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Grandes músicos en la historia como Jimi Hendrix, James Brown o Benny Moré no solo podían

tocar y componer sin saber teoría musical o solfeo, sino que inventaron lenguajes musicales
revolucionarios que sentaron las bases de grandes géneros musicales contemporáneos

10 claves para escribir canciones


Llegamos a un punto en el que hemos escuchado de todo, hemos aprendido a tocar algún
instrumento que permite armonizar como el piano o la guitarra, a lo mejor hemos estudiado poco o
mucho de solfeo, nos empapamos de literatura, estudiamos métrica... pero siempre vacilamos a la
hora de tomar la pluma y escribir las letras de nuestras propias canciones. ¿Por dónde empezar?

Cada uno de los que hacemos música debe encontrar sus propios métodos, pero ¡cómo ayuda saber
los de los demás! Estos son algunos tips que en mi experiencia como compositor me han sido de
gran utilidad. (Omitiré el ya conocido "escucha mucha música" que de hecho es uno de los más
importantes.)
1. Definir el "QUÉ." Parece mentira, pero este simple paso es fundamental. ¿Qué quieres decir en
tu canción? Puede que de pronto pienses: "haré una canción de amor, es lo que más pega" y
empieces a escribir sin haber definido qué quieres decir en realidad. Si haces esto, en lugar de una
letra de amor, lo más probable es que el resultado sea una lista de frases de amor trilladas: "sin tí no
puedo vivir" "eres el aire que respiro" "nadie te amará como yo..." Los siguientes puntos te guiarán
para encontrar sobre qué escribir.

2. Las canciones son historias. Una buena canción, por simple que parezca, siempre cuenta una
historia. Por lo tanto, si quieres escribir una buena canción, piensa en una buena historia primero. Si
quieres escribir una canción de amor, piensa en una historia de amor. Si quieres escribir una canción
de despecho, piensa en una historia de despecho. Piensa en una historia de problemática social, de
política, de hermandad... piensa en historias que te gusten y tradúcelas en la letra de tu canción.

3. Busca en tu interior. De seguro esto ya lo escuchaste en Star wars, The Matrix, Kung Fu Panda
y cientos de películas y libros más, pero es algo a lo que no ponemos la atención que merece. Busca
historias en tus experiencias, tus sentimientos, tus recuerdos, todo lo que implique tu relación con el
mundo y las emociones que eso provoca. Cuando escribes con honestidad, desde tus propias
emociones siempre logras que la gente escuche.

4. ¿Quieres escribir sobre la vida? ¡Ten una vida! Es genial que estudies solfeo, armonía,
métrica, versos endecasílabos, dodecasílabos, rimas consonantes... pero una buena letra no sale de
la estricta teoría. Una buena letra surge de tu necesidad de expresar algo importante para ti, de
exponer la forma en que tú experimentas la vida. Estudiar 8 horas diarias para dominar técnica o
teoría puede privarte de muchas horas de grandes experiencias simplemente humanas. Cierta vez en
una clínica de batería impartida por el baterista de jazz y pop Waldo Madera, luego de una
demostración de virtuosismo, alguien del público le preguntó cuántas horas al día estudiaba. Waldo
respondió algo como "no lo sé. Nunca me someto a un horario estricto de estudio. Creo que cuando
uno toca comparte algo de su vida. ¡Y para eso hay que tener una vida!" La técnica y la teoría no
harán el trabajo por ti, simplemente existen para que expreses mejor aún tus vivencias humanas.

5. Definir el QUIÉN. ¿Quién quieres que te escuche? ¿cómo son las miles de personas que lo
harán? ¿Son jóvenes, niños, adultos? ¿Hombres, mujeres? ¿Qué sensaciones o reacciones quieres
provocar en ellos? Debes pensar en las personas que crees sintonizarán con lo que escribes y se
identificarán contigo. Cuando tengas esto claro, te será más fácil la siguiente clave.

6. Encontrar el CÓMO. ...¿Cómo? Digamos que has decidido que tu canción cuenta la historia de
un montón de cartas viejas que guardas en un cajón. Eso es el "qué" vas a decir. Pero ¿cómo vas a
decirlo? Podrías empezar con el verso "Oh las viejas cartas de mi cajón" pero en ese caso estamos
volviendo al qué, y la verdad, apesta. Es mejor no ser tan directos. Que tal si empiezas con:

Uno se cree que las mató el tiempo y la ausencia


Pero su tren vendió boleto de ida y vuelta
son aquellas pequeñas cosas
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón, en un papel o en un cajón.

Ahí tienes el "cómo" el cantante y compositor Joan Manuel Serrat lo dijo. El cómo, es la parte del
proceso creativo en la que no hay límites. Tú escoges las palabras que transmitan las sensaciones,
pensamientos y emociones correctas. ¿Qué diantres tiene que ver un tren con las cartas viejas que
guardo en mi cajón? ¿Se te habría ocurrido relacionarlos? A mí no. Y sin embargo, el mensaje se
entiende perfectamente, y la atmósfera nostálgica de las palabras elegidas lo hacen irresistible. Los
siguientes tips son para encontrar el cómo.

7. Piensa en imágenes. Cuando te estancas, una posible salida es buscar el diccionario de


sinónimos y antónimos. A ver... sinónimos de cariño... antónimos de odio... Pero te recomendaré
algo mejor: piensa en imágenes. ¿Estás dentro de la historia? ¿con tu novia, tu ex, tu mamá, un
enemigo? ¿hace calor? ¿frío? ¿de qué color es el cielo? Cuando piensas en imágenes, las palabras
para describir dichas imágenes vienen con mayor naturalidad. Busca las palabras que no únicamente
transmitan el qué, sino todas las emociones, temperaturas, colores y sensaciones dentro de tu
historia.

8. Elije una persona y tiempo narrativos. ¿Hablarás de tí? ¿De un amigo? ¿De ti y alguien más?
¿Pasó ayer? ¿Está pasando ahora? Ahí tienes otra buena cantidad de posibilidades para contar tu
historia. Recuerda que puedes narrar algo usando cualquiera de las personas y tiempos verbales (yo,
tú, él, nosotros, pasado, presente, futuro...) Tuve un amor, ella tuvo un amor, él tiene un amor, todos
tenemos un amor, que nos complica la vidaaa... (nosotros, tiempo presente) así fue por ejemplo,
como la banda argentina La Mosca escogió contar una historia.

9. El ritmo es importante. No me refiero al ritmo como lo hemos visto antes. Me refiero al ritmo
de las palabras, versos y estrofas que escribas. El ritmo que uses en lo que escribas puede dar mucha
más fuerza, efectos "hipnóticos" o pegadizos en fin, hacer mucho más agradable la experiencia de
quien te escucha. En la película Il Postino (El cartero) ficción basada en el exilio del gran poeta
Pablo Neruda en Italia, Neruda habla sobre el ritmo a su cartero con el ejemplo de su Oda al mar:
Aquí en la isla
el mar
y cuánto mar
se sale de sí mismo
dice que sí, que no
que no, que no, que no...

¿Notas cómo las palabras te dan la idea del vaivén de las olas? "dice que sí, que no" cuando las olas
vienen y van pueden de pronto darte la sensación de que "dicen que sí, dicen que no." Eso es ritmo
al escribir. Desde luego, la métrica (hacer versos de determinados números de sílabas ya
establecidos) y las rimas también hacen que tus versos tengan ritmo, pero en este caso, el ritmo es
provocado a nivel de sensaciones que producen las palabras.

10. Deja que la canción te pida las palabras. A veces me sucede que estoy escribiendo y de
pronto las palabras que necesito simplemente aparecen. A veces escribo versos que pensé que nunca
usaría pero descubro que encajan perfectamente en la canción que quiero hacer. Toca los acordes
que elegiste y simplemente déjate llevar. A un determinado punto, la canción es un ente autónomo
que simplemente escoge por si misma las palabras que necesita, como tú escoges tu ropa o tu
almuerzo. ¡Sólo déjate llevar!

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