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ANÁLISIS ESTÉTICO BAJTINIANO DE “LA COLONIA PENITENCIARIA” – FRANZ

KAFKA

VALENTINA GIRALDO ECHAVARRÍA

TEORÍAS LITERARIAS II

GUSTAVO ADOLFO BEDOYA SÁNCHEZ

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

TERCER SEMESTRE

MEDELLÍN

2018
TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN 3
EL DISEÑADOR; CONTENIDO 4
LA RASTRA; EL MATERIAL VERBAL 5
LA CAMA; LA FORMA COMPOSICIONAL 7
CONCLUSIONES 8
REFERENCIAS 8
INTRODUCCIÓN

La colonia penitenciaria es una obra literaria que resalta entre otras obras por la mezcla
en proporciones ridículamente exactas entre: lo absurdo y lo real; Su autor, Franz Kafka, es bien
conocido por lo anterior, el balance de situaciones ficticias con elementos que aluden a la
realidad del lector. Esta obra es en especial llamativa porque constituye una muestra más amplia
del alcance del escritor, que no se reduce a La metamorfosis, si no que deja entre ver una faceta
diferente del autor, que a pesar de que relata eventos un tanto más agresivos, deja ver su
trasposición de la realidad al mejor estilo kafkiano.

Se pretende ver la obra desde un aspecto integral. Abordar, de manera precisa, el trato de
la lengua sobre los eventos que acontecían en esa colonia penitenciaria, su correlato con la
realidad de los lectores y sobre todo sostener de manera clara su relación de novela analógica.
EL DISEÑADOR; CONTENIDO

La colonia penitenciaria trata sobre como un explorador o extranjero es testigo de un


arcaico sistema penal, allí, con una gran máquina se escribía en la espalda del acusado la
sentencia por la que había sido condenado, se escribía en el cuerpo del sujeto mediante un
complejo sistema de agujas que perforaban la piel gracias a la vibración de la cama donde se
amarraba al reo. Los acusados llegaban por medio de un juicio injusto precedido por un oficial,
que hacía las veces de juez, fiscalía y defensor del acusado; el veredicto entonces era ineludible,
culpabilidad absoluta. Sin embargo, al final los papeles en la ejecución se cambian, el oficial es
culpable y el culpable ahora es libre.

Con solo una mirada al pequeño relato, se pueden asociar fácilmente ideas como Los
aparatos ideológicos del estado, de Althusser o un relato corto y también macabro El grupo de
petición anticanibalista y los tres caballeros, de Kobe Abe. Y se podrá observar el mismo
trasfondo. Una maquinaria que refleja un sistema social amañado y a disposición de un operario
que si conoce cada esquina y hendija del aparato.

El autor monta a través de una analogía con la penalización de un reo, el sistema de


reproducción de ideologías en una comunidad y sus mecanismos de supremacía dentro de esta, el
autor recrea claramente un ambiente tensionaste, agresivo, violento, incluso, arcaico y poco
razonable, donde la voz del ciudadano no tiene peso frente a todo un engranaje creado mucho
antes de él y que es apoyado por esferas a las que él no ejerce ninguna influencia (el oficial y el
soldado) para detener los objetivos caprichosos que desempeña la maquinaria social, política y
cultural. Igualmente, es de destacar que aquello que parece raro no siempre se nota dentro de la
comunidad, si no que se necesita de otro que pueda comparar estados de manera, si se quiere
neutral, de los hechos y fuera de las tensiones propias del contexto.

Hay dos matices más que resaltar, entorno a la analogía de la realidad del lector y la obra
literaria, que aluden en coordenadas de tiempo literario y a los eventos históricos de nuestro
mundo en lugares comunes que indican cambios transitorios importantes en como se ve la justicia
hoy y por qué.

Hay un tiempo donde el empleo de la fuerza bruta era un medio bien aceptado de
dominación y control sobre el otro, ejemplos claros los tenemos en la historia de Roma o en el
imperio de los visigodos; hay una idea de la fuerza como motor de cambio permanente y por
excelencia en el sentido colectivo que le aporta una comunidad; el oficial a cargo del aparto
recuerda que: En vida nuestro antiguo comandante, la colonia estaba llena de partidarios; yo
poseo en parte la fuerza de convicción del antiguo comandante, pero carezco de su poder; en
consecuencial los partidos se ocultan (Kafka, 2003, p.11)

Pero dentro del pueblo, así como se trata hoy en día, hay una transición del pueblo donde
no adjudican el poder de cambio social mediante castigos físicos y tortura, así como tampoco
dentro de la comunidad se sostiene una idea de sociedad sostenida en la represión, la violencia y
la agresión; mucho menos con una idea de poder centralista. Por eso, el oficial replica que:

Si usted entra hoy, en el día de la ejecución, en la confitería, y escucha las conversaciones, tal vez
solo oiga frases de sentido ambiguo. Esos son todos los partidos, pero, bajo el comándate actual, y
sus doctrinas actuales, no me sirven absolutamente para nada. (Kafka, 2003, p.11)

LA RASTRA; EL MATERIAL VERBAL

El uso del lenguaje es muy importante en las obras de Kafka porque el autor sabe medir
dosis exactas entre ficción y realidad para recrear escenarios auténticos hacia el público; el
puente tan bien logrado del autor es posible gracias a la delicadeza de las palabras, el tono y el
uso de la lengua para crear en el lector el punto de enclave, donde, a pesar de lo absurdo de la
acontecimiento se cree un nexo con la originalidad esperada para cada situación, que se asuma
con naturalidad y que permita la inmersión de los personajes dentro de la dinámica dispar de
realidades mezcladas.

-Es un aparto singular –dijo el oficial al explorador, y contempló con cierta admiración el aparato
que le era tan bien conocido. El explorador parecía haber aceptado solo por cortesía la invitación
del comandante para presenciar la ejecución de un soldado condenado por desobediencia e insulto
hacia sus superiores. (Kafka, 2003, p.2)

Con este párrafo se introduce la historia a la que el lector entra sin preguntarse ¿quién lo
invitó? ¿Quién es el explorador? ¿Quién acepta ese tipo de invitaciones? Es cierto que el lector
tiene que aceptar un juego ficcional al leer cada novela, de otra manera cuentos como pinocho no
se habrían convertido en clásicos, sin embargo, el autor si tiene una responsabilidad en instalar la
historia de manera que sea envolvente, las obras no se sitúan como obras solo porque el lector
devore lo que tiene enfrente y ya, sino porque el autor prepara la historia de manera tan deliciosa
que es imposible no caer en naturalizar –como es el caso- la idea de que un explorador acepte de
buenas a primeras ir a una ejecución; el poder del material esta en instalar otros elementos como
¿cuál aparato? ¿Por qué lo mira de manera tan contemplativa?

Otra de las cualidades que podemos rescatar de La colonia penitenciaria referente al trato
del lenguaje en la obra, es como cada línea conforma una idea de personaje, una seña
identificable para cada intervención y cómo estas crean un referente arquetípico dentro de la
realidad de los lectores. Por ejemplo, el oficial deja ver de sí, Mi principio fundamental es éste: la
culpa es ineludible (Kafka, 2003, p.6)

Se puede ver que el personaje se coloca a sí mismo como alguien egocéntrico, con
superioridad moral, autoritario, con poder de decisión y ejecución fundado en criterio propio y
fuera de discusión; y estas mismas características permiten extrapolar la idea del oficial a la del
estado y mediante lo que está escrito hacer una analogía sobre quién en la sociedad es el que
castiga, él que enciende la máquina y la idea de que todo es objetable y demandable, además de
que es una idea de juicio a la que nadie en la sociedad civil puede escapar.

Por otra parte, la manera en la que las palabras describen las situaciones suma esfuerzos
para que el clima de cada escena movilice elementos que tengan impacto sobre el lector. Sin estas
descripciones sería difícil identificar la obra por lo que es, pues el que el autor describa con tanta
nitidez el aparato de tortura es lo que permite simpatizar con el condenado, por ejemplo, y dar pie
para que le final sea más impactante. Prueba de esto, lo podemos encontrar:

Quería empujar los pies, mientras los otros dos sostenían la cabeza del lado del oficial,
para desengancharlo lentamente de las aguas. Pero ninguno de los dos se decidía a acercarse; el
condenado opto por alejarse; el explorador tuvo que ir a buscarlos y empujarlos a la fuerza hasta la
cabeza del oficial. En ese momento, casi contra su voluntad, vio el rostro del cadáver. Era como
había sido en vida; no se descubría en el ninguna señal de la prometida rendición; lo que todos
hallaban el oficial no había hallado; tenia los labios apretados, los ojos bien abiertos, con la misma
expresión de siempre, la mirada tranquila y convencida; y atravesada en medio de la frente la
punta de una gran aguja de hierro. (Kafka, 2003, p.20)
LA CAMA; LA FORMA COMPOSICIONAL

La forma composicional de la colonia penitenciaria, favorece mucho los tipos de textos


descriptivos ya que por medio de ellos puede dar a conocer la disposición de cada elemento o
símbolo que rodea la situación y transmitir una imagen de como estarían dispuestos los
personajes, el lugar que ocupan dentro del espacio, los gestos, la prosémica y las reacciones de
cada uno dentro de un plano mucho más dinámico.

La sangre corría por un centenar de heridas, no ya mezcladas con agua, por qué también ya los
canalículos del agua se habían descompuesto. Y ahora fallo también la última función; el cuerpo
no se despegó de las largas aguas; mandando sangre, pendía sobre el hoyo de la sepultura, sin
caer. (Kafka, 2003, p.20)

También he de mencionar, que dentro de la obra los diálogos son de un intercambio rápido, el
oficial se explaye en las explicaciones de cómo funciona el aparato y para qué sirve hasta la más
mínima rueda (kanka,2003) y la del extranjero es la de preguntar y analizar cada respuesta del
oficial a cargo dela ejecución; es igual de interesante notar que a pesar de que el condenado
forma parte de la situaciones en ningún momento se le da palabra para que exprese el desde su
posición aquello que vive. Esto se debe, a la focalización del material verbal desde la forma
composicional que facilitan unas ideas sobre otras, así como la extensión de cada quien.
CONCLUSIONES

1. La colonia penitenciaria es una obra que relataría como analogía, la relación clara entre
la represión y el estado; así como la de las jerarquías sociales y los mecanismos sociales
para favorecer posiciones dentro una comunidad determinada. Gracia a que moviliza una
ideología de fondo dentro del relato cotejable con la realidad que vivimos.

2. El uso del lenguaje dentro de una obra literaria influye en su totalidad con la transmisión
de cualquier unidad comunicativa, de no ser escrita cualquier parte de la obra, el sentido
puede asomar una idea diferente, y el caso es el mismo para las traducciones con las que
se analiza la obra. Es el material verbal quien más puede crear singularidad en un mar de
propuestas y es la razón por la que el lector puede entrar o no de una novela.

3. La obra de Franz Kafka es una obra capaz de relatar de manera explícita la condición del
hombre como alguien que castiga. Y da la idea clara de que todos los seres humanos
pueden llegar a convertirse en condenados u oficiales, pero que no es un estado definitivo,
porque las estas denominaciones son tan fuertes como la ideología de turno, la época y
sociedad; puede que en otros momentos los papeles se inviertan.

REFERENCIAS

 Franz, K. (2003). La colonia penitenciaria. Recuperado de


http://www.biblioteca.org.ar/libros/11395.pdf

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