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CAMBIO DE MENTALIDAD

Para comenzar un estilo de vida saludable como hábito, sostenido en el tiempo, es importante que
repasemos cuáles son las creencias que tienes de ti y de tu cuerpo ya que puede haber factores
emocionales que te impiden adelgazar o mantener el peso perdido.
Lo que piensas, crees y sientes es igual o más importante que lo que comes.
Puedes tener el plan de alimentación excelente, pero si te encuentras en algún estado de estrés
emocional puedes estar influyendo negativamente en tu regulación hormonal o metabolismo,
favoreciendo la ganancia de masa adiposa, alejándote de tus objetivos de una vida saludable.
Somos mucho más que suma y resta de calorías.
Revisa el siguiente check-list para identificar si tus pensamientos generan estrés. Si te sientes
identificado con más de dos, considera que clasifica para cada ítem.

 Tienes una relación de juicio y culpa con tu cuerpo y la comida


a. Estás a dieta constantemente, habitualmente restrictivas y/o aburridas. Muy rígidas
e incluyen muy poco o no incluyen alimentos que te dan placer.
b. Haces ejercicio sin obtener resultados en el largo plazo. Aumentas el ejercicio, sobre
exigiéndote.
c. Sientes culpa, ansiedad y miedo cuando te “sales” de tu “dieta perfecta”, cuando
comes “alimentos malos” o alimentos que te dan placer y no califican como seguros.
d. Tiendes a controlar lo que comes.
e. Tienes miedo a engordar y estás disconforme con tu imagen corporal.
f. Si comes algún alimento “malo” o que “te engorda” buscas métodos para purgar/
compensar lo que comiste (más actividad física, más restricción calórica, hasta uso
de laxantes y/o vómitos).
g. Te sientes y te ves “gorda” gran parte del tiempo. Te juzgas con palabras hirientes.
h. No estás conforme con tu imagen corporal. Te comparas con otras mujeres (más
delgadas) y deseas verte como ellas.
i. Crees que debes adelgazar primero y después vivir tu vida, es decir, te valoras a
través de tu cuerpo físico. Haz puesto uno o más aspectos de tu vida en pausa por
esto.
j. Tienes baja autoestima. Si te dicen un cumplido no los crees.
k. Si alguna vez conseguiste estar más delgada a punta de restricción y ejercicios,
desearías volver a estar así. Cuando te recuerdas en ese momento, tampoco
estabas conforme.
 No tienes suficiente placer en tu vida
a. Buscas la comida para obtener satisfacción (y no para nutrirte).
 No cuidas de tu cuerpo físico ni de tu mente.
a. Vives muy a prisa; no le das atención a tu cuerpo.
b. No duermes bien.
c. Realizas exceso de ejercicio.
d. Personas tóxicas que no le has puesto límites.
e. Tienes un miedo en tu vida que no puedes o quieres resolver, consciente o no.
Cualquiera de estos factores hace que te sientas insatisfecho en tu vida, ya sea por tu alimentación
o tu vida en general.
El miedo es una emoción que sostenida en el tiempo o crónica provoca estrés activando nuestro
sistema nervioso simpático, el cual:

 Reduce el peristaltismo o motilidad intestinal y secreción de jugos gástricos lo que afecta


negativamente a nuestra digestión (hinchazón, dificultad para digerir los alimentos)
 Aumenta la síntesis de cortisol, favoreciendo los depósitos de masa adiposa visceral y el
apetito, y disminuyendo la recuperación de masa muscular.
Por otra parte, todas estas variables influyen en que NO recibas los mensajes que tu cuerpo tiene
para ti, sumado a que te programas para “callar el hambre” generando ansiedad por comer. De
este modo, las necesidades físicas y emocionales se mezclan y potencian, generando más ansiedad
y desórdenes metabólicos. Asimismo, las deficiencias nutricionales también te llevan a comer
compulsivamente y esto es una respuesta fisiológica mediada por el neuropéptido Y.
En síntesis, es importante que consideres -desde un punto de vista científico-, que el maltratato al
cuerpo (pasar hambre, tener fatiga, dormir poco o mal, tener pensamientos dañinos, etc.) tiene sus
consecuencias en el mismo. Esto se explica a través del miedo y estrés, el cual te impide tomar
decisiones saludables ya que desregula apetito y tu metabolismo, disminuye la producción de
hormona del crecimiento (responsable de reparar los tejidos, como masa muscular) y estimula la
secreción de cortisol. Como si no fuera poco, desregula la digestión y el metabolismo,
enlenteciéndolos, por activación del sistema simpático.

 Manzanita de sabiduría: Como nos relacionamos con los alimentos, nos relacionamos en
nuestra vida.

Empieza a sanarte

Satisface tus necesidades de hambre y reconcíliate con tu cuerpo

Tipos de hambre (Jan Chozen Bays)

La alimentación tiene como objetivo satisfacer las necesidades del cuerpo, tanto en energía
(calorías) como en sensaciones. Para esto es importante comer atentos, satisfaciendo nuestras
necesidades fisiológicas y psicológicas de nutrientes y alimentos.

Hambre real: Fisiológico


Asociado a las señales del cuerpo.
- Satisface las demandas de energía y saciedad física.
- Celular; el cuerpo envía señales. Sed, mareos, cansancio, fatiga, debilidad. Células
bajas de energía.
- Estómago; vacío en el estómago (sonido, dolor). Hambre de la saciedad y plenitud.
Hambre fisiológico - psicológico
Asociado a los sentidos; consciencia sensorial (conexión con alimentos como objeto de sensaciones).
- Satisface las necesidades de saciedad y hambre de los sentidos.
- Visual; colores, formas, texturas. Belleza de los alimentos.
- Olfato; aromas y fragancias. Nos trae recuerdos.
- Tacto; tamaño, textura, temperatura del alimento. Sentir.
- Audición; al manipularlo, pelar, masticar. Hambre de escuchar.
- Gusto; salivación. Textura, sabor, forma y temperatura. Saborear y disfrutar.
Experimentar los sentidos en nuestra alimentación nos permitirá satisfacer este tipo de
hambre y adherirnos como hábito a un estilo de vida saludable.

Hambre psicológico - emocional


- Corazón; comer por las emociones o sentimientos (alegría, aburrimiento, nostalgia, pena,
estrés). Hambre de los sentimientos y reminiscencia.
En su expresión sana, comemos comidas que nos satisfacen a nivel emocional. Cuando son alimentos
de consumo ocasional, los comemos en una medida justa. Por otra parte, cuando estamos en
desequilibrio o comemos para evitar sentir emociones y nos entregamos al hambre emocional
podemos llegar a comer altas cantidades de alimentos, escogiendo habitualmente aquellos
hiperpalatables y ultraprocesados, los que en exceso son nocivos para nuestra salud. Si además
estás en una relación de juicio y culpa con tu cuerpo y la comida, causa malestares digestivos por el
exceso de comida y el estrés de estas emociones.

Hambre mental:
- Mente; comer algo de acuerdo a lo que dice la mente, generalmente desde lo que nos
han dicho (afuera). Calificamos el alimento. Juzgamos.
En equilibrio, el hambre mental nos ayuda a hacer elecciones de todos los grupos de alimentos de
manera saludable. Cuando existe algún desequilibrio y la mente domina al cuerpo puede llegar a
impedir que el éste se exprese, evitando que se comunique a través de las señales del hambre del
estómago y celular. Somos inflexibles en la alimentación y generalmente es consecuencia de dietas
muy restrictivas. Juzgamos a los alimentos, los satanizamos.

¿Cómo reconciliarte con tu cuerpo?


La reconciliación con el cuerpo es un proceso. Detén el auto sabotaje, el círculo vicioso. Cambia de
perspectiva; en vez de seguir callando el cuerpo piensa en nutrir tu cuerpo con comida, en una
alimentación que sea suficiente para tus necesidades nutricionales, según edad, sexo, actividad
física y objetivo. Trata tu cuerpo con amor, compasión, comprensión y respeto.
Identifica tu problema y desármalo.
Pasos
1) DECIDIR soltar el miedo a comer, a engordar y a validarnos a través de nuestro cuerpo
físico. Para esta decisión puede ser muy útil conectar con nuestro lado espiritual -
entendiendo que somos seres espirituales en una experiencia humana-, liberando
nuestro cuerpo para que adopte la forma que debe tener con una adecuada nutrición y
actividad física. Puedes iniciar la práctica de yoga y meditación para conectarte con el
universo amoroso que te sostiene y te cuida constantemente cuando liberas el control.
2) Nutrición TOTAL. Aliméntate con comida, nútrete y satisface todas tus necesidades
hambre. Escoge alimentos de alta calidad nutritiva (dieta omnívora basada en plantas)
y reduce los ultraprocesados. Si hay alguno en particular que te gusta mucho,
introdúcelo en pequeñas porciones en tu dieta o periódicamente. Equilibra tu
alimentación, come suficiente, no te restrinjas e intenta comer seguido para manifestar
abundancia a tu cuerpo y evitar el estrés de la restricción. En este proceso lo mejor es
que te asesores por un profesional nutricionista.

Actividades

1) Identificar creencias limitantes; miedos, juicios, críticas.


i. Para iniciar el proceso de cuidarnos nosotras mismas a través de la alimentación es
necesario reconocer nuestro diálogo interno. Para esto, encuentra un lugar en donde estés
tranquila y quita las distracciones. Si quieres puedes prender una vela y/o incienso, hazte la
siguiente pregunta y escribe a mano lo más honestamente que puedas los juicios, críticas,
rencores y resentimientos hacia ti y tu cuerpo. Estas son creencias que te estancan y te hacen
sentir mal, por lo que las llamaremos creencias limitantes.
Es necesario identificar claramente tu voz del ego para luego desarmarla.
Si te hace sentido, repite la siguiente oración antes de comenzar:
 “Invocamos a los seres de luz y al poder de un universo amoroso para que a través
de este ejercicio me sea revelado todo lo que tengo que saber para tomar mi
pequeña siguiente acción correcta. Así es.”
ii. Luego de escribir todas esas creencias, AGRADECE las críticas que pudiste identificar. Ve tu
problema con curiosidad, amor, compresión y compasión contigo misma. Si te hace sentido,
escribe:
 Querido ego, te agradezco lo que haces ya que sé que estás tratando de
cuidarme, de mantenerme seguro (a) y buscar maneras de sentirme aprobado (a) y
mejorar, pero tus duras críticas y juicios no me ayudan realmente y me estás
haciendo un daño innecesario. Gracias por tu mensaje pero decido ver esta
situación de una manera diferente, una desde el amor, comprensión y compasión
para poder avanzar. Agradezco la oportunidad de ser consciente de esto y
escoger nuevas y mejores herramientas para estar sana y ser feliz”.
 Luego, para cada creencia limitante que reconociste, escribe un ejemplo de la vida
real que te demuestre lo contrario. Por ejemplo, “soy flojo”. No es cierto, me levanto
todos los días a trabajar.
 Por último, crea una afirmación positiva para cada creencia limitante. En el
mismo ejemplo, “soy muy trabajador”. Habitualmente es exactamente lo contrario a
lo que identificaste.
REPLANTEARNOS ALGO ES UN CAMBIO CONSCIENTE DE NUESTRA PERSPECTIVA Y LENGUAJE. EN
VEZ DE SEGUIR SIENDO VÍCTIMA DE LAS MENTIRAS DEL EGO Y DEL PASADO, ELIGE REDIRIGIR LA
CONVERSACIÓN DE UNA MANERA QUE TE EMPODERE.
SI LO PUEDO SOÑAR ES PORQUE TENGO TODO PARA LOGRARLO.
UN MILAGRO ES UN CAMBIO DE PERCEPCIÓN.
2) Carta de perdón al cuerpo: Soltar el miedo a comer, engordar y validarnos por nuestro físico.
1. Escoge una fecha en al menos un año más y escríbete una carta contándote cómo has
logrado una relación de amor y respeto a tu cuerpo. A continuación encontrarás qué incluir
en el relato.
2. Redáctala en presente simple “yo soy, siento, estoy, tengo” enfocándote en lo positivo, en lo
que quieres obtener, en las soluciones. También puedes incluir las cosas de las que te
quieres deshacer, pero recuerda que es más importante lo que quieres implementar.
3. Identifica:
 Cómo estás viviendo una relación de amor contigo y tu cuerpo: ¿Cómo tus
necesidades físicas y psicológicas estás satisfechas? Incluye tipos de hambre física
que son importantes satisfacer para ti, alimentos y actividades que sientes que te
hacen bien.
 Estrategias para librarte de las críticas de tu mente hacia ti, tu cuerpo y la comida,
tales como meditación, actividad física, actividades recreativas, actividades que
desarrollen tu creatividad, etc, es decir, pensamientos, sentimientos y acciones para
cuidar mejor de ti.
Repite tus nuevas verdades y afirmaciones a diario. La clave está en la repetición. Crea tu nueva
historia, filosofía y realidad actuando comprometida con tu salud y felicidad a largo plazo,
cultivando la amabilidad y una relación saludable hacia el cuerpo y la comida.

Cuenta conmigo para lo que necesites,

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