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Preseminario: Ética
2013- II
Ponente: Efraín Velásquez Pérez
Cuando hablamos de acabar con la vida de seres de nuestra especie, tenemos que tener en
cuenta la variedad de formas que existen para llevar a cabo esta cuestionable labor. De
acuerdo a la diversidad de casos que se dan, podemos analizar esta acción, que busca
solucionar el padecimiento de seres humanos que están próximos a la muerte y, de la forma
más prudente posible, evitarles la angustia y el dolor. La eutanasia es un término que abarca
casi la totalidad de las formas en que se le puede quitar la vida a cualquier ser, y Singer, en
el caso de la especie humana, al hablar de eutanasia 2 distingue tres tipos, a saber: la
eutanasia voluntaria, la eutanasia involuntaria y la eutanasia no voluntaria.
La primera abarca los casos más aceptados por la comunidad en general, pues el paciente o
la persona que tiene alguna clase de sufrimiento emite o comunica de alguna manera su
deseo de morir. En este caso debemos hacer una distinción, pues el suicidio asistido puede
enmascararse como la eutanasia voluntaria y no es lo mismo, veamos: en el suicidio
asistido, aun cuando la persona expresa el deseo de morir y tiene las capacidades para
hacerlo ella misma, un agente externo se involucra en dicho procedimiento para ayudarla a
1
“Quitar la vida: el embrión y el feto”
2
Singer nos muestra dos formas de considerar la eutanasia. La primera que consiste en tener una muerte sin
sufrimiento (noción general) y la segunda que refiere a acabar con la vida de enfermos terminales por el
bienestar de ellos mismos (noción altruista).
Universidad Nacional de Colombia
Preseminario: Ética
2013- II
Ponente: Efraín Velásquez Pérez
En el segundo tipo de eutanasia la persona que muere no consintió sobre el deseo de morir;
tengamos en cuenta que la persona de este caso tiene capacidad para decidir si quiere morir
o no, pero no se le pregunta y, si se le preguntara, desearía seguir viviendo; en este caso se
despliegan dos incidentes distintos, pues si la persona no consintió en morir es porque se
presupone el deseo: “ Matar a alguien que no ha dado su consentimiento para morir,
solamente se podrá considera eutanasia cuando el motivo para matar es el deseo de que
acabe un sufrimiento insoportable para la persona que va a morir” (Singer. 1995. p. 221)
Mientras que la persona que consintió y concluyó seguir viviendo es un caso totalmente
distinto. En cualquiera de los dos casos anteriores se consideraría eutanasia involuntaria si
el objetivo es suprimir el sufrimiento insoportable de la persona a la que se le va a practicar
el procedimiento para dar muerte; sin embargo, Singer aclara que estos casos de eutanasia
involuntaria son difíciles de imaginarse en la práctica. Creo que esta afirmación lo hace
suprimir ejemplos claros para comprender de mejor manera este tipo de eutanasia. El tercer
tipo de eutanasia es el objeto de debate en la presente ponencia, de ahí que la analice a
continuación.
decidir sobre su vida, ni la capacidad del lenguaje para comunicarse por medio de signos
lingüísticos: “Ningún recién nacido, discapacitado o no, posee un derecho a la vida tan
fuerte como los seres capaces de considerarse a sí mismo como entidades diferenciadas,
que existen a lo largo del tiempo” (Singer. 1995. p. 225)
Deseo que analicemos las propuestas de Singer para determinar si son todavía prácticas,
dada la abundancia de situaciones que se pueden presentar en la vida diaria. Retomemos el
caso de los niños recién nacidos estableciendo dos situaciones de vida totalmente diferentes
en los padres. Una mujer que habita un sector deprimido de alguna ciudad, se encuentra en
estado de embarazo. Durante toda su gestación no asistió a un control prenatal adecuado
que le indicara en qué estado se venía desarrollando la criatura. Cuando llegó el momento
del parto y su hijo nació, le determinaron síndrome de Down. Lo más posible es que esta
mujer actúe conforme a la desesperación y recurra a uno de tantos mecanismos para
deshacerse de una criatura. Singer ve las personas con este síndrome, naturalmente como
personas discapacitadas, que además no tienen la capacidad de autonomía. Si la madre
decide dejarlo vivir nunca podrá ser autónomo, pero se le puede discutir algo a Singer en
este punto: quizás no tenga capacidad de autonomía, pero tiene conciencia de sí en la
posible adultez. Esta madre no piensa si su hijo será feliz o no, simplemente piensa en su
bienestar y lo que le acarrea el cuidado de este niño, desde el tiempo hasta el dinero.
Ahora cambiemos de contexto y pensemos en una mujer que desea un hijo y, poco
después, queda en cinta. Aun cuando sabe que su hijo viene con este síndrome decide
tenerlo, pero cuando el niño nace ella toma conciencia de la situación y consulta con su
médico si es mejor darle muerte al niño. El médico asiente, y ella piensa que si da muerte a
esta criatura en un futuro no muy lejano puede reemplazarlo por otro hijo que venga en
condiciones normales. El argumento de la reemplazabilidad 3 aplicado a este caso sugiere
que es plausible pensar en la muerte de este niño, muerte que será la consolidación de una
nueva vida (nuevo embarazo) para mejorar el estilo de vida de los padres y para contribuir a
la felicidad de los dos seres. Suponiendo que esta mujer no posee la capacidad y el amor
para hacerse cargo de una criatura con estas condiciones se da fin a la vida de este niño,
“Ni el feto, ni el recién nacido son individuos con capacidad para considerarse así mismo
como entidad diferenciada con una vida propia que seguir, y la reemplazabilidad debería
considerarse una opción éticamente aceptable solamente en el caso de los recién nacidos,
o de etapas todavía más tempranas a la vida humana” ( Singer. 1995. p.p. 232-233). La
madre, para tomar esta decisión, tuvo en cuenta el posible dolor y la desventaja de este niño
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El argumento de la reemplazabilidad tiene que ver, en lo que respecta a seres de la especie humana, con la
perspectiva de la planeación de un futuro, lo que hace diferente a los seres humanos “consolidados” de los
animales; sin embargo, aquí está la cuestión planteada por Singer sobre los infantes, pues son comparables
con los animales, ya que no tienen conciencia de sí.
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2013- II
Ponente: Efraín Velásquez Pérez
Notamos en los dos párrafos anteriores algunos ejemplos de análisis sobre el tipo de
eutanasia no voluntaria, en los cuales pudimos observar que el decisionismo está basado en
argumentos de situación de dolo, de situación de bienestar (economía), argumentos de
reemplazabilidad y determinaciones que se pueden tomar gracias a estudios científicos.
Observemos otro caso de muerte no voluntaria para observar si existe la concatenación en
algunos de los argumentos anteriores. Al igual que un infante recién nacido una persona
que deja de tener conciencia de sí y que además no puede ser autónoma, se le puede
determinar según Singer la muerte no voluntaria, pero solo en el caso de nunca haber
expresado si en una situación así preferiría vivir o morir. Estos casos de pérdida de
conciencia se dan en personas adultas que tuvieron vida y experiencia de la realidad que
compartimos, pero que han dejado de ser conscientes de ella, personas que sufren en un
estado deplorable de inmovilidad y, aparte, de inconciencia. Pero propongo esta suposición
que no es tan aislada de hechos que ocurren a diario. Un aciano pegado a sus principios
demasiados sacros deja una evidencia a su mujer, mucha más joven que él, donde establece
su deseo de no morir “por mano del hombre”, aun cuando tenga una enfermedad vegetativa
que le cause demasiado sufrimiento a él y su familia; sin embargo, ella, por motivos de
cuestionable moralidad decide ocultar el documento cuando el anciano efectivamente queda
en estado de coma. Los hijos del anciano recuerdan tiempos pasados donde su padre decía
que por ningún motivo deseaba morir por manos del hombre, pero la esposa del anciano
argumenta que días antes él le había expresado su deseo de morir en caso de quedar
inconsciente y aparte inmóvil, ella justifica el cambio de pensamiento en el anciano por
cuestiones de que antes no había sentido próximo el dolor a la muerte, pero que en ese
instante ya se encontraba enfermo y sentía dolor, “…los argumentos más plausibles a la
hora de atribuir a un ser el derecho a la vida son aplicables solamente si existe conciencia
de sí mismo como ser que existe en el tiempo, o como yo mental continuo” (Singer. 1995.,
p. 227), en este caso el anciano no tendría ninguno de los dos. Por lo tanto, Singer
respondería que “la eutanasia no voluntaria sería justificable solo para los que nunca
fueron capaces de elegir entre la vida y la muerte” (Singer.1995.p.238).
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http://www.mamanatural.com.mx/2013/04/neurocientificos-en-francia-investigan-el-momento-en-que-un-
bebe-adquiere-conciencia/
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Ponente: Efraín Velásquez Pérez
Para concluir, es menester tener en cuenta que en el último caso expuesto de muerte no
voluntaria, se pueden discutir muchas cosas acerca de la confiabilidad de la información
presentada por las personas cercanas a la persona enferma, pues pueden mentir para
beneficios propios o simplemente mentir para no ver postrada la persona y establecer qué
prevalece antes que su decisión: el no sufrimiento de ella o de los hijos como familiares
directos. Ustedes también me podrían discutir que puede ser un caso de eutanasia
involuntaria, pero ahí se sitúa la capacidad de inferir y argumentar, pues puede que no
sepamos la verdad de la situación, pero sin embargo, se puede establecer la diferencia
eliminando ambigüedades. Este ejemplo también presentaría un enorme desafío
jurisprudencial, dado que la información no puede ser suficiente para tomar una decisión.
Pero igual, la decisión debe tomarse. Y no es claro si la respuesta de Singer, y la del
utilitarismo en general, es la más adecuada en este ejemplo específico.
De ahí que el propósito de este ejercicio consista en dejar ver la necesidad de que los
cuidadosos postulados propuestos por Singer pudiesen tener el suficiente alcance de una
respuesta aplicable a casos como el último expuesto; por cuanto no es claro cómo un ser
humano pueda establecer una postura adecuada acerca de un mal que aún no ha padecido,
dado que la opinión humana es tan cambiable conforme un hecho es contingente.
Bibliografía
Infografía adicional:
- http://www.mamanatural.com.mx/2013/04/neurocientificos-en-francia-investigan-el-
momento-en-que-un-bebe-adquiere-conciencia/
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