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Psicomotricidad Dirigida

En la psicomotricidad dirigida es el educador el que establece unos


objetivos de antemano y elabora un circuito para que al realizarlo se
consigan. Para una clase el circuito es el mismo para todos los niños, es
decir, todos deben de pasar por las mismas actividades sea o no su
momento; como cada niño es diferente, habrá niños que serán capaces de
llevar a cabo las propuestas con soltura y otros que todavía no lo podrán
realizar por ellos mismos. Además dependen de la dirección del educador,
los niños hacen lo que el educador les dice.

Los autores que lo defienden esta teoría mecanicista son Picq y Vayer, Le
Boulch y Defontaine, a los que lo definen esta práctica como
psicomotricidad instrumental.

Psicomotricidad Vivenciada

El psicomotricista en este caso no dirige, ni le dice al niño lo que tiene que


hacer, cómo hacerlo o en qué orden, sino que le ofrece un espacio, un tiempo
y está a la escucha de las necesidades de cada individuo, lo respeta y le
hace evolucionar teniendo en cuenta la individualidad, que cada uno tiene un
ritmo diferente y por lo tanto tendrá unas necesidades diferentes.

En una sesión de psicomotricidad vivenciada el adulto prepara la sala pero es


el niño el que a través del movimiento, del juego libre y espontáneo y de su
deseo, el que se expresa psicomotrizmente, avanzando en su desarrollo.

La psicomotricidad vivenciada o relacional nace los años 70 de la mano de


Lapierre y Aucouturier, ellos ven al niño desde el nacimiento hasta los 7
años como un ser global, tanto en lo motor, como lo afectivo y lo cognitivo.

Objetivo y Diferencia

Aunque el objetivo de ambas corrientes de psicomotricidad es el desarrollo


global de la persona, en la psicomotricidad dirigida se hace mayor énfasis
a los aspectos motores y cognitivos, en cambio en la psicomotricidad
vivenciada también se tiene en cuenta el desarrollo afectivo y social,
relacional, así como el deseo, los diferentes ritmos, el juego libre y la
capacidad de aprender a través de la manipulación, de la exploración, de la
experimentación y del movimiento, es decir, vivenciando los aprendizajes.

¿Os parece necesario que el educador infantil posea


formación como psicomotricista?
Sí, porque a través de la psicomotricidad se trabajarán no sólo los aspectos
motores, sino los mentales y emocionales de los niños.

Tiene finalidades como:

 El placer del movimiento alimenta la estima sobre sí mismo, lo que


está relacionado con el autoconcepto y la autoestima.
 El placer del movimiento compartido facilita la adaptación social, lo
que se relaciona con el desarrollo afectivo, social, moral y sexual.

El educador con esta formación estaría más capacitado para adaptarse o


resolver las dificultades que se pudiera encontrar al tener a un niño en el
aula con discapacidad motora.

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