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Caso 11 Saturación de ingenieros

Claudio es un joven ingeniero de la Región del Bío Bío que terminó su carrera con honores
por su desempeño académico. Al recibirse de Ingeniero en ejecución mecánico industrial,
trabajó en varias empresas y en diversidad de puestos, mostrándose siempre responsable e
inteligente, lo cual no le alcanza, sin embargo, para evitar la movilidad laboral dada lo oferta
de ingenieros en la zona.

Claudio reconoce que la elección de su carrera no fue del todo de acuerdo al ideal de sus
aspiraciones, aunque tampoco nunca las tuvo nunca claras. Por presiones familiares, terminó
escogiendo lo que sus padres le sugirieron, siempre pensando en las altas cifras de dinero
que ganan los ingenieros con sus contratos. Sin embargo la remuneración que recibía estaba
muy por debajo de lo que un profesional de sus características podía aspirar, porque en las
empresas siempre le decían que luego le arreglarían el sueldo, situación que nunca se dio. A
medida que pasaba el tiempo y con la desesperación de no poder encontrar un trabajo
estable, terminaba aceptando cualquier proposición laboral con pésimos sueldos.

Esa es una característica propia de las regiones que se saturan de profesionales con las
mismas carreras, situación que los expone ante las empresas explotadoras que buscan
jóvenes egresados, con poca experiencia y necesidad de ganar terreno en el campo laboral,
en las que todavía no hay una real conciencia ética, que busquen el desarrollo de los
profesionales de sus región.

En este contexto Claudio piensa que este es un país en el que la mayor fuerza laboral está
en la pequeña y mediana empresa, con culturas organizacionales muy estrechas y todavía
primitivas que tienen una visión de corto plazo. Además, la producción está en una etapa
primaria, de poco valor agregado, donde la capacitación es poco recurrente. Hay muchas
partes donde todavía se busca el perfil del trabajador que está desesperado y que acepta
cualquier condición en su propio menoscabo. Son empresas que no parecen conocer el
concepto de ‘bien común’, sino que ven a los empleados como meros instrumentos de su
producción, pasando por encima de la dignidad de esos seres humanos.

Con el tiempo, Claudio pensó que si reiniciaba estudios superiores que le dieran un mayor
estatus dentro de su profesión podría mejorar su situación, por lo que empezó a estudiar en
la noche para recibirse como ingeniero civil. Lamentablemente su realidad no cambió y de
nuevo tuvo que desempeñarse en funciones que no tenían que ver con su profesión real,
haciendo clases en institutos, clases particulares de matemáticas y una que otra asesoría,
pero nada estable.

Su situación laboral ha sido ardua y laboriosa. Al principio se desempeñó con el entusiasmo


y la motivación propia de las personas que buscan a través del trabajo una forma digna de
bienestar y de realización personal, pero ahora las cosas que hace carecen de una verdadera
motivación, pues encuentra que su trabajo podría ser realizado por un técnico con menos
años de escolaridad y a un menor sueldo, lo que motiva a las empresas a contratar este tipo
de profesionales.

En el caso de Claudio, él cree que uno puede ser despedido no sólo por trabajar mal, sino
también si uno cobra lo justo. A esto se suma la incomodidad que genera trabajar con una
actitud creativa y emprendedora en un ambiente laboral tan limitado, porque asusta a
muchos mandos medios dentro de una organización, ya que se perciben como competencia.

Hoy Claudio sigue trabajando de la misma forma que lo viene haciendo desde que egreso de
su carrera, sin dejar de pensar en ahorrar unos cuantos pesos para montar su negocio, algo
con lo que pueda sobrevivir.

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