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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL

U.N.E.F.A.
NUCLEO – VARGAS

CINU

Materia: Lenguaje y Comunicación

ACTIVIDAD DEL GUION

EL SAPITO LIPÓN

Integrante:

Catia La Mar, 20 de noviembre de 2014


Cuento

El sapito lipón

Cuenta en un lugar de una carretera lejana parecida a la del camino a Quiroz, el relato de
Furrumeo, ese humilde servidor:

En una noche en que todo parecía que no existía Dios, relámpagos, rayos y truenos, azotaban
la región. No vean ustedes el ventarrón que jugaba conmigo como si fuese un perol. Me
dirigía rumbo a la casa de mi querida Gumersinda, quien era la dueña de mi amor.

Apareció entonces frente a mí un aparato, era un plato grande, era un plato que volaba, o
sea, un platillo volador. Viendo aquel escenario, hice lo que cualquier varón, avancé hacia el
aparato resuelto a echarle pichón.

Del plato bajo un enano, ¡que enano tan ojón! el bicho era feo, chiquito y barrigón, era un
enano verde como el famoso sapito lipón.

Cuando el mentado enano se acercaba, vi que en su mano tenía un machetón, era un aparato
largo con luces de neón, antes que el enano me hiciera algo de lo que no tuviera salvación,
lo agarré por el cuello y de una, le eché un tirón. Eso fue una pelea de perro contra león,
algunas veces él era el perro, en otras, el perro era yo.

Afortunadamente le aplique una llave que me aprendí por televisión, de un tal agente 07,
ese que mientan James Bond. Lo cierto es que al enano casi lo abrí como un portón, dejándolo
sembrado en el piso como si fuera una flor. No se crean, si vieran como quede yo, hasta la
cédula tenia moretón.

Cuando por fin logré agarrar aliento y sacudirme un poco el raspón, cuán grande fue mi
sorpresa, que del plato volador se bajaban dos enanitos igualitos al anterior.

¡Sape! grite corriendo, rumbo a mi chatarra con motor y los condenados me perseguían; te
aseguro que con mala intención, pero en ese embrollo no me vuelvo a meter yo.

Así fue como pasaron las cosas, si quieren créanlo o no, me aleje de aquellos paramos y nunca
más conté sobre el sapito lipón.
Adaptación del guion

Título: El sapito lipón

Personajes: (Narrador) Zeus Mantilla


(Furrumeo) José de Gouveia
(Marciano 1) María Monasterio
(Marciano 2) Patricia Infante
(Marciano 3) Edward Hernández

Guion

Desarrollo: La historia será contada por el “Narrador”, mientras que el elenco


escenificará el relato.

La escena comienza con la representación en video de un auto en


movimiento, en vista frontal hacia el camino, con mal tiempo, lluvia y
fuertes vientos.

(En escena aparece Furrumeo montado en un camión destartalado)

Narrador: Cuentan que en un lugar de una carretera lejana


parecida a la del camino a Quiroz
el relato de Furrumeo
ese humilde servidor: (Señalando a Furrumeo)

En una noche en que todo parecía que no existía Dios,


relámpagos, rayos y truenos,
azotaban la región.
No vean ustedes el ventarrón
que jugaba conmigo como si fuese un perol.

Furrumeo: (en su camión se mueve azotado por el viento)

Narrador: Me dirigía rumbo a la casa de mi querida Gumersinda


Quien era la dueña de mi amor

Desarrollo: (la escena muestra un corazón con una chica)

Narrador: Apareció entonces frente a mí un aparato,


era un plato grande, era un plato que volaba,
ósea, un platillo volador
Furrumeo: (Pone cara de sorpresa exagerada viendo al platillo volador, luego mira
al público y exagera más aun la cara se sorpresa.

El platillo volador se mantiene en su lugar y Furrumeo se detiene y sale


del auto)

Narrador: Viendo aquel escenario


hice lo que cualquier varón,
avancé hacia el aparato
resuelto a echarle pichón.

Furrumeo: [avanza hacia el platillo volador con mucha cautela]

Narrador: Del plato bajó un enano

Desarrollo: [Aparece el marciano desde el plato volador]

Narrador: ¡Que enano tan ojón!

Furrumeo: [Haciendo gesto de susto]

Narrador: el bicho era feo,


chiquito y barrigón,
era un enano verde
como el famoso sapito lipón.

Narrador: Cuando el mentado enano se acercaba,


(El enano se aproxima a Furrumeo)

vi que en su mano tenía un machetón,


era un aparato largo con luces de neón,
antes que el enano me hiciera algo de lo que no tuviera salvación,
lo agarré por el cuello y de una, le eché un tirón.

Eso fue una pelea de perro contra león,


algunas veces él era el perro, en otras

Furrumeo: (Interviene Gritando) ¡EL PERRO ERA YO!

Narrador: Afortunadamente le apliqué una llave


que me aprendí por televisión,
de un tal agente 07,
ese que mientan James Bond.
Lo cierto es que al enano
casi lo abrí como un portón
dejándolo sembrado en el piso
como si fuera una flor.

Desarrollo: (Ambos quedan tendidos en el piso.)

Luego de un rato entre quejidos Furrumeo comienza a levantarse

Narrado: No se crean, si vieran como quede yo,


hasta la cédula tenia moretón.

Furrumeo: (Quejidos) Ay! Ay! Aaaaay!


(al levantarse se sacude las manos, las piernas con gesto de dolor)

Narrador: Cuando por fin logré agarrar aliento


y sacudirme un poco el raspón
cuán grande fue mi sorpresa,
que del plato volador
se bajan dos enanitos igualitos al anterior.

Furrumeo: ¡Sape! (Sale corriendo despavorido camino al camión)

Narrador: Grité corriendo,


Rumbo a mi chatarra con motor,
y los condenados me perseguían;
te aseguro que con mala intención,
pero en ese embrollo no me vuelvo a meter yo.

Así fue como pasaron las cosas,


si quieren créanlo o no,
me aleje de aquellos paramos
y nunca más conté sobre el sapito lipón.
Gracias…

Cuento adaptado de la parodia de Aquiles Nazoa el Sapito lipón

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