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CONDUCTISMO

LAS BASES FILOSÓFICAS

EL POSITIVISMO DE COMTE
La ley de los tres estado es una filosofía de la historia, pero cuyo verdadero fundamento radica
en una verdadera teoría o sea, los supuestos del cambio social. El paso de un estado a otro del teológico
al metafísico y de este al positivo, se lleva a cabo mediante una serie de revoluciones culturales y
sociales al mismo tiempo. La revolución cultural de lo religioso a lo metafísico consiste en explicar la
realidad ya no por entidades sobrenaturales, sino por “abstracciones personificadas”. El mismo Comte
reconoce que no existe, en este caso, verdaderamente, un cambio radical de fundamento, pues ambas
siguen interpretando la realidad a través de entidades trascendentes. Este es un tránsito debido a “la
propia naturaleza del espíritu humano”.
En el estado filosófico, la razón se libera de la tradición y de la superstición, actúa libremente.
Pero esta libertad la hace “especulativa”, es decir, constituye directamente la realidad, sin atenerse al
testimonio de los sentidos, al fundamento de la experiencia. La metafísica es, en cierto modo la razón
actuando libremente sin someterse a los requerimientos de la realidad, que es su verdadero objetivo. De
ahí los órdenes sociales utópicos, sin base en la experiencia.
Significativamente Comte ha dicho que el estado filosófico responde a la disolución de las
creencias teológicas. Es un método principalmente crítico, de ataque, para destruir las bases morales del
antiguo régimen; Método meramente discursivo, analítico, carente de apoyos para construir algo
positivo. Filosofía negativa que sirve para destruir, pero no para construir.
El ensayo sobre un sistema de política positiva es un manifiesto filosófico, en favor de la
revolución de los nuevos tiempos, revolución que Comte interpreta como una verdadera revolución
científica, cuya finalidad es la obtención del verdadero método para llegar a la verdad, a los
conocimientos objetivos y positivos, que describen y aprenden la realidad y que permiten una revolución
social, la cual consiste en sustituir el sistema vigente por otro nuevo sistema. Pero este exige postular
una nueva finalidad a la sociedad. Comte señala esa nueva finalidad como el dominio de la naturaleza, en
beneficio del hombre; la desaparición del dominio del hombre sobre el hombre.
La revolución que Comte proclama en este ensayo, que realizará el tránsito al estado positivo, es
científica y no política justamente porque la ciencia va a dar término a lo político propiamente dicho, al
sustituir el dominio sobre el hombre por el dominio sobre la naturaleza.
Comte piensa que la revolución científica que predice y casi ve nacer frente a sus ojos dará lugar
a su vez a una revolución educativa, como sus consecuencias mas precisas y necesarias . La educativa
consiste en la formación de la sociedad, bajo el nuevo enfoque científico, el aprender y el acostumbrarse
a interpretar la realidad a través de la ciencia. Pero la revolución industrial es la verdadera
reorganización social. No se trata, como se pensaría en términos actuales, en organizar la producción
económica independiente aunque vinculada con las instituciones sociales. Es más bien la organización
económica misma que reemplaza a las antiguas instituciones sociales; la transformación de todas las
relaciones sociales en función de la producción económica.

La historia científica
La filosofía de la historia y la ciencia de Comte, se puede llegar fácilmente a la convicción de que
su postura es básicamente intelectualista, que todo lo explica por el “poder de la inteligencia”, como él
mismo lo dice, y que en esencia las ideas determinan la forma de las cosas. Por lo mismo, para conocer
el estado de la civilización se deben buscar las ideal generales que lo animan y lo explican. Lo cual
podría implicar que el futuro estado social a de concebirse mediante la razón y posteriormente ejecutarse
en la sociedad. Lo que nos haría caer nuevamente en la posición utópica; en el error de concebir el
futuro especulativamente, sin atenernos a los datos que proporcionan la experiencia.
Nada más lejos de la posición epistemológica de Compte que acepta un conocimiento a priori de
lo histórico y lo social: La política es positiva o científica justamente porque, como toda ciencia solo
aspira a conocer las leyes naturales que regulan el desarrollo de las sociedades humanas. Pero estas leyes
se desprenden del estudio directo de los hechos históricos, son la generalización de lo que se observa en
cada época y que explica la sucesión de sus fenómenos, de sus acontecimientos.
Hay que considerar a la ciencia política como una física particular, fundada en la observación
directa de los fenómenos relativos al desarrollo colectivo del género humano, que tiene como objeto la
coordinación del pasado social, y como resultado la determinación del sistema que la marcha de la
civilización.
“No existe hasta ahora verdadera historia; concebida con espíritu científico; es decir, que tenga
como fin la búsqueda de las leyes que rigen el desarrollo social de la especie humana”. Para aclarar las
fórmulas anteriores hay que tener en cuenta que por “coordinación del pasado social”. Comte entiende
el describir y destacar la forma de organización social, derivada de estado de las civilizaciones lo cual
no puede entenderse de otra manera si no de que su conocimiento debe ser a posteriori y de ninguna
manera a priori. Para cumplir con esa condición fundamental, hay que concebir por una parte, a la
organización social como algo estrechamente ligado al estado de las civilizaciones, el cual determina;
por otra parte, es necesario concebir la marcha de la civilización como algo sujeto a ley invariable,
fundada en la naturaleza de las cosas.
El análisis , aunque sea somero de estas ideas centrales de Comte permitirá aclarar su sentido, en
cuanto al papel de la ciencia ante la historia.
El desarrollo de la civilización está sujeto a una ley natural, es decir, independiente de la voluntad
humana , que resulta de la naturaleza propia de las cosas; invariable, cuyo curso no cambia ni puede
alterarse por la intervención de la voluntad. La civilización determina el sistema social y político, lo que
supone la distinción de ambos sistemas. En realidad, “civilización” es el sistema científico mismo. Las
bellas artes sólo ayudan a que los hombres acepten emocionalmente lo que la razón establece
científicamente. La industria es la acción, la aplicación de las leyes naturales, descubiertas por las
ciencias. En síntesis la civilización es la teoría sobre la realidad, sus leyes, su aceptación y aplicación que
resultan de la metodología de las ciencias de la observación.
Esta realidad se rige por leyes independientes de la voluntad humana. Pero en tanto no son
conocidas por el hombre, no sirven a sus propósitos. La ignorancia o el error científico convierten a la
acción social en ineficaz e inservible. El único auténtico fin de la sociedad humana, parece decirnos
Augusto Comte en este ensayo, en la industria científica, que permitiría producir todos los bienes
materiales necesarios para satisfacer las necesidades humanas. Cuando las sociedades se apartan de este
fin fundamental el resultado es un régimen opresivo, el sistema político donde privan los grandes males
de la humanidad, ignorancia, enfermedad, miseria, discordia, implícito, y latente en esta concepción
materialista de la historia, se encuentra una gran utopía de Francisco Bacon, la nueva Atlántida, una
sociedad perfecta, feliz y prospera, cuyos problemas han sido solventados por el avance de
conocimiento científico. Utopía que no hace si no repetir el antiguo sueño de la “edad de oro”, de los
clásicos, en el cual la única causa de los males sociales, la escasez de los bienes materiales, han sido
superados.
Comte examina el avance del conocimiento científico en su tiempo llega a la conclusión de que la
seria fundamental de la ciencias se encuentra prácticamente constituida por las matemáticas, la
astronomía, la física, la química y la fisiología. Sólo falta coronar este progreso de la ciencia con la
ciencia social o como el prefiere decirle la ciencia política positiva.
HISTORIA
SURGIMIENTO

Con la publicación, en 1913, del artículo John. Watson de (1878-1958), La psicología, tal como
la ve el conductista, nació la nueva escuela conductista que ya anteriormente se había desarrollado a
partir de los estudios del comportamiento animal. Los conductistas pensaban que no valía la pena
intentar imaginarse lo que la gente ve o siente (como lo hacían los estructuralistas) y como piensan y
porque (como lo hacían los funcionalistas). Más bien se concentraron en lo que realmente podían ver.

En pocas palabras estudiaban solo el comportamiento y hechos observables. Reemplazaron la


introspección como método de investigación, por estudios de laboratorio dedicados al
condicionamiento, un tipo de aprendizaje. Si se podían determinar el tipo de respuesta que daría una
persona o animal frente a un estímulo determinado, opinaban que se conocería lo más importante de la
mente. Con esta orientación la investigación se dirigió hacia la experimentación con animales y el trabajo
sobre el aprendizaje. Los conductistas hacían hincapié en la importancia del ambiente en la formación de
la naturaleza humana que importancia a las características hereditarias.

EL CONDUCTISMO DE WATSON
El funcionalismo estadounidense allanó el camino para el conductismo clásico que fundó Watson.
Al hacer hincapié en la conducta adaptativa y rechazar el sujetismo que estaba presente en la primera
psicología funcional, Watson se proponía liberar a la psicología de una vez por todas, de los últimos
vestigios de “la psicología de los estados de conciencia”. Watson proclamaba autoconscientemente una
doctrina radical de psicología. Incorporó el reflejo condicionado en su esquema como principio
combinatorio objetivo, substituyendo con él la ciega “asociación de ideas” mentalistas. Hacia 1920, los
psicólogos estadounidenses, bajo la influencia de Watson, comenzaron a basar la explicación de
aprendizaje en el reflejo condicionado como el mecanismo esencial para la modificación de la conducta.

SU FILOSOFÍA BÁSICA

El manifiesto de Watson comienza así:

“La psicología, tal como el conductista la ve, es una rama puramente objetiva y experimental de las
ciencias naturales. Su objetivo teórico es la predicción y el control de la conducta. La introspección no
es parte esencial de sus métodos ni depende el valor científico de sus datos de la prontitud con la que se
presten a interpretación en términos de conciencia. El conductista, en sus esfuerzos por lograr un
esquema unitario de la respuesta del animal, no reconoce divisoria entre el hombre y éste. La conducta
del hombre, con todos sus refinamientos y complejidad, es sólo una parte del esquema total de
investigación del conductista”.
(Watson,1913, p. 158)

La primera fase sitúa directamente la psicología en el esquema de las cosas como una rama de las
ciencias naturales, lo que la conduce a los métodos experimentales objetivos de las ciencias naturales. En
consecuencia, la introspección como método y la conciencia como objeto deben rechazarse. El objeto de
la psicología científica era la formulación de una teoría que permitiese la predicción exacta y que fuese
lo suficientemente general para abarcar todos los organismos (no sólo al hombre).
“Podemos asumir tanto la presencia como la ausencia de la conciencia en cualquier punto de la escala
filogenética, sin afectar en un ápice o una tilde los problemas de la conducta, y sin influir en modo
alguno la manera de arrancarlos experimentalmente. Por otra parte, yo no puedo suponer por un
momento que él permaneció responde a la luz, que la rata aprende un problema más rápidamente si
trabaja en la tarea cinco veces al día que si trabaja una vez al día, o que el niño muestra mejoras en sus
curvas de aprendizaje. Estas son cuestiones que conciernen vitalmente a la conducta y que deben
decidirse mediante la observación directa en condiciones experimentales.
(Watson, ibid., p 161)
En este cuadro de referencia se desplazó al hombre del foco de atención tradicional de la
psicología para substituirlo por el “organismo”.
De un audaz plumazo, Watson destruyó el dualismo cartesiano mente-cuerpo, aboliendo la
mente, y con ella el antiguo problema filosófico de la relación entre los dos términos.
Concibió al psicólogo como conductista, totalmente comprometido con los supuestos, métodos y
procedimientos de las otras ciencias. No había necesidad de introducir nada extra, especialmente
diseñado para la psicología. Una vez que se abandonó el dualismo, la psicología podía descansar, sin
más, en los artículos de fe del científico. Watson creía que era posible definir la psicología como la
ciencia de la conducta y no apartarse nunca de este principio definitorio haciendo referencia a términos
mentalistas. Creía que esto podría llevarse a cabo en términos de estímulo y respuesta, junto con un
principio de aprendizaje de la formación de hábitos.

“La psicología que yo trataría de construir tomaría como punto de partida, en primer lugar, el hecho
observable de que el organismo, tanto el hombre como el animal, deben adaptarse al medio ambiente
mediante lo que poseen por herencia y hábito. Estas adaptaciones pueden ser muy adecuadas o tan
inadecuadas que el organismo apenas mantenga su existencia; en segundo lugar, que ciertos estímulos
hacen que los organismos respondan. En un sistema psicológico completamente elaborado, una vez dada
la respuesta se puede adivinar el estímulo; dado el estímulo se puede predecir la respuesta. Este conjunto
de proposiciones es liso y llano en extremo, como deben ser todas estas generalizaciones, pero no más
que las que aparecen en los textos actuales de psicología”.

Watson adoptó, pues, un enfoque riguroso en términos de estímulo respuesta (E-R) para explicar la
conducta. Las respuestas debían explicarse, por su relación de dependencia, con rasgos observables de la
estimulación. La estimulación, en el concepto de Watson, pasó a considerarse como exógena (de origen
externo) lo que hizo que su concepción fuera marcadamente ambientalista. Algunos de sus primero
experimentos con animales en laberintos dieron preeminencia al sentido ciestésico (músculo), pero en
general hizo hincapié en la instigación exteroceptiva de las respuestas manifiestas. Toda la conducta
tenía que explicarse en términos de relaciones estímulo- respuesta, y las generalizaciones relativas a la
conducta debían basarse en la observación experimental objetiva. Los reflejos ya existentes al nacer, se
elaboran simplemente por condicionamiento, para extender el potencial conductual del organismo. La
conducta más compleja era un problema de formación e integración de hábitos concebidos como
disposiciones adquiridas de conexiones estímulo-respuesta complejas. Tal concepción lo liberó de todo
mentalismo. La percepción podía manipularse (sin referencia a la conciencia) como “conducta
descriminativa”; la psicología física podía aceptarse tomando el “informe verbal” como una forma de
conducta manifiesta; al pensamiento se le daba un mecanismo motor en forma de “discurso subvocal”.
Watson mismo estaba consciente de la posibilidad de que su conductismo sufriese un cambio
substancial como resultado de la evaluación crítica, puesto que en el prefacio de la segunda edición de la
obra psichology dice:

Desde 1919, cuando por primera vez se publicó este libro, el conductismo ha sufrido una
evaluación emocional y lógica. Pero aún no se decide que se vuelva sistema dominante en psicología o
siga siendo meramente un enfoque metodológico.
LA PSICOLOGÍA OBJETIVA DE PAVLOV

Iván P. Pavlov era, ante todo, un fisiólogo sin intenciones de establecer una nueva escuela de psicología.
Sin negar la importancia de los fenómenos psicológicos, parece haber sido muy escéptico en relación
con el modo típico en que los psicólogos se ocupaban de ello. Citando a William James, cuya alusión a
la psicología era “no como una ciencia, sino como una esperanza de la ciencia”. Citó a Wundt como
fundador del así llamado “método experimental en psicología” para Pavlov era evidente no querer
utilizar ni dedicar su tiempo a utilizar como método científico; la introspección de los estado subjetivos
de conciencia.
Pavlov consideraba que las funciones de la actividad nerviosa especializada se encontrara en el
funcionamiento de los hemisferios cerebrales. El aprendizaje, el pensamiento, la solución de problemas y
todas las actividades que se consideraban específicamente psicológicas dependían de la integridad de los
hemisferios cerebrales.
Considérese el perro, que ha sido desde tiempos remotos el servidor del hombre. Piénsese como
puede ser entrenado para que ejecute diversas tareas, vigilar, cazar, etc. Sabemos que esta conducta
compleja del animal, que sin duda implica la actividad nerviosa especializada, esta asociada
principalmente con los hemisferios cerebrales. Si suprimimos los hemisferios en el perro ..., el animal no
sólo es incapaz de ejecutar estas tareas, sino que ni siquiera puede cuidarse a sí mismo. Se convierte de
hecho en un inválido sin esperanza, y no puede sobrevivir mucho tiempo, si no se le atiende
cuidadosamente.
En el hombre también la actividad nerviosa especializada depende de la integridad estructural y
funcional de los hemisferios cerebrales. Cuando estas estructuras resultan dañadas y se impide de algún
modo su funcionamiento, también el hombre queda inválido, no puede seguir ejecutando sus tareas
normales y tiene que ser retirado del mundo del trabajo de los demás
(Pavlov, trad. al inglés de Anrep, 1960, p.1)

Para Pavlov entonces (como para Hebb mucho después), la organización de la conducta era
problema de organización de los circuitos nerviosos en los hemisferios cerebrales. Concibió la
elucidación de los mecanismos que sirven de base para la organización de la actividad nerviosa
especializada como ”un campo limitado, con grandes posibilidades para la investigación”
Sin embargo, no veía provenir en la aplicación de las técnicas típicas introspeccionistas de los
psicólogos a los datos subjetivos para solucionar problemas, escribió:
“Se ha hablado de las actividades de los hemisferios como de un tipo especial de actividad psíquica, cuya
operación sentimos y aprendemos en nosotros mismos y que, por analogía, suponemos existe en los
animales. Es una anomalía que se ha situado al fisiólogo, en posición extremadamente difícil, por una
parte, parecería que el estudio de las actividades de cualquier otra parte del organismo deberían
encontrarse en el campo de trabajo del fisiólogo, pero por otra parte sucede que ha sido anexada al
campo especial de otra ciencia: La psicología”.

El punto principal de interés, en relación con el método adoptado por Pavlov, en sus trabajos
personales fue que de ningún modo se puso a observar la estructura y la función del sistema nervioso
(como hubiese podido esperarse por su interés en la fisiología), se trataba de un estudio especulativo a
cerca de la función de los hemisferios por medio de lo que ahora se reconoce como el método distintivo
de la psicología objetiva. Es decir, presentaba estipulaciones controladas y registraba las respuestas
manifiestas sacando conclusiones respecto al modo como el cerebro funcionaba, con base en estas
observaciones. Por lo tanto los estudios de Pavlov sobre el reflejo condicionado analizan el modo de
como trabaja el sistema nervioso, para establecer nuevos sistemas de estímulo-respuesta, y parte no del
examen de los nervios y de sus conexiones, sino del estudio de la conducta de los animales, en
condiciones de estipulación específica en función de lo que se espera que suceda si el sistema nervioso
trabaja del modo sugerido. Se trataba, como lo describe Hebb, de un sistema nervioso teórico y su
método era un método psicológico aplicado al estudio de los mecanismos fisiológicos que meditaban la
conducta del organismo.

LA REFLEXIOLOGÍA RUSA

A las influencias estadounidenses hay que añadir el peso de la reflexología rusa, por su insistencia
en el estudio objetivo de las relaciones de estímulo respuesta, tal como se manifiesta en los trabajos de
Pavlov y Bejterev. El objetivismo ruso y su producto, el reflejo condicionado, hicieron posible la
producción de un conductismo totalmente objetivo que, su forma no radical, fue en extremo positivista
por la abolición de todos los términos mentalistas y de los métodos introspectivos.
Bejterev (1857-1927) y Pavlov (1849-1936) trabajaron aproximadamente en el mismo periodo y,
aunque de temperamento y concepción filosófica diferentes, se ocuparon de las líneas paralelas de la
psicofisiología. Sus concepciones científicas estaban profundamente influidas por la filosofía positivista
materialista rusa del fin del siglo IX. El resultado fue que su pensamiento y su metodología estaban
orientados hacia lo que podríamos describir como “determinismo positivista”. En relación con la
psicología esto significa el rechazo de los fenómenos subjetivos y del método introspectivo y su
substitución por fenómenos objetivos (conducta manifiesta) y el método de observación pública. Pavlov
resultó ser el más famoso de los dos.
Cabe señalarse que Bejterev estudió la psicología con Wunt y su trabajo en la psicología
experimental reflejó la influencia de este. Pero Bejterev justificó su elección sobre la base de que la
conducta adaptativa en el hombre y en los animales se lleva a cavo, en su mayor parte, mediante
movimientos corporales relacionados con las exigencias del medio ambiente. Era, pues, un psicólogo de
estímulo-respuesta riguroso (E-R), que desarrolló una teoría de la conducta basada en la adquisición de
reflejos de asociación y suprimió el término de psicología, substituyéndolo por el de reflexología, la que
tipifica su enfoque mecanisista de la conducta.

EL REFLEJO CONDICIONADO
Pavlov halló un fenómeno conductual que dirigió sus investigaciones hacia “estudio objetivo de
los hemisferios cerebrales”. Estaba convencido de la naturaleza refleja de la producción de saliva
producida al ingerir alimentos y poner sustancias en la boca. El fenómeno tenía todas las características
de una respuesta inevitable involuntaria y no aprendida, presente desde el nacimiento y ligada a una
estipulación específica. En el transcurso de la investigación observó que la salivación se producía a veces
a un estímulo extraño, inicialmente inadecuado, no relacionado en modo alguno con la respuesta natural
de las glándulas salivales. Por ejemplo, la simple aparición del auxiliar que normalmente alimentaba al
perro era suficiente para producir la salivación. Este fenómeno se demostraría de manera bastante
inquietante y algunos espectadores desaprensivos empezaron a chupar naranjas frente a los
trompetistas mientras ejecutaban una pieza. Puesto que no había estímulo fisiológico adecuado, no había
conexión neutral directa entre la vista y la saliva. Pavlov designó el fenómeno con el nombre de
“secreción psíquica” y se dedicó a investigar las condiciones de su ocurrencia.
Dándose cuenta de las posibilidades de acondicionamiento asociativo en un medio ambiente libre,
Pavlov empezó a registrar todos los estímulos externos que llegan al organismo en el momento de su
reacción refleja (la salivación), registrando al mismo tiempo, de modo sistemático, todos los cambios en
la conducta del animal. Pronto llegó a la conclusión de que, prácticamente cualquier estímulo extraño
puede llegar a producir la respuesta, y de que el estudio de los principios del condicionamiento
necesitaban un control experimental riguroso. Esto significa procurar que el medio ambiente del animal
sea tan constante como sea posible, mientras que se investiguen los efectos de un factor o variable. Este
tipo de control es la esencia del método experimental. Como resultado de sus observaciones; Pavlov
construyó laboratorios experimentales para tener condiciones de medio ambiente constantes, por medios
tales como la regulación de la temperatura, la ausencia de sonidos, la presentación automática de los
sentidos y la alimentación mecánica. De este modo le fue posible asegurar que sólo estuviesen presentes
las influencias que él quería que se operasen. Entonces se dedicó al estudio sistemático de todas las
condiciones en las cuales se podían o no establecer reflejos condicionados. El programa de Pavlov,
realizado a lo largo de un cuarto de siglo aproximadamente, constituye una excelente ilustración del
método científico en acción. Su teoría del condicionamiento obligó a muchos experimentos y los
experimentos a su vez desarrollaron la teoría. Una vez establecido los principios básicos era posible
sacar las implicaciones predecir lo que ocurría en un gran número de circunstancias que podían
disponerse deliberadamente en el laboratorio.
El discernimiento sensorial es la base de la percepción, y la técnica de Pavlov proporcionaba una
herramienta poderosa para el estudio de la discriminación. Como ha dicho Tolman, el animal puede
“establecer con su conducta” lo que un ser humano establece con palabras y en ello no hay referencia a
estados de conciencia internos del sujeto.
El análisis detallado de la mayoría de los experimentos de Pavlov muestra que en una u otra
forma dependen de la agudeza y discriminación sensorial. Aun el más simple reflejo de señalización
demuestra un condicionamiento a características específicas del estímulo sensorial. El rasgo esencial de
la actividad especializada del sistema nervioso consiste en el hecho de que, bajo diferentes condiciones-
estímulos, los estímulos de señalización, tal como un zumbido, pueden iniciar reacciones muy diferentes
y viceversa, estímulos diferentes pueden provocar la misma reacción.
Según la interpretación de Pavlov los hemisferios cerebrales proporcionan los medios de
extender los patrones de conducta, que el sujeto posee desde el nacimiento -en forma de reflejos, al
ofrecer una multiplicidad de vías que permiten actuar a un gran número de estímulos como señales
temporales e intercambiables, mediante su asociación en el tiempo y espacio- con la operación de los
reflejos innatos. Pavlov dio el nombre de señalización a esta función de los hemisferios cerebrales. La
característica típica de su experimentación fue unir estímulos de señalización a respuestas reflejas
existentes.
Pavlov dio el nombre que ha sido traducido como “reflejo condicionado” al mecanismos
fisiológico del aprendizaje asociativo, porque la operación aplicada al organismo era condicionar una
respuesta refleja existente a un estímulo anteriormente extraño. Gran parte de la teoría de Pavlov parece
ser consonante con sus demostraciones experimentales y puede relacionarse con las respuestas
observables y con las condiciones-estímulo de los experimentos. Las condiciones de ocurrencia y los
mecanismos hipotéticamente supuestos generaron una amplia variedad de experimentos que confirmaron
la hipótesis y establecieron el concepto de condicionamiento como uno de los más importantes en la
psicología de la modificación de la conducta, más generalmente conocida como psicología del
aprendizaje.
Cundo Pavlov fue más allá de los datos y trato de especificar los detalles fisiológicos del modo
como trabajaba el sistema nervioso, se volvió más especulativo, de hecho, no demostró que el modo
descrito por él fuere el del sistema. En consecuencia, su teoría fisiológica era débil, puesto que no se
podía ni verificar ni rechazar directamente por medios fisiológicos. No era más que un conjunto de
sugerencias sobre como podría estar constituido el sistema nervioso. si producía los resultados por el
observados. Se han hecho muchas suposiciones como éstas, y una de las mayores dificultades de todas
las teorías fisiológicas del aprendizaje es que no están abiertas a la confirmación directa.

CONTRIBUCIÓN DE PAVLOV A LA PSICOLOGÍA CIENTÍFICA


Para valorar la contribución de Pavlov a la psicología, en lo que respecta a su metodología, se
deben considerar los siguientes puntos:
1) Su filosofía de la ciencia, lo mismo que el estudio de los organismos; eran positivistas. Elementos
esenciales de esta filosofía eran su materialismo y su mecanisismo. El materialismo se reflejaba en el
intento de Pavlov de reducir los fenómenos de los que se ocupaban los psicólogos a funciones de la
actividad nerviosa superior, o sea, a procesos fisiológicos. El reduccionismo ha sido, durante mucho
tiempo, un punto serio de debate para los psicólogos, puesto que parece implicar que la psicología debe
reducirse hasta el grado de dejar de ser. Reduccionismo es el término que se usa para describir la
concepción según la cual las disciplinas científicas “más especializadas” se pueden derivar (reducir) a
otras ciencias más “fundamentales“ mediante ejercicios lógicos apropiados. El reduccionista puede
sostener que la psicología es reducible a la fisiología, la fisiología a la química, la química a la física etc..
2) La insistencia pavloviana de objetividad. Los experimentos llevados a cabo en su laboratorio se
restringían a lo observable, y se montaban para establecer las relaciones funcionales (relaciones de
dependencia) entre dimensiones observables de la respuesta y variaciones en condiciones de
estipulación. El principio de objetividad requiere que no haya referencia a conciencias privadas y
“sentimientos” que, por su carácter de privados, no están abiertos a la inspección pública.
3) Los experimentos de Pavlov subrayan la necesidad de controlar las condiciones experimentales. La
mayor parte de la conducta de los organismos está sujeta a determinación multivariada -esto quiere decir
que convergen muchas influencias para poder producir un resultado observable-.
4) Los procedimientos de Pavlov superaron otra de las críticas a los experimentos introspectivos,
porque eran repetibles. En las críticas a los experimentos introspectivos se estableció que “el
introspeccionista no puede hacer que se repitan estados de conciencia precisos y condiciones idénticas
de observación, ni puede pedir a otros que hagan esto por él o con él”. En la metodología de Pavlov no
subsiste ninguno de esos problemas. Cualquiera de sus experimentos es repetible cuantas veces se quiera
bajo idénticas icondiciones;
5) Se encuentra una propuesta a otra de las críticas a la psicología mentalista en el grado de
cuantificación permitido por el objetivismo de Pavlov. No sólo estaba en condiciones de controlar y
variar los estímulos, sino también era capaz de medir la secreción de saliva bajo diferentes condiciones
experimentales y hacer comparaciones cuantitativas directas.
6) Una vez que avanzó más allá del principio de general del condicionamiento y de las condiciones de su
ocurrencia (lo que permitió hacer predicciones verificables), su teoría cerebral tomó el aspecto de un
producto intuitivo post hoc, aunque no especialmente fructuosos. Lo importante es que Pavlov
reconoció la necesidad de que teoría y experimento marchasen de la mano, cada uno contribuyendo al
refinamiento progresivo del otro.

EL CONEXIONISMO DE THORNDIKE
El marco conceptual de Thorndike en su teoría del aprendizaje era una versión temprana de la
teoría del refuerzo E-R. Al tiempo que empleaba una metodología completamente objetiva, realzaba el
principio de aprendizaje por continuidad con el principio del refuerzo. En el uso ordinario, el término se
utiliza para denotar cualquier evento consecuente a una respuesta si aumenta la probabilidad de que
dicha respuesta ocurra. La versión de Thorndike, expresado en la ley del efecto, sostenía que la
consecuencia inmediata de una conexión E-R, (especialmente si era algo satisfactorio) podía influir en la
asociación para reforzarla. Los mecanisistas rígidos elevaron objeciones a esta ley que situaba la causa
después del efecto, objeción que ahora nos parece insostenible. En esta era del servomecanismo y del
principio de retroalimentación, la posibilidad de control de la conducta según la información comunicada
por sus consecuencias a duras penas pude ser cuestionada. Afirmando que:
“Por estado de cosas satisfactorio o satisfacer se quiere decir algo que el animal no hace para evitar, sino
que con frecuencia procede a mantenerlo o renovarlo. Estado de cosas desagradable quiere decir que el
animal no hace nada para preservarlo, procediendo a menudo a ponerle fin”.
(thorndike, 1949 p. 13)

A esta definición puramente empírica se le tacho de tautológica: refuerzo es lo que refuerza.


Thordike estaba consciente de la fuerza de la crítica y trató de responder a ella dándole un significado
independiente, en función de una “reacción de confirmación” en el sistema nervioso central. Sin
embargo, en este aspecto fue más lejos de lo que se puede observar, pasando a una construcción
inferencial. El mecanisismo propuesto era muy hipotético, aunque Thorndike pudo reunir un conjunto de
pruebas circunstanciales que lo respaldaran. Watson no retuvo ninguna ley de efecto en ninguna de sus
formas y volvio a la continuidad como principio del aprendizaje. Surgieron varias corrientes psicológicas
adoptando los métodos experimentales objetivos de la ciencia natural, pero todas modificando en algún
modo el conductismo. Los problemas en debate se centraban en la reducción watsoniana de la conducta
a simples conexiones estímulo-respuesta; no se hacía referencia a las necesidades del organismo y sus
satisfacciones, ni había oportunidad para encaminarse hacia objetivos o concebir la actividad como un
medio de lograr algo para el organismo.
Los nombres que más destacan en este nuevo conductismo transformado son los de Edwrd C
Tolman (1886-1959), Clark L Hull (1884-1952) y Burhus F Skinner (1904- )

EL CONDUCTISMO DESCRIPTIVO DE SKINNER


Aun entre los positivistas más convencidos, el asentamiento a los criterios científicas de Hull no
era universal. Skinner fue uno de los que aceptó la filosofía general del conductismo, pero escogió una
vía diferente a la de Hull; este psicólogo de Harvard adoptó la fórmula E-R de Watson apoyada por el
principio del refuerzo. A este respecto su enfoque se parece al de Hull, pero ahí termina la similitud. La
rama conductista de Skinner no fue teórica en su enfoque ni se aferró al principio de amibientalismo que
caracteriza su “su conductismo descriptivo”. El rasgo destintivo de su punto de vista fue una dedicación
total al estudio de la conducta observable, esto es, al estudio de las respuestas observables, en relación
con condiciones- estímulo observables; no hace referencia a estructuras de intervención inferidas, como
los propósitos (que se encuentran en Tolman) o los teoremas deductivos de una teoría racionalista
(como en Hull). Skinner era de los que creían que era posible desarrollar un estudio sistemático de la
conducta en términos de las relaciones funcionales existentes entre respuestas y estímulos observables,
sin referencias a los aspectos “internos” de los organismos que se comportaban, ya fuera que los eventos
que intervenían se concibieran en lenguaje fisiológico o en el teórico. Para Skinner, es suficiente que un
experimentador pueda observar la conducta, pueda disponer las condiciones de su ocurrencia y pueda
expresar directamente la correlación entre los dos.
La divisa de Skinner bien podría se “el control ambiental de la conducta”. El conductista está
capacitado para adoptar esta concepción del objeto y la metodología de su ciencia, y la prueba de su
carácter aceptable es su riqueza de predicción y de experimentación. Respecto a estos aspectos Skinner
tiene una posición extremadamente ventajas. Hay mucho mérito en el punto de vista que trata de liberar
a la psicología de entidades místicas interiores al organismo que se supone toman sus decisiones, y
mucho se ha logrado en psicología a partir de la explotación experimental rigurosa de la estrategia
“relación funcional observable”.
Si Hull representó la fe en la tradición racionalista en ciencia, Skinner representó la fe en un
empirísmo extremo, y sus concepciones contrastantes de la metodología científica son dignas de
consideración, dado que resurge la antigua controversia filosófica dentro de los límites del conductismo.
Skinner rechazó las teorías deductivas formales de tipo Hull, y defendió un conjunto informal de
generalizaciones, basado estrictamente en métodos inductivos de observación. En uno de sus escritos
estableció muy claramente su posición.
Estableció:

“Nunca me he encontrado con un problema que fuera más que el eterno problema de encontrar orden.
Nunca he atacado un problema formulando una hipótesis. Nunca deduje teoremas ni los sometía a
prueba experimental. Hasta donde yo puedo ver no he tenido modelo de conducta preconcebido;
ciertamente ninguno filosófico o mentalista, y creo que ni si quiera conceptual... Por supuesto, trabajaba
en base a una suposición básica; que en la conducta había orden, pero tenía que descubrirlo; mas tal
suposición no debe confundirse con las hipótesis de la teoría deductiva.
Mas adelante en el mismo escrito dice:

“Cuando hemos logrado un control práctico sobre el organismo, las teorías de la conducta dejan de
tener importancia. Para re presentar y manejar las variables importantes, es inútil un modelo conceptual:
nos enfrentamos a la conducta misma. Cuando la conducta muestra orden y consistencia, no es muy
probable que se trate de causas fisiológicas o mentalistas. Cuando se tiene un dato, ha de tomar el lugar
de la fantasía teórica. En el análisis experimental de la conducta, nos dirigimos a un tema que no sólo es
manifiestamente la conducta de un individuo y, por lo tanto, se pude abordar sin las ayudas estadísticas
usuales, sino también “objetivo” y “real” que no requiere de la teorización deductiva.
(Skinner, 1965, p.p. 227 y 231)

No sólo se evidencia el disgusto de Skinner por los métodos hipotético-deductivos sino también
se desconfianza en los procedimientos usuales de muestreo de los de los métodos estadísticos. Se Trata
de una psicología del individuo, y Skinner proclama que un estudio exhaustivo del individuo bajo
condiciones ambientales rigurosamente controladas tiene más probabilidad de ser fructífero que empleo
de las medias de datos de grupo.
El contraste entre el apriorismo deductivo de Hull y el aposteriorismo inductivo de Skinner,
ambos dentro del marco general del coductismo, parece reitroducirnos en el dilema metodológico que
ha persistido en una u otra forma a través de la historia de la filosofía de la ciencia.
.
B. Skinner (nacido en 1904) es una de las personalidades más destacadas de la psicología. Su
esencial aportación ha sido en el área del acondicionamiento operante. Aunque utilizó ratas y palomas
para determinar diferentes programas de reforzamiento (recompensas), también fueron importantes por
otro lado sus investigaciones directamente aplicables al ser humano. Una de sus invenciones fue “la cuna
de aire” en la cual se aplicaba un total control sobre las temperaturas, en esta cuna mantuvo a su hija
durante sus dos primeros años de vida. Aunque se habló mucho de esta caja nunca tubo un éxito
comercial. Una importancia mucho mayor tuvieron las máquinas de enseñanza y los programas de
modificación del comportamiento que desarrollo los principios del “refuerzo” que habían descubierto
con sus investigaciones con ratas y palomas.

CONDUCTA OPERANTE
Propósito y conducta
Debido a los efectos que produce el ambiente la conducta, se asigna una cualidad o propiedad de
propositividad a la conducta, a fin de traer al presente efectivo “lo que hace el organismo emitir la
conducta” o bien, se dice que e el organismo se comporta de una manera determinada debido a que tiene
la intención de lograr, o que espera obtener, un efecto dado; o se caracteriza a la conducta como
poseyendo utilidad en tanto maximise o minimise ciertos efectos.
La ley del efecto, propuesta por Thorndike, dio un paso en esa dirección: la ocurrencia
aproximadamente simultánea de una respuesta, y ciertos eventos ambientales (comúnmente generados
por ella), cambian las respuestas del organismo, aumentando la probabilidad de que ocurran de nuevo las
respuestas de la misma especie. En si misma, la respuesta ha pasado a la historia y no es alterada.
Thorndike hizo posible incluir los efectos de la acción entre las causas de la acción futura sin usar
conceptos como propósitos, intención, expectativa utilidad.
La ley del efecto agregó una nueva clase de variables importantes, de las que podía demostrarse
que la conducta era una función. Los aparatos utilizados para el estudio de la conducta durante el
siguiente cuarto de siglo continuaron enfatizando una relación de intencionalidad entre la conducta y sus
consecuencias.
Una vez que el procedimiento se hizo común, no resultó difícil diseñar un aparato en el cual una
respuesta produjese alimento de una manera similar. Uno de los colaboradores de Pavlov, Ivanov-
Esmoloensky, estudió una disposición experimental análoga a la de Thorndike. A pesar de saber como o
porque siguen a la conducta, las consecuencias de una acción cambian al organismo. La conexión no
necesita ser funcional u orgánica, como en realidad no lo fue en el experimento de Thorndike.
Ventajas y prácticas
Los primeros aparatos no fueron diseñados para eliminar las representaciones espaciales de la
propositividad; sin embargo, así lo hicieron, y este hecho tuvo consecuencias de gran alcance. El
experimentador podía elegir una respuesta que era convenientemente registrada, o una que el organismo
pudiera ejecutar sin fuerza durante periodos prolongados.
Una respuesta que sólo esta relacionada de modo temporal con sus consecuencias, también
podría estudiarse convenientemente mediante el empleo de equipo automático. La disponibilidad del
equipo automático ha ayudado a escandalizar los experimentos y ha facilitado el estudio de relaciones
entre respuestas y consecuencias tan complejas como para disponerlas en forma manual o
inspeccionarlas ocularmente.
Otro resultado práctico fue terminológico. El concepto de reflejo no hacía referencia a las
consecuencias de una respuesta. Con frecuencia los reflejos eran obviamente “adaptativos”; pero este
era un efecto primordialmente filogenético. El término operante se estableció para diferenciar los reflejos
de las respuestas que operan directamente en el ambiente. El termino alternativo, instrumental, sugiere el
uso de instrumentos. Es decir que una rata “usa la palanca para obtener alimento” Tiene matices
propositivos y en los casos donde no hay indicios que puedan identificar a algo como un instrumento,
frecuentemente se dice que el organismo usa la respuesta para obtener un efecto.
Otro cambio fue de recompensa a reforzamiento. Recompensar sugiere compensación por
comportarse de una manera determinada, frecuentemente como en una especie de contrato; el término
reforzamiento, en su sentido etimológico, simplemente señala el fortalecimiento de una respuesta.

La tasa de respuesta como un dato


Un resultado importante en el estudio de una relación arbitraria entre una respuesta y sus
consecuencias, además de la simplificación en los procedimientos del que se llegó a disponer, a sido el
énfasis que ha sido puesto en la taza de respuestas como una propiedad de la conducta. Los primeros
aparatos casi siempre se usaron para estudiar las respuestas de ensayo a ensayo, en las cuales las tasas
de respuestas son controladas por el experimentador. En un registro acumulativo, la taza y los cambios
en la taza son notorios a primera vista sobre periodos substanciales. El registro automático permite al
experimentador advertir los cambio conforme ocurren, así como seguir los pasos apropiados.
La taza de respuestas resulta importante además de que es apropiada para el análisis principal.
LA CONDUCTA INTENCONAL DE TOLMAN
A Edward Chace Tolman debemos gran parte del método para definir términos teóricos, a los si
variables de intervención de acuerdo con su conductismo intencional con que trató de lograr una mezcla
de intencionalismo y de psicología de la Gestalt sobre firme base conductista. Según Tolman tal
intencionalismo podía definirse de modo operacional, con lo que se suprimiría una deficiencia decisiva
en la concepción de la conducta de Watson.
Las definiciones pueden complicarse bastante, como lo mostró Tolman cuando se propuso definir
algunos de sus experimentos. No obstante, al analizarlos se ve que satisfacen los requisitos de la
definición operacional según la cual el significado del término es el método de verificación. Un ejemplo
de un término cognoscitivo, al que se puede dar especificación conductual será suficiente para demostrar
este procedimiento.
Tolman era un teórico cognoscitivo, pero hay que subrayar que su conocimiento no tenía nada
que ver con estado de conciencia internos; independientemente de ser este un problema, la ciencia
construye una representación del universo por medio de términos definidos y sus relaciones, ruidos en
un cuarto de referencia lógica.
Según Tolman, se observará que es un tipo de ecuación: una proposición es el equivalente de
otra. Es también un tipo de ecuación que relaciona unas consecuencias con otras condiciones
antecedentes, y como en su doctrina la psicología científica se interesa sólo en el desarrollo de reglas y
ecuaciones, las definiciones operacionales proporcionan una salvaguardia contra cualquier tentación de
descubrir lo que está pasando en la mente; creía que la ciencia psicológica podía reducirse a un sistema
de relaciones funcionales interdependientes.
Tolman insistía tanto en el valor de este método básico, que proclamó que se podría obtener
esencialmente explicación completa de la conducta por medio de un análisis experimental y teórico
progresivo de los determinantes de la conducta de una rata en un único punto de elección. Con esto
consideró necesario establecer hipótesis relativas a las condiciones que relacionaban la conducta
observable con sus condiciones de ocurrencia en forma de “variables de interacción” definidas
operacionalmente, es decir variables que unen las variables independientes, por una parte, con las
variables dependientes por la otra. Así para Tolman, la teoría de la conducta estaba constituida por un
sistema de variables de intervención que mediaban entre el estímulo y la respuesta. La fórmula simple E-
R se amplió del modo que se leyese: E (sistema de V. Y.) -R, o su equivalente E-(teoría)-R. Así pues, el
área teórica de cualquier explicación de la conducta no se realizaba en las relaciones observables
estímulo respuesta, sino en la región mediadores de las condiciones no observables. Por tanto la
conducta era función de un conjunto estructurado de condiciones de intervención planteadas
hipotéticamente que son, a su vez, función de un conjunto de variables independientes.
LA TEORÍA SISTEMÁTICA DE LA CONDUCTA DE HULL
Clarck Leonard Hull, el más completo de todos los sistemáticos, causo un impacto tremendo en
la psicología teórica y experimental a partir de 1930. Hizo hincapié sobre todo, como en la teoría de
Tolman, en la relación entre la teoría y el experimento, pero la concepción de Hull respecto a la
naturaleza de la teoría lo llevó a una búsqueda mucho más ambiciosa de una teoría formal,
autoconciente, lógicamente firme. Dado tal sistema, el método científico se volvería hipotético-
deductivo, en su aspecto lógico, más que observacional-inductivo tal y como era en la ciencia empírica
del siglo diecinueve. Hull fue un conductista riguroso respecto a la mayoría de los aspectos de la
psicología de Watson: a)la exigencia de objetividad en el manejo de los datos empíricos; b)la adopción
del estímulo y de la respuesta como variables independiente y dependiente en la investigación
psicológica; c) la incorporación de los principios de condicionamiento como mecanismos del
aprendizaje, y d) una fuerte preferencia por los determinantes periféricos, en vez de los determinantes
centrales de la conducta.
Hull difirió de Watson por su insistencia den el principio de ambientalismo. Tendía mucho más a
introducir condiciones del organismo, como las necesidades biológicas y las tendencias, y a hablar de los
efectos motivacionales de la s diferencias de los tejidos. Por lo tanto la fórmula E-R adquirió un nuevo
aspecto con el “reforzamiento”. Los conductistas al estilo de Gull fueron conocidos como “teóricos del
reforzamiento E-R” En este punto tenía cierta similitud con Thorndike, porque el punto de partida de su
teoría del refuerzo, mediante la reducción de los estímulos de tendencia incluidos por la necesidad, era la
Ley del Efecto de Thorndike. La situación reforzante era aquella que podía aumentar la probabilidad de
ocurrencia de una respuesta a un estímulo particular, mediante el fortalecimiento progresivo de un
hábito. Según la teoría, un estado de necesidad biológica (por ejemplo la falta de comida) desencadena
una secuencia de actividad diversa, que continúa hasta que se alcanza el objeto de la necesidad y se
satisface esa necesidad. El refuerzo mediante la reducción de la tendencia pasó a ser el principio central
de la teoría del apredizaje de Hull y lo puso en conflicto con los teóricos de la continuidad y con la
teoría de los “mapas cognositivos” de Tolman.
La concepción de Hull respecto a las funciones de apoyo mutuo que desempeñan la observación
(experimento) y la teoría en la metodología de la ciencia está claramente resumida en el capítulo inicial
de su libro más conocido:
“La ciencia moderna tiene dos componentes inseparables: el empírico y el teórico. El componente
empírico se refiere principalmente a la observación el teórico, a la interpretación y explicación de la
observación. Se explica un evento natural cuando puede ser derivado como teorema, mediante un
proceso de razonamiento a partir de 1) un conocimiento de las condiciones naturales significativas que
le anteceden y 2) uno o más principios significativos, llamados postulados. Se generan conjuntos o
familias de teoremas, y a menudo se emplean teoremas para deducir otros teoremas; así se crea jerarquía
lógica parecida a la de la geometría ordinaria. Una jerarquía de familias de teoremas interrelacionados,
todos derivados de un mismo conjunto de postulados consistentes, constituyen un sistema científico.”
(Hull, 1943 pp14-15)

Pero sin duda la mayor contribución de los conductistas fue el uso del método científico para
estudiar el comportamiento. Este método se apoyaba en los comportamientos y los hechos observables;
en contraste con las medidas introspectivas anteriormente aplicadas. El conductismo también expandió
las miras de la psicología incluyendo los estudios sobre los animales. Esta escuela ayudó a la psicología a
convertirse en una disciplina realmente científica y trazó el camino hacia el futuro, a pesar de que su
simplicidad le impedía tratar satisfactoriamente aquellos factores psicológicos que no son observables,
incluidos entre estos todas las emociones y pensamientos. Hoy día el mayor desacuerdo con el
conductismo se debe a la negación de dos procesos cognitivos.
EL TRIUNFO DEL CONDUCTISMO
La psicología estructural de Titchner (que de hecho, se encontraba aislada de la corriente
principal de la psicología americana), había un fuerte movimiento hacia un funcionalismo; movimiento
muy influido por la doctrina evolucionista. En este enfoque se hacía hincapié en el concepto de
adaptación biológica de las especies por medio de la regulación de su conducta. Una vez que la
conducta, en contraposición a la experiencia, empezó a ser un centro de atención, la caída de la
psicología introspectiva clásica fue un hecho. El conductismo radical se consideró a sí mismo como “el
partido de oposición” y surgió victorioso en la mayoría de aspectos, alrededor de 1920.
Las introspecciones no se pueden relacionar con nada; sólo podemos correlacionar indicadores
manifiestos de estados subjetivos, es decir, dar informes verbales. Wundt y Titchener utilizaron este
procedimiento.
Hay dificultades a este respecto porque se replicará inmediatamente que no interesan las palabras
como meras vocalizaciones, sino como indicadores significativos que hacen referencia a la experiencia.
Es a lo que se refiere Turner al hablar de un “diccionario de usos” para poder hacer proposiciones
unívocas más extensamente:

Mostramos tarjetas de diferentes colores a un sujeto y le pedimos que responda con el nombre del color
apropiado. Así, cuando le mostramos una tarjeta azul, el sujeto dice “azul”, cuando la tarjeta es verde,
dice “verde”, etc. La cosa es simple y los resultados directos. El sujeto nombra correctamente las
tarjetas. Si repetimos el experimento con otros sujetos... obtenemos un acuerdo unánime en la
nominación de las tarjetas- estímulo. Podemos entonces concluir, generalizando, que todos nuestros
sujetos perciben correctamente los colores en estas condiciones. Pero aquí he cambiado el término
“nombrar” por “percibir” y lo he hecho deliberadamente, con el fin de introducir una ambigüedad. Por
una parte nuestra descripción se refiere a su discriminación de los colores sin referencias específica al
contenido de la visión; por otra, esa descripción se refiere a lo que ve, pero al no tener acceso a lo que
ve, no sabemos si ha utilizado la frase “ver azul” de acuerdo con el diccionario.
(Turner, 1967, pp 4-5)

Edwin B Holt (1873-1946) fue uno de los filósofos realistas que se apartó de la escuela de
pensamiento tipo “mente como conciencia” y defendió el estudio de la conducta en un sentido funcional
amplio que tomase en cuenta no sólo las respuestas musculares y glandulares de la persona, sino que
también el significado de la respuesta total, para llegar a cierto fin. En esta defensa, Holt no estaba en
modo alguno solo. Aunque la conducta no se había definido en los términos estrictamente objetivos que
pedía Watson en su conductismo, había muchos psicólogos eminentes que se referían a ella como el
objeto propio de la psicología. Entre estos estaban James M´clin Cattell (fundador en E.U. del examen
mental objetivo), William M´cdougal (líder de la escuela internacionalista) y W. B. Pillsbury (un
exalumno de Titchener). Todos estos querían que la psicología se definiera de modo que se hiciese
hincapié tanto en el interés por la conducta como por la experiencia. Hacia 1896 Thorntike estableció la
psicología experimental animal e indicó su importancia para la psicología educativa mediante su atención
a los principios generales del aprendizaje y de la solución de problemas.

MODELOS
LOS EXPERIMENTOS Y LAS TEORIAS DE PAVLOV
Las contribuciones de Pavlov no se apoyan tanto en su descubrimiento del reflejo condicionado,
y ni si quiera en sus teorías sobre el mismo, como con el cuidado con el que se exploró numerosas
relaciones empíricas y, de esta manera se llegó a determinar los parámetros esenciales, así como a sentar
las bases y la terminología para los incontables experimentos realizados por otros investigadores y por
sus propios colegas.
Reforzamiento, extinción, recuperación espontánea. La historia de un simple reflejo comienza
con su adquisición a través de un reforzamiento repetido; es decir, después de que el estímulo
condicionado sigue repetidas veces al estímulo y a la respuesta incondicionados, con intervalos de
tiempo adecuados. Pavlov presentó datos obtenidos de perros frecuentemente condicionados, de manera
que, por lo común, de esos datos no se puede inferir la adquisición original. pero algunos experimentos
mostraban una tendencia a que la curva era sigmoidal (en forma de s), constituida por una porción inicial
de poca o ninguna respuesta, luego por un incremento rápido y después por alguna disminución de la
tasa de incremento.
Cuando se interpone el reforzamiento y se presenta solo el estímulo condicionado, sin
acompañamiento del estímulo incondicionado, la respuesta condicionada disminuye gradualmente y
desaparece, fenómeno al que se le denomina extinción experimental. Pavlov reunió numerosas tablitas
en las que se describía la citad extinción. Cuando se transcurrió un cierto tiempo, sin mayor repetición
de ninguna clase, la salivación condicionada ha reaparecido; a esto se le llama recuperación espontánea.
Generalización y diferenciación. La primera dificultad que hay que tener en cuenta es la de que
un reflejo condicionado producido por un determinado estímulo puede ser provocado también por otros
estímulos adventicios, que no tienen que ser por fuerza, muy semejantes al primero.
Para que los reflejos condicionados faciliten la adaptación del ambiente, se necesita un proceso
complementario de la generalización; es decir, la diferenciación. Pavlov demostró que la generalización
inicial podía demostrarse mediante el método de los contrastes, según el cual un par de estímulos es
reforzado regularmente, en tanto que el otro no se refuerza. Al final, después de algunas fluctuaciones,
el reflejo condicionado se produce únicamente ante el estímulo positivo (reforzado), y no ante el
negativo (no reforzado).
Relaciones temporales favorables y desfavorables entre los estímulos condicionados y los
incondicionales. Las relaciones temporales dentro del condicionamiento según lo definió y expuso
Pavlov, fueron resumidas de la siguiente manera:
A. Los estímulos condicionados e incondicionados se trasladan temporalmente.

1.Respuesta condicionada simultánea. El estímulo condicionado empieza desde una fracción


de segundo hasta cinco segundos antes del estímulo incondicionado, y continúa hasta que este último
aparece. La respuesta condicionado tiende a surgir casi inmediatamente al comienzo del estímulo
condicionado.
2.Respuesta condicionada demorada. El estímulo condicionado empieza de cinco segundos
a varios minutos antes de que el estímulo incondicional y continua hasta que este aparece. Aunque la
respuesta condicionada se inicia antes del estímulo incondicionado, sigue al comienzo del estímulo
condicionado después de una demora proporcional a la longitud del intervalo entre los dos estímulos. Es
difícil formar respuestas condicionadas demoradas si no se ha establecido ya una respuesta condicionada
simultánea.
B. Los estímulos condicionados e incondicionados no se traslapan temporalmente.
3. Respuesta condicionada de huella corta. El estímulo condicionado se suprime durante unos
cuantos segundos antes de que comience el estímulo incondicionado.
4. Respuesta condicionada de la huella larga. El intervalo entre la interrupción del estímulo
condicionado y el comienzo del estímulo incondicionado es de un minuto o más. La respuesta
condicionada no comienza cuando da principio el estímulo condicionado, ni cuando termina éste, si no
después de un intervalo proporcional al tiempo transcurrido antes de la presentación del estímulo
incondicionado. La respuesta condicionada de huella larga se forma con mayor dificultad que las
respuestas condicionadas demoradas.
5. Respuesta condicionada retardada. El estímulo condicionado no comienza a actuar sino
que hasta que ha cesado el estímulo incondicionado.

C. Las funciones del intervalo de tiempo como estímulo condicionado.


6. Respuesta condicionada temporal. Un estímulo incondicionado se presenta a intervalos de
tiempos regulares. Si se omite ahora, se producirá una respuesta condicionada con un intervalo que será
aproximadamente el acostumbrado. Con los perros se ha empleado obteniendo 30 minutos de intervalos.
Kimble resumió los estímulos con los que Pavlov trabajo llamándoles condicionameinto
“simultáneo”:
Variedades de inhibición. Los fenómenos inhibitorios dentro del condicionamiento, descritos por
primera vez en relación con la extinción, Pavlov llevó a cabo una clasificación de diversos tipos de
manifestaciones empíricas de tal fenómeno.

A. Inhibición externa

Decremento transitorio de una respuesta condicionada por causa de un estímulo extraño, como
cuando un sonido fuerte reduce la salivación condicionada a una luz.

B. Inhibición interna

La inhibición interna se desarrolla lenta y progresivamente, cuando un estímulo condicionado se


presenta, repetidas veces, en alguna de las siguientes condiciones:
1. Extinción experimental. El debilitamiento de la respuesta a un estímulo condicionado que se
repite varias veces sin reforzamiento.
2. Inhibición diferencial. Una respuesta condicionada dada originalmente a cualquiera de dos
estímulos se restringe a uno solo, a través del reforzamiento de uno y del no reforzamiento del otro. El
estímulo negativo que no ha sido reforzado se vuelve inhibidor.
3. Inhibición condicionada. A una combinación de estímulos se le quita toda la eficacia cuando
no se refuerza, aún cuando esta comprenda un estímulo que, por sí solo, siga reproduciendo la respuesta
condicionada. a los demás estímulos de la combinación se les llama inhibidores condicionados.
4. Inhibición de la demora. Si un intervalo irregular de duración suficiente, media entre el
comienzo de un estímulo condicionado y su reforzamiento, durante la primera parte de su acción aislada,
el estímulo condicionado no sólo se vuelve inefectivo, si no que inhibe activamente otras actividades
incurrentes. (Puede haber desinhibición transitoria al comienzo del estímulo condicionado, de manera
que existirá una ligera respuesta condicionada antes de que se manifieste la inhibición.)
C. Desinhibición.
Reaparición transitoria de una respuesta condicionada inhibida por causas de un estímulo
extraño. Es posible considerar esto como inhibición externa de una interna.

La irradiación y la concentración son válidas tanto respecto de la inhibición como de loa


excitación.

LOS NEOCONDUCTISTAS
Ya en 1920 había psicólogos de inclinación conductista que no estaban de acuerdo con el
radicalismo de la formulación de Watson. Muchos estaban dispuestos a aceptar completamente la
metodología, pero no estaban de acuerdo en reducir la conducta a la fórmula estricta E-R. Les parecía
demasiado restrictiva y demasiado mecanicista, al rechazar totalmente la prosecución de fines como
rasgo de la conducta manifiesta.
Hacia 1930, ciertos psicólogos estadounidenses comenzaron a optar por una de las dos
corrientes cuya identificación se ve mejor en sus teorías del aprendizaje. De una parte se encontraba la
teoría cognoscitiva (derivada principalmente de los gestalistas); de la otra, la teoría conductual
(derivada principalmente de Watson, pero fuertemente influida por la teorización anterior de Thorndike,
especialmente por su Ley del Efecto). La decisión entre estas dos opciones teóricas no era completa,
puesto que al menos uno de los nuevos conductistas, Tolman, trataba de reconciliar las dos.

METODOLOGÍA DEL CONDUCTISMO


METÓDO CIENTÍFICO EXPERIMENTAL
Como la base de la metodología dentro del conductismo obedece al método científico, y se lleva
este a su máxima expresión; encontramos algunas técnicas dentro de los pasos de este, por ejemplo, en
la observación encontramos que se deben conocer las conductas y segmentarse para tener un control de
estas como se trata en los siguientes puntos:
- Una conducta en particular es una insistencia o elemento de la clase.
- El control se refiere a que siempre que se presente un estímulo determinado, el organismo hará tal
conducta.
- Una clase conductual son todas aquellas conductas que están controladas por los mismos estímulos.
- Para clasificar definir una categoría de conducta por registrar, es necesario especificar requisitos de las
clases siguientes: a) situación estímulo en que se presente la conducta. b) la conducta misma.
- Mientras más requisitos específicos, más restringida será nuestra categoría y, dentro de ciertos límites,
más fácil de registrar.
De todo lo anterior surgen ciertas preguntas como serían ¿Cómo definir una categoría
conductual y se tomará en cuenta sobre todo: a) lugar en que debe estar el sujeto; b) hora en que se ha
de hacer la conducta; c) estímulos que deben estar presentes; d) estímulos que deben estar ausentes.
Pero con respecto a la conducta humana surgen otros problemas, por lo cual hay que tomar en cuenta:
a) topografía, que se refiere a la forma de la conducta, la posición que tendrá el organismo respecto a él
mismo o algún punto en el espacio; b)duración de la conducta, que se refiere a al tiempo que debe durar
la conducta para considerarla como ocurrencia; c) El tiempo máximo, y/o mínimo que debe transcurrir
entre la aparición de un estímulo y la conducta; d) intensidad o fuerza, que se refiere a la cantidad de
energía que el organismo debe consumir al hacer la conducta; sólo puede especificarse cuando la
conducta se hace sobre un operando controlado por el registrador.
Para obtener esto se hace un registro previo que nos da idea de las categorías registrables. El
objeto de estos es tener una apreciación gruesa de las clases de conductas existentes en el repertorio de
un organismo.
La definición de la categoría debe hacerse en términos perfectamente observables. Cualquier
observador podrá ponerse de acuerdo en la ocurrencia o no ocurrencia de alguna conducta.
Para considerar como aceptablemente definida a una categoría conductual debemos tomar en
cuenta lo siguiente: a) la conducta debe ser observable; b) los estímulos anteriores en términos físicos
deben estar especificados; c) al registrarla se obtendrá una alta confiabilidad d) las conductas registradas
son las únicas que cumplen todos los requisitos especificados.

ALGUNAS DE LAS MANERAS MÁS COMUNES DE REGISTRAR LAS


CONDUCTAS OBSERVADAS SON LAS SIGUIENTES:
- Registro anecdótico: Que consiste en anotar en términos de conducta observable todo lo que ocurre en
una situación específica, durante un periodo de observación.

- Registro de ocurrencia continua: Es un método observacional para medir conductas que ocurren
durante un periodo de observación. Es particularmente apropiado para medir respuestas que son
discretas, esto es, que ellas que tienen claramente definido su inicio y su terminación.

- Registro de bloque continuo o intervalo: Algunas conductas no son discretas, es difícil decir cuando
comienzan y cuando terminan. Tales conductas se registran en un bloque continuo. Dicho registro
consiste en dividir el periodo de observación en pequeños intervalos uniformes y anotar si la conducta
de nuestro interés ocurre o no en cada uno de estos intervalos.

- Registro de bloque discontinuo o muestreo temporal: Este registro es bastante parecido al anterior,
pero con la diferencia de que se registra si ocurre o no una conducta específica sólo al final de cada uno
de los intervalos preestablecidos.

- Registro de duración continua: Este consiste en medir el tiempo que dura una conducta, mientras el
sujeto la este emitiendo.

CONDUCTISMO METODOLÓGICO
Uno de los primeros conductistas, Max Mayer, denominaba “psicología del otro”: considérense
solamente aquellos hechos que se pueden observar objetivamente en el comportamiento de una persona
en relación con su historia ambiental previa. Si todos los vínculos son válidos nada se pierde al descuidar
los supuestos vínculos que no son físicos. No se puede predecir o controlar el comportamiento
observando o manipulando los acontecimientos públicos, durante muchos años se buscaba un programa
plausible de conductismo metodológico el cual empezó en la observación científica del comportamiento
así mismo fue posible superar el poderoso efecto del mentalismo que apartaba a la investigación de
estudiar el papel que desempeña en el medio ambiente.
Las explicaciones mentalistas calman la curiosidad y llevan a la indagación al inmovilismo. El
conductismo metodológico podría ser concebido como una versión psicológica del positivismo lógico o
del operacionismo los cuales interesan en acentos diferentes. El positivismo u operacionismo sostiene
que, puesto que no hay dos observadores que puedan estar de acuerdo sobre lo que sucede en el mundo
de la mente, entonces los hechos mentales “son inobservables”.
No podemos medir las sensaciones y las percepciones como tales pero se puede medir la
capacidad de una persona para discriminar entre estímulos, el concepto de sensación o percepción se
puede reducir a la operación de discriminación.
Los positivistas lógicos tenían su versión del otro. Afirmaban que un robot se podía comportar
exactamente como una persona, respondiendo a los estímulos de la misma manera, cambiando su
comportamiento como resultado de las mismas operaciones. Si se pudiese construir semejante robot
demostraríamos que de ninguna de las supuestas manifestaciones de la vida mental exigen una
manifestación mentalista.
El conductismo metodológico tuvo éxito con relación a sus propias metas. Desechó muchos de
los problemas originados por el mentalismo y se liberó para trabajar en sus propios proyectos sin
disquisiciones filosóficas. Al dirigir la atención hacia los antecedentes genéticos y ambientales, evitó
concentrarse injustificadamente en la vida interna. No liberó para estudiar el comportamiento de las
especies inferiores en donde ya no era posible la introspección (que entonces se consideraba como
exclusivamente humana) y para explorar las semejanzas y diferencias entre el hombre y las otras
especies. Formuló de manera diferente algunos conceptos asociados con hechos privados.
Muchos conductistas metodológicos aceptaron la existencia de hechos mentales aunque los
dejaron fuera de consideración. En realidad quisieron decir que no les interesaba; que la etapa intermedia
de la triple secuencia físico-mental-físico no aportaba nada; en otras palabras, que los sentimientos y
estados de la mente eran simples epifenómenos.

LOS CAMPOS DE APLICACÍON

El enfoque conductista alcanza en los años 60 su mayor divulgación en los países de habla
inglesa, tras un largo intervalo de la década, 30 en la cual había marcado fuertemente la psicología en su
época pero se trata de un conductismo renovado, cuyos pilares son un conjunto de herramientas
metodológicas y técnicas que comienzan a extendiere hasta los más diversos campos de aplicación.
No cabe lugar a dudas de que una de las razones intrínsecas del desarrollo vertiginoso de la
tecnología de la conducta corresponde a la unidad metodológica que el enfoque entrega a todas y a cada
una de sus ramas de su aplicación.
La amplitud de los logros alcanzados por el conductismo moderno puede ser fácilmente ilustrado
a través de alguna de las compilaciones o manuales.
El conductismo se desarrolla en todas las áreas de la actividad humana. Los analistas de la
conducta trabajan especialmente en: instituciones educativas (colegios, escuelas de párvulos, etc.),
hospitales psiquiátricos, empresas industriales, sectores publicitarios, jurisprudencia, programas
ecológicos, arquitectura, etc. Y en todos estos campos los resultados son alentadores, abriéndose
paulatinamente nuevas facetas de la investigación.

TÉCNICAS Y CAMPOS

Educación en niños
Pocos estudios han investigado tanto la adquisición, como la generalización: término que
describe el grado en que el aprendizaje de una conducta facilita la adquisición de otra conducta
(generalización de respuestas) o grado en que una conducta aprendida se presente en situaciones
diferentes de las que se entrenó (generalización situaciones) de la conducta matemática cuando algunas
de estas técnicas han sido utilizadas. Por ejemplo: Smith y Lovitt (1975) investigaron la influencia que
tiene el modelamiento en la ejecución matemática y encontraron que esta técnica puede cambiar
positivamente dicha ejecución, utilizando la demostración más un ejemplo del problema como
procedimiento. En un segundo estudio, del mismo experimento Smith y Lovitt demostraron que la sola
retroalimentación no alteró la ejecución de los sujetos.
Así mismo, Lovitt y Curtiss (1968) encontraron que cuando un niño verbalizaba los problemas
aritméticos antes de responder, se afectaba positivamente su habilidad para computar y resolver dicho
problema. De la misma forma se investigaron los defectos de la utilización del ábaco y diferentes formas
auxiliares de conteo como instrumentos o técnicas para enseñar problemas matemáticos.
Así, el tiempo de técnica instruccional y sus efectos de generalización en las operaciones
aritméticas son de gran relevancia en el entrenamiento y mantenimiento de la clase de conducta
entrenada.
Hay que tener en cuenta que en la mayoría de las escuelas primarias se utilizan técnicas de
instrucción (verbalizar los pasos) y moldeamiento (resolver el problema enfrente de el estudiante) para
enseñar las distintas operaciones matemáticas, el propósito del primer estudio fue analizar los efectos
que estas técnicas, en conjunto, tiene sobre la adquisición, generalización y mantenimiento de dos clases
de problemas aritméticos: las restas y las multiplicaciones. Adicionalmente se pretende confirmar los
hallazgos de Smith y Lovitt acerca de la dificultad para que la generalización se dé en las operaciones de
multiplicación. El segundo estudio se intentó separar los efectos de la instrucción verbal, el
moldeamiento y la retroalimentación.

Problemas de socialización
El presente trabajo tiene por objeto describir cómo diferentes enfoques, en especial el análisis
conductual aplicado, explican y formulan estrategias de intervención terapéutica para algunos problemas
de socialización: El autismo, las conductas perturbadoras y otros problemas de conducta
inespespesíficos, para lo cual se ha dividido en cuatro sesiones:
 autismo
 conductas perturbadoras
 problemas de conducta inespecíficos
 conclusiones

Antes de examinar los problemas de totalización consideró importante, primero definir lo que se
entiende por conducta social. Rives (1976) define la Habilidad social como “toda aquélla conducta que
es reforzada por la mediación de otra persona”.
Combs y Slavi (1977) define la conducta social “como la habilidad de una persona para
interactuar con otros en un contexto social, de manera socialmente aceptable y que al mismo tiempo se
benéfico personalmente, mutuamente benéfico o beneficie a otros”.

Autismo
Al término autismo fue introducido por Kanner (1943), quien lo definió como un síndrome que
se presenta desde el nacimiento y generalmente en un ambiente pobre. Comúnmente se confunde el
autismo con esquizofrenia, ya que ambos presentan déficits semejantes; sin embargo son varios autores
distinguen ambos problemas por la edad en que se presenta cada uno: el autismo desde el nacimiento
hasta los dos años y medio y la esquizofrenia de los dos años en adelante.
Algunos han considerado que el autismo es una forma de psicosis resultado de lesión o de
defectos fisiológicos; otros, consideran que la causa de al psicosis esta en una perturbación emocional
que empieza al inicio de la vida.

Los tratamientos son variados y dependen en gran medida de la etiología del síndrome.
En algunos casos de psicoterapia se propone, por un lado, aislar al niño de su familia; es decir
poner al niño en contacto con gente más gratificante, lo cual supuestamente eliminaría la presión social
por parte de los partes del niño. En contraposición esa estrategia Rituo (1972) hace énfasis en centrar la
terapia del niño en relación a sus padres, como una forma de reorganizar la estimulación y la atención,
cuyas ausencias son causas del problema.
Por otro lado, la teoría de la organización neurológica se basa en la recapitulación: Si una etapa
del desarrollo se pierde, la reducción de la cadena total mediante la práctica de la etapa faltante trae
como consecuencia una mejor organización cerebral. Así mismo, las técnicas de modificación de
conducta han demostrado ser eficaces para el tratamiento de este problema. Estas técnicas se han
dirigido al incremento de conductas adaptativas (lenguaje, socialización, etc.), utilizando técnicas, como
la imitación, reforzamiento positivo, moldeamiento por aproximaciones sucesivas o al decremento de
conductas inadecuadas (autoestimulación, berrinches, autodestrucción) utilizando técnicas como la
extinción de castigo, castigo, tiempo fuera, etc. Este enfoque hace énfasis en la extinción las técnicas de
modificación de conductas a los padres, a profesionistas y a no profesionales con el fin de garantizar el
mantenimiento de las conductas establecidas o decrementadas en su ambiente natural; esto es debido a
que en algunas ocasiones se observa que una vez concluida la intervención, los cambios que hallan sido
logrados en el comportamiento del niño tienden a desaparecer.

Conductas perturbadoras
Son los comportamientos inadecuados que interfieren en el proceso de socialización del
individuo y que por sus propias características no favorecen las interacciones de este con su ambiente,
impidiéndole tener un desarrollo adecuado, sea el niño normal o retardado. Este tipo de conductas
restringe la posibilidad de que el individuo se vea rodeado de un ambiente que favorezca el desarrollo de
conductas adaptativas. Son conductas como: la agresión, la autoestimulación, la autodestrucción, los
berrinches y la hiperactividad.
Desde el punto de vista del análisis conductual aplicado señala que el objeto de estudio es la
conducta en sí, tanto su topografía, como su duración, intensidad o frecuencia. La aparición de este tipo
de conductas es parte de la interacción con el ambiente, esto es, el uso excesivo de estipulación aversiva,
la ausencia de reforzamiento a conductas adaptativas, o bien tales conductas (perturbadoras) fueron
reforzadas frecuentemente.
Entre las técnicas de modificación de conducta más usadas para estos casos están: el tiempo
fuera, la sobrecorrección, el reforzamiento diferencial de otras conductas, el castigo físico, verbal y la
extinción. Al programar la intervención terapéutica de estas conductas, es de suma importancia, el
trabajo en forma directa con los padres, ya que así se garantizará el mantenimiento y generalización del
cambio logrado.
Se proporcionará algunos ejemplos acerca del uso de las técnicas de modificación de conducta
en la reducción de algunas conductas problema.
La sobrecorreción es una técnica que ha mostrado ser efectiva en la reducción de la conducta
autoestimulativa. Azrin y Fox (1971) utilizaron esta técnica con el objeto de reducir las conductas de
introducir con la mano un objeto a la boca y aplaudir sin motivo en dos niños retardados y uno autista.
El objetivo de esta técnica es de sobrecorregir los efectos ambientales de un acto inapropiado,
requiriéndose para esto la práctica intensiva de formas correctas de conductas relevantes.
Repp y Deitz (1974) lograron reducir las conductas autodestructivas y agresivas utilizando el
roforzamiento diferencial de otras conductas (RDO). Realizaron cuatro estudios en los cuales
combinaron el RDO con otras técnicas como el tiempo fuera, la reprimenda verbal (“no”), el costo de
respuestas y el reforzamiento positivo.

LAS CRÍTICAS ANTICONDUCTISTAS


Estas críticas están compuestas por una amalgama de puntos de vista, venidos de horizontes
diversos. Sin embargo, los recursos argumentales son curiosamente similares. Así es como el arsenal
crítico se revela siempre totalizante y por ende será en bloque. Paradójicamente, no existe un tratado
anticonductista sino un collage fragmentario y parcial. Todo pasa como si los críticos tomados en falta
(con respecto a su propia metodología globalizante), se vieran en la obligación de justificar sus propias
teorías para luego incrustar las críticas puntuales. En suma se trata de un proceso de selección en el cual
la mayor preocupación consiste en edificar una muralla inexpugnable y una lógica coherente que impida
-tal vez por siempre presencia- el avance de un peligroso enemigo.
Han existido ciertos comentarios críticos sin poder dejar de admirar, esa especie de majestuosa
elegancia en los escritores franceses en los cuales las palabras cobran vida independientemente del
contexto, y la manera de tratar las referencias al desarrollar ideas. La obligación de argumentar una
sistematización del material desordenado se entrega a la crítica tratando de agrupar (tal vez
arbitrariamente) los contenidos de la misma.
Las críticas epistemológicas
El conductismo tiene una apariencia de cientificidad. Su carácter científico esta dado sólo por
aspectos meramente formales: definiciones operacionales, control de variable, medición y cuantificación
de resultados. Su valor experimental es presuntuoso, pues no va más allá de un exitoso y ya conocido
adiestramiento de animales.
Andreski, refiriéndose a Skinner dice: “en contraste a tal pretensión (hacer ciencia) la más grande
realización de Skinner, en el dominio de la tecnología de la conducta ha sido la de amaestrar a dos
palomas para que lancen una pelota de ping- pong hacia adelante y hacia atrás. Este logro exige,
probablemente, mucha perseverancia e imaginación, pero justifica apenas su pretensión de ser tomado en
serio como experto de la civilización y la política. El inventor de la célebre caja de Skinner merece sin
duda ser reconocido como amaestrador de animales, aunque no sea evidente a simple vista que valla más
allá de logros de los amaestradores del circo”.
El conductismo, en su afán de hacer calzar los hechos con la realidad, es incapaz de captar los
fenómenos profundos de la vida mental. El enfoque conductista nos induce a adoptar ciegamente los
métodos de las ciencias naturales, en especial los de la física y la biología, sin considerar las diferencias
cualitativas que existen entre los fenómenos materiales y los humanos.
Por otra parte, la tendencia a quedarse en los hechos (aspiración empírico-positivista) impediría a
los conductistas ver al hombre como un sujeto capaz de actuar dentro del devenir histórico.
Una axioma conductista establece que el hombre es idéntico a su comportamiento, es decir, que
se reduce a meros actos o reacciones estímulo-respuesta. El modelo conductista concibe la vida como
un simple juego mecánico entre los estímulos del medio y las respuestas. Lo que, en otras palabras,
relega la mente a una caja negra en la cual las nociones tales como personalidad, conciencia, intuición,
yo, sentimientos, etc. ; no tiene cabida ni tampoco interés práctico. En suma, el conductismo tiene una
lógica mecanisista dentro de la cual se le niega al hombre toda su autonomía, toda capacidad de generar
sus propias conductas y toda posibilidad de darle un sentido a su acción.
Dentro de las tendencias conductistas, como en particular representadas por Skinner y sus
seguidores, se observa una marcada sobrevaloración de las influencias del medio ambiente y una
subestimación del papel de los instintos y otros factores genéticos en la génesis de la conducta humana.
El descuido del patrimonio y la memoria filogénetica, conduce al desconocimiento de lo esencial del ser
humano.
En la práctica los conductistas (salvo Hull y Tolman, quienes son considerados casos aparte) se
limitan a acumular hechos fragmentarios sin ser capaces de estructurar un cuerpo global coherente y
convincente de los fenómenos parciales que investigan.
El conductista sólo se preocupa por recolectar datos y realizar experimentaciones parciales,
confiando en que, como fruto de la cantidad y de una cierta dosis de azar, se obtendrá de explicaciones
más generales. Esta actitud corresponde a una tradición empírico - pragmática - inductivista.
En suma, el conductismo, en su versión más radical (Skinner), concibe la ciencia de una manera
regresiva.
El prurito experimental lleva a la mayoría de los conductistas a una posición ateórica extrema, la
cual, aparentemente olvida que no por que su enfoque sea fructífero, los otros serán necesariamente
estériles, y que, al mismo tiempo la física y la biología no sean limitado solamente al estudio de los
fenómenos observables.

Las críticas técnico- metodológicas


La historia de las diferentes disciplinas científicas a mostrado como improcedentes y aventurado
intentar extrapolar los resultados de las investigaciones realizadas con animales (ratas y palomas) al ser
humano. No obstante, los conductistas, trabajando con respuestas simples (rata apretando una palanca),
se ha permitido intentar explicar comportamientos extremadamente complejos, tales como: creación
artística, conceptos de sociedad, lenguaje, etc.
Al parecer los conductistas olvidan que identificar la conducta con lo del animal contradice la
evidencia respecto a las diferencias cualitativas entre las especies en particular las características propias
al hombre: conciencia, voluntad, sentimientos, pensamiento, moral, lenguaje, etc.
La utilización de los modelos de laboratorio para explicar los procesos de la vida real, que se
desarrollan y agitan más allá de las cuatro paredes de las salas de investigación, constituye una
pretensión abusiva.
“El modelo del condicionamiento operante de laboratorio pretende ser una miniaturización de la
organización dela sociedad... estableciéndose un puente imaginario entre las investigaciones de
laboratorio y una aprehensión de lo social”.
Un aspecto fuertemente criticado a los experimentadores de la conducta es el reducido número
de sujetos que utilizan en las experiencias. Para los críticos (generalmente ajenos al que hacer
experimental), parece inconcebible, e incluso inexplicable, la tendencia conductista a la utilización del
caso único, un lugar de emplear grandes muestras representativas con el fin de poder, convenientemente
generalizar los resultados.
Otra crítica metodológica, reiterada por diversos autores, consiste en poner de relieve las
contradicciones e inconsecuencias de los conductistas respecto de sus enunciados programáticos, en
tanto que posición epistemológica, y de sus aplicaciones prácticas en tanto que tecnología.
Los críticos señalan que los términos utilizados en los laboratorios de análisis experimental de la
conducta pierden mucho de su rigor cuando son empleados en el ejercicio diario de la profesión de
psicólogo conductista.
La utilización de constructos mediadores, tales como la ansiedad, aparecen frecuentemente mal
definidos y son manipulados como si fueran hechos concretos. Se critica que los propios terapeutas
conductistas hagan uso (y abuso), de manera explícita e implícita, de la nomenclatura y la taxonomía
psiquiatríca (terapia, diagnóstico, tratamiento, fobias, obsesiones, etc.) dentro de la más pura tradición
de la analogía médica.

Las críticas éticas


El conductismo se presenta fundamentalmente bajo un ropaje amoral, con un telón de fondo
teñido por una gran indiferencia a la integridad del hombre.
Los conductistas tienden a destruir la noción de la naturaleza humana, reduciéndola a un
conjunto de mecanismos que no hacen sino asemejarla a una máquina o a los animales. Consideran,
además, que las actividades propias del ser humano es decir, justamente aquellas que lo diferencian del
animal (virtud, creatividad, altruismo, imaginación, amor, etc.) Son meras relaciones entre estímulos y
respuestas, sin valor intrínseco alguno.
Esta actitud presupone varios alcances éticos: por un lado, el hombre pasa a ser objeto de
experimentación con el cual se podría intentar todo tipo de manipulaciones, y, por otro, se legitimisa la
utilización de métodos de control social, como el condicionamiento, los cuáles se traducen en tentativas
abiertas o veladas de amaestramiento y adaptación del hombre a un contexto social dado. En otras
palabras, predispone a que la práctica de la psicología pueda fácilmente transformarse en un
antihumanismo.
Para el conductismo, en último término, el hombre no es responsable de sus actos pues la
actividad humana, al no ser más que un amasijo de reflejos condicionados fuertemente moldeados por su
entorno, no obedece si no a las fuerzas que se escapan a su poder de elección y de decisión.
En tal sentido, la posición conductista suprime las bases mismas de la moral, dando entrada a las
fuerzas más primitivas (egoísmo y crueldad) y pretendiendo la restauración de la ley de la selva, además
de dar paso a la pereza y la falta de creatividad.
La concepción del hombre según se puede entender partiendo de los escritos conductistas
debería a menospreciar los méritos y el valor de los individuos en estos, altruistas, esforzados,
generosos, valientes, sensibles, creadores, virtuosos, etc. Que han forjado los pilares de nuestra cultura
civilización.
El “triste saber conductista” no puede servir como herramienta de liberación del hombre sino,
por el contrario esta condenado a ser utilizado como instrumento represivo. La lógica de sus
pensamientos suministra, argumentos justificadores a la dominación del hombre por el hombre y una
tecnología refinada capaz de realizarla; notorio en el uso de la tecnología conductista en sus diversos
campos de aplicación.
Los terapeutas de la conducta incurren inflagantes violaciones de la dignidad y la libertad de sus
pacientes.
La afectividad queda relegada a un segundo plano entre (reprimida y ausente) en la práctica
psicoterapéutica: lo importante es lo que el paciente hace, no lo que siente. Del mismo modo, según los
designios del terapeuta conductista, la psicoterapia no corresponde sino a una programación “de
premios o castigos”, los cuales pueden ser extremadamente brutales: descargas eléctricas y sustancias
vomitivas (esto sucedía en los años anteriores al 79).
Para los terapeutas conductistas, los criterios que influyen en la elección de las técnicas de
modificación están planteados en ausencia o independientemente de consideraciones éticas: sólo son
función de los objetivos deseados. Los modificadores de la conducta, suelen utilizar, como sujetos de
experimentación a individuos que por diversas razones (niños psicóticos, presos, etc.) se encuentran
privados de la posibilidad de ejercer sus derechos y capacidad de autonomía. En suma, el “amoralismo”
conductista nos arrastra inevitablemente a negar la dignidad humana: en la medida en que rechazan la
ética, todo está permitido y la divisa maquiavélica (el fin justifica a los medios) puede tener en la
práctica conductista su mejor exponente.

Críticas ideológico-políticas
El conductismo no es más que una mercancía de consumo que, como cualquier otra, sigue las
mismas leyes e intereses de mercado y de los empresarios.
Según los marxistas es una fuerza productiva de orden. Es casi siempre nacionalizada. Y se sabe
que el estado en genera, es el principal productor de orden. El conductismo proporciona un sistema
explicativo al estado- tecnocrático moderno. Su verdadero y profundo significado consiste, entonces, en
enmascarar las verdaderas razones y la naturaleza misma de los problemas humanos y sociales, en
medida que ignora la lucha de clases y los fenómenos de toma de conciencia.
La noción de “control de la conducta” suscita las más vivas reacciones. Ella encarna una
justificación ideológica y la producción de nuevas y más perfeccionadas herramientas de represión. Que
los controladores provengan de izquierda o de derecha, no cambian nada el significado del control:
impedir las manifestaciones auténticas y espontáneas de los individuos y, fundamentalmente de su
autonomía.

Una interpretación del papel de los críticos anticonductistas


La gran mayoría de los críticos anticonductistas esgrimen, una cierta verdad humanista universal.
Los críticos han logrado imponer un status ideológico a la reflexión en psicología. Poca importancia
parece revestir que los juicios emitidos carezcan de fundamentos empíricos.
La opinión pública, e incluso buena parte de la comunidad emparentada con la psicología recibe
cotidianamente el mensaje crítico.
Los miembros de esta comunidad crítica se caracterizan por un tipo de sociabilización moldeada
por las tradiciones académicas. Tributarios de un legario racionalista y científico argumentando muchas
de las concepciones marxistas, sin que por ello pertenezcan forzosamente a su práctica política.

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