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Instituto: Instituto Superior de Formación Docente N

106.

Carrera: Profesorado en Educación Primaria.


Materia: Psicología.
Profesora: Lic. Ana I. Margulis.
Alumnas: Alegre Florencia, Ferreira Laura, Flores
Rocío, González Bárbara, Marquese Belén, Sganga
Belén y Soto Camila.
Curso: 1ro 3ra.
Fecha de entrega: 11 de Agosto del 2015.
¿QUÉ ES LA DISLEXIA?
La palabra DISLEXIA proviene del griego y significa dificultad con el lenguaje. El termino dislexia
etimológicamente significa “cualquier trastorno en la adquisición de la lectoescritura”. Es un
trastorno crónico neurobiológico y se afecta de manera más significativa durante la etapa escolar, si
bien persiste hasta la edad adulta.

El término dislexia se emplea para designar un síndrome o conjunto de causas determinado, que se
manifiesta como una dificultad para la distinción y memorización de letras o grupos de letras, falta
de orden y ritmo en la colocación, mala estructuración de frases, etc.; que se hace patente tanto en
la lectura como en la escritura y en el aprendizaje. Se presenta en niños de coeficiente intelectual
normal, que no poseen problemas físicos, psíquicos ni socioculturales. Sus manifestaciones son muy
variadas, dependiendo de la edad del niño y de la intensidad del trastorno. Se pueden observar
déficits en las funciones relacionadas con la memoria, el vocabulario, las áreas motrices, la
comunicación y el habla.

Según algunas estadísticas la dislexia afecta en mayor o menor grado a un 10 % o un 15% de la


población escolar y adulta. Afecta en igual medida a niños y niñas pero generalmente se presenta en
niños, esto quizás tenga que ver con el hecho de que las mujeres en general tienen un mayor
desarrollo en el área del lenguaje que los hombres.

Podemos distinguir varios grupos de niños con dislexia:

• En un primer grupo se sitúan aquellos niños que pueden comprender bien una explicación oral,
aunque no un texto escrito con los mismos contenidos (serian capaces de comprender si pudieran
reconocer y leer las palabras correctamente). Este grupo seria al que tradicionalmente se ha llamado
disléxico.

• En un segundo grupo estarían los niños que leen mal las palabras y que manifiestan problemas de
comprensión tanto escrita como oral (a diferencia del primer grupo). En este caso se suele hablar de
retraso lector general.

• Finalmente, se han identificado otros niños que pueden manifestar dificultades en la comprensión
aunque leen (decodifican) bien las palabras. Se trata del colectivo de niños hiperléxicos los cuales son
capaces de leer bien e incluso de forma muy fluida pero la comprensión lectora es muy baja.

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CAUSAS
El origen exacto de los trastornos lectores sigue siendo objeto de controversia. No hay duda que
existen claros indicios que señalan a causas neurobiológicas es decir, en los cerebros de los
disléxicos se produce una alteración durante la formación neuronal, en la que cierto grupo de
neuronas y células gliales no migran adecuadamente durante el desarrollo embrionario, formándose
unos cúmulos, llamados ectopias, que desorganizan las conexiones del interior de la corteza
implicadas en los procesos de lectoescritura.

En los primeros descubrimientos se observaron unas manchitas en la corteza cerebral en cerebros de


disléxicos fallecidos, provocadas por ectopias, también se han realizado numerosos estudios
posteriores con técnicas de neuroimagen que demuestran que ciertas áreas del hemisferio izquierdo
muestran una reducida actividad, especialmente se ha observado que esto sucede en tres zonas; la
circunvolución frontal inferior izquierda, el área parieto-temporal y el área occisito-temporal, todas
ellas áreas implicadas en el procesamiento de la lectura.

Estas alteraciones del neurodesarrollo pueden tener un origen genético, ya que se estima que la
dislexia tiene más de un 60% de carga genética y, además, recientes investigaciones han identificado
varias regiones cromosomáticas que parecen intervenir en el desarrollo de la dislexia, entre las que
destaca la alteración de un gen ubicado en el cromosoma 15 que podría participar en la formación de
ectopias.

Se pueden nombrar diferentes hipótesis acerca de las causas de la dislexia, ellas son: una base
genética, una base neurológica, una base neurofisiológica, y una base cognitiva. A continuación
desarrollaremos cada una de ellas.

• Base Genética: Según algunos estudios epistemológicos la dislexia puede heredarse. Si uno de los
progenitores es disléxico las posibilidades de que tenga un hijo disléxico aumentan. Muchos estudios
defienden esta hipótesis de que la dislexia sea genética afirman que el componente genético influiría
aproximadamente un 60%, mientras que el 40% restante se debería a factores ambientales.

Hasta el momento se han identificado seis regiones cromosomáticas que podrían participar en este
trastorno lector. Un gen ubicado dentro del cromosoma 15, tiene un papel importante en el
desarrollo de la dislexia, al influir en la migración neuronal de la etapa embrionaria (la mutación de
este gen no se observa en todos los disléxicos, lo que lleva a pensar que puede haber otros genes
implicados).

Estas hipótesis han hecho que se siga ampliando la lista de genes que intervienen en la perturbación
de la migración neuronal y en el desarrollo de la dislexia.

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• Base Neurológica: Para encontrar y ampliar esta hipótesis de base neurológica se han realizado dos
tipos de estudios uno de ellos con cerebros de pacientes disléxicos fallecidos y otros los de
neuroimagen.

Con los estudios necrópsicos han constatado asimetrías atípicas en el Planun Temporale, así como la
existencia de malformaciones corticales específicas en la región frontal izquierda y en la perisilviana,
que estarían debidas a perturbaciones en la migración neuronal y a alteraciones vasculares ocurridas
durante el periodo embrionario. Estos tipos de estudios con cerebros de fallecidos han otorgado
escasas aportaciones y difíciles de generalizar hacia todos los disléxicos.

Con los estudios de neuroimagen se han encontrado diferencias en áreas cerebrales involucradas en
las destrezas lectoras y en las funciones cognitivas y conductuales influyentes. Por ejemplo, con
técnicas de Resonancia Magnética, se ha observado que sólo el 10% de los niños disléxicos muestran
la habitual asimetría interhemisférica del Planun Temporale mayor en el hemisferio izquierdo que en
el derecho, mientras que esta se encuentra en un 70% de la población general.

El equipo de investigación de Eraldo Paulesu, de la Universidad de Milán, ha observado que la


actividad cerebral de los disléxicos es muy débil en tres áreas del hemisferio izquierdo; en la
circunvolución frontal inferior, en el área occipital y en el área parieto-temporal, todas ellas
implicadas en los procesos lectores.

La circunvolución temporal superior, ubicada en el área parieto-temporal, es la cuna de las


representaciones fonológicas y le permite al sujeto descomponer mentalmente una palabra en
fonemas y sílabas y vincular esos símbolos abstractos o grafemas con representaciones fonológicas o
sonidos.

El área de Broca, ubicada en la circunvolución frontal inferior izquierda, interviene en la articulación


de de las palabras tanto en habla externa como interna, por lo que participa en el procesamiento de
las palabras en la Memoria a Corto Plazo.

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La circunvolución fusiforme, ubicada en el área occipito-temporal izquierda, almacena las
representaciones ortográficas, activándose cuando observamos las palabras escritas.

La reducción de la actividad cerebral que se observa en estas zonas de los cerebros de sujetos
disléxicos, especialmente en las áreas parieto-temporal y circunvolución frontal inferior izquierdas,
estaría provocada porque las ectopias causan un subdesarrollo de la sustancia gris, reduciendose el
volumen de la misma, lo que ha llevado a postular que las perturbaciones durante la migración
neuronal provocarían tanto las ectopias de la capa superficial de la corteza como una inferior
densidad de sustancia gris. Estas hipótesis aun no han sido confirmadas correctamente.

• Base Neurofisiológica: a continuación veremos principales hallazgos obtenidos con diversos


estudios neurofisiológicos sobre la actividad cerebral en disléxicos.

Estudios de técnicas que registran los campos electromagnéticos generados en el cerebro:

- Estudios con técnicas de Electroencefalograma (EEG), se aprecia una falta de activación de


regiones perisilvianas izquierdas y una sobreactivación de otras regiones que no parecen
estar implicadas con el procesamiento lingüístico, las cuales podrían actuar por
compensación.
- Estudios con Potenciales Evocados Cerebrales (PEC), indican que en la realización de tareas
psicolingüísticas, los componentes cognitivos y perceptivos de los PEC suelen ser más débiles
y/o tardíos en los niños disléxicos.
- Estudios realizados con Magnetoencefalografía, (EEG), indican que cuando los sujetos
disléxicos son expuestos a tareas fonológicas, como la lectura de palabras y pseudopalabras,
muestran una menor activación en las regiones témporoparietales del hemisferio izquierdo.

Estudios con técnicas que registran el flujo sanguíneo o metabolismo cerebral:

- Estudios como la Tomografía por Emisión de Positrones (TEP) o la Resonancia Magnética


Funcional (RMF), han dado resultados similares a los demás estudios, ya que en ellos se
aprecia menor actividad en las regiones perisilvianas posteriores del hemisferio izquierdo en
sujetos disléxicos cuando realizan actividades que demandan procesamiento fonológico.

• Base Cognitiva: Recientes investigaciones parecen demostrar que el procesamiento fonológico


es el proceso psicolingüístico más influyente en la dislexia, si atendemos a los procesos cognitivos
implicados en el aprendizaje de la lectoescritura.

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La teoría del déficit fonológico ha adquirido gran relevancia en los últimos años, ya que se ha
observado que una gran mayoría de disléxicos presentan dificultades específicas en tareas que
requieren la representación y/o manipulación de fonemas, como por ejemplo en las rimas, en la
segmentación silábica o en la lectura de pseudopalabras.

Además de situar el déficit fonológico como principal causa de la dislexia, también existen otros
procesos cognitivos que intervienen en el proceso lector y que explicarían la variabilidad de la
dislexia, como por ejemplo la percepción visual y auditiva, los movimientos oculares, el
reconocimiento auditivo, la memoria de trabajo, la expresión oral, la velocidad de
procesamiento, etc.

Es importante intervenir directamente sobre la conciencia fonológica de los niños/as en riesgo de


dislexia durante los años pre lectores y en el inicio del aprendizaje de la lectoescritura.

SÍNTOMAS
La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje, por lo tanto evolutivo y los síntomas cambian a
medida que el niño crece. No es necesario que presente todos los síntomas ni que tampoco lo sea
por presentar algunos de ellos.

Síntomas generales de la dislexia

- Parece brillante e inteligente, pero no puede leer, escribir, ni tiene buena ortografía para su
edad.
- Se lo etiqueta como "flojo", "tonto", "descuidado", "inmaduro", "no trata lo suficiente" o
como "problema de comportamiento".
- En exámenes orales le va bien, pero no en los escritos.
- Se frustra fácilmente y no le gusta el colegio, la lectura o los exámenes.
- Talentoso en el arte, música, teatro, deportes, mecánica, ventas, comercio, diseño,
construcción o ingeniería.
- Se pierde fácilmente o pierde el sentido del tiempo.
- Se le dificulta poner atención; parece hiperactivo o soñador.
- Aprende más haciendo cosas con las manos, demostraciones, experimentos, observación y
con ayudas visuales.

Síntomas que deben alertar al educador

Ya en la etapa preescolar se pueden apreciar pequeños detalles o signos que pueden levantar
sospechas que un niño es disléxico.

• Preescolares (niños de 3 a 5 años)

- Desarrollo lento del vocabulario y retraso en el desarrollo del habla con dificultades para
articular o pronunciar palabras.
- Torpeza al correr, saltar y brincar.
- Dificultad para seguir instrucciones y aprender ruinas.
- Falta de atención y aumento de la actividad e impulsividad.
- Dificultad para abotonar y abrochar o subir un cierre.
- Retraso para memorizar los números, el abecedario, los días de la semana, los colores y las
formas.

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- Falta de control y manejo del lápiz y de las tijeras.
- Aparición de conductas problemáticas en sus habilidades sociales.

Entre los 6 a 11 años los síntomas son más evidentes, o al menos, más conocidos.

• Escolares (niños de 6 a 11 años)

- Invierte letras, números y palabras.


- Confunde el orden de las letras dentro de las palabras.
- Dificultad para conectar letras y sonidos y en descifrar las palabras aprendidas.
- Confunde derecha e izquierda y escribe en espejo.
- No completa una serie de instrucciones verbales.
- Presenta dificultad en la pronunciación de palabras sustituyendo o invirtiendo silabas.
- Su comprensión lectora es pobre.
- No toma o agarra bien el lápiz.
- Se confunde con facilidad y es propenso a accidentes.
- Es lento para recordar información.
- Posee mala letra y pobre caligrafía.
- No logra saber la hora, día, mes, año.
- No logra escribir pensamientos, ni organizarlos, su gramática y ortografía son deficitarias.
- Dificultad en aprendizaje de conceptos numéricos, no puede aplicarlos en cálculos o en la
resolución de problemas.

A partir de los 12 años se hacen muy claras las alteraciones del aprendizaje.

• De 12 años en adelante

- Tiene problemas de concentración cuando lee y escribe,


- Falla en la memoria inmediata, no recordando lo leído por su falta de comprensión de la
lectura, el lenguaje escrito o las destrezas matemáticas.
- Interpreta mal la información porque lee e interpreta mal.
- Muestra dificultad en organizar el espacio.
- No logra planificar su tiempo ni tiene estrategias para terminar a tiempo sus tareas.
- Trabaja con lentitud y no se adapta a ambientes nuevos,
- No funcionan sus habilidades sociales y no logra hacer amigos ni entender la discusión.
- Finalmente evita leer, escribir y las matemáticas, tendiendo a bloquearse emocionalmente.

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ALTERACIONES ASOCIADAS AL TRASTORNO
Mala lateralización

Diferentes estudios efectuados comparando el porcentaje de disléxicos de la población general con


el porcentaje en grupos de zurdos manuales, de individuos con lateralidad cruzada o de zurdos de la
mirada, dan como resultado un mayor porcentaje en estos grupos que en población normal.
Psicomotricidad

Los niños disléxicos pueden presentar problemas en esta área asociadas o no a lateralidades mal
establecidas.
Hacia los 6 o 7 años suele apreciarse un retraso en la madurez de ciertas funciones como: inmadurez
psicomotriz, torpeza parcial manual o generalizada, tono muscular escaso o excesivo, falta de ritmo,
respiración irregular. También dificultad en mantener el equilibrio tanto estático como dinámico;
conocimiento deficiente del esquema corporal lo que les dificulta la estructuración espacial del
propio cuerpo y, en consecuencia, el establecimiento de los puntos de referencia a partir de los
cuales localizar objetos.

Problemas perceptivos

Para los niños disléxicos los conceptos derecha-izquierda, arriba-abajo, delante-detrás, referidos a sí
mismos, los adquieren con dificultad, lo que les impide transferirlos a un plano más amplio.
Concretamente a la lecto-escritura para cuyo aprendizaje es necesaria la capacidad de codificación
de signos y la secuenciación en los ejes espacio-tiempo.
Si el niño no distingue bien entre arriba y abajo, tendrá dificultad para diferenciar letras como la “b”,
la “p”, la “d”, etc...
Con respecto a la distinción delante-detrás su alteración se manifestará más bien en un cambio de
letras dentro de las sílabas, como, por ejemplo: “le” por “el” o “se” por “es”.

Además de los trastornos perceptivos hay que reseñar también los relativos a la percepción auditiva
y visual. No se trata específicamente de una deficiencia, sino de una alteración cualitativa. No existe
una pérdida de audición o visión, pero sin embargo, los sonidos no se discriminan con suficiente
precisión y se confunden unos con otros. Respecto a la percepción visual puede producirse la
confusión entre colores, formas y tamaños.

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Alteraciones en el lenguaje

En esta área se suceden múltiples alteraciones como dislalias, bajo nivel de vocabulario, lenguaje con
formas indebidas, inversiones orales con mala colocación de las sílabas, empleo incorrecto de las
formas verbales y uso adecuado de conceptos contrarios (p.e. abrir-cerrar).
La dificultad en la correcta construcción de los fonemas va a ser un escollo importante para
consolidar el avance en el aprendizaje de la lectura.

Los trastornos antes mencionados pueden manifestarse en forma conjunta, pero lo habitual es que
prevalezca el dominio de alguno de ellos. Algunos autores establecen una distinción entre Dislexias
con predominio de alteraciones viso-espaciales y motrices cuyas características serían: escritura en
espejo, confusiones e inversiones al escribir, torpeza motriz y disgrafía, con otro tipo caracterizado
por alteraciones fundamentalmente verbales y de ritmo que se caracterizarían por: dislalias, pobreza
de expresión, poca fluidez verbal, baja comprensión reglas sintácticas, dificultad para redactar, etc...

Comorbilidad

Es importante resaltar la alta comorbilidad del trastorno lector con el T.D.A.H. (Trastorno de déficit
de atención e hiperactividad). Según algunos estudios, entre el 30 y 35% de los niños con trastornos
de la lectura presentarían también un cuadro de T.D.A.H.
Algunas explicaciones al respecto exponen que el niño con dificultades en los procesos lectores está
más predispuesto a la desatención. Esto se justifica por el mayor esfuerzo que tiene que realizar por
controlar unos procesos de codificación-decodificación que escapan a su voluntad.

DIAGNÓSTICO
La exploración o el diagnóstico es aquello que tendrá lugar una vez que el niño empieza a manifestar
las primeras dificultades en el aprendizaje de la lectura y la escritura, y se retrasa en relación a los
compañeros de su edad. Antes de realizar la exploración propiamente dicha, es necesario obtener
información referente a la historia de desarrollo, médica, de comportamiento y familiar.

Al mismo tiempo, debemos descartar los siguientes aspectos:

- Defectos de la visión, de la audición,

- Problemas emocionales primarios,

- Problemas de salud graves que dificulten el aprendizaje,

- Lesiones cerebrales,

- Un retraso grave del desarrollo.

Desde la escuela deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos: integración del niño dentro del
grupo clase, reacción hacia el medio escolar, adaptación general, comportamiento y rendimiento,
cual es la percepción del nivel intelectual del niño y de las capacidades asociadas como déficits

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atencionales, inestabilidad emocional, etc. Todo esto, junto con la exploración objetiva, permitirá
conseguir una visión más completa de la situación actual del niño y así poder aplicar posteriormente
el tratamiento adecuado. Esta exploración debe incluir tres ámbitos: el ámbito aptitudinal, el
pedagógico y el psicológico.

- Ámbito Aptitudinal

Este ámbito comprende los aspectos fundamentales siguientes: la inteligencia general y las aptitudes
específicas a nivel perceptivo y motriz, así como la atención y la concentración. Algunas de las
aptitudes específicas a las que también debemos referirnos son la interiorización del esquema
corporal, la capacidad para orientarse en el espacio y en el tiempo, el nivel de psicomotricidad, la
discriminación visual y auditiva, la memoria visual o auditiva, la seriación, etc.

- Ámbito Pedagógico

Se refiere principalmente a la exploración y análisis de las dificultades escolares del niño: lectura
(oral y comprensiva), escritura (dictado, copia, redacción), expresión oral y otras inhabilidades
asociadas a las funciones psicolingüísticas.

- Ámbito Psicológico

Es de gran importancia tener en cuenta este ámbito de exploración en el niño disléxico, ya que el
factor emocional tiene un papel muy importante en el rendimiento escolar. Las principales
características del niño disléxico, en gran medida provocadas por sus dificultades de aprendizaje, son:

- Presencia de sentimientos de inferioridad debido a la clara consciencia de sus dificultades.


Sentimientos de fracaso, inseguridad e inhibición.

- Encerrarse en sí mismo y dificultades para relacionarse con sus iguales. Síntomas depresivos.

- Desobediencia, como forma de reafirmar su personalidad.

- Hipersensibilidad y vulnerabilidad por su problemática y la forma de vivirla. Tristeza, decaimiento.

- Ansiedad o angustia, problemas psicosomáticos, es decir, malestar corporal fruto de la tensión


vivida.

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CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE LA DISLEXIA (DSM-IV)
A)
A) El nivel de lectura, medido individualmente por tests estandarizados de capacidad lectora o
comprensión, está substancialmente por debajo de lo esperado con relación a la edad cronológica, a
la inteligencia medida y a la educación apropiada para la edad.
B)
B) El problema del criterio A interfiere significativamente con el rendimiento académico o las
actividades diarias que requieran habilidades lectoras.
C)
C) Si existe un déficit sensorial, las dificultades para la lectura son superiores a las que habitualmente
van asociadas con dicho déficit.

ACTUALIZACIÓN CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE LA DISLEXIA (DSM-V)

Actualmente, los profesionales que trabajan con niños que presentan en una medida u otra,
dificultades del aprendizaje, observan que frecuentemente resulta muy complicado establecer un
diagnóstico diferencial claro. Es decir, se encuentran con niños con una buena lectura pero muy baja
comprensión lectora y, además, presentan muchas dificultades en la escritura en forma, contenido o
faltas de ortografía. En este caso ¿cuál sería el diagnóstico de preferencia? Quizás una dislexia si
tenemos acreditado un CI normalizado y dificultades específicas en la comprensión, o una digrafía ya
que el niño cumple esos requisitos pero también presenta mala escritura o muchas faltas de
ortografía que no se justifican todas por un desconocimiento de las reglas de ortografía.
En la práctica dislexia, digrafía y discalculia no deben entenderse como entidades diagnósticas
separadas sino que, frecuentemente, se hallan muy asociadas. El niño que lee mal es muy probable
que presente también desorganización en la escritura y el que tenga dificultades en el cálculo puede
que también presente dificultades en la comprensión lectora. Aunque siempre puede detectarse un
área que es la que se muestra con mayores dificultades para el niño, los Trastornos específicos del
Aprendizaje tienen una alta comorbilidad entre ellos y, por tanto, debemos trabajar con todos ellos
en la medida que cada caso lo precise.
En este sentido, se cree que las aportaciones del nuevo DSM-V aportan mayor claridad y facilidad
para ofrecer un diagnóstico más coherente con la realidad de cada niño. La razón es que se unifican
los diferentes trastornos (dislexia, disgrafia, discalculia, no especificado) en una única
categoría: Trastornos específicos del Aprendizaje y luego nos permite establecer las dificultades
concretas (en escritura, lectura o cálculo) y su intensidad de afectación (leve, moderada o grave). A
continuación, el cuadro comparativo correspondiente:

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MODIFICACIÓN CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE LA DISLEXIA
DSM-IV: Trastornos del Aprendizaje. DSM-V: Trastornos específicos del Aprendizaje.

Trastorno de la lectura. Especificar si:


-Con dificultad en la lectura
-Con dificultad en la expresión escrita
-Con dificultad matemática

Trastorno de la expresión escrita. Especificar la gravedad:


leve, moderado, grave.

Trastorno del cálculo.

Trastorno del aprendizaje no especificado.

EVALUACIÓN PSICOPEDAGÓGICA

Teniendo en cuenta la edad del niño y los datos hallados mediante entrevista se efectuará la
correspondiente evaluación individual. Dicha evaluación debe comprender aspectos específicos de
los procesos lectores pero también áreas más generales como la inteligencia o la personalidad.

A continuación se exponen los diferentes factores a evaluar:

a) Nivel intelectual
Se utilizan pruebas verbales como el Wisc-R (o su actualización el Wisc IV), también el K-ABC de
Kaufman. En cuanto a las no verbales puede aplicarse el Test de Matrices Progresivas de Raven o el
Toni-2.
Los resultados obtenidos con estas pruebas suponen una medida de la capacidad intelectual del
sujeto globalmente, pero también proporcionan un perfil de los diferentes factores mentales
implicados. Recordemos que para el diagnóstico de un trastorno específico de la lectura debemos
descartar la presencia de Retraso Mental.

b) Análisis específico lecto-escritura


Algunos de los instrumentos adecuados son:

1-El TALE. Construido para investigar con rapidez y detalle el nivel general y las características
esenciales del aprendizaje de la lectura y escritura. Comprende dos partes (Lectura y Escritura) cada
una de las cuales está integrada por varias pruebas (Tea Ediciones).
2- EDIL. Se trata de una prueba para la exploración de las dificultades individuales de la lectura.
Evalúa tres aspectos: Exactitud, Comprensión y Velocidad.
3- PLON- R (Prueba de Lenguaje Oral de Navarra). Es un test que sirve de screening o detección
rápida del desarrollo del lenguaje oral. Edad de aplicación: 3 a 6 años.
4- PROLEC-R. Evaluación de los procesos lectores. Se obtiene una puntuación de la capacidad lectora
de los niños e información sobre las estrategias que cada niño utiliza en la lectura de un texto, así

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como de los mecanismos que no están funcionando adecuadamente y por lo tanto no le permiten
realizar una buena lectura. Edad de aplicación: cursos de 1º a 6º de Educación Primaria.
6- PROLEC- SE. Evalúa los principales procesos implicados en la lectura: léxicos, sintácticos y
semánticos. Edad de aplicación: de 1º a 4º de ESO.
7- PROESC. Evaluación de los procesos de la escritura. Evaluación de los principales procesos
implicados en la escritura y la detección de errores. Edad de aplicación: De 3º de Educación Primaria
a 4º de Educación Secundaria.
8- DST-J. Test para la detección de la Dislexia en niños. Aplicable en niños entre 6 años y medio y 11.

c) Exploración perceptivo-motriz
Abarca el examen del esquema corporal, la lateralidad y la percepción espacio-temporal.
Para apreciar la imagen que tiene el niño de su propio cuerpo pueden utilizarse las pruebas
de Piaget y Head. Se trata de constatar el momento del proceso evolutivo en que se encuentra el
niño en relación con su edad. Las pautas normales al respecto son:

PAUTAS NORMALES (PIAGET):

Edad: Procesos asumidos:

5 años Debe conocer las partes de su cuerpo.

6 años Debe conocer, señalar y nombrar los miembros y órganos del lado derecho e izquierdo.

7 años Debe producirse el llamado cruce del eje de simetría. Se trata de combinar el lado derecho
con el izquierdo lo que posibilita la ubicación de los objetos, tomando a su cuerpo como
punto de referencia.

d) Evaluación del temperamento/personalidad


Finalmente la evaluación de aspectos de su personalidad pueden resultar necesarios para trazar un
plan de intervención eficaz.
También los aspectos conductuales, su forma de relacionarse con su entorno más inmediato (padres,
hermanos, compañeros, maestros, etc...) y cómo percibe su problema resultará de mucha utilidad.

Según la edad del niño pueden utilizarse técnicas proyectivas como el Test de la Familia, el Test del
Árbol o Test de la Figura Humana como una primera aproximación.

TRATAMIENTO
La dislexia puede ser tratada, y los resultados que se obtienen suelen ser muy positivos. Para ello es
fundamental conseguir un diagnóstico a tiempo y conocer con precisión el tipo de dislexia que sufre
el paciente. En niños hasta los nueve años, el tratamiento asegura una recuperación total o casi total.
Después de los 10 años resulta más complicado el aprendizaje de determinados parámetros y, por
tanto, suelen requerirse terapias más largas.

El tratamiento de la dislexia debe ser completamente personalizado y adaptado a la edad y síntomas


del paciente; cada niño sufrirá diferentes carencias y requerirá que se haga especial hincapié en
distintos aspectos. La manera de superar la dislexia consiste básicamente en aprender a leer y
escribir de nuevo, adaptando el ritmo de aprendizaje a las capacidades del niño.

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Este es un trabajo muy duro para un niño de cualquier edad, y es muy fácil que pierdan el interés
rápidamente o que se den por vencidos. Por ello, es primordial en todos los casos crear interés,
motivar, y llevar a cabo la terapia con actividades que no resulten tediosas.

Los pedagogos y profesionales tienden a enfocar el tratamiento de una forma u otra en función de la
edad:

• Niños en educación infantil: normalmente aún no están aprendiendo a escribir, de modo que se
insiste en prevenir dificultades futuras con ejercicios que activen la conciencia fonológica (rimas,
dividir palabras en sílabas, etc.).

• Niños de seis a nueve años: a la tarea de aumentar la conciencia fonológica va a sumarse el trabajo
lector. Se insistirá en un incremento de la lectura y lectura en voz alta, siempre tratando de
proporcionar textos atractivos que despierten el interés del niño.

• Niños mayores de 10 años: a esta edad es difícil corregir carencias en la conciencia fonológica. Lo
mismo ocurrirá con la lecto-escritura, de modo que la terapia se centrará en tratar de encontrar
técnicas y trucos que faciliten la comprensión de textos.

El papel de los padres en el tratamiento de la dislexia

En nuestro sistema educativo se da por supuesto que la responsabilidad de la enseñanza recae sobre
el profesor más que sobre los padres. En el caso de los niños disléxicos, suele recaer sobre el
especialista (psicólogo, pedagogo, logopeda, profesor especializado). Este énfasis en la labor del
profesor no es adecuado por cuanto los padres pueden ser y de hecho son en ocasiones por propia
iniciativa, una fuente de ayuda importante para sus hijos.

El papel más importante que tienen que cumplir los padres de niños disléxicos quizás sea el de apoyo
emocional y social. El niño debe de saber que sus padres comprenden la naturaleza de sus problemas
de aprendizaje. Esto requerirá frecuentemente el tener que dar al niño algún tipo de explicación
acerca de sus dificultades disléxicas. El mensaje importante que hay que comunicar es que todos los
implicados saben que el niño no es estúpido y que quizá ha tenido que esforzarse mucho más en su
trabajo para alcanzar su nivel actual de lectura y escritura.

También es importante comunicarle que se le seguirá queriendo, aunque no pueda ir especialmente


bien en el colegio. Hay que evitar que la ansiedad de los padres aumente los problemas del niño,
aumentando su ansiedad y preocupación generando dificultades emocionales secundarias.

Los padres (y todos los que se relacionan con él o ella) deben dejar muy claro al niño que puede
tener éxito, ya que si el niño "sabe" que no puede tener éxito, porque así se lo hacen sentir las
personas importantes de su entorno, el niño tiene miedo a intentarlo y como en la profecía que se
auto-cumple, hace por fracasar, sin apenas darse cuenta. Esto complica la tarea del especialista.

El éxito puede implicar una considerable cantidad de trabajo, pero se le hace ver que se comprende
su problema y él va a recibir una ayuda específica a fin de que pueda superarlo.

Irónicamente, son a veces los padres que han tenido dificultades similares y que han sufrido mucho
en la escuela son los que tienden a ejercer una presión mayor, consiguiendo un fin diametralmente
opuesto al pretendido. Conviene que admitan su preocupación y compartir con el niño los problemas
que tuvieron. Esto le hace al niño sentirse más normal.

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Es totalmente inadecuado e inútil comparar en sentido desfavorable al niño disléxico con un niño sin
problemas. Esto sucede especialmente si el niño que va bien en el colegio es más pequeño que el
que tiene el problema. Conviene recordar que ambos son distintos y que el disléxico tiene sus
cualidades. La rivalidades fomentadas entre hermanos pueden acabar mal..

Es importante desarrollar la autoestima a todos los niveles. Puede hacerse dispensando al niño
consideración positiva incondicional, en especial cuando se siente decaído o fracasado. Es
fundamental evaluarlo con su propio nivel, esfuerzo y rendimiento. La dificultad es no pasar a la
sobreprotección, al "todo vale". Pero la guía es tener clara la escala de valores en la que se
desenvuelve el niño, la situación de partida, el esfuerzo realizado.

Otra cosa a tener en cuenta son las dificultades prácticas asociadas con la dislexia: confusiones con
las horas del día, equivocaciones respecto del lugar donde se colocan las cosas, tendencia al
desorden, distraibilidad, torpeza en ocasiones, dificultad en el cumplimiento de las instrucciones (si
no se le dan muy claras y concretas y se aseguran de que las haya comprendido). Todo esto exige una
buena dosis de paciencia, pero es tan importante como comprender las dificultades mismas del
aprendizaje del lenguaje escrito.

Los padres pueden tener en ocasiones un papel directo de enseñantes. Esto depende en buena
medida del tipo de relación que haya entre padres e hijos. A veces es completamente imposible y
hasta desaconsejable que los padres ayuden a sus hijos. La situación se torna en ocasiones en tan
cargada de ansiedad que los padres o el niño pierden la calma, se enfadan y las condiciones de un
aprendizaje con éxito y de refuerzo positivo sistemático, se vuelven inalcanzables.

EJERCICIOS PARA NIÑOS DISLÉXICOS


a) Ejercicios de Actividad Mental
Pretenden centrar la atención del niño mejorando su atención sostenida (el tiempo de respuesta y la
perseverancia). También a captar la comprensión de estructuras con objetos y gráficos, establecer
relaciones de diferencias (éstas pueden establecerse sobre diferencias o semejanzas).

b) Ejercicios de Lenguaje
Van dirigidos a trabajar la correcta articulación de fonemas y el enriquecimiento de la comprensión y
la expresión oral, se persigue un perfeccionamiento mediante el aumento del vocabulario, empleo
preciso de términos, fluidez verbal, elaboración de frases y narración de relatos.

c) Ejercicios de Lecto-escritura
Son necesarios para reconocer y reproducir signos gráficos y letras, insistiendo en aquellas que por
su problemática ofrecen mayor dificultad, también se trabaja con sílabas directas, inversas y
compuestas, procurando hacerla comprensiva desde el primer momento.

d) Ejercicios Perceptivo-motores
Comprenden desde el aprendizaje de colores, formas y tamaños elementales, así como el
conocimiento del propio cuerpo, su localización espacial y de nociones temporales. Se utilizan para
ello láminas, gráficos y especialmente el movimiento, el ritmo y el sonido. Se introducen además
contenidos espaciales sobre ejes de coordenadas y puntos cardinales. En la percepción temporal se
inicia el uso del reloj y del calendario.

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DISLEXIA EN EL AULA
Un trabajo coordinado, común e interdisciplinar entre la familia, los profesionales externos y el
centro educativo es esencial para conseguir los mejores resultados de intervención con un alumno
disléxico. Es importante tener una sensibilización, y una metodología e intervención específica para
atender las necesidades educativas del alumno disléxico en el aula, asegurándolo de este modo al
éxito escolar.

La falta de información y conocimiento sobre la dislexia son dos de las mayores barreras con las que
se enfrentan las personas disléxicas día a día. Como consecuencia surge la falta de sensibilización, la
discriminación y la frustración, elementos sumamente destructivos para un disléxico que diariamente
lucha para llegar tanto al éxito personal como a la aceptación social. Aún existe cierta falta de
información y formación se la sociedad hacia el tema. Si establecemos como objetivo informar y
sensibilizar a las futuras generaciones es indispensable que se empiece a tratar el tema dentro del
aula, asegurando que tanto educadores como cada uno de los alumnos dentro del sistema educativo
actual, empiecen a entender al alumno disléxico y a aceptar sus diferencias.

Teniendo en cuenta que la dislexia es una forma diferente de aprender, tanto los alumnos como los
tutores deben entender que existen tres vías distintas de aprendizaje:

• Visual

• Auditivo

• Kinestésico

Sería recomendable realizar una serie de actividades en las cuales los alumnos tengan que mirar,
escuchar y manipular los estímulos presentados; esto les va a permitir analizar su propio estilo de
aprendizaje y desarrollar las estrategias de estudio mejor adaptadas a su forma de integrar la
información. La misma actividad, simultáneamente, informará al tutor sobre la importancia de variar
la metodología utilizada dentro del aula para atender los diferentes estilos de aprendizaje. Cuando
establecemos que cada alumno aprende de un modo distinto se puede proceder a informar a los
alumnos sobre la definición y la sintomatología de la dislexia en función de la edad.

Cuando introducimos el tema de la dislexia en el aula, se supone que: El alumno disléxico se siente
más comprendido y aceptado tanto por los profesionales como por sus propios compañeros. Se
busca que el grupo de clase entienda y acepte al alumno disléxico y no considere las adaptaciones
curriculares que recibe como “un privilegio”. La formación tanto de los profesionales de la enseñanza

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como de los alumnos sea el resultado de una población más informada y sensibilizada. Se crea un
sistema educativo más inclusivo para el alumno disléxico.

Aula adaptada
- Es importante evaluar el entorno que rodea al alumno disléxico, para que se empiece a crear un
aula adaptada a sus necesidades. Los siguientes recursos/estímulos son algunas de las formas con las
que podemos crear un aula más inclusiva para el alumno disléxico:

- Horarios visuales

- Auto instrucciones (para la organización del pupitre o como recordatorio del material que debe
llevarse a casa cada día)

- Rincones/áreas de audición (cuentos grabados)

- Rincones de comunicación (pera estimular el lenguaje oral) o de desarrollo emocional, social y


personal (mural de sentimientos, etc.).

- Murales tanto decorativos como interactivos. El primero tendrá como objetivo desarrollar la
autoestima del alumno (presentando el trabajo de la manera más atractiva posible) y el segundo, se
utilizará para presentar el material de estudio de una forma visual, interactiva y multisensorial
(cambiando el mural en función del tema que se esté estudiando en ese momento).

Cómo el educador puede ayudar al alumno disléxico


Ante todo, debe recordar que su actitud debe ser positiva y constructiva, ya que para tener éxito en
los estudios el alumno disléxico sólo requiere una enseñanza diferente. Si bien sus necesidades
particulares deberán ser atendidas por un profesional especializado en dislexia, le será muy útil la
aplicación de las siguientes estrategias para aprender:

• Tener bien claro lo que usted espera del niño, aceptando que haga preguntas durante las lecciones
y asegurándose si ha entendido las instrucciones.

• Comprobar que el entorno sea estructurado, previsible y ordenado, ya que los niños con
dificultades disléxicos responden mejor cuando se dan ciertas premisas.

• Aceptar y admitir que su alumno tardará más tiempo en aprender y que se cansará más
rápidamente que los demás niños.

• Asegurarse que las instrucciones y explicaciones que le ha transmitido sean claras, de acuerdo al
ritmo del niño y volviendo a repetirlas las veces que sean necesarias.

• No utilizar jamás amenazas, ni súplicas o castigos para que mejore su rendimiento escolar, pues el
niño no responderá y tendrá efectos negativos sobre su autoestima, su rendimiento y su confianza
en usted.

• Es altamente positivo, por el contrario, elogiar las capacidades del niño, sus fortalezas y sobre todo
su esfuerzo y su coraje para enfrentar su dislexia, sin olvidar el dolor psíquico que ésta le produce.

La dislexia afecta las demás áreas de aprendizaje escolar, de ahí la necesidad de actuar
tempranamente para evitar que la dislexia invada y se extienda a todas las áreas de estudio del niño.

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Sugerencias didácticas para el alumno disléxico
• Enseñanza basada en métodos multisensoriales, es decir
aquellos que utilizan el tacto, el movimiento y el color
como canal de aprendizaje, además de la vista y el oído.

• Adaptar el programa de estudio a las necesidades


del niño.

• Establecer un equipo con el niño y sus padres, para ayudarlo y


acompañarlo en su dislexia.

• No permitir que los compañeros se burlen del niño y


explicarles lo que es la dislexia.

• Animarlo siempre y elogiarlo por sus talentos y aptitudes,


evitando ponerlo en situaciones en las que fracasará.

• Favorecer el aprendizaje utilizando métodos basados en las facultades auditivas, visuales, táctiles y
del movimiento, cuando su nivel académico corresponda al inicio escolar.

• A medida que el niño aprenda palabras, se hace necesario el conocimiento de un código que
relacione las combinaciones de las letras con los sonidos de las mismas. De esta forma el alumno
logrará establecer una correspondencia entre grafemas y fonemas (pequeñas unidades sonoras en
que descomponemos las palabras).

• Por la vía ortográfica y la identificación de las palabras, recurrirá el niño a las secuencias con
significado (morfemas) que tiene almacenadas en su cerebro.

• Reforzar la memoria a corto plazo y a largo plazo, favoreciendo así el almacenamiento de la


información y el acceso a la misma.

• Utilizar la técnica de “sobre-aprendizaje” o la repetición intensiva para reforzar la nueva


información que recibe el niño.

• No olvidar darle copia de apuntes de lecciones y lista de lecturas obligatorias.

• Recordar minimizar los deberes sobre todo de lectura y escritura por el sobreesfuerzo que le
representa al niño.

• Evitarle leer delante del grupo y valorarlo por sus esfuerzos, puesto que no es posible la
comparación con los demás niños.

• Favorecer la utilización de ordenadores para escribir los textos y utilizar procesadores, correctores
ortográficos y otras tecnologías disponibles.

• Durante los exámenes brindarle al alumno disléxico tiempo suplementario y períodos de descanso,
permitiendo el uso de ordenadores portátiles o pizarras digitales si los hubiere.

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DISORTOGRAFÍA, UNA DISGRAFÍA DISLÉXICA
La disortografia se trata de una dificultad en la
escritura, cuya característica principal es un déficit
significativo de la ortografía asociada los
trastornos en la lectura. Se trata de un trastorno
que se manifiesta en la dificultad para escribir las
palabras de manera ortográficamente adecuada.
La disortografía se diferencia de la disgrafia en que
los errores que la definen en ningún caso son de
tipo grafomotor.

La disortografía puede ser "natural" cuando afecta al desarrollo fonológico y a las reglas de
conversión fonema-grafema o "arbitraria" cuando afecta a las reglas ortográficas.

Principales dificultades en el aprendizaje de la escritura por causa de la disortografía son:

• Déficit en el conocimiento y uso de las reglas ortográficas.

• Déficit lector.

• Déficit en el lenguaje hablando.

• Déficit en mantener representada una palabra en la memoria de largo plazo.

• Déficit para conocer y realizar correctamente la conversión fonema-granema.

• Déficit para articular correctamente los sonidos del habla.

Causas de la disortografía:

• Déficit intelectual.

• Deficiencia en la percepción visual o auditiva.

• Mala articulación de fonemas que se traduce en la escritura.

• Causas de tipo pedagógico: el método enseñado para aprender a escribir no es el adecuado.

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CONCLUSIÓN GENERAL
Como hemos visto, la dislexia es una dificultad específica independiente de la inteligencia, un niño
puede ser disléxico tanto si es muy listo como si no lo es. Si bien la identificación es un proceso
complejo, existen varios síntomas que nos llevan a detectarla, y como futuros docentes debemos
conocerlos para saber cómo afrontarla ya que cualquiera de nuestros alumnos podría padecerla, por
tal motivo elegimos la dislexia porque debemos estar informados y porque dentro de nuestras
futuras aulas, posiblemente, este presente. El niño disléxico debe poner tanto esfuerzo en las tareas
de lectoescritura que tiende a fatigarse, a perder la concentración, a distraerse y a rechazar este tipo
de tareas; es allí cuando debemos ser comprensivos y no presionar exigiendo mayor esfuerzo, sino
acompañar y apoyar al alumno con actividades adaptados especialmente para estudiantes con
dislexia, para q puedan comprender y manejar de la mejor manera dentro de sus limitaciones, el
sistema lectoescritor. Si bien la dislexia es permanente y de hecho puede durar hasta el periodo
adulto, puede superarse cuando está correctamente diagnosticada y se la trata con paciencia y
fuerza de voluntad. Muchos niños disléxicos son capaces de compensar sus desventajas con relativa
facilidad, sin embargo, suelen tener más dificultades para superar el proceso emocional de sentirse
incapaces. Como docentes no debemos dejar q esto suceda y una forma de evitarlo es buscar
aquellas áreas en las q el niño se destaque y poner énfasis en ellas; no debemos olvidar que puede
tener problemas para leer pero ser un genio en matemáticas, música, arte u otros campos.

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BIBLIOGRAFÍA
- www.saludalia.com

- www.psicopedagogia.com

- www.dislecan.es

- www.ladislexia.net

- www.dyslexia.com

- http://www.psicodiagnosis.es/

- Alumnos con dislexia: estrategia para educadores. Profesora Maria Trinidad Iglesias Musach,
Psicopedagoga.

- Dislexia. Detención, diagnóstico e intervención interdisciplinar. Alvaro, H.; Damians, MA.; Gomez,
E.; Martorell, N.; Salas, A.; Sancho, S.

CREIX (Centre de Desenvolupament Infantil).

DISFAM (Associacion Familiar y Dislexia)

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