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LOS JUICIOS EN KANT.

UNIVERSALIDAD Y NECESIDAD, CARACTERÍSTICAS


DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO

Un juicio es un enunciado o proposición que relaciona dos conceptos, predicado y


sujeto, de tal modo que uno de ellos (el predicado) se atribuye a o expresa una propiedad del
otro (sujeto). Los juicios expresan conocimiento en diferentes grados. Son producto del trabajo
de la Razón y pueden ser verdaderos o falsos. La Crítica de la Razón Pura es en gran medida la
respuesta a la pregunta: cómo son posibles los juicios que expresan conocimiento científico.
Dicho de otro modo: qué condiciones deben cumplir los juicios verdaderos para que
podamos afirmar legítimamente que lo son.

Kant clasifica los juicios según dos criterios que resultan sumamente lógicos, y,
además, que se complementan de modo que uno de ellos suple las carencias del otro.

Dado que un juicio es un enunciado que atribuye un predicado a un sujeto, el primer


criterio de clasificación será este: la relación del predicado con el sujeto.

A) SEGÚN LA RELACIÓN DEL PREDICADO CON EL SUJETO

Si para clasificar los juicios empleamos como criterio la relación de atribución o


predicación, esto es, la relación que guarda el predicado con el sujeto, obtenemos los dos
tipos siguientes: juicios analíticos y juicios sintéticos.

 Juicios analíticos. Son aquellos en los que el predicado está contenido en el sujeto, es
decir, aquellos en los cuales el predicado no aporta nueva información con respecto a la
expresada en el sujeto. Por ejemplo: “Todos los solteros son no-casados” o “Todos los
cuerpos son extensos”. Los juicios analíticos son, técnicamente hablando, tautologías,
es decir, enunciados que son verdaderos en todos los casos, por la sencilla razón de que
su verdad viene dada por definición (o por su forma o estructura). Si bien los juicios
analíticos son esenciales en cualquier ciencia en sus momentos iniciales (toda ciencia
comienza por las definiciones de sus términos primitivos; p. ej. en matemáticas
definimos un punto como “lo que no tiene partes”; en lógica partimos de axiomas tales
como “A es igual a A” o “si A es igual a B, entonces B es igual a A”), es cierto que sólo
con juicios analíticos no podemos hacer avanzar nuestro conocimiento de la realidad,
pues el predicado no amplía el campo de la experiencia. Kant dice que en ellos, a lo
sumo, el predicado aclara o explica un poco más al sujeto. Les llama, por tanto, juicios
de explicación. Son juicios necesarios (pues todas las ciencias los contienen) pero en
absoluto suficientes para aumentar el conocimiento científico del mundo.

 Juicios sintéticos. Son aquellos en los que el predicado aporta nueva información
respecto a la expresada por el sujeto. En ellos existe una ampliación real del campo de
la experiencia, y por tanto, del conocimiento. Por ejemplo: “Todos los cuerpos son
pesados” o “El agua hierve a 100º”. Juicios sintéticos son los que hacemos los seres
humanos la mayor parte del tiempo, puesto que son relativos a nuestra experiencia
cotidiana del mundo. Los juicios sintéticos hacen posible el avance del conocimiento.
Kant los llama juicios de ampliación.
Sería un ideal de conocimiento aquel que combinara la verdad absoluta de los juicios
analíticos con la ampliación de conocimiento propia de los sintéticos. Pero ambos tipos de
juicios son excluyentes entre sí. Y por tanto, esta clasificación le resulta a Kant insuficiente para
determinar aquellas características que hacen del conocimiento un fenómeno universal y
necesario, pues no supera el callejón sin salida en que, a su parecer, encallan el racionalismo
(incapaz de ampliar a través de la experiencia el contenido de un concepto) y el empirismo
(incapaz de explicar el paso desde la mera generalización empírica derivada de la experiencia
particular, la costumbre o el hábito a la verdad científica). Por ello, Kant propone, para
combinarla con la anterior, una nueva clasificación de los juicios.

B) SEGÚN LA RELACIÓN CON LA EXPERIENCIA

Si para clasificar los juicios empleamos como criterio la relación con la experiencia,
obtenemos los dos tipos siguientes: juicios a priori y juicios a posteriori.

 Juicios a priori. Son aquellos que no tienen su fundamento en la experiencia, pues son
anteriores e independientes de ella, sino en la razón pura. Son universales y necesarios.
Por ejemplo "El todo es mayor que las partes que lo componen" o “Todo cambio tiene
su causa”. Los juicios analíticos, explicados antes, son todos a priori, puesto que la idea
de un juicio analítico a posteriori es en sí misma una contradicción.

 Juicios a posteriori. Son aquellos que dependen de la experiencia y, por tanto, se


verifican recurriendo a ella; son juicios empíricos, se refieren a hechos. Son
particulares y contingentes. Ejemplos: "Todos los cuervos son negros", "Mis alumnos
son los mejores del instituto". Según el empirismo, todos los juicios habrían de ser de
este tipo. Por lo tanto, aunque expresen una generalidad inductiva, los juicios a
posteriori, por sí solos, nunca podrían fundamentar una idea de verdad universal.

Hay que tener claras las nociones “particularidad” y “contingencia” y sus opuestas,
“universalidad” y “necesidad”.

Que un juicio sea particular y contingente quiere decir que es posible que haya algún “S”
(sujeto) que no posea la propiedad “P” (predicado), o sea, que es pensable que haya excepciones
y que aún en el caso de que los “S” existentes actualmente la posean, es pensable que otros “S”
del futuro no la posean, pues el vínculo entre “S” y “P” ha sido así hasta ahora, pero puede no
ser así siempre (por ejemplo “El mar es azul” o “Todos los cuervos son negros”). El
conocimiento contingente, como se ha dicho, es propio del empirismo de Hume. No expresa una
universalidad estricta, sino sólo una generalización inductiva (o universalidad comparativa,
como la llama Kant).

Frente al conocimiento contingente, Kant propone su enfoque trascendental del


conocimiento, según el cual un juicio científico, para ser tal, debe expresar las condiciones sine
qua non de universalidad y necesidad:

 un juicio "S es P" es universal si la nota o característica "P" (predicado) se


encuentra en todos y cada uno de los individuos que caen bajo el concepto "S"
(sujeto), esto es, si no tiene excepciones en el espacio ni en el tiempo, ni puede
tenerlas.
 un juicio “S es P” es necesario si no puede ser pensado de otro modo, esto es, si no
es posible pertenecer a la clase “S” sin poseer la propiedad “P”.

Obviamente, la necesidad y la universalidad se implican mutuamente. En palabras de Kant:


“Necesidad y estricta universalidad son los rasgos característicos del conocimiento a priori, y
se pertenecen recíprocamente de manera indisoluble”. El conocimiento científico, según Kant,
es el único que posee estas características, y tiene su expresión en los juicios sintéticos a priori,
fruto privilegiado de la combinación de las dos clasificaciones precedentes.

Al combinar los dos criterios de clasificación de Podemos ejemplificar los requisitos de


los juicios establecidos por Kant el resultado es que universalidad y necesidad que Kant impone al
existen cuatro combinaciones posibles: conocimiento científico analizando una ley, por
ejemplo, la tercera ley de Newton: “A toda fuerza o
acción le corresponde siempre otra fuerza igual y
 Juicios analíticos a posteriori. No existen.
en sentido contrario, llamada reacción”.
Son lógicamente imposibles.
Según Kant, este juicio es universal porque no
existen ni pueden (por la manera en que ha sido
 Juicios analíticos a priori. O simplemente construido) existir excepciones a él, ya que siempre
analíticos. Todos los juicios analíticos han que consideramos una fuerza (o magnitud) lo
de ser a priori, pues lo contrario sería una hacemos en relación con aquello que se le opone
contradicción. Si un juicio analítico lo es en (pues de otro modo no podríamos cuantificar esa
virtud de su forma o estructura (relación S- magnitud). Es decir, si digo: “Ahora estoy
P) y no de la experiencia, es lógico que sea ejerciendo una fuerza de 10 Kg.” lo que quiero
decir es que 10 Kg. representa exactamente la
siempre independiente y anterior a la
medida de la fuerza que se opone a mi acción (o sea,
experiencia. Por tanto, ha de ser a priori.
de la reacción), y es justamente por esta fuerza de
resistencia por lo que sé que estoy ejerciendo una
 Juicios sintéticos a posteriori. Son los acción.
juicios empíricos que dependen de la Por su parte, el juicio es necesario porque no
experiencia para verificarse. Son a posteriori puedo pensar el concepto de fuerza de acción si no
porque debe darse la experiencia antes de es precisamente como oposición a su reacción
que pueda calificarlos como verdaderos o (¿podría una fuerza de 0 Kg. ser considerada como
falsos. Son la mayor parte de los juicios que una fuerza?). Dicho de otro modo, si prescindo del
hacemos los seres humanos todo el tiempo, concepto de reacción, el propio concepto de acción
desaparece al no poder ser cuantificado de ninguna
y aquellos en los que centra Hume su crítica
manera.
a la idea de verdad absoluta.

 Juicios sintéticos a priori. Por ser a priori no tienen su fundamento en la experiencia


(aunque sí su origen) y son universales y necesarios. Por ser sintéticos, son extensivos
o de ampliación, nos dan información nueva. Según Kant, estos juicios no son posibles
en la metafísica, pero sí en matemáticas y en la parte racional (teórica) de la física. El
propio Kant pone los siguientes ejemplos: “4 + 3 = 7”, “La línea recta es la distancia
más corta entre dos puntos”, “La cantidad de materia del universo se mantiene
invariable” o “A toda fuerza o acción le corresponde siempre una fuerza o reacción de
magnitud igual y de sentido contrario”. Los juicios sintéticos a priori son, según Kant,
los únicos que expresan conocimiento científico, y constituyen su mayor aportación a la
epistemología después de Descartes y Hume. Son la esencia de su filosofía
trascendental.

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