¿Es posible dolarizar la economÃ-a en Venezuela?

(13-09-2013 a las 18:27:35) - - Última actualización (13-09-2013 a las 18:33:42)

Hay quienes miran las experiencias de Ecuador, Panamá y El Salvador, pero especialistas venezolanos no creen en la
receta

Roberto Torres Luzardo

Foto: Archivo.

Todo comenzó con un artículo firmado por Jairo Larotta en el portal progobierno Aporrea. El ingeniero civil –no
economista, como dan a entender sus publicaciones– ha publicado desde 2003 unos sesenta artículos en el sitio
Web, la amplia mayoría dedicados al tema monetario. El 20 de julio escribió una "Propuesta al BCV para dolarizar nuestra
economía y acabar con la especulación cambiaria y la inflación". El texto corrió como pólvora.

La publicación detalla un plan para reemplazar el bolívar por el "bolívar petrolero", que sería equivalente a un dólar
norteamericano, y menciona las experiencias de Ecuador, Panamá y El Salvador. Tras más de 25 mil visitas, recibió
también acaloradas respuestas.

"El amigo que escribe, sugiere que para corregir ya los problemas macroeconómicos de Venezuela, la receta mágica es
la dolarización. (…) Lo sorprendente es que a estas alturas haya gente que crea en estas fábulas", le repica el
economista Javier Hernández en el mismo foro. "Sugerir la dolarización de Venezuela es como invitar al ejército yanqui
a que establezca una base en Caracas", dice otro forista.

Lo cierto es que Larotta avivó una discusión. ¿Será la dolarización oficial una salida al control cambiario que rige en el país
desde 2003? Más interesante aún, ¿podrá una medida como esta poner freno a la inflación estimada en 45% para
final de este año?

Para Asdrúbal Oliveros –economista y director de la consultora Ecoanalítica– dolarizar al país supone
renunciar a la capacidad de hacer política monetaria y se depende de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Ya que
Venezuela depende en amplia medida del petróleo –mercancía de precio volátil–, una economía dolarizada
supone implementar mecanismos de restricción económica para hacer frente a la fluctuación del precio del crudo.

"No hace falta dolarizar para reducir la inflación", afirma Oliveros. Señala al ejemplo de Colombia y Perú que, sin
dolarizar, han fortalecido sus economías y llevado la inflación a 4% o 5% al año. No ve este mecanismo como un sistema
que funcione para el país, ni prevé que de esta manera pueda tumbarse la inflación.

Control fiscal

El país necesita una reforma

http://www.agenciadenoticias.luz.edu.ve - LUZ Agencia de noticias Potenciado por Mambo Generado:8 October, 2013, 10:39
El pasado 5 de febrero de 2013, Venezuela celebró el décimo aniversario del régimen de control cambiario. Tras vivir
dos devaluaciones en los últimos tres años, expertos indican que se requiere una reforma a la política cambiaria para
fortalecer la economía del país.

El economista Asdrúbal Oliveros opina: "En Venezuela hace falta una reforma de toda la estructura del Estado. Hemos
visto su crecimiento espeluznante, de su actuación, del gasto y áreas de acción. Tiene que haber un reacomodo en el
gasto público".

En cuanto a lo financiero, indica el analista, hace falta incrementar la inversión privada local y extranjera. "Pero sobre
todo lo interno", remarca. En otras palabras, en vez de depender de monedas extranjeras, que los venezolanos sientan
confianza de apostarle a su propio país.

En el centro comercial más cercano se hallan claras muestras de que los precios de las mercancías importadas ni se
acercan a lo que dictaría la tasa oficial de Bs. 6,30 por dólar. Comprar un par de zapatos de goma, que rondan los 70
dólares en el mercado internacional, suponen para un venezolano más de Bs. 2 mil (casi un sueldo mínimo).

Este ejemplo, que se aplica a un producto superfluo, se asemeja mucho a la situación de insumos, alimentos,
medicamentos y decenas de rubros que han encarecido a la par de la tasa inflacionaria, que asciende a 687% durante
los últimos 20 años.

"En el caso venezolano, si se aplican políticas monetarias y fiscales adecuadas no hace falta dolarizar. De esta forma se
pueden obtener resultados macroeconómicos convenientes –cosa que en el pasado Venezuela logró–, pero
requeriría un compromiso político y económico", dice el profesor Gustavo Machado, investigador de la Facultad de
Ciencias Económicas y Sociales de LUZ.

Coincide con Oliveros al decir que no ve la dolarización como una solución. Explica que en el sistema cambiario de
Venezuela, el costo del dólar paralelo juega un rol muy importante en la fijación de precios. Su comportamiento incide
sobre la inflación y el presupuesto familiar y la cotidianidad. "Lo ideal sería una reforma de la Ley de Ilícitos Cambiarios
que permita legalizar el paralelo y que permita que el Estado pueda jugar un rol dentro de ese mercado para bajar
vigorosamente ese precio", afirma.

"En lugar de estar generando nuevas paridades cambiarias, deberíamos ir acercando el precio del paralelo al tipo de
cambio oficial de forma que, en vuelta de unos años, podamos tener una tasa única de cambio".

Para ello, agrega, hace falta reformar el sistema tributario para que los agentes económicos puedan tener seguridad de
que no se usará la figura de la devaluación y puedan dedicarse no a la compraventa de divisas, sino a la inversión que
genere puestos de trabajo.

Ya estamos dolarizados

Como ventaja y desventaja se erige una misma consecuencia de la dolarización de un país: el estado pierde la capacidad
de emitir política monetaria. ¿El lado positivo? Se eliminan las presiones inflacionarias dadas por lo monetario. Por el
lado negativo, se pierde la capacidad de maniobra del Estado y se supeditan las decisiones a la Reserva Federal de los
Estados Unidos de Norteamérica.

De manera ecuánime a través de la línea telefónica, el profesor de LUZ Alberto Castellano explica las dos caras de esta
moneda. Fiel a su rol de académico, opina que es necesario debatir ampliamente entre la sociedad antes de pensar en
tomar una decisión como esta.

"Básicamente porque no hay vuelta atrás, debe discutirse de forma abierta, con todos los sectores. En las instancias
del gobierno, esto no está previsto porque dolarizar es reconocer que las políticas son erróneas, y el gobierno no lo va a
hacer", dice.

La voz de Castellano se atreve y postula que, en efecto, el país ya está dolarizado, pero de forma parcial e informal. "En
Venezuela, sistemáticamente a lo largo de los últimos 30 años, el bolívar ha perdido su reserva de valor. Nadie quiere
bolívares para ahorrar porque las tasas de interés no cubren la inflación", afirma.

Ante la incertidumbre, el público se repliega en una moneda fuerte o, en su defecto, bienes que se revaloricen en el
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tiempo. De esta forma buscan preservar el fruto de su trabajo. "Por eso es que se dice que el venezolano es
consumista, porque con la liquidez busca comprar bienes que tengan un valor mayor más adelante", concluye.

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