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Teotihuacan Intercambio y Sociedad en El Periodo Clásico Uami10205 PDF
Teotihuacan Intercambio y Sociedad en El Periodo Clásico Uami10205 PDF
Departamento de Filosofía
Asesor:
______________________________
Introducción. 4
Conclusiones. 154
prehispánico, tan ampliamente estudiado. Así mismo, ante la enorme importancia que tuvo
desde entonces el tráfico a larga distancia, tanto de materias primas como de productos
una actividad preponderante, mencionando los casos de Tlapacoya y Cuicuilco como los
principales antecesores de Teotihuacan. Siguiendo con las principales causas que hacen
Por medio del “corredor teotihuacano” se logró unir a varios sitios con marcada
cerámica, según las evidencias arqueológicas, mismos que eran controlados desde el Gran
centro ceremonial. Así mismo, se menciona en este apartado las principales rutas de
mercado de larga distancia en que intervienen los puertos de comercio, entre otros tipos de
mercados que llevaron a Teotihuacan hacia una interacción con el resto de Mesoamérica
distantes como el área Maya, Veracruz, las culturas del Norte y Occidente mexicano, entre
otras, mismas que quedaban fuera del control regional que Teotihuacan mantenía.
cada región de Mesoamérica (por lo menos de las más importantes) a la Gran urbe, tanto de
circulaban en toda Mesoamérica, indicando para el caso de Teotihuacan, los artículos por
En este mismo capítulo, se toca el tema del transporte, del cual, aunque se sabe que sólo
existía el traslado por tierra con la ayuda de cargadores o tamemes con el mecapal, y por
agua con la existencia de canoas, en la investigación también se le da importancia a las
formas de organización que se realizaban para tal efecto en el intercambio a larga distancia.
desaparecidos. Descubierto por Leopoldo Batres en 1886 y bautizado como Mural de “Las
Ofrendas” por Herman Beyer, o “Mercado” por Rene Millon, es considerado dentro de las
Teotihuacan como las Pirámides del Sol y de la Luna, y el Templo de la Agricultura, al cual
Esta obra, producto de la pictografía prehispánica, está muy relacionada con el tema
del intercambio, así mismo, cada figura, cada elemento explica la manera en que esta
análisis de este tipo, por ser además una prueba plástica y un fiel testimonio de una época,
empleado es el inductivo, que va de lo general a lo particular. Esto es, que siempre se tuvo
época Clásica. Por último, con los métodos de análisis visual de Alejandra González Leyva
y Michel Peronnet, fue posible realizar la descripción del mural teotihuacano “Las
naturaleza.
CAPITULO 1: APARICION Y DESARROLLO
1.1 Antecedentes.
En tiempos remotos la región del Valle de México estuvo poblada por gente de
del año 1000 a. C. el Valle de México es testigo de la existencia de grupos humanos que
vivían de la agricultura y que aprovechaban la fauna lacustre (peces, aves, etc.), así como la
fauna propia de un medio ambiente de 2,250 metros sobre el nivel del mar, para su
alimentación y para satisfacer otras necesidades; como pieles para el vestido, huesos y astas
de venado para hacer instrumentos, los cuales también se fabricaban de las materias primas
Diversos lugares arqueológicos alrededor del lago nos han dejado sus vestigios, que
diferentes excavaciones han permitido obtener. Tal es el caso de sitios como Zacatenco,
siempre ha incluido la aparición de los anteriores sitios como la parte final de un horizonte,
el llamado horizonte Preclásico o Formativo, siendo que se trata más bien del comienzo de
una nueva etapa que va a dar como resultado la presencia de las primeras ciudades del
altiplano central de México. Los casos de Tlapacoya y Cuicuilco son muy significativos.
14
1.2 Tlapacoya.
Los trabajos realizados en este lugar en 1955 por Román Piña Chan y los estudios
de Beatríz Barba han permitido conocer este asentamiento que se desarrolló alrededor del
año 400 a. C. Se trata de un basamento de piedra que tuvo varias superposiciones, lo que
formado por varios cuerpos y pequeñas escaleras laterales, todo hecho en piedra. Sin
embargo, fueron muy importantes las ofrendas que se encontraban en el interior del
que nos permite apreciar la diversidad de las formas. Así tenemos: botellones, vasijas con
cuello alto, platos trípodes, ollas, entre otros, además de figurillas hechas a mano con
Lo importante en este caso es la presencia del basamento en las laderas del cerro de
Tlapacoya, nos señala una organización más compleja que las anteriores organizaciones
aldeanas agrícolas. Es evidente que aquí existe ya un grupo que ostenta el poder y
Este centro debió de tener su área de control y posiblemente rivalizara con otros
centros que se encuentran alrededor del lago de México.3 Es interesante constatar que en
arquitectónicos.
1
Eduardo Matos Moctezuma. Teotihuacan: La metrópoli de los dioses, INAH, México, 1990: 15
2
Ibid.: 16
3
Ibid.: Loc. Cit.
15
1.3 Cuicuilco.
Este centro es también de suma importancia para entender lo que acontece antes del
debió de tener, al igual que Tlapacoya, una gran influencia en este sector.
Desgraciadamente el sitio fue destruido y abandonado alrededor del año 200 a. C.,4 debido
a la erupción de un pequeño volcán (el Xitle), cuya lava cubrió Cuicuilco, pudiéndose
excavar parte de los restos, entre ellos el gran basamento circular que es el edificio
muy grueso. A la parte superior se subía por una rampa orientada hacia el poniente cuyos
restos aún pueden verse. El basamento tiene cerca de 15 metros de diámetro, lo que da una
organización social que debieron de existir en aquel momento, pues el simple acarreo de las
el grupo dirigente tiene control sobre la comunidad y ésta trabaja en los monumentos
religiosos, pues no hay duda de que este edificio muestra esa situación.5 En posteriores
4
Ibid.: Loc. Cit.
5
Ibid.: 17
16
En Cuicuilco se desarrolló un gran centro, como lo demuestran los vestigios antes
geológicos nos indican que, antes de la erupción del volcán, algunos ríos confluían y
creaban zonas aluviales en donde la siembra se debió de dar muy bien. El control de ese
sector del lago, permitía obtener diversos productos, como peces, aves, plantas acuáticas,
etc. para satisfacer sus necesidades. No sería de extrañar que, como gran centro rector,
Cuicuilco tuviera control sobre algunas aldeas ribereñas. Tal pudo ser el caso de la
el hallazgo de un dios del fuego representado en barro, tiene las características típicas de
de piedra.
encorvado. Sobre la cabeza y parte de la espalda tiene un enorme brasero y, por lo general,
la mano derecha se encuentra cerrada en un puño mientras que la izquierda está extendida.
cómo la acción del fuego y la lava será la causante del desastre de Cuicuilco.7 Este culto se
dios viejo (Huehuetéotl) va a tener dentro del panteón teotihuacano, tolteca y azteca.8
6
Ibid.: 18
7
Ibid.: Loc. Cit.
8
Ibid.: Loc. Cit.
17
Después de la destrucción del lugar, no sería de extrañar que su población emigrase
hacia el norte del lago, y que esa presencia del culto al dios del fuego en Teotihuacan sea
indicador de que gente de Cuicuilco tuvo algo que ver con el surgimiento de la gran ciudad.
Sin embargo I. Bernal menciona que al saber tan poco de Cuicuilco, no se puede
presumir que éste haya sido el modelo y el origen de Teotihuacan, ya que entre ambos
puntos las diferencias son numerosas. No resulta muy clara la teoría de que algunos de los
llevando con ellos una más adelantada arquitectura y todo el complejo ceremonial que
habían iniciado los olmecas. Pero es seguro que Teotihuacan hereda cuando menos al viejo
dios del fuego. Son más bien los propios teotihuacanos quienes van formando su propia
arquitectura, aunque no debe extrañar que hubiera algunas influencias llegadas de otros
lugares, tal vez lejanos, como Veracruz o el valle de Oaxaca, de donde pudieron también
segunda alrededor del año 200 a. C., es decir, contemporáneas de Cuicuilco y Tlapacoya,
importante, pues se han detectado cinco localidades que al parecer por su ubicación pueden
9
Ignacio Bernal. “Teotihuacan”. En Miguel León Portilla. Historia de México, 10 v., Salvat, México, 1974:
I, Fascículo 12, 222
18
presentaba una serie de elementos naturales muy importantes que hacían de él un sitio
b) La existencia de manantiales.
c) La posición privilegiada del valle en la ruta de acceso más sencilla, entre la costa del
urbanismo de la ciudad se fueron dando a lo largo de 600 años en las distintas fases o
Tardío, en la fase Cuanalan (400-100 a. C.). Las aldeas de esta fase son asentamientos
del lago de Texcoco (caracoles, peces, ranas, tortugas, tules) como de la ribera y llanura
aluvial (cultivo de maíz, del frijol, recolección del “tomate de bolsa”, tuna, tejocote, madera
10
Eduardo Matos Moctezuma. Teotihuacan: La metrópoli de los dioses. Op. Cit., 19
11
Ibid.: Loc. Cit.
12
Linda Manzanilla. “La zona del altiplano central en el clásico”. En Linda Manzanilla, Leonardo L. Luján.
Historia antigua de México, 3v., INAH-UNAM, México, 1995: II, 144
19
de leguminosa), así como del bosque (madera de pinos y encinos; venado cola blanca,
liebre y conejo).
Juan en el vaso de Texcoco, habitaban en casas pequeñas con muros de bajareque, sobre
esta fase. Aquí se manifiesta por primera vez una diferenciación entre centros y
asentamientos dependientes.14
Dentro de las primeras etapas de desarrollo urbano está la llamada etapa Patlachique
siglo antes de nuestra era (100 a.C. – 1 d. C.). Se ha propuesto que durante esta etapa se
presentó un franco movimiento de la población a la llanura aluvial del río San Juan, con
tres asentamientos extensos: uno en la zona noroccidental, otro cerca del lago y el tercero
13
Ibid.: 154
14
Ibid.: 155
20
La etapa Tzacualli o Teotihuacan I, en el primer siglo de nuestra era (1 – 100 d.C.)
Teotihuacan era el sitio más grande del Preclásico del centro de México y había
A fines de esta etapa probablemente se inició la construcción de la pirámide del Sol sobre
un túnel de los que abundan en la porción norte del valle debido a la extracción de
una función de congregación. Por lo tanto, es en esta etapa cuando en realidad tenemos
ciudad, así como el inicio de rasgos que caracterizarán plenamente a esta cultura.16
Los cambios en la planificación urbana comienzan con la etapa Miccaotli (Teotihuacan II:
población hacia sus márgenes. Otra construcción que pertenece a la etapa Miccaotli es la
pirámide de Quetzalcóatl, ubicada al sur de la ribera del río San Juan, frente a una enorme
plaza que después sería la Ciudadela; este sector formó otro foco de concentración ritual,
Quetzalcóatl.17
15
Ibid.: 156
16
Eduardo Matos Moctezuma. “La cultura teotihuacana”. En Román Piña Chan, Los pueblos y señoríos
teocráticos. El periodo de las ciudades urbanas. Primera parte, INAH, México, 1975: 11
17
Linda Manzanilla. “La zona del altiplano central en el clásico”. Op. Cit., 157
21
Posteriormente sigue la etapa Tlamimilolpa (200 – 400 d. C.), ésta se sitúa en el
mayoría de las construcciones estaban distribuidas a lo largo de las calles; todas corren
Aquí se realiza la canalización del río San Juan, cuyo cauce se restringió a una línea
recta por sus crecidas repentinas y desastrosas. El sistema de drenaje interno incluía una
vasta red de canales subterráneos que confluían en un canal central que corría por la
administrativas como los conjuntos residenciales excavados al norte y al sur del Templo de
los Muertos, es la estructura más grande de la ciudad, y cubre un área mayor que la de la
propia Ciudadela, pudiendo albergar al mercado más grande de la ciudad, pues se encuentra
d) Construcciones residenciales.
22
Alrededor del área central de la ciudad se dispone una serie de estructuras
consisten de varios cuartos a diversos niveles alrededor de patios abiertos; tienen santuarios
domésticos, y todo el conjunto está circundado por un muro externo. Cada construcción
estaba aislada de la calle y los muros externos, desprovistos de ventanas para lograr un
máximo de privacía. Los patios internos no estaban techados: así se lograba tener luz y aire,
En Teotihuacan existen áreas hacia los límites de la ciudad del Clásico que no
materiales considerados como talleres donde la mayor parte son de obsidiana. Pronto se
desarrolló una especialización, algunos talleres hacían navajillas prismáticas, mientras otros
de la pirámide de la Luna.20
18
Ibid.: 159
19
Ibid.: 160
23
cerámica foránea, por lo tanto se ha pensado que representan barrios de extranjeros. Como
maya y de la costa del Golfo. La mayoría de la cerámica maya encontrada en todo el barrio
está constituida por jarros del grupo Petén Lustroso, jarros del tipo Estriado y cajetes con
reborde basal del Dos Arroyos Anaranjado Polícromo. Por parte de la cerámica de la costa
del Golfo se encontraron ollas con “Decoración Suave” y cerámica de Pasta Fina, ambas
región del Pánuco y de El Tajín.21 Por lo anterior existe la certeza de que el Barrio de los
Comerciantes era un enclave con filiación a la costa del Golfo y a la zona maya; grupos
influencia en Mesoamérica.
20
Ibid.: Loc. Cit.
24
la población rural de la mitad norte de aquella (particularmente el sector de Cuauhtitlan-
pinturas murales más finas datan de esta etapa. Este tipo de actividad es una de las razones
por las que la etapa Metepec no se puede considerar una época de declive total.
Se establece que quizá los grupos nómadas otomianos que habitaban al norte del
valle hayan sido los responsables del incendio del centro de la ciudad. Debido a su mayor
21
Evelyn C. Rattray. “Nuevas interpretaciones en torno al Barrio de los Comerciantes”. En Anales de
Antropología: XXV, IIA-UNAM, México, 1988: 175
22
Linda Manzanilla. “La zona del Altiplano Central en el clásico”. Op. Cit., 161
23
Ibid.: 162
25
transformaron en adversas. La tala inmoderada para obtener madera para la construcción y
la quema de cal provocó un proceso de erosión; esto causó una disminución en la humedad
del suelo apto para la agricultura. Además, el decremento en la pluviosidad anual y las
vulnerable al ataque.
Por lo tanto, dentro de las causas ecológicas que se han propuesto en cuanto a la
llevada a cabo probablemente desde el Preclásico, lo que implica que los problemas
Los datos encontrados hasta ahora sobre el deterioro ambiental como causa de
decadencia al final del horizonte Medio (después del 600 d. C.) no son contundentes. Si el
deterioro ambiental tuvo que ver, debió haber sido en combinación con otros procesos de
24
Emily McClung de Tapia. “Aspectos ecológicos del desarrollo y la decadencia de Teotihuacan”. En Anales
de Antropología: XV, IIA-UNAM, México, 1978: 62
26
c) Grupos marginales poderosos.
grupos cazadores-recolectores nómadas, hecho que reforzaría patrones de tipo militar. Así
los grupos marginales a los centros clásicos tuvieron un poder creciente, que
los problemas sociales que la ciudad de Teotihuacan vivía para bloquear las rutas de
Según Millon, algunas de las causas del fin de Teotihuacan fueron: la mala
A pesar de que no han sido comprobadas estas hipótesis, se cree que varias de ellas
pudieron haber coincidido para dar fin a la autoridad de la ciudad. Después del incendio de
y sureste de México.
e) Alta mortalidad.
un lugar sano para muchos de sus habitantes. Los cuadros de vida que estudió Millon
muestran que la mortalidad juvenil era bastante alta. Sólo alrededor de la mitad sobrevivía a
27
la edad de 15. Análisis paleontológicos indicaron que la niñez estaba sujeta a interrupciones
de crecimiento significativos y que no era muy saludable, tal vez por el “efecto sinergético
Por lo tanto, si los datos son de alguna manera el reflejo del grado de mortalidad de
de atraer forasteros en número suficiente para compensar los perdidos, porque los
tiempo el frente y los lados del Templo de Quetzalcóatl en la Ciudadela fueron quemados
por fuego muy intenso que desquebrajó algunas piedras del edificio y causó que otras se
fragmentaran.
sido ampliamente confirmada. Pero la destrucción fue de tipo ritual y no puede ser
25
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. In Norman Yoffee and George L. Cowgill. The
collapse of ancient state and civilizations, University of Arizona Press, Tucson, 1988:149. Ver también esta
referencia en Linda Manzanilla. Historia Antigua de México, 3 v., INAH-UNAM, México, 1995:II, 162
26
Ibid.: 143
27
Ibid.: Loc. Cit.
28
entendida únicamente en términos de pillaje, saqueo e incendio. Debe ser vista en su
contexto cultural.
ritual planeada de monumentos, era algunas veces seguida por una renovación y
desarrollo de otros centros de poder como Xochicalco (Clásico Tardío) y Tula (Posclásico)
quienes retomaron el control del intercambio y reorientaron las rutas del mismo cuando
Teotihuacan desapareció.
Parece más probable que teotihuacanos en vez de extraños a la ciudad fueron los
responsables. Esto no sólo por los recientes descubrimientos en la Ciudadela, sino también
por la escala, intensidad, duración y claro exceso de la destrucción; ello implica una
29
30
31
32
CAPITULO 2: EXPANSION Y PRINCIPALES RUTAS DE INTERCAMBIO
Una de las bases del poderío teotihuacano fue el control del intercambio, por lo que
analizaremos el inicio del mismo, su expansión, sus principales rutas así como las
principales regiones bajo el control de Teotihuacan sin olvidar sus principales mercados.
Durante el horizonte de las culturas clásicas (1 a.C. al 900 d.C.)28 los grupos humanos se
compleja, de tal manera que el intercambio se fue haciendo más extenso y formal.29
construían los grandes centros ceremoniales, en este caso, Teotihuacan, donde vivían las
personas dedicadas al culto de los dioses y los altos señores y sacerdotes que subsistían del
trabajo del pueblo; habiendo un marcado contraste entre las suntuosas construcciones del
centro y las habitaciones de la clase baja que se distribuían por los contornos del mismo.
población y las demandas económicas como centro urbano, hicieron que se ahondara la
división social entre la clase sacerdotal y los campesinos por lo que se incrementaron los
28
Linda Manzanilla. “El mundo clásico mesoamericano”. En Linda Manzanilla, Leonardo L. Luján, Atlas
histórico de Mesoamérica, Larousse, México, 1993: 74
29
Roman Piña Chan. “Tianquiztli”. En Esplendor del México antiguo, 2v., CIAM, México, 1982: II, 922
33
2.2 Principales actividades de los teotihuacanos.
arte; además de los campesinos y gente dedicada a la caza y pesca, sobre los cuales
necesidades de lujo que el sacerdocio y la nobleza implicaban, hacían que algunos centros
territorios y el comercio pasaba a las manos de unas cuantas personas que actuaban como
verdaderos mercaderes.
producir entonces no sólo lo necesario para cubrir las necesidades propias, sino también la
30
Ibid.: Loc. Cit.
34
este fenómeno aumentaron las necesidades nacidas del lujo y el deseo de ensanchar los
territorios.31
Como consecuencia de esta expansión y del control del intercambio vinieron las
guerras que desde la época de Teotihuacan fueron una actividad común para alcanzar fines
Tula, Hidalgo. Desde el Formativo tardío los teotihuacanos habían establecido contactos y
luego colonias al norte de Tula, en la parte este de Morelos, en Puebla, Tlaxcala, Toluca y
“corredor teotihuacano”,32 el cual controlaron durante casi todo el periodo Clásico (200-600
d. C.).
Tzacualli (hacia el siglo I d.C.), la mayoría de la gente fue de alguna manera movida o
persuadida para dejar sus casas y tierras y asentarse en Teotihuacan. Durante la etapa
México, vivían en Teotihuacan.33 A lo largo del horizonte Clásico que abarca los primeros
ocho siglos de nuestra era, por lo menos 50 a 60 por ciento de una amplia población del
población ocurrió a partir del siglo I d.C., aquellos con derechos para explotar tierras en el
31
Ibid.: 924
32
Angel García Cook. “El corredor teotihuacano”. En Angel G. Cook, Beatríz L. Merino Carrión. Tlaxcala:
textos de su historia. Los orígenes. Arqueología: 1, Gob. del Edo. de Tlaxcala, CNCA, México, 1991: 339
33
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. Op. Cit., 136
35
Valle de Teotihuacan, especialmente las tierras irrigadas muy productivas, habrían tenido
ventajas económicas y sociales sobre los recién llegados, muchos de los cuales debieron
haber encontrado nuevas tierras en áreas previamente despobladas al norte y noroeste. Esto
pone en claro una marcada estratificación social y económica. Para la ejecución exitosa de
propone que Teotihuacan contaba con el apoyo de cercanos asentamientos para el control
en el estado de Puebla.
2.5 Azcapotzalco.
para los otros. Azcapotzalco era un gran centro secundario en el lado oeste del sistema
lacustre del Valle de México, cubriendo por lo menos dos kilómetros cuadrados. Otros
centros secundarios que formaban una media docena, eran mucho más pequeños. El resto
2.6 Cholula.
muy unidas a Teotihuacan desde el 200 d.C., aunque la tradición de Cholula crece más y
más distintivamente con el paso del tiempo. Parece haber mantenido su independencia a lo
34
Ibid.: 137
35
Ibid.: 132
36
Fue un centro comercial importante con fuertes nexos hacia la costa del Golfo; como
centro religioso, fue segundo después de Teotihuacan en el México central. En este sentido,
I. Bernal afirma que entre el principio de la era cristiana y el año 650, más o menos, la zona
estaba poblada por gentes de cultura exclusivamente teotihuacana, que formaban parte del
capital, iniciando con ello el patrón característico de la historia mancomunada del valle de
México y el de Puebla.36
Como dato importante de este sitio podemos decir que la última plataforma de su
gran pirámide era más alta y cubría un área más amplia que la Pirámide del Sol de
Teotihuacan. Fue construida en algún momento de la etapa Xolalpan. Cholula había sido
también para aquellos de regiones vecinas de Valle de Puebla y Veracruz, poblaciones para
Cuando Cholula empezó a declinar (600-800 d.C.), Teotihuacan pudo haber llegado a
relevarla en esas áreas. Sin embargo, hay evidencias que muestran como Teotihuacan tuvo
problemas en el “corredor teotihuacano” más o menos al mismo tiempo. Ambos pueden ser
gente, irradiar influencias y poseer un prestigio que rebasaría sus fronteras. Cholula vivió
36
Ignacio Bernal. “Teotihuacan”. En Miguel León Portilla. Historia de México. Op. Cit.: I, Fascículo 13, 254
37
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. Op. Cit., 135
37
la construcción de la Gran Pirámide (una actividad que debió ser prácticamente cotidiana,
dadas las enormes dimensiones que alcanzó ese monumento) cesó por completo.38
Esta ruta pasa por el NE del área de Teotihuacan con un promedio de 12 kilómetros
de ancho y llegando a la altura de Huamantla parece dividirse en dos, uno para dirigirse
hacia el sur con rumbo a Manzanilla-Cholula y después tomando hacia Tehuacán, y el otro
saliendo de Tlaxcala hacia Oriental y cruzando hacia el Golfo, por la parte media de la
Sierra Blanca o bien por el norte de Perote. Esto último falta aún por corroborar con mayor
precisión. En este corredor quedarían situados sitios como Calpulalpan, Zoquiapan, San
Nicolás el Grande, "Los Tetlas", Baquedano, los cerritos al NO de Huamantla, El Pinal, los
cerritos de Guadalupe Cuauhtemoc, Colonia Juárez, San Mateo, entre otros. Dentro del área
Hidalgo y norte de Tlaxcala (la esfera teotihuacana) presenció una gran proliferación de
Había más de ochenta asentamientos en la región, divididos en seis grupos, cada uno
compuesto de centros provinciales, pueblos, villas y caseríos. Esta área jugó un papel
38
Ma. del Carmen Solanes Carraro. “Cholula”. En Arqueología Mexicana. vol. III, núm. 13, Mayo-Junio
1995: 26
39
Angel García Cook. “El corredor teotihuacano”. Op. Cit., 339
38
para la comunicación y el intercambio con áreas hacia el sur y el este. Jerarquías similares
cuadrados con impresionante arquitectura ceremonial y cívica cubierta con argamasa de cal.
coincide de tales sitios con Teotihuacan es la cerámica (algunos ejemplos son Calpulalpan
a Teotihuacan como Puebla y Tlaxcala, es posible pensar que la comunicación por medio
del intercambio principalmente con el sureste, se dio con mayor fuerza gracias a los
asentamientos o ciudades “hijas de Teotihuacan” (llamadas así por Angel García Cook), las
entender las relaciones entre Teotihuacan y otras regiones de Mesoamérica así como las
rutas de tal intercambio: un área núcleo de Teotihuacan; una “periferia primaria interior”,
cuadrados alrededor, controlada suficientemente para exigir tributo. Se define una “segunda
periferia exterior” que incluye casi el resto de Mesoamérica. Los mayores centros políticos
40
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. Op. Cit., 139
41
Angel García Cook, Beatríz L. Merino Carrión. Tlaxcala: textos de su historia. Los orígenes. Op. Cit., 346
39
que interaccionaron con Teotihuacan son: Monte Albán, Matacapan, el Tajín, Kaminaljuyú,
Tikal y Copán.42
México unidas con Teotihuacan, la principal ciudad en esta etapa: 1) la ruta Norte, 2) la
La ruta de comercio del Norte abarca las regiones de Puebla – Tlaxcala como zona
de abastecimiento para Teotihuacan y por su ubicación estratégica como lugar por donde
tenían que pasar los mercaderes que iban al sur de Puebla, a Oaxaca y a la Costa del Golfo.
La ruta norte fue sin duda una importante ruta de transporte para llevar la cerámica
Otra ruta norteña es la que pasaba por Tepeapulco, Hidalgo, un sitio conocido por
sus similitudes con el centro ceremonial de Teotihuacan, y por ser productor de obsidiana y
presentar grandes cantidades de cerámica Anaranjado Delgado. Esta ruta cruzaba los llanos
de Apan, se desviaba entonces hacia el sur, pasando por el lado noroeste del volcán La
42
Evelyn Rattray. “Rutas de intercambio en el periodo clásico en Mesoamérica”. En Evelyn C. Rattray.
Rutas de intercambio en Mesoamérica. III Coloquio Pedro Bosch – Gimpera, IIA-UNAM, México, 1998: 77
43
Ibid.: 92
44
Ibid.: Loc. Cit.
45
Ibid.: Loc. Cit.
40
Dentro del área de Calpulalpan, situado al noroeste del valle de Teotihuacan están
los sitios de Las Colinas, San José Zoquiapan y San Nicolás el Grande, conjunto que
forman parte de una ruta no sólo por los vestigios de cerámica encontrados, sino porque no
hay duda de que las caravanas de comerciantes recibían sustento y descanso en ellos.46
ella que contienen cerámica Anaranjado Delgado. La ruta continúa por un paso natural
entre las montañas del Tensor o alternativamente por el río Atoyac y sus tributarios, que
proveía corredores naturales paralelos a la ruta a Tepexi de Rodríguez, hasta donde es fácil
comerciantes (los pochtecas y los tlamemes) tomaron esta ruta para ir al sur de Puebla y
la nueva carretera que va de Izúcar de Matamoros a Tepexi. Sobre la extensión de esta ruta
está el sitio de Coatzingo y luego el gran sitio de Zacapala, situado en la mesa arriba del río
Nepantla, Amecameca, Cerro Portezuelo, Los Reyes y Texcoco, para arribar a San Juan
Teotihuacan. Una ruta intermedia que se une con la ruta sur es por Atlixco, Puebla.
46
Ibid.: 93
41
De acuerdo a estudios recientes, la ruta comercial que pasa por Izúcar de
Matamoros une también al valle de Atlixco. Las rutas sureñas parecen tener su inicio en
conquista existían en tierras americanas dos instituciones económicas muy importantes: los
actividad fue cada vez más socorrida debido al aumento paulatino en el consumo de
vinculó estrechamente con la ubicación física de los mercados en áreas distantes. Esa
es decir, exactamente en el lugar donde se entrecruzan las avenidas este y oeste y la Calle
de los Muertos.48
para satisfacer la demanda de la ciudad, jugando un papel importante los yacimientos, los
47
Ibid.: 94
48
Eduardo Matos Moctezuma. Teotihuacan: la metrópoli de los dioses. Op. Cit., 121
42
ecosistemas, las minas y todas las zonas de donde extraer las materias primas para proveer
al mercado.
escala de la producción de artesanías de una sociedad. Existe una relación estrecha entre la
forma y tamaño del sistema distributivo y el número de artesanos especializados que cada
sistema puede mantener: cuanto más grande y eficiente es el sistema de distribución, mayor
productos, se supone que el aumento del número de artesanos refleja el desarrollo del
procedencia como la región maya o de Veracruz, que junto con la cerámica teotihuacana
durante esta época. Este hecho también sugiere la posible existencia de un mercado o
de productos por otros objetos y materias primas al no existir moneda como el cacao, el
polvo de oro y las “mantas”, que posteriormente se utilizaron como dinero, transformando
49
Kenneth Hirth. “La identificación de mercados en contextos arqueológicos: una perspectiva sobre el
consumo doméstico”. En Evelyn C. Rattray. Rutas de intercambio en Mesoamérica. Op. Cit., 44
50
Evelyn C. Rattray. Anaranjado Delgado: cerámica de comercio de Teotihuacan. IIA-UNAM, México,
1979: 4
43
el intercambio en la compleja forma de vida económica llamada comercio. Pero en este
regateo, es decir, se discutía acerca del valor de los artículos, y en el comercio se efectúan
más atención ha recibido. El objetivo del mercado es efectuar el intercambio entre los
proveedores de distintos bienes para lograr la distribución adecuada de éstos. Tal como
escoger, unos y otros, la contraparte con quien hacer los cambios. Esta libertad o
indeterminación previa, de las partes que efectúan los cambios es el rasgo diagnóstico del
producto de estas actividades de uso general y de poco valor se llevaba a ofrecer al mercado
local. Por lo tanto, la concurrencia al tianguis la realizaban los productores mismos, y ahí
Las transacciones que tienen lugar en el mercado no son canjes comerciales donde la
autoridad tasa los precios de los bienes, sino que se trata sólo de una reciprocidad y una
51
Pedro Carrasco. “La economía de México prehispánico”. En Pedro Carrasco, Johanna Broda. Economía
política e ideología en el México prehispánico. Nueva Imagen, México, 1980: 50
52
Ibid.: 49
53
Ibid.: 33
44
redistribución. La redistribución existe por numerosas razones y a todos los niveles de
civilización, desde las prácticas de la tribu de cazadores primitivos hasta los vastos sistemas
Los concurrentes al mercado tienen la libertad limitada de escoger con quien efectuar
(artículos de primera necesidad y bienes de lujo). Un lugar donde también había ofertas de
trabajo, ya que también se recurría al mercado en busca de albañiles o pintores para realizar
la localización de todas las actividades mercantiles en lugares bien definidos, las plazas o
generalmente cada 5, 9 o 20 días. Estaba rigurosamente prohibido tratar fuera de él, y todas
las transacciones estaban vigiladas por las autoridades del mercado tianquizco teyacanque
que había para cada clase de bienes, y los señores mercaderes pochteca tlatoque que
formaban un tribunal con jurisdicción sobre el mercado y decidían en todos los casos que
les presentaban. Carrasco señala que estos hechos eran reglamentaciones que dejaban a
de suponer que la dirección del tianguis quedara siempre en manos de los señores locales.
54
Ibid.: 51, Ver también esta referencia en Karl Polanyi. Comercio y mercado en los imperios antiguos.
Labor, Barcelona, 1976: 29
55
Ibid.: 55
56
Ibid.: Loc. Cit.
45
En todo caso, en el mercado prehispánico el intercambio tenía como objeto la
que las descripciones del tianguis nos hablen de vendedores separados para cada clase de
“Estaban en una parte del tiánquez los que vendían oro y plata y piedras preciosas, y plumas ricas de
todo género..... En otra parte se ordenaban los que vendían cacao y especias aromáticas..... En otra
parte se ordenaban los que vendían mantas grandes, blancas y labradas..... En otra parte estaban por su
orden los que vendían las cosas de comer, como son maíz blanco y maíz azul obscuro..... En este
mismo lugar se ordenaban los que vendían la sal, y gallinas, y gallos, y codornices, y conejos, y
liebres, y carne de venado, y aves de diversas maneras..... También los que vendían miel de maguey,
y de abejas; de esta orden eran los que vendían chile de diversas maneras..... En otra parte se
De igual manera, Díaz del Castillo hace una descripción interesante de lo que vio en
el gran tianguis o mercado de Tatelolco, donde cada género de mercadería estaba situado y
“..... Para qué gasto yo tantas palabras de lo que vendían en aquella gran plaza, porque es para no
acabar tan presto de contar por menudo todas las cosas..... Ya quería haber acabado de decir todas las
cosas que allí se vendían, porque eran tantas de diversas calidades, que para que lo acabáramos de ver
e inquirir, que como la gran plaza estaba llena de tanta gente y toda cercada de portales, en dos días no
se viera todo.....”58
57
Fray Bernardino de Sahagún. Historia general de las cosas de Nueva España. 3 v., Porrúa, México, 1981:
II, 325
58
Bernal Díaz del Castillo. Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. Porrúa, México, 1986: 172
46
A través de lo que describe el cronista español podemos darnos cuenta de la pujanza
económica que tenían los mexicas ante la gran variedad de productos reunidos en su
mercado.
Dentro del intercambio a larga distancia, los señores de menor categoría así como
reyes locales recurrían a realizar intercambios con otros señores que recibieran presentes de
una elite soberana y otra a base de “regalos” (artículos de lujo), eran necesarios para
teotihuacana se propusieron llegar más allá de sus dominios y tener relaciones con otros
tenía que alimentar, sino que la vida económica controlada por el estado hizo frente a sus
de regalos.61 Lo anterior, posiblemente era de rigor para la época mexica más no para
otras áreas. Sin embargo, no se descarta que quizá este principio inició con Teotihuacan, al
59
Pedro Carrasco. “La economía de México prehispánico”. Op. Cit., 48
60
Ibid.: 51
61
Daniel B. Fusfeld. “Antropología económica”. En Karl Polanyi. Comercio y mercado en los imperios
antiguos. Op. Cit., 393
47
establecer contactos y que se acrecentó con el tiempo; volviéndose una práctica común
hasta la conquista para consolidar las alianzas. Por lo tanto la afirmación de Fusfeld sería
preciso reconocer dos actividades de muy diverso tipo: una es el comercio en tianguis
Las crónicas históricas indican que al menos en caso de enemistad se prohibía la entrada a
los mercaderes extranjeros; por lo que fue necesario disfrazar a los comerciantes
(oztomecas). Una consecuencia de las conquistas hechas por los mexicas era la de asegurar
a sus mercaderes la entrada a los tianguis de los señoríos dominados. Las mercancías que se
mencionan para el intercambio de larga distancia o tráfico exterior son los bienes de lujo.62
En la etapa del imperio azteca, los mercados distantes que existían y que son
mencionados en las crónicas, eran el mercado de Xicalango, ubicado en la Costa del Golfo,
conquistado en tiempos de Ahuitzotl por los mismos mercaderes, siendo las plumas ricas el
artículo de lujo que desde entonces empezó a circular. Para Teotihuacan se puede decir que
sus mercados distantes se encontraban con El Tajín (Veracruz), Monte Albán (Oaxaca) y
grandes vasijas y ánforas Anaranjado Delgado como obsequios y encargos entre las elites
larga distancia. Los pochtecas y los mercaderes teotihuacanos obtenían del exterior bienes
48
de lujo para el consumo del estamento dominante. Además de los bienes con que
comerciaban ellos mismos, llevaban otros artículos aportados por los gobernantes, por lo
para obtener como tributo los bienes que circulaban en ellos, posiblemente los
teotihuacanos usaron la fuerza no para conquistar, pero sí para lograr el acceso al “mercado
pensado de la región maya. Teotihuacan necesitaría sólo acuerdos para permitir la entrada a
alternativas para la obtención de bienes exóticos. De acuerdo con Carrasco, los bienes de
lujo que sólo se conseguían en el intercambio a larga distancia estaban reservados (quizás
siempre lo estuvieron) a los nobles, mientras que los bienes destinados a la gente común
opinión, Rosemary Arnold destaca que la separación física de comercio y mercado pone en
evidencia la función diferente que cumplen las dos instancias: el comercio (entendiéndolo
las casas de los nobles (como en el caso de los regalos), esto es lo que Pedro Carrasco llama
62
Pedro Carrasco. “La economía de México prehispánico”. Op. Cit., 58
63
Ibid.: 59
64
Rosemary Arnold. “Separación de comercio y mercado: gran mercado de Whydah”. En Karl Polanyi.
Comercio y mercado en los imperios antiguos. Op. Cit., 230
49
La circulación de bienes desde el punto de vista social crea redes de relaciones
local del mercado y lo que se llama puerto de tráfico, ambas demuestran un distinto
tianguis, azogue, zoco, bazar. El “puerto de tráfico” es la factoría, el lugar en un país lejano
de los países que intercambian. La factoría es siempre el lugar donde se efectúa el tráfico
Parece ser que el tráfico distante es el que ofrecía las mayores oportunidades de
social. Lógicamente para la época de los mexicas, los pochtecas representaban un modo de
organización en conflicto con los intereses de la clase gobernante cuyo dominio se basaba
El comercio de larga distancia unió más que ninguna otra actividad las dos grandes
actividad comercial que tan íntimamente vinculó primero a Teotihuacan y después a los
mexicas, ambos, de la Cuenca de México, con los Mayas, primero de Guatemala y después
de Yucatán, tuvo que superar obstáculos físicos muy considerables y quizás otros
65
Pedro Carrasco. “La economía de México prehispánico”. Op. Cit., 53
66
Ibid.: Loc. Cit.
67
Ibid.: 61
68
Ibid.: 63
50
organizativos todavía más formidables. Por buena parte de la zona combatían
El intercambio distante era una institución aparte. Geográficamente era comercio más
allá de las fronteras, su personal constituía un grupo social bien delimitado, y sus miembros
como por la negociación del intercambio en países o estados extranjeros. Esta forma
intercambio, como el propio sistema de mercado local, los puestos de venta de comida en
de tráfico. Este término también lo introduce Chapman para designar las ciudades o pueblos
cuya función específica era la de servir como lugar de encuentro de los mercaderes de larga
distancia. La palabra “puerto” no indica necesariamente un lugar situado a orillas del mar o
En las fronteras de las regiones ecológicas, entre tierras altas y llanura, desierto y
jungla, bosque y sabana, se desarrollaron desde tiempos muy antiguos y de forma natural
69
Anne M. Chapman. “Puertos de comercio en las civilizaciones azteca y maya”. En Karl Polanyi. Comercio
y mercado en los imperios antiguos. Op. Cit., 163
70
Ibid.: 164
51
los transbordos de mercancías. Hasta los tiempos modernos, el puerto de comercio ha de
mercados. De esta manera se comprende que el comercio de larga distancia sin mercados se
basaba en la estrecha relación entre mercaderes y gobernantes que llevaban los productos
prehispánica. Por lo tanto, estos puertos quizás resulten al mismo tiempo mercados locales
para la gente de origen, es decir, cercana a ellos, y si toma carácter de puerto comercial es
pertenecientes a un país situado en otro), y los “nodos”, que de alguna manera resultan ser
71
Ibid.: Loc. Cit.
72
Ibid.: 165
52
centros que parecen haber mantenido algún status de relación especial o preferente con
Teotihuacan. Esa relación en general parece haber contenido influencias de doble sentido.
arquitectura en pie, al menos en el sentido de que las construcciones fueron hechas en algún
estilo extranjero puro. Los nodos interactivos son también capitales de políticas poderosas
que mantenían su soberanía a lo largo de todo el tiempo de contacto. Dado este supuesto
estado de independencia, parece que fueron tratados más o menos como iguales por la
política teotihuacana.74
Clásico Medio: Cholula, El Tajín, Tikal y Monte Albán. De éstos, Tikal y Monte Albán
Los nodos “receptores” son sitios que exhiben una marcada influencia teotihuacana.
En términos del tipo de comunidad, los nodos receptores sobrepasan todos los niveles de la
jerarquía de sitio. A menudo sin embargo, son grandes sitios – capitales de sistemas
73
Ibid.: 186
74
Robert S. Santley. Obsidian trade and Teotihuacan influence in Mesoamérica. University of New México,
1980: 80
75
Ibid.: Loc. Cit.
76
Ibid.: 83
53
Los nodos receptores están ampliamente distribuidos en Mesoamérica: del norte de
Yucatán y la costa del Golfo; al occidente de México y la llanura costera del Pacífico de
Ha: obsidiana de Pachuca, Tres Zapotes y Uaxactún: obsidiana verde, Yaxhá y Piedra
han citado, encontramos: cerámica Anaranjado Delgado, ollas trípodes cilíndricas, ollas con
base circular sin pestaña, jarras crema, floreros, candeleros, arquitectura teotihuacaniode,
infrecuentes, a juzgar por el número de bienes de comercio. Este tipo de nodos también
contacto. Los enclaves, en contraste, están ubicados en nexos cruciales relativos a recursos
La residencia constante es necesaria en tales sitios para garantizar que los montos de
producción y las entregas sean hechas a tiempo. Los nodos interactivos están en contextos
77
Ibid.: 84
78
Ibid.: Loc. Cit.
54
recursos en el área local.79 Los nodos receptores en sí mismos son capitales de sistemas
socioculturales autónomos y parecen haber funcionado sólo como salidas para los bienes
teotihuacanos. En esencia, parecen ser el último punto del proceso de intercambio, el último
destino de todos los bienes movidos interregionalmente por Teotihuacan o sus agentes.
79
Ibid.: 88
55
56
CAPITULO 3: RELACIONES E INTERCAMBIO CON REGIONES LEJANAS
Es fácil pensar que si una población adquiría algún producto de un lugar lo más
cercano posible y ese a su vez con otro, se va haciendo una cadena de comunicación o de
contactos. Gracias a la unión entre varias regiones intermedias se fueron formando las
grandes rutas y los recorridos largos por tierra y por agua, logrando así una comunicación
excavación, encontramos muchas pruebas de que las incursiones teotihuacanas en las tierras
Tlamimilolpa. Se han encontrado en el barrio de los Mercaderes, así como en sitios al oeste
del Gran Conjunto y en algunos conjuntos de cuartos a cada lado de la Avenida de los
Muertos. No hay duda de que estas cerámicas de los mayas de las tierras bajas son
ofrendas de estilo teotihuacano, lo cual no significa que hayan sido elaboradas en la gran
En el “Mundo Perdido” (una parte de Tikal que se llama así) se encuentra la Gran
Pirámide, mide 32 metros de altura con mascarones del dios Chac y donde también se
80
Evelyn C. Rattray. “Los contactos Teotihuacan-Maya vistos desde el centro de México”. En Anales de
Antropología: XV, IIA-UNAM, México, 1978: 33
57
encontró una ofrenda estilo teotihuacano, se infiere de la visita de teotihuacanos hasta este
lugar que es considerado como el principal representante del mundo maya. El contacto más
intenso entre Teotihuacan y Tikal se concentra entre los años 380 y 480 d.C. Un gobernante
aliado con Teotihuacan, y con ligas aún más estrechas con Kaminaljuyú, estaba enterrado
en colores brillantes sobre unas vasijas estucadas y las colocaron como ofrenda en el
entierro 10, entre otras vasijas de tradición maya, un cajete policromo “A” con reborde
La conexión económica entre los dos centros, Teotihuacan y Tikal que habría tenido
un gran potencial, aún esta siendo explorada. Se enfatiza la importancia de Tikal como el
principal punto de distribución de obsidiana en el sur de las tierras bajas mayas, con
obsidiana gris de Otumba, depósitos cercanos a la urbe teotihuacana. Tales objetos fueron
uso cotidiano.
81
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. Op. Cit., 18
82
Evelyn C. Rattray. “Los contactos Teotihuacan-Maya vistos desde el centro de México”. Op. Cit., 34
83
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. Op. Cit., 16
58
Los lazos de Teotihuacan con Tikal, la más grande e importante capital de la tierra
baja maya y quizá el camino de entrada a muchas otras, probablemente dio comienzo al
mismo tiempo, seguidos por contactos con otros centros del Petén. La relación de
de Teotihuacan en dos ciudades distantes de las tierras bajas mayas: Altún Ha en Belice y
desde el 350 d.C. Millon advierte que la intervención de Teotihuacan pudo haber sido
realizada por una fuerza relativamente pequeña, tal vez integrada por unos cientos de
soldados. Sólo parte del Valle de Guatemala habría estado bajo su control. La pequeña
Una razón para ello es que esta área pudo haber sido una entrada anterior para
mercaderes teotihuacanos (tal vez actuando como agentes del estado) atraídos por las
84
Ibid.: 115
85
Ibid.: 120
59
en el mismo valle; cacao y conchas marinas de la costa del Pacífico; jade, quetzal y otras
plumas tropicales y copal de las laderas de las montañas y de las tierras bajas del norte.
Entre estos bienes, algunos como conchas y copal eran ingredientes indispensables en la
vida cultural de la metrópoli teotihuacana, sin que su uso fuera confinado a los estratos
altos.86
Rodolfo Cid Bezies también considera las incursiones militares de los teotihuacanos;
la posibilidad de que los “comerciantes” contaran con escoltas militares en sus largos
También existió una relación entre teotihuacanos y la región costera del Pacífico de
Presumiblemente dos atractivos para los teotihuacanos habrían sido el cacao y las conchas
86
Ibid.: 122
87
Evelyn C. Rattray. “Los contactos Teotihuacan-Maya vistos desde el centro de México”. Op. Cit., 35
88
José Rodolfo Cid Beziez. “Nuevos datos sobre el militarismo en Teotihuacan”. En Expresión
Antropológica, núm. 5, Julio-Septiembre 1991, Gob. Del Edo. de México, Instituto Mexiquense de Cultura,
1991: 27
60
marinas. Las evidencias son sólo de restos de cerámica y el lapso de su ubicación es menos
conocido.
(noreste de Yucatán) fue encontrada una plataforma con el estilo teotihuacano de talud-
tablero que se considera fue construida en el año 600 d.C. Otros lugares de la zona maya
3.2 Oaxaca.
quienes vivieron en la ciudad por lo menos cuatrocientos años. El enclave oaxaqueño fue
establecido en el 300 d.C. Los recién llegados vivieron en su propio barrio, cerca del
teotihuacana. Pero la gente en este grupo étnico, también mantuvo muchas costumbres y
Oaxaca y vasijas rituales y utilitarias del mismo estilo. La gente del enclave étnico del
Barrio de Oaxaca no era de nivel social alto y hasta ahora se ignora el papel que
La ruta principal usada en las relaciones de todo tipo entre Teotihuacan y Monte
Albán probablemente seguía el brazo sur del “corredor teotihuacano” que pasa por Cholula,
luego al sur por Tehuacán (Puebla) y de ahí tal vez a través de la corriente superior del
Papaloapan al Valle de Oaxaca. Los contactos entre Teotihuacan y Monte Albán debieron
89
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. Op. Cit., 128
90
Ibid.: 129
61
llegar a ser menos frecuentes después del 500 d.C., cuando Monte Albán alcanzó la
cumbre de su poder.
metrópoli y para el 700 d.C. ya no era un centro urbano importante. La crisis de los dos
centros fue tan cercana en tiempo que parece probable que estuvieran relacionadas. Por lo
anterior, John Paddock coincide en que Monte Albán existió como una gran capital durante
la evidencia que tenemos en Tikal, pero refleja un tipo distinto de conexión. La diferencia
más dramática es que los teotihuacanos representados en los monumentos de Monte Albán
no están escoltados por hombres armados, lo cual supone relaciones diplomáticas pacíficas
91
John Paddock. “Distribución de rasgos teotihuacanos en Mesoamérica”. En Alberto L. Ruz. Teotihuacan:
XI Mesa Redonda. Sociedad de Antropología. UNAM, México, 1972: 237
62
3.3 Veracruz.
Teotihuacan parece haber tenido una base fuera de México central en Matacapan en
la región de los Tuxtlas del sur de Veracruz, la cual pudo haber servido de apoyo en
operaciones en Guatemala, al sur y al este. Matacapan es uno de los pocos sitios, además
personal), así como muchas vasijas cilíndricas. Después del establecimiento de Matacapan
en el siglo IV d.C., parece que se dominaron otras poblaciones de la región de los Tuxtlas, a
Veracruz proveía una ruta importante a otras regiones al este, pero también era
importante en sí mismo para los teotihuacanos: el cacao y las conchas marinas habrían sido
en sitios como Cerro de las Mesas y Tres Zapotes, y en Veracruz central en sitios como
Comerciantes.
92
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. Op. Cit., 125
93
Ibid.: 130
63
Grandes cantidades de cerámica fina llamada “cerámica lustrosa” eran importadas
quizá más que de cualquier otra región de la zona de El Tajín comenzando en la fase
temprana Tlamimilolpa (200 al 300 d.C.) y continuando en el siglo IV. La cerámica está
distribuida en toda la ciudad y poca fue localizada en el Barrio de los Comerciantes, lo que
ciudad.
La relación entre los dos centros parece haber sido duradera. El “corredor noreste”
vía Tepeapulco y Tulancingo es la ruta más directa entre ellos y probablemente fue
menos se puede pensar en un dominio de la ciudad del altiplano sobre El Tajín; al contrario,
el incremento del crecimiento y poder de El Tajín en el siglo VII, hacía que sus bienes y
materiales fluyeran hacia Teotihuacan. Tajín pudo influir en la caída de esta última ciudad
Otros estudios indican que es necesario tratar a Veracruz como dos entidades: la
región cuya capital parece ser El Tajín, y que se extiende al occidente hasta tierras
caso de los objetos teotihuacanoides (muy abundantes en la región de los Tuxtlas), y el uso
del talud – tablero en El Tajín. Así mismo encontramos elementos decorativos del Golfo en
Teotihuacan.
94
Ibid.: 131
95
John Paddock. “Distribución de rasgos teotihuacanos en Mesoamérica”. Op. Cit., 235
64
3.4 Guerrero. Recursos minerales y conchas marinas del Océano Pacífico del occidente y
especialmente cerca de su inicio y por la costa del Pacífico, así como en partes vecinas de
granular, una cerámica de amplio uso en Teotihuacan por cientos de años. El área de
Mezcala es una de las regiones de Guerrero que se cree era económicamente y quizá
3.5 Morelos.
información, es en el este de Morelos, al sur del Valle de México –la región del Río
Amatzinac. Cerca del inicio del horizonte Medio con la “intensificación agrícola” como un
incentivo principal, el valle fue unificado bajo un gran centro administrativo (San Ignacio),
muy estructurado.
del horizonte Medio, mientras la gente fue integrada en pocas pero más grandes
poblaciones. Este puede haber sido un intento del estado teotihuacano para incrementar el
control sobre la región para intensificar la producción de sus recursos especializados, y así
65
superior se estaba volviendo más próspero. El resultado fue seguramente el decremento en
la producción regional.
materiales en las redes de intercambio de larga distancia hacia el sur, en el oeste de Morelos
cacao y otros productos tradicionales de la región. Lugares como Tula, Cholula y El Tajín
pudieron jugar roles similares. Sin embargo, Maricela Ayala Falcón señala que no es sino
La principal atracción para Teotihuacan de las regiones del norte parecen haber sido
sus recursos minerales. La sección de San Juan del Río del sur de Querétaro puede haber
estado unida a Teotihuacan en una fase relativamente temprana (hacia el 400 d.C.), al
Tal vez San Juan del Río formó parte de un “corredor noroeste” hacia Querétaro y
San Luis Potosí que iniciaba en la región de Tula. El cinabrio puede haber sido la atracción
96
Ibid.: 132
66
en el área de Río Verde del centro sur de San Luis Potosí (hacia el 400-500 d.C.) pero, a
árida y aislada Sierra Gorda de Querétaro, doscientos kilómetros al norte, inició algo tarde
(en el siglo séptimo d.C.).98 El cinabrio fue muy cotizado como un pigmento funerario y
ritual. Sin embargo, en una investigación realizada por Adolphus Langenscheidt en las
olmecas.
extractiva superficial, ahora con los nuevos hallazgos se sabe que la tecnología desarrollada
en las minas de azogue fue mucho más compleja, como lo apunta Langenscheidt en su
zona era utilizado para usos decorativos y para fines rituales. La mayoría de las minas han
geológicas, y a pesar de que no quedan vestigios que lo corroboren, es muy probable que se
Existen indicios que hacen pensar que en la Sierra hay, además, otras minas
prehispánicas en las que no se explotó cinabrio sino otros minerales como la calcita verde,
la fluorita y aparentemente minerales de plata y plomo, aunque el uso de los dos últimos es
más dudoso.
97
Maricela Ayala Falcón. “El nacimiento de la escritura”. En Linda Manzanilla, Leonardo L. L.uján, Atlas
histórico de Mesoamérica. Op. Cit., 72
98
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. Op. Cit., 132
67
Tanto las dimensiones de estas minas como los hallazgos que se mencionan
permiten pensar que las mismas estuvieron sujetas a una intensa y prolongada explotación
que, iniciada en el horizonte Preclásico (siglo IV a.C.), se prolongó hasta principios del
horizonte Posclásico.99
también parecen ser tardías (fin de las fases Xolalpan y Metepec, después del 600 d.C.).100
durante la fase Tlamimilolpa (siglo IV d.C.). Hacia el norte, en la región de Tula, que
fueron localizados en estas áreas productoras de cal. Grandes cantidades de cal fueron
sitio que destaca arqueológicamente por ser el mayor y más complejo asentamiento de
época Clásica en las inmediaciones de Tula y por presentar rasgos teotihuacanos en sus
Esta región cercana parece haber sido dominada y explotada más activamente que
gran escala en el distrito de Chalchihuites, Zacatecas para el siglo V d.C. o antes. La escala
de operaciones mineras en esta región en ese tiempo es entendible sólo si lo que estaba
99
Adolphus Langenscheidt. “Las minas y la minería prehispánicas”. En Margarita Velasco Mireles. La Sierra
Gorda: documentos para su historia. vol. 2, INAH, México, 1997: 409
100
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. Op. Cit., 133
101
Ibid.: 139
68
siendo extraído era destinado para su uso en la gran población de México central y la
Las minas producen arena conteniendo cinabrio, hematita, limonita, malaquita, sílex
y otros minerales. El área también proveía “piedras azul-verde” que pueden ser el origen
del nombre Chalchihuites (la palabra náhuatl para jade o piedra verde era Chalchihuitl en el
pigmento, pero es un mineral muy conocido que pudo haber sido explotado en cualquier
lado. La malaquita es otro mineral que desde entonces era utilizado para preparar los
Nuevo México hacia el área de Chalchihuites y puede haber alcanzado el México central
por esta puerta de entrada. Aún cuando la turquesa pudo haber sido usada en Teotihuacan,
Alta Vista era el centro principal en Chalchihuites. Fue construido en el 500 d.C., y
por su ubicación muy cercana al Trópico de Cáncer, se cree que los astrónomos del México
Septentrional mesoamericana, se han referido a una ruta de comercio que unía el centro de
102
Clara L. Díaz. “Chingú y la expansión teotihuacana”. Sobretiro del Simposio Chronological Frameworks
of Mesoamerica. New Orleans, 1977: 1
103
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. Op. Cit., 133
104
Ibid.: Loc. Cit.
105
Ibid.: Loc. Cit.
69
de que la zona funcionó como ruta comercial entre los siglos I y X (años 1 a 900) de la era
cristiana.106
aldeas que con el tiempo crecerían en tamaño y en poder político y económico, por lo tanto,
con un avanzado nivel de integración social. Principalmente son tres regiones dentro de esta
ruta comercial distante del Altiplano central de México: el centro de Jalisco, cruzando la
Sierra Madre Occidental, el Cañón de Bolaños en los límites con Nayarit y el último tramo
hacia Chalchihuites en Zacatecas, sobre una planicie sin accidentes geográficos tan
En sus tierras de orígen, las cuales aún no se han determinado, tenían tras de sí una
poblaciones mayores, las técnicas alfareras, el arte de construir las casas y edificios
públicos, y la costumbre de deformar la cabeza de los infantes, entre varios otros rasgos que
Los pobladores en esta zona norte muestran semejanzas entre ellos como la
cerámica muy burda y su tradición funeraria. Los recursos naturales de la región resultan
limitados; existen algunos minerales (cobre, plomo, plata y piedras verdes como la
106
Ma. Teresa Cabrero G. “Una ruta de intercambio comercial en la frontera septentrional mesoamericana”.
En Evelyn C. Rattray. Rutas de intercambio en Mesoamérica. Op. Cit., 337
107
Marie-Areti Hers. “El horizonte Clásico en el centro norte de Mesoamérica marginal”. En Linda
Manzanilla, Leonardo L. Luján. Atlas histórico de Mesoamérica. Op. Cit., 108
70
malaquita o la crisocola) de los que todavía se desconoce si fueron explotados en tiempos
prehispánicos.108
conseguir otros materiales por medio del intercambio de los pocos minerales de que se
disponía y de zonas mucho más ricas y abundantes como la del centro de México, teniendo
obtenerlos. El interés de los grupos humanos por ocupar lugares estratégicos como la región
del Cañón de Bolaños (entre Nayarit y Zacatecas) por los habitantes del centro de Jalisco, y
un intercambio comercial que les permitiera redistribuir los productos que explotaban u
a su posición geográfica, donde los pobladores que quisieran ir hacia el noroeste de México
(Nayarit, Sinaloa y Sonora) o hacia algunos puntos de la costa de Jalisco tendrían que
que se dirigía al norte del país, las caravanas comerciales posiblemente se abastecían de los
minerales que se extraían en esa zona al cruzarla en busca de la preciada turquesa, cuyos
108
Ma. Teresa Cabrero G. “Una ruta de intercambio comercial en la frontera septentrional mesoamericana”.
En Evelyn C. Rattray. Rutas de intercambio en Mesoamérica. Op. Cit., 338
109
Ibid.: Loc. Cit.
110
Ibid.: 339
71
Al igual que en Teotihuacan, se han encontrado pruebas de un militarismo en el
son sitios tipo fortalezas para el refugio y defensa contra ataques de grupos nómadas. En
belicosa. Una característica propia que iniciara desde el Clásico en sociedades como la
Occidental, y el Cañón de Bolaños constituía el paso ideal si se utilizaba el río como medio
de comunicación fluvial; de esa forma se evitaría cruzar la Sierra Madre a pie y resultaba la
ruta más corta y directa hacia el norte. Una vez establecida la ruta comercial en la región de
encontrado restos de algunos de los productos de intercambio, entre los que destacan: la
111
Marie-Areti Hers. “El horizonte Clásico en el centro norte de Mesoamérica marginal”. En Linda
Manzanilla, Leonardo L. Luján. Atlas histórico de Mesoamérica. Op. Cit., 108
112
Ma. Teresa Cabrero G. “Una ruta de intercambio comercial en la frontera septentrional mesoamericana”.
En Evelyn C. Rattray. Rutas de intercambio en Mesoamérica. Op. Cit., 339
113
Ibid.: Loc. Cit.
72
La concha marina es muy abundante en el occidente, las concentraciones de
trabajaba este producto marino llevado hasta ese sitio desde la costa. El coral negro es un
producto que debió ser muy codiciado; se encuentra en lugares muy específicos y para
obtenerlo se requiere dominar el buceo por lo que también era llevado de la costa y fue sin
lugar a dudas, producto del intercambio comercial considerado de “lujo” por encontrarse
esta ruta del norte, su presencia en la región es producto de intercambio. Los yacimientos
sur.115 Es posible suponer que había una conexión de las rutas del norte con el centro de
México, como la ruta hacia el Norte de Jalisco. Se habla de yacimientos al sur de Jalisco
pero la verdadera industria de la obsidiana estaba en Pachuca, Hidalgo y Puebla por donde
obsidiana y después la sal, elemento indispensable en la vida humana traído desde la costa
Una evidencia más del intercambio comercial son las cuentas identificadas del
son llevados directamente sino que se van intercambiando a lo largo de la ruta. Así, el
114
Ibid.: Loc. Cit.
115
Ibid.: 340
116
Ibid.: Loc. Cit.
117
Ibid.: Loc. Cit.
73
trueque de productos y la aceptación de ideas viajarían por vías terrestres o marítimas a
La presencia de las cuentas del bivalvo en la zona del Cañón de Bolaños tal vez
sería resultado del trueque constante hasta llegar a la región, y sería también un producto
que llegó fortuitamente es decir, por casualidad aunque posiblemente hayan llegado por
naturaleza del producto y la evaluación social e ideológica que se hiciera de cada producto,
es decir, objetos suntuarios o de lujo distribuidos entre las clases dirigentes tal como ocurría
importantes: la Tradición de las Tumbas de Tiro que se desarrolló entre los años 200 y 600
d.C., en los actuales estados de Colima, Jalisco y Nayarit, la cual se expresa por la
presencia de las llamadas tumbas de tiro y cámara, y por las ofrendas encontradas en ellas.
varias cámaras laterales donde se encuentran los restos humanos rodeados por las distintas
con motivos geométricos. En general, de las culturas del Bajío durante el Clásico es menos
lo que se conoce.
largo del río Balsas y sus afluentes, desde la actual presa del Infiernillo hasta la región de
74
Mezcala en el centro de Guerrero. Durante el Clásico se desarrolló aquí una cultura más
cercana a Mesoamérica que al Occidente de México; se asentaban en las riberas de los ríos
plazas, montículos menores y a veces juegos de pelota. Trabajaban las piedras duras con las
que elaboraban pendientes, figurillas, cuentas y otros objetos de uso suntuario. La cerámica
mantuvo algunos rasgos antiguos como la decoración incisa, con motivos geométricos, y la
monocromía; utilizaban los colores naranja, rojo, bayo y negro y pulían la cerámica hasta
darle un acabado lustroso. Las formas más comunes eran las ollas de cuello corto o sin
cuello, vasijas de silueta compuesta, vasos y platos con el borde reforzado. Se ha notado la
118
Ibid.: 341
119
Fernán González de la Vara. “El occidente durante el Clásico”. En Linda Manzanilla, Leonardo L. Luján.
Atlas histórico de Mesoamérica. Op. Cit., 104
75
76
77
78
79
80
81
82
83
84
CAPITULO 4: DATOS GENERALES DEL INTERCAMBIO
Los pueblos del México antiguo comerciaron con todo lo que en esa época se podía
obtener, principalmente por medio de lo que sólo los recursos naturales les proporcionaban
totalidad. De Chiapas se obtenían: pieles, ámbar (resina dura y aromática), almagre (óxido
rojo de hierro que suele emplearse en pintura y para pulir metales), sal, añil (arbusto de
Yucatán: plumas de ánade (especie de pato), grana (cochinilla), cera, algodón, henequén,
palmas, copal (resina usada como incienso), palo del Brasil y de Campeche, pedernal,
cerámica y productos alimenticios como maíz, frijol, miel, sal y pescados secos o salados.
quetzal, de guacamaya, de loros, copal, liquidámbar, añil, jade, cerámica, chía (especie de
semilla para hacer una bebida), vainilla, sal y cacao. De Oaxaca: cobre, oro, plata, pelo de
conejo y grana. De Honduras: copal, alabastro (mármol translúcido, con reflejos de colores
Centroamérica llagaban: cobre, oro, plata y cerámica. De la Costa del Golfo y Altiplano de
México se obtenían: jade, cristal de roca, obsidiana, alabastro, cerámica, sal, pirita (mineral
120
Román Piña Chan. “Tianquiztli”. Op. Cit., 924
85
En los antiguos mercados de México se vendían entre otras muchas cosas: sandalias,
cuerdas, pieles de jaguar, puma, zorra y venado; plumas de águila, gavilán, halcón;
alimentos como maíz, frijol, cacao, chile, semillas oleaginosas como la chía; liebre, venado,
pato, perros cebados, etc.; frutas, camotes, miel, almíbar de caña, pulque y sal; colorantes
para teñir telas; pinturas; cochinilla; índigo; vasijas de barro; vasos y platos de madera;
construcción; leña, carbón de madera, pedazos de ocote para alumbrarse; papel de corteza;
pipas de carrizo o de barro; tabaco; peces; ranas; ahuactli o larvas de insectos como caviar;
Otro tanto sucedía en los mercados mayas; pueden citarse pieles de jaguar y de
venado; plumas de quetzal y otros pájaros preciosos; pelo de conejo, grana o cochinilla;
mantas de algodón; collares, pectorales y otras joyas; bezotes, espejos; broches de cinturón;
instrumentos musicales; cascabeles, anillos y otros objetos de cobre; artículos de oro; vasos
sal; gran cantidad de alimentos como maíz, frijol, miel, pescado, calabaza, carnes de
121
Ibid.: 926
122
Ibid.: Loc. Cit.
86
4.2 Artículos controlados por Teotihuacan.
4.2.1 La obsidiana.
Meseta Central. Los estudios de los vestigios indican que la obsidiana de cinco o quizás
Clásico. En cuatro de estos casos, los medios intercambiados eran de alta calidad y cercanas
Los datos recolectados por los miembros del Proyecto denominado: Teotihuacan
Mapping Project, bajo la dirección de Rene Millon (1973), indican que la producción e
historia. Como refuerzo del hecho, las evidencias de actividad de talleres especializados son
fue uno de los rasgos distintivos básicos; si es que no el rasgo distintivo más importante de
fuente en México central para hacer navajas prismáticas es una obsidiana verde encontrada
en depósitos a corta distancia al norte del mismo Valle. Muchos talleres de obsidiana han
123
Robert S. Santley. Obsidian trade and Teotihuacan influence in Mesoamerica. Op. Cit., 109
124
Ibid.: 72
87
material, y prueba de ello es la localización de obsidiana gris en sitios de Guatemala donde
relativamente raros, y muchos de los bienes cambiados por los mercaderes teotihuacanos
El alto costo involucrado en el traslado indica que en estos casos por lo menos, el
bienes se encuentran en contextos ceremoniales, indicando que una razón por la que los
bienes exóticos eran proveídos era por propósitos rituales. Únicamente herramientas de
cordillera volcánica que corre al oeste del Pico de Orizaba del centro de México a Jalisco.
El por qué la obsidiana estaba tan ampliamente distribuida, está ligado a varias
uniformidad y calidad de la matriz, es decir, del núcleo o piedra de donde se extraen los
fragmentos, objetos de casi cualquier forma pueden ser astillados. Segundo, la obsidiana
mantiene un filo inusual. De las fuentes explotadas en Mesoamérica prehispánica, sólo las
125
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. Op. Cit., 105
126
Robert S. Santley. Obsidian trade and Teotihuacan influence in Mesoamerica. Op. Cit., 88
88
de Pachuca, Zaragoza, Guadalupe Victoria, Altotongo, Zinapécuaro, El Chayal, Jilotepeque
que los niveles de uso no son particularmente altos, un solo artesano puede proveer a una
Datos del periodo de conquista, muestran que un radio de 150 kilómetros era
probablemente la distancia máxima que el maíz podía ser enviado antes de que el transporte
por vía terrestre llegara a ser prohibitoriamente caro. Los bienes de obsidiana, no obstante,
podían ser convertidos en artesanías muy valoradas o en bienes exóticos que podían ser
movidos a 150 kilómetros de Teotihuacan, y luego cambiados por granos básicos. Bienes
términos efectivos de costo que hacen a la obsidiana muy dócil para su traslado en largas
distancias.128
pudo haber estado controlado por Teotihuacan. Conversiones de este tipo probablemente
describen las mercancías de intercambio entre Teotihuacan y los centros principales como
Monte Albán, El Tajín, Matacapan, Kaminaljuyú y Tikal. De acuerdo a Millon, dentro del
127
Ibid.: 90
128
Ibid.: 110
129
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. Op. Cit., 138
89
En el caso de la obsidiana, las rutas por las que se trasladaba para su intercambio;
parecen haber seguido principalmente sistemas de ríos y valles. Por ejemplo, la obsidiana
de El Chayal fue comerciada a través del Río Chixoy hasta Altar de Sacrificios; luego de
ahí por el Río Usumacinta a Piedras Negras y la región de Palenque y subiendo el Río de la
Pasión; primero a la región Seibal y finalmente a Tikal. El Río Motagua es otra posibilidad.
está ubicado cerca de la periferia del sitio, lejos de la zona principal de actividad artesanal.
quizás por el interés de la obsidiana (en este caso la de Kaminaljuyú) fue que Teotihuacan
realizara sus contactos de manera pacífica con el fin de tener acceso a los yacimientos
bienes.131
A través de la historia del Valle de Oaxaca, dentro del Periodo III B (400-600 d.C.)
perteneciente al Clásico Medio, se cree que este lugar necesitaba obsidiana, especialmente
materia prima de alta calidad así como núcleos procesados de los cuales navajas
prismáticas podían ser desprendidas. Como los niveles de población se elevaron, los
130
Robert S. Santley. Obsidian trade and Teotihuacan influence in Mesoamerica. Op. Cit., 101
131
Ibid.: Loc. Cit.
132
Ibid.: 106
90
De los cuatro depósitos de obsidiana ampliamente utilizados en la antigüedad,
Zaragoza, El Chayal, Jilotepeque y Cerro de las Navajas en Pachuca, este último es el más
cercano a Monte Albán. El complejo de depósitos de Pachuca estaba también dominado por
Teotihuacan, un centro que tenía la capacidad para distribuir grandes cantidades de material
a largas distancias. En este caso, es Monte Albán (la región de Oaxaca) quien por obtener
obsidiana verde ya procesada en navajillas prismáticas o solo en lajas, tiene contacto con
Teotihuacan.133
teotihuacanos, el mercado para la obsidiana, tanto para otros productos, habría sido
afectado adversamente.134
El cambio que pudo ser importante es que con el control de los yacimientos y
depósitos de obsidiana, primero a su alrededor y luego con el acceso a otros más lejanos,
133
Ibid.: 107
134
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. Op. Cit., 142
135
Robert S. Santley. Obsidian trade and Teotihuacan influence in Mesoamerica. Op. Cit., 108
91
domésticos, indica un grado de sofisticación en la explotación de recursos comparable al
usado hoy por las sociedades industriales en países del tercer mundo.136
Teotihuacan físicamente coloniza los depósitos de los complejos del área cercana a
artesanal, dentro de la zona urbana era suficiente para soportar una población consumidora
que se acercaba al millón de individuos, y es muy claro que una parte substancial del
mercado de la obsidiana teotihuacana yacía más allá de sus límites políticos. Es también
durante los tiempos Tzacualli (primer siglo de nuestra era) que los talleres de navajas
tierras altas del centro de México incluyendo el Valle de Oaxaca, parecen haber sido
depósito de Zaragoza (Puebla). Las tierras bajas mayas del sur en contraste, aseguraron su
obsidiana de El Chayal.139 Aún cuando no se sabe quién dominó las minas de Zaragoza,
136
Ibid.: 107
137
Ibid.: 108
138
Ibid.: 109
139
Ibid.: Loc. Cit.
92
En general, el número de fuentes presentes tienden a declinar a través del tiempo. Los
disminuido. Durante el Periodo Formativo hay también más cambios en el tipo de bienes de
y lascas durante el Formativo Temprano, se pasa a un incremento de agujas, más tarde, sólo
El por qué la obsidiana jugó un papel tan importante y tan necesario en la economía
del antiguo Teotihuacan está relacionado con el medio ambiente en que la ciudad está
ubicada. El Valle de Teotihuacan como zona semi-árida, donde los niveles de lluvia
fluctúan dramáticamente año con año, la economía agrícola se vio perjudicada aún con
decisión de la autoridad, no obstante, tales almacenes debieron ser usados para otros
propósitos (quizás la colección de obsidiana como importante materia prima). Los granos
básicos como el maíz podían únicamente ser guardados relativamente por cortos periodos
larga existencia, pero estructuralmente era muy vulnerable. Por cualquier ventaja
económica, el sistema comercial mantenido pudo ser duplicado una vez que los centros
140
Ibid.: 92
141
Ibid.: 107
93
teotihuacana, y los excedentes del proceso de intercambio fueron usados para fundar dicha
El control en los mercados de la Meseta Central, parece haber sido conseguido muy
etapa Tzacualli. Sin embargo, incluso en esta fecha temprana, sistemas rivales de
entonces eran menos severas. Tales sistemas (El Tajín y Kaminaljuyú) representaban
actividad distributiva.143
1) el nivel local más básico que se refiere a la manufactura de bienes de uso por residentes
de Teotihuacan, 2) el centro urbano también proveía bienes para distribución por todo su
dominio político, 3) el nivel formado por gran número de talleres que producían núcleos de
parece que los mercaderes teotihuacanos eran parcialmente responsables del traslado de
142
Ibid.: 111
143
Ibid.: Loc. Cit.
144
Ibid.: 107
94
comercio establecidas hacia fuera de la Cuenca de México, también sugiere que este
que hace Robert Cobean al decir que la importancia de la obsidiana para la economía de los
4.2.2 La cerámica.
cerámica Anaranjado Delgado, la cual se usa como ejemplo de un producto que servía
como indicador de la intensidad del comercio activo o como tributo durante 300 años. La
cerámica que empezó como artículo de lujo, con el tiempo se convirtió en un importante
conjeturas:
Eduardo Noguera (1940) piensa que esta cerámica podría ser fabricada localmente en
Teotihuacan. Carmen Cook de Leonard (1957) propone a Puebla como lugar de origen
Cook pensó en la posible existencia de depósitos de arcilla y roca en esta área. Sin
San Juan Ixcaquixtla aunque son de Anaranjado Delgado típico parecen ser más bien
145
Robert H. Cobean. “Notes on three decades of obsidian source investigations in central México”. En
Evelyn C. Rattray. Rutas de intercambio en Mesoamérica. Op. Cit., 115
95
imitaciones imperfectas más tardías, posiblemente de la fase Metepec donde se cree que el
Alfredo Sotomayor y Noemí Castillo (1963) concluyen que la zona en que esta
cerámica debió de tener su punto de origen es en la región del sur de Puebla; por los
lugar. Rafael Abascal (1974) analiza por el método de activación neutrónica tanto arcillas
sin cocción, como cerámicas cocidas y propone una nueva región completamente nueva
Así mismo, algunos ejemplos de Anaranjado Delgado de sitios tan lejanos como
Kaminaljuyú, Copán y El Salvador concuerdan con este mismo grupo por su patrón
composicional. Por lo tanto, existió un comercio muy extenso de Anaranjado Delgado con
Aunque no hay acuerdo sobre la ubicación del origen del Anaranjado Delgado ya sea
arcilla los cuales constituyen una gran limitación para los arqueólogos, considero que una
en Teotihuacan.
146
Evelyn C. Rattray. Anaranjado Delgado: cerámica de comercio de Teotihuacan. IIA-UNAM, México,
1979: 4
147
Ibid.: 3
96
Evelyn Rattray (1979) menciona que el lugar de origen y desarrollo de la cerámica
Los investigadores están de acuerdo en que los alfareros eran teotihuacanos o estaban
en contacto cultural con ellos. También consideran que el Anaranjado Delgado es una de
las vajillas más características de Teotihuacan. Existe una semejanza muy estrecha entre los
que esta vajilla dure únicamente mientras Teotihuacan fue capaz de existir como centro
urbano.148
aunque no se tiene la certeza de donde fabricaban los trípodes cilíndricos, se sabe que
Puebla, donde existían varios talleres durante el periodo Clásico (300-700 d.C.) cuyas
148
Ibid.: 4
149
Ibid.: 5
97
Teotihuacan.150 El Anaranjado Delgado que se producía en Tepexi de Rodríguez (más de
llegó a ser un símbolo de poder para la urbe desde una distancia de 275 kilómetros.151 La
los muy conocidos cajetes de base anular, de los vasos cilíndricos y las efigies de tumbas,
grandes que servían como envases para almacenar pulque, agua, mezcal, pigmentos
Patlachique (100 a.C. - 1 d.C.) con la localización de una vasija con la típica forma de las
del Formativo Tardío, silueta compuesta con el labio exageradamente evertido. El material
de Tzacualli Tardío (alrededor del 100 d.C.) del túnel superior de la Pirámide del Sol,
produjo un total de 13 tiestos de Anaranjado Delgado. En la fase Miccaotli (100 – 200 d.C.)
150
Evelyn C. Rattray, Gerardo Galguera R. Enfoques interdisciplinarios en el estudio de la cerámica
Anaranjado Delgado. II Coloquio Pedro Bosch – Gimpera, IIA-UNAM, México, 1993: 3
151
Evelyn C. Rattray. Rutas de intercambio en Mesoamérica. Op. Cit., 11
152
Evelyn C. Rattray. “Rutas de intercambio en el periodo clásico en Mesoamérica”. Op. Cit., 91
153
Evelyn C. Rattray. Anaranjado Delgado: cerámica de comercio de Teotihuacan. Op. Cit., 5
98
En los depósitos de Tlamimilolpa Temprano, el Anaranjado Delgado forma del 3 al
4% de la colección. Las tasas de base anular y la decoración incisa aparecen por primera
vez y constituyen importantes marcadores. Otra forma nueva, posiblemente una cazuela o
vaso con paredes gruesas fue encontrado en los depósitos en la Ciudadela perteneciente a la
En la fase Tlamimilolpa Tardío (300 – 400 d.C.) se marca una época de intensa
del Gran Conjunto hay varios complejos de cuartos y una plataforma-templo en esta época.
En una recolección rutinaria de estos sitios se obtuvieron más de 2,300 vasijas con soportes
anulares, otras formas más aparte de los cajetes mencionados están pobremente
6.2%. La mayoría de las vasijas son cajetes con base anular. Aparecen nuevos rasgos en el
exterior del borde y el inciso ranurado. Aparecen también otras formas como los cajetes
con bordes divergenes, vasos con reborde basal, vasos con paredes corrugadas y jarras con
asas. Las miniaturas de “cáscara de huevo” y vasijas grandes de paredes gruesas en una
exportación, llegando por comercio a distintos lugares lejanos en Mesoamérica. Cholula fue
154
Ibid.: 6
155
Ibid.: 7
99
posiblemente el primer gran centro al que llega la “influencia” teotihuacana. Su tradición
Cholula.156
la época III-A. Una interacción religiosa y económica se lleva a cabo entre los dos centros y
Entre ellas, la forma típica del cajete hemisférico con base anular que sigue siendo
preferida y la técnica decorativa de inciso combinado con punzonado que era conocida. El
Entre las formas más características están: el cajete con paredes corrugadas y
soportes de botón, el pequeño vaso cilíndrico, jarras chicas y grandes, y cazuelas grandes.
cazuelas en una pasta gruesa y cajetes con superficie roja. En esta fase aparece por primera
156
Ibid.: Loc. Cit.
157
Ibid.: 8
100
material, se puede señalar con precisión los contactos entre Teotihuacan y otras regiones
interacción entre Teotihuacan y Kaminaljuyú posiblemente pasó varias fases, desde unas
relaciones comerciales tranquilas hasta la retirada final. Quizás el mejor rasgo cerámico
para fechar los contenidos de las tumbas de Kaminaljuyú es el motivo decorativo del
Anaranjado Delgado, y que consiste en varias “S” incisas rodeadas por puntos, diseño que
sitios fueron afectados por la expansión teotihuacana. Vasos trípodes con tapas y
vasos “ Tlaloc” parecen haber llegado a Copán vía Kaminaljuyú. Incluso se tiene el reporte
cerámicas de Monte Albán que aparecen en la fase Xolalpan, tanto temprano como tardío,
en los depósitos de Teotihuacan, y por la magnífica Urna de Monte Albán III-A que
ve en las vasijas de Anaranjado Delgado, en los vasos cilíndricos trípodes con soportes
cerámica de Monte Albán III-A tanto en entierros como en pozos estratigráficos. 159
aparece con mucha frecuencia a través del Valle de Amatzinac y es el mejor elemento
158
Ibid.: 9
159
Ibid.: 10
101
diagnóstico para identificar ocupación del Clásico. La forma predominante es la taza con
con reborde basal y adornos hechos en molde alrededor de la base de la vasija. Vasos lisos
comunes. Los soportes pueden ser cilíndricos huecos, rectangulares huecos y soportes de
botón. Las vasijas de base anular con decoración incisa punzonada aumentan en frecuencia.
defectos en la cocción, tales como descascarados y ahumados. Además, hay tiestos con
agujeros “para remendar”. Los diseños raspados en las bases de las vasijas pueden ser
y recipientes de gran tamaño. En la fase Xolalpan se piensa en una relación fortuita entre el
gruesas y de soporte anular de gran tamaño son las formas que abundan en los sitios
Delgado de base anular de tamaño regular, vasos con reborde basal y vasijas de borde
160
Ibid.: 11
161
Ibid.: 12
102
evertido. Posiblemente esté fuera un centro de producción o el lugar en el que las cazuelas
piedra, cosas poco comunes como bolas de barro, pulidores de varios tipos y varias clases
de piedras para pulir. Estas herramientas se cree que están asociadas a un taller de
esta fase.162 Como formas y rasgos diagnósticos de esta fase se pueden mencionar un
aumento de miniaturas, cajetes con base anular en varios tamaños y vasos cilíndricos con
(Xolalpan), las líneas incisas combinadas con punzonadas “peine”, también es característica
de Metepec.
hasta Metepec. Es significativo que las vasijas de uso utilitario; como las cazuelas grandes,
los vasos cilíndricos y las ánforas aparecen únicamente en Teotihuacan. Pero sin lugar a
Delgado.
162
Ibid.: 13
103
El control sobre los depósitos, los centros mercaderes implicados en su distribución,
Teotihuacan.163 Que los teotihuacanos importaban las dos cosas: materia prima y productos
trípodes elegantemente pintados y estucados. Las efigies humanas y de perros al igual que
las vasijas silbadoras, todas éstas son sin lugar a duda, productos teotihuacanos. El ancho
ámbito de distribución de tales piezas, parece haber alcanzado su cima alrededor del 550
d.C. 164
Las relaciones con las áreas cercanas tales como Puebla, Tlaxcala, Morelos y el Valle de
continuaron.165
163
Ibid.: 15
164
Ibid.: 16
165
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. Op. Cit., 142
104
A juzgar por el recuento de la cerámica, la población de Teotihuacan parece haber llegado a
fase Metepec.166
existencia de braseros bien elaborados con figuras humanas y de deidades como los que se
candeleros, los pequeños objetos rituales de cerámica para quemar incienso, sugiere que
La información que se tiene acerca del sistema de transporte, los comerciantes, entre
mitad del siglo XVI). Empero, los antecedentes de tal sistema proceden de etapas
anteriores, preclásico y clásico, por lo que parece válido recurrir a fuentes de aquella etapa
Es curioso saber la manera como se cargaban los objetos para ser transportados, por
ser muy distinta de la usada por otros pueblos antiguos. Nuestras culturas prehispánicas al
carro, se acostumbraba que los mismos hombres cargaran con sus productos. Alfredo
166
Ibid.: 143
167
Ibid.: 148
105
Chavero menciona que en algunos lugares había perros de carga pero no eran de gran ayuda
para el hombre.168
Sin embargo, su afirmación es dudosa ya que es bien sabido que los perros servían como
expediciones perfectamente organizadas, no sólo para protegerse, sino para desplazar las
mercaderías. Como los accidentes del paisaje: relieves, suelos, ríos y bosques determinaban
las rutas a seguir, el transporte tuvo que adaptarse también a ellas. Existieron
intercambio fueron los olmecas durante el Formativo (Preclásico), y fijaron las bases para
algunas ciudades mayas, que mantenían una relación comercial con regiones de la Costa del
Golfo, Oaxaca e islas del Caribe. Por lo tanto, quizás desde entonces aparece la forma y la
Alfredo Chavero establece que los indígenas hacían la carga al hombro desnudo,
atravesando en él un palo de madera lisa y fuerte, y cargando a la punta dos redes a modo
de balanzas donde ponían sus productos como maíz, cacao o algodón. Con esa carga
caminaba el indígena tres o cuatro leguas y el peso hacía que el palo en que cargaba le
168
Alfredo Chavero. “La etapa indígena”. En Vicente Riva Palacio. México a través de los siglos. 10 v.,
Cumbre, México, 1981: I, 129
169
Carmen Lorenzo. “La circulación”. En Linda Manzanilla, Leonardo L. Luján. Historia antigua de México.
Op. Cit.: III, 359
170
Alfredo Chavero. “La etapa indígena”. Op. Cit., 129
106
Sin embargo, se sabe que se cargaba con la ayuda del “mecapal”. Los cargadores
iban con la cabeza inclinada hacia adelante, sosteniendo los fardos o bultos de mercancías
con ayuda de una correa en la frente denominada mecapal, mismo que hacía más soportable
el peso de ellos.171
Por lo tanto, el mecapal fue ideado para las cargas destinadas para el transporte
lejano y de larga duración172 por que se dice que se utiliza toda la fuerza del cuerpo humano
(fuerza que se reparte uniformemente) logrando un total equilibrio sin olvidar al transporte
donde otro lo esperaba para continuar con esa carrera hasta la meta o lugar determinado con
cargar esta materia prima, es llevar los productos ya manufacturados. La gran mayoría de
Anaranjado Delgado son tazas con base anular, pequeños y ligeros, que siempre están
cargador podía llevar en una cesta de mimbre (.80 m. de diámetro por 1.20 m. de alto)
alrededor de 300 vasijas promedio a grandes distancias sin mayor dificultad.173 Cabe
mencionar que se transportaban los dos tipos de cerámica Anaranjado Delgado: la Regular,
Burda, que incluye el tipo utilitario, las ánforas grandes, utilizadas seguramente para
171
Román Piña Chan. “Tianquiztli”. Op. Cit., 931
172
Jorge Angulo V. “Teotihuacan. “Aspectos de la cultura a través de su expresión pictórica “. En Beatríz de
La Fuente. La pintura mural prehispánica en México: I Teotihuacan. 2 v., IIE-UNAM, México, 1996: II, 131
173
Evelyn C. Rattray. Anaranjado Delgado: cerámica de comercio de Teotihuacan. Op. Cit., 16
174
Evelyn C. Rattray. “Rutas de intercambio en el periodo clásico en Mesoamérica”. Op. Cit., 87
107
En investigaciones realizadas por Carlos Navarrete, se dice que había caminos que
resultaban muy peligrosos para los conquistadores españoles y que lógicamente sólo los
indígenas podían abrirse paso sin ninguna dificultad. Se habla de altas Sierras muy ásperas,
toscas o muy hondas, peligrosos peñascos y zonas muy empinadas así como lugares donde
no podía pisar un caballo, o pasaba con mucho trabajo. Aún así, los pobladores o
“naturales” como les llamaban los frailes evangelizadores, tenían bien acondicionada toda
su travesía con estacas hincadas en las laderas y maderos muy fuertes atados a manera de
señalamientos. También en zonas boscosas los árboles eran cortados para abrir el
camino.175
Navarrete señala que hasta principios del siglo XX llegaban a Comitán (Chiapas)
cuarenta hombres. Durante el viaje a través de la Sierra y la subida del Río Grijalva venían
lavaban los pies, se colocaban los huaraches, se ponían ropa limpia y formados de dos en
dos desfilaban en perfecto orden tomando las dos orillas de la calle. Al frente marchaba el
viene desde tiempos prehispánicos. En uno de los vasos de Ratinlinxul, Guatemala, puede
verse una expedición terrestre con el mercader principal llevado en andas y dentro de una
especie de hamaca; mientras que los cargadores con sus fardos y gente de la escolta van
175
Carlos Navarrete. “El sistema prehispánico de comunicaciones entre Chiapas y Tabasco”. En Anales de
Antropología: X, IIA-UNAM, México, 1973: 57
176
Ibid.: 85
108
detrás.177 Navarrete también da el término de “hamaca” al transporte personal de los
conquista los españoles se hacían llevar cuando el camino era malo y no podían ir a caballo,
En la pintura mural teotihuacana, hay una gran abundancia de caminos señalados por
bandas amarillas con huellas de pies humanos, así como una figura complementaria
interpretada por Laurette Séjourné (1959) como la advocación del dios del comercio para
El comercio marítimo se efectuaba por medio de canoas entre lugares de la costa del
Bahía de la Ascención, Isla de Guanaja, entre otros, además de las comunicaciones internas
a través de los ríos como el Candelaria, San Pedro, Usumancita, Grijalva y otros.180 Como
181
bien se sabe, el centro de México contaba con un “sistema de lagos” como el de
Texcoco, y también había un sistema de ríos como el San Juan que cruza la calzada de los
muertos en Teotihuacan. Aunque el uso de este último para realizar el intercambio es aún
dudoso, seguramente había otros que se utilizaban para este objetivo. Por lo que se puede
decir que el transporte fluvial o por navegación en el Altiplano central también fue común y
177
Román Piña Chan. “Tianquiztli”. Op. Cit., 932
178
Carlos Navarrete. “El sistema prehispánico de comunicaciones entre Chiapas y Tabasco”. Op. Cit., 61
179
Jorge Angulo V. “Teotihuacan. Aspectos de la cultura a través de su expresión pictórica”. Op. Cit., 131
180
Román Piña Chan. “Tianquiztli”. Op. Cit., 931
181
Carmen Lorenzo. “La circulación”. Op. Cit., 368
109
En Tenochtitlán (Posclásico), a juzgar por la gran cantidad de mercados que había, el
abastecimiento de alimentos estaba resuelto por el gran número de canoas que convergían
hacia la ciudad lacustre; el transporte por agua era el más rápido y eficaz.182
En estas travesías, las grandes canoas llevaban varios hombres que a veces iban
acompañados de mujeres y niños. Dicen las crónicas que para orientarse en las noches,
ruta Tabasco – Yucatán, pasando por Laguna de Términos.183 En breves informes sobre el
Chiapas), nos dice lo buen navegante que era el indígena cuando el tráfico de canoas era
Teotihuacan (Zacuala), se trata de una canoa (en un lamentable estado de conservación) que
Séjourné interpreta como la canoa que llevó a Quetzalcoatl al Tlillan Tlapallan. Es difícil
material de que está constituida. El cuerpo principal parece estar formado por un tejido de
tule y una capa rosada de concha (quizás para indicar su contexto acuático).186 Sobre la
remanente o resto del importante individuo que navega la balsa hecha de tule. En la parte
superior del diseño se alcanza a percibir la proa profusamente engalanada con guirnaldas de
182
Román Piña Chan. “Tianquiztli”. Op. Cit., 931
183
Ibid.: Loc. Cit.
184
Carlos Navarrete. “El sistema prehispánico de comunicaciones entre Chiapas y Tabasco”. Op. Cit., 41
185
Ibid.: 52
186
Jorge Angulo V. “Teotihuacan. Aspectos de la cultura a través de su expresión pictórica”. Op. Cit., 131
110
flores, mientras que de la popa cuelgan los crótalos de una serpiente de cascabel. El
superficie de las aguas es un tanto semejante al de algunas canoas de los Mares del Sur, los
barcos-dragón de China y de las barcazas vikingas en las que labraban figuras de animales
fantásticos o monstruos míticos y totems relacionados con las deidades del agua.187
del período Clásico, pero la pictografía no indica el uso de un tronco de árbol ahuecado al
Nacional de Antropología. Más bien parece que se compone de esteras tejidas de tule o de
“totora” que es una planta semejante a la que se usa actualmente en lagos y lagunas de la
región andina para las balsas llamadas popularmente “caballitos”. El hecho de que en
durables.188
que “hay en esta laguna (Ezatlán) muchas canoas muy bien hechas y son de cañas y de
enea”. En el diccionario no se encuentra enea; pero describe la anea como una planta
(Tifáceo) “que sirve para hacer asiento de las sillas, llamada también espadaña, que es una
especie de junco con una mazorca cilíndrica que crece cerca de los ríos y pantanos”. Es
187
Ibid.: 132
188
Ibid.: Loc. Cit.
111
utilizadas para navegar sobre ríos poco profundos y lagos al estilo del Altiplano y de la
zona andina.189
Algunos otros pueblos utilizaban puentes colgantes para el paso de los ríos, o balsas
hechas de palos y aún calabazas que los hacían flotar al paso de la corriente; siendo los
botes de troncos de árbol ahuecados y trabajados por medio de hachas de piedra y con
camino a seguir tanto por tierra como por agua, la encontramos en una de las “Cartas de
“De esta provincia de Cupilcon, según la figura que los de Tabasco y Xicalango me
dieron, había de ir a otra que se llama Zagoatán; y como ellos no se sirven sino por
agua, no sabían el camino que yo debía de llevar por tierra, aunque me señalaban en
el derecho que estaba la dicha provincia; y así fue forzado desde allí enviar por aquel
donde pudiésemos pasar, porque era todo montañas muy cerradas; y plugo a nuestro
Señor que se halló, aunque trabajoso; porque demás de las montañas, había muchas
habíamos de pasar un muy poderoso río que se llama Guezalapa, que es uno de los
brazos que entran en el de Tabasco, y proveí desde allí de enviar dos españoles a los
señores de Tabasco y Cunoapá a les rogar que por aquel río arriba me enviasen
quince o veinte canoas para que me trajesen bastimentos en los carabelones que allí
189
Ibid.: 133
190
Román Piña Chan. “Tianquiztli”. Op. Cit., 932
112
principal población de Zagoatán, que según pareció está este dicho río arriba del paso
donde yo pasé doce leguas; y así lo hicieron y cumplieron muy bien, como yo se lo
De acuerdo con Fray Bernardino de Sahagún, los comerciantes conocidos como los
profesionales que mantenían las relaciones exclusivamente con pueblos situados más allá
de la frontera de Imperio azteca) formaban una organización social muy aparte de la clase
Existían varias clases de ellos: desde los señores que regían la corporación, hasta el
jefes: los pochtecatlahtoque “señores de los negociantes”,193 luego venían los viejos
mercaderes, los cuales, aunque no salían con las expediciones no dejaban de comerciar,
pues confiaban sus mercancías a pochtecas más jóvenes. Ellos oficiaban los rituales
191
Hernán Cortés. Cartas de relación. Porrúa, México, 1988: 224
192
El capítulo de Sahagún dedicado a los pochtecas se intitula significativamente: “De los mercaderes y
oficiales de oro, piedras preciosas, plumas ricas”. En Fray Bernardino de Sahagún. Op. Cit., III: 43
193
Patrick Johansson. “Los pochtecas en la obra de Sahagún”. En Arqueología Mexicana. vol. VI, núm. 36,
Marzo-Abril, 1999: 49
194
Ibid.: Loc. Cit.
113
Esto constituía un privilegio excepcional en una sociedad en la que los tribunales
juzgaban a los tecuhtli y a los macehuales por igual. En la jerarquía social, debajo de los
que eran comerciantes aguerridos que habían conquistado la fama en largas y peligrosas
que ofrecían víctimas para los sacrificios, eran otra clase dentro del gremio. Los
teyahualoanime “los que rodean a la gente” constituían una fracción marcial (aspecto
belicoso) de los comerciantes. Por último, los tecohuanime “los compradores de gente”
fiestas especiales a favor de los dioses, para lo cual, Fray Toribio de Benavente (Motolinía)
Además de los dioses comunes a toda la colectividad, los pochtecas tenían sus
Quetzalcóatl, que era la divinidad principal del gremio. Además de ser venerada en su
195
Román Piña Chan. “Tianquiztli”. Op. Cit., 928
196
Patrick Johansson. “Los pochtecas en la obra de Sahagún”. Op. Cit., 50
197
Fray Toribio de Benavente, Motolinía. Memoriales o libro de las cosas de la Nueva España. IIH-UNAM,
México, 1971: 68
114
aspecto antropomorfo, esta última divinidad también lo era bajo la forma de los báculos o
“cortaban otros papeles para ofrecer a Yacatecuhtli, que es el dios de los mercaderes; estos papeles
ataban a un báculo de caña maciza, por todo él; y a este báculo después de empapelado le adornaban
como dios, y cuando se partían los mercaderes a tratar llevaban sus báculos y llevaban sus papeles
198
pintados con ulli, que era el atavío u ornamento del báculo”.
Zacatzontli y Tlacotzontli, dioses del camino, también eran objeto de culto, así como
la fecha calendárica 1 cóatl ohtli meláhuac, literalmente “1 serpiente camino recto”.199 Una
larga secuencia ritual precedía la salida de una expedición. Establecía una dinámica
propiciatoria entre el fuego del hogar (Xiuhtecuhtli), que simboliza el centro ígneo del
universo, y el patio, que representaba la tierra (Tlaltecuhtli) fuera del territorio mexica que
se iba a recorrer. Cuatro veces los encargados del ritual pasaban del fuego al patio y del
Cuando moría un pochtécatl en tierras lejanas, los miembros del calpulli o barrio al
que pertenecía, así como sus familiares, procedían a realizar un rito mortuorio que consistía
en la elaboración de una “estatua” adornándola con los atavíos del muerto y con papeles, la
cual quemaban en el “patio divino” de la casa del mercader a la media noche en el caso de
morir en tierras lejanas a manos de sus enemigos, y si moría por enfermedad su estatua
198
Fray Bernardino de Sahagún. Op. Cit., III: 22
199
Patrick Johansson. “Los pochtecas en la obra de Sahagún”. Op. Cit., 50
200
Ibid.: Loc. Cit.
201
Ángel Ma. Garibay. Vida económica de Tenochtitlan. 1 Pochtecayotl (arte de traficar). IIH-UNAM,
México, 1995: 171
115
4.7 Las expediciones. Los pochtecas tenían su propio tonalámatl o “libro de los
destinos”, con el cual, los sabios del gremio pronosticaban la suerte de las empresas
lavaban la cabeza, lo que sólo volverían a hacer hasta su regreso. Después de las
ceremonias antes mencionadas, adornaban las canoas y partían sin voltear hacia atrás, ya
que esto era considerado de mal augurio. Las esposas de los mercaderes que permanecían
ritual que buscaba propiciar el regreso de sus esposos sanos y salvos. Ellas se lavaban el
En cada etapa del camino se hacía un haz con todos los báculos que se reverenciaban.
Al llegar a Tochtépec la columna se dividía. Unos iban a Anáhuac Ayotlán, del lado del
empuñar sus armas, los pochtecas se ponían en la piel ungüentos con poderes mágicos que
los debían proteger contra sus enemigos. Una vez llegados a su destino final, negociaban
retorno: “el lavatorio de pies”, que se refiere a la celebración del regreso de los
202
Patrick Johansson. “Los pochtecas en la obra de Sahagún”. Op. Cit., 51
203
Ibid.: Loc. Cit. Ver también esta referencia en Brigitte B. De Lameiras. “El mercado y el estado en el
México Prehispánico”. En Jesús Monjarás Ruíz. Mesoamérica y el centro de México. Antología. INAH,
México, 1985: 364
116
comerciantes y la elaboración de ofrendas, antes del “convite” (invitación) a un banquete
Aunque las relaciones comerciales en la región maya fueron más bien de carácter
pacífico, hay referencias de las pugnas entre algunas provincias en los últimos tiempos, y
de ahí que el mercader maya llamado polom, haya tenido el mismo papel que el pochteca.
Los mercaderes viajeros llamados ah polom yoc usaban un bastón y un abanico como
insignias de su rango; llevaban una bolsa o red para guardar las ganancias; empleaban
esclavos para transportar las mercancías; viajaban con escolta para repeler los ataques
enemigos; eran de posición social elevada. Algunos caciques principales seguían también
una persona de condición noble y rica. Traficaba principalmente con esclavos, paño y sal en
menor medida, con miel y pedernal, es decir, principalmente con materias primas. Sus
el sudoeste, y en el Golfo de Honduras, hacia el sudeste. En esta última zona se contaba con
los almacenes y factorías en poder de los mayas, de que ya se había hecho mención.205
204
Ángel Ma. Garibay. Vida económica de Tenochtitlan. 1 Pochtecayotl (arte de traficar). Op. Cit., 78
205
Román Piña Chan. “Tianquiztli”. Op. Cit., 928. Ver también esta referencia en Anne M. Chapman.
“Puertos de comercio en las civilizaciones azteca y maya”. En Karl Polanyi. Comercio y mercado en los
imperios antiguos. Op. Cit., 180
117
4.9 Los comerciantes en la época teotihuacana.
lo realizaba una “casta de incipientes pochteca”, quienes lograron una comunicación estable
a grandes distancias.207
cargadores, conducidos por uno o dos dirigentes del grupo de los sacerdote – comerciantes
pochteca antes descritos.208 Sin embargo, con la valiosa ayuda de las evidencias
arqueológicas como la pintura mural, se pueden inferir aspectos de la vida de los pochtecas,
“bendecía” el intercambio.
De las divinidades propias del pueblo de Teotihuacan como Huehueteotl “dios del
fuego”, el que más advocaciones tiene es una deidad representada dentro del agua
una mazorca completa con el maíz en la punta. Ambas representaciones tienen las mismas
206
De acuerdo a Karl Polanyi, se entiende por “instituciones” las relaciones sociales generales de los hombres
entre sí en una sociedad dada. En Karl Polanyi. Comercio y mercado en los imperios antiguos. Op. Cit., 15
207
Jorge Angulo V. “Teotihuacan. Aspectos de la cultura a través de su expresión pictórica”. Op. Cit., 130
208
Ibid.: Loc. Cit.
118
características, y se cree que se trata del dios “Tlaloc” por las llamadas anteojeras o discos
en los ojos, lo cual es muy propio de este dios.209 Como bien se conoce, Tlaloc presidía
los mercaderes semejante al Yacatecuhtli mexica del Postclásico, pero el comercio externo
en esta ciudad del Clásico pudo haber estado bajo la égida del Tlaloc – jaguar representado
por el jaguar reticulado (cuya piel se asemeja a una red), que se localiza en Tetitla y en
otros murales teotihuacanos.210 No sería difícil entonces que la red del sacerdote – jaguar
a nivel regional e interestatal. Por lo tanto, los comerciantes teotihuacanos también tenían
Es importante mencionar que el tipo de vestimenta y tal vez los mismos atributos
Teotihuacan, parecen haber perdurado hasta la fase mexica. Tal es el caso del báculo, un
anterior, Anne Chapman nos dice que algunos de los pochtecas, y quizá todos ellos,
abanicos, trigo mojado y otros alimentos secos para el viaje. Algunos de los portadores eran
esclavos y otros humildes tamemes (cargadores), vestidos con harapos y tratados como
Los comerciantes adornaban su báculo con papeles que extraían de la corteza de los
árboles, y tal como ocurría en la época de los mexicas, además de pintarlos con el
209
Ibid.: 140
210
Ibid.: 131
211
Anne M. Chapman. “Puertos de comercio en las civilizaciones azteca y maya”. En Karl Polanyi. Comercio
y mercado en los imperios antiguos. Op. Cit., 184
119
característico color negro sacado de una especie de goma que podía adquirirse en el
212
mercado conocida con el nombre de ulli En Teotihuacán posiblemente ocurría algo
similar; que como lo demuestran las pinturas en Zacuala y en Atetelco, los posibles
usaban insignias como lo eran los bezotes de ámbar, incluso alguna indumentaria distintiva
usando armadura de algodón e incluso cascos.213 Como ejemplos de esos distintivos en las
su bolsa en la que portaban copal, o los guerreros representados con sus escudos o chimallis
regiones defensoras de sus dominios por lo que los viajeros como lo eran los comerciantes
tenían que defenderse, y en razón de que estaban expuestos a ser atacados en el camino
cuando pasaban cerca de tierras enemigas, se veían obligados a llevar armas defensivas o
equipo militar que consistía principalmente en puntas de lanza, escudos y atlatls que son
Xolalpan.215
212
Fray Bernardino de Sahagún. Op. Cit., II: 326
213
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. Op. Cit., 147
214
José Rodolfo Cid Beziez. “Nuevos datos sobre el militarismo en Teotihuacan”. Op. Cit., 23
215
Rene Millon. “The last years of Teotihuacan dominance”. Op. Cit., 146
120
121
122
123
124
125
126
CAPITULO 5: ANÁLISIS ICONOGRÁFICO. MURAL DE LAS OFRENDAS O
“MERCADO”
5.1 Introducción.
216
El presente análisis visual del desaparecido mural de “Las Ofrendas o Mercado”
descubierto por Leopoldo Batres (1886), intenta descifrar desde el punto de vista histórico
Como parte fundamental en este trabajo de investigación, considero que el mural significa
un ejemplo y una prueba plástica del intercambio teotihuacano, y puedo decir que me ha
sido útil para el conocimiento del comercio antiguo de México. Esta recopilación
datos complementarios sobre aspectos como son el vestido, el adorno y ciertas costumbres
o idiosincrasias que tenían los teotihuacanos, así como el uso de materiales orgánicos en
locales.217
La importancia del análisis visual en la historia del arte radica en que nos permite
comprender la obra de arte con mayor profundidad.218 La obra es única, y su todo sólo se
puede conocer y disfrutar a través de componentes integrales como son la forma, la idea y
216
Existe buena copia del mural en el Museo Nacional de las Culturas y en el Museo Nacional de
Antropología de la Ciudad de México.
217
Jorge Angulo V. “Teotihuacan. Aspectos de la cultura a través de su expresión pictórica”. Op. Cit., 133
218
Alejandra González Leyva. “Un método de análisis visual”. En Revista de la UAEM, Toluca, julio-
septiembre 1991: 69, su propuesta es aplicable en el estudio de la plástica universal donde cada obra de arte
además de sus rasgos individuales, posee características universales que la identifican con su momento
histórico. Su método es sólo una base para desarrollar la capacidad de análisis visual, independientemente de
los otros elementos que entran en juego al estudiar las obras de arte.
127
derecha, esta descripción es una narración de lo que acontece en la escena, y para ello es
lecturas, muchas de ellas aún no descifradas para nosotros. Esta escritura prealfabética
Mercado”. Así mismo, el relieve policromado se refiere a los muros relevados que también
estaban pintados, los cuales son formas e iconos en relieve que se apoyan y proyectan sobre
los muros, cuyo carácter realzado produce un efecto de claroscuro. Igualmente fueron
219
Ibid.: 68
220
Jorge Angulo V. “La pictografía en Teotihuacan”. En Arqueología Mexicana. vol. III, núm. 16,
noviembre-diciembre 1995: 24
221
Beatríz de La Fuente. “La pintura mural prehispánica en México.” En Arqueología Mexicana. vol. III,
núm. 16, noviembre-diciembre 1995: 6
128
5.2 Datos generales de los murales teotihuacanos.
La plástica teotihuacana.
La plástica significa la expresión del artista al moldear una sustancia blanda como la
arcilla o la cera. En el caso de la pintura mural, la fuerza plástica está en moldear y preparar
la pintura en las tonalidades deseadas para que una vez plasmada en los muros (trazados
previamente para el acomodo homogéneo del pigmento), los colores (de origen mineral)
sentimientos en el espectador.
Nuestros antepasados construyeron su visión del mundo con líneas, colores y formas.
Dieron ser a una realidad que existe ahora y existió entonces porque imaginar conduce a
crear, voluntad suprema del hombre. Imaginó sus deidades y las funciones de cada una,
imaginó sus rituales y los cantos y oraciones que los acompañan, imaginó que los cuerpos
celestes tenían una vida propia y los dotó de vida y acción, imaginó que cada color tenía
fantásticos.
mágico, habitado por seres híbridos (constituidos por elementos de distinto origen) que
las grandes culturas del mundo. Las culturas de Mesoamérica dotaron de formas y colores
los muros de sus construcciones, al igual que egipcios y romanos. Lo que hoy se conoce
129
como arquitectura, escultura y pintura eran un acontecimiento inicial y unitario de la
homogénea del color, la cual, unida a la lisura y calidad vítrea de la capa pictórica, hace que
policromadas que flotan en un fondo rojo oscuro; a pesar de estar inspiradas en referentes
polícromas que al estar adheridas a los muros de recintos habitables, logran conformar un
mundo visual que incluye dentro de sí a los individuos. La pintura mural es creadora de
222
Diana Magaloni. “Técnicas de la pintura mural en Mesoamérica”. En Arqueología Mexicana. vol. III, núm.
16, noviembre-diciembre 1995: 17
130
mesoamericana dominante hasta el momento. La tradición olmeca en un principio y
sus estelas y en sus pinturas el poder y la jerarquía de sus dirigentes. Las representaciones
por tanto buscan el apego a las formas de la naturaleza. Teotihuacan por el contrario genera
una forma de expresión abstracta e impersonal. Este cambio en las convenciones artísticas
Los teotihuacanos perfeccionan una solución plástica (la técnica mural), que les
ordenados, como una luminosidad propia, donde el tiempo transcurre bajo otras
desentrañar cuáles fueron las soluciones plásticas y técnicas desarrolladas por el gremio de
artistas teotihuacanos. Así mismo, exige tomar en cuenta que estas soluciones estaban
sobrenaturales que parecen hablar de las funciones del universo, de la jerarquía divina, en
fin, de las razones con las que el hombre de ese momento se explicaba la existencia y el
misma una característica del arte teotihuacano. La arquitectura está hecha para mostrar los
murales, los murales le dan significado a lo arquitectónico. No tiene sentido, por lo tanto,
131
considerar ya sea a la arquitectura como a la pintura mural, separada una de la otra. La
de alta complejidad como es la pintura mural. Esta última, además de ser una técnica de
representación pictórica (como la pintura de caballete, sobre papel y tabla), es una técnica
marco referencial.
encuentran, por una parte, la apariencia cristalina, brillante, compacta del color. Por la otra,
la precisión de las formas que semejan recortes superpuestos de manera que van generando
Las policromías se realizan saturando cromáticamente cada área de color, por ello,
cercanía o de lejanía. Los cambios de tono a partir de un mismo color no tiene nunca una
intensión naturalista. Las formas coloreadas pueden surgir de un trasfondo rojo oscuro,
completamente lleno de pequeñas formas polícromas. Al estar dentro de estos contextos, las
223
Diana Magaloni. “El espacio pictórico teotihuacano. Tradición y técnica”. En Beatríz de La Fuente. La
Pintura mural prehispánica en México: I Teotihuacan. Op. Cit., 189
132
figuras no presentan características de peso o liviandad, al no existir sombras no es posible
representar estos efectos. Aparecen ante el espectador figuras que a pesar de estar
inspiradas en referentes reales como animales, plantas y figuras humanas, tienen poca
semejanza con las formas que estos seres asumen en el mundo natural.
los distintos colores, así como el empleo de trasfondos “fantásticos” de los cuales emergen
las figuras a manera de mosaicos, están destinadas a apoyar la cualidad simbólica y virtual
de las representaciones. Las composiciones están regidas por sus propias leyes visuales, y
Los colores.
clasificación. Se distinguen colores fríos (verde o azul) y colores cálidos (rojo o amarillo);
verde).
Este análisis plástico permite realizar la lectura del documento gráfico y pone las
bases de la explicación determinando el tema elegido por el artista y los medios utilizados
para representarlo, por ejemplo, la situación de los personajes en una composición, efectos
de la misma, de las masas (conjunto de personajes o elementos que forman cada obra), del
224
Ibid.: 190
133
color y de la materia (sustancia con la cual está hecha la obra, en este caso, los pigmentos
Los artistas teotihuacanos habitaron una región rica en minerales, factor que supieron
por ejemplo, los murales presentan tres matices de color verde, además de rojo, ocre y
negro. Un verde fresco, hecho con malaquita pura; otro similar al tono oliva, que se conoce
como verde seco, en el que combinan malaquita (verde) y óxidos de fierro (rojo, ocre y
café); y, por último, un tono oscuro verde-azulado, en el que añaden azurita (azul) a la
mezcla. Las tres tonalidades parecen estar representando las cualidades de sequedad y
Al hablar de los murales con gradaciones de rojo, donde las figuras poseen el mismo color
del fondo, se han logrado distinguir los perímetros y algunos otros detalles importantes
gracias a tonalidades más oscuras, hechas al aplicar un estrato delgado de negro sobre el
tono rojo de base, o más claras, al mezclar el rojo con ocre y blanco en proporciones
variadas, produciendo un rosa medio y un claro. De esta manera, las composiciones en rojo
simulan ausencia de luz, puesto que el ojo humano capta solamente intensidades de
tonos, ya que casi todos los colores se presentan en sus gradaciones oscuras y claras.
225
Michel Peronnet. “Comentario histórico de un documento gráfico”. En Michel Peronnet. El siglo XVI: De
los grandes descubrimientos a la contrarreforma (1492-1620). Op. Cit., 14
134
La identificación de pigmentos por medio de difractometría de rayos X, muestra que
los colores son básicamente de origen mineral. El azul marino es la única excepción; éste se
sulfato de calcio, hecho que podría indicar que en Teotihuacan se practicaba una técnica
Hablar de la tecnología de color implica por una parte, conocer las materias primas con las
que se produce, esto es los pigmentos minerales y colorantes orgánicos. Por otra, significa
microscopía óptica.
Paralelamente, el análisis del uso del color, contempla también las soluciones
la mente cuando se hace una referencia a la pintura mural teotihuacana es la gran profusión
226
Diana Magaloni. “Técnicas de la pintura mural en Mesoamérica”. Op. Cit., 21
135
Quien ha estado en contacto con las pinturas puede visualizar el color “rojo
teotihuacano” presente como fondo de la mayoría de las pinturas conocidas. Sin embargo,
este rojo teotihuacano de valor tonal oscuro y matiz guinda no fue el color utilizado al
comienzo de la pintura mural. Las primeras estructuras, esto es, el Conjunto de los
Emplumados, el Templo de la Agricultura, entre otros, fueron decorados con otro tono de
Estos dos rojos, uno claro, el otro oscuro, uno cálido (con tendencia al amarillo), el
otro frío (con tendencia al azul), son un dato técnico que ayuda a diferenciar la Primera fase
técnica de las subsiguientes, la cual fue interrumpida en los inicios de la siguiente fase
técnica en Tlamimilolpa, alrededor del 200 d.C. Cabe mencionar que la técnica de la
pintura mural prehispánica tuvo distintas fases de desarrollo (IV en total) relacionadas con
continúa durante las fases Tlamimilolpa Temprano y Tardío (200 – 450 d.C.), Xolalpan
Temprano y Tardío (450 – 650 d.C.) y se termina con la fase Metepec (650 – 750 d.C.).
de pintura mural.228
227
Diana Magaloni. “El espacio pictórico teotihuacano. Tradición y técnica”. Op. Cit., 206
228
Ibid.: 197
136
5.3 Cultura y área perteneciente. El mural pertenece a la cultura teotihuacana originaria
5.4 Fecha de realización. Entre las fases Tzacualli – Miccaotli (1 – 200 d.C.) o
El mural fue localizado en un templo, junto con otros dos frescos que también han
desaparecido. Dicho lugar tiene por nombre “Templo de la Agricultura”, dado por
la primera estructura compuesta de talud y tablero había (en el paño remetido del tablero)
central (de flores, caracoles y frutos) de 340 cm. de ancho y 235 cm. de alto, y los otros dos
laterales (las ofrendas y el búho) de 185 cm. de ancho y 215 cm. de alto. Estos murales
mostraban dos tiempos pictóricos sucesivos, en el más reciente el color de fondo de las
229
Manuel Gamio. La Población del valle de Teotihuacan. 6 vols., INI, México, 1979: II, 136
230
Beatríz de La Fuente. “Templo de la Agricultura”. En Beatríz de La Fuente. La pintura mural prehispánica
en México: I Teotihuacan. Op. Cit.: I, 103
137
5.6 Naturaleza del documento. El mural como documento gráfico231 según el concepto
que nos da Michel Peronnet, es una obra artística, en este caso de naturaleza arqueológica.
Composición de la obra.
Templo de la Agricultura (mural de las ondas, conchas, flores y caracoles, mural de las
ofrendas y mural del ave estilizada o búho), es muy similar: bandas horizontales
sobrepuestas, separadas entre sí por otras bandas más angostas, de color rojo-naranja, que a
intervalos regulares se apuntan en ángulo hacia arriba que simulan ondas de agua.
En la parte baja las bandas se cubren por hiladas rítmicas de conchas rojas y
amarillas; por encima de éstas una banda en rojo oscuro mostraba flores cuatripétalas que
pendían de tallos verdes, los cuales también sostenían capullos; más arriba había bandas de
color verde claro seccionadas en cuadretes y otras más de color blanco. En lo alto se repetía
parte baja; en ella se reconocían, además de las conchas, caracoles y volutas decoradas que
volutas extensas y encontradas; al centro en la parte alta una especie de tocado, que
recuerda a otros que se miran en varias imágenes teotihuacanas, y que pudieran simbolizar
la imagen de una deidad, estuvo compuesto por bandas en semicírculo de distintos colores,
231
Se entiende por documento gráfico: todo documento histórico que no revela palabra escrita u oral, que
posee un sistema de comunicación basado en el ojo humano, y está estructurado para ser percibido,
comprendido y analizado por el ojo. En Michel Peronnet.”Comentario histórico de un documento gráfico”.
En Michel Peronnet. El Siglo XVI: De los grandes descubrimientos a la contarreforma. 1492 – 1620. Madrid,
Akal, 1990: 12
138
En la cenefa (borde) superior había una hilada horizontal de anillos verdes dispuestos
representaciones del agua, guirnaldas, flores, conchas, caracoles marinos, frutas y hojas; así
las aguas a favor de los dioses, o bien, es la representación del intercambio entre los
teotihuacanos.232
en ella, se aprecia la finura de la línea que describe los perfiles de las pequeñas figuras que
componen la escena. Ésta se ha llamado de “Las ofrendas” porque las acciones ahí
representadas sugieren que los personajes, sentados y de pie, ofrecen distintos dones de la
tierra a dos grandes imágenes que se han interpretado como deidades, como braseros con
flamas, y también como construcciones en cuyo interior hay un sahumerio con flamas. Los
supuestos ofrendantes llevan palomas, maíz, y otros objetos, y entonan oraciones o cantos
según se aprecia por las vírgulas del lenguaje que salen de sus bocas, aunque también nos
da la impresión de que están intercambiando sus productos. Al respecto Rene Millon dice:
religiosas”.233
232
Beatríz de La Fuente. “Templo de la Agricultura”. En Beatríz de La Fuente. La Pintura mural prehispánica
en México: I Teotihuacan. Op. Cit.: I, 104
233
Rene Millon. Apud Eduardo Matos Moctezuma. “La cultura teotihuacana”. En Román Piña Chan. Los
pueblos y señoríos teocráticos. El periodo de las ciudades urbanas. Op. Cit., 36
139
La escena se lleva a cabo sobre dos amplias corrientes de agua con semillas y
conchas en su interior, y en cuya parte alta se levantan crestas que sugieren movimiento de
las corrientes. La pintura reconstructiva que ilustra Manuel Gamio es copia de la que para
Otro fragmento de pintura mural que ilustra Gamio es el de una ave vista de frente,
con las alas extendidas; hay también referencia a restos pictóricos con secciones de caracol
muestran diseños horizontales y transversales, cinco gotas descendentes que bajan del
5.7 Título de la obra. “Las ofrendas” dado por Hermann Beyer (1922), o “Mercado” por
234
Beatríz de La Fuente. “Templo de la Agricultura”. En Beatríz de La Fuente. La Pintura mural prehispánica
en México: I Teotihuacan. Op. Cit.: I, 107
235
Jorge Angulo V. “Teotihuacan. Aspectos de la cultura a través de su expresión pictórica”. Op. Cit., 180
140
5.8 Idea directriz que ofrece la obra.
rinde culto a los dioses brindando presentes de diverso tipo (animales y comida) por los
lugar (sentados) ofreciendo su mercancía a los “marchantes”, las personas que están de pie.
Tema escenográfico.
ciudad, es la escena de una práctica religiosa (brindar presentes a los dioses). Desde el
son: los dos niveles de agua conteniendo semillas y por supuesto los artículos que ofrecen e
intercambian los personajes, y que son producto de la naturaleza. Por lo tanto se refleja un
ambiente propicio y fértil para sembrar, cazar y pescar. Como parte del decorado, tanto del
lado derecho como del izquierdo, se encuentran dos estructuras idénticas que, desde un
punto de vista muy particular, posiblemente reflejen el interior de un templo, las cuales
están decoradas con incrustaciones de piedras de distinta forma y tamaño, y parecen tener
en el interior unas vasijas donde quemaban el incienso utilizado en los rituales que se
141
realizaban al aire libre o en cada casa, cuyo humo parece salir de los orificios.
Del mismo lugar se distinguen unas líneas delgadas y puntiagudas asemejando lanzas
como parte de la decoración de estos motivos, que quizás puedan tratarse también de
columnas finamente grabadas con grecas, las cuales formaban parte de la decoración del
mercado en Teotihuacan. El mural es un ejemplo del mismo. En relación con las posibles
columnas de un tianguis que nos muestra la pintura, Kenneth Hirth discute la probable
existencia del mercado como una entidad arquitectónica formal, es decir, que los mercados
de las grandes ciudades fueron rodeados por un muro o arcada para separarlos, o bien
Tlatelolco.236
aparecen en ambos lados del mural. Jorge Angulo describe unas plataformas estructurales
definidas por una fina línea que deslinda el contorno de un basamento carente de templo,
aunque no se aprecia en la obra, se sabe que estaba coronado directamente por una almena
central con el símbolo del año compuesto por los glifos del agua. Se señala que los
semiperdidos templetes pudieron estar superpuestos a otra etapa pictórica, por lo que no
aparecen muy definidos en la pintura. Beyer considera que pudo ser un temazcal o baño de
vapor, delineado dentro de la gran mancha negra situada sobre cada basamento piramidal,
236
Kenneth Hirth. “La identificación de mercados en contextos arqueológicos: una perspectiva sobre el
consumo doméstico”. Op. Cit., 42. De hecho, el área del mercado fue ubicada por R. Millon en el llamado
“Gran Conjunto”, frente a la Ciudadela. Rene Millon. Apud Eduardo Matos Moctezuma. “La cultura
teotihuacana”. Op. Cit. 34
142
puesto que salen volutas de fuego. Batres interpreta la mancha como la silueta de un
insecto, Beyer insiste en que se trataba de una masa ardiente de la que salen lenguas de
ambientan la obra, está en que muestran lo ricamente decorado que eran los templos, tanto
dentro como por fuera. Así mismo, en el mural de “Las Ofrendas”, sus componentes
que ambas actividades parecen constituir la condición más necesaria y poderosa para
en diferentes poses y actitudes: en total son once, algunos están de pie, otros
presentes.
237
Jorge Angulo V. “Teotihuacan: Aspectos de la cultura a través de su expresión pictórica”. Op. Cit., 110
238
Rene Millon. “La agricultura como inicio de la civilización”. En Ignacio Bernal. Esplendor del México
antiguo. 2 vols., CIAM, México, 1982: II, 997. No se puede negar la importancia de los sistemas locales de
irrigación para abastecer residentes dentro de la ciudad que junto con la expansión de actividades artesanales
jugaron un rol significativo, si es que no dominante en el crecimiento de Teotihuacan. Kenneth Hirth. Trade
and exchange in early Mesoamerica. University of New México, Albuquerque, N.M., 1984: 3
143
Prácticamente todos están ataviados con adornos como orejeras, collares de cuentas
esféricas o chalchihuitl, tocados con plumas y en forma de aves, algunos llevan un sencillo
sombrero en forma de cono y otros sólo llevan el pelo largo y suelto. Algunos presentan
sandalias o cactli; estas últimas, son características de los sacerdotes; otros están descalzos.
La vestimenta que presentan es variada: algunos personajes con tocado están semidesnudos
cubiertos sólo por un paño de caderas (maxtlatl), una especie de “taparrabo” que se anuda
Algunos llevan mantas, capas o faldellines, estos últimos asociados con los
jugadores de pelota. En la pintura mural se muestran diversas formas del uso y variedad de
tipos de manta o tilmatl, y también pudieran incluirse los xicolli (capas). Parece que el uso
del tilmatl o tilmatli (mantas) era muy versátil ya que se representaban doblados para
sentarse o recostarse sobre ellos y se utilizaban como bolsa o receptáculo para guardar y
acarrear fruta, tal vez como el ayate y el rebozo actual.240 Parece que la manta era un
implemento que podía llevarse sobre el hombro para envolverse en los momentos de frío o
personaje muestra su tilmatl extendido sobre la cabeza. La figura central del Templo de la
Agricultura parece vestida con un pantaloncillo corto y camisa de manga larga, aunque tal
vez se trate de una figura pintada de obscuro excepto los pies amarillos, manos y cabeza;
ese personaje también lleva una ornamentada manta al hombro, un tocado estilo copalli
239
Jorge Angulo V. “Teotihuacan: Aspectos de la cultura a través de su expresión pictórica”. Op. Cit., 98
240
Ibid.: Loc. Cit.
144
En cuanto al tipo de vestimenta femenina, Sahagún hace una amplia descripción
donde: “También las ataviaban y las vestían con muy buenos huipiles y poníanlas con
naguas ricas, labradas de diversas labores y muy costosas”.241 En el perdido mural de “Las
ofrendas”, se encuentran figuras femeninas vistiendo huipiles cuyo largo varía según la
representación, ya que a una le tapa los pies y a otra sólo le llega a las pantorrillas.
El faldellín comúnmente era usado por los hombres; tal como lo muestra el personaje
con tocado de plumas en la parte superior del mural, con el pecho descubierto cubriéndole
los pies. En estas y muchas otras representaciones de ropaje, se puede ver lo geométrico del
diseño de los tejidos de ixtle hechos con las fibras de maguey (agave) de procedencia local
y otros de algodón o ichcatl tal vez traído de la región de Itzamatitlan, Morelos donde hay
Los elementos iconográficos que forman parte de la obra son: el agua, cuya forma
varía ya sea como gotas de lluvia, o como franjas de ganchos o grecas en sucesión que
delimitan torrentes o forman los marcos de algunos murales, señalando dinámicos ámbitos
acuáticos. En el mural de “Las ofrendas”, los dos niveles de agua representan a las aguas
improductiva tierra por lluvia o irrigación, emergen y florecen las plantas cuyas semillas se
encontraban en estado latente, tal como se ve en la parte baja del mural. 243
241
Fray Bernardino de Sahagún., Op. Cit., III: 43
242
Jorge Angulo V. “Teotihuacan: Aspectos de la cultura a través de su expresión pictórica”. Op. Cit., 99
243
Ibid.: 76
145
Las representaciones de chalchihuitl (cuenta de jade) abundan en los frisos de los
concéntricos en verde, se extiende sobre un diseño de líneas onduladas (del agua), que se
deslizan en forma paralela sobre los cuerpos de la estructura piramidal. Así se combinan
signos figurativos con los abstractos y se enfatiza pictóricamente el contenido del mensaje.
Esa joya verde-azul encerraba un valor simbólico, tan apreciado para la cosecha del
prehispánica, el chalchihuitl tuviese el mismo valor que el oro ha tenido para la cultura
occidental y la contemporánea, ya que estos objetos han significado belleza, al igual que
riqueza. Se puede añadir que el teotihuacano respondió al regalo de los dioses del agua, la
vida y la fertilidad, al verter otros líquidos preciosos como ofrenda a la tierra, tal como las
fuentes describen que hacían los nahuas con el pulque, el semen y la sangre.244
Otros elementos iconográficos son los diferentes objetos que portan los personajes
del mural y que van desde un brasero, un pájaro, pequeños panes, tamales, frutas o quizás
sean huevos lo que ofrezcan algunos personajes en platos que sostienen en la mano,
tenga en sus manos una manta o tilmatl enrollada y conteniendo plumas de aves exóticas.
La figura que de acuerdo al vestido que porta (huipil) y por lo tanto se trata de una mujer,
ofrece un tipo de canasto o recipiente probablemente con pulque por los “piquitos” que lo
cubren y por las pencas de maguey que sostiene con ambas manos.
244
Ibid.: 77
146
También aparecen en la escena tres objetos en forma de pelota pintados de negro
con dos líneas en forma de cruz en cada uno de los objetos circulares, atados en la parte
superior en forma de moño y adornados con una cinta de color verde parecida a una larga
pluma, probablemente se traten de unos xiquipilli (bolsa de copal o incienso) los cuales
que a cuatro de las figuras les sale de la boca la vírgula de la palabra, la cual simboliza
Considero que los teotihuacanos eligieron el tema de la ofrenda a los dioses y así
religión. De igual manera, si se tratara de una escena del mercado tal como sugiere Millon,
desarrollo y expansión del pueblo de Teotihuacan. Sabemos que esta cultura era
dirigentes quedando satisfecha y orgullosa la sociedad y sus creadores ante cada trabajo
terminado. Si ahora nos maravillamos con tales expresiones artísticas, en aquel entonces los
245
Ibid.: 129
246
Ibid.: 140
147
¿Por qué se elige determinado medio de expresión?
pintura mural, creo que la respuesta está en el tipo de avances tecnológicos con que se
contaba en la época prehispánica. Los teotihuacanos al igual que los egipcios grababan todo
pintura y las inscripciones el medio más atinado para lograr este último objetivo. Se sabe
que utilizaban el papel (amate) fabricado con la corteza de determinados árboles, aunque
esto sólo se comprueba en la época azteca. Pero con el tiempo sólo las pinturas (llamadas
también frescos) perdurarían. Además, llegaron a ser toda una tradición y una forma de
comunicación.
¿Contiene la obra tal o cual elemento simbólico que se relaciona histórica y socialmente?
El mural de las ofrendas contiene gran cantidad de elementos simbólicos, tanto las
figuras de las personas así como los objetos y atributos que portan; están dentro de la
realidad y lo natural, a diferencia de los animales mitológicos o las deidades que sobre
realidad visible.247 Por lo tanto, existe una relación muy estrecha de cada elemento que
247
George Kubler. “La Iconografía del arte de Teotihuacan”. En Alberto L. Ruz. Teotihuacan: XI Mesa
redonda. Sociedad Mexicana de Antropología, UNAM, México, 1972: 69
148
5.11 Recapitulación.
nuestra era. Descubierto en 1886 por Leopoldo Batres en un templo denominado Templo de
la Agricultura junto con otros dos frescos, fue copiado en 1922 por Manuel Gamio.
La pintura además de presentar dos elementos laterales iguales que pudieran ser
plástica notable de la pintura mural es la saturación homogénea del color, la cual, unida a la
lisura y calidad vítrea de la capa pictórica, hace que los murales semejen placas de mármol
coloreadas.
Los teotihuacanos perfeccionan una solución plástica que les permite crear un
una luminosidad propia, donde el tiempo transcurre bajo otras condiciones y en el que
pueden penetrar y moverse los individuos. Entre los elementos plásticos y técnicos más
149
compacta del color y la precisión de las formas que semejan recortes superpuestos de
manera que van generando una composición estructural como si se tratara de un vitral.
Los artistas teotihuacanos habitaron una región rica en minerales, factor que supieron
tecnología de color implica por una parte, conocer las materias primas con las que se
produce, esto es los pigmentos minerales y colorantes orgánicos. Por otra, significa analizar
minerales al formar películas de color. La clave que marca el cambio en la técnica del
Las pinturas murales son una de las manifestaciones plásticas más importantes de la
sobre aspectos muy específicos de la vida de esa gran urbe. A través de cuatro fases, se
conforma el estilo pictórico teotihuacano, que internamente sigue un proceso que pasa, de
después de la cual hay un gran empobrecimiento de las formas, las imágenes y los temas,
para terminar con una tendencia geometrizante, al parecer, de una tradición distinta.
que transmiten la visión estética del pueblo de Teotihuacan. Ésta se acerca más a la
150
5.12 Conclusión.
En el mural, cada símbolo y figura obedece al deseo de mostrar las acciones que
formaban parte de las costumbres de esta cultura, representadas por medio de imágenes
adecuadas. Es aún sorprendente ver cómo ante los símbolos que integran la llamada
expresión artística (pintura mural, escultura y objetos cerámicos), se encuentran datos para
circundaba la mente del teotihuacano. Ese pensamiento quedó plasmado en una diversa
serie de símbolos con rasgos comunes o de gran semejanza a los de otros grupos que
compartían la cultura mesoamericana de esa y otras épocas, como si toda esa expresión
ofrendas explica cierta importancia y valor. El elemento chalchihuitl, los torrentes de agua,
248
Ibid.: 83
249
Jorge Angulo V. “Teotihuacan: aspectos de la cultura a través de su expresión pictórica”. Op. Cit., 133
151
portan, también simbolizan y nos dicen mucho de las costumbres y vida cotidiana en
Teotihuacan.
*Valor histórico para el investigador (que le muestra, explica o ilustra la obra) y por qué es
acervo), tiene un enorme valor histórico por que como es un vestigio arqueológico, le sirve
de mucho al investigador. Nos muestra no sólo una, sino varias ideas: la manera de ofrecer
antiguas ante la falta de documentos, los restos materiales como la cerámica y los murales
“puede hacerse, debe hacerse, sin documentos escritos si éstos no existen. Con todo
lo que el ingenio del historiador pueda permitirle utilizar para fabricar su miel, a falta
de las flores usuales. Por tanto, con palabras, con signos, con paisajes y con tejas.
Con formas de campo y malas hierbas. Con eclipses de luna y cabestros. Con
realizados por químicos. En una palabra: con todo lo que siendo del hombre depende
250
Lucien Febvre. Combates por la historia. Ariel, Barcelona, 1970: 232
152
Fue nuestro análisis un intento por indagar en la pictografía prehispánica, tratando de
de algunos de ellos. Sirva pues como una contribución a mantener viva la inquietud por la
investigación subsecuente.
153
CONCLUSIONES
Durante el horizonte de las culturas Clásicas (1 – 900 d.C.), los grupos humanos se
compleja, de tal manera que el intercambio se fue haciendo más extenso y formal.
los grandes centros ceremoniales, en este caso, Teotihuacan, donde vivían las personas
dedicadas al culto de los dioses y los altos señores y sacerdotes que subsistían del trabajo
del pueblo; había un marcado contraste entre las suntuosas construcciones del centro y las
habitaciones de la clase baja que se distribuían por los contornos del mismo.
población y las demandas económicas como centro urbano, hicieron que se ahondara la
artesanal, la construcción, entre otros. A la vez que se abrían las puertas a la búsqueda de
ensanchar los territorios, explorar los mismos e iniciar un intercambio para la obtención de
Como consecuencia de esta expansión y del control del intercambio, vinieron las guerras
que desde tiempos teotihuacanos fueron una actividad común para acrecentar poder
económico al controlar diferentes artículos, además del poder político, social y religioso.
Por lo anterior, existe la teoría de que Teotihuacan tenía un militarismo disfrazado, tanto
mantener relaciones de intercambio con otras áreas, conservar rutas importantes de acceso
154
en el Altiplano central, en dirección al Golfo y hacia la región Maya, mismas que le
hicieron todavía más distantes, el apoyo militar se volvió más importante. El equipamiento
incrementarían el valor de sus productos aprovisionando a las mismas armadas con muchos
puso en movimiento un proceso donde fue necesario extenderse más allá de sus confines
intereses creados, desarrollaron todavía más razones para expandirse. A través de una
poderio militar; Teotihuacan dominó no sólo el Valle de México sino que penetró grandes
distancias también.
Hay evidencia de que una fuerza militar creció con la expansión y aseguró su éxito.
251
Robert A. Mack. “A colonial – imperialistic view of Teotihuacan”. In Katunob A newsletter – bulletin on
Mesoamerican anthropology, vol. X, no. 1, March 1997, University of Norther Colorado, Greeley,
Colorado:40
252
Ibid.: 42
155
Los estados del Clásico como Teotihuacan, debían al intercambio interregional su
El propósito de Teotihuacan al tener contacto con muchas regiones, era surtirse de los
de Teotihuacan en sus tratos tanto con regiones cercanas como lejanas y los sitios en las
rutas que participaron en esa interacción. La estrategia de los teotihuacanos era procurar
bienes y materias primas para las artesanías y producir objetos de lujo (suntuarios) para
satisfacer a los sacerdotes – jefes y a la élite. También distribuía artículos terminados, como
Parece que el objetivo del sistema teotihuacano de intercambio fue el control de las
rutas, apoyado posiblemente por un ejército en las regiones donde conseguían productos de
se trabajaban textiles con algodón importado, indican que el transporte de materias primas
y de cerámica fue extremadamente eficiente. Esto pudo ocurrir por que Teotihuacan tenía el
control de las rutas de intercambio en diferentes regiones que surtían muchos y variados
desde el Formativo (Preclásico) y sirvió como mecanismo importante para que las
sociedades adquirieran artículos de lujo que deben haber sido vistos como muestra de una
riqueza generalizada.254
253
Robert D. Drennan. “Como nos ayuda el estudio sobre el intercambio interregional a entender el desarrollo
de las sociedades complejas”. En Evelyn C. Rattray. Rutas de intercambio en Mesoamérica. Op. Cit., 33
254
Evelyn C. Rattray. “Rutas de intercambio en el periodo Clásico en Mesoamérica”. En Evelyn C. Rattay.
Rutas de intercambio en Mesoamérica. Op. Cit., 95
156
Puesto que los sistemas de mercado a corta y larga distancia facilitan el intercambio
de productos, se supone que el aumento del número de artesanos refleja el desarrollo del
intercambio de productos por otros objetos y materias primas, al no existir moneda en este
objetivo del mercado es efectuar el intercambio entre los proveedores de distintos bienes
para lograr la distribución adecuada de éstos. Por lo tanto, es una institución social
históricamente determinada.
El intercambio a larga distancia unió más que ninguna otra actividad a las dos
Geográficamente era intercambio más allá de las fronteras, su personal constituía un grupo
social bien delimitado, y sus miembros sólo aparecían excepcionalmente en los mercados.
Esta profesión especializada estaba constituida tanto por la organización de caravanas como
Una importante fuente para conocer más acerca de la vida de sociedades antiguas
como en el caso de Teotihuacan, son las pinturas prehispánicas, de donde podemos obtener
datos sobre aspectos de la vida cotidiana, pasajes históricos, hechos míticos y numerosas
157
Finalmente el análisis iconográfico al mural de “Las Ofrendas o Mercado” es el
una técnica por el hombre (el artista teotihuacano) para la satisfacción y demanda de un
los entornos histórico, económico, político y religioso; en una palabra, el medio social y
cultural en que nació esta obra. Aspectos que considero muy importantes y que todo
158
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
Bernal, Ignacio. Guía oficial: Teotihuacan. INAH, Salvat, México, 1994, ilus.,
79 p.
Durán, Fray Diego de. Historia de las Indias de Nueva España e Islas de la
tierra firme. 2 vols., Porrúa, México, 1969
Nelson Jr., Fred W., and John E. Clark. “Obsidian production and exchange in
eastern Mesoamerica”. En Evelyn Childs Rattray. Rutas de
intercambio en Mesoamérica. III Coloquio Pedro Bosch-Gimpera,
IIA-UNAM, México, 1998, maps., pp. 277-333
------------ Una visión del México prehispánico. UNAM, México, 1993, 331 p.
Sahagún, Fray Bernardino de. Historia general de las cosas de Nueva España.
3 vols., Porrúa, México, 1981: II, III