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TEXTO DIGITALIZADO POR VAF


INSTITUTO SUPERIOR PEDAGÓGICO
MERCEDES CABELLO DE CARBONERA
MOQUEGUA
oooOooo

ESPECIALIDAD
DE LENGUA Y LITERATURA I-97

CUENTOS
Y LEYENDAS DE
MOQUEGUA
(TRADICIÓN ORAL)

1997

2
Primera edición: Moq uegua, setiembre de 1997.
Impreso en Perú.

@ Especialidad Lengua y Literatura I-97 del I.S.P. Mercedes


Cabello de Carbonera.
Panamericana Km3 – Yaravico.
Digitación y Diagramación: Edic. SURVAF

Asesor: Víctor Arpasi Flores


Dibujos: Yeni S. Flores Silva

3
A MANERA DE PRESENTACIÓN

Y
los
alumnos
de la Especialidad
de Lengua y Literatura I – 97
entregan como agradecimiento
al ISP Mercedes Cabello de Carbonera
-en su 32° Aniversario-
y a Moquegua este breve conjunto de cuentos y
leyendas, que la tradición oral
ha hecho llegar a esas páginas.

Podemos decir que hemos


cumplido con un objetivo.
Esto nos incentiva y compromete
a seguir cumpliendo con muchas más tareas de
la Especialidad que hemos elegido, en el
convencimiento de una vocación orientada
a la valoración del
esfuerzo y
creación
popula
res
*

4
AGRADECIMIENTO

Al profesor Manuel Quispe Vera, Director del I.S.P.


Mercedes Cabello de Carbonera, y al profesor Rafael
Díaz Dueñas, quienes apoyaron nuestras actividades
literarias.

A todas aquellas personas que nos proporcionaron sus


relatos y sus experiencias, razón y realidad de este
pequeño libro.

A quienes de manera anónima, en el hogar, en la calle,


en el salón de clase, y en cualquier circunstancia,
alentaron nuestra preocupación creativa.

5
INTRODUCCIÓN

¿Quién no ha escuchado con sumo interés un relato de


los labios del pueblo? Y cuando decimos pueblo, está en
nuestros labios y en nuestros corazones, esa gente que con
cariño, desinterés e impulsada por circunstancias de seres
que ama o de intereses propios de la superación humana, día
a día deja en las horas del tiempo y de la tierra que habita, lo
más hermoso que guarda su alma sencilla, generosa y amplia,
ese amor que construye y forma generaciones optimistas,
que a pesar de los más duros reveses, siempre está alerta
para la esperanza con una fuerza y una fe que cada vez más le
sirve para afirmarse en el presente y lanzarse al futuro.

De esas personas, los alumnos de la Especialidad de


Lengua y Literatura I de la Promoción de 1997 del Instituto
Superior Pedagógico Mercedes Cabello de Carbonera, en un
breve pero cálido recorrido por las rutas de la tradición oral,
de la imaginación plena de enseñanzas y motivaciones
subliminales, fueron recogiendo o haciendo recordar estos
sencillos cuentos y leyendas que se recuperan como un
aporte para la literatura moqueguana.

Este primer paso debe generar todo un camino. Es el


reto que se plantea la Promoción de Lengua y Literatura 1997.
Ojalá que también signifique la motivación para que otras
promociones de nuestro Instituto tracen sus rutas en este
sentido. Reconfortaría saber que no hemos trabajado en
vano.

Víctor Arpasi Flores

6
Dedicatoria

A la juventud mercedina cuyo ímpetu renovador viene forjando


nuevas formas educativas en la tierra de la excelsa novelista y
luchadora social: Mercedes Cabello de Carbonera

A nuestros profesores que con el conocimiento y la afectividad


modelan nuestros espíritus para la voluntad constructiva de la
creación y la solidaridad

A quienes siguen buceando en la imaginación popular el rescate de


sus mensajes más hondos para ir cimentando una narrativa que
venga y se devuelva al pueblo

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CONTENIDO
A MANERA DE PRESENTACIÓN (4)
AGRADECIMIENTO (5)
INTRODUCCIÓN (6)
DEDICATORIA (7)
CONTENIDO (8)
PROMOCIÓN DE LENGUA Y LITERATURA I-97 (11)
EL PUQUIO DE LOS CAMARONES
Recopilado por Alberto Álvarez Flores (14)
LOS DOS HERMANOS
Recopilado por Brígida Arocutipa C. (16)
LA CABEZA VOLADORA
Recopilado por Hugo Arpasl Ccopa (18)
EL CEMENTERIO
Por Rosa Cervantes Mamani (20)
EL CUENTO DE LA SIRENA
Recopilado por Santusa Coaguila Calizava (21)
EL ENCUENTRO ENTRE CAMBRUNEÑOS y CHILENOS
Recopilado por Leonel Córdova Cuavla (22)
EL ENCANTO DE ACACOLLO
Recopilado por (23)
LA BRUJA
Recopilado por Richard Nixon Cuavla M. (24)
LA APARICIÓN DE DIOS
Recopilado por Lidia Chicalla López (27)
EL CARRO DE LA MUERTE
Recopilado por Rosabett S. Felipe Huacán (28)
LA CABEZA
Recopilado por Yenv Flores Huacho (30)
EL CONDENADO
Recopilado por Melina Flores Saira (32)
LA HISTORIA DE LOS ÁNGELES Y SAMÉ
Recopilado por Soledad Flores Silva (34)
8
EL CHUYACHAQUI
Recopilado por María Teresa Frías Peralta (35)
EL SEÑOR DE SAN CRISTÓBAL
Recopilado por Silvia Gutiérrez Cuavla (37)
LA JOVEN ENCANTADA
Recopilado por Héber1 Laura Quilla (39)
LA PRESENTACIÓN DEL DIABLO
Recopilado por Milagros Mamanchura Poma (41)
LA APARICIÓN
Recopilado por Judith Mamanchura Rojas (42)
LA PAVA
Recopilado por (44)
EL TESORO DE LAS LOMAS DE ILO
Recopilado por Carlos J. Mamani Valdivia (45)
EL JUICIO DE SAN CRISTÓBAL
Recopilado por Leonel Medina Tala (46)
EL MISTERIO DE LA OREJA
Recopilado por Judit Meza Peñaloza (47)
EL TORO DEL CERRO BAÚL
Recopilado por Elva Montero Ramos (48)
EL FUEGO MISTERIOSO
Recopilado por Sonia E. Nina Calizava (49)
ESTUDIANTES EN El CEMENTERIO
Recopilado por Genoveva Pari (51)
LO QUE PASÓ A UNA COSTURERA
Recopilado por Delta Quispe Peñaloza (52) I
LA MANZANA DE ORO
Recopilado por Yaneth Gladis Sánchez (53)
LA SIRENA DEL MOLLESAJA
Recopilado por Anabel Torres Valdivia (54)
LOS MÚSICOS
Recopilado por Sugey Valdivia Nina (55)
9
LA SIRENA
Recopilado por Dennv Villasante Laura (56)
EL CONDENADO
Recopilado por Matilde G. Zambrano Cruz (57)
LA QUEBRADA ENCANTADA
Por Fraín Ronald Puma H. (59)
LA PERSECUCIÓN DEL CONDENADO
Por Carlos Jesús Mamani Valdivia (61)
LOS DIABLITOS DEL «ELEFANTE BLANCO»
Recopilado por María Elena Flores Paco (63).
EL MÚSICO PERDIDO
Por María Elena Flores (64)

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PROMOCIÓN DE LA ESPECIALIDAD DE EDUCACIÓN
SECUNDARIA DE LENGUA Y LITERATURA I SEMESTRE

Aguilar Pineda, Bertha Flora


Álvarez Flores, Luis Alberto
Arocutipa Castillo, Brígida
Arpasi Ccopa, Hugo Miguel
Badoino Zeballos, Carla Giulianna
Bernedo Ticona, Glenys Shirley
Ccori Castro, Angélica María
Cervantes Mamani, Rosa Milagros
Chacolla Contreras, Marla Elena
Chicalla López, Lidia Yony
Coaguila Calizaya, Santusa Clotilde
Colque Huisa, Amelia María
Colque Marca, Robert Augusto
Córdova Cuayla, Bernardo Leonel
Cuayla Mamani, Rlchard Nixon
Espinoza Flores, Andrea Guadalupe
Falcón Puma, Lidia Matea
Felipe Huacán, Rosabett Susy
Flores Huacho, Lidia Yeny
Flores Paco, María Elena
Flores Saira, Melina Marietta
Flores Silva, Yeni Soledad
Frías Peralta, María Teresa
Giorma Cama, Ernesto
Gutiérrez Cuayla, Silvia Yvonne
Huanca Quispe, Doménica
Laura Quilla, Hébert Agustín
Luis Nlna, Rafael Alipio
Luis Nina, Winston Freddy
Maldonado Chávez, César Augusto c
Mamanchura Poma, Milagros Carmela
Mamanchura Rojas, Judith Paula
Mamanl Cabana, Luz Aurora
Mamani Chávez, Yovanna Betty

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Mamani Valdivia, Carlos Jesús
Medina Tala Leonel Percy
Meza Peñaloza, Judit Elena
Montero Ramos, Elva Lorena
Nina Calizaya, Sonia Eloísa
Pari Pari, Genoveva
Puma Huanca, Ronal Fraín
Quispe Peñaloza, Delta Fanni
Quispe Vizcarra, Irma Graciela
Ramos Pari, Rossy Rudy
Reimúndiz Cruz, Margot Silvia
Sánchez, Yaneth Gladys
Segura Perca, Guisela
Sotelo Jiménez, Adolfo Ricardo
Tala Mamani, Edick Manuel
Tito Escobar, Beatriz
Torres Valdivia, Anabel Milagros
Valdivia Nina, Sugey Milagros
Vargas Morales, Nélida Mónica
Villasante Laura, Denny Martha
Zambrano Cruz, Matilde Geovana

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CUENTOS Y LEYENDAS
DE
MOQUEGUA

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EL PUQUIO DE LOS
CAMARONES
Recopilado de don Isidro Mamani
por Luis Alberto Álvarez Flores

Antiguamente, cuando pocos eran los habitantes del


pueblo de Muylaque, se tenía terminantemente prohibido
aproximarse a determinadas quebradas, porque se decía
que en éstas vivía el demonio. Se presentaba a las
personas en forma de animales extraños y si alguien
lograba verlos enloquecía para posteriormente morir.

Pasaron muchos años, y las recomendaciones


fueron quedando en el olvido. Las nuevas generaciones
construyeron sus caminos de herradura por estos lugares
pasando por alto las advertencias de los ancianos.

A determinadas horas se oían conversaciones,


risas y lamentos ajenos a las personas que por allí
transitaban.

Dicha quebrada tenía cortaderas (1) en abundancia.


Cierta vez se dirigió al lugar un grupo de jóvenes con
mucha necesidad de las cortaderas. Uno de estos jóvenes
de repente tuvo mucha sed y se dirigió a un ojo de agua o
puquio que por allí había. Cuando llegó al puquio, vio con
gran sorpresa en el agua unos inmensos camarones; los
cogió y los escondió para no compartirlos con sus amigos,
y los llevó a su casa. Allí preparó un suculento chupe de
camarones. La familia, muy complacida, comió y bebió
hasta la última gota del sustancioso chupe. No pasó

1
Cortadera. Paja utilizada para el techado de las casas.
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mucho tiempo, y la familia, toda la familia, murió. Según
especulaciones de la gente, se dice que los camarones
estaban encantados.

En la actualidad, el lugar es temido. A


determinadas horas se oyen lamentos, música de quenas
o conversaciones; se ven grandes serpientes, sapos y a
una viejita muy arrugada y desconocida que parece pedir
ayuda, pero las personas no se le acercan porque creen
que puede ser también un encanto.

Los camarones siguen apareciendo en el puquio,


pero nadie los coge. Las gentes pasan rápidamente
orando o gritando para que nos les suceda nada.

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LOS DOS HERMANOS
Recopilado por Brígida Arocutipa Castillo

Dos hermanos, Manuel que era un gran hacendado y


Jorge que era el hermano más pobre quien con su familia
no tenía ni qué comer. Es así que Jorge decide que debía
ir a trabajar a otro lugar; y parte una mañana
despidiéndose de sus hijos y esposa con un poco de
fiambre. Entonces, comienza a caminar y caminar, ya que
en esos tiempos no existían carros. Cuando caminaba por
el desierto para llegar al pueblo más cercano, de pronto,
encima de un cerro, se le aparece un hombre. Él,
educado, le saluda. El hombre le llama y le pregunta:
¿Adónde vas?

Jorge le dijo a dónde iba y le contó todo lo que vivía


su familia. El hombre aquel le pidió que le diera su fiambre
porque hacía días que no comía. Jorge, a pesar de que
también tenía hambre y sólo tenía ese poco de comida, se
lo dio; luego ese hombre le pidió que se baje el sombrero,
o sea, que se lo quite. Jorge obedeció. Al ratito, se lo
devolvió y le dijo que regrese a su casa, pero sin voltear ni
quitarse el sombrero; a lo que Jorge le preguntó:
¿Qué iba a dar a su familia?

El caballero aquel le dijo que su familia lo necesitaba


y que debía volver.

Jorge hizo caso y regresó a su casa. Cuando llegó a


su casa, le contó a su familia lo que le había pasado. Y
cuando fue a bajarse el sombrero, allí en su cabeza había
mucho dinero. Es así que comienza a comprarse muchas
tierras, ganado y alimentos.
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Al ver esto su hermano, envidioso, le pregunta de
dónde había sacado tanto dinero. Jorge le contó todo lo
que había pasado. Manuel piensa que también irá para
allá para que le den lo mismo. Es así que, en la mañana,
parte Manuel con el mismo fiambre que llevó su hermano;
y en el mismo lugar se encuentra con el caballero y
sucedió lo mismo que pasó con Jorge, pero como él tenía
hambre no le dio nada de su comida al caballero cuando
éste se lo pidió; y tal como le dijeron a su hermano, igual
le dijeron a él. Luego al regresar a su casa, pide a su
esposa que le baje el sombrero, y al bajarlo le encontró
que tenía dos cachos, pero no plata.

Entonces, al enterarse esto, Jorge recién se da


cuenta de que la persona que le dio el dinero era Dios y
que no debía ser egoísta ni querer engañar. Y la familia
de Manuel comienza a fracasar a causa de este suceso
que él mismo ocasionó.

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LA CABEZA VOLADORA
Recopilado por Hugo Arpasi Ccopa

Cuenta mi madre lo que le contó un amigo suyo de


Torata. A dicha persona de niño le pasó lo que voy a
narrar.

De niño, tenía que ir a dormir a su chacra para


cuidar la cosecha. Cierta noche, escuchó un sonido como
si fuese de un pato, y él comenzó a imitar el mismo sonido
y de repente se dio cuenta que venía hacia él; y miró que
venía volando y a la vez rebotando una especie de
cabeza, como de una persona, con alas. Él se asustó,
pero reaccionó al instante, ordenando a sus demás
hermanos que entrasen a la choza. Él entró a la choza y
la trancó, mientras las cabezas golpeaban con tanta
fuerza la puerta, que parecía que la iban a romper.

Los perros se pusieron a pelear con las cabezas;


eran dos perros bien bravos. Se escuchaban los ladridos
con los gritos que daban las cabezas.

Al día siguiente, salieron de su choza y vieron


sangre, y el rastro les condujo hacia los perros. Éstos
estaban muertos. Entonces, ellos se asustaron, y se
dirigieron al pueblo en busca de su madre, la encontraron
y le contaron lo sucedido. Ella les dijo que no debían
imitarlo y mucho menos fastidiar a dicho ser maligno.

Según cuentan las antiguas personas que


habitaban Torata, que por las chacras siempre se
aparecían estas cabezas; según ellos decían que era una
especie de ave maligna nocturna, que si pasaba por entre

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las piernas de uno era muerte fija para la persona, y que
el secreto para ahuyentar a estas cabezas era ponerse en
forma de cruz, con los brazos rectos y las piernas
cruzadas.

Otras personas cuentan que estas cabezas son de


las personas que se han dormido sin tomar agua y que en
la noche sale la cabeza de uno para poder calmar su sed,
y si ésta muere, uno muere.

19
EL CEMENTERIO
Por Rosa Cervantes Nina
Cierto día dos jóvenes van al cementerio a poner flores a
sus familiares, pero sus padres les encargaron también
dejar las flores a un familiar que estaba en la parte de
atrás (la más antigua) del panteón. Las jóvenes
inocentemente van recorriendo el cementerio y llegan al
sitio indicado, pero no encontraron el nicho del difunto. Sin
que se dé cuenta de dónde aparece, a una de ellas se le
presenta un señor de edad con sombrero de paja y
camisa rosada, le saluda y le pregunta: «Señorita, ¿qué
nombre está buscando?», y ella le dice: «A Flores
Vizcarra», y el señor muy amable le da su mano para
saludarla, y ella con temor le brinda la suya, y al tocarle la
mano la nota seca y llena de polvo, y se asusta bastante
pero trata de disimular. Ese señor la quería llevar a otro
lugar, pero como Milagros, que así se llamaba una de las
chicas, estaba asustada, le dice a su prima: «Yovanna,
vamos, ya me acordé dónde es el nicho»; y el señor se
despide con una sonrisa muy amable y desaparece entre
los pabellones del cementerio.
Las dos jóvenes regresan muy asustadas a sus
hogares, y cuentan lo sucedido a sus padres, que quedan
muy asombrados por el relato. Cuando ya parecía que
todo se iba a olvidar, a las dos semanas murió una de
ellas, y la llevaron a enterrar por ese mismo lugar; ¿no les
parece raro?

 
20
EL CUENTO DE LA SIRENA
Recopilado de Bautista Ramos por Santusa Coaguila Calizaya

Hace cinco años atrás en el lejano distrito de Lloque, vivía


un joven de nombre Juan. Cierto día se le apareció una
señorita, la cual era idéntica a su enamorada, y le pidió
que le acompañase a una fiesta de cumpleaños. El joven
convencido de que era su enamorada, le complace el
pedido, y se pusieron en camino ambos. Cuando llegaron
al pie de una quebrada apareció un señor que se dirigía
hacia el pueblo; el señor al ver que el joven se dirigía solo
hacia el desierto y en horas de la tarde, le pregunta: ¿A
dónde vas a esta hora? El joven le dice: Estoy yendo a
una fiesta de cumpleaños con mi enamorada. El señor,
sorprendido por la respuesta, le dice que no había
ninguna fiesta por allí y que además no había ninguna
señorita que le acompañaba, porque a simple vista no
había nadie con él. Posteriormente, el señor lo regresa
hacia el pueblo dejándolo en su casa.

Después de poco rato se le vuelve a presentar la


misma señorita que le dice que por qué le había dejado
sola, y se lo lleva de nuevo; pero esta vez, un grupo de
jóvenes vio pasar al joven, gritando como un loco. Al ver
esto los jóvenes le persiguieron tratando de alcanzarlo,
pero éste no se dejaba atrapar; hasta que finalmente lo
encontraron tirado a las orillas de un manantial botando
sangre por la boca y la nariz. Los jóvenes lo trajeron de
regreso a su casa.

La falsa enamorada era en realidad una sirena.

21
EL ENCUENTRO ENTRE
CAMBRUNEÑOS Y CHILENOS
Recopilado por Leonel Córdova Cuayla
Desde las primeras horas del día del rodeo que realizarían los
pobladores de Cambrune, amanece el pueblo con sus calles
vacías, limpias y silenciosas. Poco a poco los hombres se
preparaban para ir al rodeo. Serían las tres de la mañana
cuando ya partían para reunirse en las pampas de Chilligua
donde todos los jinetes deberían reunirse para así juntar todo el
ganado que lo habían dejado en los pastizales de la
comunidad; pero antes de eso, ya sabían de la derrota de los
peruanos en la batalla de los Ángeles en Moquegua. El alguacil
de todo el grupo les había dicho que todos deberían llevar su
onda. El grupo estaba conformado por cincuenta personas,
cada uno con su caballo y su onda.
Era las nueve de la mañana y todos ya estaban listos y
reunidos en el punto de encuentro, para así realizar el rodeo. El
alguacil dijo que nos vamos a separar en cinco grupos. Los
cinco grupos ya estaban separados cuando del grupo del
alguacil, uno de los integrantes se dio cuenta de un grupo de
personas en el cerro de Torrecillas. Los hombres estaban con
una bandera. El alguacil y su grupo estaban en el cerro de
Confital y el cerro de Ancuyo. Los cambruneños seguían
caminando, después de media hora de camino se encontraron
con los chilenos que estaban descansando.
Los chilenos les preguntaron a los cambruneños: «¿De
dónde son ustedes?», y los cambruneños no les respondieron.
Los chilenos dieron un disparo. «¡Alto! ¿De dónde son
ustedes?», y los cambruneños les respondieron: «Nosotros no
somos peruanos ni chilenos. Nosotros somos cambruneños».
Entonces los chilenos murmuraron: «Creo que invadimos otro
país». Y los chilenos se retiraron y los cambruneños seguían
reuniendo el ganado.
Esto sucedió en las pampas de Costillas en el año de
1880.
22
EL ENCANTO DE ACACOLLO
Recopilado por Angélica Ccori Castro

Hace mucho tiempo, de este cerro Acacollo bajó una


señorita en forma de nube. Caminaba lentamente y se
acercaba a la casa donde estaba viviendo un joven. Esa
noche había venido tarde a la casa, y cuando estaba por
llegar a la puerta se aparece la señorita y él no sabía qué
hacer, porque el encanto se acercaba más y más. Corrió
a la puerta y de la puerta volteó para ver si estaba la
aparición, pero ya no estaba, y volvió a tocar la puerta.
Eran las 12 de la noche. Unos han escuchado que lloraba
un bebé en ese «callejón de los geranios». Otros, en una
piedra grande y larga que hay por allí, encontraron una
culebra grande y amarilla. Por eso todo el que no cree,
muchos de ellos mueren. El encanto camina como una
señorita con vestido rosado, largo, igual a las
quinceañeras; mayormente encanta a los hombres y
jóvenes.

Una noche, como a las diez, bajaba de Acacollo la


señorita con dirección al taller que se encuentra más
abajo del cuartel Mariscal Nieto. Entró directo a la casa.
Allí, fue encontrada, sentada sobre la cama, por la señora
de la casa. La señora volvió al segundo piso a buscar a su
esposo; y cuando bajaron los dos para mirar, ya no se
encontraba nadie: el encanto había desaparecido.

En esa casa la gente no puede dormir en el primer


piso, que sólo es un taller de mecánica de carros;
solamente duermen en el segundo piso, porque la
señorita de Acacollo viene a descansar todos los días en
el primero. Ahí siempre está, además las personas
pueden desaparecer o volverse locas.
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LA BRUJA
Recopilado por Richard Nixon Cuayla M.

Cuentan que una vez, una noche de luna llena, un


patrullero de la Guardia Civil encontró una pava
caminando por la calle Lima de esta ciudad.

Los guardias pensaron que la pava había fugado


de una de las casas, y, por esa noche, estaban de suerte
porque al día siguiente comerían pavo al horno. Al
momento de hacer querer subir la pava al patrullero opuso
resistencia, por lo que optaron los guardias a golpear con
garrotes las alas de la pava y así lograron subirla. La
llevaron a la comisaría y le reportaron al sargento de
servicio el sorprendente hallazgo de la pava.
Inmediatamente corrió el rumor del hallazgo de la pava y
los guardias que no estaban de servicio fueron los
primeros que se levantaron a hacer su aseo y miraron por
la ventanilla del calabozo y grande fue la sorpresa que en
vez de una pava vieron una mujer desnuda. De inmediato
dieron parte al sargento, y efectivamente encuentran una
mujer desnuda que tenía los hombros moretoneados.
Esta mujer le pidió al sargento que le preste un abrigo;
entonces, el sargento pregunta a la mujer que cuál era su
casa y cómo es que ella estaba convertida en pava, y ella
responde que es una bruja y es por eso que se convertía
en un animal y que su esposo era un suboficial del
Ejército y que la noche anterior su esposo estaba de
servicio; luego le pidió que la trasladasen a su casa antes
de que llegue su esposo. La mujer le da los datos
personales de su esposo. También le pidió al sargento
que no dijera a nadie de lo sucedido; pero el sargento

24
trató de ubicar al suboficial hasta que lo encontró y se
fueron a un bar y mediante unos tragos el sargento le
relató el caso de la mujer que era una bruja. Entonces el
suboficial sabiendo lo de su mujer, se hicieron buenos
amigos, y le pidió ayuda al sargento para descubrir el
misterio de su mujer.

El sargento y el suboficial salieron con dirección al


óvalo. Buscaban una explicación a lo sucedido y
encontraron a un anciano vendiendo crucifijos de acero; y
el sargento pregunta al anciano «¿Cuál es la fuerza
negativa para Satanás?»; el anciano respondió: «El
crucifico(2) de acero», y el suboficial compró el crucifijo y
el anciano le recomendó cómo usarlo y que siempre debía
cargarlo, y su mujer o bruja no tenía que verlo.

Un viernes por la noche el suboficial se dio cuenta


de que su mujer se alejó de la cama con bastante cuidado
y se dirigió al ropero de donde sacó un pequeño baúl que
contenía unas velitas, un libro de magia, pomada y una
estatuilla de oro en forma de gallito. La bruja pone la
estatuilla en la mesa, lo cual había servido para hacer
dormir mucho más profundamente a los que se
encontraban en casa durmiendo. Su esposo no se durmió
profundamente porque tenía el crucifijo que
contrarrestaba el encanto de la estatuilla y observó todo lo
que su mujer hacía: Primero se desnuda, luego dice
oraciones con palabras mágicas y malévolas, luego se
frota el cuerpo con la pomada, y la vela y se la introduce
en el ano, y abriendo los brazos comienza a flotar y sale
volando por la ventana sin abrirla. O sea todos los pasos
dichos anteriormente le permitían traspasar paredes,
ventanas y todo tipo de muros como un ser espiritual.

2
Crucifijo. La voz popular, en algunas oportunidades, suele decir «crufico».
25
El esposo luego de observar todo, comienza a
repetir lo que hizo su mujer bruja y salió igualmente
volando por la ventana hacia una oscuridad interminable,
y fue percibiendo un sonido como de un silbido a medida
que se iba acercando a la luz que vio de lejos, y el sonido
iba aumentando. Al estar cerca se detuvo y vio
perfectamente claro lo que pasaba. En esa luz se
encontraban varias mujeres, dentro de ellas su esposa,
danzando un ritual alrededor de Satanás. El esposo no
pudo soportar el frío que hacía, y al eliminar gas votó la
velita y sorpresivamente desapareció todo, y comenzó a
caer y caer, hasta que cayó en medio de un barranco
rodeado por cactos, y la mujer bruja lo buscó y lo encontró
allí, y lo llevó de vuelta a su casa. Entonces, el esposo sin
más explicación le pidió el divorcio y se separaron para
siempre y nunca más se volvieron a ver.

26
LA APARICIÓN DE DIOS
Recopilado por Lidia Chicalla López

Calacoa, durante la
celebración del matrimonio de una pareja de jóvenes,
quienes estuvieron en plena fiesta, donde apareció un
viejito con los mocos colgantes, sucio y mal cubierto; en
ese mismo instante, apareció un joven bien vestido,
elegante y muy guapo, decía haber apostado con el viejito
a quien iban a atender mejor.

La gente de la fiesta atendió mejor al joven, quien


era el diablo, y maltrataban al viejito, quien era Dios.
Todos le echaban de la fiesta y no le daban de comer.
Entonces, la joven esposa que estaba embarazada, le
limpia los mocos con su pollera, y los mocos se convierten
en oro; en ese instante el viejito le dijo que subiera al
cerro de Putunco, y si escuchara alguna bulla que no
volteara, que solo mire cuando haya traspasado la
cumbre del cerro. La joven esposa obedeció, pero al
escuchar el bullicio volteó; y al hacerlo quedó convertida
en piedra, y el bebito voló al cielo (Esto pasó en el cerro
de Malpaso, Sacuaya).

Los transeúntes que van por esos lugares, dicen


que la piedra existe en forma de mujer y que del ombligo
brota un puquio de agua; y que el bebito es un santo de
piedra, que al tomarle fotos sale reflejada su imagen.

§§§§§§§

27
EL CARRO DE LA MUERTE
Recopilado por Rosabett Susy Felipe Huacán

Mi mamá nos cuenta que en mi pueblo llamado


Cacahuara, distrito de Matalaque, donde casi con
frecuencia se tenía que regar de noche, a eso de las 11 o
12 de la noche, ya que a esas horas llenaba el estanque o
pozo de agua.

En uno de esos turnos, le tocó regar a mi abuelita.


Como de costumbre, ella fue a regar sola, no quería que
le acompañe mi mamá porque era pequeña; y así se fue;
cuando ella ya se acercaba a la chacra, vio que venía a
su encuentro un carro grande con luces potentes, y se
asustó demasiado, ya que al pueblo no entraban ni aún
entran carros, y no supo qué hacer si regresar o seguir
avanzando; pero ella pase lo que pase avanzó más a la
chacra para esconderse debajo de algún árbol o poder
llegar siquiera a su chocita, que ella tenía por ese lugar
para dormir cuando se le hacía tarde para regresar al
pueblo. Cuando ya estaba cerca de su chocita, el carro
estaba ya a diez metros más o menos de ella, y entonces
corrió y alcanzó entrar a su casita y trancó su puerta con
algunos troncos o palos que tenía; y el carro o féretro se
paró en la puerta y empezó a pitear y a empujar la puerta.
Y cuando ella miró por curiosidad, dentro del carro había
bastante gente de toda clase con caras desfiguradas, y se
aterrorizó y metió su cabeza debajo de su batán (donde
ella molía maíz para cocinar).

Se envolvió con unas ropas viejas toda la cabeza


para no oír nada. Y después de un largo rato, ella se
destapó y vio que ya no había nada en la puer1a.

28
Después quería pararse para ir a abrir el agua y regar,
pero le fue imposible pararse y le empezó a salir sangre
por la boca y por la nariz, y así amaneció como muerta ya
que nadie había para ayudarle a esas horas, y así
amaneció. Y como es costumbre, las personas van
temprano a la chacra y se dieron cuenta que el estanque
estaba rebalsando y como sabían que a mi abuelita le
tocaba abrir, pensaron que quizá se había quedado
dormida y uno de ellos se vino al pueblo a avisarle a mi
mamá, y mi mamá le dijo que anoche se había ido;
entonces se asustaron y fueron a buscarla; y cuando
llegaron a su chocita la encontraron grave, llena de
sangre. Se asustaron. No sabían qué era lo que había
pasado y así se la trajeron al pueblo y la curaron, y
cuando ya estaba un poco mejor, ella les contó lo
sucedido; pero no se pudo recuperar del todo.

Siempre a ella, en cualquier momento, le salía


sangre por la nariz y por la boca en gran cantidad, y así
no tardó mucho en ponerse grave y murió.

El carro de la muerte o féretro dicen que existe y


aparece a eso de las 11 o 12 de la noche, porque varias
de las personas de mi pueblo lo han visto, pero a ellos no
les pasa nada porque según dicen que hay que tener fe
en Dios y cuando lo ven ellos se persignan y no les pasa
nada.

29
LA CABEZA
Recopilado por Yenny Flores Huacho

Había una vez el dueño de una chacra que tenía que


regar a las 4 de la mañana; tenía que madrugar desde su
casa, porque su terreno quedaba más arriba del pueblo
donde él vivía.

Esta persona se levantó temprano, en la


madrugada, estando bien abrigado, alistó su herramienta
de trabajo; comenzó a ensillar su caballo partiendo de su
casa montado ya. Cuando avanzó por el camino todavía
no había amanecido, todo estaba silencio. De repente en
el lugar más estrecho de este camino su caballo ya no
quiso avanzar.

El caballo miraba el suelo como si algo le estuviera


impidiendo la pasada, entonces esta persona se bajó del
caballo y vio en su delante -o sea en el camino- un terrón
en forma de una pelota; pero él no se asustó nada, como
no tenía miedo lo levantó con la lampa y lo botó hacia la
quebrada; montó su caballo y siguió su galope. Cuando el
terrón cayó hacia la quebrada se escuchó el grito de la
cabeza que empezó a perseguirle y gritó cada vez más
fuerte, entonces esta persona se asustó, e hizo correr su
caballo, mientras que la cabeza venía a su alcance.

Cuando llegó al terreno que tenía que regar ya no


se quedó allí; continuó por el camino corriendo con su
caballo. Se sentía muy mal. Parecía que le iba a alcanzar.
Llegó hacia un pueblito, donde él tenía sus amistades. Le
tocó la puerta a su amigo, pidiéndole que por favor le
abriera la puerta. Su amigo le abrió la puerta y entró a la
casa. La cabeza llegó detrás de él... quería entrar... se
30
daba la vuelta una y otra vez, gritando alrededor de la
casa donde los perros aullaban.

Cuando amaneció empezó a callarse la cabeza.


Salieron de la casa y ya no había nada. Sólo encontraron,
él y su amigo, gotas de sangre alrededor de la casa.

31
EL CONDENADO
Recopilado por Melina Flores Saira

Esta historia comenzó muy repentinamente. Para ser más


exacto en el año de 1810. La ciudad, la antigua ciudad
«de la eterna primavera», estaba tranquila, hasta que en
una noche se sintieron lamentos en una casa muy cerca
al cerro que llaman El Siglo. Allí, una mujer lloraba
desesperadamente con su hijo, y decía que se iba a ir con
su hijo. Salieron desesperados hijo y madre.

No tenían adónde ir, porque no tenían familia


alguna y se fueron por el cerro para esperar que
amanezca. Se llegaron a sentir muy temerosos, y
buscaron un lugar donde cobijarse. La mujer estaba
sangrando, porque su pareja le había golpeado
demasiado la cabeza. Estaba ebrio el hombre que le
había hecho esto. Llegaron a la cima y acomodaron lo
poco que llevaban en el suelo y se acostaron. Tomaron el
sueño. En un momento sintió el niño ruidos de llanto y
quejidos. Se dirigió hacia donde venía el sonido y
encontró a una persona que subía por el cerro muy
apresuradamente. Era una persona descuidada, horrible,
se fue acercándose cada vez más, y observó que tenía
largo su cabello, con su barba y dientes sobresalientes,
entonces escuchó que le decía desesperado:
―Ayúdame!
El niño le preguntó:
―¿De dónde vienes? ¿Quién eres?
Respondió:
―Soy una persona que está cumpliendo su
castigo, hijo. ¿Tienes agua?
El niño le responde:

32
―No.
El hombre le dice:
―Te pareces tanto a mi hijo que se quedó aquí en
la tierra, hasta tienes la misma edad ―. Y o miraba
engañosamente, porque lo que decía era mentira, sólo lo
hacía para que se acerque el niño más y atraparlo para
comérselo. El niño lo hizo con temor y el hombre se arrojó
encima de él muy apresuradamente. El niño trataba a
defenderse y gritaba:
―¡Auxilio! ¡Mamá!
La mujer apresurada y desesperada corrió, y le
arrojó piedras al condenado. En eso, se cayó el hombre, y
la señora se dio cuenta que no tenia pies, estaban
cortados, o sea, gastados de tanto caminar. El individuo
se alejó sin dar ninguna razón del porqué de su aparición
y de su desaparición.

La mujer y su hijo contaban esto, todo lo que les


había pasado, y nadie les creía, hasta que escucharon
cada día más estos sonidos. Estas personas eran
enviadas a la tierra para que paguen sus pecados. Es
decir, nuestro Señor les daba este castigo de que
caminen por todo el mundo hasta que se les gaste los
pies y recién podrían descansar en paz.

33
LA HISTORIA
DE ÁNGELES Y SAMÉ
Recopilada por Yeny Soledad Flores Silva

Hace años oí esta historia cuando estaba en el colegio,


que se las relato a ustedes tal como me acuerdo.
Cuentan los antepasados que hubo cierta vez una
pareja de jóvenes llamados Ángeles y Samé. En ellos
surgió un gran amor. Se enamoraron profundamente, pero
sus padres no querían tal unión, especialmente,
Huaracane, el padre de Ángeles, que luchaba para
separar esta pareja de jóvenes, pero no podía. Mientras
tanto el amor entre ellos seguía creciendo, y de ese amor
surgió un niño. Huaracane al enterarse se enfureció
mucho, y encolerizado y dolido por lo sucedido trató de
robar al niño, pero no pudo lograr su objetivo. Y como no
hubo otra solución, mandó a robar al niño y ordenó que lo
enterraran en un baúl. La madre al enterarse que su
pequeño había desaparecido, lo buscó junto con Ángeles,
pero no lograron encontrarlo. Afligidos por la pérdida de
su bebé, Ángeles se convirtió en un cerro, el que ahora
llamamos el cerro de Los Ángeles, y Samé se tendió por
el suelo, lo que hoy es el pueblo de Samegua.
En cuanto al padre de Ángeles, alegre por el triunfo
de haber separado a los amantes, los dioses lo castigaron
convirtiéndolo en el cerro Huaracane. En cuanto al bebé
de Ángeles y Samé, en el baúl, fue creciendo y creciendo,
y hoy en día lo conocemos como el cerro Baúl.
En conclusión, el cerro Baúl es el hijo del cerro Los
Ángeles y Samegua; y Huaracane es el abuelo del cerro
Baúl. Todos conforman una familia que un día no pudo
unirse por culpa de Huaracane.

34
EL CHUYACHAQUI
Recopilado por María Teresa Frías Peralta

El relato de tradición oral que a continuación les voy a


narrar, es un relato que desde muy niña lo escuché en mi
tierra.

Cuentan los antiguos moradores del pueblo de


Iberia, pueblo que se encuentra en la selva, en el
departamento de Madre de Dios.

En estos pueblos de la selva se cree mucho en los


duendes. Cuentan que una señora se fue al pozo a lavar,
llevando consigo al menor de sus hijitos ya que no podía
dejarlo en su casa solo; mientras la señora lavaba, el niño
jugaba alrededor del pozo. De pronto no escuchó la voz
de su niño y se fue a buscarlo y vio que un hombre
pequeño con un sombrero muy grande iba corriendo y el
niño lo perseguía, perdiéndose cada vez más en el monte.

La madre corría desesperada para poder


alcanzarlo, pero se dio cuenta de que era inútil, y como
ella ya había escuchado hablar acerca del chuyachaqul,
que hace que las personas lo persigan hacia adentro de la
selva, en la cual uno se va perdiendo, regresó al pueblo a
contar dicho suceso a la policía. Salió una brigada de
rescate para encontrar al niño, pero dicha brigada no
logro hallar al niño. Luego buscaron a personas que
conocen la selva para que puedan rescatar al niño que
supuestamente se encontraba perdido en medio de la
selva.

35
Relatan que el niño fue encontrado a los cinco días
en estado de deshidratación y muy asustado, casi loco y
con heridas en el cuerpo, ya que se había rasguñado con
las espinas de las plantas.

Gracias a Dios, esta señora pudo recuperar a su


niño. Cabe decir que en la selva la gente es muy creyente
de estos sucesos que tienen algo mágico, por eso
siempre recomiendan no dejar solos a los niños, porque
se los puede robar el chuyachaqui.

36
EL SEÑOR EN SAN CRISTÓBAL
Recopilado por Silvia Ivonne Gutiérrez Cuayla

Cierta vez este hecho sucedió en el pueblo de San


Cristóbal. Un día como cualquier otro día, una pareja
decide contraer matrimonio y posteriormente llega la
fecha señalada del matrimonio; y estaban festejando con
alegría y entusiasmo muy felices por el matrimonio.
Los familiares y padrinos recibían a los invitados, y
se sorprendieron cuando vieron a un señor que se
acercaba bien vestido, elegante; se acercaba a felicitar a
los contrayentes del matrimonio. Él fue bien atendido. De
pronto se apareció un anciano todo traposo, tenía la ropa
desgastada y rota, con la flema afuera y de color verdoso;
estaba todo sucio. La gente lo observaba con repulsión
una y otra vez.
No veían la hora en que se marche de la fiesta,
pero el anciano fue a pedir un poco de comida; la gente le
respondió que ya no había comida; y todos murmuraban
que se fuera, porque daba un mal aspecto en la fiesta.
Con la ruidosa música, algunos no se dieron cuenta de
que los padrinos habían planeado expulsarlo de la fiesta a
las malas. Efectivamente, usando la fuerza lo expulsaron.
El anciano se fue dando sus últimas miradas a la fiesta.
El anciano al ser expulsado de la fiesta se
encuentra con una señora embarazada. Esta al ver al
anciano sintió compasión. El anciano la observaba una y
otra vez con unos ojos brillantes y llenos de esperanza. La
señora al darse cuenta de la flema que le salía de la nariz,
que embarraba su rostro, agarró su pollera y lo limpió. De
inmediato se dio cuenta de que habían quedado trozos de
37
oro. Muy sorprendida la señora lo llevó a su casa. El
anciano le preguntó:
―¿Su esposo? ―La señora le respondió que sí
estaba. El anciano le dijo que fuera a Ilamarlo. La señora
fue a Ilamarlo. Al regreso, el esposo al ver al anciano se
sorprendió y también sintió compasión.
El anciano le pidió una Iliclla nueva a la señora, y
ella fue a sacarla de un baúl que tenía. La señora se la dio
al anciano y él se limpió la nariz. La flema se quedó
convertida en plata y se lo dio a la señora. El anciano le
dijo que se marcharan del pueblo, pero antes tenían que
rociar todo alrededor de su casa con ceniza. Los
cónyuges obedientes alistaron sus cosas.
Ya casi listos para partir, el anciano les prohibió
que volteasen la mirada. Los cónyuges partieron del
pueblo que seguía de fiesta, mientras que ellos seguían el
camino señalado, sintieron una lluvia de arena; caminaron
lo más rápido que podían, mientras que en el pueblo caía
una lluvia de arena que lo estaba enterrando entero. Se
sentía unos gritos que llegaron hasta la pareja que ya casi
estaban perdiendo el cerro, pero tanta fue la curiosidad de
ellos que, desobedeciendo al Señor, voltearon la mirada
al pueblo y observaron que el pueblo se perdía en polvo,
que el Señor los había castigado... Ellos por desobedecer
fueron convertidos en piedra, pero el angelito de la señora
que tenía en su vientre salió a los cielos.
Ellos recibieron el castigo de quedar convertidos en
piedra por haber desobedecido una orden del Señor, y el
pueblo desapareció porque se burlaron y por haber
expulsado de la fiesta a un pobre anciano.
Hasta ahora se pueden observar las estatuas de
piedra en San Cristóbal, en una parte elevada y en medio
de una quebrada.
38
LA JOVEN ENCANTADA
Recopilado por Hébert Laura Quilla

Se cuenta que en un pueblo del Cusco, cier1a noche un


joven se encontraba haciendo servicio de taxi; recorría por
una carretera muy transitada, en la que ningún taxista
recogía a una joven de vestido blanco. La joven parada
allí levantaba la mano a un costado de la carretera. El
joven taxista la observó y se le acercó y le dijo:
―Señorita, a dónde quiere ir que yo la llevo.
Y la joven le contesta:
―Voy al pueblo.
―Entonces, súbase que yo la llevo ―manifestó el
joven taxista―; súbase que inmediatamente la llevo al
pueblo.
En el camino, entablaron una conversación
amigable y se fueron a pasear al pueblo ambos. Y así
pasaron las horas, y la muchacha le dijo:
―Creo que ya es tarde y me tengo que ir a mi
casa―. Y el joven taxista se ofreció a Ilevarla, luego la
muchacha exclamó:
―¡Tengo mucho frío!
El joven le dice:
―Yo te presto mi casaca.
―Ya, luego mañana, en el día, la vienes a recoger
a mi casa.
Y, así, ambos se fueron hasta el borde de la
carretera donde la había recogido. La muchacha se bajó
del auto diciendo:
―Yo aquí no más me quedo; yo me voy sola,
porque aquí cerca se encuentra mi casa.

39
Y ella se fue, perdiéndose en la penumbra de la
noche.
Al día siguiente, el joven muy emocionado va a la
casa de la joven. Toca la puerta y sale una señora:
―¿A quién busca, joven?―, le pregunta.
Él le contesta:
―Busco a una señorita llamada Vanesa.
La señora le contesta:
―Sí, aquí vive, pero ella falleció hace un año.
El joven le dice:
―No puede ser, si ayer nomás estuvimos
paseando.
Y la señora le dice:
―Joven, si usted no cree le voy a enseñar su
foto― y efectivamente le muestra la foto de la joven con
quien había salido, y el muchacho se sorprende:
―¡Sí, sí, ella es, pero no lo puedo creer!
La señora le dice:
―Ya que usted no me cree, le voy a enseñar la
tumba de mi hija ―y van al cementerio, pero al acercarse,
ambos se sorprenden porque sobre la tumba se
encontraba la casaca del joven.

40
LA PRESENTACIÓN DEL
DIABLO
Recopilado por Milagros Mamanchura Poma

Un día, por la fecha de carnaval, en el pueblo de N.N. se


le presentó el diablo a un caballero.

Todo comienza cuando, en una familia, un


caballero, es decir, el padre de esa familia, realizaba sus
labores del día: regaba, cultivaba... Cierto día a este
padre de familia le tocó ir a regar sus chacras que
quedaban muy lejos de donde vivía, y partió de su casa a
la 1 :00 a.m., y por el camino que estaba recorriendo se le
presentó el diablo, que a las personas débiles las mataba;
pero este padre era tan valiente que tuvo coraje para
enfrentársele ya que llevaba consigo una pala, y con esta
pala le pegó al diablo en la cabeza, y el diablo quedó
tendido en el suelo.

Después el padre de familia continuó su camino


hasta llegar a su destino y realizó la labor pensada y al
regreso a su casa, en el camino, en el lugar donde tuvo su
pelea con el diablo, en vez de encontrar a alguien se dio
con la sorpresa de que el diablo era un conjunto de
huesos, y siguió su camino sin dar importancia a todo lo
que le había pasado. Pensó que ya era una experiencia
vivida.

41
LA APARICIÓN
Recopilado por Judith Paula Mamanchura Rojas

Cuentan que en el año de 1984 cerca del puente una


señora vio algo de aspecto fantasmal que se movía y que
se dirigía a ella. Atemorizada, lo único que se le ocurrió
fue salir de ahí corriendo para no ser alcanzada. Cuando
de pronto, aquella mujer atemorizada, se dio la vuelta a la
inversa, vio otro fantasma que también se dirigía hacia
ella. Al no poder mover las piernas, porque estaba
nerviosa, sí, pues, estaba nerviosa que quiso gritar y no
pudo.

Ella pensó: ¿Y si doy la vuelta al otro lado?


Entonces correré, se dijo, y así lo hizo, porque el miedo
para no ser alcanzada por estos demonios era grande,
pero cuando volteó ya no vio nada. Quiso correr, pero lo
que pasó fue que las piernas las tenía inmóviles, era
como si algo le sujetara para que no pueda moverse. Y
dio la vuelta hacia atrás y no vio nada. La señora que sola
estaba ahí se propuso orar y rezar. Esto hizo como una
hora. Después empezó a caminar, y volvió a su casa.
Eran como las 12:00 de la noche. Esto sucedió un sábado
en Moquegua.

Buenos, sigamos con el relato. Luego al llegar a su


casa, contó a su esposo lo que le había sucedido, y éste a
su vez le relató que había soñado que huía de dos
fantasmas de blanco que le perseguían. La señora se
asombró de lo que le contó su esposo.

42
En la vecindad había una mujer antigua, una
viejecita que sabía lo que había pasado, les dijo:
―Ustedes son insensatos, ¿acaso no se dan
cuenta de lo que pasó? Hace muchos años, ustedes
perdieron dos gemelos; éstos murieron cuando iban a
nacer, pero la madre se salvó. Estas dos almas ahora
penan porque tenían vida por delante, un futuro para
poder vivir; ellos querían vivir y Dios, nuestro padre, los
mandó para que los salven, pero ustedes se atemorizaron
y los rechazaron. Ahora deberán acudir y llevar a un
padre para su arrepentimiento en el cementerio.

La señora se llamaba Brígida y su esposo Mario.


Aquéllos eran muy amigos de mi mamá y papá y le
contaron lo sucedido; nadie más lo sabía, y éstos me lo
contaron a mí, y ahora yo se los cuento a ustedes.

43
LA PAVA
Recopilado por Yovanna Mamani Chávez

En Moquegua, donde hoy es el colegio Santa Fortunata,


en la placita que está al frente, una mujer se convertía en
una pava para ver a su marido que le era infiel, y era de
esa manera que podía descubrirlo.

Ella escuchaba rumores de que su marido le era


infiel; y ella, según lo que cuentan, era una bruja que se
convertía en pava para ver a su marido, y cuando estaba
así convertida quisieron atraparla, y al perseguirla le
dieron golpe en un brazo y la hirieron. Y ella de lo que era
una pava volvió a ser una mujer tirada en el suelo
sangrando... con la cabeza cortada.

Eso es lo que cuentan. No sé si será verdad, pero


algo de cierto tendrá.

44
EL TESORO DE LAS LOMAS DE ILO
Recopilado por Carlos J. Mamani Valdivia
Antes era costumbre que los patrones del valle manden a
pastar su ganado a las lomas de Ilo. Una vez, un pastor llevaba
el ganado de un lugar a otro, y a lo lejos mira un bulto,
conforme se acercaba distinguía mejor el bulto, y cuando llega
se sorprende porque era una piedra grande y al costado de ella
se encontraba una caña que estaba bien firme; encima de la
piedra había siete herrajes de mula de la época del virreinato, y
los llevó consigo para mostrarle a su patrón de tal hallazgo.
Cuando mostró los herrajes a su patrón, éste se quedó
sorprendido de lo que le contó el pastor. Y estaba tan intrigado
que a su vez lo comentó con su mejor amigo, y se ponen de
acuerdo para ir a verificar si era cierto o no. Cierto día
emprendieron el viaje a caballo muy temprano; galoparon
durante trece horas y llegaron a una aguada donde pasar la
noche, descansar y poder alimentarse. En la noche hicieron
una fogata para espantar a los animales salvajes que allí
existen. Al día siguiente continuaron a pie; durante la caminata
ambos se perdieron en la búsqueda de la piedra y sólo uno de
ellos llegó a encontrarla y se dio con la sorpresa de que allí
habían siete cargas de mula de puro oro que los españoles en
la huida del Perú abandonaron porque las mulas cansadas ya
no podían seguir, y las mataron y enterraron con el oro. La
piedra y la caña eran la señal de que allí habían dejado el oro.
Para la mayor sorpresa del hombre fue cuando él iba a
escarbar y querer sacar el oro, unos buitres llegaron y lo
sacaron a aletazos, picotazos y embestidas, que tuvo que huir
desesperado, y cuando se encuentra con su amigo le relata lo
sucedido y se regresaron desesperados a sus casas. Después
los amigos se separaron y no volvieron a hablar del tema por
miedo al demonio que ellos habían visto como buitres.
Con el tiempo muere uno y el otro cayó muy enfermo, y
lo único que hizo fue contarle a su nieto esta interesante
historia, y el nieto le prometió que algún día volverá a ese
misterioso lugar en medio del desierto.

45
EL JUICIO DE SAN CRISTÓBAL
Recopilado por Leonel Medina Tala

En la localidad de San Cristóbal se festejaba un matrimonio. La


gente del lugar bebía, comía y festejaba la unión de las dos
personas.
Había dos señores, el primero era un acaudalado, bien
parecido y de gran presencia; el segundo, un señor andrajoso,
sucio y que no llamaba la atención de nadie de los del lugar. El
acaudalado señor recibía la atención de todos; le ofrecían los
mejores platos y los mejores tragos; posteriormente se convirtió
en el centro de atracción de la fiesta.
Una señora pobre y quien no participaba de la fiesta, al
señor andrajoso, se lo llevó a su casa viendo que nadie se
fijaba en él y que no recibía ninguna atención. La señora le dio
de comer y beber, y ese señor le preguntó:
―¿Tienes esposo, hijos?
―Si ―le contestó la señora. Entonces, el señor le dijo:
―He visto en este pueblo la lujuria y la pérdida de fe a
nuestro Señor; la gente es mala y pecadora; por eso el Señor
va a destruir a este pueblo. Lleva a tu esposo e hijos, y
váyanse de aquí. Tus pertenencias y tus animales quedarán
intactos, y por más que escuches lamentos, quejas, llantos no
vas a voltear, porque si lo haces quedarás convertida en
piedra.
Y la señora hizo todo lo que el Señor le dijo. Llevó a su
esposo e hijos y los encaminó fuera del pueblo.
Momentos después sucedió todo lo dicho anteriormente.
Una tormenta tenebrosa se presentó. La gente se lamentaba y
gritaba y sus cuerpos se perdían en el cielo.
La señora no resistió más el dolor y la curiosidad de ver
lo que sucedía miró para atrás y en el mismo instante quedó
convertida en piedra.
Los dos señores eran DIOS y el DIABLO, quienes
hicieron una apuesta de quién sería tomado en cuenta. Dios al
ver que la gente del lugar había perdido toda muestra de fe
hacia Él, decidió por destruir el pueblo.
46
EL MISTERIO DE LA OREJA
Recopilado por Judit Meza Peñaloza

Cuentan las señoras de edad avanzada que cierto joven


vivía por la calle Huánuco, se dedicaba a la crianza de
chanchos, los cuales vendía para mantener a su mamá y
su hermana con quienes vivía. Ellas salían todas las
mañanas a recolectar restos de comida que las personas
desechaban, para la alimentación de estos animales:
Cierta noche que estas mujeres regresaban a su casa
bajo una torrencial lluvia, al pasar junto a la puerta de la
Iglesia vieron a un anciano herido pidiendo ayuda porque
lo habían asaltado y golpeado. Ellas en lugar de ayudarlo
empezaron a reírse y burlarse del pobre anciano; de
pronto le vieron un brillo misterioso en sus ojos, era algo
terrible que asustaba; el miedo que sintieron les
penetraba los huesos...

Las mujeres se asustaron y empezaron a correr.


Esa noche, el hijo varón tenía que salir al corral de los
animales para separar el fango que se acumulaba con la
lluvia, y uno de los animales quería atacarlo, entonces, él
se defendió con la lampa que llevaba en la mano dándole
con mucha furia un lampazo y le hizo caer, la oreja.
Asustado regresó a su casa y encontró a su madre
llorando. Cuando ella lo miró a los ojos, dándole el rostro,
se dio cuenta de que ésta estaba llorando y tenía el rostro
sangrando... Resulta que su madre ¡no tenia oreja!

Se cree que el anciano era un ser misterioso que


provocó todo esto para enseñar una lección a las mujeres,
y sobre todo a la madre por no ayudar a su prójimo.

47
EL TORO DEL CERRO BAÚL
Recopilado por Elva Montera Ramos

Según nuestros antepasados cuentan que en el cerro


Baúl existen muchos cuentos. A través del tiempo se ha
ido conociendo sobre dichos cuentos.

En el cerro Baúl comentan que han visto salir un


toro barroso que arrastra una cadena; esta cadena es
gruesa y larga. Este toro es encantado, porque sale en
horas malas.

El toro sale corriendo y arrastra la cadena, pero


aquél que ve el toro se convierte en una piedra y nosotros
no lo sabemos.

También dicen que aquellas piedras posiblemente


sean seres humanos que vieron al toro del cerro Baúl.

48
EL FUEGO MISTERIOSO
Recopilado por Sonia Eloisa Nina Calisaya

Este relato es breve y misterioso. Trata de un humilde


joven que estaba culminando sus estudios superiores. El
decide viajar al pueblo de sus padres, quizá para
conseguir dinero para su título profesional.

Él permaneció un breve tiempo con sus padres


ayudándoles en los quehaceres de sus tierras; ya
quedando muy poco para su retorno a la ciudad, decide
dar una caminata hacia un cerro muy cercano para poder
despejar su mente y dar una solución a sus problemas
económicos.

Estaba muy preocupado que no se dio cuenta del


atardecer que avanzaba. Cuando decide volver, de pronto
se le aparece una pequeña llama de fuego muy ardiente,
el joven sorprendido no halla qué hacer. De pronto
reacciona, y repentinamente recuerda a su abuelo, quien
le dijo que si alguna vez viera una llama de fuego
colocase una navaja, y así lo hizo.

Pues, decide regresar al pueblo en busca de sus


parientes y contarles lo que le había sucedido, pero no
encontró a nadie más que a su tío Vidal y le contó lo que
vio.

Fue con su tío que recurrieron a visitar a un leedor


de naipes; éste les dijo que bajo esa llama ardiente había
un cofre lleno de oro, pero la condición de poder extraer
dicho oro debería intercambiarse con un ser humano, que
de esa manera el oro no causaría ningún mal.

49
El joven y su tío fueron al lugar donde se
encontraba la navaja, llevando consigo un animal el cual
sería intercambiado por el oro, porque no podían hacerlo
con un ser humano. Al llegar al lugar, comenzaron a cavar
un hoyo debajo de la navaja, donde muy pronto
encontraron un cofre tallado de piedra del cual salía un
vapor muy fuerte, el cual podría ocasionar algún mal. Y
así fue, este vapor dañó los ojos del joven, quien estaba
medio mareado, porque mientras cavaban el hoyo, el tío
le daba de beber vino al joven.

El tío tomó sus precauciones y al abrir el cofre vio


que estaba lleno de oro, el cual extrae rápidamente.
Cegado por la ambición decidió enterrar al sobrino
inconsciente.

Este hombre inescrupuloso regresó al pueblo en


busca de su familia y bienes que le correspondía para
luego darse a la fuga sin explicación alguna. Y nadie supo
más de él.

Nunca sabremos el cómo y por qué se les presenta


a algunas personas estas llamas ardientes que cobran
una vida por el intercambio de su contenido, ya sea
animal o humana. Tampoco sabremos de dónde
provienen esas riquezas, unos dicen que son tesoros de
incas que tienen ansias de dar sus tesoros al ser más
necesitado. Otros dicen que es tesoro de los españoles,
pero no sabemos a ciencia cierta de dónde provienen.
Este fuego misterioso se convierte en fuego diabólico en
muchos que les hace cometer hasta crímenes.

50
ESTUDIANTES EN EL
CEMENTERIO
Recopilado por Genoveva Pari Pari
Un día, cuando yo estudiaba, un profesor de Odontología nos
había pedido seis dientes, los que debían estar en condiciones
perfectas, sin caries. Lo cual para nosotros era muy importante
porque sería para la evaluación final. Sin más que hacer, lo
primero que se nos ocurrió fue ir a un cementerio para
extraerlos de los difuntos. Es así que en el día fuimos a ver el
sitio de donde los íbamos a sacar.
En la noche, cerca a las 10 de la noche, todos nos
reunimos en un lugar privado; todos con sus materiales para
realizar el trabajo, y también con un poco de licor. La mayoría
eran hombres. Fuimos al lugar que habíamos fijado en el día.
El sitio estaba movido y nada pudimos hacer; asustados
tuvimos que buscar otro difunto para poder escarbar; pero en la
oscuridad se nos hizo muy difícil encontrar otro; aunque todos
opinaban que deberíamos realizar el trabajo.
Esa noche, sin más que hacer nos pusimos a escarbar.
Los hombres eran los que realizaban el trabajo y las mujeres
estábamos de cuclillas y muy temerosas esperando que sea
pronto. Y cuando estaban trabajando alguien dijo: «Viene
alguien corriendo»; y cuando yo volteé la mirada era verdad.
Corrimos todos sin voltear3 para atrás, y cuando nos dimos
cuenta, uno de nosotros faltaba. Alguien dijo que deberíamos
regresar y que no nos asustáramos; de repente era el
panteonero. Regresamos; y el compañero también ya se venía.
Cuando estuvo junto a nosotros él nos interrogó: «¿Por qué
corrieron, si no había nada?»
Es así que esa noche, aproximadamente a las 2:00
a.m., entre sustos, volvimos a casa sin haber efectuado el
trabajo.

3
En el habla popular suele pronunciarse y escribiré «voltié» y «voltiar», es decir, volviendo
diptongo a los hiatos ee y ea, lo cual es algo inconveniente.
51
LO QUE LE PASO A UNA
COSTURERA
Recopilado por Delta Quispe Peñaloza

Cuentan que una costurera que se ocupaba de hacer


vestidos, que trabajaba desde muy de noche en su
trabajo, era muy curiosa. A los ruidos que escuchaba en
la noche siempre salía a ver. Una de las tantas veces
escuchó un ruido y ella salió, y vio caminar gente, todas
vestidas de negro, en las manos traían espelmas4
ardientes. La señora se asustó y cerró su ventana por
donde miraba. Al poco ratito le tocaron la puerta y le
dijeron que les haga un favor de poder guardar un
paquete; le dijeron que eran espelmas y que regresarían
pasado mañana. Cuando se fueron, ella estaba asustada.
Cuando descubrió el paquete, eran brazos de un bebé.

Al día siguiente salió a consultar con el sacerdote y


le contó todo lo que le había pasado. Le contestó que
juntara un grupo de niños, porque era la muerte quien se
le había presentado; y al momento que toquen la puerta
tenía que darles un «pellizcón» a los niños y «así podrás
salvar de tu vida», le dijo. La señora hizo lo mismo; y la
muerte le dijo: «Da gracias que estás con un grupo de
angelitos, porque si no te llevamos».

Así termina el cuento. Este cuento ocurrió en el


distrito de Carumas.

4
Se le dice a las velas.
52
LA MANZANA DE ORO
Recopilado por Yaneth Gladis Sánchez
Érase una vez una familia conformada por tres personas,
padre, madre e hija. Era una familia humilde pero muy
feliz. El padre se encargaba de mantener el hogar durante
mucho tiempo; de pronto poco a poco el padre fue
enfermando y no podía trabajar, las deudas se
acumulaban día a día al punto de perder su propia casa.
El padre no pudo más y murió.
Madre e hija se quedaron solas y desamparadas en
la calle pasando hambre y frío. De pronto, un día
caminando por unas chacras lejanas vieron una jugosa
manzana colgada. La niña tenía tanta hambre que decidió
pedirle a la dueña que se la regale, pero la dueña no
lograba ver nada; y a tanta insistencia de la niña la señora
le dice:
―Si encuentras alguna manzana, ¡sácatela!,
aunque lo dudo mucho, ya que no es época de que den
manzanas», y diciendo esto se retiró.
La niña fue y cogió la manzana; y ambas se fueron
felices a comer la manzana; pero era raro, esta manzana
no se podía comer, era tan dura que no se par1ía con
nada.
De pronto un señor que conocía de oro se les
acercó y les preguntó que por qué hacían tanto esfuerzo
en par1ir la manzana. Pero éste al ver la manzana,
asombrado dijo:
¡Pero, si esta manzana toda es de oro puro!

Desde ese entonces todos los problemas de las


dos se resolvieron y vivieron muy felices para siempre.

53
LA SIRENA DE MOLLESAJA
Recopilado por Anabel Torres Valdivia

En el anexo de Yacango se encuentran ubicadas las


cataratas de Mollesaja, lugar que es escenario de la más
hermosa leyenda que a continuación le narraremos.
Se cuenta que en las llamadas «horas malas»
(doce del día y doce de la noche), en las cataratas de
MoIlesaja, justamente a esas horas, se aparece una
hermosa sirena, que es mitad mujer y mitad pez, cuya
cola parece de una corvina, sus cabellos son de oro puro,
sus ojos son de color de agua; es tanta su belleza que si
por casualidad una persona es vista por ella, la sirena la
llama, y la persona al encontrarse encantada por su
belleza le obedece, desapareciendo junto con ella bajo las
aguas de las cataratas.
Pero si una persona le escucha tocar a la sirena su
guitarra, de la cual sale la más hermosa melodía, también
es encantada. La persona ve a la sirena, pero la sirena no
ve a la persona; y si la ve es llevada a la locura y para
poderla curar tienen que hacer una entrega a la sirena
que consiste en dejar un gallo justamente a las llamadas
«horas malas» para que la sirena tome al gallo y sane a la
persona.
Es por eso que los pobladores se conforman con
dejar horas antes sus guitarras para que cuando salga la
sirena las afine tocándolas con sus melodías y cuando
ella se va la persona que dejó su guitarra regresa a
recogerla, y al tocar las cuerdas se desprende una
melodía tan encantadora como la guitarra de la sirena.
Cuando escuchen salir una melodía agradable de
una guitarra que parece que la guitarra canta es porque la
sirena la ha afinado.

54
LOS MÚSICOS
Recopilado por Sugey Valdivia Nina

Hace mucho tiempo en un pueblo no muy lejano de


Moquegua hubo una banda de músicos. Cierto día un
personaje poco común fue a contratar de sus servicios, el
cual ofrecía una fuerte cantidad de dinero, con la
condición de que tocaran fuera del pueblo de Putina (hoy
pueblo de Bellavista), cerca a las faldas del volcán Tixani.

Llegó el día destinado, y los músicos parten; son


despedidos por el pueblo y aquel extraño personaje.
Fueron muchos los días que pasaron y los músicos no
regresaron al pueblo. Preocupados por este suceso
fueron a buscarlos, llegando al nivel de la laguna, que se
encuentra en las faldas del Tixani, y sintieron a lo lejos el
sonido de la música. Para verificar esto, hicieron un alto a
su viaje y decidieron seguir este sonido. El sonido
provenía de una quebrada, y llegaba a un determinado
sitio. Ellos quedaron atónitos al observar que la banda
tocaba en un punto dado de la nada; luego se abrió un
cerro y uno por uno de los músicos comenzaron a entrar,
cuando entró el último, los del pueblo corrieron, pero el
cerro se cerró, y en su desesperación comenzaron a
cavar un hoyo muy profundo. En lo profundo de esa
oscuridad, ellos vieron cómo los músicos tuvieron una
transformación maravillosa: habían sido encantados.

La gente del pueblo nos dice que si cuando


viajamos nos concentramos, escucharemos a los
músicos.

55
LA SIRENA
Recopilado por Denny Villasante Laura

Cuentan que en la laguna de Pacocha existe un ser


misterioso, mitad pez, mitad mujer: es la sirena. Tiene
largos y rubios cabellos adornados con peinetas de oro y
piedras preciosas, y unos ojos que adormecen a quien los
mira.

Durante la estación primaveral sale a las orillas de


la laguna, especialmente en el sitio denominado
Desaguadero, a peinarse en una bandeja de oro. Para
esto escoge los días martes y miércoles al amanecer.

Cuando alguien va a morir ahogado, anuncia la


desgracia entonando extrañas canciones, con una voz
muy melodiosa.

En ciertas temporadas se le ocurre remover las


aguas de la laguna y levanta tempestades, con el fin de
hacer naufragar alguna canoa donde viaja la persona de
su simpatía, y dicen que si lo consigue arrastra a la
persona hasta su palacio y allí lo guarda eternamente.

Cuando las orillas de la laguna no estaban


despejadas todavía, muchas criaturas desaparecían de
las chacras próximas, donde cuidaban sus maizales para
que el loro no se las coma. Se presume que siguen
viviendo en la «Ciudad de la Sirena». Se presume que allí
viven llorando por la ausencia de sus madres y familiares,
y se pueden hacer visibles sólo en la noche de luna mala.

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EL CONDENADO
Recopilado por Matilde G. Zambrano Cruz

Esta es una narración que cuentan los antiguos viajeros


de Omate. Dicen que cierta vez un viajero iba con sus
animales llevando carga de un lugar a otro, pero cuando
estaba a medio camino se le apareció una perra grande
con tetas prominentes que quiso morderles, y el viajero
agarró una piedra y se la lanzó y le cayó a la altura de las
costillas y se fue aullando.

Más tarde, y cuando ya iba oscureciendo y no


podía continuar adelante buscó un refugio en una
quebrada donde podía descansar junto con sus animales.
Empezó a bajar la carga de sus animales y después
arreglar su cama, y cuando se disponía a comer, de
pronto se le presentó una mujer joven, bonita y desnuda;
y ambos compartieron el fiambre y luego se echaron a
dormir.

El viajero pensó aprovecharse de ella, pero cuando


la estaba acariciando ella le dijo que le dolía su cuerpo
porque hace un rato él le había tirado una piedra. El
viajero se asustó mucho, y pensó que sólo podría ser un
condenado y que era presa fija para ella. El tenía que
escapar, para eso era necesario mentir y le dijo que tenía
deseos de ir al baño. El condenado agarró una soga y lo
amarró de la cintura, le hizo quitar los zapatos y en esta
forma lo dejó ir al baño, de rato en rato lo llamaba y él
contestaba; mientras tanto, el viajero amarró la soga a
una piedra, escupió tres veces y se echó a correr. El
condenado llamaba y él seguía contestando cada vez
más bajito porque la saliva de la piedra se estaba

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secando. El condenado pensó que se estaba muriendo de
frío y fue a verlo, pero ya no estaba. El viajero se le había
escapado.

Al llegar a su pueblo, él contó a sus familiares de lo


ocurrido y regresaron a ver el lugar, pero ya no estaba el
condenado. Sólo hallaron restos y huesos de los animales
del viajero a medio comer.

58
LA QUEBRADA ENCANTADA
Recopilado por Frain Ronald Puma H.

Hace mucho tiempo, en el distrito de Calacoa, había una


quebrada terrible que se encontraba a sólo cuarentaicinco
minutos de camino del pueblo. Los vecinos del pueblo
decían que no podían entrar fácilmente a esa quebrada;
que la persona que entraba allí se enfermaba y luego de
mucho sufrimiento terminaba muriendo.

Un día, un señor que no le tenía miedo a la muerte,


que se le conocía por su coraje, entró a la quebrada, y
cuando estaba a la mitad de la quebrada vio que en las
aguas del río estaban bañándose unas hermosas
chanchitas rosadas, y en las orillas muchos gallos
cantaban. Al ver esto, se regresó al pueblo, pero no le
contó nada a nadie. Y este señor fue el único que no se
enfermó.

La meta o la ambición que tenía era convertir a la


quebrada en una chacra; lo que al final logró; pero
mientras convertía la quebrada en chacra vio muchas
cosas. Pero lo que más le sirvió fue que cuando se
encontraba hachando los montes, escuchó unas voces
como si la quebrada estuviera hablando. El hombre prestó
atención y escuchó decir que los hombres eran callados,
que a la quebrada le gustaba la gente que silbaba, que
cantaba; por eso sólo no hacía daño a quien entraba
silbando o cantando. Al oír esto, ese señor se quedó
asombrado; pero desde ese momento siempre que
ingresaba a la quebrada, lo hacía entre silbos o entre
canciones.

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También conoció a Catary. Éste era un sapo
cubierto de lana. Era el único de esa especie en la
quebrada y vivía en un manantial de aguas calientes. El
hombre lo respetaba porque dijo que él era el rey de la
quebrada, porque era el único.

También vio a unos hombres de aproximadamente


noventa centímetros que tenían cachitos en la cabeza. Al
inicio se asustó, pero después agarró una pala y empezó
a hacer bulla y a lanzarles piedras, hasta que los
hombrecillos desaparecieron.

Así pasó el tiempo. Hoy en día la quebrada ha sido


completamente civilizada, incluso entran a la quebrada sin
silbar y no les pasa nada. Y con respecto al sapo Catary,
desapareció; y en vez del manantial de aguas calientes
apareció un manantial de aguas completamente heladas.

60
LA PERSECUCIÓN DEL
CONDENADO
Carlos J. Mamani Valdivia

Lo que voy a contar sucedió en las alturas de Moquegua,


exactamente en el distrito de Ichuña, camino a un anexo
llamado Maycunaca. Como todos sabemos, cuando los
profesores van a trabajar a la parte alta, para ellos todo es
extraño, desolado y triste. Ya que muchas veces las
escuelas son unidocentes, o sea, donde sólo trabaja un
profesor; por lo que tienen de ir de pueblo en pueblo
buscando a sus colegas, para pasar un fin de semana en
compañía de los más cercanos que se pueda encontrar.

Cierta vez, un profesor luego de pasar un fin de


semana con sus colegas, donde jugaron, cocinaron y se
contaron muchas historias y anécdotas vividas por esos
lugares, tuvo que emprender su viaje de regreso al pueblo
donde él trabajaba. Aproximadamente tenía que caminar
nueve horas a pie, pasando por laderas, cerros y
quebradas.

En la trayectoria de la caminata, iba alegre y


cantando con su guitarra, pero al llegar a una especie de
cañón siente que alguien lo sigue, y sin darle importancia,
sigue su camino sin voltear para atrás; pero después de
unos minutos de seguir caminando vuelve a sentir lo
mismo; se detiene; voltea para mirar, y no ve a nadie.
Entonces se asusta y empezó a caminar muy rápido. Deja
de cantar y de tocar su guitarra. Y mientras los minutos
pasaban él seguía sintiendo lo mismo.

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Luego recordó lo que una vez le contaron los
lugareños que vivían en esos lares.

No sabía qué hacer. Estaba aterrorizado. Sentía


que le faltaba el aire. Tenía dificultad para respirar. El
cuerpo se le desvanecía; y lo único que hizo fue rezar y
rezar, pero no dejaba de caminar ni tampoco volteaba
para mirar atrás. En el momento que él menos pensó ya
no sentía nada, hasta que llegó a su cuarto donde él vivía.

Al otro día, después de que había pasado todo,


cuenta lo sucedido a unos pastores que allí vivían y ellos
le dicen que fue un condenado que cada cierto tiempo
siempre para asustando a todo viajero que por allí pasa
tarde de la noche.

Después de esto, el profesor nunca más volvió a


caminar de noche por esos lares ni por ningún motivo.

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LOS DIABLITOS DEL
«ELEFANTE BLANCO»
Por María Elena Flores Paco

Esto pasó en Moquegua, cerca del lugar denominado El


Portillo.

Una noche un abuelito en estado de embriaguez se


quedó dormido solo en su choza como siempre; pero esa
noche sintió pequeñas bullas y ruidos extraños. Abrió los
ojos y vio unos pequeñísimos diablillos desnudos con sus
colitas y sus cachitos. Vio que querían jugar con su
billetera. El abuelo sin moverse y helado de susto se
quedó quieto. Y ya por el amanecer la tierra se abrió
como una cueva y comenzaron a entrar todos los
diablitos.

Y siempre le sucedía esto cuando tomaba más de


la cuenta, y fue preocupándose porque no le dejaban
dormir ni cuando se encontraba bien. Fue a consultar a un
curandero, y éste le dijo que desde la calle 28 de Julio y
todo el lugar donde estaba la construcción del «elefante
blanco», o sea, el reservorio de agua, había sido
antiguamente un cementerio, allí también enterraban a
guaguas que morían de repente; por eso tenía esas
visiones. Para que esté en paz debía rezar y pedir por el
descanso de esas almas.

Así lo hizo. Pero el abuelito ya dejó de


embriagarse. Tampoco tuvo más visitas de los diablitos.
Esto pasó hace mucho tiempo, mucho tiempo.

63
EL MÚSICO PERDIDO
Recopilado por María Flores Paco

En el mes de mayo en fiestas de cruces, la banda de


músicos de Ilo tenía un contrato en el distrito de Sacuaya,
donde sucedió un accidente con uno de ellos.
El primer día estaban tocando bien y al siguiente
día casi por el atardecer ya cuando todos los de la banda
estaban medio picaditos, uno de ellos había bebido de
más y se fue a dormir a un rincón y dejó su tambor; y el
que tocaba platillo agarró el tambor y comenzó a tocar,
cuando de repente se levantó el dueño del tambor, se le
acercó y le dio un empujón. El hombre cayó desprevenido
desde unos ocho metros. Todos se acercaron a ver, y el
hombre estaba tirado como un costal de papas. Entonces,
esperaron a que dejara de jugar y subiera a tocar.
Esperaron, y no subía, hasta que uno de ellos bajó a ver
qué sucedía y lo encontró frío. Lo subieron rápido.
Hicieron que dos compañeros se lo llevaran a la posta de
Sacuaya. Uno de ellos tenía necesidad de orinar y se fue
y dejó al accidentado acompañado del otro compañero,
que se quedó dormido. El accidentado se despertó, se
levantó y se fue. Al despertarse el otro no vio a su
compañero enfermo y al regreso de su otro compañero, le
contó que se había quedado dormido y cuando despertó
ya no estaba el herido y que quizás se había ido a orinar.
Lo esperaron y no llegaba, y como ya era demasiado
oscura la noche se regresaron para ver si había
regresado; pero no había nadie.

Llegado a casa. Lo buscaron casi toda la noche y


no lo encontraron. Amaneció y seguían tocando; y
algunos de sus compañeros lo fueron a buscar por

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distintas partes porque era muy peligroso andar solo por
esos lugares; preguntaron a todos los tenientes
gobernadores del distrito y nadie daba razón, y seguían
buscando hasta el atardecer.

Una comisión de Guatalaque llegó a la casa del


alferado pidiendo que fueran a identificar a la persona
detenida, porque si no era uno de sus compañeros lo
llevarían al puesto de Carumas detenido por haber estado
merodeando y ser desconocido del distrito. Entre seis
compañeros fueron con la comisión para identificarlo y
llegaron y hablaron con el teniente para ver si era la
persona perdida. Ellos le preguntaron su nombre y no
sabía cómo se llamaba ni qué hacía ahí, a ratos decía que
venía de Laraquere para llevar algunas alpacas y que
venía con sus burros y sus cargas y que le estaban
esperando para seguir.

La comisión lo llevó a la casa del alferado, hasta


que se quedó dormido sin hacer problema al que le
empujó y no quería comer sólo quería dormir. Y se quedó
dormido hasta el día siguiente.

Los alferados despidieron a los músicos, y la banda


se vino a Ilo. Al accidentado lo llevaron a su casa y al día
siguiente amaneció muy mal; amaneció como si estuviera
loco, decía cosas sin sentido y lo llevaron de emergencia
al manicomio a que lo vean, pero seguía igual. Hicieron
llamar a un curandero y éste les dijo que le había
agarrado la tierra y que se lo estaba comiendo vivo y que
también tenía algunos sustos fuertes. Le vio la cabeza y el
cráneo estaba lastimado porque había caído sobre unas
piedras. También tenía lesiones en el cuerpo. Lo curaron,
pero no quedó nada normal; siempre le fallaba algo en su
cabeza. Y veía burros.
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