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POESÍA PARA LOS NIÑOS: LOS NIÑOS ESOS… Pequeños y saltarines seres que dan color azul y

ruido al mundo. Vienen en varios tamaños y pesos muy diferentes. Son ágiles y arriesgados
como un pirata y tiene la virtud de no cansarse nunca. Se los puede ver por todas partes. Sobre
armarios, debajo de las camas, pisando charcos, trepando, corriendo, saltando, desarmando,
espantado palomas, inundando parques, como ejércitos detrás de una pelota o alborotando a
las nubes con sus fantasías, desafiando toda ley de la gravedad. Sus padres los adoran, los
hermanos mayores los toleran, los perros los aguantan los adultos no los entienden y Dios los
protege. Son la pureza con la cara sucia y la nariz chorreando mocos. La esperanza de un
futuro mundo mejor, con canicas y tapitas de refresco en los bolsillos. Tienen el apetito de un
elefante y la digestión de una gallina. La energía de una central nuclear, la curiosidad de un
científico, los pulmones de un cantante lírico y la imaginación de un escritor de ciencia ficción.
Si se topa con uno de estos seres tan especiales y mágicos, con uno de estos “enanitos” ¡ten
cuidado!, el encantamiento es inmediato. Uno los quiere toda la vida. Son los niños. De sus
tutoras de infantil Elena Tomás Guillén y Mª Dolores Soler Nicolás

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