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ESCUELA PSICOANALÍTICA DE

PSICOLOGÍA SOCIAL
INTRODUCCIÓN AL PSICOANÁLISIS:
SIGMUND FREUD (IV)
Oscar González

¿Cómo nace la sexualidad? ¿Cómo surge? Freud dice que la sexualidad infantil
surge en un momento un poco posterior al nacimiento, la situación es la siguiente,
el bebé tiene un primer momento de mucho impacto, mucha confusión porque
cambian sus condiciones de vida y empieza a tener una serie de registros que antes
no tenía, por ejemplo empieza a sentir olores, necesita respirar, ve luces, aunque
todas estas percepciones son en él todavía completamente incoordinadas, pero al
poco tiempo de nacer, a las horas, siente una sensación que antes no había sentido
que es un estímulo doloroso en las paredes del estómago, el hambre, el chico no
tiene la menor idea de que eso es hambre, la reacción del bebé es una reacción
motora, grita, llora y patalea. La madre decodifica esa señal del bebé y le da de
comer, tenemos la situación más normal que es que le da el pecho, al darle el pecho
el chico tiene una experiencia de satisfacción, la primera experiencia de satisfacción
como dice Freud, tiene un alivio de esa situación dolorosa en el estómago en primer
lugar, pero además de eso tiene una sensación placentera por el contacto de su
boca la zona erógena con el pezón de la madre, y además tiene una sensación
placentera por el gusto, por la temperatura de esa leche que es tibia y toda esa
corriente tibia que va bajando por el aparato digestivo.
Esa situación se repite de manera regular y periódica durante mucho tiempo, Freud
dice que de esa primera experiencia de satisfacción, se desprenden consecuencias
muy importantes, la primera de ellas es que surge la primera representación que es
la imagen mental del pecho, pero la otra consecuencia muy importante es la
siguiente, de esa experiencia de satisfacción que es la alimentación, queda algo,
Freud lo llama un plus de placer. ¿Por qué un plus? porque el chico después no
solamente le gusta alimentarse sino que le gusta chupetear, y luego el bebé
chupetea aunque no tenga hambre, ¿vieron cuando terminan de comer y se quedan
prendidos al pecho y no se sueltan? esa actividad placentera, el chupeteo se
desprende en cierta forma del acto de la alimentación y a partir de ahí el bebé
chupetea todo, se chupetea sus propios labios, los dedos, el chupete, la punta de
la frazada, el oso, etc.
Esa actividad del chupeteo dice Freud es la primera actividad erótica del ser
humano, erótica sexual del ser humano. ¿Qué es lo sexual? lo sexual es toda
actividad humana que produce placer.
La sexualidad infantil, la sexualidad humana en general, nace como un
subproducto, un derivado de la primera actividad básica vital que es la alimentación,
nace como derivado y se hace independiente. Freud dice sobre la base del ejemplo
de la succión del chupeteo que la sexualidad infantil tiene tres rasgos
fundamentales, que la sexualidad infantil es autoerótica, es decir se satisface en sí
misma (no hay objeto externo). Nace apoyada en una función fisiológica vital, la
alimentación en este caso. Y está bajo el dominio de una zona erógena, en este
caso la boca. Estos son los tres rasgos centrales de toda la sexualidad infantil,
autoerótica, nace apoyada en una función vital y está puesta bajo el dominio de una
zona erógena particular.
Esta sexualidad infantil que nace con la alimentación tiene luego un desarrollo
bastante complejo, tiene luego una particularidad que es la siguiente: la sexualidad
humana se desarrolla en dos tiempos, hay un primer período que llega alrededor
de los 5 ó 6 años, luego viene una interrupción de ese desarrollo psicosexual y tiene
un segundo florecimiento a partir de la pubertad con un cambio cualitativo en el
momento de la pubertad que es que aparecen ciertos elementos que no están
presentes en el chico y por lo tanto en la sexualidad infantil, lo que aparece en la
pubertad es el orgasmo y la posibilidad de reproducción, son dos cosas que no
están en los chicos, un chico chiquito no tiene orgasmo por razones orgánicas, por
imposibilidad biológica, razón ésta más que suficiente para no sobreexcitar a los
chicos, cuando un adulto se excita o se sobreexcita puede apelar al orgasmo como
descarga, el chico no, ni tiene tampoco por razones orgánicas la posibilidad de la
procreación.
Esta sexualidad infantil se desarrolla en dos tiempos, lo central, lo principal de todo
este desarrollo se encuentra en el período que va hasta los cinco o seis años y
sigue un camino -en esta etapa- y atraviesa por tres fases distintas.
A: ¿Considerás a los pechos como zona erógena?
D: Sí, pero en los adultos, no en los niños. En realidad cualquier zona del cuerpo
puede funcionar como zona erógena pero las esenciales son esas tres, es cierto
que en las mujeres los senos funcionan como zona erógena, pero son una zona
erógena secundaria, en una nena los pechos no tienen importancia, sí tienen
importancia los otros, además la diferencia es que el pecho no es una mucosa y los
otros tres sí, son mucosas (la mucosa es un sector particular de la piel).
A: El problema de la homosexualidad ¿es un problema solamente psíquico?
D: Te diría que es un problema esencialmente psíquico y que en ciertos casos muy
especiales puede haber condicionamientos orgánicos.
A: Hablaste de los estímulos que llegan del cuerpo a la mente, ¿el camino inverso
no existe?
D: Sí que existe, pero el concepto de pulsión da cuenta de los estímulos corporales
que llegan a la mente, de todos modos tengan presente siempre una cosa el cuerpo
existe antes que la mente, la mente se forma, se va diferenciando en la interacción
entre el cuerpo y el mundo, un chico cuando nace tiene todo el cuerpo que tiene
que tener, completo pero inmaduro, y de psiquismo no tiene casi nada.
A: ¿Toda actividad motora es productora de placer sexual?
D: Toda actividad corporal productora de placer es sexual.
A: ¿El movimiento también?
D: El movimiento es una de las fuentes de excitación sexual, es muy importante en
los chicos por eso les encanta la hamaca, el hico caballito, que los tiren al aire, sí,
es una de las fuentes de la excitación en los chicos y en los adultos, lo que pasa es
que en los adultos está más sublimado.
A: Si el contenido del inconsciente son deseos infantiles insatisfechos ¿qué pasa
con el inconsciente del chico?
D: En el chico no hay inconsciente, el inconsciente se forma claramente a partir de
los 6 años, cuando veamos complejo de Edipo la clase que viene va a quedar más
claro porque en los chicos no hay inconsciente, no hay inconsciente porque no hay
represión, no existe la barrera que separa tajantemente un sector de la mente del
otro.
Hemos hablado de la pulsión, dijimos que pulsión era un concepto que limitaba
entre lo psíquico y lo somático y que Freud lo utiliza para dar cuenta de la influencia
que tienen los procesos orgánicos en el psiquismo, (ciertos procesos orgánicos).
La pulsión, definida en general, es una exigencia de trabajo para la mente. O sea,
son estímulos endógenos que vienen del interior del cuerpo y que obligan al
psiquismo y al sistema nervioso central a hacer un trabajo para darle un trámite.
Dije que la pulsión tiene cuatro componentes: fuente, empuje, finalidad y objeto. La
fuente, en el caso de la pulsión sexual específicamente, es un proceso endógeno,
hormonal, o bien una excitación en una zona erógena. El empuje es la intensidad
de la fuerza que tiene; la meta es siempre la descarga. Y el objeto es lo contingente,
es aquello que no está predeterminado biológicamente sino es aquello que hay que
construir a lo largo de la vida.
La primera actividad sexual del ser humano que es el toqueteo. Yo les dije: en el
acto de la alimentación se produce un alivio, el alivio de la tensión provocada por el
hambre, y que junto con el alivio de la necesidad surge un extra, algo que no estaba
inicialmente, al cual Freud llama un plus de placer. O sea, si bien en un comienzo
el bebé chupetea por reacción motora, por reflejo motor, y chupetea para
alimentarse; en un segundo momento ya no chupetea por hambre sino por placer.
Ese placer es entonces, para Freud, un placer sexual. ¿Qué quiere decir con esto?
Que es un placer corporal. Sexual es toda actividad corporal que brinda placer.
De esta actividad del chupeteo Freud extrae las tres características que tiene la
sexualidad infantil. Había dicho que la sexualidad infantil era autoerótica, o sea que
se satisfacía en el propio cuerpo, que esa sexualidad infantil nacía apoyándose en
una función fisiológica vital (en este caso la alimentación) y que, en tercer lugar,
estaba bajo el dominio de una zona erógena (en este caso la zona principal es la
boca); en el bebé chiquito el contacto con el mundo se realiza esencialmente a
través de la boca. Ustedes habrán visto que cuando el bebé puede coordinar los
movimientos, el bebé tiende a llevarse todo a la boca. Ustedes vieron que cuando
un bebé ya tiene ocho o diez meses, que ya se sienta y gatea, cuando toma un
objeto ya lo manipula diferente: lo toma, lo agarra, lo da vuelta, lo mira, lo investiga,
lo vuelve a agarrar y tal vez se lo lleve a la boca. Pero cuando es chiquito (4 o 5
meses), prácticamente no mira las cosas porque inmediatamente se la lleva a la
boca para sentirles el gusto. Por eso Freud dice que el mundo del bebé pasa
esencialmente por la boca y la boca es una zona erógena (los labios
principalmente) porque es una zona en donde las impresiones sensoriales
provocan placer; no solamente la boca, también los labios y toda la cara ¿vieron
que cuando los chicos comen se embadurnan toda la cara? porque toda la zona
erógena alrededor de la boca produce sensaciones muy placenteras.
Esta sexualidad infantil que comienza con esta primera actividad erógena del
chupeteo, luego tiene un desarrollo a través de 5 etapas que ahora voy a enumerar.
Pero antes quería retomar una pregunta que había aparecido en lo grupos. Había
una pregunta que era si las madres sentían placer, o sea se excitaban, en el
momento del amamantamiento. Claro, acá depende de lo que se entienda por
excitación; la actividad de amamantar es indudablemente una actividad placentera,
salvo que haya una lesión en el pezón o bien que haya algún tipo de inhibición
psíquica que anula el placer del amamantamiento; pero el acto de amamantar es
un acto placentero. En ese sentido se puede decir que es un acto que tiene una
connotación erógena. No tiene por supuesto la misma calidad y la misma intensidad
que cuando sus senos intervienen en un acto sexual (con la pareja) pero de todos
modos tiene una connotación erógena indudable.
No solamente en la madre, también en el bebé, yo les quiero leer una frase de
Freud, que está tomada de los “Tres ensayos para una teoría sexual” que es un
texto de 1905 en donde Freud hace su primera presentación general del desarrollo
psicosexual. Freud en este artículo dice lo siguiente: “Viendo a un bebé que ha
saciado su apetito y que se retira del pecho de la madre con sus mejillas sonrosadas
y una sonrisa para caer en seguida en un profundo sueño, hemos de reconocer que
este cuadro es modelo y la expresión de la satisfacción sexual que el sujeto
conocerá después”. O sea, no es solamente el placer de haber aliviado la pulsión
del hambre, es un placer de otro tipo, es un placer erógeno y, en esa reacción del
bebé que se queda satisfecho, dormido, se preanuncia lo que es después la
reacción posterior al orgasmo en el adulto.
Les decía entonces que esta sexualidad infantil o este desarrollo sexual, pasa por
5 etapas, que son las siguientes y las voy a enumerar: Hay una fase oral del
desarrollo libidinal, que se subdivide a su vez en una fase oral primaria y una fase
oral secundaria. Luego tenemos la fase anal, que se subdivide también en primaria
y secundaria.
Luego tenemos la fase fálica, esta es una sola. Y luego, en el cuarto lugar lo que
Freud llama el período de latencia. Y por último a partir de la pubertad, la fase
genital adulta, la fase genital a secas. Digo genital adulta porque a la fase fálica
también se la llama fase genital infantil.
Esta fase oral se subdivide, como les decía, en dos etapas: primaria y secundaria.
La fase oral primaria transcurre desde el nacimiento hasta aproximadamente los 6
meses, tiene un objeto que es el pecho de la madre o un sustituto que es el biberón
y otros objetos, por ejemplo los labios; ¿Ustedes vieron cuando el bebé se besa a
sí mismo, se chupetea sus propios labios? y todos los objetos que puedan caer en
sus manos y ser chupeteados: el chupete, la punta de la frazada, el osito de
peluche, etc. Ustedes recuerdan que la pulsión tenía fuente, empuje y meta. La
meta de esta fase oral primaria es una meta incorporativa, él dice: “pasivo e
incorporativo”. ¿Qué quiere decir con esto? Que la finalidad del bebé es tragar las
cosas. Lo que hay que pensar es que un bebé en esta edad tiene una posibilidad
muy escasa de ser activo; el bebé es esencialmente pasivo y lo más que puede
hacer es comer y cuando no quiere comer, escupir, pero no tiene mayores
posibilidades de actividad porque no tiene el dominio motor, no domina su propia
musculatura. Estamos hablando de un bebé que no se puede sentar solo, recién a
los cuatro meses el bebé adquiere la coordinación ojo-mano-boca; entonces uno le
pone un objeto al alcance de la mano, tomarlo y llevárselo a la boca. O sea que es
un ser absolutamente pasivo; no solo pasivo en la actitud exterior sino también
pasivo frente a los estímulo interiores, o sea frente a los estímulos pulsionales.
¿Qué pasa alrededor de los seis meses? Pasan dos cosas: en primer lugar el bebé
consigue sentarse, o sea se sienta y mantiene el equilibrio sentado. Y en segundo
lugar aparece la fuente. Esta fase oral secundaria se extiende entre los seis y los
diez meses, el objeto sigue siendo el mismo: el pecho, los labios, el biberón, etc;
pero la meta es otra, la meta del bebé ya no es una meta pasiva e incorporativa
sino que la meta del bebé es morder. ¿Por qué muerde el bebé? para responder a
un estímulo interior. La aparición de los dientes le genera una picazón muy fuerte
en las encías y entonces muerde o mastica para conseguir descargar esa
estimulación que siente en la encía. Pero muerde también para descargar.
Entonces, la meta ya no es no es incorporar sino que la meta es morder y
descargar, mastica, muerde y tiene además posibilidad de empezar a expresar
hacia afuera su agresión. Puede revolear cosas cuando no le gustan, ya no se
dedica a escupir y cerrar la boca, es la época en que empiezan a tirar del pelo, de
los aros, de las orejas. Por ahí uno lo sube a upa y ellos se empiezan a agarrar el
pelo y a tirar y no suelta, por ahí uno le dice “¡ay, me duele!” y no solamente no
sueltan sino que tiran más fuerte y se ríen (risas). O sea, es el momento en el cual
ellos se hacen dueños de su musculatura, de su agresividad y que pueden empezar
a ser sádicos (en el sentido de agresivos).
O sea tienen otra posibilidad de descargar los estímulos, ya no son pasivos, son
más activos. Entonces la aparición de los dientes es lo que marca la diferencia entre
la fase oral primaria que es meramente incorporativa y la fase oral secundaria que
es morder y descargar.
A partir de los diez meses (por supuesto que las fechas son aproximadas), de los
diez a los dieciocho meses se extiende lo que Freud llama la fase anal primaria del
desarrollo psicosexual, ésta es siempre la más difícil de entender. Hay que tener
en cuenta una cosa, a partir de los diez meses aproximadamente el bebé comienza
a pararse y cambia radicalmente su esquema corporal y las sensaciones que tiene
de su esquema corporal. En esta época en realidad antes de pararse ya empezó a
gatear, entonces tiene un dominio del espacio mucho mayor del que tenía antes.
Ustedes piensen que cuando el bebé no gatea se queda donde lo ponen, a partir
de que el bebé empieza a gatear hay que empezar a correrlo; o sea que ya no va
adosado a la madre sino que la madre va adosada a él. La posición erecta le
permite al chico tener otra vivencia, otro registro de los procesos de su cuerpo, y
especialmente el proceso más importante que es el proceso de la defecación.
En la fase oral lo que predomina es la boca, por lo tanto la actividad de
incorporación de los alimentos. No es que en este momento la incorporación haya
perdido importancia, pero pasa a tener importancia también la actividad de la
defecación. Cambia la sensación corporal por el hecho de estar parado y hay que
tener en cuenta que toda la mucosa anal y todo el recto es una zona altamente
sensible a las estimulaciones. Es una zona erógena que adquiere prominencia en
este momento con el desarrollo muscular, la posición erecta y la marcha.
El objeto de la fase anal ya deja de ser un objeto exterior y pasa a ser la propia
materia fecal, o sea, las propias heces. Ese es el objeto que es interiormente
estimulante.
¿Qué es lo que marca la diferencia entre la fase anal primaria y la fase anal
secundaria? Que se extiende entre lo dieciocho y los treinta y seis meses. Si acá
entre la fase oral primaria y la fase oral secundaria el punto de corte estaba dado
por la aparición de los dientes, acá está dado por la aparición del control del esfínter.
En esta fase anal primaria la meta es expulsiva, la finalidad es aniquilar y perder,
cosa que después queda registrada en el lenguaje adulto: la frase (perdonen el
término) “hacer mierda algo”. Fase anal primaria o fase anal expulsiva, fase anal
secundaria o fase anal retentiva.
En esta fase anal secundaria la meta es retener y poseer, la meta es dominar, es
la época en que el chico se pone tirano, es la época del capricho, de los caprichos.
¿Vieron que los caprichos en los chicos empiezan alrededor del año y medio? y es
la época de toda la ceremonia tan importante del aprendizaje del control
esfinteriano. Hay que tener en cuenta una cosa, el chico no siente el menor asco
con respecto a su materia fecal, al contrario, la quiere retener para sí. Es
experiencia cotidiana que pasa por al lado de un chico más o menos de esta edad
y siente el olor, entonces uno le dice “¿te hiciste caca?” y el chico dice: “No”.
Mentira, sabe que está mintiendo, lo que pasa es que no quiere que lo cambien
porque para él es importante el contacto de su piel con esa materia fecal que le
produce placer. Y si uno tiene la imprudencia cuando lo está cambiando de dejarle
el pañal a mano, va a meter la mano y se va a embadurnar y no va a manifestar el
menor signo de rechazo. Fíjense que puede llegar a comérsela tranquilamente,
para repugnancia de toda la familia. Especialmente si lo ve algún hermano que ya
haya pasado los cuatro años y le dice “qué chancho, qué asqueroso, mirá lo que
hace”. Después les voy a explicar por qué es eso.
A: ¿El objeto es el mismo?
D: El objeto es el mismo, siguen siendo las heces. ¿Qué significa para el chico el
aprendizaje del control esfinteriano? Significa que el chico coloca las heces en
donde la madre quiere y no en donde él quiere. El aprendizaje del control
esfinteriano es para el chico una renuncia, la renuncia a manejar sus excrementos
como a él se le da la gana. Por eso el aprendizaje del control esfinteriano es en
realidad un acto de amor y por eso el lenguaje común le dice a la deposición “el
regalito”. Fíjense que el lenguaje popular siempre es sabio y que cuando dice algo
está expresando una verdad porque para el chico efectivamente es un regalo. El
chico hace un regalo porque las heces para él son algo muy valioso, no es algo
desagradable, desvalorizado y descartable como para nosotros los adultos. Para el
chico es muy importante su deposición, es un producto de sí mismo, es un producto
de su cuerpo y encima le da placer y mucho.
A: ¿Qué pasa cuando el control esfinteriano es muy precoz de parte de la madre?
D: Le puede provocar alguna perturbación, alguna modificación, alguna alteración
o no, por ahí el chico aprende pero por ahí eso le deja una secuela, habría que ver
el caso. Pero habitualmente la madre es sensata y sabe que el aprendizaje del
control del esfínter debe empezar alrededor del año y medio, 20 meses, 22 meses,
de acuerdo a si es invierno o verano. Vieron que uno en verano aprovecha y le saca
los pañales antes. Y por supuesto el control de la materia fecal es más fácil que el
de la orina; la materia fecal es más retenible, la orina se escapa más rápido; por
eso a veces no se usa pañales de día pero por ahí sí de noche o se lo levanta a la
noche, se lo lleva al baño y se lo vuelve a acostar hasta que finalmente aprende.
Puede ser que haya chicos que no quieran hacer ese control esfinteriano, no porque
no puedan controlar sino porque se niegan a defecar donde la madre quiere; son
esos chicos que retienen y retienen pero terminan defecándose en el pantalón.
Gritan, patalean y lloran, entonces la familia se asusta llama al médico y el médico
le da un laxante; porque piensan que grita porque le duele pero en realidad no le
duele, es un ataque de furia que tiene, es un ataque de bronca.
Además de la época del aprendizaje del control esfinteriano es la época del
aprendizaje del lenguaje y la aparición del lenguaje genera la aparición de
cambios psíquicos muy importantes en los chicos. Uno de los cambios que le
permite la aparición del lenguaje justamente es el desprendimiento de ese placer
tan primario, tan bruto, tan grosero que da la defecación. El placer de la defecación
es un placer muy primario, es un placer muy poco elaborado, por eso hay que
perderlo. Fíjense ustedes qué dirían sin saber nada de psicología y de
psicoanálisis, ¿qué dirían si ven a un chico de 6 años jugando con caca por
ejemplo? Dirían que eso es algo que hay que perder, que tiene que ser perdido
inevitablemente. Y la adquisición del lenguaje favorece este proceso, por eso
generalmente van juntos el aprendizaje del control esfinteriano con el aprendizaje
del lenguaje porque el lenguaje permite despegarse de las cosas concretas,
permite nombrarlas.
Alrededor de los tres años (entre los tres y los cinco o los seis años para ser más
exacto) se desarrolla la tercera y última fase de la sexualidad infantil que es la
llamada fase fálica. Fálico viene de la palabra falo, falo como representación del
pene. Esta es la época fundamental del desarrollo psíquico infantil. Freud dice que
lo que va desde el nacimiento hasta los dos años, dos años y medio más o menos,
es la prehistoria del desarrollo infantil pero que la historia está aquí, por ahí
saliendo de la fase anal secundaria y esencialmente en la fase fálica. ¿Por qué es
tan importante esta fase? Esta es la época en la cual se comienza a perfilar la
diferencia de sexos, no tiene sentido preguntarse, más allá del sexo anatómico
desde ya, por rasgos masculinos o femeninos en un chico de dos años. Uno lo viste
con pollera, con pantalón pero eso es externo porque a un chico de un año y medio
que le pongan pollera o pantalón le da exactamente lo mismo; pero ya aquí en esta
edad la cosa cambia.
Freud dice que en esta fase fálica lo que hay es una creencia compartida por los
dos sexos acerca de la creencia de un solo órgano genital, que es el órgano
genital masculino. Fase fálica porque los dos sexos piensan que el órgano sexual
es uno solo, que es el pene. Esta es la época de la curiosidad infantil, es la época
en donde los chicos empiezan a hacer preguntas acerca de la sexualidad,
preguntas explícitas, ¿Cuál es el origen de la diferencia de sexos? ¿De dónde
vienen los chicos, cómo nacen? (la panza de mamá, la semillita y todo eso) algunos
que son más vivos preguntan ¿Cómo hizo la semillita para llegar a la panza de
mamá?
Y por último se preguntan acerca de qué es lo que hacen los adultos, qué es eso
de estar casados y qué pasa en la pieza de los padres cuando a uno lo mandan a
dormir y cierran la puerta, o qué son esas películas que ellos no pueden ver cuando
los mandan a la cama cuando aparecen los cartelitos con los nenes tachados. Es
la época de la curiosidad, es la época de los “por qués”; hay un desarrollo intelectual
que les permite llegar a estos “por qués” pero es una época en la cual el
pensamiento del chico se sexualiza, es la época de la curiosidad sexual. Esta fase
fálica que va entre los tres y lo cinco años junto con toda la curiosidad sexual tiene
una actividad sexual propia que es la masturbación infantil.
A: ¿Y si no preguntan?
D: En general preguntan, si uno tiene oídos para escuchar y paciencia además. Es
la época de ciertos juegos sexuales, es la época en que se ponen curiosos, que
espían, que se meten en el baño cuando va un adulto o que espían cuando se están
cambiando, es la época en que se investigan entre hermanos y hermanas o con lo
vecinitos.
Dice Freud que esta sexualidad infantil tiene tres tendencias con respecto al objeto,
con respecto a los otros: el voyerismo, el exhibicionismo y la crueldad. Un chico
chiquito más o menos de un año y medio es exhibicionista de manera inocente, o
sea quiere andar desnudo por ahí simplemente porque le molesta la ropa o porque
le provoca placer, pero no tiene una segunda intención. Un chico de tres años y
medio quiere andar desnudo pero ya por picardía, quiere andar desnudo porque le
gusta exhibirse y le gusta que lo miren; la mirada de los otros, el mismo acto
exhibicionista le resulta estimulante.
Con el voyerismo pasa lo mismo, el chico quiere ver la intimidad de los demás, la
intimidad de los adultos. Y además la tercera tendencia es la crueldad, el chico es
cruel, no siente mucha culpa, ni tampoco siente mucha compasión que digamos.
Estas tres tendencias de la sexualidad infantil se ven frenadas posteriormente por
tres diques, Freud lo llama así, o barreras contra la sexualidad infantil. El
exhibicionismo se va frenando por la vergüenza, el pudor. Un chico de tres años no
tiene vergüenza, un chico de seis años sí. A los seis años no sólo ya no se mete en
la habitación de los adultos sino que cuando se va a cambiar cierra la puerta porque
le da vergüenza, porque no quiere que lo miren.
El voyerismo, eso de andar espiando la intimidad de los otros, choca contra una
barrera que se levanta en el chico que es la barrera del asco, de la repugnancia, es
lo que les dije antes de cuando uno ve al hermanito y dice ¡uy, que asco!
Y la crueldad choca contra otro dique que es la compasión o la piedad. Todo este
gran florecimiento que tiene la sexualidad infantil naufraga en realidad a partir de
los 5; 6 años; y no es casual que sea esa la época del colegio. Y entramos así en
lo que Freud llama el período de latencia que se extiende aproximadamente desde
los 6 años hasta aproximadamente los diez años.
Esta es la época en que la curiosidad del chico decae. Si ustedes a un bebé cuando
lo cambian lo dejan sin ropa, van a ver que el bebé lleva la mano a los genitales y
se toca y si lo observan van a ver que pone cara de placer. Pero es una actividad
puramente corporal, encuentran algo que les da placer y como hacen los chicos,
tratan de repetirlo.
Aquí, alrededor de los cuatro años, la masturbación del chico ya es diferente; no es
una actividad puramente corporal sino que está acompañada por fantasías. Esta
gran actividad masturbatoria en el chico cae, tiene que caer, en la época de latencia.
Y toda la curiosidad sexual que el chico tenía pasa a ser desviada o desplazada
hacia otros terrenos, o sea pasa a ser, como decía Freud, sublimada.
Entonces, ese interés que tenía el chico del conocimiento de las intimidades de los
otros, de los adultos, se transforma en un interés en conocer las causas ocultas de
las cosas, o sea, se transforma en un conocimiento más puro, más abstracto. O
sea, de pasar a conocer las cosas ocultas que hay entre los padres pasan a tratar
de conocer las causas ocultas de los fenómenos. Es el momento en que el chico
puede ir al colegio y aprender, que puede aprender la noción de número, de
causalidad, historia, geografía, el sol, las plantas, las estrellas. A eso Freud le llama
sublimación.
A: ¿Eso no hace que desaparezca la actividad sexual en el chico?
D: No, no desaparece pero tiene que disminuir mucho. Es un síntoma en realidad
que un chico de siete u ocho años se masturbe como cuando tenía cuatro; porque
quiere decir que ahí hay algo que no logró, que hay un desprendimiento que él
tendría que haber hecho que no hizo.
Este período de latencia termina ¿saben con qué?, con un hecho orgánico que es
la pubertad: el desarrollo de los órganos sexuales exteriores e interiores y la
aparición de los caracteres sexuales secundarios. ¿A qué se debe esta pubertad?
a razones hormonales.
Pero esta profunda transformación orgánica, causada por las hormonas, genera
también en el chico profundas transformaciones psíquicas.
Y entramos de esta manera en lo que es la fase genital o fase genital adulta, que
se extiende más o menos de los doce años en adelante. Aquí en este período de
la vida (pubertad y adolescencia) aparecen dos cosas nuevas, que no estaban en
la sexualidad infantil, que no estaban en el chico. Aparece la etapa genital como
última etapa del desarrollo sexual humano y aparece la elección de objeto adulto,
la elección de objeto de amor, adulto.
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PSICOLOGÍA SOCIAL
INTRODUCCIÓN AL PSICOANÁLISIS:
SIGMUND FREUD (V)
Oscar González

¿Qué es la fase genital? Esta fase genital, como les decía, está causada por
razones orgánicas, por un desarrollo hormonal; pero en esta fase genital adulta
aparece algo que no está en la sexualidad infantil y que no está por razones
orgánicas, aparece el orgasmo. No hay orgasmo en el chico, razón por la cual no
se debe sobreexcitar a los chicos porque cuando un adulto se excita o se
sobreexcita, tiene formas de descargar esa excitación y de llegar al orgasmo, que
puede ser una relación sexual o bien a través de una masturbación; el chico no
puede llegar al orgasmo y la masturbación en el chico no descarga su excitación
sino que la aumenta; no hay posibilidad orgánica de llegar al clímax en el niño. Eso
es lo nuevo que aparece a partir de la pubertad.
A: Una pregunta: en la fase anal se dice que retiene y que eso le produce fuertes
contracciones que se asemejarían al orgasmo adulto. ¿En ese caso no sería un
orgasmo?
D: Se asemeja, es un equivalente pero no es un orgasmo.
Lo que aparece entonces con esta fase genital adulta es algo que no está en la
sexualidad infantil y que es la posibilidad del orgasmo. Y aparece una meta sexual
nueva que es la penetración, o sea el coito. No existe posibilidad de coito en el
chico, eso es posterior.
Y lo otro que aparece en la adolescencia es la elección de objeto amoroso. Yo
les decía que la sexualidad infantil era esencialmente autoerótica, la sexualidad
adulta no es esencialmente autoerótica sino que es esencialmente aloerótica. O
sea hay una elección de un objeto externo. ¿Y cómo tiene que ser ese objeto
sexual, amoroso que se elige a partir de la adolescencia? Ese objeto tiene que tener
tres características: tiene que ser un objeto heterosexual (o sea tiene que elegir
un objeto sexual del otro sexo), ese objeto sexual tiene que ser adulto y no tiene
que ser un objeto incestuoso, o sea, no debe elegir a un pariente consanguíneo.
Por supuesto un desarrollo tan complicado como este puede dar lugar a
alteraciones, o lo que Freud llama fijaciones, en cualquiera de estos pasos. Las
fijaciones libidinales en cualquiera de estas etapas de la sexualidad infantil es lo
que va a dar lugar al surgimiento de los síntomas, ya sea neuróticos, psicóticos o
perversos.
En esta fase genital adulta que tiene un fin propio, que es el coito y un hecho nuevo
que es el orgasmo, dentro de esta fase genital ¿qué papel cumple todo lo previo,
todo lo infantil? Esto es un desarrollo que llega hasta aquí. ¿Pero qué pasa con lo
previo? ¿Qué pasa con estas pulsiones parciales que en la sexualidad infantil son
anárquicas, que se mueven cada una por su lado, que tienen su propio objeto, su
propia meta? ¿Qué relación hay entre lo previo y lo posterior, entre lo menos
desarrollado y lo más desarrollado? Dicho de otra manera: ¿Cuáles son los
destinos de esa sexualidad infantil, qué lugar ocupa esa sexualidad infantil dentro
de la sexualidad adulta?
Y Freud lo que dice es que esta sexualidad infantil puede tener seis destinos
diferentes: en primer y primerísimo lugar: toda esa sexualidad infantil, todas esas
actividades eróticas, orales, primarias, secundarias, anales, fálicas, etc; quedan
integradas en la sexualidad adulta. ¿En carácter de qué? En carácter de placer
preliminar, o sea de actividades que aumentan el placer preliminar,
intensificadoras del placer final que se obtiene con el orgasmo del coito.
Un acto sexual adulto que sea una relación puramente genital, sin ningún chiche
previo, es una de las cosas más aburridas que hay. Cuando mayor es la cabida que
se le da a esas pulsiones parciales, mayor es el placer final; cuanto más inhibidas
están más pobre es el placer final que se obtiene.
Entonces, esta sexualidad infantil tiene que quedar integrada y subordinada a lo
genital. Es que en este momento lo genital adquiere la primacía, la hegemonía,
pasa a tener el puesto de mando. ¿Ahora, toda esa sexualidad infantil es integrada
dentro de lo genital? No, no toda (la clase que viene vamos a ver cuales).
Entonces, estas tendencias de la sexualidad infantil que no se pueden integrar
quedan reprimidas, quedan sepultadas en el inconsciente. ¿Y qué pasa una vez
que se reprimen? Siguen actuando y producen efectos, por ejemplo los sueños.
Son estos sectores, tendencias de la sexualidad infantil que quedan reprimidos los
que conforman el motor para la formación del sueño y el sueño es un fenómeno
normal, el sueño no es patología. Pero hay veces que esa represión falla y entonces
lo reprimido no queda circunscripto solamente a una manifestación nocturna y
disfrazada como es un sueño, sino que se manifiesta también en la vida despierta,
de vigilia. Cuando esa represión falla, eso reprimido vuelve como síntoma y
estamos en el terreno de la psicopatología.
Cuando Freud dice que la etiología de los trastornos mentales es una etiología
sexual, no se está refiriendo a lo genital sino a lo pregenital.
Hay una cuarta posibilidad con estas tendencias sexuales infantiles y es que no
queden reprimidas sino que se las ponga en acto, que se las actúe. Y estamos
entonces en el terreno de la perversión. El perverso es alguien que ha quedado
fijado en la sexualidad infantil, porque su actividad sexual son las actividades del
chico, con la diferencia, claro, de que es un adulto: el exhibicionismo, el voyeurismo,
la crueldad, la elección homosexual. En realidad el perverso es un niño porque el
niño es un perverso. Freud dice que el chico es un perverso polimorfo, el chico es
fácilmente corrompible, de ahí que el delito del estupro es tan grave, porque es un
chico que no tiene freno para frenarse solo y se corrompe muy fácilmente.
¿Qué quiere decir que el chico es un perverso polimorfo? Quiere decir que el chico
es cochino, desvergonzado, inmoral (un chico chiquitito, se entiende). La moral es
algo tardío en el chico, un chico de dos, tres años, no tiene moral y no tiene por lo
tanto, freno interior; si se lo seduce, si se lo manipula puede llegar a hacer cualquier
perversión.
Hay otra posibilidad, la quinta, y es que esta sexualidad infantil forme la base de un
rasgo de carácter. O sea, que quede integrada dentro del Yo como rasgo de
carácter. Por ejemplo un rasgo de carácter de orden, pulcritud y limpieza; que sería
una transformación de algún componente anal basado en la necesidad de ensuciar
o destruir.
A: ¿Cuál es la explicación?
D: Que hay un deseo reprimido de ensuciar y entonces levanta como barrera de
ese deseo una formación de carácter que es el afán excesivo de limpieza y de
orden.
Y el último destino, la última posibilidad de esta sexualidad infantil es la
sublimación. Por sublimación Freud entiende cambiar la meta u objeto por una
meta o un objeto socialmente útil y productivo. Y entonces, como dije, la curiosidad
por las cosas íntimas transformada en deseo de saber.
Estos son los seis destinos posibles de esta sexualidad infantil. La clase que viene
vamos a volver sobre esta época de la fase fálica, vamos a ver lo que sucede entre
los tres y los cinco años porque ahí se da el hecho fundamental de la evolución
psicosexual y del desarrollo psíquico en general por Freud; que es el tan mentado
y nunca bien entendido Complejo de Edipo. Es aquí, en esta fase fálica, el paso de
la fase fálica al período de latencia, donde se producen una serie de
transformaciones psíquicas fundamentales que son: la aparición de la represión y
por lo tanto la aparición del inconsciente en el sentido estricto; esa división tajante
entre consciente e inconsciente.
A: ¿Puede repetir los destinos de la sexualidad infantil?
D: Son seis: La integración a la sexualidad adulta, la represión y la formación de
sueños, la represión fálica y la formación de síntomas, la perversión, el rasgo de
carácter y la sublimación.
A: ¿Se puede educar para eso?
D: Se debe educar para eso.
A: ¿Cómo se lo educa?
D: Con la verdad, sin ocultamiento pero también sin decir a los chicos cosas que
no preguntaron; sin hablar de que se le va a caer si se lo toca pero tampoco sin
sobreestimularlo, sin someterlo por ejemplo a situaciones de cohabitación, de
colecho; como estar en la pieza con los padres.
A: ¿Y eso que está de moda de bañarse con los chicos?
D: Yo creo que bañarse con los chicos es una actitud exhibicionista de los padres
y además inútil porque el chico no necesita bañarse con los padres; por ahí lo
padres necesitan bañarse con el hijo pero eso es problema de los padres.
A esas pulsiones sexuales hay que tratar de canalizarlas y de alguna manera
ponerles un freno. Y acá aparece algo que había aparecido en los grupos que era
la diferencia entre represión y opresión, hasta dónde había que reprimir al chico. Lo
voy a contestar más completo la vez que viene pero la represión es un mecanismo
psíquico, necesario, fundamental, ineludible. ¿Qué pasa si no hay represión me
dicen Uds? Y pasa lo de los Shocklender por ejemplo.
Después está la posibilidad de pasarse de represión y entonces decir que todo lo
sexual es malo, eso ya es un exceso. Pero sin caer en el exceso de prohibir todo,
tampoco caer en el exceso de permitir todo. ¿Cuál es criterio entonces en esto? El
sentido común.
¿Fue suficiente por hoy? Entonces seguimos la clase que viene con Complejo de
Edipo, la aparición de la represión y la división entre conciente e inconsciente. Voy
a tratar de hacer una síntesis de lo que dije.
La clase pasada habíamos estado hablando acerca de lo que era para Freud la
pulsión sexual y, más específicamente, el concepto freudiano de la sexualidad
infantil. Y vimos cuáles eran las fases por las cuales atravesaba esa evolución
psicosexual. Habíamos hablado de tres fases que van hasta los cinco, seis años de
edad, que son: fase oral, fase anal, fase fálica, un período de latencia que comienza
alrededor de los seis años y que termina con la pubertad. Y una última fase que
comienza en la pubertad y se extiende a la adolescencia, juventud, que es lo que
Freud llama la fase genital.
La gran diferencia entre la fase genital, o sea la sexualidad genital, de la sexualidad
pre-genital es que en esa sexualidad genital aparece un fin nuevo, que no existe en
la sexualidad infantil, que es el orgasmo, el orgasmo como consecuencia de una
unión sexual; y aparece también la elección definitiva de objeto.
Una de las preguntas que se hicieron en los grupos era qué pasa en el período de
latencia con la sexualidad. Hay una disminución del interés y de la actividad sexual
en el chico durante esta etapa, tiene que haberlo, no porque se aparten
absolutamente de ese tema, de ninguna manera, pero sí hay un cambio en cuanto
a la intensidad y también en cuanto a la calidad.
En lo que hace a la calidad, el por qué ya lo vamos a ver dentro de un rato.
Yo les decía la clase pasada que entre los tres y los cinco años, o sea en la fase
fálica, estaba el núcleo, el verdadero centro de toda la sexualidad infantil. Y no
solamente de la sexualidad infantil sino que, en buena medida, se encuentra ahí en
esa edad, el núcleo de toda la sexualidad posterior. ¿Qué es lo importante que pasa
en esa fase fálica? Lo que pasa es lo siguiente: yo les había dicho que la sexualidad
infantil era esencialmente autoerótica, o sea que se satisfacía en sí misma, en el
propio cuerpo; sin embargo también hay una relación con objetos, con objetos
exteriores. Y estos objetos exteriores son en primer lugar el pecho de la madre;
pero luego esos objetos pasan a ser, primero la madre, completa, (no sólo el pecho
que lo alimenta) y luego también el padre. Los primeros objetos sexuales, los
primeros objetos de amor son inevitablemente los progenitores o aquellos que los
reemplazan, aquellos que se hacen cargo del cuidado y de la crianza del niño. O
sea, el chico en verdad ama a quien lo atiende, a quien satisface sus necesidades
de autoconservación y al que le da placer.
Tomemos primero el caso del varón que es más sencillo. El varón,
aproximadamente a los dos años, dos años y medio de edad, tiene el siguiente
cuadro: tiene un apego amoroso muy fuerte a la madre, suponiéndose siempre
que es la madre quien lo cuida, pero tomemos la situación normal para hacerlo más
sencillo.
Tiene un apego amoroso muy fuerte a la madre dado que es la madre la que lo
cuida, la que lo cambia, la que le da de comer, la que lo baña, etc. Y al mismo
tiempo tiene un vínculo, pero de otro tipo, con el padre. No porque no sea un vínculo
amoroso, pero no es un vínculo tan sensual, no es un vínculo tan franelero, para
decirlo en términos tan sencillos, como el que tiene con la madre.
Con el padre lo que tiene es una relación diferente, es una relación de
identificación. O sea, con relación de identificación quiero decir que el chico imita
al padre, lo copia, quiere ser como el padre. La diferencia entre un vínculo amoroso
y una identificación es que responden a dos deseos distintos.
En el vínculo amoroso, con el objeto amoroso, hay un deseo de tener, de poseer a
ese objeto; entonces el chico quiere a la madre para él. Cuando la madre está junto
con el padre, por supuesto se pone celoso, los separa, lo echa, le dice al padre que
se vaya.
Con el padre, que funciona como modelo, modelo de identificación, la relación es
de “ser”. O sea, el chico quiere ser como el padre, quiere tener al objeto y ser como
el modelo; quiere tener a la madre y ser como el padre.
Estas dos relaciones que mantiene, conjuntamente, no son contradictorias entre sí,
no se excluyen. O sea que puede mantener la relación amorosa con la madre y la
relación de identificación con el padre. Pero, dice Freud, por el propio desarrollo
psíquico, por la tendencia de la vida psíquica a la complejización, llega un momento
en el cual estas dos relaciones chocan entre sí y entran en conflicto. Y eso sucede
cuando el chico ingresa a la fase fálica que es el momento en el cual el chico pasa
a centrar su atención en su órgano genital (es la época de la masturbación infantil)
y además es la época de las preguntas, de la curiosidad, de los por qués. Y los por
qués giran alrededor de ciertas cosas que al chico le preocupan mucho: ¿Por qué
nacen los chicos? ¿Cómo nacen? ¿De dónde vienen? ¿Qué es lo que hacen los
grandes, los adultos, y que él no puede hacer? ¿Por qué no le dejan ver ciertas
películas, por ejemplo?
Además esta es la época en la cual el chico descubre la diferencia de sexos. Y
este reconocimiento de la diferencia de sexos es un proceso muy cargado de
consecuencias. En un primer momento (tomemos un chico de un año, un año y
medio, dos años) no hay registro de la diferencia de sexos, no porque no lo vean
sino porque no pueden sacar las conclusiones de lo que ven, no es todavía la zona
genital lo más importante para ellos, entonces no le prestan demasiada atención.
Alrededor de los tres años la situación del chico es la siguiente: está muy orgulloso
de esa parte de su cuerpo que además a él le brinda mucho placer. Cuando él ve
a una nena, una bebita recién nacida, una nenita del jardín, o lo que fuere, se le
presenta al chico el terrible problema de pensar que eso que él tiene se puede
perder. Cosa que es muy dramática para un chico.
A: Y además están orgullosos de que tienen “algo” que es más de lo que tiene una
nena.
D: Sí, pero eso es posterior. En un primer momento, habitualmente lo que hace el
chico cuando descubre esa diferencia de sexos es desconocerla, lo que Freud
llama la desmentida, no quiere aceptar esa situación. Pero finalmente, por
repetición de la experiencia, no tiene más remedio que aceptarlo. Y entonces él se
encuentra de pronto con que eso, insisto, de lo cual está tan orgulloso y le brinda
tanto placer es una cosa que se puede perder.
¿Por qué se puede perder? ¿Por qué puede perder algo un chico? Y hay una sola
posibilidad: porque se portó mal. O sea, lo puede perder como castigo.
¿Y cuál es el motivo de ese castigo? El motivo de ese castigo son sus malos
pensamientos. ¿Cuál es su mal pensamiento? Eliminar al padre, sacarlo del medio
para poder quedarse con la madre. Y además de sus pensamientos, sus
actividades: la masturbación, el exhibicionismo, etc. Y otra cosa más: ¿quién puede
ser el ejecutor de ese castigo? el padre. La madre no, porque no tiene ningún
motivo. El padre sí tiene motivos por aquello de la “Ley del Talión”, del “ojo por ojo”;
si él quiere eliminar, sacar del medio al padre, entonces el padre va a querer hacer
lo mismo con él. Fíjense entonces que acá se presenta un problema para el chico
que es el siguiente:
A: Perdón ¿y en el caso de la masturbación? ¿Quién es el que lo castiga?
D: El padre.
A: ¿Por qué?
D: Porque la masturbación del chico está ligada a su relación con la madre y a sus
pensamientos con respecto a la madre. Entonces el castigo viene de parte del
padre. Yo lo estoy planteando desde el chico, o sea como el chico lo razona.
Entonces, el chico mantiene su apego amoroso a la madre, pero el padre, que hasta
ese momento era su modelo, se transforma también en su rival. Sigue siendo su
modelo porque el chico quiere ser como el padre, pero rivaliza con él por el amor
de la madre. Esta situación de relación amorosa con la madre y relación tan
ambivalente con el padre que es al mismo tiempo su objeto y su modelo, es lo que
se llama El Complejo de Edipo.
¿Cómo sale el chico de esta situación? En condiciones normales sale de la
siguiente manera: para mantener el vínculo identificatorio con el padre y para no
verse dañado él por el castigo del padre, abandona a la madre como objeto de
amor, la mantiene como objeto de ternura porque no es que deje de quererla sino
que ahí ese vínculo cambia de sentido, pasa a ser un vínculo tierno; y entonces
refuerza su identificación con el padre.
¿Por qué? porque termina haciendo lo mismo que hizo el padre: el padre finalmente
no se casó con su madre, se casó con la madre del chico pero no con la madre de
él. El motivo, entonces, por el cual el chico renuncia a la madre es lo que Freud
llama la angustia de castración.
La angustia de castración, en sentido estricto, es el temor que siente el chico de ser
castrado, de ser privado de su órgano genital, por efecto de sus malos
pensamientos. ¿Quién puede ejecutar el castigo? El padre.
Freud dice entonces que, en última instancia, el chico renuncia a la madre como
objeto de amor, por autopreservación, por garantizar la conservación de su propio
cuerpo.
De esta forma entonces, el chico ingresa a la cultura.
A: ¿En qué edad?
D: Alrededor de los seis años.
A partir de aquí entonces es que se da esa desexualización de el período de
latencia que yo les hablaba antes ¿quedó claro esto del varón?
A: Sí.
D: Acá me preguntan si ese proceso es siempre así. En condiciones normales sí.
Puede tener alteraciones que después vamos a hablar.
Esto en el varón. Ahora, ¿qué pasa en la nena?
A: Perdón: ¿todo esto juega en el chico de manera inconsciente?
D: Mirá, no demasiado, siempre y cuando el chico no sea muy refrenado, si uno lo
deja hablar uno puede escuchar frases como: “¿Y porqué no lo tiramos a papá?”;
un chico de cuatro años lo puede decir tranquilamente. O, “¿por qué tenés que
dormir con papá y no puedo dormir yo con vos?” Estas cosas los chicos las dicen,
no son muy inconscientes.
A: En el caso que haya un hermano mayor, ¿este proceso en el menor se puede
dar antes?
D: No. Tal vez puede empezar un poquito antes como imitación de lo que hace el
hermano, por rivalidad con el hermano. Pero no tiene exactamente el mismo
sentido. Los celos existen antes de que exista esta situación papá-mamá-hijo; hay
celos entre hermanos y entonces se va el mayor con la madre y él también se va
con la madre, pero con otro sentido.
A: ¿Entonces el chico accede a la cultura a través del sentimiento de culpa?
D: Freud dice que está bastante relacionado con eso pero más que con eso con lo
que está relacionado es con la prohibición del incesto. Freud dice que para
acceder a la cultura hay que reprimir el deseo incestuoso.
¿Qué pasa en la nena? En la nena el asunto es más complicado. Pasa lo siguiente:
la nena tiene, al igual que el varón, el mismo apego amoroso con la madre (siempre
que sea la madre quien la cuida); y no tiene de entrada la relación de identificación
con el padre. O sea, para la nena la madre es al mismo tiempo su objeto de amor
y su modelo de identificación.
Pero llega un momento en que este vínculo, que es tan importante, y tan fuerte en
la nena, se rompe. ¿Por qué se rompe? Se rompe porque en un cierto momento,
también alrededor de los tres años, la nena descubre que hay otros que son
diferentes a ella, que tienen algo que ella no tiene y que no sólo lo tienen sino que
además están muy orgullosos de tenerlo, y que lo exhiben; y más allá de que estén
orgullosos o no, la nena hace el siguiente razonamiento: (ella lo que tiene es, como
su órgano sexual, el que a ella le da placer y con el que se masturba, ella tiene el
clítoris), “si él tiene algo que es más grande, entonces él obtiene más placer que
yo”. Es el mismo razonamiento de cuando discuten a ver quién tiene el pedazo más
grande de torta o el vaso más grande de coca cola, porque para un chico chiquito
si es más grande es mejor. Y esta es la lógica de un chico chiquito, no tiene otra
porque no tiene posibilidad de tener otra lógica.
Entonces dice Freud: cuando la nena descubre la diferencia de sexos, se da cuenta
en seguida de qué se trata, se da cuenta de que el otro tiene más que ella. Por
supuesto un razonamiento adulto dice que no tiene no más ni menos, tiene una
cosa distinta y no tiene nada que ver la forma y el tamaño con el placer. La nena lo
razona distinto.
En el momento en que ella descubre esa diferencia de sexos surge lo que Freud
llama la envidia del pene, y el deseo de tenerlo.
¿Por qué puede pensar la nena que no lo tiene?
A: Porque no se lo dieron.
D: Claro. Y porque además ella piensa que todos lo tienen. ¿Y quién pudo no
habérselo dado?
A: La madre.
D: La madre. ¿Quién otra?. Esta es la causa por la cual la nena se decepciona de
la madre, se aleja de ella y se vuelca al padre. Y cuando se vuelca al padre toma
al padre como objeto de amor y a la madre como rival. Por la decepción con la
madre ella se vuelca al padre.
ESCUELA PSICOANALÍTICA DE
PSICOLOGÍA SOCIAL
INTRODUCCIÓN AL PSICOANÁLISIS:
SIGMUND FREUD (VI)
Oscar González

El proceso edípico en la nena es más complicado porque el varón sigue


manteniendo su mismo objeto de amor: empieza con la madre, después sublima la
relación con la madre y en la adolescencia se elige una compañerita. La nena en
cambio empieza una relación intensa con la madre, la tiene que abandonar y de ahí
tiene que pasar al hombre: primero el padre y después a los compañeros. ¿Se
entiende?
Freud dice entonces que el varón sale de la situación edípica por la angustia de
castración, o sea por el temor a ser castrado. Mientras que la nena entra en el
complejo de Edipo por la castración, no por la angustia de castración porque se
reconoce que no lo tiene y ya no hay angustia, no hay temor a que le pase, sino
precisamente es por la sensación, por la convicción de ser castrada.
Esto tiene después otra interiorización por ejemplo, la nena se vuelca al padre en
primera instancia para que el padre repare aquello que la madre hizo o no hizo.
Luego, un poquito más adelante, se da cuenta de que ella no lo tiene y las
compañeritas tampoco lo tienen y que además el padre no se lo va a dar, porque
no es una cosa que se pueda entregar. Entonces ella pasa a desear algo a cambio.
Y eso que desea a cambio es un bebé. Es cuando las nenas empiezan a jugar que
están embarazadas y que tienen un bebé en la panza ¿con quién puede llegar a
tener ese bebé? y con quién va a ser.
A: Con el padre.
D: Obviamente, no puede ser de otra manera. Hasta que después abandona al
padre porque el padre no le va a dar nunca el gusto y ahí sí se vuelca a sus
compañeros. Y empieza la larga cadena de sustituciones. Esto en una situación
normal.
Entonces, el varón renuncia a la madre como objeto de amor y mantiene al padre
como modelo de identificación. La nena renuncia al padre como objeto de amor y
mantiene a la madre como modelo de identificación. Entonces finalmente será
mujer y madre como la madre. Y el varón será hombre y padre como el padre.
Esto es lo que Freud llama el Complejo de Edipo positivo. Por supuesto que esto
está muy resumido porque esto es bastante más complejo y tiene muchas más
vueltas.
Pero hay otra posibilidad en esto y voy a la pregunta que me hicieron antes de si
esto es siempre así. No. Existe otra posibilidad que es lo que Freud llama el
Complejo de Edipo invertido o negativo. ¿Cómo sería esto para el varón? En
lugar de tener a la madre y a partir de ahí a una mujer como objeto de amor y al
padre como modelo, toma al padre como objeto de amor y a la madre como modelo.
Esto es desde ya, la base de la homosexualidad.
A: ¿En qué caso se puede revertir y por qué?
D: Acá Freud habla de series complementarias. Él dice que hay una constitución
en cada uno, que es una mayor intensidad en una determinada pulsión parcial. El
esquema es así, de las series complementarias: hay una constitución pulsional,
esta constitución pulsional interactúa con las experiencias infantiles; el resultado de
esto es lo que Freud llama una disposición. La disposición es la forma en que se
resuelve el Complejo de Edipo. Sobre esta disposición, luego, van a influir los
factores desencadenantes. Aquí es donde hay que buscar la causa.
A: ¿Lo repite?
D: Hay una constitución que es pulsional. Esta constitución que cada chico trae se
encuentra con las experiencias infantiles, con las cosas que al chico le van pasando
en la familia. De esta conjunción entre lo pulsional y lo experiencial queda en el
chico una disposición; esta disposición por ejemplo es el Complejo de Edipo
positivo o un Complejo de Edipo negativo. Que luego se podrá actualizar o no de
acuerdo a las cosas que pasen luego.
¿A qué se debe esto entonces? A una conjunción, a una interacción entre las
disposiciones y las vivencias.
A: ¿Esto tiene que ver por ejemplo con la imagen de una madre fuerte y un padre
débil?
D: No necesariamente porque no todos lo que tienen madres fuertes y padres
débiles son homosexuales. A veces el homosexual tiene un padre terrible y una
madre muy débil. No hay reglas matemáticas en esto, acá lo que hay que ver en
cada caso individual es cómo se ha ido conformando esa estructura psíquica;
siempre va a tener que ver con el ambiente, con la familia, con lo vínculos pero
también tiene que ver con una cierta constitución del chico, con las identificaciones
que él ha ido haciendo, con las defensas que fue pudiendo aplicar a lo largo de su
vida, etc.
A: ¿Siempre la homosexualidad nace de una falla en la familia?
D: Y, uno podría pensar que cuando hay un homosexual siempre ha habido una
falla en la familia, lo que pasa es que no se lo puede pensar al revés porque no
siempre que hay una falla en la familia hay un hijo homosexual.
A: ¿Pero el origen es la familia?
D: Desde Freud eso es discutible porque si el origen fuera siempre la familia,
entonces uno diría “todas aquellas familias que tienen cierta falla, por ejemplo
madre fuerte y padre débil, tienen hijos homosexuales”.
A: ¿Y cuáles son las experiencias infantiles?
D: Y, por experiencias infantiles se entiende todo el acontecer que el chico ha ido
viviendo: la relación con los padres, con los hermanos, tíos, abuelos, primos, las
identificaciones, las experiencias en el colegio.
Hay extremos dentro de esta cadena, hay extremos en los cuales la experiencia ha
sido demasiado arrasadora; casos de corrupción de menores por ejemplo. Y hay
otros casos en donde uno tiene que hablar como de una constitución que los
predispuso demasiado a eso; por ejemplo un exceso de pasividad. En el medio de
los dos extremos de la cadena hay proporciones variables según cada caso. Cada
cosa hay que analizarla en particular.
A: ¿Ud. a la teoría de Freud no le agrega nada nuevo de lo que vino después?
D: No, porque yo estoy dando Freud y al autor hay que darlo desde él. No lo puedo
corregir porque si no no se entiende, después se mezcla lo que piensa él con lo
que pienso yo.
A: Volviendo un poco atrás ¿el complejo de Edipo en la mujer, en la nena, termina
en la adolescencia cuando puede suplantar al padre con algún otro chico?
D: La situación es la siguiente: En el varón la entrada del complejo de Edipo es
difusa y la salida es nítida. En la nena es al revés, la entrada es muy clara, cuando
reconoce la diferencia de sexos, y la salida es mucho más difusa, no hay un
momento de salida como en el varón que uno puede decir “renuncia a la madre
para conservar su integridad corporal”. En la nena es más difusa, incluso se
observa que el apego de la mujer por los padres suele ser bastante más intenso
que el del varón con los padres. Y en algunos casos no llega a resolverse nunca.
A: ¿Por qué dice usted que el complejo de Edipo es el nódulo?
D: Ahora vamos.
De este complejo de Edipo se desprenden consecuencias sumamente importantes.
Una de las consecuencias es que se instaura claramente la diferencia de sexos.
Desde el punto de vista anatómico estaba desde el principio pero desde el punto
de vista psíquico eso es una conquista de este período, una identificación del varón
con el padre que es la base de la identidad psíquica masculina; una identificación
de la nena con la madre que es la base de la identidad psíquica femenina. Y esto
se logra a partir del reconocimiento de la diferencia de los sexos. Como ya les dije
recién, puede estar invertido.
Esta es una de las primeras consecuencias. Otra de las consecuencias muy
importante es el reconocimiento de la diferencia generacional: adultos y niños. Y
todavía hay otra consecuencia, también sumamente importante, que es: hasta este
momento del complejo de Edipo, el chico no tenía conflictos consigo mismo,
tenía conflictos con el mundo porque quiere hacer cosas y no lo dejan, porque
quiere tocar esto y no se lo permiten, porque quiere explorar su propio cuerpo y le
dicen que no o lo distraen o lo retan; pero él no tenía conflicto consigo mismo con
sus propios deseos. A partir de este momento surge una elisión en psiquismo, el
psiquismo se escinde, una parte de esos deseos, de esos pensamientos, los que
están ligados con estos deseos incestuosos y parricidas del complejo de Edipo,
pasan a ser incompatibles con otra parte del psiquismo. O sea, hay una parte del
propio psiquismo que pasa a ser inaceptable, que es intolerable, la consecuencia
del complejo de Edipo es la aparición de la represión y por lo tanto de la diferencia
entre conciente e inconsciente.
A partir de los seis años más o menos, tenemos entonces claramente diferenciadas
tres instancias dentro del psiquismo ¿qué es lo que separa la conciencia y el
preconsciente del inconsciente? esta barrera que es la barrera de la represión. ¿Por
qué surge la represión? porque es necesario mantener apartados de la conciencia
pensamientos, deseos, ideas, tendencias, que son inaceptables desde el punto de
vista moral.
Otra de las consecuencias de esta situación edípica es el surgimiento de una
moral. El chico chiquito no tiene moral, sigue la ley de su propio deseo, quiere hacer
lo que quiere, lo que se le da la gana. Si un chico no le pega al hermanito es
simplemente porque cobra.
Se frena por miedo, Freud dice por “angustia social” o sea, por temor a los otros.
Pero a partir de esta edad, a partir de los aproximadamente seis años, el chico ya
se frena por cuestiones internas, porque surge lo que Freud llama una conciencia
moral que le dictamina desde adentro qué es lo que está bien y qué es lo que está
mal.
Por eso Freud dice que para poder ingresar en la cultura es necesario resolver esta
cuestión del complejo de Edipo, porque esa cultura se basa en una moral, en una
serie de normas morales y éticas que hay que respetar ¿hay gente que no las
respeta? Sí, los transgresores, los delincuentes, los psicópatas, que dicen por
ejemplo: “¿y yo por qué tengo que trabajar? que trabajen los giles”. No hay ingreso
en la cultura, no hay socialización en ese caso porque no hay aceptación de las
normas sociales.
¿Qué pone uno, una persona normal, como eje de conducta? Pone valores, puede
ser que uno choque con los valores de su sociedad o de su grupo de pertenencia,
pero entonces uno lo que propone son otros valores que lo superan que son
mejores o que uno piensa que son mejores. ¿Qué hace el transgresor? El
transgresor pone como norma a sus propios deseos, sus propias ganas, a su propio
capricho. Entonces, un transgresor no va a cuestionar los valores de la sociedad
porque son injustos sino porque no le gustan. Tipo: los mafiosos, los gángsters o
un estafador, la gente que abre una financiera que sabe que va a quebrar y a dejar
en la calle a medio mundo, es la gente que no tiene moral, que lo único que sigue
es su propio deseo, en este caso un deseo ambicioso de hacer dinero.
La falta de moral sería una de las conclusiones, porque uno de los resultados de la
represión del Complejo de Edipo es el surgimiento de una moral, una moral
entendida como una serie de valores interiores que dictaminan qué está bien y qué
está mal y que imponen, por lo tanto, un freno desde adentro. Yo les decía antes
que un chico de cuatro años no le pega al hermanito porque cobra; a los siete años
no le pega porque él mismo dice que no hay que pegarles a los chicos.
A: ¿Ahí resolvió el complejo de Edipo?
D: Resolvió, en el sentido de que ha habido una represión y por lo tanto la
instauración de una moral. Esto se ve además en otra cosa que yo les comentaba
en una clase anterior, que es en los sueños. Los sueños de los chicos chiquitos son
sueños transparentes, no tienen deformación. A partir de los seis, siete años,
empiezan a tener sueños raros y confusos como los adultos.
¿Qué hay entonces en el inconsciente? Yo les decía deseos infantiles. ¿De qué
tipo? deseos eróticos, agresivos y egoístas. Y este inconsciente ¿se queda
tranquilo, se queda quieto una vez que se lo echó? No, busca permanentemente
traspasar esta barrera para llegar a la conciencia. ¿Por qué? porque es la
conciencia la que maneja la motricidad voluntaria. Y un deseo para poder
descargarse tiene que acceder a la motricidad. Les voy a dar un ejemplo que da
Freud: (Freud da el ejemplo dando una conferencia así que me voy a ubicar en el
tiempo actual): yo estoy aquí dando esta clase y ustedes están escuchando.
Supongamos que en un cierto momento alguna persona empieza a molestar y no
presta atención, habla con uno, habla con otro y no permite que la clase continúe.
Entonces yo no tengo más remedio que decirle que por favor se calle y me deje
continuar con la clase. Pero la persona no entra en razones y sigue molestando.
Finalmente no hay más remedio que hacerlo desalojar. Entonces le decimos a la
persona de guardia que lo saque. Y como, se supone, que va a tratar de entrar de
nuevo, se cierra la puerta y lo ponen a este guardia para impedir que entre. Pero
este que fue desalojado no se queda tranquilo y desde afuera hace lío, y a veces
puede llegar a hacer mucho lío, por ahí mucho más que estando adentro. Entonces:
este salón sería la conciencia, este que perturba sería el deseo perturbador, la que
dio la orden de desalojarlo sería la conciencia moral; aquel que lo saca e impide
que entre sería la represión y ese lugar donde él va sería el inconsciente. A veces
aquello que queda desalojado no perturba demasiado, a lo sumo vuelve de noche
en los sueños, no es mucho problema, todos soñamos. A veces no, a veces vuelve
durante el día y entonces vuelve como síntoma porque ya interfiere, perturba.
¿Qué es lo que hay que hacer entonces en esos casos? y bueno ahí Freud inventó
algo bastante práctico que es la terapia. ¿En qué consiste la terapia? En abrir la
puerta para que ese deseo reprimido entre, pero no para que ese deseo entre en
las mismas condiciones sino para que entre diferente, para que se lo pueda aceptar
y para que no perturbe. Por eso Freud decía que el fin, el objetivo del tratamiento
psicoanalítico era hacer consciente lo inconsciente, no en el sentido de abrir la
puerta y que entre todo, sino en el sentido de que la conciencia, o el Yo, pueda ir
haciéndose dueño de esas partes que le son ajenas porque están reprimidas, están
fuera de su alcance, y que lo perturban.
A: Quiere decir que las cosas que están en el inconsciente con la terapia se hacen
conscientes, ¿eso no se puede transformar, lo único que se logra es que el ser
humano lo acepte y que esto no jorobe como síntoma?
D: Vos lo que querés saber es qué es lo que hace la terapia, o sea cuál es la
eficacia. La terapia es una forma de resolver los conflictos que la persona tiene
consigo misma.
Jamás Freud dijo que el psicoanálisis iba a cambiar al mundo, a lo sumo a la
persona.
A: Yo digo que oído así es como medio desesperante.
D: El objetivo del tratamiento -porque recuerden ustedes que el psicoanálisis es una
teoría general, una técnica y un método terapéutico- el objetivo del tratamiento es
lograr que este aparato psíquico vuelva a funcionar de una manera armónica,
porque un síntoma es una perturbación; un síntoma neurótico por ejemplo la
persona que no puede salir a la calle porque se asusta y necesita salir siempre
acompañado. Es una perturbación para ella y también una perturbación para los
otros. Una persona que tiene trastornos sexuales, otro ejemplo, como frigidez o
impotencia. Una persona que tiene la necesidad, como síntoma obsesivo, de
lavarse las manos cada vez que toca algo. Una persona que tiene conversiones,
tiene dolores de cabeza, se le duermen los brazos, las piernas. Una persona que
tiene problemas de relación con otros. Todo esto es expresión de que hay
perturbaciones, de que en este proceso de represión es como que se reprimió
demasiado o se reprimió mal. Y entonces, eso reprimido vuelve como síntoma y
termina perturbando.
A: ¿Cuál es la buena represión?
D: Partamos de la base de que la represión es inevitable y que no hay que confundir
la represión como mecanismo psíquico con la represión externa o con la opresión.
¿Cuál es la buena represión? aquellas que reprime esas tendencias originarias (los
deseos incestuosos, parricidas, etc.) y deja libre una gran cantidad de energía o
una gran cantidad de libido que después la persona podrá volcar en sus nuevas
relaciones amorosas, en el trabajo o en el estudio, o en los hijos, etc. Esa es la
buena represión.
¿Qué es la mala represión? Es aquella que reprime por demás y entonces termina
empobreciendo o perturbando el funcionamiento psíquico. Es un problema de
cantidad y de calidad. Lo que pasa es que yo estoy tratando de explicar muy sencillo
cosas que en realidad son muy complicadas. O sea, todo esto para entenderlo bien
habría que poner un ejemplo clínico pero si ponemos un ejemplo clínico nos vamos
al diablo.
A: ¿La represión, si se puede decir una buena represión, no sería la que trabaja a
un cien por ciento, que cumple con su función?
D: No te entiendo.
A: O sea, la función de la represión es reprimir. Nosotros sabemos que existe la
represión porque no trabaja un cien por ciento, si trabajase a un cien por ciento no
siquiera sabríamos que existe la represión.
D: Claro, acá lo que dice el compañero es que uno toma noticia de la existencia de
la represión cuando falla. Cuando la represión es exitosa es muda. Lo que pasa es
que como fallar siempre falla, de noche por ejemplo falla y por eso uno sueña; el
problema es cuando falla de día y uno entra a hacer síntomas, ese es el indicador
de que hay un mal funcionamiento. De todos modos no tomen todo esto muy al pie
de la letra porque lo estoy diciendo de una manera demasiado simplificada, estoy
tratando de presentar como un esquema más general. Es un problema poder
transmitir esto con claridad porque todo esto es algo sumamente complejo, es como
poder explicar en palabras sencillas la teoría de la relatividad. Uno puede dar una
idea aproximada. Yo lo que quiero que quede claro es lo siguiente: no quiero que
ustedes se vayan de aquí con la idea de que escucharon clases de psicoanálisis o
que escucharon hablar acerca de lo principal del psicoanálisis. Ustedes escucharon
aquí algunas cosas sobre algunos conceptos del psicoanálisis. Hay muchas otras
cosas muy importantes, dentro de la teoría psicoanalítica, de las cuales no
hablamos, no hablamos por ejemplo de la pulsión de muerte, del narcisismo, de la
segunda tópica donde Freud hace otro cuadro del psiquismo el del Yo, el Ello y el
Superyó; no hablamos de defensas, algo muy por arriba de represión. Y hay otros
conceptos también importantes como por ejemplo fantasía o transferencia que los
van a ver después. Lo que ustedes han tenido en estas clases es un panorama muy
sucinto acerca de algunos puntos muy específicos de la teoría. O sea, no tomen
todo esto al pie de la letra sino tómenlo como una introducción. Cada una de las
cosas de las que yo hablé son temas que dan para muchísimo más, sobre
inconsciente, sobre preconsciente, sobre conciencia, sobre represión, sobre
sexualidad infantil, sobre Complejo de Edipo, muchísimo más es lo que se puede
decir. Esto ha sido un panorama nada más.
Además en esta situación del Complejo de Edipo queda otra cosa muy importante
también, que la mencioné antes y la retomo ahora, que es toda la base para la
identidad sexual. Esa elección de objeto amoroso que se hace en la adolescencia
está preludiado, preformado, predeterminado por la forma en que se resuelve el
Complejo de Edipo. Quiero decir que cuando uno se encuentra con una persona
que tenga una patología sexual, una homosexualidad por ejemplo, uno tiene que
pensar qué es lo que pasó no sólo en la adolescencia sino qué es lo que pasó
antes. Aquello que constituye el núcleo de la neurosis y el núcleo de toda la
evolución sana que es esa situación del Complejo de Edipo.
A: Vos hablaste de la homosexualidad en relación con el padre; eso en el caso del
hombre ¿y en las lesbianas?
D: En la homosexualidad femenina la situación es la inversa, mantienen a la madre
como objeto de amor y se identifican con el hombre. El varón se identifica con la
madre y toma como objeto de amor al padre, o sea que se identifica con una mujer
y toma como objeto al hombre. La homosexual femenina se identifica con el hombre
y toma como objeto de amor a la mujer. Lo que pasa es que el tema de la perversión
es un tema bastante amplio.
A: Yo tengo una pregunta con respecto a qué es lo que va al inconsciente. ¿Es todo
lo que rechazamos o consideramos malo?
D: No, es todo lo que rechazamos o consideramos malo de nosotros mismos,
porque hay cosas del mundo que también rechazamos o consideramos malas y no
las reprimimos, las rechazamos para afuera o no las queremos reconocer, no las
queremos registrar, no queremos tomar contacto con eso, cerramos los ojos, nos
hacemos los tontos. Se reprime aquello que es interior, aquellos deseos que son
inadmisibles ¿qué es lo inadmisible? Y eso depende para cada uno porque hay
cosas que son universalmente inadmisibles que es toda la situación edípica; pero
después hay otras cosas que no y que el destino que tiene eso depende de la
defensa que cada uno usa. Tomemos un ejemplo: un deseo exhibicionista. Y uno
va a decir ¿y quién no tiene un deseo exhibicionista? Obviamente todo el mundo lo
tiene. Sin embargo ese deseo exhibicionista puede tener distintos destinos.
Podemos tener el caso de una persona, por ejemplo una mujer, que tiene reprimido
su deseo exhibicionista, entonces se avergüenza, tiene miedo, se tapa, no quiere
que la vean, se hace problemas por cómo va vestida porque piensa que los otros
van a pensar mal de ella, se pone colorada si le dicen algo.
Podemos tener el caso de una mujer que tiene ese deseo exhibicionista asumido,
entonces se viste para llamar la atención y le gusta, disfruta con eso. Podemos
tener otra en la cual todo eso está mucho más incentivado y entonces se viste para
parar el tráfico. Y después tenemos otra que vive de eso, entonces hace strip tease,
cobra para sacarse fotos sin ropa. Son distintas posibilidades del mismo deseo. En
la primera, que es la que tiene el problema, el síntoma neurótico de la inhibición y
la vergüenza, ese exhibicionismo es una cosa que hay que integrar para que deje
de traerle problemas. En ese caso hay un exceso de severidad, de prohibición que
no tiene necesariamente que ser malo, que no es malo. En el otro extremo es el
caso inverso, es aquella que no sólo no lo frena sino que especula con eso, o sea
que usa eso para sacarle cosas a los hombres.
A: ¿El Complejo de Edipo en la mujer se llama Complejo de Electra?
D: No, eso es algo que alguien dijo después pero Freud habla de Complejo de Edipo
masculino y femenino.
A: ¿Qué relación hay entre las enfermedades y el psiquismo? ¿Todas las
enfermedades son psíquicas?
D: Hay enfermedades que son claramente psíquicas y que pueden afectar la
conducta, como puede ser un problema puramente de pensamiento como las dudas
obsesivas, o que pueden afectar el cuerpo como pueden ser las conversiones o las
somatizaciones. Después hay enfermedades físicas que no son necesariamente
psíquicas o psicosomáticas. En el terreno de la enfermedad psicosomática se trata
de un terreno más nuevo que todavía está en investigación. Hay ciertas
enfermedades que son de carácter claramente psíquico, por ejemplo las úlceras, el
asma, esas están bien estudiadas. Hoy por hoy aceptamos que en todas hay una
participación del psiquismo. Hay gente que dice que sí, hay gente que dice que no,
está en discusión.
A: ¿Qué pasa cuando el Complejo de Edipo se consuma, o sea cuando la relación
incestuosa se consuma?
D: Yo ya di la clase pasada el ejemplo de los Shocklender. Lo que ocurre son
perturbaciones graves en realidad. Son cosas que pueden ser pero que no deben
ser porque es la forma de salir a la cultura. Las relaciones incestuosas son
relaciones muy endogámicas, muy cerradas. No necesariamente tiene que haber
una concreción del incesto pero a veces uno se encuentra, por ejemplo con esas
mujeres que se han quedado solteras para quedarse con los padres o los hombres
que se han quedado solterones para quedarse con sus madres. No es que ha
habido una consumación del incesto, pero ese vínculo ha sido tan estrecho, tan
cerrado que no permitió que esa persona hiciera su camino y que siguiera, en última
instancia, la ley de la especie, que es salir de su núcleo de origen para mezclarse
con otro, reproducirse y mantener la especie. Va en contra de eso. Además la
prohibición del incesto es universal, existe en todos los pueblos, por lo menos desde
que el hombre es hombre y dejó de ser mono.

BIBLIOGRAFÍA:
S. Freud: Esquema del Psicoanálisis
Tels: 4555-1326 y 15-2723-2303
ESCUELA Prefijo int.: 011 – Prefijo ext.: 00+54+011
PSICOANALÍTICA E-mail: info@psicosocial.com.ar
de Sitio: www.psicosocial.com.ar
PSICOLOGÍA SOCIAL Echeverría 1444, EP 41 (1428)
BUENOS AIRES
REPUBLICA ARGENTINA

PSICOLOGÍA SOCIAL PSICOANALÍTICA


CAPACITACIÓN A DISTANCIA
HOJA DE EXAMEN SOBRE REMESA 6

1. ¿De qué plus habla Freud cuando teoriza sobre las primeras experiencias
de satisfacción?
2. ¿Qué entendés por perversión polimorfa?
3. ¿Por qué podría ser castigado el varón con la castración?
4. ¿En qué consiste un vínculo tierno?
5. ¿Qué entendés por Ley de Prohibición del Incesto?
6. ¿Cómo sale el varón del Edipo?
7. ¿Cómo entra la nena en el Edipo?
8. ¿Qué desea la nena a cambio del pene que no tiene y no le será dado?

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