Está en la página 1de 2

Biografía de Zoila Araceli paladines

Su labor fue reconocida por el Estado ecuatoriano y la ciudadanía. Hoy lo hace el grupo
Amistad.

Con una programación especial, Zoila Arcelia Paladines Suquilanda recibirá hoy un homenaje
especial, al cumplir sus 100 años de vida (2012). También se destacará su contingente en el
campo de la educación, así como a la sociedad en general. El acto se cumplirá desde las 18:00,
en la Sala-Cine de la Casa de la Cultura de Loja.

El homenaje lo tributa el grupo Amistad, cuya coordinadora es Melva Lozano de Ruiz. El


evento es coordinado por Martha González de Torres.

Zoila Arcelia Paladines Suquilanda es hija de Agustín Paladines Serrano y de Jesús Suquilanda
Moreno, quienes formaron su hogar en Macará. Fue la octava entre los 10 hijos que
procrearon.

Siendo aún niña viajó desde Macará a esta ciudad para realizar sus estudios primarios en la
escuela Santa Mariana de Jesús. Luego fue designada maestra de la escuela Manuel Enrique
Rengel, de Macará, en donde laboró dos años consecutivos hasta que la Dirección de
Educación de Loja la becó al colegio Manuela Cañizares, de Quito, en donde se graduó como
normalista. Fue una de las pocas docentes que en aquel tiempo contó con el título
académico en Ciencias de la Educación.

Desempeñó la docencia en establecimientos educativos como la escuela Miguel Riofrío,


colegio Bernardo Valdivieso. Luego de tres años como profesora de educación física, asumió
la cátedra de estudios sociales del centenario plantel. Pasó a laborar en la escuela Alonso de
Mercadillo.

Como profesional de la educación, reforzó el binomio educación-alimentación como


condición para lograr la excelencia educativa, implantando el desayuno escolar en la escuela
Alonso de Mercadillo. Recibió el aporte con raciones alimenticias del organismo Alianza para
el progreso.

Posteriormente entró a formar parte del colegio Beatriz Cueva de Ayora, por petición de su
rector, Jorge Mora Ortega, entregándose a la educación, una actividad que privilegió. Para
sus compañeras maestras fue una amiga, mientras que para sus alumnas fue un apoyo
oportuno y sensitivo.

En 1975 ingresó a trabajar en el conservatorio Salvador Bustamante Celi, en ese entonces bajo
la dirección del maestro Édgar Augusto Palacios. Aparte de ello, la ciudad la recuerda también
como la pionera del voluntariado social.

Cabe destacar el aporte de Zoila Arcelia Paladines Suquilanda durante la sequía que asoló a
Loja y que no dudó un minuto en ir a los lugares afectados llevando la ayuda nacional
consistente en ropa, alimentos y vituallas.

La existencia de Arcelia Paladines constituye un paradigma del apostolado social. La suya,


como toda vida transparente y diáfana, ha sido una acción silenciosa, profunda, discreta,
altamente valorado por quienes han tenido el privilegio de haberse acercado a su camino.

También podría gustarte