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Normas

fiscales y
deontología

Práctica
profesional III
(Corretaje)
Los corredores
Requisitos, inhabilidades, incompatibilidades, inscripción en la
matrícula, procedimiento, juramento, ejercicio ilegal de la
profesión y colegio profesional. Consideraciones de algunas
normativas provinciales. Estatuto

Tal como se mencionó anteriormente, el capítulo XII del Decreto-Ley 20.266 es


incorporado en su totalidad por la ley modificatoria 25.028, la cual regula con
precisión y desde el art. 31 todo lo atinente al corredor público. Allí se indica
que al ejercicio del profesional también le es aplicable lo dispuesto en esta
normativa para los martilleros, siendo requisitos de condición habilitante:

 “Ser mayor de edad y no estar comprendido en ninguna de las


inhabilidades del artículo 2º.

 Poseer título universitario…”11.

Para poder ejercer la actividad de corredor público, el profesional deberá


inscribirse en la matrícula de la jurisdicción correspondiente, por lo que deberá
reunir los siguientes requisitos:

a) Acreditar mayoría de edad y buena conducta.

b) Poseer título conforme expresa art. 32, inc. “b”.

c) Acreditar hallarse domiciliado por más de un año en el lugar


donde pretende ejercer como corredor.

d) Constituir la garantía prevista en el art. 3º inc. “d”.

e) Cumplir con los demás requisitos que exija la reglamentación


local12.

Está claro que la legislación establece las pautas de exigencia generales, pero
además, los profesionales no deben estar comprendidos dentro de las
inhabilidades e incompatibilidades que se estipulan en la tabla 1.

11 Art. 32, Anexo I: Reformas al Régimen Legal de los Martilleros y Corredores. Ley 25028.
12
Art. 33, Anexo I: Reformas al Régimen Legal de los Martilleros y Corredores. Ley 25028.
Tabla 1: inhabilidades e incompatibilidades

Están inhabilitados (art.2) Por incompatibilidades (art.7)


 Aquellos que no pueden ejercer el  Los empleados públicos
comercio. matriculados como martilleros
tendrán incompatibilidad, salvo
 Los fallidos y concursados cuya
excepciones de leyes especiales.
conducta hubiese sido calificada
De igual manera quedan
como fraudulenta o culpable, hasta
exceptuados los que están
cinco (5) años después de su
comprendidos en el art. 25 de la
rehabilitación.
presente ley.
 Quienes estén inhibidos
 Tener presente: Para el
judicialmente.
corredor no se expresa una
 Los condenados con accesoria de incompatibilidad directa dentro
inhabilitación para ejercer cargos de las condiciones habilitantes
públicos y los condenados por: que impone el art. 32, ya que sólo
hurto, robo, extorción, estafas y se remite a las inhabilidades del
otras defraudaciones… (Véase el art. 2; pero la mayoría de las
texto completo). normas colegiales le imponen
 Los excluidos temporaria y incompatibilidad al corredor,
definitivamente del ejercicio de la tomando como base lo
actividad por sanción disciplinaria. expresado en el art. 31 in fine

 Los incapaces.

Fuente: Adaptado de arts. 2 y 7, Ley 20.266/73, y Capítulo 12, introducido por Ley 25.028/99.

Una vez que el profesional ha cumplido con las exigencias de la ley de fondo y
Juramento
con los requerimientos que le pudieren efectuar sus respectivos colegios
Cumplidos los profesionales, se acepta, entonces, el pedido de inscripción en el organismo
requisitos formales que gobierna la matrícula y se deberá efectuar el juramento respectivo; este
previos, y aceptada la manifiesta el cumplimiento fiel y legal de la profesión ante la autoridad del
inscripción en la colegio profesional que esté designada por el Directorio. Cabe recordar que
matrícula, el dichas solemnidades u otras exigencias podrán variar conforme la requisitoria
profesional procede a de la ley local que ordena al respecto.
jurar que
desempeñará fiel y El martillero y corredor público debe comprender que habiendo cumplido los
legalmente la requisitos previos, efectuado el juramento y una vez otorgada la habilitación para
profesión. ejercer la profesión, sobre él comienza a recaer una serie de deberes,
obligaciones y, por ende, también los derechos que actualmente se encuentran
estipulados en el Código Civil y Comercial de la Nación, además de lo regulado en
cada provincia por las leyes de colegiación.
Recuerda que es necesario que en este punto sepas y comprendas
correctamente lo estipulado en los arts. 1345, 1346, 1347, 1348 y
concordantes del Código Unificado.

Cabe agregar que el art. 33 (Ley 20.266) in fine de la presente normativa nacional
indica claramente que si no se cumplimenta con las condiciones habilitantes
exigidas para esta profesión, por más que se posea título universitario, no se
podrá ejercer la profesión, ni menos aún cobrar honorarios. El poder de control
y defensa de la actividad profesional lo poseen los colegios profesionales, pues
ellos tienen las potestades necesarias para caer “con todo el peso de la ley”
ante un hecho detectado de ejercicio ilegal de la profesión, por lo que los
infractores deben ser denunciados; más aún, quien está colegiado no debe
proporcionar participación en las funciones respectivas a personas no
matriculadas.

El profesional ya matriculado se convierte en miembro activo de la institución que


lleva el gobierno de la matrícula, es por ello que debe conocer de manera precisa
la función profesional y las leyes que reglamentan el ejercicio. También debe
saber que existe un ordenamiento que regula la propia vida institucional, aquel
que está constituido por el Estatuto, pues hacer referencia al Estatuto
Institucional implica hablar de la norma legal básica para el gobierno de un
organismo público o privado, la cual se caracteriza por tener fuerza de ley para
establecer el orden eficaz de un cuerpo.

El Estatuto del Colegio Profesional comprende la “ley interna” a la que deben


ajustarse tanto sus matriculados como sus autoridades. Conocer el Estatuto es
conocer a la institución que gobierna la matrícula.

Es de suma importancia que, como futuro profesional, visualices y comprendas


las normativas de regulación de la actividad del martillero y corredor público
de tu provincia, ya que dado que en la actualidad estamos viviendo un proceso
caracterizado como de ratificación –o, por qué no, de transformación–
tendiente a mantener o modificar los rumbos de las funciones profesionales, es
menester estar informados acerca de estos cambios y observar la evolución
legislativa que se pudiere suscitar en cuanto a las instituciones y sus respectivos
estatutos.
Regulación de los corredores públicos inmobiliarios.
Situación en la Región Centro y Buenos Aires. Su
incidencia en el resto del país
Actualmente sólo se requiere que el futuro profesional sea un constante
observador de los cambios que se pudieren generar en cuanto a la situación de
su colegiación, o bien ante la decisión de una normativa de fondo que regule
específicamente el corretaje público inmobiliario. En este sentido, y tal como se
ha desarrollado en el presente módulo (específicamente en cuanto a lo ya
estudiado sobre la Región Centro y la situación de los colegios profesionales),
es sabido que, por ejemplo, tanto en Buenos Aires y C.A.B.A como en el resto
de las provincias del país, los usos y costumbres vienen conformando bases
sólidas sobre un determinado aspecto: el corretaje inmobiliario.

No obstante, la normativa de fondo que actualmente regula la profesión indica


que se debe poseer un título para ser martillero (art. 1), la necesidad de
matricularse en el organismo profesional o judicial (art. 4) y, para ser corredor
(art. 32, inc. b) también la obligatoriedad de tener el título universitario e
inscribirse en la matrícula (art. 33)13.

Los usos y costumbres producen efectos de importancia en la vida y las


actividades de las personas. En la actualidad, dentro del ámbito profesional, se
vislumbra una serie de acciones tendientes a buscar soluciones positivas que
coadyuven a definir un nuevo proceso, aquel que está marcado por la evolución
de un rubro en particular (inmobiliario), el cual presenta características propias
por las cuales se requiere una redefinición normativa al respecto.

Tener en cuenta: Normas previsionales e Impositivas


Muchos de los colegios
profesionales, antes de
Régimen actual. Generalidades
aceptar la respectiva
inscripción, incluyen Todo profesional, tanto los colegiados que ejercen cotidianamente la profesión
como requisito que el como aquellos que están matriculados y no la ejecutan, deben realizar la
futuro colega incorpore inscripción ante la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos),
constancia de CUIT y de
inscripción en el
Monotributo.

13 Arts. 1; 4; 32 y 33. Ley 20.266/73, modif.L.25.028/99 de Martilleros y Corredores. Congreso de


la Nación Argentina.
organismo que regula las obligaciones y derechos de los contribuyentes a nivel
nacional.

Al momento de inscribirse, los profesionales deberán optar por uno de los


regímenes vigentes: Responsable Monotributo o Responsable Inscripto en el
Valor Agregado. Durante el inicio de la actividad, la mayoría se inscribe en el
monotributo, el cual representa un régimen opcional y simplificado para
pequeños contribuyentes. Básicamente, consiste en un tributo integrado de
cuota fija que comprende 2 aspectos:

Tabla 2: Componentes del monotributo

Impuesto integrado Cotización provisional fija (aportes


de jubilación y de obra social)

Se establece por categorías Este régimen integrado y simplificado


determinadas sobre la base de: implica que, con el pago de una cuota
fija mensual, se está exento del pago
 ingresos brutos obtenidos del Impuesto a las Ganancias y del
según facturación; Impuesto al Valor agregado (IVA).
 superficie afectada a la
actividad (oficina) y energía
eléctrica consumida.

 Personal a su cargo.

Información de Los beneficios de estar adheridos al régimen del monotributo son:


referencia:
 Integración al sistema tributario y previsional vigente, dejando de lado
En el desarrollo de la la informalidad.
actividad profesional,
 Contar con obra social y una prestación básica universal (jubilación).
siempre surgen
modificaciones tanto Ahora bien, ¿qué conceptos comprende el pago del monotributo?
previsionales e
impositivas de interés Con el pago mensual de una cuota única, el monotributista está cumpliendo
para el contribuyente, con las siguientes obligaciones:
por lo que es menester
estar atentos a las 1) Impuesto a las Ganancias.
resoluciones de la AFIP
(Ej.: facturación 2) Impuesto al Valor Agregado (IVA).
electrónica para
inmobiliarias). 3) Aportes al Régimen Previsional Público del Sistema Integrado de
Jubilaciones y Pensiones (SIJP).
4) Aporte al Sistema Nacional del Seguro de Salud.

El martillero o corredor público adherido a este sistema deberá pagar un


monotributo por todas las operaciones de ventas y/o servicios que realice y
está obligado a emitir facturas tipo “C”, si correspondiere, ya que todo el
procedimiento dependerá también de la categoría que posea ante la AFIP.
Asimismo, deberá tener exhibida, en un lugar visible, su constancia de inscripción
en el régimen de monotributo, el comprobante del pago del mes en curso y el
formulario N° 61114.

Para cumplir con la norma impuesta y brindar todos los servicios profesionales
que le incumben al martillero y corredor público obligatoriamente éste debe
registrarse en la Afip para otorgar factura correspondiente por el cobro de sus
comisiones y efectuar los aportes de ley, por lo que deberá contar con el
asesoramiento del profesional en la materia (contador).

Deontología
Deontología, Moral y Derecho
Si bien en la práctica puede parecer que los conceptos de ética y moral responden
a una consideración aproximadamente uniforme, en realidad resulta necesario
diferenciar ambas nociones.

Hay que señalar que, tal como lo afirma Etxeberría (1991), la moral se muestra
como un conjunto de normas y valores existentes en una sociedad, que
orientan y prescriben las conductas de modo inmediato; mientras que la ética
es una instancia reflexiva que ofrece argumentos que fundamentan la
existencia de una moral y la necesidad de asumirla.

Andruet (s.f.) señala que la diversidad moral:

(…) resulta ser un fenómeno absolutamente natural, por lo cual


finalmente siempre se impone una reflexión ulterior que de
alguna manera discierne acerca de la conveniencia o exigencia
de una moralidad sobre otra. A la luz de dicho conjunto de
consideraciones, no se puede dudar que los principios éticos
habrán de tener un especial interés, no sólo para la vida social en

14 Véase información alusiva sobre la Caja Previsión Social De Buenos Aires en


http://www.marticorba.org.ar/caja_inf_institucional.html
general, sino también para la realización profesional. De allí
resulta la influencia que la ética ejerce sobre la vida profesional,
convirtiéndose en la génesis de la denominada “Deontología
Profesional”, a veces constituida como un capítulo más, y en
otras ocasiones presentándose como no muy diferenciada de la
“Ética Profesional” (http://goo.gl/pxFX4J).

La mirada que la ética ejerce sobre la vida profesional demuestra la causa


generativa de la llamada Deontología Profesional.

Cabe destacar que dicha disciplina tiene completitud en razón de un conjunto


sistematizado de diferentes obligaciones que conciernen a aquellos que detentan
un determinado ejercicio profesional, como por ejemplo, los deberes de los
martilleros públicos para con la profesión, consigo mismo, con la sociedad,
el cliente, la magistratura, los colegas y el cuerpo profesional correspondiente
(Ferrater Mora, 1984)

J. Bentham (1834) define por primera vez la Deontología en general, como la


“ciencia de los deberes o teoría de las normas morales” (p. 6). Aplicada a las
profesiones, se denomina Deontología Profesional y es la disciplina que se
ocupa de determinar y regular el conjunto de responsabilidades éticas y
morales que surgen en relación con el ejercicio de la profesión, especialmente
aquellas de dimensiones que tienen repercusión social.

“Su contenido se basa y justifica en los principios y normas de la ética y la


moral. El objetivo específico de la Deontología Profesional consiste en la
aplicación de estos principios a cada profesión” (p. 6). Veamos las diferencias
entre la ética profesional y la Deontología profesional:

Respecto a la utilización que hacemos de la denominación de Deontología no se


puede dejar de lado que la misma implica poder formular un tratado acerca de
los deberes que una determinada profesión o disciplina como tal posee (p. 2).

La Deontología, además, tiene algunas consecuencias de carácter sancionador.

Además, los mencionados deberes que toda deontología debe incluir, en


realidad, apuntan a un objetivo común que deviene por ello en suficientemente
concreto y limitado a cada una de las conductas profesionales a las que se está
refiriendo en particular dicha Deontología, y que son los que tienden a garantizar,
decimos, una realización de conducta honesta (Andruet, s.f.).
Siendo entonces que los mencionados deberes que conllevan dicho objetivo, a su
vez, bien pueden ser diferenciados en principio como deberes positivos y también
negativos. Tal como lo indica Pérez-Serrano Jáurregui (2001), los deberes
positivos son aquellos que imponen la ejecución de una determinada conducta y
la violación de los mismos implica una omisión; mientras que los deberes
negativos son los que ordenan la abstención de una acción determinada
y la violación de los éstos representa es una trasgresión (Andruet, s.f., p. 2).

Veamos como ejemplo el ámbito profesional del martillero y corredor público


en la provincia de Córdoba, en donde la Ley 7.19115 y el Estatuto rigen dichos
comportamientos profesionales y patentizan de manera específica dichos
deberes positivos o de realización en lo que resulta del contenido deóntico que
se impone al colegiado. “Como requisito ineludible para su ejercicio posterior,
este debe efectuar un juramento profesional que impone realizar tal ejercicio
de manera "leal y honrada". Es mediante este juramento que se recoge de
modo evidente la noción auténtica de la probidad profesional, puesto que, en
esencia, la probidad es la bondad” (Andruet, s.f., p. 4).

El juramento es un deber positivo o de realización que resulta del contenido


deontológico y que se le impone al colegiado en virtud de la futura probidad de
sus acciones.

“A modo en general, el conjunto de deberes que conforman la Deontología es


algo semejante a lo que los sociólogos nombran como “usos y costumbres” de
determinados grupos y que tienen una cierta obligatoriedad en determinados
grupos o sociedades” (Andruet, s.f., p. 4).

“Los deberes negativos, sin duda alguna, son los que ocupan una mayor
extensión dentro de las enumeraciones de los diferentes códigos deontológicos
y admiten distintos parámetros como elementos que generan la taxonomía”.
(Andruet, s.f., p. 2). Ejemplo de ello son las llamadas deslealtades profesionales
definidas en el marco de la Ley 7.191, la cual impone un juramento a los
profesionales, basado en una manera de cumplir la vida profesional de modo leal
y honrado.

Ahora bien, respecto a la vinculación con la ética, decimos que ésta:

15Ley 7.191 –Ley de Martilleros y Corredores Públicos. Poder ejecutivo de la provincia de


Córdoba.
Posee un carácter especulativo con independencia que esté
dispuesta a ordenar la conducta hacia el bien de los hombres, y no
pierde por ello su carácter rigurosamente metafísico. Sólo en
función de dicha comprensión es que puede hacerse una
determinación acertada de los contenidos deontológicos de
todas y cada una de las profesiones. (Andruet, s.f., p. 4).

La ética se ocupa de la noción del bien, de lo que es bueno hacer por el hombre
y por ello es que se afirma que se trata de un saber de tipo integrador o
unificador, porque no se limita a ninguna ciencia en particular. (Andruet, s.f., p.
4).

Por otro lado, en relación a la vinculación que presenta la Deontología con el


Derecho, cabe aclarar que ambos presentan un contenido normativo. En este
sentido, la violación de los deberes que la Deontología propone, supone de
manera inmediata una marcada “desaprobación valorativa del cuerpo social
(desaprobación moral) que integra dicho opus profesional y a la que se le
adiciona algún tipo de sanción específica de carácter jurídico positivo”
(Andruet, s.f., p. 4).

El hecho de que la Deontología Profesional se encuentre en un lugar intermedio


entre la ética y el derecho provoca, de algún modo, que su naturaleza sea
prioritariamente de tipo moral. Se constituye como un todo orgánico que
determina el desarrollo y la concreción de los principios y valores morales que
devienen esenciales para la profesión de que se trate.

Tal como menciona Hortal Alonso (1994):

La Deontología es el ámbito donde se armonizan los principios


éticos con las reglas que disciplinan una profesión determinada,
comprendiendo por tal, el conjunto de actividades ocupacionales
en las que de forma institucionalizada se presta un servicio
específico a la sociedad por parte de un conjunto de personas
específicamente preparadas y facultadas para ello, y que se
dedican de forma estable a esas actividades, obteniendo de ellas
un medio de vida. (p. 14).

Se puede decir que la ética determina las actuaciones desde lo interno o


autónomo del propio sujeto, sin perjuicio que ello, a su vez, sea un análisis
especulativo que del mismo bien el hombre ha realizado; mientras que la
Deontología lo hace desde lo externo y generalmente desde un código.

En vistas del entramado interno de los códigos deontológicos


señalamos, nuevamente, que existen deberes positivos y
negativos que conforman los mismos, y mencionamos, además,
que los mencionados deberes positivos pueden ser reconocidos
de dos maneras: por una parte pueden ser advertidos con una
valencia de reconocimiento de carácter universal y, por lo tanto,
deviene de imposibilidad promover un código deontológico que
pueda despreciar alguno de ellos, a saber: la probidad u
honestidad, el interés y el decoro. En segundo lugar,
encontramos los restantes deberes positivos de la Deontología del
Derecho que también se formulan como principios deontológicos,
aunque ya no con carácter universal sino con una valencia
propiamente asignada a cada uno de los ámbitos profesionales en
los que la realización del Derecho se puede manifestar.
(Andruet, s.f., p. 8).

Dicho lo anterior cabe destacar que:

Coexisten éstos junto con los otros, mas lo que no puede existir
a primera vista es varios de ellos, por la lógica razón que en
algunas ocasiones dichos “Principios Sectoriales de la
Deontología del Derecho" entran en conflicto y contradicción
entre sí. Por caso entonces, si se trata de quien ejerce la
magistratura, dicho principio sectorial será iluminado a la luz de
la independencia e imparcialidad del juez; si fuera del abogado
litigante, el mismo pasa por la libertad en el ejercicio de la
profesión de abogado; si se tratara de quienes cumplen su rol
profesional en el Ministerio Fiscal, entonces el nombrado principio
sectorial será el de asegurar y promocionar la justicia y la
legalidad; y, finalmente, si se tratara de quien ejerce la función
notarial se promocionará el adecuado certificado público, si es
corredor asegurar la identidad y capacidad legal de quienes
contrataren negocios; y así sucesivamente en cada uno de los
ámbitos profesionales donde se desempeña el profesional.
(Andruet, s.f., p. 8).
Martilleros y corredores públicos: derechos, obligaciones,
facultades, prohibiciones. Sanciones. Referencias leyes
provinciales.
En este ámbito, los derechos se evidencian en todo aquello que tienda a
Importante considerar al profesional en su condición, es decir, lo regulado a fin de
Una vez matriculado el establecerle facultades, garantías y dignidad tendientes a reafirmar su persona
profesional, conforme desde el rol de martillero y corredor público dentro de la sociedad.
la legislación,
comienza a poseer En lo que refiere a legislación nacional, el Decreto Ley 20.266/73 contempla los
una serie de derechos: derechos del martillero, y el Código, los del corredor en los siguientes textos:
aquellos que le son
propios en el ejercicio Tabla 3: Derechos del martillero y del corredor
de su rol.

Martillero (art.11) Corredor público (art. 1350)

a) Cobrar una comisión según los Tiene derecho a la comisión estipulada si el


aranceles (mínimos y/o máximos) negocio se celebra por su intervención. Si
aplicables en la jurisdicción que actúa no hay regulación de comisiones, tiene
o colegio profesional que derecho a la del uso del lugar. (Véase
corresponda. art.1350).

Se exceptúan los martilleros en La remuneración dependerá de supuestos


relación de dependencia laboral a específicos de obligación de pagar (Véase
empresas de remate o art. 1352).
consignaciones conforme acuerdo
laboral suscrito. Cuando interviene un solo corredor, éste
tendrá derecho a percibir retribución de cada
una de las partes, salvo pacto en contrario;
si intervienen en el negocio más de un
b) (Reintegro de gastos) Percibir del corredor, cada uno tendrá derecho a exigir
comitente, el reintegro de los remuneración a su comitente (Véase art.
gastos del remate, convenidos, 1351).
aprobados y realizados.
Gastos (excepción) El corredor no tiene
derecho a reembolso de gastos, aun
cuando la operación encomendada no se
concrete, salvo pacto en contrario (Véase
art.1354).

Las reglas de este Capítulo no obstan a la


aplicación de las disposiciones de normas
especiales al rubro del corretaje. (Véase art.
1355).

Fuente: Artículos 11 –Decreto Ley 20.266 y Código Civil y Comercial desde el art. 1350 al art.
1355.
Referirse a las obligaciones del profesional implica resaltar toda aquella
situación en la cual el martillero y corredor público tiene el compromiso de
cumplir la norma en virtud de su condición profesional, para el ejercicio de las
funciones y facultades que le fueron atribuidas y que juró desempeñarlas fiel y
legalmente16.

El profesional está obligado al cumplimiento preciso de la normativa, tanto de


aquella que regula la función como de las obligaciones que impongan leyes las
especiales.

Hablar de las facultades del profesional implica referirse a las potestades que este
posee en razón de su conocimiento o formación profesional. Estas se
encuentran expresamente indicadas en la norma, en la cual le son reconocidas
las funciones o incumbencias que le son propias.

Tabla 4: facultades de martilleros y corredores

Martilleros (art. 8) Corredores (art. 34)


a) Efectuar ventas o remate público a) Poner en relación a dos o más
de cualquier clase de bienes, partes para la conclusión de
excepto las limitaciones resultantes negocios sin estar ligado a ninguna
de leyes especiales. de ellas por relaciones de
colaboración, subordinación o
b) Informar sobre al valor venal o de representación.
mercado de los bienes para cuyo
remate los faculta esta ley. No obstante una de las partes
podrá encomendarles que la
c) Recabar directamente de las represente en los actos de
oficinas públicas y bancos oficiales y ejecución del contrato mediado.
particulares, los informes o
certificados necesarios para el b) Informar sobre el valor venal o
cumplimiento de las obligaciones de mercado de los bienes que
previstas en el artículo 9. pueden ser objeto de actos
jurídicos.

c) Recabar directamente de las


d) Solicitar de las autoridades oficinas públicas, bancos y
competentes las medidas necesarias entidades oficiales y particulares,
para garantizar el normal desarrollo los informes y certificados
del acto de remate. necesarios para el cumplimiento de

16A los efectos de conocer las obligaciones del corredor estipuladas por ley, se requiere al
alumno dirigirse al art. 1347 del Código Civil y Comercial de la Nación.
sus deberes.

d) Prestar fianza por una de las


partes.

Fuente: Artículo 11 y artículo 34. Decreto Ley 20.266/73

Por otra parte, las prohibiciones que aplican en la gestión profesional


Marco regulatorio
representan todo aquello que no le está permitido realizar al martillero y
El futuro martillero y corredor; es decir que sus implicancias serían contrarias a las de un permiso,
corredor público debe una autorización o a una facultad otorgada. Es por ello que deben ser observadas
conocer a fondo el por el martillero y corredor público, puesto que la infracción o incumplimiento
marco regulatorio en traerían como consecuencia la imposición de sanciones con efecto de “castigo”
su respectiva impuesto por la autoridad competente. Dichas consecuencias pueden
provincia. materializarse como “penas”, las cuales pueden ser pecuniarias (multas), de
Si la coincidencia suspensión del ejercicio o inhabilitación definitiva (cancelación) de la matrícula,
elemental está sin perjuicio de cualquier otra sanción –distinta a la regulada en la normativa
contemplada en la profesional– que le pudiere caber al profesional por el daño causado.
norma de fondo, no
En la legislación nacional, DL 20.266, se estipulan claramente las prohibiciones y
cabe duda que las
aplicaciones efectivas
sanciones (capítulos IX y X), tomando como referencia la actuación del martillero.
dependen de los En cuanto al corredor público17, se expresa en el capítulo XII (aquel que fuera
organismos que incorporado por la Ley 25.028 en un apartado o artículo especial sobre
gobiernan la prohibiciones y sanciones para el corredor) que: “…es aplicable al ejercicio
matrícula, pues así lo del corretaje lo dispuesto en esta ley respecto de los martilleros, en todo lo que
ratifica la normativa resulte pertinente y no se encuentre modificado en los artículos siguientes”18.
nacional. Por su parte, el Código Unificado destina un artículo con el contenido de
prohibiciones específicas para el corredor: “Está prohibido para el corredor: a)
adquirir por sí o por interpósita persona efectos cuya negociación le ha sido
encomendada; b) tener cualquier clase de participación o interés en la
negociación o en los bienes comprendidos en ella” 19.

Es necesario que el futuro profesional conozca a ciencia cierta todo lo atinente


a sanciones debidamente estipulado en el ordenamiento legal local. Téngase
presente, además, que la ignorancia o el desconocimiento de una norma no lo
excluye de su verdadero cumplimiento, pues ante la violación de la misma
recae indefectiblemente la sanción.

17 A los efectos de conocer aquello que le está prohibido al corredor estipulado por ley, se le
requiere al alumno dirigirse al art. 1348 del Código Civil y Comercial de la Nación.
18 Artículo 31 Decreto-Ley 20.266 –Martilleros – Condiciones Habilitantes. Honorable Congreso

de la Nación Argentina.
19 Art. 1.348 –Código Civil y Comercial.
Los colegios profesionales de las provincias argentinas poseen las facultades pertinentes sobre la actividad
profesional, tal como se ha explicado en el presente módulo. La tarea de quien estudia dicha materia es,
entonces, comenzar a recopilar toda la información referida a los usos, costumbres y normativas vigentes que
existen a nivel provincial, ya que si bien se cuenta con el conocimiento de la regulación a nivel nacional, es
necesario tener presente la normativa provincial correspondiente.

¿Tienes en tus manos un ejemplar de la ley local que


regula la actividad profesional en tu provincia, como
así también de aquellas normativas vinculantes? Ten en cuenta que ello es de vital
importancia para la formación profesional, a fin de lograr un futuro desarrollo efectivo
de la función del corretaje.
Referencias
Andruet (h), A. S. (s.f.). Deontología del Derecho y aceptación de causas forenses.
Recuperado de http://cia.org.ar/cia_historia.php

Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado. (2014). [Comentarios del Dr.


Ricardo Luis Lorenzetti]. (1° ed.). Buenos Aires: Rubinzal Culzoni.

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Abeledo Perrot S.A

Corporación de Rematadores y Corredores Inmobiliarios (2001). Estatuto – Código de


Ética. Recuperado de http://www.rematescorporacion.org/pdfs/estatuto.pdf

Decreto-Ley 20.266. (1973). Régimen legal de martilleros y corredores. P.E.N


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Ferrater Mora, J. (1984). Diccionario de filosofía. Madrid: Alianza.

Hortal Alonso, A. (1994). La ética profesional en el contexto universitario. Madrid:


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Ley 25.028. Régimen legal de Martilleros y Corredores [reforma de la Ley 20.266].


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Recuperado de http://www.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/60000-
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Córdoba. Recuperado de http://www.cpcpi.org.ar/ley.9445.php

Pérez-Serrano Jáurregui, N. (2001). La formación ética en los profesionales del derecho


en Ética de las Profesiones Jurídicas. Madrid: Universidad Pontificia de Comillas.

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