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PERSONAJES:
ACTO ÚNICO
Presentador: Señoras y señores (mira a un lado y a otro) ¡Ay!
Pero si aquí no hay señoras ni señores, bueno la profe sí.
Entonces, Niñas y niños (mira a un lado y a otro) ¡Ay! Pero
si tampoco hay niñas ni niños. Ya sé, ya sé. Jóvenes y
jóvanas (se ríe) puro lenguaje inclusivo (se ríe). Hoy vengo
a contarles la historia, del amoroso, del romántico, del
inigualable poeta José Asunción Silva, el máximo
representante del modernismo en Colombia. Para ello me
gustaría leerles un pequeño poema de 365 páginas (pausa)
¿qué? ¿les gustaría que les leyera un poema de 365 páginas?
(Pausa). Piénsenlo bien, así podríamos capar la siguiente
clase y la de mañana y la de toda la semana, puede que
capemos la de todo el mes ¿no sería fantabuloso?
Doctor: Un momento ¡un momento! Esta no era la presentación
que habíamos planeado.
Presentador: (susurra) ya sé, ya sé. Es sólo para asustarlos,
hubieras visto la cara que pusieron cuando les dije que el
poema tenía 365 páginas, (sale una mano con guante con un
papel en la mano señalando a la profe) la profe casi se
desmaya (se ríe).
Doctor: Preste a ver para acá (una mano le rebata el papel a
la otra mano) ¡poco serio! Yo leo el poema que José Asunción
no ha salido, ya casi empieza la reunión, ya llegaron todos
los invitados y José asunción todavía encerrado en su
habitación.
Presentador: Debe estar escribiendo.
Doctor: Entonces no lo molestemos, (con ternura) ¡Ay! Como
escribe de bonito (suspira). Amigos, escuchen este poema, yo
creo que está enamorado, se llama el “Nocturno III” y dice
así:
Manos con guantes: (toman el papel y recitan en V.O. el Poema
“Nocturno III” de José Asunción Silva”).
NOCTURNO III
Una noche
una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de música de
älas,
Una noche
en que ardían en la sombra nupcial y húmeda, las luciérnagas
fantásticas,
a mi lado, lentamente, contra mí ceñida, toda,
muda y pálida
como si un presentimiento de amarguras infinitas,
hasta el fondo más secreto de tus fibras te agitara,
por la senda que atraviesa la llanura florecida
caminabas,
y la luna llena
por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su
luz blanca,
y tu sombra
fina y lángida
y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada
sobre las arenas tristes
de la senda se juntaban.
Y eran una
y eran una
¡y eran una sola sombra larga!
¡y eran una sola sombra larga!
¡y eran una sola sombra larga!
Esta noche
solo, el alma
llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la
distancia,
por el infinito negro,
donde nuestra voz no alcanza,
solo y mudo
por la senda caminaba,
y se oían los ladridos de los perros a la luna,
a la luna pálida
y el chillido
de las ranas,
sentí frío, era el frío que tenían en la alcoba
tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
¡entre las blancuras níveas
de las mortüorias sábanas!
Era el frío del sepulcro, era el frío de la muerte,
Era el frío de la nada...
Y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada,
iba sola,
iba sola
¡iba sola por la estepa solitaria!
Y tu sombra esbelta y ágil
fina y lánguida,
como en esa noche tibia de la muerta primavera,
como en esa noche llena de perfumes, de murmullos y de
músicas de alas,
se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella... ¡Oh las sombras enlazadas!
¡Oh las sombras que se buscan y se juntan en las noches de
negruras y de lágrimas!...
(Salen las manos de escena)
Presentador: ¿a quién le escribiría ese poema? ¡No, que
cursi!
José Asunción: (desde la tras escena) A mi hermana.
(miran para lado y lado los dos títeres).
Doctor: ¿Quién dijo eso?
José Asunción: (entra a escena) Fui yo.
Doctor: ¿A su hermana? Pero ese parece un poema de amor.
José Asunción: Estoy enamorado de mi hermana Elvira.
Doctor: ¡Cochino! ¡Degenerado! Artísta tenía que ser.
Presentador: (rápidamente) Entre primos más me arrimo, juegos
de hermanos se van pa´l banano.
Doctor: Estos dos si que hablan pendejadas, no les da
vergüenza de la gente aquí presente.
José Asunción: No me da vergüenza porque mi hermana es muy
hermosa y muy bella, vale la pena cualquier pena por ella.
Presentador: a ver, a ver ¿Tiene fotos?
José Asunción: no.
Presentador: ¿y Facebook?
José Asunción: Eso es de otra época… porque ella es joven,
sólo le gusta el Instagram, pero tiene el perfil privado y me
eliminó.
Presentador: (lamentándose) ¡Ah!
(Entran las dos manos exponiendo al público el billete verde
de cinco mil pesos colombianos.)
José Asunción: Pero mírela, es esta que aparece en este
billete de 5000, y atrás está luna fantástica y el bosque de
esa “noche toda llena de perfumes, de murmullos y de música
de alas” y este es mi poema el Nocturno III, pero la letra
está muy pequeña, sólo se puede leer con lupa…
Presentador: ¡Agáchese y me lo chu…¡
Doctor: …cállate esa boca bestia, que estamos con invitados
respetables y decentes.
José Asunción:
El billete, representa mi historia de amor;
con mi hermana,
puedes verme a mí aquí
al lado de esta luciérnaga oculta
y camuflada al frente está la rana,
atrás quedo el bosque y mi hermana
la flaquita… más bacana.