CARTELISTAS DE FINES

DEL SIGLO XIX

Módulo 1- Los orígenes del diseño gráfico
Paloma Bibbó - Mercedes Escaray

Comisión: Natalone, Valeria; Guarino, Gabriela; Varela, Alina

Año 2019
INTRODUCCIÓN

El siglo XIX en Europa trajo consigo

una serie de grandes cambios y nuevas
tecnologías que transformaron al mun-
do. Las grandes ciudades comenzaron
a formarse como tales y los sectores de
la sociedad se vieron obligados a alterar
sus costumbres. Surge la necesidad de
consumo, aparecen nuevas formas de
ocio, la estructura familiar comienza
a modificarse, se generan cambios en
la forma de trabajo, entre otras cosas.
Los cartelistas de fines del siglo XIX
respondieron a las demandas de éstas
nuevas necesidades a través del arte y
dejaron su impronta que perdura hasta
el dia de hoy.

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 CONTEXTO
Francia en la segunda mitad del siglo XIX
Después de la Guerra fran-
co- prusiana, la cual puso fin
al régimen de Napoleón III,
Francia vivió un período de
paz y prosperidad. Estabili-
zada la situación tras la gue-
rra con Prusia y el gobierno
de la Comuna, se prosiguió
con el plan urbanístico de
Haussmann, empezado en
1852, quien había sido con-
tratado para “modernizar”
París, convirtiéndola en una
ciudad con calles más segu-
ras, mejores casas, comu-
nidades más salubres y con
mayor fluidez en el tránsito.
Sin embargo, a la continua-
ción de ésta obra se sumaron
los avances tecnológicos que
estaban revolucionando el
mundo. Este periodo de pro-
greso, bienestar y esplendor
que vivió francia a fines del
siglo XIX se le dio el nombre
de “La Belle Epoque”.
Con el fenómeno de la Re-
volución Industrial, las ciu-
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dades comenzaron a crecer
cada vez más. Se acentuaron
las divisiones entre ciudades
y campos, así como entre los
más pobres y los más ricos;
la migración de campesinos
hacia las ciudades se hizo
necesaria a fin de cubrir la
urgencia de mano de obra
para las industrias. Los sec-
tores más desprotegidos se
vieron obligados a instalarse
en hogares precarios vivien-
do en pésimas condiciones.
El crecimiento de la ciudad
en tamaño y habitantes dejó
clara la necesidad de mejo-
rar las condiciones de vida
de la sociedad. Los servicios
de transporte, de agua, y de
limpieza fueron mejorando a
partir de 1880.
En los siglos anteriores, las
clases humildes vivían lo
más cerca posible de su lugar
de trabajo, adonde acudían
a pie. Cuando la electrici-
dad se aplicó en los medios
de transporte, incluyendo sociedad de consumo. En
tranvías, metros y buses, conjunto con ésta actividad
posibilitó el movimientos surgió la competencia, dada
de personas del campo a la por el atractivo de empezar a
ciudad. La puesta en marcha vender productos. La publici-
de esta red de transporte no dad aparece como respuesta
solo contribuyó al aumento a las demandas del mercado,
del empleo en la ciudad sino con el objetivo de incremen-
que también al desarrollo de tar el consumo de cierto pro-
actividades de ocio. “Hubo ducto. Son creadas a partir de
dos cambios que hicieron las técnicas de impresión del
necesario el transporte (...):momento, primero utilizan-
la segregación residencial do tipografía para luego ir
y el desarrollo de áreas (...)incorporando la imágen. En
como centros especiales para 1881 en Francia se promulga
las compras, el entreteni- una ley referente a la liber-
miento”. (Hobsbawm, 2013, tad de prensa, la cual supri-
p.120). mió muchas restricciones
de censura permitiendo que
Este periodo de progreso, los carteles fueran colgados
bienestar y esplendor que en ciertos lugares de la vía
vivió francia a fines del pública. “Las calles se con-
siglo XIX se le dio el nombre virtieron en galerías de arte
de “La Belle Epoque”. (...). Pintores reconocidos no
se sentían avergonzados por
La aparición de los centros crear carteles de propagan-
comerciales fue esencial da”. (Meggs, 1998, p.247)
para el nacimiento de la

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Otra cosa que se destacó en
este periodo fue la transfor-
mación de la vida burguesa.
Las familias de clase me-
dia comenzaron a alejarse
del concepto de que la vida
privada y la presentación
pública son inseparables y
aparece el estilo de vida más
privado. La burguesía de
fines del siglo XIX se la con-
sideraba como clase ociosa,
no acumulaban dinero como
la burguesía del pasado, sino
que ahora lo gastaban en
comodidad y diversión. La
emancipación de la mujer
y la aparición de la juven-
tud, como nuevo grupo con
nuevas necesidades y cos-
tumbres generó una deses-
tructuración de la familia
patriarcal.
A pesar de que la brecha
entre pobres y ricos se man-
tenía, se hacía sentir la ne-
cesidad de que el naciente
proletariado urbano también
participara de esas transfor-
maciones: el auge tecnológi-
co hizo necesario el fomento
de la educación en todos sus
niveles. Toda la difusión del
conocimiento empezaba a
generalizarse al aumentar la
alfabetización para atender
las necesidades de una eco-
nomía moderna, mientras
crecía el número de publica-
ciones de consumo popular.
El progreso científico propició
nuevos oficios especializados
para el proletariado urbano,
lo cual influyó para un mayor
desarrollo de los movimientos
sindicales en todo el mundo.
Esta transformación significó
un cambio muy importante
por lo cual los movimientos
ideológicos y políticos busca-
ron el apoyo de estas nuevas
masas de obreros y pequeños
artesanos.
El alumbrado eléctrico de la
vía pública y el transporte
permitieron el surgimiento
de la vida nocturna y las ac-
tividades de ocio ya mencio-
nadas. París se había conver-
tido en una ciudad que nunca
dormía: tras la jornada labo-
ral llegaba el tiempo de ocio,
que se alargaba durante toda
la noche. La mejora de los
salarios y la estabilización de
los horarios permitieron a
los trabajadores disponer de
más dinero y de tiempo para
gastarlo. Los hermanos Lu-
mière aprovecharon la situa-
ción y empezaron a cobrar
entrada en las proyecciones
de sus películas en el Grand
Café en 1895. Por otro lado, la
Belle Époque fue la edad do-
rada del cabaret, con la aper-
tura de Le Chat Noir en 1881
y el Moulin Rouge en 1889. La
Goulue y Jane Avril, bailari-
nas de cancán de este famoso
local, alcanzaron gran fama
tanto dentro como fuera de
París. Locales de música y
bares estaban llenos de clien-
tes noche tras noche; y para
los que preferían un ocio más
cultural estaban los museos.
Otra parte de la población
prefería disfrutar de su tiem-
po libre en los parques de la
ciudad o haciendo excursio-
nes al campo.
Todo esto tuvo como conse-
cuencia una mejora en las
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 condiciones de vida de sus ha- ba diversos estilos persona-
bitantes, aunque todos estos les planteándolos como una
avances llegaron antes a los extensión del impresionismo
sectores privilegiados y poco y a la vez como un rechazo a
a poco se extendieron al resto. las limitaciones de este. Sus
Con respecto al arte, comen- exponentes reaccionaron
zaron a sucederse diversos contra el deseo de reflejar
movimientos artísticos que fielmente la naturaleza y
anteceden a las vanguardias, presentaron una visión más
en los que tanto la temática subjetiva del mundo. En 1880
como la composición tradi- nace en Francia el simbolis-
cional serán sustituidas por mo, un movimiento artístico
la imaginación y por nuevas que intenta fundir elementos
formas de entender la vida. de la percepción sensorial y
Uno de ellos es el impresio- elementos espirituales.
nismo, que se desarrolla en
Francia entre 1860 y 1886
como una corriente artística
que rompe con el realismo.
Los artistas escogieron la
pintura al aire libre y los te-
mas de la vida cotidiana.
W Su objetivo era conseguir
una representación espon-
tánea y directa, y para ello se
centraron en los efectos de la
luz natural sobre los objetos.
El postimpresionismo englo-

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 París, Rue de Belleville, Siglo XIX-.

Abadia de Saint- Germain, París, 1898.

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 LOS CARTELES
Por primera vez en 1870
nacía el cartel. Hubo tres
factores que influyeron en la
aparición de los carteles en
Francia. El primer factor fue
el desarrollo de los sistemas
de impresión gracias a las
nuevas tecnologías. Un claro
ejemplo es la litografía, pro-
cedimiento creado en 1798
que se fue perfeccionando
a lo largo del tiempo. Hacia
1848, este sistema de impre-
sión, basado en el principio
de incompatibilidad natural
entre substancias grasas y
acuosas, era capaz de impri-
mir 10.000 hojas por hora y
reproducir más de 3 colores.
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El segundo fue la aparición
de la vida nocturna, y las
nuevas formas de ocio, como
los eventos y reuniones.
Éstas y los productos relacio-
nados a la industrialización
necesitaban de difusión y
propaganda. Y por último, el
tercer factor fue la influencia
de Chéret.
Los carteles, a pesar de tener
como función la publicidad
y la propaganda, también
cumplen el rol de una forma
secundaria del arte.
Los exponentes más impor-
tantes fueron Jules Chéret,
Henri de Toulouse- Lautrec, y
Eugéne Grasset.
Mujer pegando afiche en una pared exterior
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 REFERENTES
Jules Chéret
Chéret nació en Francia en
1836, en una familia de ar-
tesanos muy humildes. Co-
menzó de aprendiz en un
taller de litografía a la edad
de 13 años y posteriormen-
te tomó clases en la Escuela
Nacional de Dibujo. Gracias
a la formación que tuvo, se
empezó a especializar en el
tema convirtiéndose en un
experto. Luego de siete años
trabajando en Londres, Ché-
ret regresa a su ciudad natal.
Fue entonces cuando empie-
za a realizar carteles litográ-
ficos con su propia prensa,
adquirida en Inglaterra. Una
de las técnicas que éste uti-
lizaba era la de dibujar di-
rectamente sobre la piedra
caliza, dejando en el cartel
su estilo marcado. Chéret se
basa en las composiciones
verticales, rectangulares y
alargadas tradicionales de
la pintura mural europea,
como también en la belleza
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idealizada y en el estilo de
vida alegre retratados por
Watteau y Fragonard. Para
Chéret, los carteles no eran
simplemente para publicitar
sino que también los con-
sideraba como excelentes
murales. Es por ello que la
calle termina siendo el lugar
donde exponer sus obras.
Con el plan de urbanización
de Haussmann la mayoría
de los viejos edificios habían
desaparecido y en su lugar
estaban construyendo una
ciudad moderna. Los carteles
de Chéret le brindaban color
y vitalidad a las sobrias pare-
des de la nueva ciudad.
Los clientes de Chéret van
desde teatros y cabarets,
como el Moulin Rouge, has-
ta publicidades para licores,
perfumes, cosméticos y pro-
ductos farmacéuticos.
En la composición típica de
este artista, la imagen juega
el papel principal, con una
Moulin Rouge, Paris, Cancan, 1890
13
 figura/s central. Utiliza una
línea negra con los colores
primarios rojo,amarillo y
azul para lograr vitalidad
gráfica. Luego comienza
a trabajar de cuatro a cin-
co colores. Al usar formas
planas y lisas aparece una
ruptura con la tradición de
los cuerpos sólidos y de la
Les Saxoleine, 1896 creación de una sensación de
relieve. El lenguaje visual que
lo caracterizaba provenía
del arte popular utilizados
en los programas de circos
decorados, con diseños ale-
gres y vivos. Las característi-
cas que más resaltan en sus
composiciones son la belleza
idealizada, la vitalidad, y un
gran dinamismo, dado por el
movimiento de los persona-
jes de sus obras.
Las figuras principales de sus
obras son mujeres llamadas
las “Cherettes”. Se ven ale-
gres, atrevidas, elegantes,
con cierta carga erótica,

Folies Berger: La Loïe Fuller, 1893

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Los carteles de Chéret le brinda-
ban color y vitalidad a las sobrias
paredes de la nueva ciudad. Los
clientes de Chéret van desde tea-
tros y cabarets, como el Moulin
Rouge, hasta publicidades para
licores, perfumes, cosméticos y
productos farmacéuticos.

llamando la atención del

espectador. “Chéret creó
un tipo de mujer joven que Casino de Paris, Camille Stéfani, 1891
pronto se convirtió en repre-
sentativo de todo un concep-
to popular de la misma du-
rante las dos últimas décadas
del pasado siglo”. (Barnicoat,
1979, p.20)
Éstas mujeres representaban
lo que era la mujer francesa
de la época y comenzaron a
tener un papel nuevo ante
la sociedad. Encuentran una
actitud distinta, son felices,
seguras de sí mismas, disfru-
tando la vida al máximo. A
partir de eso lo consideran a
Chéret como el “padre de la
liberación femenina”.

Salón de baile Bal Valentino, , 1869

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 Divan japonais (1892-1893)
Henri de Toulouse- Lautrec
Henri de Toulouse- Lautrec
no solo fue un cartelista, sino
que también fue un gran
pintor y litógrafo. Nació en
1864 en el seno de una fami-
lia de la nobleza. Después
de fracturarse la cadera en
un accidente a los 13 años,
se inclinó por el dibujo y la
pintura. Éste toma muchos
rasgos de las obras de Chéret,
pero la reinventa dándole un
enfoque más íntimo y per-
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sonal. Utilizó el cartel como
medio de expresión de sus
propias experiencias dentro
de los burdeles y cabarets de
París, lugar donde negocia-
ba encargos de carteles. Sus
obras giran en torno a tres
grandes temas: el retrato, la
vida cotidiana, y el mundo
del espectáculo y del placer.
Sus influencias, además de
Chéret, estuvieron dadas por
el arte japonés, a través de
los colores sin modulación y
el corte repentino de las
figuras por los bordes; la
figura de Degas, de quien
siguió la temática urbana.
Se aleja de los impresionis-
tas, apenas se interesó por
el género del paisaje, y pre-
firió ambientes cerrados,
iluminados con luz artificial,
que le permitían jugar con
los colores y encuadres de
forma subjetiva. El lenguaje
que Toulouse- Lautrec va a
utilizar para sus carteles es
el caricaturesco, satírico e
irónico, empleando formas
lisas y sencillas, plenos y li-
neas rapidas con carácter de
bosquejo. Estas característi-
cas le daban al cartel un gran
dinamismo y expresividad.
En 1891 Lautrec recibió el
encargo de realizar un cartel
del Moulin Rouge presen-
tando a una nueva estrella,
Ambassadeurs: Aristide Bruant
dans son cabaret, 1892.
La Goulue. Éste modifica los
elementos tradicionales de
la obra del Moulin Rouge de
Chéret. Sus diseños se alejan
del academicismo, y apun-
tan al arte más moderno y
realista, reflejando la vida
nocturna de la ciudad de la
Belle Epoque, al contrario de
los carteles de Chéret que se
basaban en idealizaciones.
“Hay un agudo contraste
entre los carteles de Chéret,
pensados para agradar y
alegrar, y los de Lautrec, que
parecían “feos” y desde luego
dejaban un poco de inquie-
tud.” (Barnicoat, 1979, p.26)
Moulin rouge - La Goulue ,1891.
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 Eugéne Grasset
Eugéne Grasset, nacido en
1845 en Suiza, fue un escul-
tor, pintor e ilustrador de la
Belle Epoque, y también es
conocido como uno de los
pioneros del Art Nouveau.
Estudió Arquitectura en
la universidad de Zurich y
luego en el año 1871 llega a
París. Se lo considera como el
primer diseñador ilustrador
que tuvo una rivalidad con
Chéret con respecto a la po-
pularidad. Sus diseños refle-
jan una fuerte influencia por
el arte medieval y, al igual
que Henri de Toulouse- Lau-
trec, por el arte oriental. Sus
primeros años en París los
dedico al diseño de telas para
muebles y tapices, así como
cerámicas y joyas. Grasset
tuvo un logro muy impor-
tante gracias a la publicación
de L’Histoire des quatre fils
Aymon (historia de los cuatro
hijos aymon) de 1883, diseña-
do e ilustrado por él.
Algunas de las ideas que
Grasset aportó sobre diseño
fueron rápidamente
asimiladas, como los ribetes

Encre L. Marquet, 1892.

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 decorativos que enmarcan el
contenido, y la integración
de la ilustración y el texto
en una unidad. Al igual que
Chéret, la figura principal
de sus obras eran mujeres,
pero el estilo fue lo que las
diferenciaba. Grasset ilus-
traba doncellas esbeltas y
altas, con ropa larga y suelta
en poses estáticas, las cuales
publicitaban distintos pro-
ductos, desde tintas hasta
cervezas y chocolates.
Su estilo está basado en
ilustraciones con contornos
negros gruesos y fondos de
color.La composicion formal
de Grasset y los colores de
Salon des Cent, 1894.
baja intensidad, contrastaba
fuertemente con el trabajo de
colores brillantes de Cheret.
Se puede decir que existe una
similitud entre las mujeres
de Grasset con las de Bot-
ticelli, por las vestimentas
medievales utilizadas y los
modelos planos oscurecidos
influenciados por el grabado
japonés.
A pesar de que la actitud de
Grasset estaba ligada a la tra-
dición, su línea fluida, negra
y grueso, junto con los moti-
vos florales empleados en las
composiciones ya apuntaban
hacia un nuevo movimiento
llamado Art Nouveau Francés.
Grafton Gallery, from Les Affiche
Illustrees, 1897.
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 CONCLUSIÓN
Después de todo lo analizado
podemos afirmar que gracias
a los cartelistas franceses y
su contexto a fines del siglo
XIX el cartel fue evolucio-
nando a lo largo de los siglos,
llegando a lo que conocemos
como el cartel en la actua-
lidad. Luego de su origen y
con ayuda de la influencia
francesa, los carteles fueron
recorriendo el mundo y los
distintos países tomaron
como punto de partida al-
gunas características para
luego adaptarlo a sus nece-
sidades, desde propagandas
de eventos, productos hasta
la aparición de las propagan-
das de guerra. Los personajes
más destacados ayudaron a
que el cartel siga creciendo.
Chéret, con ayuda de los co-
nocimientos de la litografía,
y dejando de lado a los car-
teles tipográficos, comienza
a darle mayor importancia a
la imagen ilustrando escenas
20
idealizadas de la Belle Epo-
que. Luego aparece Toulouse-
Lautrec, con temáticas simi-
lares a Chéret pero dándole
una mirada más realista y
personal. Por último, Grasset
nos deja con la idea de la in-
tegración entre texto e ilus-
tración que genera un todo
unificado como resultado.
Todos ellos, con sus estilos y
sus características, dejaron
una impronta que perdura
hasta el dia de hoy, la cual
puede ser observada en los
carteles en la actualidad.
Aunque su papel es menos
central que hace 100 años, el
cartel sigue su evolución en
los nuevos soportes que van
surgiendo y revolucionando
la manera de comunicarnos
en el siglo XXI.