIII hasta las rebeliones criollas del principio del siglo XIX. Muchos
incluyen también los sucesos ocurridos con la presencia de don José de San Martín y Simón
Bolívar en el Perú. Fueron años de constantes lucha y frecuentes estallidos de levantamientos
armados contra la dominación española en nuestro país.

1. En el siglo XVIII, estallaron muchas rebeliones indígenas, siendo las más importantes las
lideradas por Juan Santos Atahualpa (1742) y Túpac Amaru II (1780).

2. Entre 1791 y 1796, la Sociedad Amantes del País (Baquíjano, Unanue y Rodríguez de
Mendoza) publicó la revista Mercurio Peruano, difundiendo el pensamiento ilustrado y sembrando
idea de patria peruana.

3. Entre 1808 y 1814, España sufrió la Invasión Napoleónica y se desangró luchando por su
independencia. En 1812, los liberales españoles promulgaron la Constitución de Cádiz.

4. Entre 1811 y 1815, el virrey del Perú Fernando de Abascal derrotó las rebeliones
independentistas de Francisco de Zela, José Crespo y Castillo, Enrique Pallardelli y los hermanos
Angulo.

5. En setiembre de 1820, llegó don José de San Martín trayendo su Ejército de los Andes. Sus
objetivos eran independizar el Perú e instaurar una monarquía constitucional.

6. En julio de 1821, el virrey José de La Serna abandona Lima para instalarse en Cusco. San
Martín ingresa a Lima y proclama la Independencia del Perú (28-7-1821).

7. Entre agosto de 1821 y setiembre de 1822, San Martín gobierna como Protector del Perú. Al
no poder expulsar al virrey La Serna, renunció y abandonó el Perú.

8. Entre setiembre de 1822 y febrero de 1824, tres gobiernos peruanos (Junta Gubernativa, Riva
Agüero y Torre Tagle) intentaron expulsar a los realistas, pero fracasaron.

9. En febrero de 1824 se inició la Dictadura de Simón Bolívar, cuyas tropas derrotaron a los
españoles en las decisivas batallas de Junín (6-9-1824) y Ayacucho (9-12-1824).
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ÉPOCA COLONIAL

Guerra civil en la nueva colonia española

La época colonial en la historia del Perú no fue amable para decir lo menos con los pueblos
indígenas ni con los parientes y antepasados de los incas. Pizarro y Diego de Almagro, junto a su
ejército sofocaron muchas revueltas. Los primeros años de la colonia estuvieron marcados por
muchas luchas internas entre los conquistadores por el botín que encontraron en Perú. Una larga
guerra civil, finalmente, estalló entre los españoles, resultando Pizarro ganador en la batalla de
las Salinas. Su victoria fue relativamente corta, ya que Diego de Almagro II, conocido como El
Mozo, condujo a una fracción que asesinó a Pizarro en 1541 al comenzar la segunda guerra civil.

Establecimiento del sistema de encomienda

En medio de esta lucha, los españoles fundaron Lima en 1535 y desde allá organizaron las
instituciones administrativas y políticas de su colonia, incluyendo un sistema de encomienda que
esencialmente esclavizó a millones de habitantes nativos. Bajo el sistema de la encomienda
Pizarro concedió extensiones casi ilimitadas de tierra y la gente que habitaba en estas tierras para
sus seguidores. Se formó una estructura de tenencia de la tierra, y dado que los pueblos indígenas
estaban ligados a su tierra el supervisor de la encomienda podía utilizar su mano de obra a su
antojo. Esto significó que los pueblos nativos que durante miles de años cultivaron productos
específicos de acuerdo a los diferentes climas y altitudes, tuvieron que dejar de lado todo este
conocimiento muy avanzado para cultivar productos del Viejo Mundo y criar animales inadecuados
para este medio ambiente. El ganado vacuno, los pollos, los cultivos europeos entre otras cosas
llegaron a Perú para alterar permanentemente el entorno natural.

Explotación de comunidades indígenas

La guerra civil y las luchas internas entre los conquistadores finalmente llegaron a su fin una vez
que la corona española envió al virrey Francisco de Toledo a Lima en 1572. Se eliminó el Estado
de Vilcabamba, el último remanente de resistencia inca con su base en la selva y ejecutado Túpac
Amaru I, al último gobernante inca y líder de Vilcabamba. Fue el virrey Toledo quien estableció
firmemente darle mayor importancia a las minas de plata de Potosí y al desarrollo económico a
través del monopolio comercial. Toledo recicla la idea pre-Inca e Inca de la minka, trabajo
comunitario o trabajo forzado, para reclutar trabajadores en las minas de Potosí. Estas minas de
plata se convirtieron en el principal sostén económico de los españoles en las Américas y
convirtieron a Lima en el exportador de metales preciosos a España, la fábrica de dinero de
América del Sur. Para los pueblos indígenas, sin embargo, Potosí era un lugar de muerte y tortura.
Las condiciones allí eran tan extremas que la entrega de mano de obra era frecuente y rápida.
Las personas consideraban la orden de trabajar en Potosí peor que una sentencia de muerte.
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Las rebeliones indígenas contra los españoles

Debido a las condiciones extremas bajo la cula los indígenas se vieron obligados a trabajar, las
rebeliones y revueltas eran comunes y generalizadas. Con su centro económico y político en Lima,
los españoles fueron incapaces de controlar y gobernar las provincias periféricas en su colonia
con eficacia. Ellos dependían de gobernantes locales conocidos como Curacas, algunos
relacionados con los nobles incas, para poner orden. Muchos de estos gobernantes locales
estaban orgullosos de su historia inca y se volvieron contra los españoles, llegando incluso a
gestar rebeliones. En 1742 Juan Santos Atahualpa encabezó una rebelión en las provincias de la
selva de Tarma y Jauja. Fue Túpac Amaru II, quien afirmaba ser descendiente directo del último
gobernante Inca Túpac Amaru. Fue él el que dirigió la más grande y casi exitosa rebelión contra
los españoles en 1780.
Camino a la Independencia Peruana

A pesar del envío de partes de su cuerpo por todo el imperio como advertencia. La rebelión de
Túpac Amaru junto con cambios económicos e inestabilidades en la colonia condujeron al declive
constante del virreinato español de Perú. Este declive junto a problemas políticos que tenían lugar
de nuevo en Europa en la Península Ibérica, dieron lugar a ideas de independencia en algunos
segmentos de la población. El movimiento de independencia fue iniciado por José de San Martín
de Argentina y Simón Bolívar de Venezuela quienes dirigieron un levantamiento de los
terratenientes criollos contra los españoles. San Marín declaró la independencia de Perú el 28 de
julio de1821 en Lima, diciendo: "... A partir de este momento, el Perú es libre e independiente, por
la voluntad general de los pueblos y la justicia de su causa que Dios defiende. ¡Viva la patria! ¡Viva
la libertad! ¡Viva nuestra independencia! "

La Batalla de Ayacucho

Sin embargo la lucha por la verdadera independencia política no había terminado y continuó hasta
diciembre de 1824 en la Batalla de Ayacucho que fue un punto de inflexión en la guerra. Con esta
batalla era inevitable la caída de la colonia española, aunque continuaron algunos intentos de
recuperar sus antiguas colonias hasta 1879, cuando España finalmente reconoció la
independencia del Perú.
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ÉPOCA REPUBLICANA
El siglo XIX fue testigo de dos momentos dramáticos que marcaron notablemente el desarrollo
histórico peruano: la Independencia y la Guerra con Chile. Fueron dos coyunturas trágicas que
sembraron caos, destrucción material y división interna. Ambos dejaron muchos odios y tareas
por resolver. También es visto como el siglo de las oportunidades perdidas por la gran riqueza
guanera que multiplicó el derroche y la corrupción hasta colocar al país en bancarrota hacia los
años de 1870. Si consideramos que la independencia se logró en 1824 con la batalla de Ayacucho
y que las tropas chilenas abandonaron el Perú en 1884, deducimos que los primeros 60 años de
la historia peruana estuvieron marcados por el fracaso.

Luego de Ayacucho el Perú no pudo escapar al dominio de los caudillos. Estos personajes, en su
mayoría militares, manejaron el poder a su antojo, sembraron el caos político y, lo más peligroso:
su personalismo retrasó el asentamiento del orden institucional en el país. Luego de la pobreza
general dejada por las guerras independentistas, a partir de 1850 la bonanza guanera les permitió
gozar de un recurso para asegurar su permanencia en el poder. De esta manera el país
experimentó un clima de relativa estabilidad política y pudo ser testigo de algunas inversiones en
obras públicas (educación, servicios urbanos y ferrocarriles). Ramón Castilla fue el caudillo más
afortunado pues sus gobiernos coincidieron con esta prosperidad falaz, tal como llamó a esta era
Jorge Basadre.
Pero en realidad el guano sembró la irresponsabilidad en el manejo del Estado. Mucho se invirtió
en burocracia, en gastos militares y en operaciones oscuras. Los gastos superaban a los ingresos
y muchas veces, para cubrir el déficit, se recurrió al crédito externo poniendo como garantía las
ventas futuras del guano. En algún momento el sistema tenía que colapsar. Esto sucedió en la
década de 1870 cuando el Perú se declaró en bancarrota: tenía la deuda externa más grande de
Latinoamérica y sus ingresos no podían cubrir sus gastos corrientes y el pago de la deuda. Pero
los problemas no quedan allí. La guerra estaba a la vuelta de la esquina: en 1879 el Perú, unido
a Bolivia por un “tratado secreto”, tuvo que entrar en un conflicto por el control del salitre frente a
Chile.

LOS INCAS FUENTES HISTÓRICAS


Los ayllus y panacas tenían cantares especiales mediante los cuales narraban su historia. Estos
cantares se ejecutaban en determinadas ceremonias frente al Inca. Estos relatos, a manera de
memoria colectiva, constituyen los primeros registros históricos recogidos en las crónicas.

Otro recurso utilizado para registrar la historia fueron unos mantos y tablas que contenían pinturas
representando pasajes heroicos. Estos documentos fueron guardados en un lugar denominado
Poquen Cancha. Se sabe que el Virrey Toledo envió al rey Felipe II cuatro paños que ilustraban
la vida de los incas añadiendo con sus propias palabras que «los yndios pintores no tenían la
curiosidad de los de allá».

Además, algunos hechos pasados fueron almacenados en los quipus, aunque no se sabe cómo
pudieron utilizar estos sistemas de cordeles y nudos para almacenar hechos históricos existen
varias crónicas que describen que los quipus servían para evocar las hazañas de los gobernantes.

En general, en el imperio incaico se recordaban los hechos que les parecían importantes de
recordar y no era necesaria la precisión. Además, los gobernantes podían ordenar excluir
intencionalmente de los registros históricos algunos hechos que pudiesen molestarles. María
Rostworowski denomina a esta cualidad de la historia incaica una «amnesia política» que era
asumida por todo el vulgo pero que era recordada por las panacas o ayllus afectados, siendo este
un factor que contribuyó a las futuras contradicciones en las crónicas europeas sobre los incas.
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IMPERIO INCAICO: LA REINVENCIÓN DE TRADICIONES

Luego del encuentro de la cultura hispana y la andina, se estableció la escritura como medio de
transmisión y registro de información; además se inició un proceso de mestizaje y sincretismo que
dieron lugar a la recreación de tradiciones y la invención de otras.

El aporte para esta recreación e invención de tradiciones fue tanto hispano como andino; esto se
evidencia en las crónicas del siglo XVI en donde se describen personajes fusionados, como el
caso de Tunupa y Huiracocha con los apóstoles Tomás y Bartolomé, describiéndolos como
hombres blancos y barbados que impartieron enseñanzas.

Igualmente el imaginario europeo buscó, e incluso creyeron encontrar, «el dorado» y el «país de
las amazonas» en el nuevo mundo. En otros casos, afirmaban que el Cuzco tenía el perfil de un
león americano (puma), poniendo similitudes con algunas ciudades del renacimiento europeo que
tenían perfil aleonado.

Más recientemente, en el siglo XX, aparecen otros elementos de esta reinvención de tradiciones,
como son los casos de la bandera del imperio incaico y la ceremonia cuzqueña del Inti Raymi.
Cabe indicar que todas estas re-invenciones, son parte de un proceso natural en todas las
culturas, pero para entender la historia incaica es necesario diferenciar cuales son los aspectos
sincréticos o inventados y cuales no lo son.

IMPERIO INCAICO: ANTECEDENTES FUNDAMENTALES


Como muchas civilizaciones antiguas, la cultura inca no desarrolló un sistema de escritura. Este
hecho ha dificultado recuperar la memoria histórica previa a la llegada de los españoles.

Históricamente, los primeros escritos sobre la literatura inca lo constituyen las crónicas registradas
por autores europeos. Estos autores recopilaron toda la historia incaica a partir de relatos
recogidos por todo el imperio.

Sin embargo, estos cronistas debieron enfrentarse al inconveniente de interpretar una visión del
mundo totalmente distinta a la que ellos conocían.

Por otro lado, el carácter oral de las fuentes de información y el tiempo transcurrido entre el hecho
y su registro, introdujo contradicciones en las historias.

Así pues, muchas de las cronologías sobre los gobernantes incas están plagadas de errores.
Incluso, en muchas crónicas se atribuyen las mismas hazañas, hechos y episodios a distintos
gobernantes.

Después, a medida que avanzaba la colonización, aparecieron cronistas mestizos e indígenas


que continuaron la labor de documentación histórica. Algunos, además, describieron sus
vicisitudes como un pueblo conquistado.
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IMPERIO INCAICO: CRÓNICAS


Entre las muchas inexactitudes de las que adolece la enseñanza de la historia del Perú figura el
número de los gobernantes que rigieron los destinos del Imperio de los Incas y el tiempo de
vigencia que tuvo este.

Los textos escolares se refieren a solo 13 incas, pues diversos cronistas e historiadores omiten a
varios otros, con los que fácilmente podrían llegar a 20; en tanto algunos señalan que el incario
duró solo 100 años, y otros que duró cerca de 500 años.

Vamos por partes. La cifra de 13 incas citada por la mayoría de los historiadores resultaría
referencial si recordamos que Garcilaso de la Vega, Pedro Cieza de León y Antonio Vásquez de
Espinoza, entre otros, precisan que fueron 14.

Tomando como base la cronología de Garcilaso, los 14 incas y sus períodos de gobierno, fueron:
Manco Cápac (1043-1088), Sinchi Roca (1088-1117), Lloque Yupanqui (1117-1145), Mayta
Cápac (1145-1176), Cápac Yupanqui (1176- 1228) e Inca Roca (1228-1277) y Yahuar Huaca
Yupanqui (1277-1298).

Les siguieron: Viracocha (1298-1349), Pachacútec (1349-1408), Inca Yupanqui (1408-1438),


Túpac Yupanqui (1438-1481), Huayna Cápac (1481-1523), Huáscar (1523-1532) y Atahualpa
(1532-1533).

Los padres Velasco y Alcedo agregan a Inca Urco, sucesor de Viracocha, que gobernó once días
y fue depuesto por incapaz; y a los incas nombrados por Pizarro para suceder a Atahualpa: Túpac
Huallpa, hijo de Huayna Cápac y llamado Toparpa, que reinó solo tres meses (agosto-octubre de
1533) y Manco Segundo o Manco Inca (1533-1544), que inició la sublevación contra los españoles
en 1536.
Le siguió su hijo Sayri Túpac, coronado en 1554, que renunció en 1558 y dejó el trono a su
hermano Cusi Tito Yupanqui (1568-1570). Al morir este, supuestamente envenenado, fue
sustituido por su otro hermano Túpac Amaru I (1570-1572).
La mayoría omite a Huáscar Túpac Paullu Inca (o Cristóbal Paullu), medio hermano de Manco
Inca, nombrado inca por Diego de Almagro en 1537, y que ‘cogobernó’ hasta su muerte en 1549.

Otros omiten a Inca Yupanqui, hijo de Pachacútec y padre de Túpac Inca Yupanqui, atribuyendo
a este los hechos de su padre. Pero si se omite al primero, el segundo habría tenido que vivir más
de 200 años para que el orden cronológico tenga coherencia.

En cuanto al tiempo de duración del incario, los historiadores coinciden en señalar a Manco Cápac
como fundador y primer gobernante del imperio, aunque discrepan en la fecha de inicio de su
reinado.

Para Vásquez de Espinoza (Compendio y descripción de las Indias Occidentales), Manco Cápac
inició su reinado en 1031 y terminó con su muerte en 1071; el padre Juan de Velasco, en Historia
del Reino de Quito, dice que reinó de 1021 a 1062, e Hipólito Unanue, en su Guía Cronológica,
menciona que el período abarcó de 1067 a 1107.

En la época de esplendor del imperio, que se inició luego del triunfo sobre los chancas, se
consolidó en el poder el inca Pachacútec, quien ocupó el trono imperial 59 años.

Después de él, los que más duraron en el trono fueron Cápac Yupanqui, que gobernó 52 años;
Viracocha, 51; Inca Roca, 49; Manco Cápac, 45; Túpac Yupanqui, 43; y Huayna Cápac, 42 años.
Sumados, superan tres siglos de reinado.
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IMPERIO INCAICO: DOCUMENTOS


A. Documento de Extirpación de idolatrías: Documento sobre la eliminación de diversas formas
de práctica religiosa que los indígenas realizaban.

B. Características:
✍ De estos documentos se puede obtener valiosa sobre la cosmovisión y religiosidad andina que
se practicaba desde tiempos inmemoriales.
✍ Pese a la conquista, los indígenas seguían adorando a sus dioses nativos, en cuyo honor
realizaban sus ofrendas, ritos y otras ceremonias.
✍ Los indígenas no comprendían la religión cristiana, por eso no lo practicaban.
✍ Pese a constituir hechos negativos los procesos de extirpación de idolatrías, en nuestros días
los documentos brindan valiosa información
Retomando nuestro caso de estudio, intentaremos reunir todos estos elementos. Para ello
tomaremos como ejemplo algunos episodios de la relación entre los dos hijos de Huayna-Cápac
que resaltan entre la élite nativa durante la conquista, Manco y su hermano Paullu

SOCIEDAD INCA: LA ELITE


A menudo se ha planteado esta relación como una oposición entre la resistencia y la traición
(Cúneo Vidal:1925, Dumbar Temple:1939, 1940, Hemming 1982, Tamayo Herrera:1992). La
figura de Paullu Inca es así mostrada como un caso excepcional de cipayismo cultural y entrega
al invasor, donde su descendencia heredará el gusto por el acomodo logrado a costas de traicionar
a su raza y favorecer desde un principio a los conquistadores. Manco Inca por el contrario encarna
la resistencia lúcida, el rey nativo noble y valeroso que jamás cedió al invasor, y que logrará su
victoria unos cientos de años después, cuando tenga lugar la independencia. Revisaremos esta
lectura a través de algunos episodios que en nuestra opinión tienden a mostrar que la coherencia
de sus acciones debe ser buscada en el sentimiento de pertenencia que les era más natural: ser
élite (y no ser "conquistados")

Como hemos visto, a la muerte de Huayna-Cápac (unos años antes de la llegada de los
españoles) se desata el conflicto sucesorio entre dos de sus hijos, Huáscar y Atahualpa. Como
esta disputa es en parte expresión de la estructura interna de la élite cusqueña es necesario
detenernos en ella unas líneas
Cada Inca nombraba, en teoría, un sucesor al morir, pero esto no pasaba de ser una expresión
de deseos. Rápidamente el conflicto por el poder se extendía entre los diversos pretendientes, de
lo cual resultaba a menudo un intervalo de conflictos más o menos abiertos entre reinados. Este
se resolvía a través del triunfo del más fuerte y más capaz; la sanción del éxito militar era
indispensable9. ¿Cómo se motorizaba el conflicto? Los muchos hijos del último Inca eran sólo la
presentación formal de la pelea, que en realidad reflejaba la disputa entre los distintos sectores
de la nobleza cusqueña. Estos se involucraban en la lucha por el poder, agrupados de acuerdo
con lazos de filiación. Eran grupos parentales, que dibujaban el espacio de alianzas horizontales
en el interior de la clase imperial
La élite incaica, como el resto de los pueblos andinos, estaba estructurada en ayllus. El ayllu era
la célula básica de la sociedad, que aseguraba una serie de derechos y obligaciones comunes.
Lazos parentales reglaban la pertenencia, reconociéndose sus miembros en un antepasado mítico
común. Los ayllus a su vez se organizaban por mitades, siguiendo los principios dualistas de
hanán y hurín. Sucesivamente, se agrupaban en unidades inclusivas de mayor orden, hasta
alcanzar un grupo étnico completo (ver Cook:1981) Así, el nuevo Inca, al ser coronado, fundaba
una nueva panaca, versión 'noble' del ayllu. Los candidatos a la sucesión expresaban entonces
los conflictos entre estos grupos corporativos, que concentraban el poder del control de todo el
Imperio, siendo comunes las guerras "civiles" inter reinados. Era un conflicto claramente
horizontal, que expresaba las tensiones propias de las formas que tomaba el poder en la sociedad
cusqueña
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En el momento de llegar los españoles al Cusco, la ciudad estaba ocupada por las tropas
norteñas, cuyos generales estaban llevando a cabo una extensa matanza y persecución sobre la
nobleza incaica en la capital del imperio, y en especial sobre la panaca de Huáscar

Manco se encuentra con los cristianos y rápidamente se establece una alianza en pro de la derrota
definitiva y expulsión de los ejércitos de ocupación quiteños, tarea en la que se entretendrán
durante los siguientes seis meses. A poco de recuperar la ciudad, luego de la primera incursión
sobre los enemigos, Manco es coronado como nuevo soberano con el auspicio de los españoles.
Es evidente que los cristianos son percibidos en este momento como una ayuda en la solución de
problemas internos: si el joven Inca pretendía afianzar su liderazgo primero tenía que echar a los
invasores. Esta alianza difícil se prolongará durante dos años y medio, desde noviembre de 1533
hasta mayo de 1536, cuando el Inca encabeza el primer levantamiento general contra los
españoles
Este, que es comúnmente tomado como el primer ejemplo claro de resistencia, puede tener otra
interpretación. Ya a principios de 1534 los conquistadores habían saqueado el Cusco y
comenzado el reparto del imperio en las diversas encomiendas10. ¿Porqué entonces esperar
tanto tiempo? Por un lado, Manco tenía problemas al interior de la élite incaica. Esta no se
presentaba como un conjunto homogéneo frente a los invasores, a tal punto que a mediados de
1535 decide asesinar a varios hermanos suyos en el Cusco apoyándose para ello en Almagro.
Por otra parte, es importante notar que no es sino a comienzos de 1535 que las tropas quiteñas,
luchando por su propia tierra, son derrotadas definitivamente en la campaña que comanda
Sebastián de Benalcazar
Es decir, su movimiento de resistencia comienza cuando está seguro de que ha eliminado a todos
sus posibles adversarios. Y esto es lógico: las muertes de parte de la élite cusqueña a manos de
los generales de Atahualpa tenían que pesar aún en su memoria, y la eliminación de adversarios
en la disputa por el lugar de Inca era una práctica usual
Por su parte, al llega Paullu al Cusco ocupado por los españoles encuentra a Manco ya
consagrado como Inca , lo cual lo pone en un complejo lugar, como ya hemos visto. Así durante
el primer levantamiento general (y cerco a la ciudad), Paullu se mantiene leal a Almagro a lo largo
de su viaje a Chile.
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SOCIEDAD INCA: LOS CURACAS


Los Curacas eran los dirigentes étnico incaicos que regulaban las funciones dentro del ayllu, base
de organización andina, mediante el establecimiento de vínculos solidarios y la regulación de las
funciones del grupo étnico o parental como la organización de las tareas agrícolas, la
redistribución de recursos, administración de los bienes, la mita, etc.
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Los curacas tradicionales poseían funciones :
“rituales y ceremoniales, que tenían que ver con la adoración de los ancestros, fuente principal
del poder y legitimidad del curaca”[1];este “especialista de lo sagrado” media entre los hombres y
los seres sobrenaturales que guardan el orden cósmico, a la vez que organizaba las ofrendas o
fiestas comunes. Los curacas poseían varias mujeres, conocidas como aqllas, escogidas castas
por linaje y hermosura, beneficiando la creación de nuevas relaciones de parentesco se verán
beneficiadas.
El nombramiento del mismo es una cuestión muy discutida, algunos cronistas afirman que
“el curaca no era un jefe hereditario, sino un hombre que llegaba al cargo por medio de un proceso
de selección ritual, y que, en consecuencia, podía ser despojado del mismo mediante
procedimientos similares”[2].
Sin embargo, esta tesis tiene poco respaldo respecto a la que defienden importantes
investigadores como Jonh V. Murra, asegurando que el cargo es hereditario, no siempre en
sentido patrilineal, pero si familiar:
“que muriendo el cacique principal si tenía hijo grande que pudiese mandar no se osaba de su
autoridad […] que le diese licencia y silla de su cacicazgo y así el ynga se lo daba”[3].
La mayoría poseían un claro origen étnico y fueron nominados a través de rituales en cada unidad
étnica, desde los cuales el cargo se retrasmitía, puesto que cada vez es más discutible que los
curacas fueran nombrados por el Tawantinsuyu, y en casos puntuales por el Inka.
La función más importante del curaca era la de organizar las relaciones de reciprocidad, que
suponían unas obligaciones dentro del ayllu, unas relaciones de intercambio; su relación con la
población se hace aceptando la reciprocidad.
“Estos intercambios, que permitían el acceso simultáneo de una misma población a recursos muy
distantes entre sí, han sido descritos como “comercio” por investigadores que usan modelos
procedentes de otras latitudes […] con relaciones limitadas de trueque ritual o a intercambios de
temporada”[4].
La sociedad carece de comercio, pero a pesar de ello es rica, expansiva y organizada, mediante
intercambios o trueques, identificado por algunos historiadores como “trueque a modo de
indios”[5], cuya existencia es innegable, tanto por signos lingüísticos como restos arqueológicos
de cerámicas prehispánicas, etc. El mercado era inexistente, de este modo los depósitos podrían
ser el principal valor económico de la comunidad;
“en contraste con la región andina, integrada políticamente por el poder centralizado de los incas,
Mesoamérica estuvo políticamente siempre dividida. Pero lo que no hizo la política fue hecho por
el comercio […] sistema complejo de intercambios desde el simple trueque en el interior de la
aldea hasta los grandes mercados especializados de las ciudades y que culmina en un tráfico
internacional.”[6]
Las ferias andinas surgirían durante el siglo XVI, añadiendo las pautas europeas de intercambio,
ocupando el espacio de rituales y tradiciones anteriores y difundiendo los criterios mercantiles. La
reciprocidad es identificada como equitativa, cuando un hombre recibe el trabajo de otro por
reciprocidad, debe mostrarse «generoso» alimentarlo, alojarlo y vestirlo; el curaca debía cumplir
con las obligaciones de los que le prestaban «servicio», aunque da apariencia de «rango
superior». La mita sin embargo con el tiempo sí será una obligación con el poder, en el periodo
colonial mucho más rigurosa que en el prehispánico.
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SOCIEDAD INCA: EL PUEBLO

Era la clase inferior en esta jerarquia ,pero no por eso la más deprimida y la más explotada .Los
hatunrunas que eran pertenecientes a esta clase conformaban los ayllus ,vivian comodamente
por el fruto de sus trabajo y los principio de reciprocidad y redistribucion implantados en el imperio.
El ayilu era la comunidad de campesinos unidos por vínculos familiares, que tenían antepasados
en común y habitaban un mismo territorio. El Estado entregaba tierras a cada comunidad para su
subsistencia. Anualmente, un funcionario local asignaba parcelas a cada familia según el número
de sus componentes. Pero los campesinos no eran propietarios de las tierras y estas parcelas
eran trabajadas colectivamente por todos los miembros de la comunidad. El ayllu debía entregar
fuertes tributos en productos y en trabajo al Estado y a los curacas.
Esta clase social estaba conformada de los hatun runas, los mitimaes, los yanaconas y los piñas
-Los Hatun runas: Hatun runa era el hombre comun delimperio incaico perteneciente a un ayllu
con derechos y obligaciones que se dedicaban a las labores de agricultura.Los hatun eran la base
del imperio incaico de ellos dependia los principios incaicos de reciprocidad y redistribucion se
sabe que los incas exportaban productos de un ayllu para llevarlos a otros ayllus nesecitados por
desastres naturales, en el imperio existian un sin número de ayllus distribuidos proporcionalmente
. Los hatun runas pertenecientes a un ayllu tenian vinculos de
sangre,economico,religioso,linguistico. Los ayllus siguen existiendo hoy en dia , son
lasdenominadas comunidades campesinas
Los Mitimaes o Mitmacuna : Significa "el que se va"
Fueron grupos de familias separadas de sus comunidades por el Imperio Inca y trasladadas de
pueblos leales a conquistados o viceversa para cumplir funciones económicas, sociales,
culturales, políticas y militares. Ninguna otra política afecto tanto la demografía y conjuntos étnicos
andinos como ésta de los mitimaes. Se llega a afirmar que hasta una cuarta parte de la población
del imperio fue reasentada (trasladada para colonizar regiones deshabitadas o enseñar a los
naturales la cultura Inca)
La función política y estratégica más común de estos desplazamientos fue la necesidad del
imperio incaico de dividir a las poblaciones que suponían una amenaza a las elites incaicas, de
esa manera estos reasentamientos servían para debilitar el peso de una población para la
resistencia.
Yanaconas:Eran grupos de servidores domesticos que desmpeñaban labores en la casa del inca
y de la nobleza por extensión en el Imperio Inca se refería a los pueblos que efectuaban
compromisos de servidumbre,era el nombre que recibían los sirvientes del Incas. Tenían a su
cargo el cuidado del ganado de los nobles, la pesca, y estaban dedicados a otros trabajos, como
la alfarería y la construcción, además del servicio doméstico de la clase alta. Hubo yanaconas
recompensados por sus servicios al imperio, algunos llegaron a ser generales incas por sus
habilidades militares y muy apreciados por el Inca
.Estaban integrados por todos aquellos individuos pertenecientes a tribus vencidas a quienes se
les perdono la vida con la finalidad de convertirlos en elementos utiles al imperio, la condicionde
yanacona se transmitia de padre a hijo por eso el termino de sirvientes perpetuos.
Según Carolina Flores García, “Los yanaconas parecieron originarse en la vieja Cultura Huari”.
Es decir –diremos preservando la lógica de nuestra exposición y la coherencia de su
nomenclatura– durante el Imperio Wari. Es más probable sin embargo que surgieran antes, ya
fuera en Tiahuanaco o en Moche.
Afirma Murra que, “según la versión de la élite incaica, transmitida a los cronistas europeos, el
origen de las poblaciones [de yanaconas] se remontaba a gente acusada de rebelde” –obviamente
entre los pueblos conquistados.
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SOCIEDAD INCA: ACLLAS


Las acllas (en quechua: aqllasqa, ‘escogida’)? eran mujeres de singular belleza. Fueron escogidas
de varios lugares del Imperio inca para servir al Inca o al Dios Sol o Inti. Su preparación se llevaba
a cabo en el Acllahuasi, donde vivían las mujeres bajo la vigilancia de las Mamaconas aisladas
en un servicio de alto honor.

Tipos de Acllas:

Aclla del Sol: Dedicaban su vida entera a la adoración del Dios Sol.
Aclla del Estado.
Taquiaclla: Elegida por sus habilidades cantoras. Su labor era alegrar las fiestas de la corte
imperial.1
Aclla del Sol
En el Imperio Inca, para proporcionar el mejor culto posible al dios sol, además de sus diversas
clases de sacerdotes, los incas habían creado una importante institución de vírgenes dedicadas
a su servicio, conocida como Intip Chinán, en la que ingresaban las niñas elegidas en su infancia
(a los ocho años) para convertirse en acllas tras un estricto noviciado que cubría los primeros
años de su estancia conventual, bajo la dirección de una superiora, mamacuna, educadora,
vigilante y examinadora de las jóvenes sometidas a su tutela.

Acllahuasi era el nombre del templo de las acllas. Pero esta profesión religiosa no era sólo una
llamada o una obligación para acudir forzosamente al servicio de la religión, sino que se trataba
más bien de una educación selectiva y esmerada para las jóvenes de las clases superiores, puesto
que, una vez llegadas a la edad núbil, entre los trece y los quince años de edad, pasaban a ser
"presentadas en sociedad", para ser las potenciales prometidas de señores de la nobleza, ya que
el período de servicio en el Inti Chinán como aclla era también la garantía de la calidad de su linaje
y el aval de la mejor educación y, evidentemente, la mejor prueba exhibible públicamente de su
incontestable virginidad.

No guardar la obligada castidad y, sobre todo, ser sorprendida con un hombre significaba, para la
vestal en ejercicio, su inapelable condena a muerte, a una muerte cruelmente ejemplar, dejándola
que muriera de inanición, para que no fuera la mano del ser humano la que matara a las
sacerdotisas, sino el abandono.

Si se llegaba a producir un embarazo de una de las aclla, siempre que no hubiera pruebas en
contra de la exigida adhesión a la norma estricta de la virginidad requerida, se consideraba que
tal embarazo había sido realizado por la explícita voluntad y personal acción del dios Sol y,
automáticamente, el hijo que tuviera la vestal, era considerado privilegiado hijo del dios solar y,
como tal, recibía un trato de favor para el resto de sus días.
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ECONOMÍA INCAICA
La economía incaica estaba basada en la previsión y planificación de todas las etapas del proceso
productivo. En el Tahuantinsuyo, nada estaba fuera del control permanente y directo del Estado,
que, haciendo suyas las experiencias tecnológicas y culturales desarrolladas por las culturas
preincas, organizó un aparato productivo, fundamentalmente agrícola, que dio solución a los
problemas de alimentación, vestido, vivienda y seguridad social de una población cada vez más
numerosa.

No hay consenso en cuanto al cálculo sobre el número de pobladores que albergaba el imperio
inca a la llegada de los españoles. John Rowe lo calculó en seis millones; por su parte, Noble
David Cook (1981) lo elevó a nueve millones. Otros investigadores dan cifras menores.

ECONOMÍA INCAICA: RECIPROCIDAD


“La reciprocidad, entendida como la mutua prestación de servicios e intercambio de bienes, era
un sistema organizativo socio – económico que regulaban las relaciones sociales a diferentes
niveles y servía de engranaje en la producción y distribución de bienes. La reciprocidad siempre
fue el elemento mediador en que los individuos se comprometiesen unos con otros para realizar
actividades en conjunto o establecer redes de intercambio duraderas. Se debe de considerar de
manera especial este principio, debido a que la sociedad andina Pre – hispánica no conoció el
dinero; a diferencia del Viejo Mundo, no tuvo un medio de intercambio económico que permitiese
establecer relaciones de tipo impersonal. Por el contrario, las transacciones económicas sólo
fueron posibles a través de una relación de persona a persona, o de institución a institución, y
estaban fuertemente normadas por la tradición y las reglas de la reciprocidad. La costumbre de la
reciprocidad estuvo presente en muchos otros contextos sociales, como el establecimiento de las
alianzas políticas y las prácticas de culto. Por este motivo, la reciprocidad ha sido considerada por
muchos investigadores como un principio de organización social general del mundo andino.”

ECONOMÍA INCAICA: REDISTRIBUCION


La redistribución era una función realizada por el jefe de Ayllu, curaca o Inca, quienes
concentraban parte de la producción que posteriormente era distribuida a la comunidad o diversas
comunidades, en épocas de carencia o para complementar la producción de esos lugares. La
redistribución suponía el reconocimiento por parte de los campesinos de los diferentes niveles de
autoridad que existían en la sociedad. Los ayllus entregaban los tributos a los curacas, y los
bienes tributados se acumulaban en depósitos reales que estaban en aldeas, caminos y ciudades.
Allí eran contabilizados por funcionarios especializados que comunicaban a los administradores
del Cuzco las cantidades de cada producto mediante el uso de quipus, contadores hechos con
tiras de cuero en las que se realizaban nudos. De este modo, el Inca conocía las cantidades de
excedente y en qué regiones del imperio sobraban o faltaban determinados productos. Cuando
algunos pueblos del imperio no podían satisfacer sus necesidades básicas porque las regiones
en las que vivían habían sido afectadas por malas cosechas u otras catástrofes, el Estado incaico
redistribuía una parte de los alimentos, materias primas y productos manufacturados
almacenados. También utilizaba los bienes acumulados para costear los gastos de las constantes
expediciones militares, y para premiar los servicios realizados por algunos funcionarios
generalmente nobles.
Los tributos de las comunidades campesinas dados al Estado eran de tres tipos:
1. Trabajos colectivos en las tierras del Inca
2. Trabajos individuales periódicos y rotativos a los que llamaban mita, con este sistema se
construían puentes y caminos.
3. Las comunidades debían entregar a los curacas alimentos, materia primas y productos
manufacturados.
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ECONOMÍA INCAICA: AGRICULTURA

Fueron más de 200 las variedades de papas cultivadas, que constituyen el mayor aporte de los
pueblos andinos a la alimentación mundial.
Los incas se valieron de varias técnicas para ganar terrenos de cultivo (andenes, camellones,
hoyas, pozas secas), así como usaron y ampliaron los sistemas de riego heredados de las culturas
preincaicas (acueductos y canales). Todo ello se amplía en la sección de Tecnología agrícola.

Se estima que los incas cultivaron más de ochenta especies vegetales, entre ellas especies
alimenticias como la papa, el camote, el maíz, el olluco, la oca, la quinua, el ají, el tomate, el maní,
el pallar, la palta, la yuca y el frijol. Es de destacar la papa, cuya domesticación ha sido el gran
aporte de la civilización andina para la alimentación mundial. Cultivaron más de 200 variedades
de papa. Se las consumía sancochadas, con cáscara y todo, y también se las sometía a procesos
de conservación, obteniendo la papaseca y el chuño.48

El maíz, domesticado en el Antiguo Perú de manera independiente con respecto a México, fue
también la base de la alimentación y era comido en muy variadas formas: tostado (cancha),
sancochado (mote) y en una especie de pan llamado tanta. Sus hojas eran consumidas como
legumbres y de sus granos hacían también la famosa chicha o acja, la bebida preferida del
Imperio.49

Cultivaron también plantas industriales como el algodón y el magüey. Del algodón hicieron tejidos.
Del maguey aprovecharon sus fibras para hacer sogas resistentes y calzados. Otras plantas
cultivadas fueron la tabaco (sairi) y coca (cuca) para uso ritual y medicinal.

ECONOMÍA INCAICA: GANADERÍA


Los camélidos fueron un recurso esencial del Tahuantinsuyu. El Estado inca se preocupó de
abastecerse tanto de la carne como de la fibra de estos animales.
La ganadería, a diferencia de la agricultura, fue menos favorecida. Esto se debió a la escasa fauna
andina. Aun así, constituyó la única ganadería existente en la América precolombina, constituida
por los dos camélidos sudamericanos domesticados: la llama y la alpaca, de los que
aprovechaban tanto su carne para alimento, como su fibra o lana para sus vestimentas. La llama
también fue utilizada como medio de transporte de carga. Aprovecharon también la carne y la lana
de la vicuña y el guanaco (camélidos salvajes), para lo cual organizaban cacerías llamadas chacos
o chakus.50 A los camélidos sudamericanos se les llama también auquénidos, término erróneo
que no debe usarse, pues auchenia corresponde científicamente a un grupo de insectos de la
familia de los Curculiónidos (gorgojos).

Criaron también el cuy, roedor andino que hasta hoy es la base de muchos potajes de la
gastronomía andina. Se los alimentaba con las hojas de las mazorcas de maíz (panca) y hierbas.
Se aprovechaba también una especie de cuy silvestre, llamado cari.51 En la costa se criaba una
especie de pato, hoy ya extinguido; también se consumía la carne de perro, especialmente entre
los huancas.52

La ganadería se relacionaba estrechamente con la agricultura. Los incas no concebían una sin la
existencia de otra. Al igual que la agricultura, la ganadería estaba distribuida entre el Sol, el Inca,
la nobleza y el pueblo.
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BIBLIOGRAFIA
María Rostworowski: Historia del Tawantinsuyu Instituto de Estudios Peruanos Lima
(1988) seis mil ejemplares.
Franklin Pease: Historia Los Incas. Pontificia Universidad Católica del Perú PUCP- Fondo
Editorial Lima (1991)
Virgilio Roel Pineda: Cultura Peruana e historia de los Incas. Universidad Alas peruanas.
Fondo de Cultura Económica. Lima (2001)
Waldemar Espinoza: Los Incas. Economía Sociedad y Estado en la Era del
Tahuantinsuyo. Amaru Editores. Lima (1987)
Jesús Lara. La Cultura de los Inkas. Editorial "Los Amigos del Libro". La Paz-
Cochabamba (1967)
José Antonio del Busto Duthurburu: Historia Cronológica del Perú. Edición de Petro Perú.
Lima (2006)

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